El Desastre Del Planeta Tierra

El desastre del Planeta Tierra Planeta tierra, año 234 después del desastre, 2243 del viejo calendario gregoriano que regía antes de la catástrofe. El antiguo planeta azul yace hoy inerme entre sus propios despojos. Negras nubes globales vomitan ácido sobre la humeante superficie, mientras la tierra cruje, como un gigante herido que se retuerce de dolor. El mar, si aún pudiera llamarse así, es una sustancia viscosa y pestilente en la cual anidan las más terribles bacterias que acabaron al fin con las últimas hilachas de vida tal cual la hemos conocido. Solo unos pocos mutantes dispersos, privilegiados o desgraciados (¿Quién sabe?), recorren desolados los yermos parajes en su intento por persistir. Quizás, en lo poco que queda de su primitiva mente, mantengan algún recuerdo colectivo de aquella desgraciada sucesión de catástrofes que sacudieran al orbe y lo hundieran nuevamente en la oscuridad de los tiempos …. Si aún quedara palabra escrita, esta solo interrogaría, porque todas las antiguas preguntas quedaron sin responder.¿Por qué descuidó la humanidad su propio futuro? ¿Por qué los científicos no advirtieron a tiempo el cambio de rumbo de aquel asteroide descomunal? ¿Por qué fallaron las teorías gravitacionales de Hawking – Penrose? ¿Por qué las antiguas potencias erraron el lanzamiento del gigamisil protector? Pero ya de poco vale. Pasó lo que pasó y nada ha quedado ahora tal como Dios lo puso en el mundo. ¿O sí? Algunos instrumentos han detectado extrañas vibraciones bajo la superficie. Es como un sonido persistente y rítmico. Queda claro que no es actividad sísmica …. Los descifradores de códigos están buscando en sus archivos algún patrón sonoro que se le asemeje, revolviendo en una antigua caja negra donde guardan las réplicas de la vieja cultura. ¡Y encuentran algo! Aquellas vibraciones concuerdan con algunos rasgos de actividad humana propia de los principios del siglo XXI, justo antes del desastre. Parece que existe un nicho de sobrevivientes repitiendo alguna antigua liturgia cuyo recuerdo seguramente ha resguardado su raza.

Pero, ¿Cual es esta tribu única, cuya adaptación al sufrimiento ha sido causa de tal milagro? Los androides localizan el epicentro de aquella rítmica señal y perforan un agujero por donde bajan un captor sonoro. Los primeros intentos por decodificarlo fallan, pero al fin, un extraño brillo humano ilumina por vez primera los ojos sorprendidos de aquella banda de mutantes. Están por descubrir el secreto de la única tribu de sobrevivientes puros, seres acostumbrados al dolor, pero de espíritu tan grande como para primar y tomar nuevamente la vanguardia de la humanidad. Desde lo más profundo de la tierra surge nuevamente el mágico son de aquella tribu brava y de auténtico corazón. Los androides saltan y se agitan, y un nuevo toque de vida por fin los contagia cuando escuchan aquella mística melodía ……… dale Riiiiiiver…., dale Riiiiiver, dale River dale River dale River!!!! ¡Sí sí señores, Yo soy de River, sí sí, señores, de corazón ……! Alejandro [email protected] “Al glorioso River Plate” Por siempre, con alma y corazón.