Un picaflor se hizo muy amigo de un cuervo. Con el pasar del tiempo aquella amistad llegó a ser como un lazo de familia. El picaflor y el cuervo casi no se separaban y tenían una confianza enorme el uno en el otro. Cierto día el picaflor
El cuervo aceptó la invitación. Entonces en el día fijado el picaflor hizo una bella mesa repleta con el néctar de varias especies de
a la hora acordada y se alimentó tan bien que quedo muy satisfecho con todo el alimento suministrado.
¡Era alimento natural!
retribuir el gesto del amigo picaflor de manera que lo invitó para ir a almorzar en su casa también y el picaflor ¡claro! acepto la invitación con prontitud.
En el día marcado el picaflor llegó a la casa del cuervo y vio que este también
de animales en descomposición y todo tipo de carne estropeada.
Se imagina la escena: ahí vemos al picaflor muy
ara no lastimar a su amigo tuvo que com toda esa basura podrida.
Moraleja de la historia: Nosotros los cristianos somos como los picaflores
y las personas de fuera (del empleo, de la escuela, tal vez vecinos que no sirvan a
nuestros hermanos se asocian tanto con tales personas que pasan a tener un gran vínculo de amistad con ellos y no entre los hermanos.
Para el cuervo (los de fuera) nuestra amistad es “recompensadora” pues obtiene lo mejor de nosotros ya que fuimos entrenados bajo los preceptos de Jehová. Es por eso que
Sin embargo, el cuervo que no conoce la palabra de Jehová también ofrecerá lo “mejor” que tiene: en este caso el “espíritu del mundo” (la búsqueda de placeres, el materialismo, la desobediencia, la inmoralidad sexual, etc.) y si estuviéramos a punto de “comer” su “plato” nuestra pureza espiritual estaría contaminada y
¿Quién soy yo en la ilustración?, ¿Qué papel estoy desempeñando? Satanás ha hecho un empeño especial entre los “jóvenes y adultos” para que desistamos en servir a Jehová y contaminarnos con su carroña
Por lo tanto que todos nosotros mantengamos nuestra posición limpia ante Jehová y nunca nos coloquemos en riesgo de