ESPERIENCIA Y JUVENTUD… Hoy les hablare de una historia donde la belleza tiene dos caras, la primera es una combinación de juventud, locura, picardía y sensualidad. La segunda es una combinación de experiencia dulzura, alegría y sencillez donde ambas coinciden con la belleza física y aquella que proviene del corazón. Un día mientras participaba de la alegría de un evento musical, conocí dos bellas mujeres; de la primera os quiero decir que fue alguien que me impacto a primera vista, pues yo siendo una persona joven me olvide de la distancia que había entre aquella mujer recatada y yo, para tratar de observar en leves oportunidades cada movimiento, cada faceta que mostraba de su personalidad para así poder obtener al final el significado de la belleza según la experiencia. Hay otras cosas que detalle de aquella mujer y es que ella es el tipo de persona con la cual uno se quedaría horas y horas hablando, mientras ella con el lindo brillo de sus ojos te observa detenidamente sin perder detalle alguno y con su linda sonrisa te celebra los chistes y acciones de locura que tu narras mientras interactúas con ella. De la segunda mujer os quiero contar que es todo lo contrario de la primera, pero que un joven como yo desearía tener, una mujer joven que esta llena de vida, con un futuro muy prometedor, pero con cualidades que la hacen única; aquella princesa que parece salida de una película de Disney, me dio a conocer desde mi punto de vista subjetivo, la locura por que no importaba el lugar o momento pues ella se mostraba tal y como era una persona alegre y orgullosa de ser lo que es ahora, la picardía por que con sus palabras, con su forma de vestir y con su belleza física se robo el suspiro de más de un hombre incluido yo, que en ocasiones me distraía por ver la hermosa mujer que yacía en la mesa del jurado. Pero saben hay una cosa que pude notar de aquella mujer joven y bella, y es que a pesar de todo lo que reflejaba aparentemente, lo pude confirmar en el momento que salía del evento rumbo al hotel donde se estaba hospedando, mientras ella se preparaba para salir, yo con un deseo de obtener un autógrafo suyo la alcance y le dije algo que era obvio: “linda, me das tu autógrafo”, ella emitiendo una hermosa sonrisa en su rostro responde: “claro que si precioso”, fue así como tomo la hoja y el esfero y escribió: “un beso para ti con mucho cariño att: nat” autógrafo que sello con un lindo y delicado beso en mi mejilla derecha. Pero aun hay más si con la joven niña bonita cometí la osadía de atreverme a pedirle un autógrafo, con mi bella dama era algo que no podía dejar pasar, ya que fue ella quien se robo más de una mis miradas y suspiros. La verdad no sabía como pedirlo, era tanta mi demora que hubo un instante que pensé que perdería la oportunidad que en ese momento la vida me estaba dando. a pero Dios me ilumino, fue entonces que se me ocurrió decirle a uno de los artistas que la acompañaban que si me podía dar un autógrafo, él no me hizo el favor de pedirle el autógrafo, pero si me hizo un favor mucho mejor, aquel hombre me la llamo y la puso justo al frente mío, en aquel instante sentí nervios pero
también sentí mucha alegría de poder lograr que ella plasmará en lo que para muchos es una simple hoja de papel, pero que para mi en ese instante era mucho más que eso, era un sincero T.Q.M Alejandro, que fue lo que ella escribió para mi como autógrafo, del cual considero que era 100% lo que ella sentía en ese momento, a pesar de que parezca muy iluso pues ella no me conocía y nunca había intercambiado ni una sola silaba de palabra con migo. Pero saben soy de las personas que piensa que así como yo pude ver através de sus ojos para llegar a su corazón, ella también había logrado lo mismo, fue así como en el momento de autografiar la hoja en blanco, su corazoncito y su mente se pusieron de acuerdo para expresarme lo que en ese papel querían plasmar y que con aquel gesto que hizo de poner su delicada mano sobre sus dulces labios, plasmo un peso para arrojármelo con un leve y calido soplo con el cual sello aquel instante. Para terminar os quiero decir que en mi mente y en mi corazón, en un lugar solo par ellas guardare lo lindo que fue haberlas conocido apesar de que casi ni les hable, pues aquí en esta historia aplico el refrán que dice: “vale más un gesto que mil palabras”.
Autor: ALEJANDRO RUIZ.