El Hombre Que No Salvo A Jesus

  • November 2019
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EL HOMBRE QUE NO SALVO A JESÚS

Terminado el martes 25 de enero de 2005, a las 3 y 29 de la tarde. Dedicado a mi madre y a mi padre, que me dieron un libro cuando era pequeño. A mi mismo, por haberlo terminado. A ella, por que nunca sabrá que se lo dedico.

León ahogo una maldición, a esa hora del día él transito por la autopista era imposible. El sol brillaba en lo alto y producía tal calor y luminosidad que se alegraba de que el vehículo tuviera sistema de aire acondicionado y vidrios polarizados. Por momentos el atolladero cedía y avanzaban un poco. Súbitamente reparo en su acompañante, Pedro. Lo notaba molesto e impaciente. Recordó lo irritable que era el también a esa edad. -¿Qué té pasa?- pregunto. -Son los asientos... son incómodos- toco la superficie- es cuero? -Aja! Natural. Por lo menos eso dijo el encargado... -Nunca había tocado cuero natural. Sabes de que animal procede, León? -No, puede ser cualquiera... -El hecho es que son incómodos... y el olor... -Se supone que huele así por que el vehículo esta nuevo... -No sé. Que caos!!!. Ruidos, colores, texturas... todo por doquier... -Primera vez. ?.. -Tercera. León hizo que el automóvil avanzara unos metros. Le disgustaba el hecho de que su compañero fuera tan joven. Probablemente era un campesino de algún lado. Cuándo alquilo el auto lo primero que hizo fue preguntar “viaja solo por la superficie?”, El encargado lo tomo a chiste. Su jefe había sido claro, le quedaban por lo menos ocho

años en activo, seis, en el mejor de los casos, debía entrenar nuevos agentes de campo. No porque fuera el mejor (algo de eso había) si no por que era él mas viejo entre todos los agentes activos. Pero entrenar jovencitos no era algo que él, con sus casi cincuenta años de edad, soportara muy bien. Alguien detrás del toco la bocina, le siguió otro y luego otros mas, él contribuyó también. -Debes dejar de mirar las cosas como si te sorprendieran.- dijo León. -Es que lo hacen. -Bueno. Pero no lo exteriorices. Hace ocho años atrape a un renegado así. -Como? -Hizo un comentario que no debía, que la gente de ese lugar jamás en su vida haría. -Todavía no sé que estamos haciendo en este lugar. -Vamos a verificar un castigo X-1. -En serio? Hay pocos que han recibido esa pena. León pensó en el hombre que iban a buscar. No sintió pena por el. Solo fue una sensación de perdida. Ahora que él estaba viejo, se aferraba con vehemencia a su pasado. Y ese hombre pertenecía a su pasado. La cara de ansiedad del muchacho termino de convencerlo. Había contado la historia varias veces, por que no otra?. -Todo empezó hace diez años - dijo con voz ronca- según la cronología del Hipertiempo. El hombre que buscamos se llama Paúl Gussarth, agente de la Compañía. -Creo que he oído hablar del. -Es poco probable que sepas toda la verdad. Bueno, este Paúl Gussarth nació en la realidad 249- A, en 24.010. fue sacado al Hipertiempo en 24.017. Nadie sabe por que, pero se aficiono con la historia antigua, y con un personaje en particular, Jesús, El Cristo. Mantuvo oculto esto durante años. Preparo su escape y salto al año 30, a Judea, en la Judea de su propia realidad. Has oído hablar de Cristo? -Confieso que no. Se trata de alguien importante en esa realidad?

-No. En ninguna realidad fue importante. Solo en la que este hombre cambio. Bueno, este Jesús era un profeta o predicador en la antigua Judea. Había muchos como él, pero este hombre decía que era hijo de Dios mismo. -De cual dios? -Uno que tu no conoces. Eres religioso? -No. La Compañía nos hace ver que la noción de dioses es obsoleta. No hay nada supremo haciendo cosas por ningún sitio. -Buena respuesta, del libro de texto. ¿Lo crees así?. -Bueno... conservo todavía la piedra del dios Júpiter que me dio mi padre. -Si, es difícil dejar de creer en algo, o creer que es el azar el que lo gobierna todo. Las doctrinas de Jesús enojaron a los

sacerdotes principales de ese pueblo y lo

mandaron a prender por medio de la autoridad Romana. -Sí. La vieja y fuerte Roma. La madre del mundo. -En todas las realidades, los discípulos de este hombre lo salvaron, y lo escondieron. Fundo una secta, el cristianismo, la cual nunca salió de los arrabales de Judea. Mas, en la realidad alterada por este hombre, él entrego a Jesús a los romanos. Fue colgado en el poste, como un criminal. -Y por que eso es tan importante? -Su secta se convirtió en la religión principal de esa realidad... y en esa realidad desarrollaron los viajes espaciales, en dos milenios y medio, tan solo. El muchacho lo miro con cara de asombro. -Sí. Es el gran secreto de la compañía. Se mantiene oculta de todos para que no haya migraciones masivas. Otra cosa. Todas las realidades tienen un porcentaje matemático de seguir existiendo después de una alteración. Toda realidad que supere el promedio matemático, es añadida automáticamente a la línea de realidades principales. Según los matemáticos, solo alguien con el intelecto de un genio puede saber que es lo que tiene que cambiar para que una realidad entre en el rango de seguridad correcto. -Y este hombre...?

-No solo cambio esa Realidad para que existieran los viajes espaciales, sino que es mucho más segura que cualquier otra realidad. De hecho los matemáticos la llaman la Realidad Principal. Nadie la toca aun. No se sabe que efectos podría acarrear cualquier intervención externa. -El espacio. Salieron al espacio cuando estaba vacío... -Exacto. No encontraran obstáculos. La compañía quiere saber como lo hizo. Por eso le di caza y lo recluí en esta realidad. He venido cada dos años del Hipertiempo. Aquí han pasado veinte. Es mi ultima visita. -¿Por que? ¿No hay otro que pueda seguir viniendo? Pedro suspiro con fuerza. De repente tenia la cabeza pesada. Se sintió irritado. Molesto por muchas cosas y por ninguna en particular. -No. Tengo que matarlo. -Matarlo... -Matarlo - repitió el viejo- por que la compañía así lo ordena... -Pero, por que? -Ya lo entenderás. Hicieron el resto del camino en silencio. Cada uno pensando en sus cosas. León enfilo por una carretera troncal que desembocaba en una larga y ancha autopista. El sol reverberaba sobre el asfalto, haciéndolo ver casi como un espejo, él trafico era mucho más ligero aquí. -aun no entiendo por que no podemos salir directamente a la clínica desde el notiempo.- dijo Pedro. – no estaríamos aquí, en este vehículo, expuestos a los avatares del trafico. -No se puede. Entiende algo. – la voz de León era la de un maestro enseñando a un alumno.- la razón de que nos tomemos tanta molestias es por que, toda acción que se haga en este realidad, tendrá su reacción. Si aparecemos de repente en la clínica, podemos generar una reacción en cadena que destruya esta realidad. Pedro lo miro incrédulo.

- te explico. Cuando tomamos este auto, se dispararon muchos eventos estadísticos no previstos por la física de este realidad, hemos roto el continuo temporal. Tomamos este auto, repito, sin hacer los estudios pertinentes al caso, bien pudimos haber matado indirectamente a alguien. Por ejemplo, si este automóvil estaba destinado a ser alquilado por una persona X, nosotros lo tomamos primero, entonces el señor X se enfurece y no toma ningún auto alquilado y coge un autobús, o el mismo señor X tomo otro coche. En ambos casos, el señor X muere. Esto ocasiona que, en un futuro, un niño no nazca y una mujer se case con otro, lo en principio es algo mínimo, se transforma en algo grande cuando, por no nacer este niño, una nación queda sin su presidente y miles de millones mueren por tener un dirigente que, si la muerte del señor X no hubiera ocurrido, no se habría sentado nunca en la silla presidencial de ese país. Y todo por tomar alquilado un automóvil sin haber hecho el estudio previo. Pedro miraba a ambos lados de la carretera, tratando desesperadamente de distraerse y alejar el amodorramiento que sentía. Fue consciente de que León abandono la autopista y luego enfilo por un camino serpenteante, subiendo por una colina. Luego de un rato vio un edificio de, al parecer, cuatro plantas. El aspecto de la construcción le choco. Era un frío cubo de ventanas de cristal. Las líneas rectas emanaban cierta frialdad. Los árboles plantados en un seto cercano no ayudaban mucho. El sol daba de lleno en el edificio y sus cristales relumbraban. El viejo aparco el vehículo en un área especificada para ello. -Es aquí - dijo, sin una entonación especial, como si estuviera hablando consigo mismo, mientras apagaba el motor del coche. Ambos hombres salieron al exterior. Pedro boqueo cuando el calor le dio de lleno y la luz lo cegó de repente. El sudor empapo su espalda y sus axilas inmediatamente. Caminando hacia la entrada de la construcción, Pedro se dio cuenta del inaudito silencio a su alrededor. Un extraño clamor sordo machacaba sus oídos. Tenia una sensación extraña, como si fuera vigilado. Podía oír como crujía la gravilla del suelo bajo sus pasos. Un halcón chillo en la cima de un árbol, se lanzó al vuelo, haciendo un extraño rodeo en torno al edificio y luego zigzagueo a la inmensidad del cielo azul. -¿Un campo de fuerza?- dijo. -¿Qué?- León parecía despertar de un largo sueño. -Hay un campo de fuerza en torno al edificio.

-No. Es solo un campo de barrido electromagnético. Así se sabe quien entra y quien no. Incluso están bloqueadas las comunicaciones. Estos campos provocan ciertas reacciones la primera vez que se traspasan. Al cruzar la entrada, una bocanada de aire frío los envolvió, Pedro se sintió mucho mejor. El interior del edificio estaba pintado de blanco, incluso el suelo, de baldosas romboidales, era blanco cremoso. En la recepción, detrás de un mostrador color beige, se hallaba una mujer de unos cuarenta años. Todavía tenia los ojos vivaces y su piel parecía suave. Vestía una especie de uniforme verde, de dos piezas, pantalones holgados y blusa ajustada. Por este detalle, Pedro se dio cuenta de que estaban en una especie de hospital. León se dirigió a la mujer. -Buenas tardes, deseo ver al paciente Paul Gussarth. La enfermera lo miro un momento, respondió un seco “buenas tardes, espere un momento”. -¿Me da sus datos?- pregunto la enfermera luego de un breve periodo de tiempo. -Simón Gussarth.- Pedro miro a León. El uso de seudónimos le incomodaba. La mujer tamborileaba con sus dedos sobre el escritorio, parecía querer recordar algo. Consulto datos a través de la pantalla de la computadora. Pedro miro alrededor. El pesado silencio le producía una sensación extraña. -Perfecto- dijo la mujer, con voz cantarina. Estaba muy amable. – El doctor López bajara enseguida, él los remitirá al paciente. Antes de que León pudiera decir algo, la enfermera continuo: -hace años vino un hombre, muy parecido a usted. Y recuerdo que pregunto por el mismo paciente. Tengo memoria fotográfica - agrego, el tono de voz indicaba que esperaba una respuesta. León sonrió con benevolencia. -quizás fue mi padre, es la primera vez que yo vengo. -Pudo ser. Pero es un parecido extraordinario. Casi diría que son la misma persona. La mujer volvió a su trabajo. León se alejo del escritorio y camino junto a Pedro. Pedro lo miro, luego dijo con voz calma:

-la mujer te reconoció... -no. Solo tuvo la impresión. Cuando salgamos se les hará un barrido de memoria leve. Pero siempre queda algo, recuerdos, impresiones. Lo que debió parecerte obvio no lo notaste. El joven entrecerró los ojos. Miro de nuevo a la mujer y recorrió el salón con la mirada. -no lo se. Que es? -Debes ser mas cuidadoso y prestar atención a los detalles. Estas personas tienen veinte años trabajando en el mismo sitio... -Eso es muy normal. -No cuando no se tienen mejoras significativas. Estas personas son talentosas, muy talentosas. -Pero? -Cada una de ellas debieron morir hace mucho tiempo. La compañía los salvo y los retiene aquí para vigilar al prisionero. Cada uno de los que están aquí lo hacen inconscientemente. -Pero... es tal la importancia de este hombre que fue necesario el haber implantado ordenes subconscientes a tal cantidad de personas? -Si. Pero de nuevo se te escapa lo esencial. -Que... -El hecho de que a tal numero de personas se les haya hecho un cambio drástico. Todas estas personas tenían que morir de forma accidental. Yo las escogí y cambie esto. Esta realidad ni siquiera figura entre las aprobadas por la compañía como seguras, así que me dieron total libertad. Al introducir tantas variables en este entorno llegue al punto critico. Esta realidad se auto destruirá dentro de poco. Ese es el peligro de cambiar las realidades. El silencio del pasillo se vio roto por sonido de unos pasos. Un hombre se acercaba a ellos. Era un hombre delgado, con gafas de pasta oscura, tenia una sonrisa afable y la actitud de quien esta satisfecho con su trabajo y no desea otra cosa.

-el señor Gussarth?- dijo cuando estuvo frente a ello, dirigiéndose a ninguno en particular. -Yo, el doctor López, supongo? -Supone bien.-el doctor sonrió- entiendo que desea ver a un paciente. -Si. Vera, es un familiar algo cercano. Mi padre hace un tiempo... -Casi veinte años. -Aja. Mi padre vino aquí para dejarle en herencia una propiedad. Sin embargo, el no la acepto. -Vaya. Y ahora? -Mi padre murió hace unos días. Le lego la propiedad. Le haré participe de la noticia. La quiera o no, es suya. También quiero hablar con el. De todos, era el que mejor se la llevaba con papá. -Lo que me pide es sumamente irregular. Pero no veo inconvenientes, salvo el hecho de yo debo estar presente... -Por supuesto. -No hay problema. El joven es...? -Mi sobrino. Me acompaña donde voy... -Perfecto. Vengan conmigo. Avanzaron por el pasillo lentamente. El silencio era abrumador y provocaba cierta modorra. Esperaron en silencio al ascensor. No había ascensorista, así que el doctor tuvo que presionar el mismo el piso, numero 3, al que iban. -es muy interesante el señor Paúl. Con todo el respeto....- dijo el doctor. -Interesante? -Si. Fíjese. Cuando llego aquí, era muy violento. Tenia alucinaciones y una fijación... una neurosis, seria el termino exacto, muy particular. Se figuraba un viajero en el

tiempo. Afirmaba provenir de una civilización con un grado de tecnología mucho mas avanzado que el nuestro. -Pobre. Nunca supimos como llego a ese estado... -Yo tampoco. El paciente se comporta con toda normalidad en sus periodos lucidos, y luego cae en estados depresivos... hay que sedarlo, es terrible. El ascensor llego a su destino. Caminaron en silencio por el angosto pasillo hasta llegar a una puerta de caoba. El doctor la abrió con suavidad. Dentro, sentado en una silla plegable de plástico estaba el hombre. Pedro se sintió decepcionado. Aquel hombre era un anciano normal, delgado, con barba de pocos días. Parecía tan normal como cualquiera. sus largos cabellos caían por sus hombros, eran canos y muy finos. Los brazos estaban atados con correas a la silla. -es por seguridad- dijo el doctor cuando vio que León se fijaba en ese detalle. – tomen asiento señores. Todos lo hicieron frente a el. León saco un pequeño artilugio, muy semejante a una pluma, de sus ropas. Toco un pequeño botón, que chasqueo metálicamente y un delgado y pálido rayo broto del aparatito, dirigido a la frente del doctor, el cual cayo inconsciente de inmediato. -un rayo neuro-supresor? – dijo Paúl Gussart, con voz cansada y áspera. -Si – dijo León, mirándolo fijamente. – así será incapaz de recordar nada cuando salgamos de aquí. -Cuanto tiempo ha pasado para ti, León?. Aquí he estado por veinte años. Con esta gente creyéndome loco. Esperando tu visita. Veinte años a solas con mis pensamientos. Cuanto ha pasado para ti? Fuiste a comer y luego volviste? O fue solo un instante?.... -Casi un año, Paúl, casi un año. El tiempo suficiente para que te condenaran a muerte. -A muerte? -Colabora y te será aplicada una reducción de la severidad de la sentencia. El viejo lo miro con desprecio. -

olvidas –dijo, como arrastrando las palabras- que yo he sido agente como tu? Se que

mi delito no tiene perdón. A lo sumo, dejarme en un época salvaje con algunas cosas para que aumente mi posibilidad de sobrevivir... yo lo hice varias veces...

-ningún criminal fue tan lejos como tu- dijo León con dureza. -Es cierto. Si lo hubiera logrado... seria ocioso hablar de eso... -En cierto modo lo lograste. -Si. Como explicas tu esa paradoja? -No estoy aquí para explicar nada-León miro su reloj de muñeca- tienes exactamente un minuto para decirme si quieres colaborar o no. El anciano quedo silencioso. Miro con odio a León y a Pedro. Un largo suspiro escapo de su pecho. -voy a decir todo- dijo con convicción- así me burlare de la compañía, aquí en mi lecho de muerte. No podrán hacer nada además.- añadió con una risa nerviosa. León saco una pequeña grabadora – filmadora de un bolsillo de su chaqueta y la puso en la mesa. -comienza- dijo. -Déjame preguntarte algo, jovencito- dijo el anciano mirando a Pedro.- realmente crees que viajamos por el tiempo? El joven agente miro a León. -no tienes que contestar si no quieres...- le dijo este. -Las leyes físicas así lo confirman –dijo el joven con aplomo- durante mi estancia en la academia he recibido instrucción al respecto. Además el hecho de que estemos aquí lo confirma. Hace veinte años que vio a León aquí, pero para el solo ha pasado medio año. -Perfecto. La respuesta de un buen recluta. Te planteo un caso, se ve que eres un muchacho inteligente. León se inclino hacia delante, visiblemente interesado. -imaginemos esto: un individuo que llamaremos A, viaja en el tiempo, hacia el pasado, con el propósito de matar a su abuelo para evitar su propio nacimiento, en el momento que esta a punto de hacerlo se ve detenido por el mismo, solo un poco mas viejo. Dime, ¿ esto seria posible? -No – contesto Pedro con rapidez- es el Teorema de Harlan, la paradoja que no existe.

-Por que no? -Primero, si el sujeto logra su primer objetivo, desaparecería en el acto, pues su existencia no tiene razón de ser al asesinar a uno de sus mas antiguos progenitores. Dos, encontrarse consigo mismo desataría una reacción en cadena que destruiría a ambas entidades, pasada y futura, según el postulado de Brhaun, dicha anomalía repercutiría en los conocidos de este sujeto, pasado y futuro, destruyéndose así, por esta reacción, todo el sistema planetario... -Buen planteamiento, se ha comprobado alguna vez? -No, es una conjetura... y se toman las medidas de seguridad para que no pase nunca. -Y nunca pasara por que es falso. -Que? -La compañía te ha engañado todo este tiempo joven. No se viaja en el tiempo. Tal cosa es imposible. La leyes de la física no lo permiten. Solo se viaja entre dimensiones. Te explico. Ya que gusta tanto citar los libros de texto, tomemos el ejercicio de Mcflay, el uno guión B. Cítalo. -Uno guión B...- Pedro pensó furiosamente- un hombre lanza una moneda al aire por que tomara una decisión si cae del lado A, y otra si cae del lado B. -Solución? -Ambos casos se dan. Si la moneda cae del lado A, tomara una decisión A, si es el lado B, una decisión B, para ambos casos y de forma natural, la ley de Lambert predice que la realidad que tenga mas peso estadístico será aquella que continué en la corriente de espacio tiempo normal. El sujeto recordara solo lo que ocurra en esa realidad, mientras que la otra también tiene lugar, mas quedara apartada de la corriente espacio temporal, domo si nunca hubiera existido. -Quedando como una irrealidad o realidad B. -Exacto. Podemos visitar estas irrealidades o realidades paralelas en teoría, puesto que todavía no se ha demostrado, las realidades principales, las que convergen en la corriente espacio temporal de cada realidad en si, si podemos visitarlas. Por eso no se

puede entrar en una realidad, conocer el resultado de un determinado acontecimiento y volver luego una hora antes para usar ese conocimiento a favor propio, se caería en un caso del teorema de Harlan, una paradoja. -Yo lo hice. -Que? – exclamo Pedro, casi se levanto de su asiento. -Tranquilo – dijo León. El hombre viejo sonrió, luego comenzó a hablar con voz neutra. - lo que te voy a decir te lo enseñarían si tuvieras un rango bastante elevado en la compañía, y después de pasar por varias pruebas. Veo que no eres muy observador. No te has preguntado por que tu compañero no se asombra de lo que estoy diciendo. Ambos hombres se miraron, Pedro con asombro y León furioso. -no se como tiene conocimiento de esa información –dijo gravemente el viejo agente.pero es otro crimen mas a su lista. -Ya no me importa – dijo Gussart con desafío- he pasado los mejores años de mi vida vegetando aquí, que mas puede quitarme? Un tenso silencio se apodero de ellos, solo roto con la rítmica respiración del hombre inconsciente. -siga hablando –apremio León. -Esta bien. Yo lo hice –repitió- me encontré a mi mismo y no paso nada. Nada. -Pero como? – murmuro Pedro. -Como?. Bueno. Cuando ingrese a la academia me hicieron la prueba de admisión. Si la fallaba, quedaría relegado a una de las divisiones de mantenimiento, o me sacarían del no-tiempo, borrarían mi mente y me insertarían en mi propio tiempo. Mi resultado en matemáticas estuvo pésimo, pero tenía una gran habilidad para los problemas espaciológicos. Tenia, por así decirlo, una gran capacidad para descubrir cosas y atar cabos, con pocas pistas. Esto me hacia especialmente valioso para la sección de agentes. Pero el funcionario que hizo mi expediente omitió un detalle, mi capacidad matemática se vio disminuida adrede. Sencillamente yo no quería ir ala sección de ingenieros. Quería ver otras culturas, quería viajar, quería aventuras. En mi realidad o tiempo natal, en mis años de juventud, la humanidad se dedico a la búsqueda del viaje espacial, pero

fracasaron irremediablemente. Esto me lleno, a mi, un jovencito de diez años, de una gran frustración. Este hecho tampoco fue anotado por el agente de reclutamiento que investigo. Luego supe que ambos funcionarios estaban presionados por sus superiores debido a una falta de personal anormal. La causa fue la destitución de varios agentes por baja psicológica y manejo indebido de la realidad. Lo único que podía descartarme era un examen neuro nervioso y lo pase con el promedio justo. El evaluador puso ciertas observaciones, pero nadie hizo caso. Comencé a trabajar. Casos de rutina. Hasta el día que me enamore de una mujer del tiempo normal. Llene los formularios que me permitían establecer una relación de este tipo, espere casi un año y califique. Viví con ella varios años, muy felices, hasta el día de su muerte. Cuando me permitieron estar con esta mujer, uno de los requisitos era que ella, o todo individuo con el que un agente quiera establecer una relación, no debe alterar de un modo significativo la realidad donde se encuentre, la relación entre el individuo y el agente introduce una serie de cambios mínimos, que , si ese individuo posee mas peso estadístico en ese tiempo, podría acarrear graves problemas a los ingenieros. Al momento no lo entendí, pero lo que me preocupaba en ese momento era que los únicos individuos que calificaban para eso, tendían a morir jóvenes. Sin saberlo yo, ella salió embarazada. Me alarme, pero no dije nada cuando me lo participo. Solo le quedaban unos meses mas de vida, para que hacerla infeliz? Me dedique lo mejor que pude para que esos últimos días fueran los mejores. Ella murió en un accidente de avión. Ese día la acompañe hasta el mismo aeropuerto, la despedí y... murió. El anciano callo. Respiro profundo. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero recobro las fuerzas y continúo. -estuve mucho tiempo sin poder asimilarlo, por fuera actuaba normal, pero por dentro mi ser divagaba. Pasaron los años y yo me torturaba pensando en cosas que no fueron. La compañía me parecía, no ya una institución venerable, si no una molesta y corrupta casa de vicios. Me convencí de ello, me convencí a mi mismo para lo que iba ha hacer. Me dedique a estudiar matemática y física temporal. Nunca tuve nada oculto, iba a las bibliotecas y tomaba los libros, tomaba clases con profesores de la compañía. Los ingenieros no sospecharon nada por que, para ellos, la idea de que alguien fuera de su circulo pueda tener los mismos conocimientos que ellos era inconcebible. Tienen a los demás como una especie de primate, un nivel por encima de las bestias. Reconozco que

tuve mucha suerte, algo guió mi mano, mis estudios, hacia el fin que quería demostrar. El viaje en el tiempo no existe. -Si- dijo Pedro, interrumpiéndolo- ahora muéstrenos las pruebas de que eso es cierto. -Volví al día en que mi amada murió. Los vi, a ella y al joven que yo era entonces caminar hacia vendedora automática de boletos. Tome aire y los aborde. Y no paso nada. Mi conciente no registro el hecho de haberme abordado a mi mismo en ese momento. Les convencí de que era quien decía ser y les explique mi presencia allí. Esperaba que cuando mi otro yo tomara la decisión trascendental de salvar la vida de mi amada, el continuo variaría y, siendo estadísticamente mucho mas estable que la anterior realidad, volveríamos a ser uno. Estaría con ella, recordaría esos años perdidos y todo lo demás se borraría. Mi homologo se fue, sin yo saber a donde, ya que le había impuesto que no me dijera nada. Desaparecieron de mi vida para siempre, sin embargo el cambio no se efectuó. Espere varios días, como agente sabia que cuando las el continuo del tiempo variaba, a veces tomaba un lapso de tiempo, mientras los diversos factores se reacomodaban. Cuando tuve la certeza de que todo había sido en vano, volví a la compañía. Comencé a estudiar el por que de mi fracaso. -Nadie se dio cuenta de su acción? -Nadie le pregunta a un agente a donde va. Invente un reporte acerca de un experimento que estaba haciendo. Además esa realidad no era importante para los matemáticos. Falsee la fecha de mi destino, en todo caso. Y un pequeño detalle. Algo que se me paso por alto en aquel momento, pero luego me sirvió de mucho. Yo no altere esa realidad cuando salve a esa mujer. La toque de un modo mínimo, pero no la altere. Mi alter ego no pertenecía a esa realidad, la mujer estaba condenada, su muerte no era un factor determinante para ningún acontecimiento estadísticamente importante, y por sobre todo, al sacarla de esa realidad es como si hubiera muerto. El accidente donde debía morir ocurrió en el mar, la mayoría de los cuerpos jamás fueron encontrados. Lo que descubrí mediante mis estudios fue mucho más importante que el hecho de que ella se hubiera ido. No había fracasado, hice varias pruebas y pude probar mis teorías a satisfacción. Cuando salve a mi amada, solo cree un sistema de irrealidades posibles. Me explico, a partir de el momento en que ella compra el boleto de avión, existe un numero infinito de realidades donde yo no llego a advertirles nada y existe un numero infinito de realidades donde yo llego y mi homologo se la lleva. Pero mi error fue creer que el sistema

principal de realidad se derrumbaría y todo cambiaria a mi favor, de hecho la realidad quedo igual, mi homologo solo la dejo allí para que muriera, por que esa era la realidad con mayor probabilidad de existir. Mi paso por allí quedo borrado. Comprendí que tal como lo venia haciendo no podría nunca salvarla. Pero a mi mente vino otro hecho, ya que mi homologo pudo llevarse a mi amada, por que yo no podía asimismo, tratar de llevarme a una homologa de ella?. En cada realidad diferente se desarrollan homólogos de los seres que habitan en la realidad principal. Yo, como no pertenecía a la realidad en cuestión, solo estaba en el sub. grupo de realidades que comprendía el hecho de haber entrado allí a través de la barrera del Hipertiempo. Luego no estaba en ninguno de los demás sistemas. De hecho, hacer un cambio de realidad no me afectaba, mis homólogos no aparecían en los nuevos conjuntos de realidades con posibilidad de ser los estadísticamente importantes. Por ello comencé a investigar sobre el alcance de los cambios en los homólogos. Sabia que no podía ingresar a una realidad donde ella me conociera, puesto que estaría enamorada de mi yo mas joven, por otra parte, en una donde no hubiera tenido noticias de mi, podría darse el caso de que me rechazara. Mientras me devanada los sesos con esos estudios, di con un hecho extraordinario. Fue algo fortuito. El hecho era asombroso, estudiaba personalidades homologas para ver su comportamiento frente a los cambios cuando encontré el caso de este hombre. Si uno no es un matemático o esta familiarizado con la teoría de realidades temporales y los cambios de irrealidades, tales hechos se dan por sentado o se pasan por alto. Mi mente estaba en un estado de excitación y quizás por eso note ese detalle. -Que fue lo que noto?- pregunto Pedro con aspereza. -Cuales son las posibilidades de un individuo de una realidad principal sea exactamente igual a sus homólogos en las distintas variables temporales? -Muy pocas- contesto León- aunque se han dado casos... -Pocos. Un individuo puede ser idéntico con sus homólogos en unas diez variables distintas, pero cuando el numero es de cuatro dígitos, hay algo... me fascino esto. Sometí el análisis a un ingeniero, como parte de un estudio privado. La respuesta fue que no lo entendía, sencillamente era imposible. Me pidió que le permitiera utilizar los resultados de los experimentos para los problemas a los jóvenes que ingresaban a la compañía. Lo otro que me dijo me lleno de mas asombro aun. Me dijo que, con los datos que le había facilitado el individuo en cuestión no podía existir en ningún sistema

de realidad posible. Debido a esto, continué mi estudio acerca de la figura de Jesús de Nazareth. Repase su vida en un conjunto de realidades escogidas al azar, pero todas con un alto índice de probabilidades estadísticas. Entre ellas, la mía. En todas, su vida y fin fueron virtualmente idénticos. Estudie el hecho y luego vino a mi la revelación. Sabía que tenia que hacer. Ingrese en el tiempo, en mi propia realidad natal, pocos años antes de la muerte de Jesús. Mi entrada en tiempo no produjo grandes cambios. Me instale cerca de Jerusalén y, utilizando mis conocimientos de la época y varias cosas de la compañía, pude encontrar a uno de los discípulos mas importantes del rabí y le mate mucho antes de que ambos se conocieran. Este era el hecho que desataría el gran cambio. Cuando llego el momento, ingrese a la banda del Galileo y me convertí en tesorero, con el nombre de Judas Iscariote. Jesús predico varios años, en los cuales no me aparte de el. Trame, poco a poco, la traición contra el. En mi interior sabia que el Rabí sospechaba de mi. Una vez hablando en parábolas me lo dijo. Pero no impidió lo que paso. Más bien parecía anhelarlo. Así llego el día que en lo apresaron. Yo había notado que en todas las realidades paralelas que no me incluían a mí, la captura siempre la intentaban hacer los sacerdotes y sus huestes, por lo que yo involucre a la autoridad romana. Analizando la sicología de los seguidores del Nazareno, me di cuenta que, si bien podían hacer frente a los sacerdotes judíos, la autoridad romana les llenaba de miedo. Odiaban a los romanos, pero tenían miedo de sus legiones. La captura se llevo a cabo, el Galileo crucificado y ese fue el final, el gran cambio se llevo a cabo. -Has sido descuidado, viejo- dijo Pedro, sonriendo- de acuerdo a lo que has dicho, podemos atrapar a tu homologo antes de que traicione a Jesús y arrebatarle el conocimiento de cómo cambiar las realidades. -No-dijo el viejo- no se puede. Primero, por que me aplique un neuro supresor como el que utilizaron con el doctor- señalo con el mentón al galeno, inconsciente en la tabla de la mesa.- suprimí todos mis conocimientos de esto voluntariamente, deje solo unas notas para guiarme en mi misión. Concluida esta, las queme. Pueden sondearme hipnóticamente y no obtendrán nada. -Ya lo hicimos- dijo León- es cierto. -Pero tenemos sus homólogos para experimentar, esas realidades....- balbució Pedro. -No se puede.- el anciano rió silenciosamente.- al traicionar a Jesús se produjo el gran cambio... el que llevan buscando los ingenieros de la compañía desde hace mas de un

siglo. Todas las realidades homologas de aquella que yo cambie se fundieron en una. Entiendes? En una sola, como si las demás no hubiesen existido nunca. Los hechos cambiaron y se adaptaron a la nueva realidad. Es mas, cuando volví a la compañía y verifique esta nueva realidad, estaba en el índice estadístico perfecto, cien por ciento. Ingrese en la realidad que había creado, tres mil años después de haber traicionado a Jesús. Por fin mi ansia de ser verdaderamente libre vería su fin. Gracias al viaje espacial podía ver mas culturas y mas aventuras que en todas las realidades juntas. Compre un par de pasajes hacia el espacio, y cometí el único error de toda esta historia. -Fuiste a buscar la homologa de la mujer que amabas. Allí te encontré.- dijo León con nostalgia. -La compra de los pasajes no altero la realidad perfecta?- pregunto Pedro. -No- sonrió el anciano. -No, supongo que la realidad perfecta se protege a si misma de variables no naturales. Los pasajes los reservo con una semana de anticipación, pero no impidió que nadie los comprara. El vuelo iba completamente vacío. -Ahora- la voz de Paúl Gussarth se levanto.- dime lo que me espera. Todo fue una perdida de tiempo. Mi vida, tu vida, todo. -Nosotros tenemos una vida, Paúl. Un trabajo al cual volveremos. Tu no. Estas sentenciado a muerte. Puedo, es mi derecho elegir cual va ser tu muerte. Podemos levarte a un avión a punto de estrellarse o cualquier accidente similar. Puedo matarte rápidamente con mis propias manos. O puedo usar el rayo neuro supresor para dejar tu mente en estado vegetativo. -Crees que me asustas?- dijo el viejo con desafió.- llevo veinte años esperando esto. Un tenso silencio se apodero de la estancia. A pesar del aire acondicionado, Gussarth estaba sudando. -no- dijo León lentamente.- entiendo que no. Sabes algo? Mañana, mas o menos a esta misma hora... esta realidad dejara de existir. El sol se convertirá en una supernova. Todo será eliminado. Te dejare aquí. Mañana todo habrá terminado. -Yo estoy condenado, lo mismo que esta realidad, pero- el anciano criminal tenia una nota de dolor en la voz- durante mi estancia aquí he hecho amistad con uno de mis

custodios. Es... es un joven amable. Me trata mucho mejor que los demás. No me cree loco, sino un hombre algo tocado. Además escribe. En sus ratos libres, me dice, escribe relatos, quiere ser un gran novelista. Tiene una linda esposa, que me envía pasteles, y una pequeña hija muy bella. Hace poco perdieron a su hijito en un accidente, esta niña ha sido una bendición del cielo para ellos, están viviendo de nuevo, pues. Me veo reflejado en ellos. Me veo a mí y a la mujer que ame. ¿puedes...? León lo medito un momento. -seria algo fuera de lugar, pero lo inatentaré. No te prometo nada. Escribe su nombre y sus señas en ese papel. Una vez lo hubo hecho, despertaron al doctor, indujeron en su mente una conversación ficticia en la que pasaron varias horas y partieron de allí. En la compañía, León presento la grabación de la conversación a sus superiores. Hubo felicitaciones y luego pidió permiso para llevar a cabo la ultima petición del anciano.

No encontró mucha

resistencia, siempre y cuando los llevara a una realidad que no estuviera dentro de las consideradas principales. Esa misma tarde entro de nuevo en la realidad de Paúl Gussarth y traslado al futuro escritor y su familia a su nuevo hogar. El joven era de mentalidad amplia y acepto todo, además había escuchado las historias del viejo durante años. Los dejo en una realidad donde el muchacho podría aprovecharse de su experiencia para escribir relatos adelantados a su época. -parece que tendrá éxito- dijo Pedro viéndolos alejarse. Se había empeñado en acompañarlo todo el tiempo. -Espero. Parece inteligente.- dijo León. -Por que te tomaste tantas molestias por ellos? Yo los hubiera dejado allí, ni siquiera se darían cuenta cuando el sol explotara. -Paúl Gussarth era mi amigo. Fue mi compañero. Era lo menos que le debía. -Me pareció cruel la forma como lo trataste. Dejarlo allí... bueno. Fue por haber creado esa realidad? -No. -Quebranto muchas leyes de la compañía.

-No fue por eso. Fue- la voz de León se quebró.- fue por que el se atrevió e hizo algo que yo tuve nunca el valor. Y lo atrape por ello. Lo atrape cuando tenía todo listo para reunirse con la mujer que amaba. Lo sacrifico todo por ella. -La amabas tu? -No a ella. Otra en mi pasado. Nunca luche por ella. El si tuvo el valor de hacerlo. Cuando Pedro miro a León se dio cuenta de que lloraba. En silencio volvieron al Hipertiempo. A la compañía.

Manuel Velásquez Amaya Otros-Mundos.Blogspot.Com Recuerda que puedes distribuir este relato, siempre y cuando no saques lucro de ello.

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