El Síndrome De Asperger 2016.docx

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Características del síndrome de Asperger El Síndrome de Asperger es un trastorno perteneciente al espectro del autismo (TEA), cuyas características fueron inicialmente descritas por Wing y Gould en el año 1979. Las personas con este diagnóstico, presentan una tríada de afectación en: El área social: dificultad para iniciar y mantener relación con los demás, sobre todo con iguales, por falta de empatía y de comprensión de las sutilezas sociales. Si aparece interés por interaccionar. Presencia de desajustes en el comportamiento en diversos contextos sociales, pasando por dificultades para compartir juegos o intereses. El área comunicativa: dificultades en la puesta en práctica del lenguaje. Esto implica comunicación verbal y no verbal poco integrada, contacto visual pobremente modulado para la interacción social y escaso lenguaje corporal, o deficiencias de la comprensión y el uso de gestos. Suele haber falta de expresión de estados de ánimo o emocionales propios, así como comunicación poco recíproca y empática. Dentro del lenguaje, además, podemos encontrar alteración en el discurso narrativo, entonación monótona y literalidad. Inflexibilidad mental o comportamental: contenido del pensamiento limitado y obsesivo. Intereses absorbentes. Suelen mostrar angustia ante cambios pequeños, dificultades con las transiciones entre actividades cotidianas o determinados rituales (comer siempre los mismos alimentos, seguir siempre el mismo camino a la escuela, etc.). Además, frecuentemente se citan otro tipo de características presentes en las personas con diagnóstico de síndrome de Asperger como son las dificultades en la psicomotricidad; la hipersensibilidad a ciertos estímulos; las dificultades a la hora de percibir las sensaciones internas como el sentir frío o calor; o alteraciones cognitivas relacionadas con la velocidad de procesamiento de la información. Según el manual diagnóstico DSM-V, no consta el diagnóstico clínico síndrome de Asperger. Las dificultades anteriormente reflejadas en este documento, equivaldrían en citado manual como Trastorno del Espectro del Autismo sin discapacidad intelectual y sin retraso en el lenguaje. Con necesidades de apoyo de grado I.

Diagnóstico El síndrome de Asperger es un trastorno que afecta a las personas desde el momento del nacimiento, por lo que es fundamental un diagnóstico precoz para realizar lo antes posible una evaluación de necesidades que permita diseñar un programa de intervención personalizado. Esta evaluación es recomendable que la realice personal especialista que conozca la problemática del síndrome de Asperger. La realización del diagnóstico puede seguir distintas vías: Seguridad Social: el médico de atención primaria puede derivar a Salud Mental, donde un psiquiatra puede realizar la valoración. O bien a través del servicio de neurología. Educación: en el caso de estar en edad escolar, el Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP) o el Equipo de Atención Temprana (EAT), para niños entre los cero y los seis años, pueden realizar una valoración psicopedagógica del alumno bajo petición del docente. En el caso de tener sospechas de que pudiera tratarse de un caso de TEA y no poder concluir, pueden solicitar una valoración más ajustada al Equipo Específico de Alteraciones Graves del Desarrollo. El objetivo de este proceso es tratar de adecuar el curriculum educativo a las necesidades de cada alumno, por lo que a través de esta valoración, se pueden solicitar adaptaciones curriculares individualizadas (ACIs) significativas o no significativas.

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Centros privados de psicología, psicólogos, psiquiatras, neurólogos: el proceso diagnóstico se iniciará bajo cita previa, siendo el interesado o su familia quien se ponga en contacto con el profesional o la entidad.

¿Qué intervención es recomendable? El tipo de intervención puede variar dependiendo de la persona, de su situación actual y de las necesidades que presente. Lo importante es que todos los profesionales que trabajen con la persona que tiene diagnóstico de síndrome de Asperger y el propio interesado, mantengan un flujo de información constante para que el trabajo vaya en la misma dirección. Habitualmente las personas con diagnóstico de síndrome de Asperger, suelen beneficiarse de la terapia psicológica, tanto individual como grupal o de familia. Los aspectos que generalmente se trabajan con personas con diagnóstico de síndrome de Asperger son: -

Desarrollo y fomento de las habilidades socio-emocionales. Intervención neuropsicológica: atención y concentración, impulsividad, función ejecutiva. Habilidades de autosuficiencia y vida adaptativa (higiene e imagen personal, autocuidado, etc.). Mejora del autoconcepto y desarrollo personal. Tratamiento de síntomas clínicos como ansiedad, depresión, baja autoestima.

También puede ser muy beneficioso recibir sesiones de psicomotricidad o de logopedia. Así como otro tipo de terapias como la musicoterapia, la intervención asistida con animales, la terapia ocupacional o el ocio terapéutico. Por otro lado, para las personas adultas con diagnóstico de síndrome de Asperger el acceso al empleo encuentra una serie de obstáculos, derivados tanto de la problemática que implica el propio síndrome como del desconocimiento social que existe sobre cómo son estas personas, sus limitaciones y potencialidades. Por ello, los programas dirigidos a la orientación laboral desarrollan sus acciones tanto con las personas con este diagnóstico para mejorar sus competencias laborales (elaboración del curriculum y carta de presentación, búsqueda activa de empleo, realización de entrevistas, etc.) como con las propias empresas mediante una labor de concienciación social y apoyo para lograr finalmente la contratación. Es importante destacar su derecho a la vida autónoma e independiente al que hace referencia la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad. Por ello necesitan de Unidades de Apoyo a la vida independiente.

Recursos Para garantizar los derechos de las personas con síndrome de Asperger, es importante el acceso a recursos sociales tales como, el certificado de discapacidad y la ley de autonomía personal y dependencia. Estos trámites posibilitan ayudas que favorecen el acceso a la igualdad de derechos para una vida plena.

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