Salvo Siempre Salvo? Una de las Doctrinas de algunos de los sectores del Protestantismo que ha devenido en una herejía es la que dice que “una vez salvo, siempre salvo”. Es decir, una vez que el creyente obtiene la Salvación JAMAS la pierde así cometa los pecados más abominables. Estos grupos han perdido el sentido evangélico y la doctrina de Jesús terminando por ser lo que tanto critican y que tan bien lo describió San Pablo en II Timoteo 4, 3 “Pues vendrá un tiempo en que los hombres ya no soportaran la sana doctrina, sino que se buscaran un montón de maestros según sus deseos. Estarán ávidos de novedades y se apartaran de la verdad para volverse a puros cuentos” Estas personas sólo estudian a San Pablo como si Pablo fuera el Verbo de Dios encarnado y descartan la doctrina Evangélica de Jesús, el Señor. Al oírlos totalmente parece que fue San Pablo quien murió en la Cruz por nuestros pecados. Para ellos Jesús vino a apoyar lo que dijo Pablo y es lo contrario! Para entender a Pablo hay que leerlo mirándolo a través de la Doctrina de Jesús. Pablo vino a predicar a Jesús y no lo contrario. Cuando se ve la Doctrina Paulina a través del mensaje de Jesús, la Palabra toma su dimensión Evangélica, pues de lo contrario estaremos creando “nuestra propia doctrina” como bien dijo Pablo en I Corintios 15, 1 -3: “Hermanos les recuerdo la Buena Nueva que les predique, que ustedes recibieron y en la que perseveran firmes. Por ese Evangelio ustedes se salvan, con tal que lo guarden tal como yo se los prediqué, de otro modo HABRIAN CREIDO EN VANO” Esa es la sana doctrina, el creer en el evangelio de la forma que le fue entregado a los Apóstoles, pues de lo contrario “se habrá creído en vano”.Me temo querido hermano que si sigues esta doctrina de “Salvo siempre salvo” estas creyendo en vano y peligra tu salvación. No hay ni una sola intervención de Jesús que afirme que la Salvación, una vez recibida, nunca se pierde. Es todo lo contrario, y les daremos versículos al final del estudio como apoyo a lo que creemos de verdad, pues no hay una sola cita en los Padres de la Iglesia de los primeros trescientos años del Cristianismo que nos hable de esta doctrina, y no existe ningún Concilio que haya hablado al respecto, y tampoco ninguno de los Reformadores hablaron de esta doctrina. Sólo Calvino habló de la predestinación pero en un contexto totalmente diferente. Esta doctrina no se conoció hasta mediados de los años 1980s. En teología hay un axioma que dice “si en teología hay algo nuevo, lo más probable es que no sea cierto”. EL Espíritu Santo que fue prometido para “introducir a la Iglesia a la verdad” no hubiera callado dos mil años una doctrina esencial para la Salvación. Con doctrinas como éstas surgidas en los albores de los últimos tiempos tenemos que aplicarle las palabras de Jesús en San Mateo 24, 11-13:
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“aparecerán gran cantidad de falsos profetas que engañaran a muchos y el amor se enfriara” Debemos ser prudentes. El demonio trata de quitar la importancia de la Salvación y esta es una de las vías. San Pablo nos da la clave de la inutilidad de esta doctrina en Filipenses 2, 12 cuando dice: “cuida tu salvación con temor y temblor” Tampoco se dejen impresionar con falsos vocablos griegos. La Palabra “SALVACION” se utiliza en el Nuevo Testamento de dos Maneras “Soteria” y “Soterios”. La Palabra “Soteria” se utiliza en: San Lucas 1, 69, 71 y 77/ San Lucas 19,9/San Juan 4,22/Hechos 4,12 7,25 13,26 17,17 27,34 Romanos 1, 16 10,1 11,11 13,11 / II Corintios 2,16 6,2 7,10 /Efesios 1, 13 1,19 /Filipenses 1, 19 1,28 2,12 / I Tesalonicenses 5,8 / II Tesalonicenses 2, 13 / II Timoteo 2,10 3,15 / Hebreos 1,14 2,3 2,10 5,9 6,9 9,28 11,7 / I Pedro 1,5 1,9 1,10 2,2 / II Pedro 3,15 /Judas 3 / Apocalipsis 7,10 12,10 y 19,1 en todos los casos quiere decir según el Diccionario VOX “Salvación, preservación, conservación, liberación, medio de salvación. Seguridad, vuelta feliz y felicidad”. Todas las veces se utilizan en referencia a la obra Redentora de Jesús en el hombre. Lo mismo ocurre con “Soterios”. Según Filipenses 2,12c la obra redentora de Jesús que actúa en mi vida como Salvación se puede perder y no se adquiere per se. La Redención no se pierde— es eterna— pero mi aceptación de esa Redención en mi vida si se puede perder y llegar a ser destituido de la Gracia cuando el pecado mora en nosotros o se ha abrazado la desobediencia a Dios como norma. La doctrina de nuestro Señor Jesucristo, quien dice revelar “lo que oyó de Su Padre”, es bien clara y en ningún lugar indica que la Salvación es definitiva mientras caminamos en la vida. Así, en San Mateo 6,14 condiciona mi salvación o condenación al perdón que yo otorgue o niegue a los demás. “Queda bien claro que si ustedes perdonan las ofensas de los hombres también el Padre celestial los perdonara. En cambio, sino perdonan las ofensas de los hombres, tampoco el Padre los perdonara a ustedes” Jesús aquí habla a Sus apóstoles y seguidores y en ningún momento les asegura una salvación imperdible, sino más bien les deja saber que ésta depende de sus acciones. En la Parábola del Sembrador de San Mateo 13 1-23 Jesús dice que la Semilla se arrojó y la Planta nació, o sea que dio frutos de vida y que después murió por diversos motivos. Si
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Dios es el sembrador, y la semilla es Su Palabra, al crecer la Planta que se plantó con la semilla de la Palabra significa que ésta tomó vida, y esta vida es la salvación que no es más que la vida de Dios. Estas gentes entraron en la salvación, pero la perdieron por los motivos que enseña la parábola, se atreverán a contradecir a Jesús? En San Mateo 7, 1-4 también Jesús condiciona la Salvación a los hechos “No juzguen y no serán juzgados; porque de la manera que juzguen serán juzgados y con la medida que midan serán medidos” Estos son consejos de como “cuidar la salvación”, y no es la forma de hablar a quienes no tienen nada que temer o perder. En San Mateo 7, 22-23 Jesús es mas especifico: “En el día del juicio muchos me dirán: Señor, Señor en tu nombre profetizamos y en tu Nombre arrojamos demonios e hicimos milagros. Yo les diré entonces: no os reconozco. Aléjense de mi todos los malhechores” En este pasaje estas personas eran miembros de la comunidad de los creyentes y poseían dones espirituales y Jesús los condena, aunque ellos se creían salvos. Sé que los “siempre salvos” dirán que ellos no eran “realmente salvos”, pero yo en seguida les pregunto: Como tienes seguridad entonces de tu salvación? Puedes estar en el mismo caso de estos! El Señor en San Mateo 10, 28 es contundente: “No teman a lo que solo puede matar el cuerpo, pero no el alma; teman mas bien al que puede echar alma y cuerpo al infierno” Por lo tanto hay algo que puede matar el alma del creyente, y la muerte del alma es la perdida de la Salvación. San Mateo 25 Jesús habla de las Vírgenes necias y las prudentes. Todas estaban juntas esperando al novio, sin embargo, durante la espera, a las necias se les acabó el aceite y se quedaron fuera del banquete de bodas. Esa es una comparación perfecta para el creyente que espera su Redención y la pierde por no cultivar el espíritu. En San Mateo 25, 31-46 es la única vez que Jesús habla del Juicio final y definitivamente la gran pregunta es: si somos siempre salvos—para que juicio? Un juicio es donde se decide la condena o la absolución. Si somos absueltos no necesitamos juicio….Hay una teoría de estos grupos que dicen que este juicio no es para la Iglesia, sino para los paganos…no hay ningún indicio evangélico para esto, ya que es un juicio a la creación entera, a todas las naciones, razas y credos. En San Juan 5, 28-29 Jesús habla de quiénes se salvaran:
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“Llega la hora de que todos los que están en el sepulcro oirán mi voz. Los que hicieron el Bien saldrán para salvación, pero los que obraron el mal resucitaran para condenación” Esto se explica más claramente en San Juan 15,1 donde Jesús dice: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre el viñador si alguna de mis ramas no produce frutos, él la corta”. Vemos claramente que estas ramas están en Cristo, están en la Gracia y en la salvación, pero no dan frutos, y esta carencia de frutos determina la perdida de su salvación. “Los que obraron el bien saldrán para Salvación”. El obrar el bien es un proceso de toda la vida, por lo que no se puede obtener una salvación instantánea, la Redención fue ofrecida para todos y la salvación es un proceso. Veamos Romanos 11: 22-23 “Fíjate a la vez en la bondad y en la severidad de Dios: fue severo con los que cayeron y bueno contigo pero CON TAL QUE SIGAS SIENDO BUENO. De lo contrario serás cortado” Aquí hay un ejemplo claro de que podemos ser cortados del Reino. Si fuésemos siempre salvos esto no pudiera ser posible. En Gálatas 5:4 Pablo les habla a Cristianos y les declara que el creyente se puede apartar de la GRACIA. Si fuéramos siempre salvos, entonces NADIE nos apartaría de la Gracia que caracteriza al Salvo. “Los que procuráis justificaros por la Ley os habéis desligado de Cristo. Habéis caído de la Gracia” También en Hebreos 2:3 San Pablo desmiente la doctrina de “Salvo siempre salvo” cuando dice: “ Como escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” En otras palabras, se puede descuidar la Salvación, y si ésta se descuida— se pierde! En otras palabras hermanos, no se dejen confundir con doctrinas nuevas surgidas para entretener al creyente con “novelerías” y apartarlo de Cristo con falsas seguridades. Esa es una de las estrategias de la Nueva Era disfrazada de “cristianismo”— Apartar al creyente del poder de Cristo y darle la falsa seguridad de que el hombre tiene control de su vida. La única salvación que no se pierde es la vida eterna cuando nos encontremos con Jesús en el Reino. Allí sí seremos “Salvos siempre salvos”, mientras caminamos en la vida. “Cuida Tu salvación con temor y temblor”.
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……………………………………… Autor desconocido.
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