Empieza a surgir en los años 30 en Estados Unidos como una teoría de orden social. Este enfoque adopta una visión conservadora del rol social de la educación. El funcionalismo no resulta apto para el análisis del papel de la educación en relación con el cambio social. También permite descubrir con precisión como actúan las instituciones y como se interrelacionan con otros aspectos de la sociedad, de cambio, de conflicto.
Por otro lado Parsons define la clase escolar como un “sistema social”. Desde el punto de vista funcional, la clase escolar puede ser tratada como un agente de socialización. El aula puede considerarse como el órgano generador de los elementos que componen el conjunto de habilidades y actitudes sociales del individuo, la misma constituye la distribución social.