EL TRATADO DE PAZ Y EN QUE NOS AFECTA
Los diálogos/negociaciones de paz entre el gobierno Colombiano encabezado por el presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP), también conocidos como proceso de paz en Colombia, fueron las conversaciones que se llevaron a cabo entre el Gobierno de Colombia (en representación del Estado) y la guerrilla de las FARC. Estos diálogos tuvieron lugar en Oslo y en La Habana; se obtuvo como resultado la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto en Bogotá el 24 de noviembre de 2016. ¿Acuerdo de la impunidad? Tras el anuncio de paz, han surgido diversas declaraciones y reacciones, entre ellas la de José Miguel Vicanco, director de Human Rights Watch para América Latina, quien dijo que este era un acuerdo de la impunidad, que los crímenes de lesa humanidad eran imprescriptibles y la paz no podía consagrarse a cualquier precio. No obstante, según Víctor Reyes, todo está consagrado en el acuerdo de tal manera que no habrá impunidad. Lo que si habrá es un sistema de justicia transicional que “exige verdad, reparación y el compromiso de no repetir esas conductas violentas. La mayor impunidad es la guerra misma, porque la guerra significa eso: ¿quién va a juzgar a los integrantes de las FARC estando en situación de guerra o en situación de conflicto como ha ocurrido hasta la actualidad?”, cuestionó. El pueblo colombiano quiere la paz, incluso quienes votarán No en el plebiscito, aseguró el sociólogo. “Lo que pasa es que la quieren de otra manera. De una forma equivocada porque uno no puede prolongar la guerra para, aparentemente, lograr la paz. Esta es una paz posible que depende de la decisión de los(as) colombianos(as)”.
Tras un periodo de negociación con los promotores del No, el gobierno y las FARC acordaron un nuevo texto para el acuerdo de paz el cual se firmó el 24 de noviembre en el Teatro Colón de Bogotá. Este nuevo acuerdo fue ratificado por el Senado de Colombia y la Cámara de Representantes, el 29 y 30 de noviembre.
Nuestras manos deben actuar Ayudemos a descontaminar