Los mortales El que arrastra una guitarra hasta el subte y se aguanta la cara de culo. Los que corren desde el trabajo para llegar a tiempo al ensayo. Los chicos y chicas que encuentran a quien dejarles al hijo. Los que cuidan un rato los hijos de otros. Los que leen y escriben, como pueden, en el bondi. Los que hacen durar el café dos horas. Los que atiborran el auto de instrumentos y piden prestado un bajo. Los que tararean una canción nueva. Los que garabatean en un descanso. Los que duermen menos. Los que pagan la entrada para hacer de público. Los que no dejan de soñar. Esas personas, que resisten, están salvando el mundo.