EL ENSAYO Por Pedro Alejandro Suárez Ruiz
¿Qué es un ensayo? Es un escrito breve de carácter académico que expone con profundidad y rigor una interpretación objetiva sobre un tema en particular que se sintetiza en una pregunta o en una hipótesis o tesis; su desarrollo es esencialmente argumentativo en relación con la pregunta planteada. No es un resumen ni una síntesis, ni una exposición de ideas de quien realiza el ensayo. El ensayo comprende tres aspectos: una pregunta o una hipótesis o una tesis, unos argumentos de apoyo, y generalmente unas derivadas de la tesis; por eso el ensayo presenta en estas tres partes una estructura. En consecuencia, desarrollar un ensayo requiere un nivel de pensamiento hipotético capaz tanto de hacer inferencias como de generar dichas hipótesis, o por lo menos elaborar raciocinios sobre una hipótesis dada para profundizar en ella y exponer los argumentos correspondientes para rebatirla o aceptarla. Ello no significa que el ensayo demande una investigación formal de tipo experimental o cuasiexperimental mediante el cual se ponga a prueba la hipótesis; el ensayo se fundamenta en el saber de quien lo elabora pero también recurre a fuentes suficientemente validadas y reconocidas por una comunidad científica, fuentes que debe reseñar y respetar.
¿Cuáles son las características del ensayo? El punto de partida del ensayo es la selección y delimitación de un tema sobre el cual recae el objeto, o propósito del ensayo. A partir del tema se establece un problema, que por lo general se formula en términos de pregunta o de hipótesis. Al plantear la hipótesis es fundamental evaluar su envergadura de modo que sea posible exponer argumentos suficientes y bien estructurados mediante un ensayo; este aspecto de la extensión es fundamental de considerar si se tiene en cuenta que el ensayo es un escrito relativamente corto que presenta en forma completa argumentos y derivadas, y de alguna manera es suficiente para responder a la pregunta. Por lo tanto, evaluar la envergadura de hipótesis para hacer un ensayo, no es evaluar su complejidad sino la extensión que requiere fundamentarla.
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El desarrollo del ensayo está determinado por los elementos que se deben tratar para resolver el interrogante planteado, pero de todos modos debe procurar un equilibrio entre lo narrativo y demostrativo. En cuanto a lo narrativo debe tener un estilo cuidadoso tanto en la forma gramatical como en la vertebración de las ideas de modo que sea clara la estructura y que permita una lectura más o menos ágil para quien se interese por el tema, y además, tenga las herramientas cognitivas necesarias para abordarlo. Además, puede tener esquemas, diagramas o recursos gráficos que ayuden a su comprensión. El componente demostrativo debe tener el rigor suficiente para dar crédito a la argumentación y por lo tanto, al planteamiento que se ofrezca. En su conjunto, el razonamiento debe revisar concienzudamente el material de lectura o de trabajo relacionado con la hipótesis de modo que los argumentos que se den sean consistentes con las disciplinas o los saberes a los que se refiere; para ello debe acudir a fuentes lo suficientemente críticas que aseguren que el razonamiento hecho tiene actualidad y relevancia; y su estructura debe tener un referente teórico o conceptual o contextual que le da validez. Una condición esencial es mantener el rigor en la exposición de los argumentos y en los procesos de inferencia que se realicen al obtener conclusiones o derivadas de modo que el lector encuentre cómo se van encadenando las piezas, como si fuera un rompecabezas, hasta tener una totalidad estructurada. Adicionalmente, el ensayo puede tener un componente derivativo en tanto que a partir de la hipótesis puede plantear consecuencias, correlaciones, contener inferencias o exponer nuevas hipótesis o cuestionamientos. Las derivadas se desprenden de la hipótesis, son inherentes a ella, y de alguna manera la hipótesis es un argumento para ésta. En el ensayo las derivadas tienen como razón de ser el dar un espacio de desarrollo y de progreso posterior al planteamiento hecho en él de modo que son útiles como nuevas hipótesis de posteriores producciones de naturaleza argumentativa.
¿Cuál es la estructura del ensayo? El ensayo es un escrito corto, luego la extensión de cada una de sus partes y la cantidad de ellas debe ser limitada. Un ensayo pretende argumentar una sola hipótesis y su estructura debe ser convergente; sus partes son título, introducción, desarrollo, conclusión; en aquellos que tienen derivadas, son parte del desarrollo y son diferentes de la conclusión. 1. Titulo: Es un enunciado breve que sintetiza el tema del ensayo, no la pregunta ni la hipótesis; el título debe incluir las variables principales y además, despertar interés por la pregunta que se planteará para motivar a la lectura desde el primer momento. 2. Introducción: Expone el propósito del ensayo, el problema, los supuestos que se van a desarrollar y las principales fuentes de consulta de modo que el lector pueda tener una idea genera con dos propósitos: para decidir si lo Pedro Alejandro Suárez Ruiz
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aborda, y en caso de hacerlo, para tener una idea general que oriente la lectura del mismo. 3. Desarrollo: Contiene la argumentación de la hipótesis conservando cuidadosamente el orden del pensamiento, un buen estilo gramatical y el rigor científico acorde con la argumentación que se expone y con el nivel de la hipótesis; el desarrollo responde a la hipótesis planteada sobre el problema objeto del ensayo desde distintas perspectivas, incluyendo la propia. En algunos casos incluye derivadas que son consecuencias de la hipótesis, que no la explican sino que muestran una perspectiva más amplia o diferentes de aplicación o de extensión de ésta; las derivadas son diferentes de las conclusiones, como veremos ahora, y son útiles para plantear o desarrollar nuevos ensayos. 4. Conclusión: Es la parte final del ensayo propiamente dicho y muestra de manera clara y concreta la respuesta al problema inicial; además, podrían plantearse nuevas preguntas o sugerencias para profundizar en la misma. 5. Referencias: Corresponde a las fuentes consultadas, indican el rigor académico y la calidad de los referentes del ensayo en relación con el saber elaborado hasta el momento sobre el mismo tema. Las referencias corresponden tanto a las fuentes citadas dentro del mismo como a otras consultadas como soporte para el ensayo. Sin embargo, ello no significa que la cantidad de referencias o la actualidad de las mismas sea un indicador de la calidad del ensayo; en todo caso, es también pertinente tener en cuenta el segundo aspecto en relación con el tema planteado y con los desarrollos que en dicho campo halla hecho la comunidad académica correspondiente. Aún así, la actualidad de las fuentes es relativa a la temporalidad del tema pues en ocasiones se requiere hacer un recorrido anterior o ubicarse en un momento histórico específico.
¿Cuál es el proceso de elaboración de un ensayo? La elaboración de un ensayo requiere avanzar del planteamiento suficientemente claro y delimitado, a la exposición de los argumentos y la resolución de la pregunta o la aceptación o negación de la hipótesis. Por ello su elaboración comprende cinco pasos: 1. Comprender de manera clara y precisa el enunciado propuesto para el ensayo, cuando así sucede por ejemplo, en el desarrollo de alguna asignatura. O precisar su significado y evaluar su relevancia, cuando es un ensayo basado en una pregunta o una hipótesis propuesta por su autor. 2. Seguir las indicaciones o instrucciones de quien solicita el ensayo: el profesor, el editor de una publicación, los organizadores de un evento académico. Dichos indicadores pueden hacer referencia, por ejemplo, a la extensión, al tipo de lenguaje, a la diagramación, a la organización, a la profundidad según los posibles lectores, a las referencias bibliográficas o a otra clase de fuentes.
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3. Revisar la información disponible teniendo en cuenta la actualidad, la relevancia y la validez de la misma según la comunidad académica del campo en el que se inscribe el ensayo; esto para no recurrir a fuentes que no sean reconocidas como válidas y con base en las que el ensayo quede sin validez o pierda solidez en su argumentación. 4. Elaborar un plan para desarrollar el análisis de la hipótesis o pregunta teniendo en cuenta las partes de su estructura, así como la prioridad de las ideas expuestas y la relación entre ellas. Algunos autores denominan a esta estructura el modelo del ensayo de modo que no es una tabla de contenidos o una secuencia de aspectos, sino un diagrama que organiza los argumentos con sus subargumentos, así como las derivadas. El siguiente esquema podría ser un modelo que ayuda a desarrollar el texto del ensayo porque define una secuencia en relación con la importancia o la prioridad, o la secuencialidad de las ideas. Supraderivada1.1 Derivada1
Derivada2
Tesis Argumento 1 Sub-arg. 1.1
Argumento 2
Sub-arg.. 1.2
Sub-arg. 1.2.1 Sub-arg. 1.2.2
Argumento 3 Sub-arg. 3.1 Sub-arg. 1.3.1
5. Proceder a redactar el ensayo teniendo en cuenta la estructura de cada párrafo y el encadenamiento entre ellos de modo que la lectura sea fluida y vaya convergiendo sobre la conclusión. En general, podríamos decir que cada párrafo corresponde a un argumento con sus subargumentos o a cada derivada. La redacción debe conservar una codificación clara y relativamente sencilla; en general, es mejor usar frases cortas y párrafos de enlace entre planteamientos que recojan la estructura general y no dejen que se pierda a lo largo del texto; estos párrafos de enlace pueden ser retrospectivos cuando retoman lo desarrollado hasta el momento para centrar la atención del lector; o proyectivos para anunciar la secuencia que se desarrollará y enlazarla con la anterior. Así mismo, en la redacción hay que tener en cuenta que la estructura argumentativa puede ser inductiva o deductiva, o unos párrafos pueden ser de naturaleza inductiva mientras que otros, deductiva.
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¿Cuáles son algunas clases de ensayos? En general los ensayos son de carácter argumentativo, pero pueden considerase otros cuyo eje central no es la argumentación sino la sustentación y la justificación. El ensayo informativo ilustra sobre un tema y reduce la incertidumbre sobre el mismo; el ensayo comparativo busca semejanzas y contrastes entre dos referentes que pueden ser autores, hipótesis, planteamientos sobre un mismo fenómeno. Y el ensayo explicativo aclara un proceso, o un objeto, da cuenta de las características o de la secuencia pero dando justificaciones y precisando relaciones entre las partes.
¿Cuáles pueden ser algunos criterios para la evaluación del ensayo? 1. Valorar el enunciado del problema: Tener en cuenta si el ensayo formula claramente y con precisión el problema en cuanto se trata de un tema bien definido y por lo tanto viable de ser tratado. Además, evaluar su relevancia de acuerdo con el nivel de formación del autor; un planteamiento puede ser excelente para un estudiante de primer semestre pero no tener relevancia para otro que termina su carrera. 2. Evaluar la información proporcionada por el ensayo: Si los datos recopilados son relevantes y pertinentes en relación con el problema planteado en el ensayo, y si son de actualidad para el ensayo. 3. Valorar el proceso argumentativo: Esto es, si los datos obtenidos se han utilizado, analizado y evaluado correctamente y en forma sistemática; y si el desarrollo de los argumentos evoluciona hacia la respuesta de la pregunta expuesta. 4. Evaluar el conjunto del ensayo: Si el ensayo está bien organizado y por lo tanto, su estructuración es coherente y lógica; si la lectura es adecuada al público posible y si la estructuración gramatical es correcta. 5. Evaluar la conclusión. Primero, evaluar si el ensayo concluye porque demostró; esto es, si la hipótesis o el problema planteado están ampliamente justificados con los datos aportados. Y segundo, si concluye en relación con el tema propuesto. BIBLIOGRAFÍA: García Rojas, Miguel; García Rojas, Rosa: El Ensayo, ¿Herramienta útil en el quehacer investigativo? En: Acción Pedagógica, No. 24, UPTC, Tunja, marzo de 1999 MICHEL, Guillermo, Aprende a aprender, Ed. Trillas, México, 1990
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