El hombre desde la actualidad es un ser que según Kant se divide en un orden ontológico, ético, trascendental y antropológico, donde la pregunta infinita que se plantea se convierte en una pregunta finita dividida en estos cuatro
aspectos. Desde el punto de vista
ontológico, Kant plantea la pregunta: “que puedo yo saber?”, y al plantearse esta pregunta inmediatamente se plantea otra que es ¿Qué no puedo yo saber?, entonces, la respuesta a la pregunta planteada por Kant, es el pensar por si mismo, el racionalizar, y así mismo a partir de ese pensamiento se responde la segunda pregunta planteada que es “¿Qué debo yo hacer?” ya que al pensar y analizar una situación, yo debo actuar a partir del pensamiento, y al actuar de acurdo a mi propio pensamiento espero unas expectativas a futuro que al mismo tiempo me niegan otras posibilidades de lo que espero de la acción que ejerzo, y estas expectativas son las que me dan respuesta a la tercera pregunta planteada por Kant desde un orden trascendental, “que me cabe esperar?”, y para responder la cuarta y última pregunta planteada desde un orden ontológico Kant dice “en el fondo todas estas disciplinas se podrían refundir en la antropología porque las tres primeras cuestiones revierten en la última” (BUBER,1994: 12,13). Mas adelante aparece Heidegger quien va mucho más allá de las tres finitudes planteadas por Kant, y dice que “lo esencial no es que yo solo pueda hacer algo y que otro algo no puedo; lo esencial es que en general es que yo puedo saber algo, y que por eso puedo preguntar que es lo que puedo saber”( BUBER 1994: p 14) es decir q lo esencial no es saber un conocimiento sino a partir del conocimiento cuestionar y participar.