El Cuchillo Verijero

BIBLIOTECA VIRTUAL DEL CIRCULO CRIOLLO EL RODEO

HISTORIA Y TRADICIÓN POR RAUL OSCAR FINUCCI DIRECTOR DEL PERIODICO “EL TRADICIONAL”

El Cuchillo “Verijero” Tal vez, uno de los elementos más característico del gaucho sea el “facón”, ese gran cuchillo que nuestro paisano lleva en la cintura, por debajo del tirador (cinto de cuero, ancho, que se prende por el frente con la rastra), y enganchado en la faja. Sus grandes dimensiones y la habilidad que nuestro hombre de campo desarrolló con él, le sirvieron para convertirlo en arma y herramienta de trabajo. Todo un símbolo que, sin embargo, no es el único cuchillo utilizado por él, también “carga”el “verijero”. Siempre el gaucho llevaba este pequeño cuchillo que puede tener el tamaño de uno de mesa, pronto a ser utilizado y calzado en la ingle, del lado de su mano hábil (en el animal “verija”, de allí su denominación). Enfundado en su vaina de cuero crudo sobado, el “verijero” es hoy una institución entre los hombres del tradicionalismo y la gente de campo. Seguramente por comodidad, este elemento es más utilizado que el facón, que sólo se lleva en las fiestas, cuando el hombre “empilcha”. Dice Abel Domenech en su obra “Del Facón al Bowie”(1988): “Es interesante acotar que hoy en día se utiliza en los clásicos asados, un cuchillo chico, que yo prefiero llamar “cuchillito criollo”, de hoja de entre 10 y 15 centímetros (no más de 20 centímetros, a lo sumo), y que bien podría ser un “verijero”. La forma de este cuchillo es la del clásico puñal criollo, que en lugar de su corto contrafilo, sólo presenta un bisel o chanfle, y se presenta por lo general ricamente envainado y encabado en plata, con aplicaciones de oro los más lujosos. A estos cuchillos se los denomina frecuentemente “faconcito”, nombre que en mi opiniónes totalmente erróneo”. De esta manera vemos que el “verijero”está instituido como un elemento más de la pilcha del gaucho. Hay versiones que lo sindican como un elemento relativamente moderno, aparecido a fines del siglo pasado. No debemos olvidar, por otra parte, que este siglo tiene ya casi 100 años. En el capítulo dedicado a las formas de cargar cuchillo, Domenech afirma: “Sin embargo, según sus necesidades, gustos o tamaños de los cuchillos que empleaba, el gaucho podía recurrir a otras formas de portarlo, como por ejemplo en el caso del “verijero”, que toma (como dijimos anteriormente), su nombre de llevarse calzado en las “verijas”, como llamaban a la región inguinal, es decir, cruzado oblicuamente, con el mango hacia fuera y el filo hacia abajo, su punta apuntando hacia el centro del cuerpo”. Para finalizar, dejaremos la visión de un extranjero con respecto a la aptitud del gaucho con el cuchillo. Fue escrito en 1778 por un soldado de la expedición a Colonia del Sacramento: “La Volas, Cuchillo y Lazo en dicho país infiero que mucho más que el Dinero para comer son del Caso, pues cualquiera que de paso se le antoxa alguna Res, la bolea por los piés, el Lazo le arroxa al Cuello, entra el Cuchillo al Degüello y se la come después”.