ENSAYO Juan Felipe Barrera S.
Quisiera empezar este pequeño ensayo hablando del folclor en la manera en la que se le ha analizado, y es que si bien el autor del texto nos habla de cómo este ha sido estatizado y puesto a disposición de las autoridades culturales que determinan que hace parte de esta “Conservación de estas especies en extinción” hay que entender siempre el folclor como algo dinámico, siempre cambiante de acuerdo a un sinfín de circunstancias contextuales, estoy de acuerdo en utilizar mecanismos de conservación como son los libros que son capaces de describir estas prácticas, pero de allí a decir de que por medio de estas solamente se pueden dar un aval a lo que está pasa con la música del país, me parece una visión bastante sesgada.
No solo por el hecho de que solo algunos “Expertos” pueden dictaminar que hace parte de este compendio o no, sino porque no hay materia más perjudicial para la creatividad que la restricción. Es allí donde toda idea creativa perece por la necesidad de una agente de poder sentar su potestad sobre un campo de conocimiento.
Es por lo anterior que es necesario reformula la forma en que se adquiere el conocimiento, ya que muchas veces por intentar “conocer” una cultura o una expresión artística de un pueblo, desde un interés sistemático de recopilar información, puede perderse mucho del conocimiento local y hasta incluso distorsionar la información, quedando así un cuerpo decorado y momificado, pero sin rastros de vida del pueblo.
Y si bien es importante el análisis musical que han desarrollado doctrinas como son la musicología; y establecer unos acuerdos entre los investigadores para dar así una base de conocimiento sólida que se le pueda impartir a los pequeños intérpretes de la música colombiana, nunca se debe olvidar de que detrás de cualquier medio de expresión artística siempre hay un ser humano, quien ha conocido su música desde muchos lugares, ya sea teórica o vivencial, y ha desarrollado su sonido a partir de ello.