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LA POLÍTICA CÓMICA O
EL COMANDANTE YA TIENE QUIEN LE ESCRIBA
ENRISCO
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Índice de La Política Cómica *Historia de una pasión nacional: el Comandante. ( “Comandante en Jefe: ¡Ordeñe!” Firmado: Ubre Blanca) -Caso patente. -El comandante no tiene quien lo llame -Últimas horas de una granja. -El comandante va a la shopping -El comandante de las letras. *Asuntos internacionales (El resto del mundo –fuera de Cuba y Miami- también existe) -El resto del mundo también existe -Oficio complicado. -Soluciona tu problema. -El Nobel y yo -Polémica en bronce. -Derribando barreras *Relaciones públicas (Correspondencia no correspondida) -Carta a la UNESCO. -Carta a Carter I. -Carta a Carter II. -Querida Cristina. *Detrás de la noticia (y pidiendo el último) -El país mejor informado. -Cambiando el mundo. -Resumen de noticias *Sociología cubana (Cómo funciona el cubano o por qué no lo hace) -Héroes. -El hombre (nuevo) y la tierra. -El enfermero y la electricidad. -El reino del espíritu. -Cultura cubana: agítese antes de usarse. *Política doméstica (De la sala a la cocina pasando por el refrigerador) -17 estantes de una primavera. -Adicción a la clorofila. -Carta a una madre cubana de su hijo en el exilio *La ciencia y nosotros
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(Respuestas a problemas insolubles: el futuro cubano, los mosquitos, las elecciones en Cuba y el coeficiente de inteligencia de un rapero) -Retos al pensamiento contemporáneo. -Más fuertes que nunca. -Preocupaciones. -Un viejo enemigo. -Conteo de producción Las noticias más importantes del 2002
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Prólogo no-epistemológico. Por Enrisco Este libro se compone de una serie de artículos escritos por un servidor y en su mayoría publicados en el diario digital Encuentro en la Red durante el año 2002. Como información adicional les diré los dos ingredientes principales de este libro son la política y el humor. Cuando empecé a escribir estos artículos muchos amigos intentaron disuadirme de mezclar esa materia más bien repugnante que es la política con el noble y refinado instrumento que debe ser el humor. Razonaban con toda lógica mis amigos que, además, la política cubana es de por sí bastante risible y ridícula como para que yo me entregara al cómodo e intrascendente ejercicio de hacerla algo más risible y ridícula. Mis amigos, por supuesto, tenían la razón y sin embargo, yo seguí adelante con mi empeño. Para ello tenía mis buenos motivos: soy de naturaleza más bien haragana y es mucho más fácil hacer humor con las ocurrencias del Comandante en Jefe que, por ejemplo, con las de mi suegra. (Incluso contando con que a mi suegra, y esto es históricamente cierto, cuando le dieron de alta en el hospital de maternidad donde dio a luz a su primogénita, se le olvidó llevarse consigo a la recién nacida). Tenía otro motivo para persistir con la política como tema central de estos artículos. Por alguna razón es la política el único tema común que compartimos los cubanos de hoy, repartidos como estamos por todas partes del mundo, incluso en lugares tan insólitos como la propia Cuba. Frente a ese hecho llama la atención la relativamente escasa producción de humor político producida por cubanos si descontamos los de Miami. En Cuba todo el humor político (público) se reduce a variaciones del genial chiste en que un barbudo aparece dándole una patada al Tío Sam (lo que varía es el lugar donde se propina la patada aunque incluso estas
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variaciones casi siempre se concentran algo más abajo del centro de gravedad de dicho personaje). Esta repulsión a tratar públicamente la política desde el humor me hace pensar en una advertencia que me encontré en algunas casas en La Habana (“Prohibido hablar de la Cosa”) y en el psicoanalista francés Jacques Lacan cuando dijo “la Cosa es lo real de lo que el significante padece”. Tomando en cuenta que que la Cosa es la Cosa y el significante es quien padece, he llegado a las siguientes conclusiones: 1. Que existe una fuerte tendencia entre los cubanos a asociar la Cosa con la política (entre otras secreciones del Comandante en Jefe) o, en su defecto, con el Comandante mismo. 2. Que si la Cosa es lo real y el significante es quien lo padece uno se explica por qué los significantes tratan continuamente de alejarse de la Cosa por cualquier medio, incluidos los neumáticos de tractor. 3. Que la Cosa está muy jodida. 4. Que valía la pena escribir un libro para que los significantes, a pesar de todo, se pudieran reír un poco de la Cosa. Ahora debo hacerles una confesión. A veces llego a pensar que el humor puede llegar a ser un instrumento de elevación espiritual y redención humana. Y no lo digo sólo yo. El reconocido escritor mexicano Octavio Paz escribió una vez: “¡Que viva México, hijos de la chingada!”. Bueno, en realidad eso también lo escribió, pero creo que esta otra frase se ajusta más a lo quería decir: “Lo sublime grotesco está cerca del humor, pero no es aún el humor. Ni Homero ni Virgilio lo conocieron; Ariosto parece presentirlo, pero sólo nace con Cervantes. (...) La ironía y el humor son la gran invención del espíritu moderno.” Así que los que andan planeando la construcción de una Nueva Cuba deben saber que además
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de jabón y desodorante, necesitaremos mucho humor. Pero no un humor cualquiera, sino un humor realmente elevado, profundo, filosófico y renovador y no el viejo choteo, síntoma de muchas de nuestras limitaciones que tanto criticara el pensador Jorge Mañach. Pero esa tarea la dejaremos para las próximas generaciones, para que, encontrándose con tantas cosas importantes por hacer, no les dé por las drogas o el marxismo-zen. A mí, con todos los rezagos del pasado que debo arrastrar, no me ha quedado otro remedio que entregarme en este libro a la vieja jodedera de toda la vida para tratar temas como: la idiosincrasia del cubano; las ocurrencias del Comandante; asuntos más universales como las diferentes denominaciones que tienen los húngaros para referirse a la sustancia que nosotros llamamos sencillamente “moco”. Después de estas advertencias sólo me queda llamar la atención sobre dos cosas en este prólogo. Una es que en su elaboración no ha sido necesario emplear la palabra “epistemología”. La otra es que (siguiendo una de las más firmes tradiciones patrias de los últimos 44 años) este prólogo se está acabando. Se acabó.
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*Historia de una pasión nacional: el Comandante. ( “Comandante en Jefe: ¡Ordeñe!” Firmado: Ubre Blanca)
Caso patente —¿Oficina Universal de Patentes? —Sí, ¿qué desea? —Quiero hacer una demanda de plagio sobre una idea ya patentada. —Entiendo. ¿Su nombre? —Adolf Hitler. —Ah, sí. Aquí tengo su expediente. Vaya, mire que tiene unas cuantas ideas patentadas. Cámaras de gases, jabón de grasa humana... ¿Contra quién desea entablar la demanda de plagio? —Espere, lo tengo aquí anotado... sí, se llama Fidel Castro. —Sí, cómo no, claro que lo conozco. Fidel a cada rato viene por aquí. Él siempre está inventando algo. —Pues ése mismo me plagió una frase. Ésa que escribí en 1923 en Mi lucha. "Condenadme, no importa, la historia me absolverá". En alemán suena mejor, ¿sabe? Más poética. —¿Y Fidel Castro no citó la fuente? —No sólo no la citó, sino que la usó como título de un libro que tengo entendido ha sido un best-seller. —Eso de no citarlo ya justifica la demanda de plagio, pero... —Pero hay más. También me plagió los Blockwarts. —¿Y eso en qué consiste?
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—Es un sistema de vigilancia calle por calle en el que los vecinos se espían unos a otros. Ese Castro dice que ha inventado algo que se llama sé-de-ese o algo así. —Ya sé de qué me habla. Los CDR: Comités de Defensa de la Revolución. Pero en ese caso no creo que la demanda vaya a prosperar. Él ha introducido ciertas innovaciones en su invento que ya le han permitido patentarlo como algo distinto. Mire, aquí lo tiene... los CDR, además, se dedican a la recogida de materias primas, donaciones de sangre, trabajo voluntario... y encima, está la famosa caldosa cederista. —¿Y eso qué es? —Eso no se lo puedo decir porque acaba de ser patentado. —Pero tengo algo más. Están los campos de concentración. Me dicen que él inventó unas cosas que se llamaban UMAP. —Sí, pero eso entra en el mismo caso del anterior. Fidel nunca usó cámaras de gases o crematorios. En el peor de los casos los fusilaba. —Sí, todo muy artesanal como corresponde al Tercer Mundo. Pero... ¿ni siquiera mató unos cuantos judíos? —No especialmente. Más bien se ha concentrado en los propios nativos y parece que le ha dado resultado. -Quién lo hubiera dicho. Y yo que hubiera matado el triple de judíos con tal de tener a mis compatriotas contentos. —¿El triple? En esa época no había tantos. —Ése es el problema con los judíos. No se pueden matar así como así porque en algún momento se te acaban. Mira que mi madre me lo decía: "Adolfito, no la cojas tanto con los judíos". Y yo sin hacerle caso porque usted sabe, uno tiene sus propias ideas, quiere ser independiente de los padres... —¿Se le ofrece algo más? —Bueno, de momento no. En realidad tengo informes de que me ha plagiado un montón de cosas más, pero quiero documentarme bien, porque ya veo que este muchacho siempre busca la forma de salirse con la suya. Ahí tengo el caso del sistema de propaganda completo, las concentraciones y desfiles de antorchas, eso de llamarle "gusanos" a los de la oposición, aliarse a los rusos y luego pelearse con ellos, la organización de los sindicatos (aunque en eso debo reconocer que le debo bastante a Mussolini y a Stalin) y
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otro montón de cosas. Pero de todo eso prefiero hablar otro día. Hoy prefiero empezar con lo de "la historia me absolverá". —Eso es lo que le quería decir hace un rato. Es que antes de que empecemos con su demanda tenemos una larga fila de demandas contra Castro esperando turno: Stalin por un montón de cosas, desde los "pioneros" hasta el fusilamiento de sus propios generales, los Incas por el trabajo voluntario, Jesucristo por el uso de la barba y las palomas con fines propagandísticos, y Moisés por los pedraplenes. —¡Pero ese tipo no ha inventado nada! Yo creo que lo mejor es dejarlo así como está. Esa gente a la larga se hunde sola. —Si usted supiera... ya lleva 43 años en el poder y ni siquiera su reputación es del todo mala. Si acaso se le reprocha, a veces, un poco de terquedad. —¿Y cómo lo logra? —Eso tampoco se lo puedo decir, porque está patentado. -No hace falta. Si ya me voy dando cuenta. El asunto está en coger lo mejor de cada uno y, sobre todo, no matar muchos judíos. Si yo le hubiera hecho caso a mi madre... —¡El próximo!
El comandante no tiene quien lo llame. La tienen cogida con el comandante. Hace poco se molestó con un presidente, en este caso el de México y, como represalia (legítima), divulgó las grabaciones de una conversación telefónica privada que habían sostenido semanas antes. Últimamente el comandante anda molesto con todo el mundo y no es para menos. Todo el mundo anda empeñado en explicarle cómo debe gobernar a los cubanos que es lo mismo que enseñarle a un tiburón adulto técnicas para respirar debajo del agua. Si alguien tiene experiencia en el empleo de gobernar a los cubanos, o de gobernar a secas, es el comandante. Y los cubanos están muy contentos con su gobierno, con la previsible excepción de los que trabajan para la CIA.
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Pero los colegas de medio mundo han preferido hacer caso omiso a ese dato y se pasan el tiempo hablándole al comandante de la peregrina idea que ellos tienen sobre la democracia y los derechos humanos (ya se sabe: hacer elecciones con más de un candidato y el derecho de decir que al presidente no le asienta determinado color de ropa). Es que la gente piensa que lo que les gusta a ellos debe gustarle a los demás. ¿Que a los argentinos les gusta la democracia burguesa y los bisteces tamaño toalla playera? Pues a lo largo de más de cuatro décadas los cubanos han demostrado igual repugnancia por la democracia burguesa que por la carne de vaca, exceptuando, claro está, los que trabajan para la CIA. El comandante sabe lo que hace y hacerlo cambiar de idea es como convencer al mismo tiburón del párrafo anterior de las ventajas de la dieta vegetariana. En una reciente comparecencia el comandante ha sido claro: él atesora material comprometedor a montones y si no lo ha usado hasta ahora es por su natural sentido de la discreción. Pero que no lo anden molestando mucho porque en ese caso se verá obligado a hacerlo público. Dada la previsible antigüedad y extensión del archivo podremos imaginarnos los reveladores datos que contiene. Por ejemplo, una filmación que muestre a Fox de pantalón corto y el comandante a su lado enseñándole a montar a caballo; o los infinitos misterios del Colt 45 de cañón largo. O una grabación del mismo comandante aconsejándole a Pastrana que si quería que los abusadores de su escuela lo dejaran tranquilo les debía dar su merienda y de paso hacerles las tareas. En esos suculentos archivos encontraríamos de todo: las aventuras de Felipe González en los camerinos de Tropicana, o el momento en que Fidel le enseñaba a Putin a amarrarse la pañoleta de pionero. Todo eso sin contar todo el material sonoro y fílmico que acumula sobre los disidentes en Cuba, o sea, agentes de la CIA: reuniones, conversaciones privadas, ronquidos, flatulencias ocasionales. El arma es sin duda poderosa. ¿Problemas con los norteamericanos? Allí estará la versión taquigráfica de la conversación secreta del comandante y Abraham Lincoln en la que el primero se comprometería a entregar ciertos oficiales sureños refugiados en Cuba a cambio de un grupo de esclavos cimarrones que habrían huido al norte en balsa. Resultado: mientras el prestigio del comandante permanecería intacto, en la próxima edición de billetes de cinco dólares en lugar de Lincoln tendrían que aparecer Bart Simpson o en su defecto algún Kennedy muerto de forma violenta, o todos al mismo
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tiempo. Los inventos del teléfono, el gramófono y el cine no hicieron más que enriquecer los acuciosos archivos del comandante. Graham Bell, Edison o los hermanos Lumiere no tenían idea de para quién estaban trabajando. De cualquier forma hay que concordar en que el comandante es un tipo discreto. Si contrastamos la vastedad de sus archivos con las escasas veces que su material ha salido a la luz pública (algún uso habría que darle, digo yo) realmente deberemos aplaudir su contención. De lo contrario todos sabríamos qué disidente ronca más fuerte que el promedio de la especie, o cuál tuvo problemas estomacales esta semana. Porque no hay dudas de que el comandante tiene las pruebas necesarias para demostrarlo. Por sí o por no, lo más seguro es que los colegas del comandante en todo el mundo se cuiden mucho de decir cualquier cosa comprometedora en sus conversaciones con el comandante. De hecho en estos días el número de llamadas de jefes de estado a su homólogo cubano debe parecerse al índice de natalidad en la Antártida: cero. Pero el comandante no se dará por vencido y tomará él la iniciativa de llamar a sus tímidos colegas. En ese caso estos pueden optar por una solución drástica: no aceptar las llamadas. (Como es sabido, con la historia del embargo, etc el comandante siempre llama a cobro revertido o sea “a pagar allá”. Estudiosos del asunto van más lejos y señalan que el comandante no paga una llamada telefónica, incluso local, desde inicios de la guerra de Corea. Otros sitúan la última llamada pagada de su bolsillo en las navidades de 1945). Pero no hay que llegar a los extremos de decirle a la telefonista: “No, no autorizo la llamada”. El comandante es toda una figura histórica, geológica podríamos decir, y no debe tratársele como a alguien que te ofrece tarjetas de crédito por teléfono. Basta con hablar con la debida discreción. Podemos imaginar, por ejemplo, una conversación entre el presidente colombiano y el comandante: F: Pastrana, te habla Fidel ¿Oye? ¿Oye? (Se cae la comunicación) Minutos más tarde (el comandante es incansable): F: Pastrana, te habla Fidel. P: Hola. Parece que se cayó la comunicación. F: ¿Cómo están las cosas por allá? P: Bien, todo tranquilo. ¿Y su familia?
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F: Pastrana, qué pasa chico. Si tú sabes de sobra que yo no hablo de mi familia en público. Que para mí eso es un asunto estrictamente privado. Lo único privado que hay por acá. Todo lo demás es del pueblo. P: Pero ¿esto no es una conversación privada? F: Claro que es privada. Por supuesto que es privada. P: Aaah... F: Y de la guerrilla. ¿Qué se ha sabido? P: ¿Guerrilla? ¿Qué guerrilla? F: Pastrana chico, no me vengas a decir ahora que no sabes que hay una guerrilla hace 50 años en tu país. P: Bueno, sí, claro. La guerrilla. F: Y de lo que hablamos qué. P: No recuerdo, Fidel. Se está oyendo muy mal. F: Lo que tú me dijiste que le dijera a la guerrilla. P: Se oye muy mal. Yo creo que se va a cortar la comunicación. Se cortó. De cualquier manera va a ser complicado que el comandante encuentre un interlocutor que sobrepase los dos minutos de conversación. Quedaría como opción que el comandante llamara a alguna línea erótica. Con las líneas eróticas se puede hablar durante horas del tema que sea y les tiene bastante sin cuidado el mencionar algún detalle escabroso. Lo escabroso es justamente su negocio. Lo que dudo es que acepten una llamada a cobro revertido.
Últimas horas de una granja (Lo que les presentamos a continuación es una grabación realizada por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) el 25 de julio de 1953 en la conocida Granjita Siboney en el momento en que el entonces joven Fidel Castro y un grupo de seguidores daban los toques finales a los preparativos para asaltar el cuartel Moncada de Santiago de Cuba al día siguiente.)
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Juan Almeida: ¿Cuándo salimos para el carnaval?
Fidel Castro: No hay que apurarse. Para que las cosas salgan hay que prepararlo todo muy bien.
Juan Almeida: ¿Por qué hay que estar preparado para divertirse? La gozadera mientras más espontánea, mejor.
Fidel Castro: ¿De qué gozadera tú hablas? Esto es algo muy serio.
Juan Almeida: ¿Tú no dijiste que esto era un viaje de estímulo para los que mejor habían salido en las prácticas de tiro? ¿Por qué tú crees que yo no fallé ni una vez?
Fidel Castro: Ah sí, el viaje de estímulo. Pero es que antes tenemos que resolver un asuntico. Queremos darle una sorpresita a una gente ahí.
Juan Almeida: Pero que sea rápido, Fidel, que no me quiero perder una sola noche de carnaval. Fíjate que tengo hecha una cancioncita y todo. Dice: "dame un traguito ahora cantinerito/ dame un traguito ahora que nadie mira/ dame un traguito ahora que me da pena/ dame un traguito ahora que estoy contento/ dame un ..."
Fidel Castro: Está bien, Juanito. Está buena la canción, pero ahora hay que hacer otras cosas.
Juan Almeida: El problema es que todavía no sé qué título ponerle.
Fidel Castro: ¿Y qué te parece "Dame un traguito"?
Juan Almeida: Oye, Fidel, tú sí que eres un genio. ¿Cómo no se me había ocurrido antes? ¿Quieres que te ponga de coautor?
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Fidel Castro: Mira, Juan, tenemos cosas más importantes que perder tiempo con esa cancioncita de relajo. Mira a Cartaya como ha compuesto una canción con tremendo contenido. Cartaya, ¿cómo dice esa parte de la sangre?
Agustín Díaz Cartaya (canta): "La sangre que en Cuba se derramó/ nosotros no debemos de olvidaaaar...".
Fidel Castro: ¿Ves? Eso sí es una canción...
Juan Almeida: Bueno, eso es verdad. Cuando el carnaval está bueno de verdad, la sangre corre como si fuera cerveza. Yo tengo un primo que bailaba con la comparsa de los Dandys que le sacaron un riñón de una puñalá y nadie de la familia lo olvidó.
Fidel Castro: ¿Qué? ¿Todavía le llevan flores a la tumba?
Juan Almeida: No. Hasta que no tasajeamos al tipo no paramos.
Fidel Castro: Coño Juan, ¿ahora te vas a poner a hablar de puñaladas? Recuerda que nuestro objetivo...
(Se oyen ruidos de alguien que entra).
Renato Guitart: ¿Qué pasa caballero? Esto parece el teatro Alhambra en sus buenos tiempos. El negrito y el gallego discutiendo.
Almeida se ríe mientras Fidel Castro dice en tono cortante: Renato, ¿no te había dicho que hay cambio de planes? Tú vas a ir en el primer carro. Tú conoces la ciudad mejor que nadie.
Renato Guitart: Fidel, tú también conoces la ciudad. Además, yo...
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Juan Almeida: Hombre, no se ponga así. Yo estaría encantado en ser el primero en entrar en la bachata.
Renato Guitart: ¿Bachata?
Fidel Castro: Él quiso decir batalla. Almeida, ¿por qué no te vas a buscar tu fusil?
Juan Almeida: ¿Fusil? Con lo complicado que debe ser meterse en un carnaval con un fusil sin que te vea la policía.Y bailar y todo eso. Mejor sería llevar una navaja envuelta en un pañuelo y fuera catarro. Fidel, ¿a ti alguien te la tiene guardada de algún carnaval anterior?
Fidel Castro: Ve a buscar el fusil y no jodas más. Ah, y también pide que te den un uniforme.
Juan Almeida: Claro, cómo se me había ocurrido que íbamos a ir al carnaval sin uniforme... Jesús, ¿de qué vamos a ir disfrazados?
Jesús Montané: ¿De qué vamos a ir disfrazados? Por supuesto que de soldados.
Juan Almeida: ¡Esa sí que es buena! ¡La comparsa de los guardias! Mira, se me ocurre un nombrecito para la comparsa: Los Guardias de la Salación. Esa sí es buena. Y un estribillo que diga: "cuidado que ahí vienen los guardias/ los guardias de la salación/ muchacho no te pongas pesado/ o te bajamos un pescozón/ o te bajamos un pescozón/ eso sí somos nosotros/ los guardias de la salaciooooón". ¿Qué te parece?
Jesús Montané: No creo que a Fidel le guste mucho ese bonchecito. Tú sabes que él es muy serio para estas cosas.
Fidel Castro: ¿Qué pasa que no se oyen esos pollos, Pedrito?
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Pedro Miret: ¿Qué pollos?
Fidel Castro: ¿Qué pollos van a ser? ¿No se supone que esta es una granja de pollos? Pues tiene que haber pollos. Pollos que se oigan por todas partes para no despertar sospechas.
Juan Almeida: No despertarán sospechas pero van a despertar a todos los vecinos.
Pedro Miret: Fidel, el problema es que como tuvimos que esconder las armas y los uniformes en las jaulas de los pollos no tuvimos donde traer los pollos de verdad.
Fidel Castro: Pues ahora me coges a 10 hombres y los pones a hacer como pollos para distraer la atención de los posibles delatores.
(Se escucha a varios hombres tratando de imitar a unos pollos. De repente se oye el sonido de un guanajo)
Fidel Castro: Oye, Pedrito, ¿y ese guanajo que estoy oyendo qué cosa es?
Pedro Miret: Es Machado Ventura, que quiere darle clases de idioma a los pollos.
Fidel Castro: Bueno, compañeros. Los que no estén en labores de enmascaramiento los necesito aquí, que quiero decirles una cosa.
(Se escuchan rumores de gente reuniéndose en la habitación).
Fidel Castro: Bien, compañeros, seré breve. Primero que todo quería hacerles una aclaración. Por razones de seguridad he tenido que decirles a muchos de ustedes que hemos venido hasta la ciudad de Santiago de Cuba para asistir al carnaval como estímulo por los buenos resultados que hemos tenido en los entrenamientos. Sin embargo, la razón por la que estamos aquí es algo distinta.
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(Exclamaciones de desagrado).
Juan Almeida: ¿Más entrenamientos?
Fidel Castro: No, Juanito. Compañeros, ha llegado la hora de la verdad. El momento de libertar a nuestra patria de la tiranía ha llegado. La patria ha depositado su última esperanza en nosotros y no debemos defraudarla. Esta madrugada, más exactamente a las cuatro de la mañana, tomaremos por sorpresa el Cuartel Moncada y con las armas allí obtenidas llamaremos al pueblo para dar la batalla final a la dictadura.
Juan Almeida: Eso está muy bien, ¿pero con qué armas atacaremos el cuartel?
Fidel Castro: ¿Cómo que con qué armas? Con las que tienen en sus manos.
Juan Almeida: Fidel, ¿y se puede saber a quién se le ocurrió la idea de asaltar el segundo cuartel más importante del país con fusiles 22 y escopetas de matar patos?
Fidel Castro: Yo soy un simple ejecutor del plan que les acabo de exponer. El verdadero autor intelectual de este plan es nuestro apóstol José Martí.
Juan Almeida: ¡Ave María Purísima!
TODOS: ¡Sin pecado concebida!
Juan Almeida: Fidel, no te conocía esa faceta. ¡Así que te has metido a espiritista! Mira que escondido te lo tenías...
Fidel Castro: Todos tenemos nuestro lado oculto. ¡Micaela! ¡Ya puede entrar!
Juan Almeida: Madrina... ¿qué usted hace aquí?
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Micaela: A mí también me dijeron que iba al carnaval de Santiago y mírame aquí en una granja de pollos. Pero ya tú sabe mijo que uno está en esta tierra para ayudar.
Fidel Castro: Y hablando de pollos, ¿qué pasa con ese coro que no se oye?
CORO: Pío, pío, pío, pío...
Fidel Castro: Bueno, Micaela, comuníquenos con el apóstol, que no hay tiempo que perder.
Micaela: A ver (empieza a emitir frases incomprensibles, gritos y aullidos hasta que por fin habla). Hay interferencia. Con Martí siempre tengo problemas con la interferencia. Mucho muerto oscuro por medio. Y él escondido atrás de ellos. A ver. ¡Sal de ahí, Martí! ¡Sal de ahí, Martí! Vamos, ayúdenme.
TODOS: ¡Sal de ahí, Martí! ¡Sal de ahí, Martí! ¡Sal de ahí, Martí!
Juan Almeida: Oye, está bueno eso para una conguita... Formamos la comparsa Los Apóstoles de la Salación y acabamos con malanga. ¡Sal de ahí, Martí! ¡Sal de ahí, Martí!
Micaela: ¡Cállense que ya lo tengo! Necesito alguien que me dé la mano. El más macho que haya aquí.
Fidel Castro: ¡Raúl, tú mismo!
Raúl Castro: No, mejor Melba. Melba, ve y dale la mano a la señora.
Micaela: Ya lo veo. Está hablando...
Fidel Castro: ¿Y qué dice?
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Micaela: Dice que "los niños nacen para ser felices".
Fidel Castro: Eso quiere decir que cuando ganemos debemos convertir el cuartel en una escuela. Pero del asalto, ¿qué dice?
Micaela: Ahora dice que "nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino".
Fidel Castro: Quiere decir que todos los soldados van a estar borrachos y ése va a ser el mejor momento para atacarlos. ¿Y qué más? Pregúntale por dónde debemos atacar.
Micaela: Dice: "Está Alberto el militar/ que salió en la procesión/ con tricornio y con bastón/ echando un bote a la mar".
Fidel Castro: Bueno este... ya lo tengo. Si Alberto está montando en un bote es que es marinero, marinero es el tres en la charada. ¡Está diciendo que ataquemos por la posta tres!
Juan Almeida: Micaela, ¿puedes decirme cuál es el número que va a salir en la charada mañana.
Fidel Castro: Miren, compañeros, vamos concentrarnos en lo que nos interesa.
Juan Almeida: Entonces, ¿vamos por fin al carnaval?
Fidel Castro: Me refiero a la libertad de la patria. Esas dudas que están planteando ustedes sobre las dificultades que tendremos en el asalto al cuartel pueden parecer muy razonables, pero este no es el momento ni el lugar para plantearlas. Con el enemigo casi al alcance de nuestras manos no podemos perder tiempo en discusiones inútiles. Yo propongo que los que tengan algo que plantear lo planteen mañana al mediodía, cuando el asalto haya terminado. Por otra parte, debemos considerar que en estos momentos un
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10% de la guarnición está descansando en sus casas, un 50% está movilizado por los carnavales, un 5% debe de estar en el hospital, otro 30%, debe de estar durmiendo y un 4% debe de haberse escapado para estar con una noviecita o cosas por el estilo. Nos queda un 1% que será fácilmente neutralizado por el 100% de nuestros hombres, que a su vez estará reforzado por el factor sorpresa, lo cual representa un 20% adicional y si a ello añadimos...
(Las siguientes 4 horas de grabación no están disponibles debido a un error técnico. Lo que se presenta a continuación son los últimos minutos que se han salvado).
Fidel Castro: ... lo que sumando a la baja moral combativa del enemigo representa otro 35% por ciento a nuestro favor, lo que significa unas posibilidades de éxito de 1500%.
Juan Almeida: Si eso es así, ya deben haberse rendido. Fidel, ¿por qué no nos vamos directo al carnaval a celebrar la victoria? Ya tengo el estribillo: "qué esperan pa' la rendición/ o les va a caer arriba una salación..."
Pedro Miret: Los que estamos rendidos somos nosotros. Son las cuatro de la mañana y no hemos podido dormir. Entre tú hablando y esos tipos haciendo pío, pío...
Jesús Montané: Fidel, ¿el asalto no era a las 4 de la mañana?
Fidel Castro: No, yo quise decir que a las 4 debíamos salir de aquí. Así que todos se me van preparando para salir. ¿Qué pasa Raúl, estás llorando? ¿Tienes miedo?
Raúl Castro: No, es que me da lástima con esos soldados que tenemos que matar. Son jóvenes y llenos de vida como nosotros, altos, fuertes, marciales, viriles. Fidel, ¿si ganamos me prometes ponerme al frente del ejército? Mira que yo tengo experiencia en eso. Recuerdo que cuando niño siempre estaba jugando a los soldaditos.
Fidel Castro: Sí, Raúl, pero jugabas a los soldaditos con muñecas.
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Raúl Castro: Es que a las muñecas, además de ser más grandes, se les pueden hacer ropitas y esas cosas.
Fidel Castro: ¿Recuerdas cuando te dio por los rusos y empezaste a jugar con matriuskas? Pero lo importante ahora es aprovechar la sorpresa para entrar en el cuartel sin tener que disparar...
Raúl Castro: ¡Ay, haría cualquier cosa por evitar tanto derramamiento de sangre! ¿Qué tal si los estrangulamos con un alambre y así de paso ahorramos balas? Nunca se sabe cuando las cosas van a escasear.
Fidel Castro: No me hables ahora de escasez. Ya tendremos tiempo para eso. Bueno, ¿ya están listos? Pues nos vamos.
Pedro Miret: ¿Y qué hacemos con los que están piando?
Fidel Castro: Móntalos en una de las máquinas. Cuando los guardias nos pregunten les decimos que les llevamos los pollos para el almuerzo de mañana. ¿Todo listo? ¡En marcha!
Juan Almeida: Fidel, ¿no podemos pasar antes por el carnaval? Mira que seguro que queda alguna comparsita arrollando y ahí aprovechamos y le decimos al pueblo que se nos una y no tenemos que aparecernos solos en ese cuartel. Lo importante es estar en contacto con las masas...
El comandante va a la shopping
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Al comandante le gustan las cosas en grande. Cualquiera de nosotros, por ejemplo, puede ceder al impulso tan natural y humano de reunirse con un amigo, preferiblemente cervezas mediante, para hablar horrores de alguien que nos cae mal. El comandante en cambio, cediendo a ese mismo impulso, reúne un millón de personas en la Plaza de la Revolución y mientras el sol va deshidratando a sus oyentes les explica durante cinco o seis horas por qué todos los cubanos y el resto de la humanidad debemos odiar a aquellos que han incurrido en la furia del comandante, los cuáles en ese momento seguramente estarán en alguna oficina con el aire acondicionado en “high cool”. El comandante además se preocupará porque cada una de sus palabras sea trasmitida por todas las estaciones de radio y televisión de la isla y al día siguiente se reproduzca en el periódico. No hay nada más difícil en Cuba que dejar de enterarse de con quién está molesto el comandante a cada momento. No es de extrañar que ahora que el comandante ha decidido hacer sus compras en la shopping haya convertido lo que sería un acto mínimo de supervivencia para cualquier simple mortal en todo un acontecimiento histórico. Y no es para menos. Resulta que los dependientes de la shopping en este caso son esos mismos asquerosos capitalistas norteamericanos sobre los que tantas veces se ha desahogado en público mientras un millón de cubanos (a la entrada de la Plaza de la Revolución debería haber un cartel que diga “Sólo se admite la entrada por millones”) lo escucha al tiempo que va alcanzando el punto de fusión. El comandante ha invitado a los asquerosos capitalistas a que vayan a ofrecer sus productos en La Habana en lo que vendría a ser la primera feria agrícola de productos norteamericanos en la isla en más de medio siglo. En este caso la shopping del comandante tiene servicio a domicilio o casi. Empresarios del vecino del norte viajaron desde más de treinta estados a la capital cubana para que el comandante pudiera experimentar en carne propia el placer de comprar con dólares. En Cuba, cuando cualquier hijo de vecino acaba de conseguir unos cuantos dólares por cualquier vía va corriendo a la “shopping” (nombre que reciben popularmente las tiendas en Cuba pero cuyo nombre científico puede ser, por ejemplo “Tiendas Recuperadoras de Divisas”) más cercana para aliviar el vacío crónico de su refrigerador y darle (sobre todo al congelador) alguna razón de existir más allá de hacer cubitos de hielo. El comandante, por su parte, parece que también se las ha arreglado para entrar en contacto con la moneda libremente convertible. Quizás haya recibido alguna remesa
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familiar, quizás se puso de suerte y pudo vender unas cuantas cajas de tabaco a unos turistas como le puede ocurrir a cualquiera de sus compatriotas en un día especialmente afortunado. Pero ya dijimos que al comandante le gustan las cosas a lo grande. No se trata de ir a comprar un par de jabones, una botella de aceite y un kilo de muslos de pavo. El comandante entra en la shopping vestido de traje y corbata, como dando a entender que eso de ir de compras es algo serio y elegante, empujando un carrito de compras del tamaño del Yankee Stadium pero con ruedas. Entonces saca su lista de compras, le echa un vistazo y empieza a coger productos de los estantes. Veinticinco millones de huevos, 30 millones de toneladas de arroz, otras 20 de frijol de soya que piensa usar en una receta que se le acaba de ocurrir y así sucesivamente. A juzgar por la magnitud de las compras el comandante tiene buenas conexiones con los turistas o al menos un par de millones de parientes en el extranjero que le mandan remesas puntualmente. Pero el comandante no compra irresponsablemente. Mira, compara precios como un ama de casa precavida, aunque de vez en cuanto se deja arrastrar como cualquiera por algún viejo capricho insatisfecho. En lugar de dos bistecitos baratos decide comprar cincuenta vacas y tres sementales. El comandante, previsor, calcula: “Umh, los dos bistecitos me los zampo en un almuerzo frugal pero si insemino a las vacas con los tres sementales en unos meses tendré el doble de vacas y así sucesivamente hasta que en diez años Cuba se convertirá en la mayor exportadora de carne del hemisferio occidental.” Apenas el comandante ha puesto las cincuenta vacas en el carrito cuando descubre más adelante unos búfalos, habla con el vendedor, le hace un par de preguntas y le explica cómo es la mejor forma de alimentar un búfalo mientras mentalmente sigue haciendo cálculos “Corro la coma, subo dos búfalos, llevo tres... y en cinco años Cuba se convierte en la mayor productora de carne de búfalo de la galaxia”. En algún momento en su paseo por los estantes de productos su ceño se frunce. Ha visto una botella de mojito envasado. La marca es “Martí”. Los ayudantes del comandante se ponen tensos. Se imaginan parados cinco horas bajo el sol oyendo al comandante decir: “¿Qué estarán sugiriendo esos asquerosos capitalistas? ¿Que el apóstol era aficionado a la bebida y además lucraba con ella? ¿Que nuestro mojito es agrio pero no es nuestro? Ahora sólo falta que estos asquerosos capitalistas vengan a vendernos Cubalibre. Imagínense. ¡Un Cubalibre producido y envasado en el norte revuelto y brutal que nos
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desprecia!”. Sin embargo, el comandante se ve tranquilo. Se acerca sereno al representante de la bebida y después de explicarle cuál es la receta del auténtico mojito le comenta: “Lo que me parece que el nombre de su mojito no es el más apropiado”. Y a continuación le sugiere que lo cambie por el de “Comandante”. Así, explica, pueden comercializar el mojito de calidad superior como “Comandante en Jefe”. (Alguien de la escolta pensó que se le podía dar el nombre de “Moncada” a una bebida que no se pudiera tomar pero prefirió no compartir el chiste con el comandante. El comandante puede ser muy sensible con ciertas cosas.) Pienso que esto del mojito importado puede ser la clave de la recuperación de ciertos alimentos desaparecidos de los predios de la isla desde hace unas décadas. Por ejemplo, por esta vía se podría facilitar el repoblamiento de especies que otrora pastaban apaciblemente en nuestras sabanas como el bistec en cazuela o los casquitos de guayaba. Si se compran, digamos, unas cuarenta guayabas hembras y tres o cuatro guayabas sementales en unos cinco años estaríamos exportando casquitos de guayaba a las galaxias vecinas. Ya el comandante se dirige con su carrito de compras bien surtido hacia la caja para pagar. Las compras de este mes no le han salido nada mal. Va haciendo las cuentas: “a 25 millones de huevos le quito los huevos destinados al turismo y al resto lo divido entre 11 millones de personas. Ya está. Este mes cada cubano recibirá un huevo y medio. No está mal para empezar. Aunque si en vez de pollos congelados hubiera comprado gallinas ponedoras en un par de años podría inundar el mercado mundial con huevos criollos.” “¿Y si hablo con nuestros científicos para que logren mediante algún procedimiento de reversión térmica que los pollos congelados se dediquen a poner huevos fritos?” Ahora le presentan la cuenta al comandante: 90 millones de dólares. ¿Prefiere pagar con tarjeta o en efectivo? “En efectivo” dice el comandante y saca un grueso fajo de billetes de un millón de dólares cada uno y los va contando. Con esa cantidad de dinero en la cartera uno se explica que el comandante tenga una escolta equivalente a la población de Mónaco con turistas incluidos. Alguien puede pensar que si hubieran agarrado al comandante con esa cantidad de dinero en la época en que mandaban a la cárcel por andar con unos cuantos dólares, al comandante le hubieran caído encima unas trescientas
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cadenas perpetuas. Entonces ese mismo alguien pudiera pensar que no fue tan buena idea la despenalización del dólar. La cajera al recibir el dinero no se atreve a mirar a trasluz los billetes para comprobar si son falsos porque piensa que podría ofender al estadista. No quiere cargar con la responsabilidad de que un millón de cubanos tengan que oír hablar mal de ella durante cinco horas mientras el sol los va evaporando. El comandante, al terminar la compra, ofrece a los dependientes una cena en agradecimiento por la buena atención. El menú: carne marinada con cerveza y salsa de café. “Deliciosa” opinan los invitados mientras que el público nativo se limita a declarar. “¿Carne? ¿Cerveza? ¿Café?”. Satisfecho por la compra, el comandante le dirige la palabra a los invitados aunque esta vez se limita a hablar durante 15 minutos en un salón con aire acondicionado y sin atacar a nadie. Sí comenta que “en un futuro próximo no faltarán mercados sino alimentos” aunque su reconocida modestia le evitó declarar que Cuba, como en tantos otros aspectos, también se ha adelantado al resto de la humanidad en lo que a escasez de alimentos se refiere. No hay tiempo para más. El comandante debe marchar a enfrentar al segundo ciclón que se ha ensañado en estos días sobre la parte occidental de la isla. Después de explicarles a los afectados las características y la dinámica del huracán el comandante les comenta que por terrible que pudiera parecer la situación, deben pensar en el resto del mundo donde la situación es mucho más difícil. “Y no por los huracanes sino por culpa de esos asquerosos capitalistas que tienen matando de hambre a media humanidad”. Va a comunicarles cuántos huevos recibirá la población este mes, -1,5- gracias a los grandes sacrificios realizados por la revolución, y piensa en lo difícil que ha sido empujar el carrito de las compras, pero entonces decide que es mejor hacer el anuncio en otro momento, cuando haya más compatriotas, por ejemplo, y más sol.
El Comandante de las letras.
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Para los admiradores insaciables del Comandante una buena noticia y una mala. La buena es que el Comandante ya está haciendo planes para una nueva vida. Al parecer se le han quedado cosas por hacer en esta y no quiere que su muerte –todo es posible, incluso tratándose del Comandante- nos impida disfrutar de sus ocurrencias. La mala es que en la próxima vida quiere ser escritor y, de ser posible, García Márquez. Aquellos que se hayan encariñado con el Comandante en su actual versión les será difícil aceptar la idea de que su ídolo, en la próxima encarnación, no aparecerá cada día un par de horas en la televisión para decirles lo que tienen que hacer en caso de amenaza de ciclón o hasta del imperialismo en persona. Sólo faltaría que el imperialismo decidiera reencarnar en Madre Teresa de Calcuta: al menos sería curioso ser testigos del encuentro entre ambos en Estocolmo cuando fueran a recoger sus respectivos premios Nobel. (Antes de proseguir, quisiera hacerle llegar mi más profundo agradecimiento al Comandante a nombre de los humoristas. Cuando más desesperados nos encontramos, sin saber sobre qué escribir o dibujar, siempre el Comandante tiene una ocurrencia feliz que nos salva de nuestra crónica sequía imaginativa. Siempre tiene una frase, una idea, que nos salva de nuestra falta de talento para crear situaciones humorísticas. Un día puede decir, por ejemplo, que hubiera preferido mil veces que los norteamericanos invadieran Cuba antes de aceptar que los rusos instalaran cohetes nucleares en la isla. Eso da pie a que cualquiera se pregunte cómo fue que a la larga resultó más factible importar mísiles desde 10 000 kilómetros de distancia que una invasión desde sólo 90 millas. Increíble lo barato que podía salir el transporte en aquel entonces. O lo caras que salían las invasiones. A la próxima crisis de ideas que tiene el gremio de humoristas, o sea, a la semana siguiente, se aparece nuevamente el Comandante para salvarnos. En esta ocasión se le ocurre decir que Cuba no participará en los Juegos Centroamericanos de El Salvador porque se conoce que la mafia de Miami planea agresiones contra nuestros deportistas y, en especial, contra el jefe del Comité Olímpico Cubano, el octogenario José Ramón –El Gallego de Asturias- Fernández. Y entonces uno pone manos a la obra y piensa en los numerosos atentados perpetrados contra nuestros deportistas nada más poner un pie fuera de la isla. Todo indica que el enemigo ha creado un arma misteriosa y terrible con la que hace desaparecer a algunos de nuestros mejores atletas para luego hacerlos reaparecer en
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Miami frente a un montón de micrófonos anunciando que acaban de firmar un contrato por un millón de dólares anuales con los Yankees de Nueva York. Es lógica entonces la preocupación de que utilicen esa misma arma contra José Ramón –El Gallego de Asturias- Fernández. ¿Qué va a hacer El Gallego de Asturias cuando se vea frente a un montón de micrófonos en Miami? ¿Decir que acaba de firmar un contrato para jugar por el Real Madrid? Bueno, después de todo, experiencia no le falta. Y ni siquiera tendría que ocupar plaza de extranjero. Por esa y otras razones, nosotros, miembros de la Asociación de Humoristas Independientes (AHÍ), queremos agradecerle al Comandante todos sus desvelos porque no nos quedemos sin material con el que trabajar.) El contexto en que el Comandante expresó su deseo de regresar a la vida con la envoltura de Premio Nobel de Literatura colombiano fue un texto que escribió a propósito de la salida de las memorias del autor de Cien años de soledad. Allí recuerda, por ejemplo, sus apasionadas discusiones literarias con García Márquez: “leí en el texto preliminar de Del amor y otros demonios que un hombre se paseaba en su caballo de once meses y sugerí al autor: “Mira, Gabo, añádele dos o tres años más a ese caballo, porque uno de once meses es un potrico”. A partir de ahí, las reflexiones literarias del Comandante no podrían sino seguir remontando su vuelo intelectual hasta alcanzar las más elevadas reflexiones sobre el sentido de la existencia: ¿cuál es el mejor alimento para que un potrico crezca sano y fuerte? ¿cómo cruzar el potrico con una vaca Holstein para que dé carne, leche e información sobre el personal de la granja? o ¿cómo evitar que un potrico aparezca un día en Miami declarando que tiene un contrato con Hollywood para filmar una película en el papel estelar de dinosaurio adolescente? De cualquier forma, el Comandante, al parecer, ya se está preparando para su futuro destino como escritor. Podemos percibirlo cuando, inspirado, describe a García Márquez como un “hombre con bondad de niño y talento cósmico” o cuando se admira de sus “deslumbrantes exageraciones”. Esos que desconfían de todo ya andan dudando que el Comandante sea capaz por sí sólo de juntar el sustantivo “exageraciones” con el adjetivo “deslumbrantes”. Como si el Comandante no hubiera demostrado antes sus cualidades para crear asociaciones poéticas increíbles como aquella del “picadillo texturizado”, genial metáfora para referirse a lo que nuestros abuelos llamaban con bastante menos lirismo, “bazofia”.
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Imaginemos al Comandante de vuelta a este valle de lágrimas en la forma de un escritor. Imaginemos al Comandante enfrentando el conocido vértigo de la página en blanco del que hablan tantos maestros de la pluma. ¡Qué geniales productos saldrán de su imaginación para cautivarnos! Si calculamos el resultado por los que ha obtenido tras más de cuatro décadas de haber puesto todo su talento y habilidades en función de Cuba, el resultado de su enfrentamiento con la página en blanco no puede ser otro que confeti. O quizás picadillo texturizado. Pero no. Pensemos que el Comandante superará en su próxima vida como escritor su actuación como estadista con la misma confianza con que mi familia espera que yo algún día podré poner orden en mi escritorio. Confiemos, en fin, en el mejoramiento humano. Imaginemos las obras maestras que en su próxima vida producirá el Comandante porque siendo el Comandante, aunque en funciones de García Márquez,d no podrá sino dedicarse a escribir obras maestras. Imaginémoslo mejorando el legado literario de la humanidad. --Antiguo Testamento: como se sabe es un libro experimental donde el protagonista es un personaje del que todos hablan pero casi nadie ve. “En el principio, la Revolución creó los cielos y la tierra. Antes de la Revolución la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de la Revolución se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo la Revolución: Hágase la luz: y a causa de una serie de factores objetivos y subjetivos la luz aún no se hizo. Y la Revolución reunió a todos los factores implicados y se analizaron las causas y consecuencias del problema y fue la tarde y la mañana el día segundo. Y se señaló la necesidad de equipos para producir la luz de difícil adquisición a causa del injusto bloqueo a que era sometido el universo. Y se ordenó tomar medidas pertinentes para resolver esas dificultades. Y fue la tarde y la mañana del día tercero. Y el movimiento de innovadores y racionalizadores aportó nuevas ideas y soluciones al problema. Y se repartieron diplomas y reconocimientos. Y todos estaban muy satisfechos y orgullosos de los resultados alcanzados. Y fué la tarde y la mañana del día cuarto.
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Y se contrató a una empresa japonesa y finalmente la Revolución dijo: hágase la luz y la luz se hizo. Y vió la Revolución que la luz era buena pero cara: y apartó la luz de las tinieblas. Y llamó a la luz Día, y a las tinieblas las llamó Campaña Nacional de Ahorro de Energía. Y fue la tarde y la mañana del día quinto. Y diéronse cuenta de que les quedaba un solo día para terminar el mundo y pusieron manos a la obra e hicieron un esfuerzo descomunal y se dieron a la tarea de separar las aguas de la tierra y al resultado llamáronle pantano. Y a las aguas las separó en aguas territoriales y aguas internacionales. Y dispuso la Revolución que la tierra diera frutos y animales y aves que volaran sobre la tierra según su género y en verdad no produjo más que unas cuantas y a ello la Revolución le llamó Sobrecumplimiento. Y la Revolución no pudo ver si era bueno porque justo empezaba la Campaña Nacional de Ahorro de Energía. Y dijo la Revolución: Hagamos al Hombre a nuestra imagen y semejanza; y que señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que se arrastre sobre la tierra. Y entonces la Revolución creó al Comandante en Jefe y de inmediato se puso a sus órdenes. Y el Comandante en Jefe viendo que se hallaba solo y aburrido se cortó las uñas y de ellas surgieron hombres y mujeres nuevos y un Buró Político y cruces de Holstein con Cebú para que lo ayudaran a construir el porvenir. Pero estos definitivamente no han estado a la altura de las dificultades y el Comandante ha tenido que hacer todo solo, pero el Comandante es generoso y siempre habla a nombre de “nosotros” y dice que en ninguna parte va a encontrar algo mejor. Y es por eso que al Comandante no le gusta cortarse las uñas sino cuando es absolutamente necesario.” --Otro día el Comandante-García Márquez, o para abreviar, el Coma-márquez, querrá emular con Homero y volver a contar la guerra de los griegos contra Troya. Esta vez los griegos cansados de llevar años gritando frente a las murallas de Troya “¡Que nos devuelvan a Helena! ¡Que nos devuelvan a Helena!”, idean una estratagema. Dejan frente a Troya un inmenso caballo de madera. Los troyanos, que ya han leído la Odisea dicen que esta vez no les van a tomar el pelo. Abren el caballo pero, en vez de guerreros, de su
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interior sale un niño. El niño dice que su mamá murió y los troyanos conmovidos se lo llevan a su ciudad. Proclaman por todas partes la crueldad de los griegos que andan encerrando niños en caballos de madera y colman al pequeño Elián –así es el extraño nombre del niño- con los más variados obsequios. Pero los griegos contraatacan diciendo que los troyanos han secuestrado al niño y aparecen el padre y las abuelas del niño dando giras por el Mediterráneo, reclamando la devolución del pequeño secuestrado por la mafia troyana. Los troyanos, empeñados en retener al niño, cometen un ridículo tras otro hasta que al final la ciudad termina por devolver al infante. Una parte de los griegos reciben al niño como un trofeo, triunfantes, y se retiran a Grecia olvidándose por completo de Helena mientras que el resto de los griegos deciden avanzar sobre Troya al precio que sea necesario y cuando consiguen penetrar en la ciudad piden asilo político. --La Divina Comedia. En esta nueva versión, el propio Comandante acompañará personalmente a Dante. El poeta insistirá en que no viene como turista y que quiere ver todo lo que sea posible. Hospitalario, su guía le mostrará hospitales y escuelas, gente haciendo largas colas por prácticamente cualquier cosa que no sea aire a temperatura ambiente, mientras se empujan y se gritan continuamente; otros, hacinados en las calurosas carretas cerradas a cal y canto que en el lugar llaman “camellos”; otros se evaporan al sol mientras pedalean en sus bicicletas. Al terminar la visita, pregunta Dante intrigado: -Lo que no entiendo es cómo la gente aún estando en el infierno todavía tiene ganas de hacer bromas y sonreír. -Pero, Dante, estás equivocado –responde el Comandante-. Ese es el paraíso. Al menos es lo que yo les digo todos los días... --Don Quijote: El Quijote en Jefe se encuentra con molinos de viento y enseguida se da cuenta de que son gigantes disfrazados de molinos que envía el malvado mago Pentágono para destruirlo. Sancho Panza, que no ve otra cosa que molinos, quiere disuadir a su señor de que no cometa una locura, pero es el propio Quijote quien dice que en lugar de atacar hay que prepararse para un ataque inminente de los gigantes. Hace llamar a todos lo habitantes de la Ínsula Barataria y estos, junto con Sancho, se ponen a excavar trincheras siguiendo instrucciones precisas del Caballero del Verde Gabán, que es como se hace llamar Don Quijote en esta nueva versión.
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-¡Apuraos, turba regocijada pero combativa, porque los gigantes pueden atacar de un momento a otro! –anima Don Quijote a los suyos. Los labriegos construyen una trinchera tras otra pero los gigantes no se atreven a atacar todavía. Don Quijote les advierte. -No os engañéis gente de bien. Los gigantes quieren que nos descuidemos y bajemos nuestra guardia por eso debemos ahora estar más alerta que nunca. En lo adelante se dedican a hacer ejercicios de preparación combativa frente a los molinos para que vean que no tienen ningún miedo. Por fin entran en acción... contra un grupo de habitantes de la ínsula Barataria que al parecer quería desertar para regresar a su casa o venderse al enemigo, nunca se sabe. Luego todo vuelve a la normalidad y Don Quijote y sus seguidores siguen vigilantes cada movimiento de los gigantes. Al final avanza nuestro caballero sobre los gigantes y les dice que dejen de tratar de engañarlos diciendo que son gigantes, que todos saben que sólo se trata de molinos, y les pide a los molineros que le vendan harina a precios módicos, o que se la regalen, que para algo son vecinos. --Y para terminar, el Coma-márquez escribe la más esperada de sus obras maestras: “Cien años de soledad”. La novela cuenta la historia del fundador del pueblo de Macondo, José Arcadio en Jefe, que convierte el pequeño pueblo en una potencia médica, educativa, cultural, deportiva, espacial y sexual de nivel mundial y a pesar de ello ve angustiado cómo todos sus habitantes, incapaces de apreciar tanta grandeza, escapan del pueblo y lo dejan frente a la plaza del pueblo comparando cifras de antes y después de la Fundación de Macondo (“antes de la Fundación el promedio de escolaridad de las prostitutas era de segundo grado y en la actualidad es de primer año de licenciatura, antes de la Fundación la producción anual de picadillo texturizado...”). La novela termina cuando al terminar de hablar, José Arcadio en Jefe se da cuenta de que se ha quedado solo, justo al cumplirse un siglo de haber comenzado el discurso, con lo que rompe el récord anterior de 99 años que también le pertenecía. No se puede decir que en su próxima vida el Comandante-García Márquez vaya a alcanzar logros inferiores a los actuales. Quizás eche en falta la intensa amistad de su otro Yo, el Comandante en jefe en su versión actual. Lo que sí es seguro es que los de la
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Deleted:
Asociación de Humoristas Independientes (AHÍ) no dejaremos de extrañarlo, sobre todo en días como estos en que la inspiración nos falla.
*Asuntos internacionales 32
(El resto del mundo –fuera de Cuba y Miami- también existe) El resto del mundo también existe
Ciertas supersticiones tienen una persistencia increíble. En la antigüedad la gente miraba para el cielo y viendo que el sol se movía de aquí (este) para acá (oeste) llegó a la errónea conclusión de que el Sol le daba vueltas a la Tierra. Después Nicolás Copérnico (siglo XII al XIX aproximadamente) dijo que en realidad la Tierra le daba vueltas al Sol y mal que bien la gente ha terminado aceptando esa teoría. Sin embargo cuando los cubanos hemos dado al fin con la verdad definitiva (que en realidad la Tierra gira alrededor de Cuba y Miami) nadie nos ha querido hacer caso. El poder de la ignorancia es ilimitado. (Como tantas otras cosas este descubrimiento se lo debemos en buena medida a nuestro Copérnico local, el apóstol José Martí. Fue él quien dijo que con la independencia de Cuba “es un mundo lo que estamos equilibrando” y que “un error en Cuba, es un error en América, es un error en la humanidad moderna.”. Y después la gente se pregunta que por qué la humanidad está como está.) Pero después de todo, los cubanos somos gente más bien modesta y no le damos importancia a nuestros descubrimientos. Colón llegó a América de pura chiripa y desde entonces se lo celebra como El Descubridor de América. Sin embargo en las últimas décadas los cubanos nos hemos dado a la tarea de descubrir todo el planeta y nadie nos lo reconoce. Somos definitivamente una raza incomprendida. Y créanme, habitantes del mundo exterior, que no ha sido fácil esto de descubrir el mundo. Dicen que el propio Colón tuvo que sobreponerse a la creencia de sus contemporáneos de que, a partir de determinado punto, el océano Atlántico se poblaba de monstruos terribles y luego el agua se precipitaba en el vacío. Nuestras condiciones para descubrir el mundo han sido, con diferencia, mucho peores. Los monstruos imaginarios de Colón eran cosa de niños. De acuerdo a nuestro noticiero y a nuestra prensa en general el mundo exterior (conocido científicamente como “el capitalismo”) era tan terrible y violento que de noche había que usar chaleco antibalas y un fusil automático si uno quería llegar vivo a la cocina o al 33
baño. Y si te veían caer en la calle nadie te recogía. Eso si había un policía cerca. Si no lo había los transeúntes aprovechaban para dispararte a la cabeza. Y en definitiva no era lo peor que te podía pasar teniendo en cuenta que en el mundo exterior, excepto ciertos consejos de ministros (todos corruptos por supuesto), el resto de la población estaba destinada a morirse de hambre. Para confirmar estos temores existía el hecho inobjetable de que los que salían nunca volvían: “Pobre Filiberto -pensábamos-, probablemente lo asaltaron cuando iba camino al baño”. Y luego nos preguntábamos: “¿Para qué habrá ido Filiberto al baño si seguramente hacía meses que no encontraba nada para comer?”. Lo cierto es que no se conoce pueblo más intrépido que el cubano, dispuesto siempre a descubrir nuevos territorios. ¿No ha ocurrido en más de una ocasión que gente que estaba pasando tranquilamente el día en una playa cubana han visto una lancha y se han montado en ella sin preguntar siquiera para dónde va? Estoy convencido de que el día que una nave espacial aterrice en La Habana, antes de que los extraterrestres tengan tiempo de decir “No se preocupen, venimos en son de paz”, la nave se les va a llenar de transeúntes gritándoles “Arranquen c... que esto ya se llenó”. Y así seremos los cubanos los primeros terrícolas en desembarcar en Saturno por ejemplo. Y al día siguiente se desencadenaría en La Habana una epidemia de tortícolis con la gente mirando para el cielo mientras se repiten para sus adentros: “La próxima nave que aparezca seguro que la cojo”. Pero el oficio de descubridores y conquistadores no es nuevo para nosotros. A bordo de embarcaciones mucho más frágiles que las carabelas de Colón los cubanos hemos descubierto y conquistado el sur de la Florida. A golpe de cartas de invitación hemos explorado los más recónditos rincones de Europa. A lomo de tanques nos hemos adentrado en las amenazadoras junglas africanas y enarbolando contratos de trabajo o licencias matrimoniales hemos descubierto países y continentes enteros. Y con decididos golpes de maracas hemos conquistado los oídos de todo el universo. Y aún así se nos disputa nuestra importancia universal, reduciendo la isla a esa deslucida metáfora de que Cuba es la Llave del Golfo. ¡Como si en este caso la llave no fuera más importante que ese golfo que supuestamente guardamos y todo el continente que lleva detrás! Aunque estemos más que conscientes del decisivo peso de Cuba en los destinos del universo, conviene de cuando en tanto echarle una ojeada al resto del planeta, no me
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vayan a acusar de chovinista o alguna otra injusticia de ese calibre. Porque hay otros problemas en este planeta que nos deben preocupar aunque sólo sea para ejercer la cortesía que a otros les falta con nosotros, los Insuperables Seres del Caribe. Pensemos por ejemplo en el calentamiento de la capa de ozono. Es un problema que nos debe preocupar a todos porque si la susodicha capa se sigue calentando no se sabe lo que irá a pasar. Algo terrible, sin duda, aunque no se me ocurre exactamente qué podrá ser. Aunque ahora que lo pienso mejor, la capa de ozono es la de los huecos. Sí, ya recuerdo. La capa de ozono cubre el planeta y tengo entendido que si no le abrimos más huecos para poder respirar a través de ella nos vamos a asfixiar. El que se calienta, además de ciertas especies de adolescentes ante determinados estímulos, es el planeta. ¿Se imaginan lo que va a pasar con el planeta si se sigue calentando? ¿No? Pues supongo que será lo mismo que a las calles en La Habana en verano, que el asfalto se empieza a hundir y a cuartear y a cada rato en esos baches desaparecen manadas de ciclistas o camiones. Pues eso es lo mismo que supongo que pase con el planeta: se va a llenar de huecos como la capa de ozono. Por eso estaba confundido. Entonces habrá peligro de que por uno de esos huecos desaparezca algún país pequeño como Mónaco o Luxemburgo. Aunque mirándolo bien no es tan terrible como la situación de los baches en La Habana. La UNESCO debería buscar soluciones y por ejemplo, empezar a llevar a Cuba cualquier país que de todas maneras esté condenado a desaparecer y usarlo de relleno de esos baches que tanto nos afectan. Y los beneficios serían mutuos. Todos estos países podrían contar con un magnífico clima tropical todo el año mientras que Cuba contaría con baches con un producto interno bruto anual de más de treinta mil dólares por persona. (Aclaración: aunque lo parezca, “producto interno bruto” no es una alusión al coeficiente intelectual de Pedro Ross, líder de los sindicatos oficiales cubanos, como algunos difamadores sugieren.) Otro problema es que los japoneses conquisten el mundo. Nadie se ha dado cuenta pero el otro día tuve una revelación. Resulta que me encontraba en una cafetería y adivinen lo que vi. Nada menos que a una japonesa enseñándole una fotos a otra japonesa. Me dirán que qué tiene que ver eso, siendo tan conocida la tendencia de los japoneses a tirar fotos. Pues precisamente por eso. Siempre estuve convencido de que el hecho de que los japoneses se pasaran todo el tiempo tirando fotos no quería decir que tenían intenciones
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de revelarlas. De hecho pensaba que los japoneses, pueblo amigo de las bromas, ni siquiera le ponían rollos a las cámaras. No podía imaginar que los japoneses realmente tiraran fotos y encima las revelaran porque con la frecuencia con que lo hacen pronto no habría espacio en este planeta para poner todos sus álbumes de fotos. Pero la revelación que tuve en la cafetería me tiene aterrado. Si todos los japoneses realmente revelan sus fotos sólo es cuestión de tiempo, posiblemente semanas, para que decidan invadir el resto del planeta sólo para tener dónde poner sus álbumes de fotografía. Eso, a menos que la ONU tome cartas en el asunto a toda prisa y le ofrezca a cada japonés cambiarle sus cámaras tradicionales por digitales. Pero uno de los mayores problemas de la actualidad es sin dudas el terrorismo islámico. Los terroristas están dispuestos a cualquier cosa con tal de detener lo que ellos entienden como la amenaza que representa el mundo occidental. Es decir, los terroristas son tipos dispuestos a volar media humanidad con tal de no tener que oír cantar a alguno de los Iglesias o a Britney Spears o ver películas de Silvestre Stallone. Cualquiera los entiende. El resultado más inmediato ha sido la guerra antiterrorista que consiste en hacer estallar a los terroristas y sus alrededores, o a veces sólo los alrededores. Y con ello estamos a punto de presenciar una guerra con Iraq. Ya se sabe, pronto veremos en la televisión bombas cayendo sobre Bagdad y luego, a petición del público, repeticiones en cámara lenta. Pero después de todo, eso no es lo más preocupante. Que conviertan a la antigua Mesopotamia, cuna de la civilización humana, en una réplica actual de la Luna no es tan terrible. (Entre otras cosas el experimento vendría a demostrar una vieja teoría que dice que la humanidad proviene de la Luna.) Lo verdaderamente preocupante son los resultados de una encuesta reciente de la revista National Geographic. Según la encuesta, un por ciento bastante bajo de los norteamericanos supo ubicar en el mapa a su propio país. Eso para no hablar de los que supieron decir dónde estaba Afganistán: unas treinta personas en toda la Unión. Si es lógico que de ese por ciento que reconoce en un mapa dónde está Estados Unidos la mayor parte son profesores de geografía, del resto ¿cuántos trabajarán para el Pentágono? Muy pocos, por supuesto. Sospecho que buena parte del éxito militar de Colin Powell lo debe a que era el único oficial de su graduación capaz de ubicar en un mapa el Golfo Pérsico. Debemos concluir que la ubicación de los Estados
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Unidos se ha convertido en información altamente clasificada. Sus razones (de seguridad) tendrán. De cualquier modo hay bastantes razones para echarse a temblar cuando el Pentágono anuncie algún bombardeo. Nada garantiza que algún piloto tenga una idea aproximada de en qué parte del mundo deberán caer las bombas. De ahí la reticencia de los alemanes, por ejemplo, a apoyar la guerra. Deben estar aterrados de que caiga en manos de algún piloto un mapa de la Segunda Guerra Mundial y en lugar de atacar Bagdad vuelvan a bombardear Berlín. Alguien me dirá que para eso los americanos tienen bombas inteligentes. Pero me pregunto si por inteligentes que sean las bombas serán capaces de enseñarle geografía a las tropas norteamericanas. Definitivamente, si los norteamericanos quieren hacer frente al terrorismo deben tomar medidas urgentes para solucionar el problema de su actual ignorancia geográfica. Se impone una medida audaz, como por ejemplo, pedir asesoría a los líderes mundiales en conocimientos geográficos. Me refiero por supuesto a nosotros mismos, los cubanos. Nuestro sistema de enseñanza es simple pero eficaz. Primera lección: tomando como centro del mundo a Cuba, Estados Unidos se encuentra para arriba (norte), México a la izquierda (oeste). Segunda lección: geografía en tiempo de guerra. ¿Cómo ubicar Iraq? Se va hacia al este, saliendo de La Habana, como quien va para Santiago de Cuba pero sigue bastante más para allá. En todo caso es mejor que se haga el viaje por aire. Es que si se va por la autopista nacional va a ser imposible llegar. No sólo porque la autopista no haya llegado todavía a Camagüey. Es que también por la autopista se corre el riesgo de tropezar con cualquiera de sus miles de baches y caer por ejemplo en Mónaco o Luxemburgo. Y la caída de tantos soldados terminará por disminuir de manera drástica el producto interno bruto de los baches cubanos. O por aumentarlo.
Oficio complicado Para los que estén en estos momentos buscando trabajo, una advertencia: evite empleos peligrosos, con demasiada responsabilidad. Y no me refiero por ejemplo al de piloto comercial sobre todo ahora, cuando se corre con el peligro adicional de ser relevado de sus funciones en plena jornada laboral. Un puesto de trabajo a evitar sería el de presidente
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de Colombia pero por razones diferentes. Ya han quedado atrás los tiempos en que los presidentes latinoamericanos eran liberados de sus funciones en plena jornada laboral sin opción a cobrar el seguro de desempleo. Quizás la mayor dificultad a la hora de trabajar como presidente colombiano es aquello a lo que se le llamaría perfil laboral. Se supone que si uno es piloto de avión su trabajo precisamente sea el de pilotar aviones y si es presidente de un país su trabajo sea el de presidir un país. Para un presidente colombiano las cosas no son tan claras. La ocupación principal de un presidente colombiano no es presidir el país sino negociar. Es como si a un piloto de avión se le pidiera que en lugar de hacer volar el avión se dedicara a arreglarle las uñas a los pasajeros. Pero el problema no termina allí. Es que es más difícil negociar la paz en Colombia que arreglarle las uñas a todos sus habitantes. El asunto es que el producto que debe vender o comprar (eso tampoco acaba de estar claro) es la paz. Y no se debe a la escasez de demanda del producto, al menos en el mercado nacional. No hay colombiano al que se le pregunte sobre el asunto que no afirme sinceramente que ese producto es lo que más desea. El problema de la paz a negociar es lo que un especialista en marketing llamaría “falta de credibilidad del producto”. Intente, si le sobra tiempo, pedir en cualquier comercio un poco de paz colombiana y encontrará la misma agresiva ironía que si le pidiera un Cubalibre a un camarero cubano. Eso, a menos que piensen que Paz Colombiana es un nuevo sobrenombre de la cocaína. (Los que crearon el nombre de Cubalibre han desaprovechado las potencialidades de su sistema. Nadie puede calcular las posibilidades comerciales de algo que se llame Próspero Haití o Argentina Feliz). Y esa no es la única dificultad. También hay que tener en cuenta con quién se negocia el producto. El jefe de la principal guerrilla colombiana, el comandante Tirofijo no es precisamente un experto en eso de la paz. Seguramente no será culpa de él pero el hecho es que no ha acumulado experiencia alguna sobre el asunto. Y además siempre habrá que reconocerle la cuestión de la antigüedad. Cuando el actual presidente colombiano jugaba fútbol en el patio del colegio, ya Tirofijo hablaba de retirarse como guerrillero. Y es que ha sido toda una vida dedicada a curtirse en el arte de la guerra de guerrillas, más o menos como desde la llegada de Hernán Cortés a México. Cuando aquello según cuentan los viejos códices aztecas, el entonces aprendiz de guerrillero formó parte de un contingente internacionalista que enviaron los chibchas colombianos a reforzar las tropas de
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Moctezuma, engarrotadas de pánico ante los caballos de los españoles. Entre los aztecas se le conoció con el sobrenombre de Tepinchoelcuatl que significaba en lengua nahualt Flecha Certera. Con el tiempo Tepinchoelcuatl modernizó su sobrenombre por el de Tirofijo para poder seguir la marcha de la historia y de paso aprendió a perderle el miedo a los caballos y con el tiempo hasta a los aviones y a los tanques. Pero eso sí, entre una cosa y otra nunca ha tenido oportunidad de aprender los rudimentos de la paz. Y lo que más le debe preocupar es que si al final aprende, qué va a hacer con su sobrenombre. ¿Cambiarlo por el de Manosuave o el de Yonofui? El otro problema es el método para negociar la paz. Con una idea un tanto curiosa de lo que es la negociación, Pastrana ha decidido que el mejor modo de estimular al comprador o vendedor de la paz –eso todavía no hemos podido dilucidarlo- es cediendo parte del territorio nacional, algo así como las muestras gratuitas que se ofrecen a los clientes potenciales. O quizás el presidente ha pensado que para que haya negociaciones justas hay que asegurar primero una equiparación entre las partes. El asunto es que a la guerrilla no le ha parecido suficiente y ahora el presidente colombiano, empieza a tener un déficit de territorio con el que continuar negociando: su contraparte alega que todavía se siente apretujada, hacinada y sin espacio suficiente para ejecutar un movimiento tan sencillo como sacarse el fusil del hombro. No se trata de una situación sin salida sin embargo. Cabe la esperanza de que, como un anterior ocupante del mismo cargo, César Gaviria, Pastrana ocupe a su vez el cargo de presidente de la OEA. Así, con el apoyo del resto del hemisferio tendría más libertad para maniobrar y por ejemplo dejar que la guerrilla tenga espacio en el que hablar cómodamente de paz. Digamos que hasta la misma frontera de Canadá. Detrás de ésta se reuniría el resto de la población del continente no involucrada en el conflicto lo que de paso resolvería el problema de despoblación que siempre han padecido los canadienses. Claro que surgirían problemas previsibles como convencer a un barranquillero sobre las bondades de vivir en Terranova o la dificultad de subvencionar las cuentas de calefacción para tanta gente. No es una solución sencilla pero como debió haber dicho Dios cuando creó los cielos y la tierra, “por algo se empieza”. Eso de paso dejaría libre el empleo de presiente de Colombia, pero entonces ¿usted se atrevería a ocuparlo?
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Soluciona tu problema ¿Te sientes falto de amor, solo, marginado, falto de horizontes? ¿Te sientes en fin como un hispano indocumentado o un negro pobre? No lo dudes un momento, enrólate en Al Qaeda, la organización terrorista que tanto ha dado que hablar en los últimos tiempos. Para ello no se requiere ser musulmán y ni siquiera una vocación definida por matar al prójimo. Basta una buena barba o en su defecto un certificado médico de impotencia capilar. Si quieres asegurarte, lleva contigo un documento que atestigüe que has odiado a los Estados Unidos ininterrumpidamente en los últimos 5 años. A los efectos puede servir también el comprobante de subscripción a cualquier periódico argentino de izquierda. De cualquier manera no te preocupes: con la escasez de personal que vienen padeciendo en los últimos tiempos, los terroristas están bastante flexibles. A partir de entonces, ya aceptados tus servicios por parte de Al Qaeda, tus preocupaciones deberán ser fundamentalmente tres: el entrenamiento militar, la preparación ideológica y la hora del baño. El entrenamiento militar en esta organización tiene fama de ser riguroso. Así que debes estar dispuesto a pasar las más difíciles pruebas aunque en principio no les halles mucho sentido. Así que si te ordenan lanzarte repetidamente de cabeza contra una pared no lo dudes y obedece. En su debido momento tu entrenador te aclarará que a la hora de la verdad contarán con aviones reales para ejecutar esa misma acción. En cuanto a la preparación ideológica su dificultad no estriba en la asimilación de la ideología propiamente dicha sino en lo que se conoce como diferencias culturales. (No deberás confundir los ejercicios de tiro al blanco a televisores con el entrenamiento militar: se trata en realidad de una parte fundamental de la preparación ideológica). Cualquiera reconocería la ímproba tarea de extraer algún significado de la serie de culebritas y punticos de que consta la caligrafía árabe, sobre todo, teniendo en cuenta que esas culebritas avanzan en sentido contrario a nuestras letras. Abandona pues la idea de aprender árabe y limítate a mover la cabeza de derecha a izquierda cada vez que tengas el Corán delante y a repetir lo que dice el de al lado durante las oraciones. Si te piden que comentes alguna parte del libro sagrado elige la parte de la contabilidad pues tengo
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entendido que los números árabes son iguales a los nuestros. En cuanto al baño, si no eres aficionado a los contactos sexuales con personas de tu mismo sexo toma las precauciones necesarias teniendo en cuenta que la mayoría de tus compañeros de baño no han visto una mujer desnuda y sin velo desde al menos un par de encarnaciones, así que podrían confundirse. Si eres aficionado a dichos contactos deberás tener aún más cuidado. Por las mismas razones anteriores una insinuación poco discreta terminaría con la muerte por asfixia o aplastamiento a manos del grueso de la tropa. La hora del baño sin embargo tiene sus ventajas entre los miembros de Al Qaeda y la principal es que su baja frecuencia reducirá el peligro a un par de veces al año en el peor de los casos. Pensándolo bien, tales advertencias son bastante innecesarias si tenemos en cuenta que los marines norteamericanos aparecerán por los alrededores antes de que tengas tiempo de ir por primera vez a bañarte o antes de que te exijan deletrear la palabra “Alá”. El próximo paso sería el de caer prisionero, pues sin eso dejaría de tener sentido el plan que te propongo. Ésta posiblemente sea la parte más difícil del asunto si pensamos en que el ejército de los Estados Unidos cuenta con bombas capaces de seguir el rastro de un terrorista. A tal efecto hay bombas capaces de detectar el aliento de alguien que haya comido shish kebab más de tres veces en una semana. Evita esconderte en cuevas porque para ellas el siempre eficiente Pentágono ha diseñado bombas de succión capaces de extraerte los empastes de los dientes y hasta los dientes sanos sin hablar de partes más sensibles como las córneas o el sistema digestivo completo por cualquiera de sus dos extremos. A partir de entonces ya todo empieza a cobrar sentido. Adiós a la soledad, a la marginación, al desamor. Y no es que tus captores estén dispuestos a tratarte especialmente bien. Recuerda que eso de que “la guerra es la diplomacia por otros medios” es tan sólo una metáfora. Se trata del aluvión de interés y humana preocupación por que se respeten tus derechos de acuerdo a la Convención de Ginebra sobre los prisioneros de guerra por parte de organizaciones que van desde la Cruz Roja y Human Rights Watch hasta cualquier sociedad protectora de animales. Ellos velarán por que recibas trato, alojamiento y comida adecuados de los que quizás carecías cuando decidiste lanzarte a esta aventura. (Ese será el momento en que podrás comprobar por cuenta propia que la Convención de Ginebra ofrece más beneficios que el welfare y el medicare juntos). Va y la suerte te acompaña y hasta entablas una relación tierna pero
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necesariamente distante con alguna de las cooperantes de estas organizaciones, conmovida por tu imagen de muchacho perdido pero redimible. Tus guardianes se verán obligados entonces a ofrecerte estos servicios y llevados quizás por el entusiasmo universal que te rodea te ofrecerán servicios adicionales. El pelado y afeitado gratis será uno de ellos, no para violar tu derecho a demostrar tu potencia capilar como algunos piensan sino preocupados porque en tu barba puedas ocultar alguna ametralladora o lanzacohetes de contrabando, o al mismísimo Bin Laden, deseoso de compartir la suerte de sus compañeros aunque conservando el anonimato. También te ofrecerán como consuelo espiritual un ejemplar del Corán expurgado de las peligrosas adiciones que le introdujo Osama Bin Laden. Se conoce que en los ejemplares que circulaban entre los miembros de Al Qaeda entre versículo y versículo se introducían instrucciones para fabricar bombas caseras, inspiradas eso sí, en una receta de pastel de camello creada por el propio Mahoma. En la versión que te entregarán, estas adiciones serán sustituidas por alusiones veladas a la Coca-Cola, las McDonalds y los últimos estrenos de Hollywood que, diga lo que se diga, por lo general no matan a nadie. Lo demás, si te cabe la suerte de estar entre los trasladados a la Base Naval de Guantánamo, se resumiría a disfrutar del delicioso clima tropical y de las largas conversaciones con agentes de la CIA. Ellos también están ávidos de comunicación, de contacto humano. Cierto que el tema de las conversaciones girará casi exclusivamente sobre todo lo que sabes de tus jefes. En tales ocasiones evita ser parco. Cuéntales cualquier cosa, incluídas tus experiencias a la hora del baño, pues son gente que se molesta con los tipos poco conversadores y es mejor que no te explique el modo que tienen de demostrar cuán molestos están. Debo explicarte que hay algo que puede interrumpir un panorama tan promisorio. No es excluible que, enterados de los beneficios que otorga la Convención de Ginebra, los cubanos del otro lado de los límites de la Base decidan autosecuestrarse en masa y exigir un canje por ustedes. En caso de que los norteamericanos rechacen el canje no hay de qué preocuparse. Sin embargo, en caso contrario, no quiero atemorizarte pero vas a desear sentirte de nuevo como hispano indocumentado o negro pobre.
El Nobel y yo
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Les cuento: esta vez el premio Nobel de Literatura me picó cerquita. En serio. Y no es que haya estado entre los finalistas, ni que haya sido nominado, o que alguien cercano en un momento de euforia (preferiblemente etílica) me haya dicho “Enrisco, si por mí fuera te diera el Nobel y hasta las llaves del carro por un par de horas”. Nada de eso. No he sido nominado para el Nobel aunque muy bien podrían hacerlo. Ya sé lo que muchos de ustedes estarán pensando. “¿Cómo le van a dar a ése el premio Nobel de Literatura si ni siquiera sabe escribir?” Les podría responder: ¿acaso a Yasser Arafat y a Simón Peres no les dieron el Nobel de la Paz? Además, reto a cualquiera que diga que no sé escribir. Si las líneas anteriores no son suficientemente convincentes apelo al testimonio del comandante en jefe. ¿Acaso no ha dicho cada vez que tiene un micrófono a su alcance – o sea, todo el tiempo que permanece despierto- que el país del cual provengo es el más culto del mundo y que el 8700% de la población cubana sabe leer y escribir? Creo que con ese autorizado testimonio basta. Las estadísticas están de mi parte. Yo, como el 8700% de mis compatriotas reúno todas las condiciones para obtener el premio Nobel y si hasta ahora no ha sucedido es por una gigantesca conspiración internacional que incluye jueces sobornados y análisis antidoping adulterados. Pues bien, si digo que el Nobel de este año me picó cerca es porque el ganador, el escritor húngaro Imre Kertész es, como quien dice, alguien de la familia. Resulta que la compañera de trabajo con la que comparto la oficina es húngara. Pero eso no es todo, ella (y esto es lo más serio que he dicho en años) no sólo lo conoce personalmente sino que además, en sus años mozos, el más reciente premio Nobel le propuso matrimonio. (Mi amiga haciendo honor a la tan comentada intuioción femenina le dijo que no. Esperar 40 años por una llamada desde Suecia y, mientras tanto, andar de puntillas por la casa para que el marido pudiera escribir sus obras maestras no le parecía demasiado atractivo). Hasta ahora es lo más cerca que he estado del premio Nobel pero ya es un paso de avance. Cualquier día se lo darán a un dependiente de la farmacia de los bajos y después de eso no tendrán más remedio que llamarme para preguntarme si estoy dispuesto a darme una vuelta por Estocolmo. Mientras ese día llega, cada vez que suena el teléfono y preguntan por mí con una voz neutra mi pulso se acelera y grito al teléfono “Sí, soy yo” para descubrir que es alguien proponiéndome cambiar de compañía de teléfono. (Aquí en Estados Unidos 9 de cada 10 llamadas son para preguntarte si quieres cambiarte de
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compañía de teléfono. La décima es casi siempre de tu compañía actual pidiéndote por favor que no le hagas caso a las otras nueve llamadas. Empiezo a sospechar que el correo electrónico lo inventó alguien que quería comunicarse con su familia pero no podía porque sus parientes no se atrevían a coger el teléfono temiendo que se tratara de alguna compañía telefónica) Pasada la euforia de sentirme tan cerca del premio Nobel llega la hora de reconsiderar los hechos tal y como son. No es que me sienta despechado porque por este año no me haya tocado el Nobel, pero uno se pregunta ¿cómo es que no le han dado hasta ahora el premio a un representante del pueblo más culto de la tierra y en su lugar se lo dan a un representante de un idioma del que ni siquiera se puede decir que existe? ¿Han oído hablar alguna vez a un húngaro? ¿En húngaro? El sonido es lo más parecido al que hace una máquina de escribir eléctrica tecleada por mí –es decir, a un promedio de cuatro palabras por minuto. La diferencia estriba en que después de que una máquina de escribir es tecleada, incluso por un niño de dos años, el resultado es mucho más inteligible que un diálogo en húngaro. Cualquier conversación en húngaro puede resumirse en una especie de teke-peke-mepke-teke y uno sospecha que ese teke-peke-mepke-teke puede servir lo mismo como declaración de amor que para dar el pésame por la muerte de un gato. Hagan la prueba. En una película húngara los protagonistas pueden lo mismo discutir las cifras anuales de producción agrícola que estar en medio de una furiosa batalla sexual. Lo único que uno escucha es ese teke-peke-mepke-teke. Por todo eso empecé a sospechar que en realidad eso del idioma húngaro no era más que una broma colectiva ideada por los húngaros para ver la cara de idiota que pone uno cuando los oye hablar: -¿Teke-peke-mepke-teke? -Teke-peke-mepke-teke. -¿Teke? -Mepke. Durante bastante tiempo ese fue el principal motivo de las bromas que le hacía a mi compañera de oficina. De nada valía que ella se defendiera mencionando los premios Nobel ganados por húngaros (doce hasta el otro día), o los aportes de los húngaros a la humanidad (el carburador, el bolígrafo, la síntesis de la vitamina C, el reactor nuclear, la computadora y el cubo de Rubik por poner ejemplos). A mí me bastaba con oponerle los
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aportes cubanos que han asombrado a la humanidad como la balsa de neumático de tractor, el son, el picadillo texturizado, Ubre Blanca, la Nada (cuya fórmula más elemental es el pan con tortilla sin pan y sin tortilla), las Marchas del Pueblo Combatiente, el sistema de ticket y pre-ticket, los CDR, o la clave cubana cuya fórmula es: pa-pa-pa, pa-pa que suena bastante parecido a una conversación húngara pero que tiene la ventaja de que se puede bailar. Los húngaros, le argumentaba yo, tan inteligentes que parecían ser, ni siquiera habían sido capaces de inventar un idioma decente o, en su defecto, de tomarlo prestado como habíamos hecho nosotros y hacerle los cambios necesarios para poder cantar guaguancó. Mi amiga me replicaba débilmente que ellos tenían también músicos de la talla de Bela Bartok. Pero claro –le respondía- Bartok tuvo que dedicarse a la música clásica para disimular su incapacidad de ponerle música a una letra que dijera “teke-peke-mepke-teke”. Y entiendo a Bartok. Ni Chano Pozo (el autor de “Blen-blen-blen, blen-blen”) hubiera logrado algo decente con eso. No, de nada valía que mi amiga intentara defenderse mencionando la larga lista de personajes famosos húngaros o de origen húngaro como Paul Newman, Tony Curtis, Jessica Lange, Bela Lugosi, el más famoso de los intérpretes de Drácula, o el gran mago Houdini. Todos ellos, le replicaba yo, habían tenido que hacerse famosos en un idioma más o menos real. Y sobre la lista respetable de premios Nobel le expuse que ese dato no venía más que a reforzar mi teoría de que el idioma húngaro no existía. Incapaces de comunicarse con lo que ellos llamaban idioma (teke-peke-mepke-teke) un buen día decidieron comunicarse a través de fórmulas físicas y químicas. Así que cuando trataban de decir algo tan elemental como “Necesito algo para el catarro” no les quedaba otro remedio que dar con la fórmula de la vitamina C. La necesidad obliga. Así fue que logré sostener la superioridad de Cuba, la Perla de las Antillas, la Llave del Golfo, hasta que llegó el día en que, como dije al principio, el premio Nobel casi me toca a mí. Y en ese “casi” está la diferencia porque la Academia Sueca en lugar de reconocerme a mí como representante del pueblo más culto del mundo, le dio el premio a un húngaro. Fue entonces que finalmente firmé mi rendición. Si los suecos -que como no pueden pasear por un parque sin peligro de congelarse tienen todo el tiempo del mundo para pensar en esas cosas- habían determinado no sólo que el húngaro era un idioma sino que además tenía un representante digno de recibir el premio Nobel, yo debía aceptar mi
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derrota. Todos los argumentos que había usado anteriormente se volvían en mi contra. Resultaba que Hungría, la Perla de los Cárpatos, no sólo era capaz de producir más científicos con premios Nobel que Cuba presidentes sino que además podía producir literatura reconocida por tipos cuyas únicas ocupaciones son leer y subir la calefacción. ¿Cómo podía un país con la misma población que Cuba (once millones) e incluso un poco más pequeño tener éxito en tan diferentes campos? Mi amiga se compadeció de mí y me explicó un secreto de la lengua húngara que quizás explique su reciente premio Nobel e incluso su desarrollo en ramas tan distintas del saber. Resulta que mientras nosotros apenas tenemos una palabra para designar la sustancia que segregan las membranas mucosas de la nariz, el idioma húngaro tiene dos para diferenciar el grado de consistencia de la sustancia: takony si se encuentra en estado acuoso y fika si ha alcanzado un estado más o menos sólido. Imposible superar algo así. Un pueblo que haya tenido lucidez suficiente para dar nombres diferentes a diferentes estados de una sustancia en apariencia tan insignificante es capaz de todo. Esa sabiduría está en la base de sus logros, desde el cubo de Rubik hasta los reactores nucleares. De manera que llamo a mis compatriotas a que antes de emprender cualquier tarea de engrandecimiento de nuestra nación busquémosles equivalentes a esas palabras que forman la piedra filosofal de la sabiduría húngara: takony y fika. Cualquier sugerencia será estudiada pues ya es hora de que nuestro país consiga un premio Nobel, ya sea que se lo den al de la farmacia de los bajos o, preferiblemente, a mí. Pero para eso no es recomendable tener todo el tiempo el dedo metido en la nariz buscando material de estudio o inspiración. Hay fikas tan escurridizos que bien merecen un premio Nobel.
Polémica en bronce Primero fue la foto. Tres bomberos que participaban en el rescate de las víctimas de las Torres Gemelas de Nueva York encontraron entre los escombros un asta sobreviviente y decidieron izar en ella una bandera norteamericana. Nadie dudó del simbolismo de la imagen. Luego se asumió que había sido un momento histórico y se decidió inmortalizarlo en bronce para homenajear a los bomberos y con ellos a toda la ciudad. Allí empieza la polémica. Resulta que los bomberos de la fotografía eran blancos y
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muchos pensaron que ése, como todo momento histórico, era representativo pero no lo suficiente. De este modo empiezan a exigir que para corregir esta limitación de la historia se sustituyan dos de los bomberos blancos por uno afroamericano y uno latino. Que Washington y Lincoln fueran blancos, que todos los firmantes de la Declaración de Independencia también lo fueran y que hasta blanco fuera el caballo blanco de Napoleón ya resultan datos históricos irreparables pero esta vez estamos a tiempo para evitar esa especie de maldición monocromática. Ciertamente, si queremos saltar ciertos escrúpulos historicistas para conseguir una mejor representatividad, la reforma del monumento propuesta me parece de una timidez imperdonable. ¿Qué dirán los representantes de todas las variantes étnicas, religiosas o sexuales que existen en una ciudad como Nueva York cuando se vean excluidos de tal monumento? ¿Que dirán los chinos o los vietnamitas, los hindúes o los budistas, las mujeres o los travestis, los impedidos físicos o los mentales, los gays o las lesbianas y sus respectivas variantes? Porque también hay que pensar en los brasileños judíos, los gays tetrapléjicos
o
los
afroamericanos
vegetarianos.
Para
conseguir
una
total
representatividad lo más justo sería reproducir en bronce a toda la población de la ciudad con turistas incluidos, reunidos en torno al asta en el acto de izar la bandera. Sin embargo, tal proyecto, aunque justo, tropieza con límites de presupuesto y con la idea de que un monumento debe conseguir algún nivel de síntesis. Haciendo una reducción a lo elemental he calculado que con incluir en el monumento unas 120 figuras sería suficiente para no herir la suceptibilidad de los variados grupos que componen la ciudad. De este modo y, para no afectar el presupuesto original de la obra, con el mismo material con que se hubieran fundido tres figuras de tamaño natural, ahora cada uno de los bomberos representados mediría 1.8 pulgadas, con lo que de paso se reafirma la idea de que el heroísmo verdadero debe llevar su toque de modestia. Resuelto quiénes serán representados en el monumento, falta señalar cómo lo serán. Propongo que por ejemplo el bombero/a latino lleve un sombrero charro, unas polainas de gaucho y si acaso una maraca para que los caribeños no se sientan excluidos. El bombero impedido físico puede ir sentado en una silla de ruedas aunque para el discapacitado mental la cosa se complica y no se me ocurre otra salida que representarlo con un dedo metido en la nariz. De cualquier manera con el nuevo tamaño propuesto para
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las figuras, la mayoría de los detalles serán imperceptibles y bastará que se señale a cualquiera de ellas para asumir que la figura corresponde al grupo en que uno se quiera incluir. Así toda la ciudad se sentirá tirando a un mismo tiempo de la cuerda que iza la bandera de bronce que será (para garantizar la representatividad) la de las Naciones Unidas.
Derribando barreras
En estos días ha ocurrido un hecho que sin dudas deberá inscribirse como uno de los hitos en la larga batalla por la igualdad de la mujer. Un hecho comparable con los dos premios Nobel de Marie Curie o el primer viaje al espacio de una astronauta rusa. Si hace un siglo las mujeres todavía luchaban por su derecho a votar, poco a poco han ido arrancándole a los hombres la exclusividad de la mayoría de las actividades que antes se entendían como privativas de éstos. Ahora, finalmente se ha asaltado uno de los más tenaces reductos de la exclusividad masculina y hoy, tras el sacrificio heroico y bastante literal de una de sus representantes, el género femenino puede contar con la primera mujer bomba.* El hecho ocurrió en Jerusalén donde una mujer palestina hizo estallar la carga que portaba matando a una persona e hiriendo a más de un centenar. El que haya ocurrido allí tiene una significación especial. En un lugar donde los atentados suicidas se han convertido en una rutina y donde sus habitantes para referirse a un hecho ocurrido una semana atrás dicen “hace siete bombas que...” es sin embargo altamente significativo. En una sociedad en que las feministas tienen entre los objetivos de mayor alcance de su agenda elevar las faldas a la altura del tobillo, este hecho viene a significar un gran salto hacia adelante. Si sus colegas occidentales han ido destruyendo poco a poco las barreras de la tradición, la mujer palestina ha quemado etapas en lo que sería su camino a la liberación definitiva. Y es que no es lo mismo acceder a empleos de gran responsabilidad o de alto riesgo que imponerse en una profesión de máximo riesgo garantizado como es la de hacerse estallar en cualquier sitio céntrico de la ciudad. La que así ha obrado será un ejemplo para sus compañeras de género en todo el mundo y ha dado un paso decisivo en el descubrimiento de las potencialidades que cualquier mujer tiene de estallar con todo a su alrededor. No importa la brevedad de su apostolado. Esos explosivos segundos
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bastarán para marcar el camino de nuevas conquistas y, de paso, mantendrán a raya, por ejemplo, a los maridos abusivos que a partir de ahora nunca estarán seguros de si tienen delante de sí una de esas mujeres tradicionales o una dispuesta a estallar delante de sus narices. Ante la duda no tendrán otro remedio que tomar las cosas como vengan y comportarse con la paciencia y la delicadeza de un zapador o un maquillista. Eso sin contar los que tengan la certeza de estar casados con una mujer bomba que, les guste o no, deberán quedarse a cuidar de los niños y la casa mientras su mujer se dedica a tan trascendente misión. Ya que la mujer palestina ha accedido a tan exclusiva profesión ahora faltaría saber si será retribuida de la misma forma que sus colegas masculinos. Sería terriblemente injusto que sus familiares no recibieran los 25 000 dólares que reciben las familias de sus colegas en reconocimiento por los servicios prestados o que no se le incluya en la abundante galería de mártires voluntarios. No menos injusto sería que a su llegada al paraíso coránico no reciba un trato equivalente a sus compañeros de lucha. Si a éstos los esperan setenta bellas huríes per cápita, ellas no merecen menos que igual número de mancebos. La realidad es que en el diseño del paraíso islámico no se había contemplado el aprovisionamiento de mancebos para la satisfacción de las heroínas. En cualquier caso deberemos confiar en que Alá Todopoderoso tenga recursos para satisfacer esta imprevista demanda. Y es de suponer que en este caso nuestra heroína y aquellas que la imiten en el futuro, no se vean obligadas, por ejemplo, a lavarle la ropa a setenta tipos a riesgo de que el paraíso se convierta para ellas en una de las variantes más perversas del infierno. Mientras en el más allá se las arreglan para preparar la llegada de las nuevas huéspedes, acá no deberemos ser menos. Erijámosle un monumento a quien ha tomado tan trascendente decisión señalando nuevos derroteros a sus congéneres. Propongo que la estatua capte a la heroína justo en el momento culminante de su hazaña, en todos sus matices y por tanto sugiero que su ejecución se le encargue a un escultor de la escuela del expresionismo abstracto. Algo así como un cuadro de Jackson Pollock pero en tres dimensiones. Estoy seguro de que en este caso nadie se atreverá a discutir el parecido con el original. *En realidad se trata de la segunda mujer bomba de la que tengamos noticia. Anteriormente, en 1991 una guerrillera tamil se había hecho estallar para acabar con la vida del ex-primer ministro
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indio Rajiv Gandhi. Por circunstancias no del todo claras su condición de mujer-bomba nunca fue homologada aunque de cualquier manera considero indiscutible su condición de precursora.
*Relaciones públicas (Correspondencia no correspondida) 50
Carta a la UNESCO Sr. Director General de la UNESCO Estimado señor Federico Mayor: Aunque reconozco el insuperable esfuerzo que ha hecho su organización para conservar el patrimonio mundial le escribo en razón de un olvido imperdonable que se ha hecho en el caso de nuestro país, Cuba. Cierto que tanto el casco histórico de la Habana Vieja como la ciudad colonial de Trinidad han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad y que la recuperación que ambas experimentan hubiera sido poco menos que imposible sin la decisiva colaboración de la organización que dirige. Creo sin embargo que si nuestra isla ha hecho un aporte decisivo al patrimonio mundial de la humanidad no se trata de esas piedras viejas cuyos equivalentes se pueden encontrar con más o menos frecuencia en este mundo. ¿Qué son los quinientos años de nuestra capital en comparación con los milenios de las pirámides o de decenas de ciudades en Asia o el Mediterráneo? Nuestro país posee en cambio algo que sin duda alguna constituye nuestra contribución más original y determinante al patrimonio mundial. No se trata de un montón de piedras inertes con algo de historia sino de un ser humano que es la historia misma. Me refiero sin dudas a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro. ¿Qué ciudad vieja, catarata o pirámide se puede comparar con él? Quien por tanto tiempo ha dado orden y sentido a nuestras vidas es mucho más que eso. Tiene la historia de cualquier ciudad antigua, el ímpetu de una catarata y la experiencia de una pirámide. Eso junto a otras condiciones a los que ningún otro monumento o maravilla natural podrá nunca aspirar. Él es todo un símbolo mundial y por todas partes la gente que lo admira le podrá dar testimonio de lo que ha podido significar para la historia universal. No diré que se trata de una injusticia pero sí que solamente un modo demasiado estrecho de concebir y elegir los monumentos que integran la lista del Patrimonio de la Humanidad ha podido inducir a semejante descuido. Suponiendo que se encuentre fuera de toda discusión nuestra propuesta, quisiera pasar a un punto que se derivaría de la natural inclusión de nuestro comandante dentro del patrimonio de la humanidad. Se trata de su conservación. Aunque nuestro comandante mantiene unas condiciones envidiables para su edad y su historia, lo cierto es que hay que 51
tomar medidas urgentes para el mantenimiento de su monumental figura. Y es que como sabrá, el clima de nuestro país con sus altas temperaturas y su humedad ambiental no es el más apropiado para conservar un monumento de esa clase. Los múltiples insectos de estas latitudes son otra amenaza que conspira contra su protección y nuestro país carece de los medios para cuidar de este monumento como quisiéramos. Por si fuera poco, nuestro comandante, símbolo por antonomasia de la revolución y la utopía anticapitalista podría verse afectado por un entorno económico que progresivamente desentona con su inmaculada figura. Por la conservación de ese monumento único es que aconsejamos fervientemente su traslado a algún país que cuente con condiciones más apropiadas que las nuestras. Recomendamos a su vez que sea instalado en alguna institución que posea condiciones más idóneas para su mantenimiento. Si en el caso de otros monumentos declarados patrimonio universal no ha sido posible tomar esta medida, no ocurre lo mismo con la relativamente reducida y movible figura de nuestro comandante. Podría incluso optarse no por instalarlo en un sitio de modo permanente sino organizar exhibiciones itinerantes en las que sus admiradores de todo el mundo lo puedan contemplar a sus anchas. Los cubanos, que hemos disfrutado de su presencia durante tanto tiempo, no queremos ser acusados de egoístas. Pensamos que ya es hora de compartir una figura que excede con mucho los límites de nuestra estrecha isla. En las salas egipcias del Museo Metropolitano de Nueva York, o en medio a las colecciones de arte griego del Louvre de París, podrá ubicarse en un entorno más adecuado que el que nuestra pobre isla le puede ofrecer. Pensamos incluso que ante el universal y variado interés que despierta la figura de nuestro máximo líder sería aconsejable en extremo que se optara por su exhibición en piezas separadas en los diferentes museos del mundo. Así mientras unos podrían admirar la portentosa cabeza que tantos aportes ha hecho al pensamiento mundial, otros podrán apreciar sus brazos batalladores, otros sus infatigables piernas, otros la lengua de la que han nacido tantos memorables discursos o el dedo índice con que incansablemente ha sabido señalar al enemigo. A nadie se le podría negar la contemplación de, al menos, algún trozo de tanta grandeza. Cierto que será difícil para los cubanos acostumbrarnos a su ausencia pero, con sólo saber el servicio que le estamos prestando a toda la humanidad, nos sentiremos recompensados. Agradeciéndole que ponga en marcha nuestro plan con la mayor rapidez posible, se despide,
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El pueblo de Cuba
Carta a Carter (primera parte) Señor James Carter: Estimado ex presidente: Me imagino que esté encantado con el recibimiento que le han dado en mi país. Pero no debe asombrarse. El comandante tiene experiencia en el asunto. Cuando apenas dirigía una guerrilla de 15 hombres recibió a Hebert Mathews, periodista del New York Times y haciéndolos desfilar una y otra vez le hizo creer que eran un centenar. Imagínese ahora: con Cuba a su disposición perfectamente puede hacerle sentir a usted que ha llegado a Brasil. Pero no piense que están tratando de tomarle el pelo. La idea es que al visitante siempre se le ofrece lo mejor. Es que los cubanos somos así, hospitalarios. No queremos que usted venga y piense que está perdiendo el tiempo con eso del acercamiento. No queremos que se lleve la impresión de que se ha equivocado de país o de planeta cuando vea los cráteres a los que les seguimos diciendo baches para que no pierdan su sabor urbano. No vaya a ser que piense que está en la Luna, más específicamente en el lado oscuro si es que además lo sorprende un apagón. Por eso se le ha preparado un recibimiento con todas las condiciones, para que se lleve la mejor impresión. Si encuentra algo deteriorado el país desde su última visita hace 47 años tenga por seguro que es a causa del bloqueo de su país y de las agresiones. Las consecuencias han sido incalculables. Y no sólo a nivel económico sino también a nivel psíquico. Si, por ejemplo, a los cubanos se nos ocurre hacer un metro para aliviar el asunto del transporte en La Habana la tensión que la política de su país nos provoca es tanta que terminamos construyendo una trinchera, un refugio antiaéreo o un almacén de tanques. Pero no se preocupe porque nuestro gobierno hará todo lo posible porque se sienta como en casa. Aunque temo que el esfuerzo termine por confundirlo. Si pide, por ejemplo, visitar una cárcel y ver a los presos políticos me imagino que salga usted diciendo que, a excepción de las filtraciones del techo, las condiciones son casi tan buenas como las de un hotel. Pues lo más seguro es que lo hayan llevado a un hotel para el turismo nacional,
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de esos a los que tienen acceso los trabajadores destacados o los recién casados. (¡Qué idea la suya de andar visitando cárceles! ¿Cuando usted va a París pide que le enseñen una cárcel por dentro o va al Louvre como todo el mundo?) Para evitarle situaciones desagradables habrán trasladado a los presos al hotel por esta semana. Y a los huéspedes que previamente estén alojados en el hotel les habrán dado el uniforme de la prisión para no tener que interrumpir alguna luna de miel. Todas las señales que usted vea como indicios de que está en una prisión serán falsas. A excepción, claro está, de las filtraciones del techo que serán auténticas. Así que haga todas las observaciones que pueda. Si no contribuye a mejorar las condiciones de las prisiones al menos va a ayudar a mejorar las del turismo nacional. Insisto en que tenga cuidado con sus impresiones. Si en alguna ocasión cree que lo han llevado a visitar un auténtico campo de trabajos forzados (barracones lúgubres, baños que harían vomitar a una mosca) no se deje llevar por las apariencias. Lo más seguro es que esté en presencia de alguna de las famosas escuelas al campo. En ese caso lo mejor sería que dijera como de pasada que deberían implantar en las escuelas al campo el mismo régimen que en las prisiones que le han mostrado anteriormente. Las filtraciones ni las mencione. No vale la pena. Una de las primeras cosas que todo visitante ilustre debe hacer en Cuba es por supuesto ir a la remozada Habana Vieja. Tampoco se apresure y concluya que la Habana Vieja es monótona y circular. Lo más seguro es que le hayan hecho dar diez vueltas a la misma manzana. Es que usted sabe, a causa del bloqueo y esas cosas, todos los esfuerzos de reconstrucción han debido concentrarse en ciertas zonas y los sitios a los que no ha llegado la mano de los restauradores pueden causarle la misma impresión que una visita al lugar donde estaban las Torres Gemelas sólo que aquí todavía hay gente viva. Pero el plato fuerte de su visita supongo que será conocer de primera mano cómo funciona el sistema de salud cubano. Cuando lo lleven al hospital podrá comprobar las excelentes condiciones que disfrutan los pacientes: atención, medicinas, equipamiento médico de primera calidad y una comida adecuada y balanceada. Lo más impresionante sea quizás la facilidad que tienen los pacientes cubanos para los idiomas extranjeros. Eso tiene una explicación. Se trata en realidad de turistas extranjeros. Los cubanos en realidad ni siquiera se enferman, tan eficaz es la medicina preventiva. Cuando lo hacen prefieren
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tomar algún cocimiento o ir a hospitales donde la medicina occidental es considerada una aberración del pasado y curan trombosis con masajes, tratan el cáncer con acupuntura y sustituyen la anestesia con la hipnosis. Y si quiere saber lo que opinan los cubanos de todo esto no se tome la molestia de preguntarles. Vaya directamente al Granma, el órgano oficial del Partido Comunista y allí va a encontrar lo que piensa la gente. Es que en la calle el cubano se ha vuelto muy tímido y a lo que más puede llegar es a recitar los mismos párrafos que usted puede encontrar en el Granma sólo que con peor puntuación. O si no, mantendrán un silencio digno de una ostra fósil. De lo contrario pudieran tener que esperar el próximo siglo en un lugar un poco más lúgubre que una escuela al campo. Y el problema es que este siglo recién acaba de empezar. Ahora lo dejo que debe de estar muy atareado con el asunto de la visita. La semana que viene continuamos. Reciba un abrazo de, Un cubano
Un viaje fructífero. (Carta a Carter. Segunda parte) Estimado ex -presidente: No me gustaría agobiarlo con una carta demasiado larga sobre su viaje a Cuba sabiendo lo agotador que éste debe de haber sido para usted. Es que nuestro país está lleno de cosas impresionantes, de experiencias irrepetibles y nuestro comandante siempre anda deseoso de enseñárselas a visitantes ilustres como usted. De todo lo que tenemos a nuestra disposición para mostrarle lo más importante es sin dudas el propio comandante en jefe. A él lo pudo disfrutar en todas sus variantes conocidas: traje, guayabera y uniforme verde. Esta última variante es la única que tenemos para consumo nacional pero ya usted sabe, para gustos se han hecho los colores y, para los cubanos, el verde olivo. ¡Qué me dice del juego de pelota! Yo no sé si a usted le interesa demasiado el deporte de las bolas y los strikes pero lo que es a nuestro comandante es algo que le priva. Cierto que ya la recta del comandante ya no es lo que era y ahora para llegar con sus lanzamientos al home se tiene que sentar en las rodillas del catcher. Pero lo hace con un
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ánimo que uno se imagina que si es por él se pasaría la vida jugando contra algún equipo americano. En Cuba cuando se juega contra un equipo americano sólo hay dos opciones: o gana Cuba o gana el deporte. Es decir, en cualquier caso siempre la ganancia es total. ¡Y qué me dice de La Colmenita! Por si no lo recuerda en medio de las impresiones de los últimos días, se trata del grupo de teatro compuesto por niños con todo tipo de minusvalías físicas y mentales: tetrapléjicos, niños con síndrome de Down y todo la gama de defectos por los que seguramente en los países capitalistas como el suyo encierran a los niños en un calabozo el resto de su vida. Aquí no. Aquí sólo pensamos en el bienestar de esos niños. Lo que en un principio se pensó que serviría como un simple ejercicio para mejorar las capacidades de esos niños se ha convertido en uno de los grandes avances que tenemos para mostrarles a visitantes como usted. Nuestros sicólogos han demostrado que la mejoría de los niños es sustancialmente mayor si actúan en presencia de visitantes extranjeros. (En realidad nuestros sicólogos son capaces de demostrar cualquier cosa que el comandante les sugiera. Incluso que despertar a un niño de seis años a las cinco de la mañana con un escuadrón de soldados apuntándole a la cabeza con ametralladoras es la mejor vía para que mejore su aprovechamiento escolar. Nuestros sicólogos son capaces de todo, siempre que cuenten con la orientación adecuada.) Lo de menos es el espectáculo en sí. Si, por ejemplo, la Caperucita Roja tetrapléjica parece más bien la Cucarachita Martina son detalles a los que sólo algún desalmado dará importancia. Lo importante es que estos niños minusválidos que en su país seguramente estarían condenados a la marginación, la humillación y la tortura aquí se sienten útiles, sienten que sus capacidades son apreciadas y hasta cuentan con la oportunidad de viajar. Con el resto de los niños no hay problemas: apenas han entrado en edad escolar ya saben construir una balsa por sí mismos y conducirla hasta la Florida. (¿Por casualidad en unas de sus visitas no le habrán enseñado algún taller de fabricación de balsas? No creo que haya habido otro sector de la industria nacional que haya crecido más en las últimas décadas. Ni que ningún renglón de exportación haya aumentado más que el de nativos.) Su discurso por la televisión, qué decirle, fue impecable. Lo de la libertad, la democracia, todo eso está muy bien. Sólo que, cómo decirle, nos supo a poco. No es que quisiéramos que hubiese dicho más. Con lo poco que estamos acostumbrados a esos temas si hubiera ido más allá nos hubiera provocado una epidemia de derrames cerebrales. Lo que me
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gustaría, digo yo, es que viniera a cada rato y dijera un discursito parecido. No es que los cubanos no sepamos decir cosas así pero usted sabe, Vladimiro Roca por escribir un documento más o menos diciendo lo que usted dijo tuvo que pasar siete años en un cuartico de metro y medio cuadrado y sin salida a la calle. ¡Imagínese si se le hubiera ocurrido decirlo por televisión! Lo hubieran cogido las celebraciones del centenario de la internet sin pisar el asfalto. Yo creo que si se lo dejaron decir a usted es porque esas cosas con su acento suenan mejor. Bueno, que me estoy desviando del tema. La idea es que usted venga a cada rato y nos actualice un poco. Gracias a usted ya sabemos que existe algo llamado “Proyecto Valera” aunque todavía no tenemos muy claro de qué se trata. Es que nuestro periódico no gasta esa cantidad antiecológica de papel que dilapidan los periódicos capitalistas. Apenas tienen espacio para informar de las mesas redondas, los discursos del comandante y los sobrecumplimientos del plan de desyerbe manual. Y gracias que queda algún trocito para la cartelera de televisión y los resultados de la pelota. Así que sería bueno que viniera a cada rato para que nos actualice en ciertos asuntos que se han ido acumulando a lo largo del tiempo. Por un lado está la parte conceptual en la que ya dio algunos adelantos como eso de democracia y derechos humanos. Pero todavía quedan muchos conceptos que explicar como el de la libertad de prensa, la prensa, el estado de derecho, los derechos, la libertad económica, la libertad, la economía, la legalidad, las elecciones, la internet, la carne de res y el papel sanitario. En cuanto a la parte informativa también tenemos nuestro pequeño defasaje y nos gustaría que nos informara, por ejemplo, si realmente es cierto que alguna vez ha llegado un hombre a la Luna. Pese a los rumores en ese sentido nunca nos ha sido confirmada oficialmente la noticia. Son muchas las cosas sobre las que tenemos curiosidad desde el paradero de algunos ex -ministros hasta el del azúcar que se nos pidió que donáramos para ayudar a Chile cuando Allende y nunca volvimos a ver. ¿Las usó Pinochet en el cake de los quince de la hija? Y hay otras cosas que queremos saber. Anote. Celia Cruz, ¿sigue cantando? ¿Es verdad que Cabrera Infante ganó el premio Cervantes? Y el Duque ¿cuántos juegos lleva ganando con lo Yankees? Como ve, nos debe unas cuantas visitas y unos cuantos discursos. Como al comandante no le gusta eso del intercambio desigual es lógico que le pida algo a cambio. Esta vez fue que abogara por el levantamiento del bloqueo así que vaya pensando en qué le va a
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ofrecer en las próximas ocasiones. Le puede ofrecer la reanudación de los vuelos espías que hace tiempo que estamos extrañando o en caso extremo la presidencia de los Estados Unidos. Aunque no tiene que llegar a tanto. Yo creo que si le ofrece al comandante la dirección de los Yankees de Nueva York en su próxima visita puede convocar a elecciones libres si le da la gana. Otro resultado favorable de sus visitas será la liberación paulatina de los presos de conciencia como les dicen por ahí. Con el promedio actual de un preso por visita le van quedando uno 249 viajes a La Habana. Digamos a que a una visita al mes, para el 2023 habrá logrado liberar a todos los presos políticos cubanos. Eso si los que están afuera se quedan tranquilitos y no hay que ponerlos a dieta de asfalto porque en ese caso le quedan visitas a nuestro país por unas cuantas encarnaciones. Pero no se corte y venga cada vez que pueda y despáchese hablando mientras a los cubanos se nos quita esa timidez que nos dan los micrófonos y las cámaras (las cámaras de televisión porque en verdad que con las de tractor no hay dios que nos pare). Y sobre todo no deje de venir en octubre para que nos cuente quien fue el campeón de las grandes ligas. Eso hasta que le consiga al comandante el puesto de director de los Yankees pues sospecho que a partir de entonces no deberemos hacer otra cosa que seguir al equipo jugada a jugada. Y ya para ese entonces no tendrá que contarnos nada del Duque pues sospecho que en ese caso volverá a jugar en Industriales. Gracias de nuevo por su visita y lo esperamos por aquí. Y cada vez que pueda háblele al comandante de las ventajas de ser ex -presidente. Dígale que el título es más largo y que dura para toda la vida sin necesidad de reelegirse. Va y se entusiasma por probar. Reciba un abrazo de, Un cubano
Querida Cristina Querida Cristina:
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Disculpe que no pueda dirigirme a usted de manera más precisa pero lo único que conozco de usted es su nombre (Cristina) su nacionalidad (española) y el texto de una carta que envió hace unos días a la redacción de la revista Encuentro en la Red (“Es increíble el odio hacia la Isla, no soy cubana, soy española y aunque moleste a muchísimas personas amo a Cuba y admiro a Fidel. En mi opinión todo este odio está provocado por dinero, propiedades, etc., que perdieron los capitalistas con la revolución. Tengo de todo pero donde realmente soy feliz y vivo es en Cuba y sin nada. Estoy cansada del capitalismo, del tanto tienes tanto vales, de la fiebre del consumo. Dejar vivir al pueblo cubano de la Isla, lo que querréis es volver a la Isla, montar vuestros negocios y ganar muchos dólares explotando a los que no se exiliaron. Es una pena que este mundo se mueva únicamente por dinero. Leer Operación Mangosta y Bacardí, dice mucho...”) ¿Reconoce el texto de su carta? Pues es a usted a quien me dirijo. Quisiera en primer lugar, disculparme por la reacción tan airada de unos cuantos de mis compatriotas en contra de su carta. En realidad, no es que los cubanos estemos acostumbrados a abusar de damas como usted, aprovechando la superioridad numérica. Posiblemente mis compatriotas hayan sospechado que usted trabajaba en Villa Marista –la sede de Seguridad del Estado-, usaba bigote y se llamaba David o Rubén. Yo prefiero no dudar de su identidad y acepto que se llama Cristina aunque no le disputo el derecho a usar bigote si así le place (siempre que el reglamento de Villa Marista se lo permita). De lo que se trata es del contenido de su carta. Empieza diciendo “Es increíble el odio hacia la Isla” en lugar de decir, como demandan las buenas costumbres, “espero que al recibo de estas líneas su doctor les haya diagnosticado un tumor maligno en el cerebro”. Pero vayamos al asunto del odio. ¿Qué es eso de odiar a una isla? Los cubanos tenemos nuestros defectos pero entre ellos no está lo que de acuerdo a sus palabras podríamos llamarle “encono geográfico”. Mi querida Cristina, nunca he visto a un compatriota dedicado a la tarea de odiar una península, una ensenada, una falla tectónica y con mucha menos razón la isla en que le tocó en suerte nacer. Lo que es odiar ni siquiera al Comandante. A él más bien lo queremos, aunque de ser posible, en Plutón.
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(Noticias de última hora llegadas a nuestra redacción desde Plutón señalan que, luego de una serie de protestas multitudinarias celebradas en la Plaza Mártires del Meteorito en la capital del planeta, el Servicio de Inmigración del planeta Plutón ha decidido modificar la ley de extranjería añadiéndole un artículo que prohibe “la entrada al planeta de todo terrícola mayor de 75 años y más de cuarenta años ininterrumpidos al frente de cargos de alta responsabilidad, entendiéndose por alta responsabilidad un puesto con no menos de 10 millones de subordinados”.) Usted dice mi querida Cristina, que ama a Cuba y admira a Fidel pero no me queda del todo claro si usted ha conseguido distinguir al comandante de la isla de Cuba. El comandante es un señor ya mayor, de barba, que viste de verde, o de traje, si tiene visita, y a cada rato se le ocurre algún genial experimento cuya materia prima siempre es básicamente la misma: once millones de personas. Por su parte, Cuba es “una isla larga y estrecha (1200 km del Cabo San Antonio, extremo occidental, a la Punta de Maisí, extremo oriental); el ancho máximo es de 210 km y el mínimo de 32 km.”. Que Cuba y el comandante no son exactamente lo mismo, lo podrá comprobar por ejemplo, en el hecho de que cada vez que el comandante viaja al exterior, la isla persiste en permanecer en su lugar. Es más, le informo que Cuba es incluso anterior al comandante en jefe. Si del comandante hubiera dependido, el mayor río de Cuba no sería un riachuelo patético como el Cauto sino el majestuoso Amazonas. Como consecuencia de crear un río de 6500 km en una isla de sólo 1200 km, nuestros aborígenes, los guanahatabeyes, hubieran tenido que desarrollar ciertas adaptaciones al medio. Con el tiempo hubieran terminado convirtiéndose en focas que, como todos sabemos, son los únicos animales que con el agua al cuello son capaces de aplaudir por cualquier motivo, incluso nuevas iniciativas del comandante. Luego, al llegar Colón al Caribe hubiera tenido que seguir hasta Cancún para poder decir aquello de “ésta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieron” mientras lo rodeaba una muchedumbre de focas pidiéndole que se las llevara con él. Pero volviendo a su carta, mi querida Cristina, usted dice que todos los que en el exilio queremos que el comandante se retire digamos que a Marte, es porque queremos recuperar nuestras propiedades y explotar despiadadamente a nuestros compatriotas...
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(El Centro Mundial de Astronomía acaba de llegar a la conclusión de que en el planeta Marte hubo vida inteligente en un pasado reciente. La información fue obtenida a través de declaraciones de habitantes de ese planeta acabados de llegar a la Tierra: “En efecto, nosotros en Marte siempre andábamos diciendo que aquello no era vida y que la atmósfera allá era irrespirable pero ahora que el comandante llegó a nuestro planeta es que hemos decidido pedir asilo en la Tierra. Si al menos hubiéramos aplicado las leyes migratorias de Plutón...”) Esa conclusión suya que nos convierte a los dos millones de exiliados en capitalistas y terratenientes ávidos de recuperar nuestras propiedades me obliga a hacerle una pregunta que me preocupa grandemente: ¿cómo le queda el bigote mi querida Cristina? Bueno, en realidad la pregunta es: ¿me podría dar una idea más exacta de qué es lo que me tocaría reclamar en Cuba en mi caso personal? Yo he realizado mis propias investigaciones y hasta ahora el único nexo concreto que tengo con la familia Bacardí es una botella que encontré en un estante de la cocina a la que le quedan tres dedos de ron. No creo que eso me dé derecho a ninguna reclamación, pero se puede intentar. La otra posibilidad es que consiga los documentos que demostrarán mi parentesco con el cacique Camagüeyo y así poder reclamar la provincia que lleva su nombre, o sea, la sexta parte del país, y de paso exigirle a sus compatriotas, los españoles, una idemnización por el exterminio de mis antepasados, matanza de Caonao incluida. Lo otro de lo quería hablarle, mi querida Cristina, era de sus razones para preferir vivir en Cuba. Dice que está cansada del capitalismo. Está en su perfecto derecho. Los que no tenemos derecho a cansarnos del comunismo somos los cubanos. Ya una vez nos cansamos del capitalismo y si nos volvemos a cansar, ¿qué van a decir de nosotros? ¿Que nos cansamos de cualquier cosa? Además, según ciertas leyes históricas descubiertas por el comandante, el día en que los cubanos nos cansemos del comunismo regresaremos inevitablemente a 1958. Y teniendo en cuenta el peso que tiene Cuba en el equilibrio global seguramente arrastraríamos al resto de la humanidad hacia esa fecha. 1958 fue el año en que el ruso Boris Pasternak rechazó su premio Nobel y los chinos llevaron a cabo “El Gran Salto Hacia Adelante”. Lo que no queda claro es si estaremos condenados a vivir eternamente en 1958 o tendremos que repetir la historia a partir de esa fecha. En el
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primer caso sería muy duro tener que presenciar cómo cada año el Nobel se lo dan al mismo tipo y que éste ni siquiera se digne a aceptarlo. O ver a los chinos convertidos en canguros. En caso de que la historia se vuelva repetir desde 1958 hasta la fecha habría que volver a pasar por la guerra de Viet Nam, los ABBA, Rocky, los peinados de los ochenta y el comandante retomaría su carrera desde el principio. No se preocupe, mi querida Cristina, los cubanos seríamos incapaces de hacerle algo así a la humanidad. Pero lo principal es que los cubanos no se pueden cansar porque entonces, ¿adónde iría a vacacionar gente como usted cuando se sienta cansada del capitalismo? (Corea del Norte queda descartada dada su escasa vocación turística). ¿Cómo podrían ir cada noche a dormir sabiendo que no hay nadie que se atreva a decir “¡Imperialismo, sabemos que estás a sólo noventa millas, no te nos escondas!.”? Sólo quiero saber una cosa mi querida Cristina. ¿Conoce mucha gente como usted, cansada del capitalismo, dispuesta a dejarlo todo por ir a vivir a Cuba? Se lo digo porque podríamos ir pensando en crear un programa de intercambio. Por cada extranjero dispuesto a ir a descansar a Cuba, uno de mis compatriotas iría a ocupar su puesto original para ir a sufrir personalmente la plaga del materialismo. Así aprenderían a apreciar todavía más todo lo que no tienen en Cuba. Gente como usted se establecería tranquilamente en la isla y así podría conocer de primera mano cada nueva iniciativa del comandante. Si a éste se le ocurre, por ejemplo, cambiar nuestro raquítico Cauto por un río portentoso como el Amazonas, no se preocupe, mi querida Cristina. Sólo hará falta que se remangue los pantalones. El proceso de selección natural hará el resto y con el tiempo ya le saldrán aletas con las que pueda mantenerse a flote y aplaudir al mismo tiempo. Y hasta bigotes le saldrán, si es que ya no los tiene.
*Detrás de la noticia (y pidiendo el último)
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El país mejor informado. Que el pueblo cubano no sólo es el más culto y políticamente más preparado sino el mejor informado del mundo es algo que nadie debe dudar. Esa afirmación la hizo el comandante en jefe y si hay dos cosas que el comandante en jefe no soporta son: 1.-que le quiten la razón. 2.-que no se la den. No está bien contradecir al comandante en jefe aunque sólo sea porque llamar mentiroso al comandante se ve feo (es una persona mayor) y si se está bajo su jurisdicción puede ameritar entre dos meses y ocho años de cárcel. Cierto que allí en la prisión se nos abrirían nuevas perspectivas. Podríamos comprobar que, por ejemplo, nuestros presos son los mejor atendidos del mundo. (Habrá el mal pensado de siempre que diga que estuvo sin ver el sol tantos meses y así difamar sobre las campañas de ahorro de luz natural que con tanto entusiasmo se celebran en las prisiones, pero hay gente con las que nunca se queda bien). Y si por alguna causa natural y justificada digamos que tenemos que salir de la cárcel en condición de cadáveres (y que lo dijera si pudiese un extinto ex -ministro del interior) podremos comprobar en carne propia e inerte que nuestros entierros son los más gratuitos en este mundo. Hay una cosa segura en todo esto: en algún momento tendremos que darle la razón al comandante en jefe y mientras más temprano empecemos, pues mejor. Pero volvamos a lo de la información. Reportar noticias a un pueblo tan culto y bien informado resulta bien difícil. Para un pueblo como el cubano no valen las manipulaciones con que se oscurece la mente de la mayoría del planeta. Los modos de informar deben ser definitivamente distintos, centrados en lo esencial en lugar de abarrotar las páginas con datos que a la larga resultan inútiles para dilucidar la esencia de los acontecimientos. No debemos olvidar que los periódicos cubanos tienen la misma cantidad de páginas que la sección del horóscopo de cualquier periódico. Pero no se trata simplemente de ahorro de papel o de otro tipo de carencia. El periodismo cubano ha demostrado que cuando de informar se trata, lo esencial y determinante debe estar comprendido en unas pocas líneas. Todo lo demás perturba, confunde, sobra. Además, el periodismo de la isla no necesita hacer uso de las patrañas habituales de que se vale la prensa occidental para vender su tirada. Para un pueblo al que el papel sanitario le es menos familiar que cualquier variedad de dragón, la prensa es un artículo de demanda absoluta, no importa lo que se diga en ella. Pero veamos los ejemplos concretos.
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Días atrás ante la comisión de la ONU para los derechos humanos en Ginebra, se presentó una moción que discretamente recomendaba el envío de un relator para que analizara la situación de los derechos humanos en la isla. El gobierno cubano se mostró naturalmente ofendido (la moción sugería de modo indirecto y tendencioso que la situación de los derechos humanos en Cuba no era necesariamente ejemplar porque en caso contrario ¿para qué andar inspeccionando algo que funciona a la perfección?). Pero pese a ello la moción fue aprobada por un margen de dos votos. Hasta ahí los hechos... en apariencia. Al día siguiente a la votación, la noticia, tal y como aparecía en el periódico Granma decía en su primer párrafo: Victoria moral de Cuba En horas del mediodía de ayer la Comisión de Derechos Humanos aprobó por el estrecho margen de 23 votos contra 21 y 9 abstenciones, la Resolución elaborada por los Estados Unidos y presentada por Uruguay, Perú y algunos otros países latinoamericanos. Con tan sólo 45 palabras (incluidas las cuatro del titular) el audaz periodismo cubano ha hecho trizas una vez más las ya obsoletas reglas que rigen el periodismo occidental, con excepción de la brevedad. Algunas de las reglas derrotadas por este párrafo inaugural son: 1.- Atenerse estrictamente a los hechos. 2.- Responder a las consabidas preguntas de qué sucedió, cómo, cuándo, quién, dónde y por qué. 3.- Ofrecer la información del modo más neutro y objetivo posible. 4.- Intentar que exista alguna relación entre el titular y el párrafo de cabecera. Pero recordemos que la única y sagrada misión del periodismo no es seguir dócilmente las reglas sino decir la verdad. Un pueblo tan culto y bien informado como el cubano no se dejará pasar gato por liebre. Porque ¿qué son esos tan cacareados HECHOS? ¿Acaso lo que insinúan las apariencias? ¿Qué ocurrió en la sesión de la Comisión de Derechos Humanos? Se aprobó una resolución. ¿En qué consiste la resolución? No lo dice ese párrafo ni los siguientes. Sin embargo hay un indicio esclarecedor: la resolución fue “elaborada por los Estados Unidos”. No importa que fuera presentada supuestamente por Uruguay. Todo el pueblo cubano conoce que el índice de analfabetismo en el resto de
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América Latina es del 99,99% y por tanto ningún uruguayo (excepto Galeano y Benedetti quienes nunca se prestarían para tales contubernios) está técnicamente capacitado para redactar siquiera una composición sobre sus últimas vacaciones. El origen de la resolución sólo puede ser cosa de Estados Unidos. Ese indicio debe ser suficiente: no puede ser nada bueno. Lo importante ahora es el cómo. En ese párrafo nos dicen que fue aprobada por estrecho margen y dos párrafos después nos hablan de un “ridículo margen”. Confirmado: no puede ser nada bueno. Lo bueno gana por amplio margen y si es bueno de verdad ni siquiera hay que votar por él: todos quedan automática y eternamente deslumbrados por su indiscutible superioridad. Luego está lo de la “Victoria moral de Cuba”. El asunto no queda claro hasta el cuarto párrafo en que generosamente se nos informa que: “Este resultado, luego de las presiones que desde hace más de 6 meses viene realizando el gobierno de los Estados Unidos, más la inconcebible actitud asumida por varios países de América Latina que se han plegado a los intereses norteamericanos, muestra a las claras que una vez más nuestro pueblo, con su firmeza inclaudicable, ha alcanzado una nueva e importante victoria moral.” Ya dijimos que el público al que va dirigida esta noticia es el más culto y mejor informado del mundo. De manera que es posible, y hasta aconsejable, situar la explicación del titular cuatro párrafos más tarde. Así el lector cubano podrá ejercitar una vez más su capacidad de retentiva y asociación de la que carecen otros pueblos entontecidos por la hojarasca que en otros lados venden como periodismo. Ese falso periodismo es el que constantemente predica la falacia de la objetividad. El espíritu experimental de los periodistas del Granma los ha llevado a la sorprendente síntesis de los géneros de la noticia y el editorial. No sólo se trata de resumir las virtudes de ambos géneros en uno solo, sino algo que, dadas las dimensiones del periódico, es fundamental: el ahorro de espacio. El espacio que en otros periódicos ocuparían la noticia y el editorial ahora lo ocupa un producto de este nuevo género, dejando el espacio sobrante para informar sobre los avances en la batalla que se libra contra el mosquito aedes aegypti o contra las malas hierbas. Este asunto del ahorro de espacio se hace con vistas a lo que se ha dado en llamar “período especial en tiempo de guerra”. En esa fase el periódico
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Granma en la clandestinidad para eludir la vigilancia enemiga circulará con la forma y las dimensiones de un confeti. Si se quieren detalles más precisos sobre lo que ocurrió en la Comisión sobre los Derechos Humanos, uno puede remitirse a la tabla de votaciones en la que se aprecia cómo en apoyo de los torvos designios norteamericanos aparecen países reconocidamente dictatoriales como Bélgica, Canadá, Francia y Suecia mientras “quedan muchos países que defienden con firmeza la justicia y la verdad y que, por tanto, votaron hoy a favor del prestigio de Cuba y su Revolución” como es el caso de Argelia, China, Nigeria, Arabia Saudita o Sudán. Vista la insuperable capacidad informativa que tiene este sistema de exponer las noticias sorprende que no se haya aplicado con toda intensidad a otros renglones de la información como, por ejemplo, las noticias deportivas. No es que no se intentase con anterioridad. En ocasión de que los Orioles de Baltimore vencieran al equipo nacional el titular del Granma rezaba “Ganó el deporte”. Pero ¿por qué no llevar estos hallazgos a las competencias nacionales? No son éstas menos dignas de que se le apliquen los nuevos hallazgos del periodismo cubano. Así, por ejemplo, si se tratara de informar sobre la hipotética obtención del campeonato nacional de béisbol del equipo Industriales tras vencer al de Santiago de Cuba 8 carreras por 6 en el estadio Latinoamericano, la noticia quedaría de la siguiente forma: Victoria moral de Santiago de Cuba En horas de la noche de ayer fue decidido el campeonato nacional por ridículo margen de 8 carreras a 6 tras oscuras maniobras de los capitalinos. El resultado del partido fue producto de intensas presiones y chantajes ejercidos por el público, el director y los jugadores capitalinos sobre los jugadores santiagueros, los árbitros y los trabajadores de mantenimiento del estadio. Para la consecución de sus maquiavélicos planes los conjurados se valieron de todo tipo de artimañas, desde producir una variedad de ruidos que distrajeran al glorioso equipo de Santiago de Cuba, hasta batear las pelotas fuera del alcance de sus aguerridos jugadores y así afectar su desempeño. Esta anómala situación llegó al punto de que en tres ocasiones jugadores de Industriales golpearon alevosamente la pelota enviándola a las gradas de los jardines con la obvia intención de sabotear la continuidad del partido por falta de tan necesario implemento. Como
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evidencia del punto al que se había llegado en esta conjura, el público allí situado se negó a devolver las pelotas. Sometidos a las salvajes presiones que comentábamos antes, los árbitros se vieron obligados a aceptar esta conducta desproporcionada e inadmisible contra las pelotas como jonrones, con la consiguiente e ilegal anotación de carreras. No obstante, las seis heroicas carreras anotadas por Santiago de Cuba en condiciones tan adversas señalan el alto espíritu competitivo de los jugadores santiagueros. Este resultado, luego de los persistentes entrenamientos que el equipo de la capital llevó a cabo con la aviesa intención de derrotar al equipo visitante, más la inconcebible actitud del público que se plegó a los intereses del equipo local, muestra a las claras que el equipo de Santiago de Cuba, con su firmeza inclaudicable, ha alcanzado una nueva e importante victoria moral. Santiago de Cuba y su equipo salen moralmente fortalecidos de esta confrontación, mejor preparados para librar victoriosamente nuevas batallas en pos de futuros campeonatos y resistir los intentos de los equipos contrarios de doblegar el espíritu de competencia del equipo santiaguero y el estilo de juego que defienden, que es inspiración y faro para millones de aficionados en el país y para los niños que empiezan a dar sus primeros pasos en el deporte de las bolas y los strikes porque los reconocen como el campeón de sus corazones.
Cambiando el mundo (por partes)
Cambiar el mundo ya no es privilegio de mesías, revolucionarios, científicos, virus o diseñadores de alta costura. Existe otra profesión algo más modesta que permite cambiar el mundo, o al menos parte de éste, sin los efectos secundarios de los anteriores. Me refiero a los corresponsales extranjeros. Y si no, que lo digan algunos de los corresponsales destacados en Cuba, la mayor de las Antillas, la reina del Caribe, la llave del Golfo (este segmento es patrocinado por el Ministerio de Turismo cubano). Corresponsales como los de la CNN, o del periódico El País de España, consiguen en cinco minutos que Cuba luzca mucho mejor que lo que el comandante en jefe ha logrado en sus 43 años de denodados esfuerzos por mejorar el país (esta vez con minúsculas
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porque me refiero a Cuba y no al periódico español). Han hecho más incluso que el Granma, órgano oficial del Partido Comunista o el Noticiero Nacional de Televisión, órgano oficial del Ministerio de Agricultura. Mientras, por poner un ejemplo, el Granma o el Noticiero hablan del sobrecumplimiento de la cosecha de alguna especie en peligro de extinción como la malanga, los corresponsales extranjeros asumen no sólo que los cubanos han producido la cantidad anunciada por los medios nacionales sino que, incluso, se la han comido. Y así con todo. (este segmento ha sido patrocinado por la ONG “Periodistas sin Gandinga”). Mientras ciertos periodistas, nacionales o extranjeros pero con iguales dosis de mala intención, insisten en hablar de supuestas disidencias, maltratos, escaseces, crisis sociales y económicas o de continuos casos de corrupción, nuestros corresponsales se ocupan de mejorar por todas las vías posibles el hábitat natural de los cubanos. No importa lo complicada que sea la situación que aparezca ante sus narices, ellos lograrán con bastante éxito mejorarla, ofrecer su mejor perspectiva. Pongamos que se trata, por ejemplo, de hacer un reportaje sobre las escuelas al campo. Las escuelas al campo son esos lugares donde las condiciones de vida serían consideradas insatisfactorias por un inspector de campos de concentración, donde la comida de todo un campamento no rebasa la cantidad de calorías diarias que consume una top model y donde el paisaje que ofrecen los servicios sanitarios le provocaría náuseas a una mosca. Pues bien, luego de los comentarios de los reporteros de la CNN y las entrevistas a estudiantes y padres de éstos con caras de felicidad infinita, uno se pregunta cómo es que no trasladan a los turistas a las escuelas al campo y viceversa, los estudiantes a Varadero. Pero seguramente hay una razón por la que esta permuta no se hace: en Cuba no hay nada más importante que un estudiante y no es cosa de arriesgarse a que los muchachos pierdan la cara de felicidad con que aparecen en los reportajes de la CNN. (Este segmento ha sido patrocinado por el Ministerio de Educación y la cadena hotelera Sol Meliá). Las estrellas de este nuevo sistema de cambiar el mundo, los guerrilleros de la información, son Lucía Newman de CNN y Mauricio Vicent, el de El País con mayúsculas. Lucía Newman se las arregla para que mientras otras agencias trasmiten noticias alarmistas sobre la economía cubana hacer conmovedores reportajes sobre como
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un músico de 115 años es todavía capaz de recordar el número de cuerdas de su guitarra: trece. Lucía Newman: En realidad la memoria del músico sigue siendo perfecta. El único problema es el oído. Creyó que le preguntaban por el número de nietos que tenía. Si de lo que se trata es de reportar sobre las violaciones a los derechos humanos de los prisioneros en la isla se realizará en efecto una serie acuciosa de reportajes sobre las violaciones a los derechos humanos a los prisioneros... de Al Qaeda en la Base Naval de Guantánamo. O mientras se habla de encarcelamiento de disidentes, la infatigable reportera nos explica cómo los cubanos logran conservar los viejos carros americanos pese al bloqueo. Mecánico-propietario-de-Chevrolet –del-53: Cuando se muera el... Lucía Newman: No, le he preguntado por la caja de cambios del carro no por los cambios del país. (Este segmento ha sido patrocinado por la General Motors). Con Mauricio Vicent sucede otro tanto. Digamos que se trata de un reportaje sobre un concierto o de un recital de poesía. De repente anuncian que éste se ha suspendido mientras que incluso un débil visual moderado puede ver cómo por la puerta trasera la policía está trasegando músicos o poetas debidamente esposados. Es el momento para que el audaz Mauricio Vicent se lance a investigar. El meollo de la investigación consiste en esperar pacientemente durante 24 horas junto al estanquillo de periódicos más cercano. Al cabo de ese tiempo será el primero en la cola para adquirir el periódico Granma cuando éste salga a la venta a primera hora de la mañana. Finalmente allí en el Granma encontrará la información que buscaba: el concierto ha sido suspendido debido a problemas técnicos. A lo que añadirá de su propia cosecha “pero a pesar de ello es de notar que contó con gran éxito de público”. (Este segmento ha sido patrocinado por la marca de papel sanitario Charmín). Pero aquellos dedicados a cambiar el mundo han sido tradicionalmente unos incomprendidos. Tomemos por caso la CNN. Hace unos meses apareció publicado un estudio sobre una supuesta falta de objetividad en las noticias que trasmitía la emisora sobre Cuba. Se decía abiertamente que tras analizar los últimos 5 años de reportajes se pudo comprobar que la inmensa mayoría eran favorables al gobierno cubano. La cadena
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se defendió diciendo que ese estudio sólo incluía los reportajes trasmitidos en horarios de máxima audiencia. De ahí podemos suponer que mientras la mayoría de la población se ha podido formar una imagen positiva del país (con minúsculas) gracias a los reportajes trasmitidos en los horarios de mayor teleaudiencia, los trasnochadores y los insomnes tienen una imagen oscura y deformada de la realidad cubana. Y ahora nos preguntamos, ¿es que acaso las personas con hábitos de sueño minoritarios no merecen igualmente recibir una imagen agradable de sus vecinos caribeños? (Este segmento ha sido patrocinado por los tranquilizantes Valium). No. Luego de descubrir una manera tan radical de cambiar el hábitat de los cubanos los responsables de la hazaña no deben pedir disculpas por ello. Todo lo contrario. Estos corresponsales en Cuba han demostrado que lo que afecta al mundo no son las guerras o la miseria sino una perspectiva distorsionada y negativa de la realidad. En lugar de criticarlos, otras agencias y periódicos deberían seguir sus pasos y aplicar esos hallazgos a otras corresponsalías situadas en otras partes del mundo. Como tantas otras veces ha ocurrido, lo que se experimenta en Cuba debe servir de ejemplo para todo el universo. Así que si se trata, por ejemplo, de hacer un reportaje sobre la situación de las mujeres en Arabia Saudita, en vez de lamentar la supuesta condición de inferioridad en que se encuentran estas mujeres deberíamos echar nuestros prejuicios a un lado. Sólo así podremos sumergirnos en el complejo e interesante mundo interior que se desarrolla debajo de las burkas que cubren a las mujeres musulmanas y que le dan ese aspecto de casas de campaña individuales sin puertas y con vida propia. Lucía Newman: ¿Se siente de algún modo oprimida por mantener una relación con el mundo exterior similar a la de un feto en la segunda semana de embarazo? Mujer musulmana: Uhmm, jumm... Lucía Newman: Como ven, pese a los prejuicios que se tienen en el mundo occidental sobre la situación de la mujeres sauditas, podemos ver claramente cómo estas gozan de una privacidad que resultaría la envidia de cualquiera de nosotras. Reportando desde la Meca, Lucía Newman. Un adecuado enfoque en los reportajes nos convencería que no existe el tan promocionado conflicto palestino-israelí. Se trata en realidad de sensacionalismo barato promovido por los grandes medios noticiosos para vendernos un producto que en realidad
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no existe. Este nuevo enfoque serviría para realizar amplios reportajes sobre el incremento de la producción de macramés en la franja de Gaza, luego de descubrirse su resistencia a las esteras de los tanques israelíes a diferencia, por ejemplo, de las casas palestinas. O también se podrían realizar reportajes sobre la alta frecuencia con que se observan OVNIS (Objetos Volantes No Identificados) en Jerusalén sobre todo en los segundos posteriores a la explosión de hombres-bomba. (Este segmento ha sido patrocinado por la NASA). Y todavía se puede llegar más lejos. Pensemos en como Mauricio Vicent reportaría el hundimiento del Titanic. La nota diría más o menos así: “Ciertos desperfectos técnicos han impedido la llegada del trasatlántico Titanic en su primera travesía pero fuentes cercanas a la compañía señalan que sólo se trata de un desvío de 90 grados de su rumbo original al parecer buscando el camino más corto hacia la China. De cualquier forma podemos decir, sin temor a errar, que esta primera travesía del trasatlántico ha sido seguido delirantemente por su público”. (Este segmento ha sido patrocinado por la Fundación Jacques Cousteau).
Resumen de noticias
Para los que por cualquier motivo no han estado al tanto de las noticias que sobre Cuba han aparecido en los últimos tiempos, he aquí un resumen de lo más sobresaliente del acontecer en la Isla. De más está decir que, siguiendo fielmente las normas del periodismo profesional, todas las noticias son en principio rigurosamente ciertas, con algún que otro añadido (de mi cosecha) que no hará la diferencia.
CULTURALES Inaugurada exposición de Kcho Una exposición de pintura del aclamado artista plástico Alexis Leyva (Kcho) fue inaugurada en La Habana, y contó con la atenta presencia del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de
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Ministros, Comandante en Jefe y Primer Crítico de Arte de la Nación, Fidel Castro. Según el autorizado criterio del Comandante-crítico, la obra de Kcho puede catalogarse en términos artísticos como "de gran contenido y significación", "de gran relevancia histórica" y de "victoria moral del arte revolucionario sobre el arte imperialista"; y si no había ganado en las últimas olimpiadas era por las manipulaciones que hizo el enemigo de sus muestras de orina. Refiriéndose al aspecto técnico, el Comandante señaló la importancia de sustituir materiales de importación, como óleos y lienzos, por productos netamente nacionales, como la palma real y la escasez. También exhortó al resto de los artistas del país a imitar a Kcho en ese importante renglón, que es la sustitución de importaciones. Por su parte, el artista (nos referimos a Kcho) declaró estar totalmente de acuerdo con lo expresado por el Comandante.
ECONOMÍA Generosa donación de César Portillo de la Luz El afamado compositor César Portillo de la Luz, autor de Contigo en la distancia (canción popularizada en fecha reciente por Luis Miguel y que sirviera de himno a la asociación Procastristas en París), realizó una donación de 100.000 dólares al Instituto de Artes e Industria Cinematográficos (ICAIC). Esta donación, cuyo monto representa un 70% del presupuesto del Ministerio de Cultura, tiene como objetivo la realización de un documental sobre la vida de cinco espías cubanos, presos injustamente en la Florida sólo por cumplir a cabalidad con su contenido de trabajo. El documental, cuyo título provisional será “Cinco héroes en apuros”, exaltaría la labor de estos cinco mártires de la información secreta y reclamaría su libertad. Para explicar su decisión, el artista invocó sus antecedentes familiares —uno de sus ancestros fue esclavo-cocinero— y su conciencia de clase, añadiéndole a la conocida alianza obrero-campesina una nueva hermandad: la esclavo-artística-espía, que rebasa con mucho las mejores expectativas de Lenin sobre el tema. Este acto, afirman los especialistas, abre nuevas perspectivas sobre la financiación, por parte de artistas con entradas masivas de moneda libremente convertible, de importantes actividades que usualmente recaían sobre los cansados hombros del Estado cubano. Se espera que próximamente Compay Segundo haga una importante donación encaminada a equipar un nuevo batallón antidisturbios, Amaury
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Pérez (el cantante) entregue una fuerte suma para comprar nueva tecnología para la intercepción de llamadas telefónicas, y Silvio Rodríguez entregue los derechos de autor de su último disco para pagar el avituallamiento y las dietas de una nueva red de espionaje cubana en territorio norteamericano. Se espera, además, que en un futuro cercano se convoque un concierto benéfico multitudinario, cuyos fondos estarían destinados a mantener con capacidad operativa a nuestra gloriosa fuerza aérea.
Refuerzan lazos de colaboración ETA y el Ballet Nacional de Cuba De acuerdo con documentos dados a conocer por la policía francesa, la organización vasca ETA y el Ballet Nacional de Cuba han decidido crear conjuntamente una empresa para la fabricación de zapatillas de ballet. ETA —conocida organización creada originalmente para salvar de la crisis al sector funerario español— hasta el momento había acumulado un amplio prestigio en el apartado pirotécnico, por lo que este sorprendente giro en su actividad empresarial ha desorientado a los expertos (en explosivos). De cualquier manera, se espera que la colaboración entre ETA y la afamada compañía cubana de baile sea mutuamente provechosa y no se limite al sector de las zapatillas. Por una parte, se habla de que ETA empezará a transportar el material explosivo, imprescindible para sus actividades, en los frascos de gotas nasales de Alicia Alonso, primerísima bailarina del Ballet Nacional de Cuba. Por su parte, el Ballet Nacional de Cuba se beneficiará con la asesoría de los expertos de ETA, gracias a la cual introducirán cambios espectaculares en sus coreografías. A partir de ahora el acto del ballet “El lago de los cisnes”, conocido como “La muerte del cisne”, pasará a llamarse “La voladura del cisne”, variante que se espera tenga mucho mayor impacto escenográfico.
Aplazado el Primer Festival Internacional de Cine Pobre El Primer Festival Internacional de Cine Pobre, que debía celebrarse en noviembre de este año en Holguín, ha sido aplazado para el próximo año —en honor a la lógica— por falta de recursos. Sus organizadores han declarado que este percance, lejos de afectar la propia concepción del Festival, no hace más que reafirmar su coherencia. "Puede que incluso no podamos poner nuestras imágenes en movimiento, pero que somos pobres es
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algo que ahora nadie se atreverá a poner en duda. Y si quedara alguna duda estaríamos dispuestos a aplazar el Festival hasta 2055", declaró uno de los organizadores. De ahí que estén muy preocupados porque las formas de financiamiento resulten acordes al propio concepto del Festival. Según afirma el tesorero del mismo, en ningún caso se aceptarán donaciones como la que acaba de hacer César Portillo de la Luz al ICAIC para la filmación de la película “Cinco héroes en apuros”. "La financiación deberá resultar acorde a los objetivos de nuestro festival —afirma el tesorero Enván K. Rota—. Con el lema de 'coopere con el artista cubano' tenemos pensado lanzar una campaña de autofinanciación en la que los delegados del Festival deberán aportar los fondos que reúnan". Según el tesorero, el método de recaudación seguirá el viejo y eficaz sistema de extender la mano con la palma vuelta hacia arriba, al tiempo que se dice: "una monedita por el amor de Dios". Los recaudadores de fondos para el Festival se deberán apostar preferiblemente a la entrada de los cines, aunque se deja total libertad sobre los modos de estimular la caridad de los donantes: desde tocar algún instrumento musical hasta simular ceguera o algún otro tipo de invalidez, o, llegado el caso, una combinación de éstas. A su vez, el departamento técnico está tratando de desarrollar modelos de cámaras que se ajusten a los principios del Festival: "Una imagen vale más que cien palabras, pero no tanto como para dejar de ser pobres". Se trata de lograr modelos de cámaras fabricados exclusivamente con materiales autóctonos, como bagazo y los diferentes derivados de la palma real, para lo que se contará con la asesoría del conocido artista Kcho. "Para fabricar los lentes hemos estado trabajando con guarapo cristalizado. Los resultados son sorprendentes", ha dicho el coordinador del departamento técnico del Festival. Los organizadores han tenido que resolver un dilema que contravenía la esencia misma del evento, el cual se puede resumir de la siguiente forma: si una imagen vale por mil palabras y en el cine se ven normalmente 24 imágenes por segundo, ¿cuántos discursos del Comandante en Jefe son necesarios para igualar una película del sábado de dos horas de duración? De ahí que los organizadores del evento estén abogando por propagar las normas del Nuevo Cine Pobre, que consisten en proyectar las imágenes a un ritmo de una imagen cada 24 segundos. De acuerdo con este sistema, según explicaron, para proyectar las tres partes de “El padrino” se necesitarían menos cuadros que las imágenes que contiene un álbum de bodas.
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CIENCIA Y TECNOLOGÍA Inauguran nuevo sistema de comercialización de alimentos en San Juan y Martínez Un método de comercialización de alimentos parcialmente elaborados se ha puesto en marcha en el municipio pinareño de San Juan y Martínez, con un éxito que ha hecho pensar en su aplicación en el resto del país. Ante la falta de aceite que impedía la elaboración y venta del tradicional pan con tortilla, las autoridades políticas y gastronómicas del municipio aprobaron la aplicación de un sistema que por sus posibilidades podrá revolucionar la venta de alimentos. El método consiste en vender junto con el pan un huevo en estado natural, a fin de que el usuario tenga la oportunidad de concluir el proceso de elaboración del pan con tortilla en la tranquilidad de su hogar. El método, con su sorprendente sencillez, ha estimulado la imaginación de todo el sector gastronómico, y ya se ha pensado en nuevas variantes. Por ejemplo, en lugar de un pastel de cumpleaños se podría vender directamente harina, azúcar y huevos, o en lugar de servir un trago doble de Havana Club 7 años, bastará un mazo de caña de azúcar con el que el usuario podrá transformar por su cuenta la materia prima en el acabado producto de nuestra coctelería. El entusiasmo creativo del sector gastronómico se ha disparado y ya se habla de que dentro de poco los usuarios podrán contar con ese viejo desaparecido de nuestra gastronomía: el pan con bistec. Para ello bastará un pan con un manojo de hierba, partiendo del principio de que si un animal tan elemental como la vaca puede convertir el forraje en carne, no hay razón para que un ser humano, mucho mejor dotado de inteligencia, no pueda hacerlo.
SOCIALES Celebran nupcias entre el artista plástico Kcho y su ahora flamante esposa En días pasados se celebró en la portentosa capital cubana las esperadas y no por ello menos espectaculares nupcias entre el afamado artista plástico Alexis Leyva —que en el mundo artístico se le conoce con el simpático y sugerente sobrenombre de Kcho— y su ahora flamante esposa. Lo que sin dudas constituyó el punto culminante del evento fue la presencia del Comandante en Jefe, quien ofició como padrino del enlace. Con la soltura habitual que es propia de quien ha fungido como padrino de toda la Isla a lo largo de
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estos años, el Comandante animó toda la velada con su presencia, comentando los últimos logros que se han llevado a cabo en el campo de la biotecnología y los últimos pasos dados en la reciente revolución educativa. El Comandante se mostró ataviado con su espectacular traje de campaña color verde-musgo-de-cisterna, con líneas al mismo tiempo elegantes y sobrias que enaltecen su vital veteranía. En algún momento cambió su conocida gorra por un níveo gorro gastronómico, para hacer las delicias de la concurrencia con las dotes culinarias de quien por largas décadas ha corrido a cargo de la alimentación de toda la Isla. Al final de tan emocionante velada, el Comandante y padrino de la boda les recordó a los flamantes cónyuges su disposición a participar en cuanto evento de importancia ocurriera en la nueva familia, ya fuera como padrino en el bautizo de los vástagos que traigan al mundo, como en la despedida de duelo de las exequias de los ahora recién casados, las cuales —añadió jovialmente— espera que no se produzcan en un futuro próximo. De más está decir que este ofrecimiento fue recibido con entusiasmado beneplácito por parte del artista.
*Sociología cubana (Cómo funciona el cubano o por qué no lo hace) 76
Héroes Grecia dio un Ulises, un Aquiles, un Hércules; España un Cid Campeador; Inglaterra un Rey Arturo y un Robin Hood; Suiza un Guillermo Tell; Estados Unidos, Supermán. Cuba no se podía quedar atrás en eso de legar a la humanidad un prototipo de héroe épico, mitad leyenda, mitad poliéster. Así, que en vez de uno, ha dado dos héroes universales. Dos personajes con la paciencia de un condenado a cadena perpetua y la persistencia de un herpes. Algo así como supermanes cruzados con cucarachas, sólo que más resistentes. Dos personajes cuyas aventuras seguirán las futuras generaciones admiradas y devotas: el balsero y el ama de casa. No conocen descanso ni derrota. Ni el balsero ni el ama de casa se detienen hasta alcanzar su objetivo: Miami o que esa noche la familia coma algo, respectivamente. Hoy nos concentraremos en el primero de estos héroes, aunque ello no indique un orden de importancia. El balsero resume y concentra las principales virtudes del cubano: decisión, capacidad de iniciativa, arrojo (sobre todo si la mar está picada), tenacidad, persistencia y flotabilidad. Y quien dice flotabilidad piensa en el gran científico Arquímedes en su bañadera, jugando con un patico plástico recientemente patentado por él. Cuenta la leyenda que al ver que cuando intentaba hundir el patico éste salía a flote, se dijo: "Uhm... evidentemente todo cuerpo sumergido en un líquido pierde una parte de su peso, o recibe un empuje ascendente igual al peso del líquido que desplaza", y siguió restregándose. Luego cambió de idea. Decidió que aquello era un gran descubrimiento y salió desnudo de la bañadera —ya para esa época los griegos habían descubierto que bañarse vestido entorpecía el proceso de higiene corporal— gritando "¡Eureka!", que es el equivalente más cercano que había en griego clásico para nuestro "¡Partí el bate!" o "¡Acabé con la manteca!" (es obvio que Arquímedes estaba apurado por patentar su nueva teoría por si lo del patico de goma no daba resultado). Pues bien, los balseros cubanos han invertido el sistema investigativo de Arquímedes. Primero viene la carencia de ropas (y todo lo demás) y después se entregan a las leyes de la flotación. En la incipiente rama de la ciencia que es la sociología del balsero, suelen ignorarse los motivos que lo hacen emprender su hazaña. Habrá quien piense que el cubano tiene una 77
vocación irrefrenable por subirse en cualquier OFNI (como ya se sabe, Objeto Flotante No Identificado) para pasar hambre y sed durante días. Aparte de que en Cuba no hace falta subirse a un OFNI para pasar hambre y sed, es falso que el cubano esté condicionado genéticamente para recorrer 90 millas en una balsa. Prueba de ello es la innumerable cantidad de cubanos que conozco en todas partes del mundo (Miami, Nueva York, Ciudad México, Madrid, París, Estocolmo y Roquetas del Mar) y ninguno me ha dicho: "Broder, ven a ver el tronco de balsa que estoy armando en el techo". El balsero, puede concluirse entonces, es una variedad de la especie conocida como "el cubano", pero que sólo consigue esa mutación en su hábitat original. Hay un denominador común que determina la formación del balsero y de su órgano de flotación conocido como balsa: la precariedad. Aunque, en materia de balsas, hay diferentes escalas y variedades que hablan por sí solas de la condición de sus tripulantes. Hay un viejo proverbio balsero que dice: "dime en qué te vas y te diré quien eres".
Dos son los criterios principales para determinar el linaje de un balsero: las condiciones de la embarcación en que hizo la travesía y el momento histórico en que la llevó a cabo. Los balseros de lanchas rápidas, esos que aparecen en cualquier cayo americano diciendo que su balsa se acaba de hundir, son vistos por los balseros de cámara de tractor, o armario de la abuelita calafateado, como impostores, como una ofensa a la noble condición de balsero. Con sólo observarlos, los descalifican en su fuero interno, como mismo el Comité Olímpico Internacional descalifica a los deportistas a los que les encuentra en la sangre sustancias prohibidas, como esteroides anabólicos o uranio enriquecido. La lancha es el doping del balsero y su uso amenaza con arruinar el deporte. Según el otro criterio, el histórico, los balseros del verano de 1994, época en que —como todos saben— fue autorizada por unas semanas la práctica libre del balserismo, son unos plebeyos en comparación con la nobleza que otorgaba la práctica de ese deporte cuando era clandestino. Luego está el asunto de las millas. Que no es lo mismo haber sido recogido a las 30 ó 40 millas que a las 87. Y además, debemos tomar en cuenta que la ruta clásica Habana-Key West no es la única ni mucho menos. Hay muchos otros puntos de partida y muchos otros destinos: Haití, Jamaica, Islas Caimán, Bahamas, Costa Rica, Honduras... Nunca se puede
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descartar que un tunero fanático de Los Beatles cubra íntegra la ruta Puerto PadreLiverpool. Y uno se pregunta cómo es que los balseros siempre saben exactamente a cuántas millas fueron recogidos por el barco guardacostas o a cuántas millas tuvieron que regresar. Respuesta: misterio. Uno se podría imaginar que el estrecho de la Florida está lleno de carteles que avisan: "25 miles to Key West. One way". Pero cualquier comprobación in situ demostraría lo contrario: no hay carteles por ninguna parte y a los delfines que son de por ahí no les gusta dar información a los transeúntes. No se puede descartar que el amplio conocimiento del terreno por parte de los balseros les permita reconocer a cuántas millas está cada ola. Consideremos que no hay balsero que se respete que no haya hecho al menos dos docenas de intentos antes de llegar a su objetivo. Entre los balseros no hay personajes secundarios, todos son protagonistas. No en balde son una variedad de esa especie tan singular conocida como "el cubano". Nunca se encontrará al balsero que se limitó a hacer lo que le decían hasta que llegó a su destino. No. Todos tuvieron un papel decisivo en el viaje: cuando los demás desfallecían y hablaban de regresar, él izó la vela salvadora, señaló un punto esperanzador en el horizonte o animó a sus compañeros a seguir remando mediante el infalible recurso de apuntarles con una pistola. Cuando uno escucha los cuentos de cualquier balsero, se pregunta dónde se han metido los otros, los que hablaban de regresar en los momentos difíciles. A menos que durante el viaje se la pasaran intercambiando los papeles. No poco debe agradecerle la ciencia mundial a los balseros. Su incesante actividad ha venido a confirmar todas las teorías del poblamiento de la tierra, aún la de los sitios más recónditos. En comparación con los balseros, la expedición de la Kon-Tiki parece tan poco riesgosa como pelear con la versión más reciente de Mohamed Alí. Los balseros con su cotidiano heroísmo han venido a demostrar una teoría del poblamiento y el desplazamiento humanos que puede resumirse de este modo: los seres humanos pueden haber llegado a cualquier parte del mundo en cualquier tipo de objeto flotante siempre que contaran con el estímulo de dejar atrás una figura comparable al Comandante en Jefe. Contra esta teoría solamente habría una objeción, aunque de muchísimo peso: es del todo improbable la existencia de un jefe de tribu que se pueda comparar con el Comandante en Jefe.
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Pero si algo distingue al balsero de otros héroes tradicionales es que ha convertido lo que a primera vista se vería como una huida, en heroicidad pura y dura, en épica. Y es que la épica se sobra en esa experiencia, una épica que acompañará al balsero el resto de su vida. Los balseros, los espías y los calvos tienen algo en común: nunca dejarán de serlo. La travesía marítima que los trajo a mejor vida, literalmente hablando, será el centro simbólico de sus existencias, la referencia y medida de todas las cosas. Si oye hablar de una hambruna en África dirá: "Hambre, já... hambre la que pasé yo en la balsa cuando se acabaron el queso y las galletas". Si ve una noticia del conflicto palestino-israelí (autobuses saltando por los aires, y no de entusiasmo precisamente, o tanques reduciendo casas palestinas al nivel del sótano) entonces dirá: "Conflicto, lo que se dice conflicto, el de la balsa cuando Totico se comió la última galleta con queso. Eso sí fue grande y ni siquiera estaba la ONU para interceder". Trate de intimidar a un balsero. No hay forma más miserable de perder el tiempo. Al balsero cualquier problema le parece pequeño en comparación con aquellos días en que andaba rodeado de mar y tiburones, medio enloquecido por el sol y la sed. ¿El carro chocó y no tiene seguro? ¿La cuenta que debe a su tarjeta de crédito es una cifra muy parecida a su número de seguridad social? No hay de qué preocuparse. No hay dificultad a la que un balsero no le encuentre solución. Como en aquel viaje en balsa, siempre habrá una salida, un puntico en el horizonte dándole esperanza.
El hombre (nuevo) y la tierra
Entre los aportes que la humanidad deberá agradecer a Cuba están, en lugar de privilegio, los realizados en el decisivo campo de la genética. Y por supuesto, dentro de ellos se recordará en los siglos venideros a los principales especialistas en esa área del conocimiento científico: Fidel Castro con su Ubre Blanca y el Che Guevara con su Hombre-Nuevo (eso sin contar con la clonación de secretarios municipales del Partido, la mutación de Felipe Pérez Roque en canciller o ese logro supremo de la ingeniería genética que es el líder estudiantil Hassán Pérez). Sobre la primera pareja se ha hablado
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bastante en esta columna, así que, intentando compensar el desbalance, nos dedicaremos a la segunda. Es cierto que las hazañas genéticas del Comandante en Jefe rebasan la creación de la vaca recordista. Recuérdese, por ejemplo, y esto es estrictamente cierto, que en algún momento el Comandante investigó la posibilidad de crear una vaca de pequeño tamaño que pudiera caber en cualquier patio cubano y diera suficiente cantidad de leche para alimentar a los niños de una familia, siempre que ésta no excediera la capacidad reproductiva (real) de Michael Jackson. Como los científicos que el Comandante estaba asesorando posiblemente no se atrevieron a sugerirle que dicha vaca bonsái ya existía, respondía al nombre vulgar de chiva y la patente estaba a nombre del Todopoderoso (por las dudas, nos referimos a Dios), suponemos que el Comandante haya caído en cuenta por sí mismo. En el caso del Hombre-Nuevo, la cosa se complica. Si atendemos al diseño de Hombre-Nuevo que originalmente creó el Che Guevara, tenemos a un ser al que no le preocupa pasar hambre o necesidades de cualquier tipo, no le interesan los estímulos materiales, carece de ambiciones personales, está dispuesto a trabajar sin cobrar y no le tiene el menor miedo a morir por la revolución o por el autor intelectual de los pedraplenes, si es que logra notar la diferencia. El sexo ni siquiera se menciona. En cierto sentido ese Hombre-Nuevo ya existía, su nombre técnico era "cadáver", y la patente estaba a nombre de Caín cuando convirtió a su hermano en Hombre-Nuevo usando lo que en su momento se consideraba tecnología de punta, o sea, la punta de una quijada de burro. En palabras del Che: "el revolucionario, motor ideológico de la revolución dentro de su partido, se consume en esa actividad ininterrumpida que no tiene más fin que la muerte" (tomado de El socialismo y el hombre en Cuba). La muerte, por tanto, no es más que el nombre vulgar del sistema de elaboración de Hombres-Nuevos siguiendo los antiguos procedimientos. Utilizando el método patentado por Caín, desde los inicios de su carrera, el Che se dio a la tarea de fabricar hombres-nuevos sustituyendo la quijada de burro, que para aquel tiempo ya había quedado obsoleta, por balas calibre 30.06. Incluso, se pensó acrecentar la riqueza interior de esta variante de Hombre-Nuevo empleando balas de plata, pero se descartó el método debido a su alto costo.
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De cualquier modo, teniendo en cuenta la diversidad y en muchos casos la escasa calidad de la materia prima, hay que destacar los excelentes resultados que tuvo el Che en la fabricación de Hombres-Nuevos: daba lo mismo que se tratara de un torturador de algún cuerpo represivo de Batista o un guerrillero que se había robado una lata de leche condensada. En cualquier caso, los convertía en seres altruistas y a prueba de tentaciones capitalistas, dispuestos a servir a su tierra del modo más desinteresado: como abono. Este tipo de Hombre-Nuevo tenía en su contra su elaboración artesanal y su carácter eminentemente pasivo. En vida del Che y bajo su supervisión directa apenas alcanzó a elaborar poco menos de 2000 ejemplares de este prototipo. Veamos cómo el propio Che describe el proceso de elaboración de un Hombre-Nuevo-Variante-Pasiva: "Tiré a rumbo la primera vez y fallé: el segundo disparo dio de lleno en el pecho del hombre, que cayó dejando su fusil clavado en la tierra por la bayoneta. Cubierto por el guajiro Crespo, llegué a la casa donde pude observar el cadáver, quitándole sus balas, su fusil y algunas otras pertenencias. El hombre había recibido un balazo en medio del pecho que debió haber partido el corazón y su muerte fue instantánea; ya presentaba los primeros síntomas de la rigidez cadavérica debido quizás al cansancio de la última jornada que había rendido". En este caso se puede apreciar perfectamente cómo ocurre la transformación de un soldado dispuesto a servir a la dictadura por unos cuantos pesos en un Hombre-Nuevo dispuesto a ofrecer desinteresadamente y sin rechistar sus armas y municiones a la revolución. Sin embargo, podemos ver en la rigidez que advierte el Che un obstáculo para una entrega más entusiasta a las tareas revolucionarias. Para que se verificara la fabricación masiva de Hombres-Nuevos en su variante activa, hubo que esperar a que el propio Che se convirtiera en Hombre-Nuevo-Variante-Pasiva. Fue entonces que la fuerza de su ejemplo consiguió que se procediera en masa a la multiplicación de esta especie. Son variados y sorprendentes los modos en que el Hombre-Nuevo se ha reproducido. Si el Che fue capaz de fusilar a alguien por robar una lata de leche condensada, hoy son millones en Cuba los que matarían por una lata de leche condensada o partirían un brazo por la misma lata aunque estuviera vacía. Es increíble lo útil que puede ser una lata vacía en un hogar cubano (la leche condensada hace pensar en el otro puntal de la ciencia genética cubana, el Comandante en Jefe y su
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ganadería condensada. Y no me refiero sólo a sus vacas bonsái —vulgo "chiva"—, sino a su tendencia a reducir el número de cabezas de ganado al punto que la proporción entre cabezas de ganado y población en Cuba a veces llega a confundirse con la tasa de mortalidad infantil: 6,2 por cada mil nacidos vivos. (Ello hace pensar en un problema matemático que propongo a los lectores. Si las ganancias del turismo y de la exportación de langostas se usan para comprar la leche que toman los niños cubanos, ¿cuánto cuesta un litro de leche en el mercado internacional?). Pero si algún pensamiento del Che ha encontrado eco en los Hombres-Nuevos es aquel que dice: "otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos" (tomado de la Carta de despedida a Fidel). Los Hombres-Nuevos han sentido ese reclamo de "otras tierras" con tal fuerza que han utilizado en el noble empeño de llegar a ellas cualquier material susceptible de flotar o volar, incluidas las cartas de invitación. Gracias a eso hoy hay comunidades cubanas en lugares sobre los que nunca supimos responder en las pruebas de geografía. De cualquier forma, donde con más fuerza se manifiesta el Hombre-Nuevo es en la propia Isla. Allí los hombres y mujeres nuevos se pueden observar en todo su esplendor, y su conducta bien dista de lo que generalmente se considera como natural e incluso instintiva en otros seres humanos, educados por las voraces leyes del capitalismo. Allí el orden de prioridades es distinto y todos parecen seguir al pie de la letra el consejo que el propio Che Guevara diera a sus hijos en conmovedora carta: "Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada" (tomado de la Carta del Che a sus hijos). Allí se da el caso de que un padre-nuevo cualquiera, tomemos por ejemplo el padre de Elián, el niño balsero, en lugar de ceder al exhibicionista instinto paternal de ir a buscar a su hijo de inmediato y dondequiera que esté, prefiera esperar por cinco meses a que den resultado las estrategias de la revolución o del autor intelectual del plátano microjet, para el caso es lo mismo. O de que una niña-nueva prefiera morir por la patria que jugar con una Barbie. O más asombroso aún: que un político, especie que en todas partes ha demostrado una amplia capacidad para escapar de las más complicadas situaciones, confirme que efectivamente es culpable de todo lo que lo acusan. Sin ir más lejos tenemos el caso de Roberto Robaina, que tanto ha sonado en estos días. Robaina fue secretario nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas y autor intelectual de
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consignas como "¡Súmate!" y "¡31 y más pa'lante!" y finalmente Ministro de Relaciones Exteriores. (Recuerdo que el día en que se dio a conocer su designación como canciller mi madre estuvo al borde del infarto al pensar que él, en lo adelante, representaría a los cubanos en el exterior. La sustitución posterior de Robaina por Felipe Pérez Roque — aparte de costarle a mi madre un mes de ingreso en terapia intensiva— reveló cuál era el plan a largo plazo del Departamento de Designación de Dirigentes de Máximo Nivel — D-D-D-M-N, que es a su vez la fórmula económica básica del socialismo: DineroDinero-Dinero-Mercancía-Nada—). Como decíamos, el D-D-D-M-N (que es también uno de los sobrenombres del autor intelectual de los CDR), con estas designaciones, quiere preparar condiciones para que el nombramiento de Alcides Sagarra —el veterano entrenador del equipo nacional de boxeo— como canciller no sólo parezca natural, sino deseable. Debemos tener en cuenta que Sagarra es el autor intelectual de dos frases célebres de gran aplicación en nuestra política exterior: 1) "¡Dale duro!". 2) "¡Dale más duro!" (Tomadas de sus Discursos desde la esquina roja). "¡Túmbalo!" es otra frase que ha hecho famoso a Sagarra, pero por sus espinosas resonancias en política interior no es aconsejable usarla en la Isla a más de dos metros de distancia del cuadrilátero. Hace tres años Robaina fue destituido de su puesto de canciller, pero sólo hace unos días se dieron las razones públicas a la CNN. Por lo general, una destitución —vulgo truene— y su anuncio público tienen una relación causa-efecto casi física, de manera que la diferencia de tres años entre un hecho y otro hace pensar que, si el resto del mundo funcionara de acuerdo con las leyes físicas cubanas, aquella famosa manzana todavía estaría flotando a un par de centímetros sobre la cabeza de Newton. Que las leyes físicas funcionen de modo diferente en diferentes condiciones ya fue explicado por Einstein. Lo que no se explica muy bien es cómo Robaina, actuando contra los instintos inscritos en el código genético de los políticos de cualquier parte del mundo, ha decidido reconocer sus faltas. En su entrevista a la CNN, declaró: "Yo cometí errores políticos y sobre todo éticos muy graves. Reconozco no haber sido lo suficientemente transparente con mis compañeros, que tuvieron motivos suficientes para sentirse traicionados por mí". De manera que no cabe duda: estamos ante una nueva especie, el Hombre-Nuevo o, más sorprendente aún, el político-nuevo. Un político sin instinto de conservación que es como decir un hueco sin parte de adentro.
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Imaginémonos una escena similar en la selva, donde impera, nunca está de más decirlo, la ley de la selva (como se sabe, la ley de la selva ha sido confeccionada a imitación de las leyes del capitalismo desarrollado. Anteriormente los animales cuidaban unos de los otros, todos eran vegetarianos y aun en ese caso sólo se alimentaban de malas yerbas que se confesaran como tales). Imaginen que en medio de la vida salvaje aparece un antílope de nuevo tipo. El león, luego de contar con la aprobación de la manada (la de los leones por supuesto) derriba a nuestro antílope de un zarpazo. Hasta ahí todo normal, cada cual respondiendo a sus instintos o a los del capitalismo desarrollado, para el caso es igual. Sin embargo, he aquí que en lugar de tratar de escapar, el antílope manda a buscar a la hiena reportera de la CNN (Comida Natural y Nutritiva) y le explica: "Yo reconozco que esta actitud mía de venir a pastar en el medio de la sabana no ha sido lo suficientemente transparente y entiendo que el compañero león se haya sentido traicionado. De todas formas espero poder recuperar la confianza del compañero león contribuyendo su nutrición una vez que me encuentre ubicado en su sistema digestivo". Mientras, viendo la noticia en su televisor, una pareja de liebres comenta. Mamá Liebre: "¡Ay, pobrecito antílope! ¿Pero por qué no aprovecha y huye antes de que sea demasiado tarde? ¿No se da cuenta de que se lo van a comer?". Papá Liebre: "¡Que se fastidie! Si yo recuerdo bien que cuando estaba en alza no dejaba yerba para nadie y si te descuidabas te pasaba por arriba". ¿Seguirá el antílope el consejo de la Mamá Liebre? Ya dijimos que se trataba de una nueva especie sin los instintos salvajes de las antiguas. Lo más seguro es que siguiendo las enseñanzas del Che actúe de acuerdo al principio que éste les explicaba a sus hijos de que "la selva es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada", y se deje devorar mansamente para no afectar el equilibrio ecológico. Todos lo estudios indican que para que el ecosistema se conserve, es necesario que el león se desayune de vez en cuando algún eslabón de la cadena de mando que en ese momento empieza a cumplir funciones de cadena alimenticia. Algunos seguirán pensando que lo más natural es que el antílope escuche el llamado de otras selvas que reclamen el concurso de sus modestos esfuerzos, pero esos no saben cómo funciona un ecosistema poblado por antílopesnuevos. De haberse atrevido alguien, le habría explicado al Che que los antílopes-nuevos
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que trataba de crear ya habían sido patentados por Dios, pero que Él prefería llamarlos "carneros".
El enfermero y la electricidad. (Nota: Hay temas que por su naturaleza parecen no tener cabida en páginas como esta pero al humor nada humano debe serle ajeno. No sé si deba dejar claro que en ésta sátira a un verdugo específico no pretendo relativizar los sufrimientos de sus víctimas.) Hace unas semanas se le celebró un juicio a un ex-enfermero cubano en Miami. Se le acusaba de aplicar electroshocks a presos políticos en el Hospital Siquiátrico de La Habana a inicios de la década del 70 con intenciones no precisamente curativas. O sí. Si alguien ha llegado a un nivel de enajenación mental tan profundo, como para considerar que el sistema ideado por el comandante en jefe para conducir el país no es precisamente el más idóneo, es lógico que se le trate como a un esquizofrénico peligroso, con electroshocks incluidos. Este tipo de terapia está destinado a dejar dentro del cerebro del paciente la misma cantidad de neuronas vivas que el que podemos encontrar en un ladrillo de microbrigada o en el cerebro de Pedro Ross. Para algunos, ésa es la explicación más plausible de por qué los ladrillos de microbrigada y Pedro Ross son símbolos básicos de la revolución. (De Pedro Ross, el líder de la Central de Trabajadores de Cuba he escuchado una anécdota proveniente de alguien cercano a él. A mí no me crean. Cuentan que en la víspera de un viaje al extranjero, Ross, hombre precavido, quiso saber qué temperatura había en el lugar de destino para saber qué ropa llevar. “Cero grados centígrados” fue la respuesta que le hizo exclamar: “¡Qué bien, eso quiere decir que no hay ni frío ni calor!”). En la actualidad la aplicación del sistema de los electroshocks reeducadores ha decaído por varias razones. Entre las más importantes podemos contar con: a) el gasto energético. Ya han pasado los tiempos en que Cuba recibía a precios irrisorios combustibles de la llorada URSS y por ello el gasto de cientos de megawatts por paciente se hace incosteable. b) sigue aumentando el número de pacientes potenciales. c) se ha conseguido crear un método con el que se consiguen resultados similares (es decir, dejar al cerebro con una capacidad de razonamiento similar al del ladrillo 86
antes mencionado) a niveles masivos con un gasto energético bastante menor. El método consiste en la disertación televisiva diaria, por parte de expertos en la materia, sobre la superioridad del sistema político cubano sobre cualquier otro sistema y la responsabilidad del embargo norteamericano en las dificultades de la isla. (En realidad en Cuba no hay dificultades dignas de mencionar. Si se hace referencia a ellas es para ejemplificar cómo el bloqueo afectaría a la isla si la sabia conducción del comandante no conjurara sus efectos). La eficacia del sistema reeducativo a distancia ya ha sido comprobada por la geología y estriba en el tiempo y la persistencia y su nombre oficial es el de “mesas redondas”. Para poner un ejemplo, tengo una tía abuela con edad suficiente como para haber sido compañera de estudios de Félix Varela. Mi tía, sin embargo, conservaba la mente lo bastante lúcida como para leer vorazmente o contar interesantes historias sobre los paseos en quitrines en La Habana colonial. Eso fue así hasta que empezó la transmisión de las mesas redondas. El mal estado de sus piernas le impedía apartarse del radio de acción del televisor -convertido ahora en SistemaTransmisor-de-Mesas-Redondas- de manera que al cabo de los meses coincide con Pedro Ross tanto en compromiso revolucionario como en número de neuronas vivas. Eso le permite a mi tía achacarle al bloqueo norteamericano la extinción de nuestros indígenas y el exilio de su compañero de clases, Félix Varela. Pero volvamos a nuestro enfermero. Lo interesante no es que el sistema educativo algo obsoleto que alguna vez practicó sea calificado ahora como un método de tortura. En definitiva, no existe sistema educativo que no sea calificado como una tortura por sus destinatarios. Lo verdaderamente interesante del caso fue el argumento de la defensa. En ningún momento dijeron, por ejemplo, que se trataba de algún experimento científico encaminado a demostrar la conductividad eléctrica del cuerpo humano. Así, en caso de escasez de alambre, se podrían sustituir los cables del tendido eléctrico con voluntarios traídos de Oriente, agarrados de las manos como en un cartel de la UNESCO. (En Oriente siempre parece sobrar gente para todo.) No, la estrategia de la defensa del ex–enfermero era bien distinta. Consistía fundamentalmente en demostrar que a pesar de todo lo que se
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le imputaba (así es el vocabulario jurídico, no me miren así) el acusado había estado siempre en contra del gobierno. Las pruebas en ese sentido son abrumadoras: los testigos de la defensa afirman que el acusado escuchaba asiduamente La Voz de las Américas, mascullaba cosas ininteligibles durante los discursos del comandante y decía que el Chevrolet del 53 sí era un carro mientras miraba de soslayo a algún Moskovich ruso. ¿Qué más hacía falta en los 70 para ser considerado como un gusano y tener un pie en la prisión? Sólo alguien que lo comunicara a la autoridad pertinente. Por qué, se preguntaría cualquiera, un elemento desafecto aceptaría convertirle el cerebro en un cementerio de neuronas a otra persona por el sólo hecho de pensar igual que él. Uno podría pensar que el enfermero quería ser una especie única en su género y así intentaba eliminar la competencia, un método algo sucio pero humanamente comprensible. Pero no. Lo que parece sugerirnos la defensa es que el enfermero accedió a aplicar los electroshocks por miedo a represalias. Teniendo en cuenta que la represalia más común en Cuba y la más generalizadamente temida es la de ser expulsado del trabajo, tenemos que el enfermero accedió a dar electroschoks por miedo a perder su trabajo, o sea, a perder la oportunidad de seguir dando electroshocks a gente que hasta ese momento pensaba igual que él. El razonamiento no deja de ser curioso. Algo le debía interesar su puesto de trabajo al enfermero entusiasta de la corriente alterna cuando lo defendía con tanto ahínco. Pero lo más interesante sin duda del argumento de la defensa es su amplia utilidad. Imagínense al ministro de interior diciendo: “En realidad yo no estaba con el sistema. Así que si perseguí o encarcelé disidentes fue por no perder el trabajo que por lo demás era muy interesante. Si yo todos los días oía Radio Martí y le comentaba a mi mujer lo malo que estaba aquello”. Si le sirve a un ministro del interior también le puede servir a agentes de la seguridad del estado, jefes de sector, presidentes de CDR, carceleros y delatores de media jornada. Todos se sentirán con derecho a decir que no pudieron hacer otra cosa que lo que hacían porque no querían perder el trabajo. Se puede concluir de todo esto que el régimen cubano basa toda su estructura en el amor al trabajo. Es más. El propio comandante en jefe se podría acoger a las posibilidades que le ofrece este argumento: “Yo nunca estuve con eso, si desde el principio estaba claro que aquello no iba para ninguna parte. Si hice lo que hice fue para conservar el trabajo. A ver, ¿dónde
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yo voy a encontrar a mi edad un puesto de presidente? Y de verdad, como jubilado es que no me hallo. Así y todo cada vez que salía al extranjero trataba de quedarme pero, ¿ustedes han visto toda la escolta que me rodea cada vez que salgo? ¿Así quién se puede quedar?” Hay que entender al comandante como hay que entender al enfermero adicto a los electrones. Son simplemente gente que ama su trabajo y el trabajo es lo que forja al hombre. Y si no, pregúntenselo al líder de los trabajadores cubanos, el compañero Pedro Ross. O a cualquier ladrillo de microbrigada.
El reino del espíritu Para Armando Tejuca, pintor materialista. Existe un consenso universal de que Cuba es el Reino Privilegiado del Espíritu. Podrán escasear cosas que en otros países, entregados a un materialismo obsceno, se consideren fundamentales, como comida y agua (u oxígeno si se trata del interior del transporte público) pero en lo tocante a la riqueza espiritual, la ventaja sobre el resto del planeta es abrumadora. Por ejemplo, si encontramos que por todos lados hay quejas sobre la cantidad de gente sin moral de ningún tipo, en cambio, la mayoría de los cubanos cuentan al menos con dos morales. Una doméstica, que obedece a los dictados de la conciencia de uso restringido al baño y la cocina fundamentalmente; y la otra, la pública, que responde al instinto de conservación con un radio de acción que incluye el resto de la casa y alrededores, justo hasta donde empiezan las aguas internacionales. Más allá sería aplicable una tercera moral, la moral de los viajes al exterior que obedece al poco estudiado Instinto de Conservación de Posibilidades de Seguir Viajando (ICPSV). A ésta última nos referiremos brevemente más tarde. Famoso ya va siendo en este municipio del universo conocido como sistema solar el desinterés de los cubanos por lo material y sobre todo por su emblema más internacionalmente reconocido: el dinero. En décadas pasadas causaba asombro en nuestros visitantes que las cubanas más audaces en el trato con extranjeros rechazaran el pago en metálico por sus espontáneos intercambios sexuales. Cierto que en cambio aceptaban algún que otro regalo cargado de ternura y romanticismo: jabón, aceite, detergente o una libra de picadillo. Pero no se trataba de un modo de disimular su interés
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económico o una variante medieval de prostitución. No, como una muestra más de nuestra profunda espiritualidad, aquellas precursoras querían poner en alto nuestra conocida hospitalidad. Pero si ofrecían sexo totalmente gratuito a nuestros visitantes corrían el riesgo de que lo confundieran con otras reconocidas gratuidades del sistema cubano como la salud pública y la educación, lo que le hubiera quitado bastante su aspecto disfrutable. No creo que nadie despliegue la misma ansiedad cuando va a la cama en buena compañía que cuando se acuesta a solas en una mesa de operaciones. Ya hemos dicho que la fama que tiene la profunda espiritualidad del cubano ha rebasado nuestras fronteras. No importan las pruebas que se presenten en contra de nuestra espiritualidad: su fama permanecerá intacta. La capacidad de resistencia de nuestra fama de espirituales es tan alta que la Seiko quiere patentarla para recubrir sus relojes de pesca submarina. Tomemos, por ejemplo, uno de esos turistas entusiastas de la excepcionalidad espiritual cubana. Verá regocijado como a cada paso se manifiesta la hospitalidad y generosidad del cubano. Nunca tendrá la indeseable sospecha de que el entusiasmo con que es recibido obedece a algún sórdido interés material. Ese entusiasmo por su persona sólo puede obedecer a que a los cubanos no hay nada que los satisfaga más que sonreírle a un tipo que nunca han visto en su vida. Suceda lo que suceda, nada hará decaer la confianza mundial en nuestro espíritu. Puede que un día nuestro turista se encuentre caminando por la Plaza de Armas seguido de una turba de niños pidiéndole desde caramelos hasta el elástico del calzoncillo que lleva puesto ese día. Luego será abordado por un sujeto vivaracho que le mostrará un álbum de familia donde cada ejemplar femenino viene acompañado por un número. Nuestro turista supondrá que esas cifras corresponden a algún curioso código familiar aunque la respuesta sea mucho más sencilla: es el precio en dólares por noche. Mientras intercambia impresiones sobre la interesante familia, otro sujeto se le acercará y con toda nuestra gracia proverbial le extraerá la cartera del bolsillo para luego alejarse a una velocidad con la que se podría poner a prueba la teoría de la relatividad. Y desmentirla. Se comprobaría que un cuerpo que viaja a la velocidad de la luz no aumenta su masa sino sencillamente desaparece. Pues bien, ese turista regresará a su país asombrado de la solidaridad que encontró a su paso por Cuba donde la gente se entregaba entusiasmada a la tarea de quitarle los lastres de la sociedad de consumo, seguramente para quemarlos
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después en algún acto de masas. De paso nuestro turista introducirá en su país la moda de usar tirantes para sujetar los calzoncillos. Y si es posible también la cartera. Muchos de los cubanos que hacen del viaje al extranjero casi un medio de vida se comportan como verdaderos exportadores de esa tan especial espiritualidad cubana. Si los que lo reciben no se dan prisa por invitarlo a comer o similares, éste lo sugerirá discretamente. (-¿Por qué no nos invitamos a unas cervecitas?) con una sonrisa en los labios. Acto seguido le recordará al anfitrión que sus principios le impiden tener contacto con esos grilletes de la esclavitud capitalista del consumo que son las cuentas de los restaurantes. Con la comida y la bebida no hay problemas. Su abolición casi total en Cuba no significa que ellas en sí sean un símbolo capitalista. Una vez instalado en una mesa con medio pollo en una mano (eso puede variar de acuerdo a las circunstancias) y una cerveza en la otra (elemento invariable) se dedicará a explicarle a su anfitrión la inmoralidad de un sistema que alimenta excesivamente a unos a costa del hambre de otros. Nada como comer para acordarse del hambre de los otros. El anfitrión se siente satisfecho de tener en la mesa a un representante del Tercer Mundo ya que es materialmente imposible invitarlos a todos. Aunque puede llevarse una idea. Su invitado esa noche consume la misma cantidad de comida que todos los habitantes de Etiopía en un fin de semana. Lo único que lamentará el anfitrión es que alrededor de tres cuartas partes de su disertación sobre la injusticia mundial será inaudible por el ruido que hace el pollo entre las muelas de su invitado. Algunos argumentan que tal vocación de espiritualidad se restringe al cubano de la isla y que ésta desaparece en cuanto el ejemplar de homo cubensis ha decidido establecerse allende los mares. Eso lo dicen porque no han visto a dos cubanos en Miami a la hora de pagar la cuenta de un restaurante. Parecería que no resistirían un segundo la infamia de cargar con ese dinero en los bolsillos. La pugna es tan intensa como si estuvieran disputando el orden de salida por la puerta de emergencia en medio de un incendio. Algunos observadores han señalado que sin embargo pocas veces ambas partes se enfrentan con una intensidad equivalente. Siempre hay una que disputa su derecho a pagar con el dinero en la mano mientras que la otra parte del conflicto mantiene la cartera reposando apaciblemente en su bolsillo. Pero esas son pequeñeces que sólo intentan
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enturbiar una espiritualidad y un desinterés que va más allá de las circunstancias geográficas. Pero si se quiere tener una prueba inapelable de cómo la espiritualidad cubana no decae bajo ninguna circunstancia bastará tener contacto con cualquiera de nuestros más exitosos hombres de negocios. No importa que su éxito empresarial lo haya conseguido en la construcción de carreteras, la venta de autos, el tráfico de drogas duras, la joyería o la trata de blancas. Siempre en su interior latirá un alma tierna, alejada por completo de las vulgares preocupaciones terrenales. Al final de una fiesta, cuando el nivel de alcohol en sangre convoca a la ternura y la confesión, el próspero hombre de negocios nos explicará que su dedicación a obtener dinero en cantidades industriales frustró al poeta, compositor de boleros o acomodador de cine que llevaba dentro. “¿De qué vale todo el dinero del mundo si uno no tiene un amigo en quién confiar o una mujer a quien leerle tus poemas porque lo que es Cachita de leer el horóscopo no pasa?” –dice mientras bebe el último trago de un whisky que empezó a añejarse en las bodegas del rey Arturo. Y me viene a la mente Tonito la Calma, prominente representante del comercio minorista de hachís en Madrid (he modificado su nombre para proteger su identidad de posibles admiradores en la comisaría más cercana), cuyas ocupaciones no le han impedido servir de mecenas a músicos que se reúnen en el parque que emplea como oficina comercial y a cada rato interrumpe su próspero comercio para grabar un disco en el que vuelca sus más íntimos pesares. Y todo por el más puro amor al arte. Un saludo para ti, Tonito, donde quiera que estés ahora: en el parque o la comisaría. Pero una muestra definitiva sobre el altruismo del cubano es el hecho de que el peor improperio que se le pueda ocurrir al gobierno de la isla contra sus opositores es que se han vendido, que su disidencia es asalariada y, de ser posible, por la CIA. Eso me hace recordar que casi desde que empecé a escribir las autoridades cubanas sugirieron que la susodicha agencia me estaba pagando a tanto la palabra. Hay algo en eso que me molesta sobremanera. ¡Hasta ahora no he recibido un solo cheque por parte de la agencia y ya me deben de estar debiendo una cifra comparable con la deuda externa de Bolivia! Algunos amigos me han sugerido que les ponga una demanda por salarios atrasados pero eso de pelearme con cualquiera por unos dólares lo veo indigno de mi condición nacional. A lo mejor en lugar de enredarme en una indeseable discusión monetaria les pido que me
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manden detergente o picadillo. Pero bastante. Como para invitar a comer a todo el Tercer Mundo y luego poder lavar los platos. Mis amigos y yo somos de buen comer.
Cultura cubana: agítese antes de usarse La cultura cubana es una sola, sí señó. Conga, tabaco y ron, cómo nó. Y un buchito de café para que no se haga el remoló…Debo advertir a los lectores que estamos presentando algunas dificultades en la elaboración de esta columna. El tema de hoy es la cultura cubana y cada vez que empiezo a hablar de ese tema se me baja el espíritu de Nicolás Guillén. Es algo que no puedo evitar. Vayamos primeramente a la propia definición de cultura. De acuerdo a su etimología “cultura” viene del “verbo latino colere (del que derivan colonia, colono, colonizar, colonialismo), cuyo supino (forma nominal) es cultum y que significa cultivar. Tiene su origen en la raíz griega kol (col-) que significa originariamente podar”. O sea que si atendemos a su etimología la cultura cubana viene a ser... ¡todo mezclado! Yoruba soy, soy lucumí, mandinga, congo, carabalí. ¡todo mezclado! ... Disculpen, es que Guillén cuando se baja en su versión Poeta Nacional y Gran Mariscal de Escritores se pone un poco impertinente. Decía que la cultura cubana es como el ajiaco: con una cabeza de puerco sabe mejor. No, en realidad lo que quiero decir es que la cultura cubana como el ajiaco tiene muchos ingredientes... ¡todo mezclado! ... Pero si uno le quita una que otra cosa va a seguir siendo lo mismo aunque algunos puristas digan que si no se le echa malanga ya no es igual. Es más, que a la cultura cubana se le puede ir quitando el boniato, el plátano, la yuca, la calabaza, el ñame y así sucesivamente. Y si al final el ajiaco sólo se hace de maíz la cultura ya no será ajiaco sino tamal en cazuela. Pero al menos seguirá siendo cubana. Esa al menos fue la teoría de las autoridades culturales cubanas durante bastante tiempo. Se tomaron muy en serio la etimología de la palabra viene de “kol” es decir, podar, ¿recuerdan? Y podaron hasta que llegó el momento que sólo nos quedaron José Martí y los Papines o sea, el típico ajiaco de maíz y boniato. Pero por suerte los tiempos han cambiado y ahora el ministro de cultura (uno de los dos únicos pelilargos en Cuba a los que no les piden documentos de identidad en la calle. El otro es el John Lennon de bronce
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que hay sentado en el parque de 15 y 6) habla de que van a asumir ''la totalidad de la cultura cubana''. Eso quiere decir en lenguaje llano de la Cuba de hoy que va incluirse en la actual versión de cultura cubana a los escritores exiliados... no sé por qué piensas tú, gusano que te odio yo, si somos la misma cosa, tú, yo. Bueno, realmente se prefiere que sean escritores dispuestos a asegurar que Cuba tiene el sistema más democrático del mundo o, en su defecto, que estén muertos. O sea, un concepto de cultura cubana que se nutre fundamentalmente de... ñampio y mabinga, mondongo, cacafuaca. Je je, disculpen de nuevo, este Nicolás. Decía que no hay nada mejor para fertilizar una cultura que los muertos ilustres y... mondongo, cacafuaca, ¡que lo digo yo! Como vimos, la etimología de “cultura” viene de “cultivar” y si es así, mientras más fertilizantes mejor. Por si había dudas ahí está la potente delegación cultural que envió Cuba a la Feria del Libro de Guadalajara. Unos seiscientos de los cuales alrededor de 120 son intelectuales incluyendo el elenco completo del cabaret Tropicana. El resto, unos 480, son masajistas. Bueno, en realidad no estoy seguro de lo que son exactamente ...mabinga, ñinga, cacafuaca... Las delegaciones deportivas cubanas suelen contar con un 20% de deportistas y el resto pertenece a ocupaciones difíciles de determinar pero que para no entrar en detalles incluiremos bajo el término genérico de “masajistas”. Así al menos es como los declaran en la aduana. Tipos altos, fuertes, de bigotes, con las mismas inquietudes intelectuales que Mike Tyson pero un poco más impulsivos. Tipos en fin que se dedican a eliminar todo tipo de tensiones. Y si algo les sobra a las delegaciones cubanas últimamente, son tensiones. Las tensiones, por ejemplo, que produce la oferta de 10 millones de dólares por jugar con los Cardenales de St. Louis. Ahora, dados los buenos resultados, las autoridades culturales han decidido incluir un buen número de masajistas en su delegación. No es que teman que a Fernández Retamar le aparezca ahora una oferta para jugar fútbol americano con los Cowboys de Dallas. No. Ya lo dijo quien lo dijo: la literatura cubana ni se rinde ni se vende. Pero teniendo en cuenta que los masajistas se las pintan solos para eliminar las tensiones y la cultura cubana atraviesa por momentos tensos (“¿qué le vamos a echar al ajiaco esta vez?”) pues ahí están los masajistas. Y los masajistas entraron en funciones. Todo un espectáculo. Fueron en comitiva a la presentación de una revista mexicana que incluía conferencias de dos
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conocidos cabecillas contrarrevolucionarios: los terroristas Rafael –El Sanguinario- Rojas y José Manuel -El Feroz- Prieto. Al principio los masajistas deben de haberse sentido un poco confusos: Rojas y Prieto: negro y punzó, colore de Elegguá y el 26 de julió, que sí señó, que lo digo yo: se acabó. Se preguntan los masajistas “¿En la delegación no tenemos un Prieto y un Rojas?” “Sí, pero este es el Prieto malo y el Rojas peor” aclara Enrique –El Pacífico- Ubieta, director de la Cinemateca cubana e instructor-jefe de las huestes de masajistas. Prieto, el Feroz, se atreve a comparar castrismo y estalinismo ...Stalin capitán, a quien Changó proteja y a quien resguarde Ochún... Mientras los supuestos conferencistas disertan, los masajistas roncan, tosen y se burlan. (Esta vez no vienen representando la educación sino la cultura, así que no hay que estar guardando las formas). Eliades –el Reflexivo- Acosta, director de la Biblioteca Nacional y supervisor de los masajistas da la orden de ataque. El ataque es agudo, salpicado de citas cultas e intertextualidad: “El Rojo y el Negro: ¡gusanos!”, “¡Trínquenme ahí a ese Prieto!” ...Sensemayá el gusano. Tú le das con el hacha y se muere ¡dale ya! Con ese botón de muestra basta para apreciar la idea de cultura cubana del Ministerio del Ajiaco. (Según declaraciones oficiales, el ataque a la presentación de la revista Letras Libres fue obra de “Los Amigos de Cuba”. Debo aclarar “Los Amigos de Cuba” no es el nombre de una agrupación salsera. Son una versión internacional de los masajistas y posiblemente unos y otros hayan sido condiscípulos en las clases de estiramientos.) Al parecer la idea de cultura que sostiene Prieto, el Bueno, está muy apegada a los griegos por aquello de la poda. Uno va entendiendo ciertas cosas, como a qué se refería el ministro con eso de dar “una muestra de nuestra política hacia los autores emigrados, seria, bien concebida”. Sin dudas hablaba de las nuevas coreografías tituladas “Los masajistas” y “Los Amigos de Cuba” y la obra de creación colectiva “El encuadrillamiento de Rojas y Prieto” ...Salga el mulato, suelte el zapato, dígale al blanco que no se va: de aquí no hay nadie que se separe; mire y no pare... Aunque quisiera que el ministro me aceptara este consejo: ya se sabe que las “trincheras de ideas valen más que las trincheras de piedras”, pero, créame, ¡no hay que ser tan ahorrativos! Gástense una idea de vez en cuando. Uno entiende que dada la situación del país no se puede incurrir en gastos excesivos (ya lo suyo habrá costado el pasaje y la
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estancia de los masajistas) pero unas neuronas de más no se echarán a ver. Las que ahorran en Cuba, en las mesas redondas, pueden gastárselas afuera. (Dicen que los masajistas les llaman a sus neuronas “Rita Montaner”: es La Única que tienen). También hemos podido comprobar cuánta razón tenía el ministro cuando decía que “el balance de la Feria de Guadalajara será “aplastante a favor de la verdadera cultura cubana”. Por lo visto, una cultura basada fundamentalmente en la preparación física. Queda un último problema. Esa idea que se ha manejado de “asumir la totalidad de la cultura cubana”. Partiendo de que desde su ministerio se asume la cultura del exilio a condición de que los exiliados sean ... ñampio, mabinga, ñinga, cacafuaca... ¿qué se pretende con este tipo de actos? ¿Acelerar el proceso de conversión de los exiliados en fertilizante orgánico? Por nuestra parte no hay mucho apuro. Preferimos ser parte de un ajiaco hecho como Dios manda. Un ajiaco que tenga... lo que tenía que tener...
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*Política doméstica (De la sala a la cocina pasando por el refrigerador)
17 estantes de una primavera Al Tigre que me enseñó lo que pudo y a Marcos que me ayuda en lo que falta.
Una advertencia a todos los que en la isla se están preparando para pasar a mejor vida. (Es decir, los que se han apuntado en la lotería de visas o andan buscando una carta de invitación o fabricando una balsa o las tres cosas a la vez). La advertencia es ésta: el exilio es duro. Para que se lleven una idea. En el exilio uno puede llegar a sentir nostalgia por Esther Borja o por la música de presentación del noticiero NTV. Y eso no es todo. En el exilio nuestro mejor amigo puede ser el mismo tipo con el que en Cuba nunca hubiéramos compartido la misma litera en la beca. Simplemente porque no encontramos nada mejor disponible por los alrededores. (Antes de proseguir abundando en el doloroso tema del exilio una precisión semántica: el exilio es para los cubanos aquel lugar donde tres años después todavía no nos hemos aprendido el nombre de todas las frutas que nos encontramos en el supermercado. Patria es en cambio donde el propio concepto de fruta está en peligro de extinción. Existe un una tercera instancia, Miami, que es el lugar donde por fin nos enteramos qué quería decir abuelita cuando ponía los ojos en blanco mientras hablaba de algo llamado “guanábana”.) La dureza del exilio puede verse en los más insignificantes detalles. En la isla, por ejemplo, uno se pasa el tiempo quejándose por todas las cosas que uno necesita y no tiene. En el exilio uno se da cuenta que cuando uno tiene apenas un diez por ciento de las cosas que en Cuba añorábamos tener –un equipo de música o un inodoro que descargue, por ejemplo- entonces no nos alcanza el espacio donde ponerlas. Llega así el momento especialmente difícil del exilio cuando la mujer, cansada de estar tropezando a cada paso con los libros del niño, le informa al marido que hay que instalar
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un estante en la pared. El marido debe captar la sutileza so pena de ser descalificado por cualquier comisión de control de calidad de maridos. Eso de que “hay que hacer algo” quiere decir en el código matrimonial que a partir de ese momento el marido deberá poner manos a la obra si no quiere que ese nuevo deber le sea recordado con la misma frecuencia y sistematicidad del mecanismo del parpadeo. Les advierto queridos compatriotas acostumbrados a las tácticas defensivas domésticas vigentes en la isla que en este caso el escape es imposible. Uno no tiene a mano ese socorrido recurso, tan común en los confines patrios, que puede resumirse con esta declaración: “¿De dónde voy a sacar las tablas y los tornillos para el estante mi amor?” Aquí en el exilio las eminencias grises de la globalización se las han arreglado para situar algún lugar donde comprar maderas y tornillos en cualquier dirección que decidas caminar. Y allá se encaminará el cabeza de familia con el mismo entusiasmo que si fuera a comprar la madera y los clavos necesarios para su crucifixión. El siguiente obstáculo para la erección de un estante es la pared. Si se me permite la expresión, las paredes del exilio son una mierda. Para que se capte la idea dentro de la isla, las paredes del exilio son muy parecidas a los panes que se venden en Cuba. La dureza en ambos casos es aparente porque apenas se introduce en ellos un tornillo o un diente, respectivamente, tanto uno como otro se empiezan a desmoronar. Por otra parte, tanto las paredes del exilio como los panes de la isla son igualmente no aptos para el consumo humano con la diferencia de que las paredes tienen mucho mejor sabor. No importa que estén diseñadas para soportar bajas temperaturas o terremotos pero lo cierto es que las paredes del exilio son incapaces de sostener un tornillo por propia voluntad. El otro problema que incide en la relación tornillo-pared-estante es la falta de destreza del sujeto encargado de introducir el tornillo. Digamos que se trata de un licenciado en sicología, historia del arte o física cuántica. O sea nadie peor calificado para proceder con un asunto tan serio como introducir un tornillo en una pared con ciertas posibilidades de éxito. Después de unos cuantos intentos nuestro héroe –pongamos por caso, uno que espera recibir un doctorado por una tesis titulada “La epistemología de la nación cubana: síntomas y tratamiento”- luego de echar a perder todos los destornilladores que había en la casa se dará cuenta de que la situación del tornillo que ha introducido en la pared es tan insostenible como la del Medio Oriente o la de un seno de proporciones regulares
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después de los 50: puede permanecer en su sitio a condición de que no le pongan una cosa más arriba. Llegado a este punto las opciones son apenas dos. O una, si por alguna razón se ha descartado el suicidio. La variante que queda se puede resumir en dos palabras: “cerveza” y “amigos”. El procedimiento es simple. Se compran unas cervezas y se invitan amigos que tenga una noción más o menos aproximada de cómo introducir un tornillo en una pared del exilio. Todo, por supuesto, lleva sus proporciones. Según los cálculos de los especialistas en el tema la proporción es de un six-pack de cervezas y un amigo por cada seis tornillos. Para 24 tornillos será suficiente con cuatro amigos y una caja de 24 cervezas. Tomemos este caso como ejemplo. El siguiente paso es intentar calmar a la mujer. Cualquier mujer con un mínimo de experiencia sabe que la combinación 24 tornillos-24 cervezas-4 amigos tiene un poder destructivo similar a una bomba atómica o a una pandilla de hooligans justo después que su equipo ha perdido: el suficiente para arrasar una ciudad a prueba de terremotos. La única manera de calmar a la esposa será un firme compromiso de recoger y limpiar todos los estropicios provocados por la combinación antes mencionada. Una vez conseguida la aprobación se ponen manos a la obra. Ya con los amigos y cervezas en casa, la alineación se distribuirá como sigue. El amigo A parado junto a la pared intentando introducir los tornillos en la pared. Los amigos B, C y D sentados frente a él. El anfitrión funcionará como un elemento de enlace trayendo cervezas y saladitos y retornando las botellas y platos vacíos. Esto es vital. Sólo una correcta disposición de los efectivos (es una forma de decir) garantizará el éxito de la empresa. Nunca se llame a engaño esperando que los tres amigos sentados en el sofá en algún momento tomarán parte activa en la tarea de introducir los tornillos en la pared. Su única y vital función es mantener viva la más profunda tradición cubana que puede resumirse así: “cualquiera que sea el trabajo de que se trate –desde abrir una botella con una cuchara hasta controlar una fuga radioactiva en un reactor nuclear- este será ejercido sólo por una persona mientras el resto del personal lo observará y emitirá sus opiniones sobre cual es el mejor modo de llevar a cabo dicha tarea”. La combinación progresiva de atornillamiento de paredes e ingestión de cervezas dará lugar a diálogos como el que sigue. -¿Quién te dijo que eso se hace así? Primero hay que clavar el taco.
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-Betico, sigue así que este no sabe nada. El taco tiene que entrar junto con el tornillo. Pero no así como así. Tienes... -Lo que yo digo es que ese tornillo es demasiado corto. Y con ese destornillador... -Pero si no clava el taco... -¿Por qué no vienen ustedes y lo hacen? -Si yo te dije que lo iba a hacer yo pero tú te empeñaste. Yo tú cambiaba de pared. Al final, esto último es lo que ocurre. Cuando ya la primera pared atacada tiene más huecos que Sonny Corleone, el hijo mayor del Padrino, o que cualquier calle de La Habana (Diez de Octubre, pongamos por caso) ha llegado la hora de: a) cambiar de pared. b) buscar afiches para cubrir los huecos de la pared A. El diálogo continúa más o menos así. -Porque una fuga radiactiva no se coge así como así. Lo que hace falta es plomo. El plomo es buenísimo para la radiación. -Cemento. El hormigón es lo ideal para eso. Pero no así como así... -Sí. Hay que usar tornillos más largos. -O una cuchara. -Eso, una cuchara de plomo. -O de hormigón. -Pero que sea bien larga. -Y el taco. Porque el taco hay que clavarlo al principio porque si no por ahí se va la radiación. -Sí, por los huecos. -O se tapan los huecos con afiches. Los afiches son buenos para la radiación. En cualquier caso siempre es recomendable realizar la operación de instalación del estante el viernes para así tener todo el fin de semana para recoger lo que en jerga militar se conoce como daños colaterales. Tornillos torcidos, pared en trozos o en polvo, colillas de cigarros, cajas de cigarros vacías, botellas de cerveza y tapas de botellas. Recomiendo que si tienen niños pequeños en la casa vayan a buscar las tapas directamente en la boca de los niños si es que éstas no están ya instaladas cómodamente en el intestino grueso de la cría. En este último caso habrá que esperar a que las tapas de
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botellas salgan por su vía natural antes de emprender cualquier viaje si es que no quiere que le decomisen al niño al pasar por los detectores de metales del aeropuerto. Pero no hay que ser alarmistas que para eso están los detectores de metales. Imaginemos lo mejor. Imaginemos que los estantes ya están flamantes colgando de la pared, que los afiches están cubriendo los resultados del primer intento fallido y que su esposa, satisfecha, ha decidido dejarlo tranquilo por dos semanas al menos en lo que respecta a reparaciones mayores. Podrá entonces en la tranquilidad de su hogar retomar la redacción de su tesis “La epistemología de la nación cubana: diagnosis y tratamiento”. Entonces y a la luz de la nueva experiencia podrá escribir en las conclusiones: “Y como propuesta final para la reconstrucción física y espiritual de Cuba, consideramos que la vía más factible es reunir a varios centenares de miembros de la sociedad civil con fuertes lazos afectivos y comprar medio millón de cajas de cervezas. De este modo, mientras uno de los miembros de la sociedad civil se dedica a reconstruir la economía, redactar la constitución y poner en marcha proyectos sociales, el resto le brindará recomendaciones técnicas y apoyo moral.” “-¿Pero, quién te dijo que las leyes van antes que la constitución?” “-Y las elecciones, las elecciones van primero porque si no todo lo demás se viene abajo.” “-Y la prensa. Sin prensa las elecciones no son nada.” Y como conclusión se recomendaría que se comenzara la reconstrucción del país al inicio de las vacaciones para tener tiempo de recoger los daños colaterales.
Adicción a la clorofila
Por mucho que nos cueste aceptarlo, existe un tema que constituye una barrera insuperable para el entendimiento de los cubanos que habitan la Isla y los que vivimos fuera. Un tema cuya discusión nos sitúa en posiciones irreconciliables. Me refiero a contemplar la posibilidad de ser vegetarianos. La reacción de un cubano residente en la Isla —a tiempo completo— ante el tema del vegetarianismo, es única e indivisible: ¿Alguien en su sano juicio puede renunciar
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voluntariamente a comer carne? La respuesta del cubano de adentro es que, sencillamente, los vegetarianos sufren una disfunción mental aguda. Natural que les parezca lógico: ¿por qué dar la espalda a ese ejemplar de la fauna mitológica que es el bistec con papitas fritas, con el que nunca se ha establecido contacto directo y del que lo único que se escuchan son maravillas? Como con el resto de la fauna mitológica —el unicornio, la quimera o nuestra ave nacional, el tocororo—, con el bistec ocurre lo mismo. Después de pasarnos la vida oyendo hablar de ellos la única posibilidad que nos queda es desearlo. Las abuelas. Ellas fueron las principales responsables de esas mitologías y de que uno creciera convencido de que en otras partes del mundo la vaca era un animal comestible y que el hombre, por lo general, se había conseguido situar al final de la cadena alimenticia y no entre el picadillo de soya y los tiburones, como estábamos acostumbrados. El animal mitológico que respondía al nombre de "bistec que se sale del plato", introducido en nuestro cerebro por esas aparentemente inofensivas abuelas, nos acompañó, torturante, durante toda la vida. Es la razón por la que algunos se entregan a curiosos experimentos para conseguir a la increíble bestia mitológica. Tomábamos la pieza de carne que nos correspondía por la cuota y la colocábamos en el platico del café, pero ni aún así conseguíamos que aquel bistec se saliera del plato. A los de la Isla les informo lo siguiente: existen cubanos que al salir dejan atrás ese viejo anhelo de encontrarse a solas con un bistec que se salga del plato y renuncian de modo permanente a consumir todo tipo de carne e, incluso, cualquier alimento de origen animal. Y es que cuando se establecen allende los mares, los criollos cambian mucho: unos cambian de hábitos, de acento, de sexo o se entregan a alguna religión cuya membresía, incluidos sus profetas y dioses, caben en una cabina telefónica. He conocido mujeres liberadas e independientes que en La Habana eran tan adictas a la minifalda como alérgicas a la ropa interior, y una vez fuera se han convertido voluntariamente al Islam y ahora llevan encima tela suficiente como para fabricar todas las banderas usadas un primero de mayo en Cuba. Sin embargo, nada de eso sorprende tanto como aquellos cubanos que en medio de una parrillada piden un trozo de lechuga porque han renunciado a comer carne. No es que a todos les dé por volverse adictos a la clorofila ni mucho menos (el Tigre, buen amigo ahora afincado en Madrid, como su apelativo indica se ha
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mantenido esencialmente carnívoro. Cuando la Tigresa insiste en servirle un poco de ensalada por aquello del equilibrio dietético, el Tigre aparta del plato los vegetales como si de algún insecto especialmente nauseabundo se tratara, al tiempo que dice: "Mariana, ¿hasta cuándo te voy a decir que yo no como paisaje?"). Acá afuera, los apegados a la proteína animal seguimos, de momento, siendo mayoría. Y a los miembros de la secta de los clorofílicos uno los ve como una excepción que confirma la regla. Aún así, uno no puede evitar verlos como un insulto a nuestras más profundas raíces, esas que dictan que un cubano, para serlo, debe sentir una añoranza infinita por la carne. Gente así ha destruido mi firme convicción de que la apetencia cubana por la carne no era un producto social o cultural, sino que estaba inscrito en nuestro código genético junto con la impuntualidad y nuestra incapacidad para decir que no sabemos algo. Ahora, sin embargo, tengo el enemigo en casa. A mi mujer le ha dado por leer un libro sobre el vegetarianismo y ha quedado convencida con los argumentos que se ofrecen en su favor. El segundo paso, como era previsible, ha sido mucho peor: está tratando de convencerme. Y algo peor aún: sus argumentos parecen ser bastante lógicos. El primero es el sufrimiento infinito que el sistema mundial de producción de carne ocasiona a los animales. Los animales son encerrados en espacios pequeños, sin apenas posibilidad de movimiento y a oscuras, un sufrimiento que puede entender cualquier compatriota que haya viajado en un "camello" de noche. Encima, como explica un defensor de la dieta vegetariana, "los terneros son alimentados con leche en polvo. La leche de la madre es demasiado valiosa para desperdiciarla en la cría". Y lo peor de todo: no hay quien le explique a los animalitos cuál es la noble causa por la que están haciendo ese sacrificio. En segundo lugar, están los efectos nocivos que el consumo de carne ocasiona en el organismo humano. La carne, según explica mi mujer, también modifica, para mal, nuestra conducta, haciéndonos mucho más agresivos y violentos. Me he tenido que quedar callado y ahora, después de darle mil vueltas al asunto, sólo se me ocurre un argumento en contra: Adolfo Hitler. Existen dos datos personales bastante conocidos sobre el exterminador de media Europa. Uno de ellos es una deficiencia anatómica que no mencionaré aquí para que no nos acusen a mí o a esta publicación de prosaicos. Apenas diré que poseía sólo un ejemplar del órgano masculino que suele venir por pares, y que dicha carencia crea cierta asimetría
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en la ropa interior. El otro detalle es más escabroso aún: Hitler era vegetariano. De estos dos detalles pueden extraerse un par de interesantes conclusiones: el órgano que nos induce al asesinato no se encuentra localizado por debajo de nuestro centro de gravedad ni se nutre exclusivamente de carne. Pero hasta aquí llega mi argumentación a favor de los carnívoros, el resto de mi defensa excede la lógica. Ante un buen filet mignon no ando pensando en la cantidad de nutrientes que contiene y en sus posibles efectos sobre mi organismo, sino solamente en el placer que me proporciona. Todo lo que puedo oponer al vegetarianismo es poesía y nada que la lógica de mi mujer no pueda reducir a polvo. Además de la razón, mi mujer tiene de su parte las estadísticas (decía Mark Twain que hay tres clases de mentiras: las mentiras, las mentiras descaradas y las estadísticas). "Se ha calculado —se dice en el libro que ya cité— que para obtener 500g de carne de animales de cría intensiva, se consumen 2,5kg de cereales, 10.000 de agua, la energía equivalente a 4 litros de gasolina y cerca de 16kg de la capa superficial de suelo". Se me ocurre que eso es más o menos lo que se gasta en Cuba para producir un boniato pequeño o en cada libra de pueblo combatiente que asiste a una manifestación de apoyo al Comandante. Si se le descuentan los cereales, claro está. Estas estadísticas que acabo de citar son preocupantes. 10.000 litros de agua, 4 de gasolina y 16 kilogramos de suelo es un costo demasiado alto para producir un boniato o una libra de pueblo combatiente. ¿Qué tal si las próximas concentraciones, o tribunas abiertas, o como se les ocurra llamar a las demostraciones públicas de apoyo al Comandante, se realizaran directamente en los surcos? El pueblo allí reunido podría escuchar los iluminadores discursos que se pronuncien, ingiriendo de vez en cuando un boniato tomado directamente de su surco natal. Así la cadena agricultura-agromercadosistema digestivo se reduciría al mínimo y los desechos de la digestión —de cuyo nombre vulgar es mejor no abusar en letra de molde— serían un subproducto final de la cadena alimenticia y no el principal alimento del pueblo combatiente, como hasta ahora viene sucediendo. Aprovecho estas páginas para hacer un llamado a nuestros compatriotas que en la Isla viven obsesionados con la carne. No sucumban a sus encantos. Renuncien definitivamente a ella y salvarán al mismo tiempo el planeta y sus almas. Nadie está en
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mejores condiciones para renunciar a la carne que aquellos que no tienen la tentación al alcance de la mano. Es hora de convertir esa supuesta carencia en ejemplo para la humanidad toda, con la exclusión de los compañeros de la India. Habrá que hacerlo ahora, porque luego será demasiado tarde. Se lo digo por experiencia propia. Sin ir más lejos, ahora mismo mi mujer está sacando un par de bisteces del refrigerador.
Carta a una madre de su hijo en el exilio Querida vieja: Supongo que lleves semanas preguntándote por qué no acaba de llegar la acostumbrada remesa en dólares que habitualmente les envío para su diaria subsistencia. No intentaré aquí justificarme con súbitos apuros económicos, deudas por pagar o alguna disculpa por el estilo. No. Simplemente he estado reflexionando sobre la significación moral y política de mandarles dinero. Me pregunto: ¿Hasta cuándo Cuba deberá sufrir la cruel tiranía que la atenaza? ¿Qué hace el régimen castrista con mi dinero? ¿Lo gasta en armas convencionales o atómicas? ¿Qué puedo hacer yo para que eso cambie? Sí, porque ¿de qué vale el embargo norteamericano si nosotros los cubanos del exilio, los que más hemos insistido en que éste se mantenga, lo violamos a diario? Ya es hora de que nuestras acciones vayan en la misma dirección que nuestras palabras. Hay que hacer algo y pronto, y de eso es de lo que se trata en esta carta. Éste es mi plan. Primero que todo, nada de enviar dinero que, con el pretexto de conservarlos a ustedes con vida, alarga la del régimen. Por otra parte, está visto (y esto no es un reproche) que mientras tengan ustedes medios de subsistencia no podrían ocuparse de otra cosa que de sobrevivir. De tal modo, cabe pensar que no encontrando otra salida, el hambre absoluta consiga purificar sus espíritus y empujar su justificada furia sobre el único responsable. Ése sería el fin de la dictadura. Y no es que piense que mi ejemplo será seguido de inmediato por mis hermanos de exilio. Tengo profunda fe en las posibilidades humanas y confío en que basta una familia bien dispuesta (en este caso la mía) para liberar nuestra patria. Así, a medida que pasen los días, la falta de alimentos les mostrará el camino de la libertad y, con el combustible supremo de la desesperación, se lanzarán contra el tirano. Eso sí, no esperen demasiado, pues la debilidad podría ponerlos
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fuera de combate antes de entrar en acción o producirles alucinaciones que traidoramente los aparten del que debe de ser su objetivo. La meta es ardua, lo sé, y por eso pienso que toda la familia tiene que entrar en acción. De poco serviría el pretexto de que alguien debería quedarse en la casa a cuidar de la abuela, sobre todo después de los últimos progresos de la arteroesclerosis. No, porque incluso ella puede ser muy útil para el éxito de nuestro plan. Lo primero es procurar que cuando el hambre les dé el último y decisivo empujón ustedes se encuentren lo más cerca posible del tirano. De ese modo no perderían sus últimas energías en un viaje que, no importa la distancia, en La Habana suele ser agotador. Así, bajo la apariencia de una simple e inofensiva familia intentarían llegar a la presencia del dictador bajo el pretexto de felicitarlo por sus últimos 40 años de servicios al país y solicitarle que repita la dosis (cualquier cosa es válida si de liberar la patria se trata). Una vez en su presencia podrían susurrarle algo a mi abuela que consiga alborotar en ella los fantasmas de su esclerosis. Su alteración serviría entonces para distraer a buena parte de la escolta castrista. Ese momento lo aprovecharían mi padre y mi hermano para abalanzarse sobre el resto de los guardaespaldas y entonces tú, la que me dio el ser, tendrías el privilegio infinito de estrangular al tirano senil. Supongo que argumentarás que la artrosis que hace tiempo corroe tus dedos, hace de tus manos un instrumento muy poco apropiado para estrujar la tiránica tráquea: justo esa prueba demostraría cuánto has sido capaz de elevarte por encima de tus limitaciones y realzaría aún más tu esfuerzo. Siento no poderte enviar algún instrumento que facilite tu tarea pero difícilmente una pistola, por poner un ejemplo, conseguiría atravesar los celosos controles aduaneros del tirano y dicha pistola no serviría para otra cosa que para contribuir al rearme del aparato represivo. Pienso que te podrías ayudar con la soga con que se pone a secar la ropa en la casa; o también usar un cuchillo de cocina pero en ese caso, además de las dificultades que supondrían los previsibles detectores de metales y el chaleco antibalas que seguramente usa Castro, el sacrificio de ustedes podría verse empañado por un excesivo derramamiento de sangre. Y digo sacrificio porque no les oculto lo difícil que será salir con vida de esa acción. Eso sí, les garantizaré mi recuerdo agradecido y el de todos los que, como yo, amamos a Cuba por encima de todas las cosas. Y no sólo eso. Para que se comprenda que no hay ningún mezquino propósito en la interrupción del envío de remesas me comprometo desde ahora
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a no tocar ese dinero para que, el día en que Cuba sea libre, erigir con él un monumento que perpetuaría la memoria de ustedes, junto al que mis hijos (tus nietos) podrán llorar orgullosos por sus abuelos. Si algo no te quedó claro, escríbeme. Te quiere siempre,
Tu hijo
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*La ciencia y nosotros (Respuestas a problemas insolubles: el futuro cubano, los mosquitos, las elecciones en Cuba y el coeficiente de inteligencia de un rapero)
Retos al pensamiento contemporáneo En serio. En estos días hay algo que me ha hecho pensar más que la "Crítica de la razón pura” de Kant y los intentos de clonación de Ubre Blanca. Se trata de una entrevista a dos miembros de "Orishas". "Orishas" es un grupo cubano de rap radicado en Francia que con su primer disco ha vendido medio millón de copias. O más. Uno de los mayores éxitos comerciales de la música cubana de los últimos años y el máximo alcanzado por un grupo con promedio de edad inferior a los 75 años. Hasta ahí santo y bueno. Pero como diría Bertold Brecht tienen un defecto: dan entrevistas. Quien quiera leer la entrevista a que me refiero búsquela en Encuentro en la Red justo en la sección de Entrevistas. En realidad hubiera correspondido a la sección de Humor pero los editores de esa página, piadosos, quisieron evitar que los muchachos de “Orishas” nos hicieran la competencia en la sección de Humor a Ramón Fernández Larrea y a mí, y se lo agradecemos. Íbamos a perder. Seguro. Los entrevistados son dos miembros del grupo, llamados (y pongo a Dios por testigo de que no me lo invento) Ruzzo y Yotuel. Pasemos por alto la ortografía del que en el barrio seguramente le llamaban el Ruso y ahora en París prefiere parecer italiano. Nos queda Yotuel (lo que en inglés vendría a ser I-you-he y devuelto al español sonaría Aiyuji: listo para que una madre cubana lo perpetre contra su próximo hijo, del sexo que éste sea). Yotuel puede servir lo mismo de nombre de rapero, de lección compacta de pronombres en español o de nuevo apelativo de la Santísima Trinidad. En su época habanera el grupo se hacía llamar "Amenaza" pero la nostalgia francesa los hizo adoptar un nombre más típico como el de "Orishas". Me puedo imaginar el grupo español "La Polla Records" que 108
retorcidos por la nostalgia en tierras canadienses por ejemplo, decidan cambiar el agresivo nombre del grupo por el de "El Sagrado Corazón de Jesús" o "La Virgen de la Almudena". La nostalgia es terrible. Pero no es el último efecto que ha tenido sobre Ruzzo y Yotuel a juzgar por la entrevista. Yotuel se declara procastrista. Textual. No fidelista ni anticastrista. Prefiere el término impronunciable de ... bueno, eso mismo. Por algo será. Un amigo me dice que no se puede ser “eso” pues al apelativo que le dan al comandante cubano sus enemigos le añade el prefijo positivo “pro” que termina dándole un sentido neutro al término además de hacer imposible la pronunciación. Pienso que el término lo usa Yotuel (realmente me encanta el nombre) para referirse a aquellos que necesitan alejarse de Cuba para encontrarle sus encantos al castrismo, como sucede con ciertos cuadros impresionistas. Los fidelistas de la isla le dirán: “¡Así cualquiera Yotuel! ¡Lo jodido es encontrarle el encanto acá adentro!”. Si el término para la posición política de Yotuel y compañía es complicado es porque la posición en sí es bastante original. Lo usual es que la gente salga de Cuba como el perro del cuento: para poder ladrar. La gente en Cuba piensa, no sé con cuanto fundamento, que si da su opinión real sobre el gobierno puede sufrir algún tipo de represalia como por ejemplo una reducción estricta y prolongada de su contacto con la luz natural. Otro amigo me dice que conoció en Cuba a los de "Orishas" y que al menos por sus manifestaciones visibles y audibles eran lo que técnicamente se conoce en la isla como “gusanos”. Pero no hay por qué dudar de la sinceridad de las declaraciones actuales de Yotuel y Ruzzo. (No hay virtud más extendida en el mundo que la sinceridad. Haga la prueba. Pregúntele a cualquiera cuáles son sus virtudes y el 100% citará la sinceridad entre las tres primeras virtudes que cree poseer). Posiblemente siempre hayan sido castristas pero mientras estaban en la isla se abstenían de expresarlo por miedo a que peligrara su integridad física. Y llevaban razón. No se puede hablar con demasiado entusiasmo sobre el comandante en buena parte de los hogares cubanos sin correr riesgo de estrangulamiento. Sobre todo si los comentarios se expresan en momentos claves como la hora del apagón o las horas del desayuno, el almuerzo y la comida.
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Todavía es más complicado entender el pensamiento político de estos muchachones si atendemos a lo que nos dice el propio Ruzzo (y juro ante las 11 mil vírgenes que la cita es textual). “Nosotros fuimos a Cuba y tenemos presencia física prohibida en las emisoras de radio grandes y en televisión por motivo del primer disco; cuando llegue el segundo será lo mismo.” Uno pensaría que esa simpatía por los mismos que los censuran sonaría igual que si Doctor Dre, Snopp Dog o cualquier otro rapero negro norteamericano se declararan fanáticos del Ku Klux Klan. Pero Ruzzo enseguida nos aclara que la culpa de la censura la tienen “algunas autoridades culturales que tienen todavía su mente muy atrás, muy cerrada”. Todo apunta a que “Orishas” va camino a inventar un nuevo género: el rap masoquista o maso-rap. En lo que respecta al comandante en jefe hasta los ha invitado a comer, así que él es perfectamente ajeno a la censura que sufre “Orishas” en la radio y la televisión de la isla. Y ahí encontramos otra evidencia de los cambios que se están produciendo en la isla. El comandante ha restringido su poder al punto de que no tiene ninguna influencia sobre la radio y la televisión: apenas puede ofrecer cenas de desagravio. (Y hablando de las invitaciones a comer del comandante: debería estudiarse la capacidad persuasiva de la comida del comandante. Ya vimos que en el caso del padre de Elián González, el famoso niño balsero, bastó un almuerzo para que la misma persona que meses antes escribía a cuanto sorteo de visas para Estados Unidos existiera, renunciara durante cinco meses a la visa que le ofrecían desde Estados Unidos para reunirse con su hijo. Si las comidas del comandante son tan eficaces como todo parece indicar, debería invitar a todo el exilio de línea dura a comer y ya los veríamos a su regreso presionando al gobierno americano para que quite el embargo o lo mantenga, según le parezca más conveniente al comandante.) Pero lo que de verdad me ha quitado el sueño de la entrevista a los de "Orishas" es su concepción de la historia cubana. Sospecho cuáles habrán sido las fuentes de las que Yotuel y compañía han extraído esa concepción: el libro de texto de historia de Cuba para Cuarto grado, edición de 1989 y la segunda parte de "El Padrino". (En la Cuba de "El Padrino" como sabemos, Batista era un tipo al que le regalaban un teléfono de oro y agradecido les daba a los Corleone la isla de Cuba y los cayos adyacentes con la excepción de la base de Guantánamo que ya era de los americanos.)
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La idea de historia de Cuba ha sufrido notables progresos desde los tiempos en que yo mismo asistía a la escuela. En mi época la Cuba de antaño era un país monoproductor y monoexportador, donde los americanos controlaban casi todo, con mucho desempleo, discriminación, prostitución, corrupción y después de la revolución todo eso había sido eliminado. Como quiera que la Cuba de antes de 1959 que me enseñaron en la escuela parecería el paraíso terrenal al lado de la realidad actual, la versión Yotuel de la historia es más o menos así: Antes de 1959 todos los hombres estaban desempleados y todas las mujeres eran prostitutas (incluidas nuestras respectivas abuelas). Los negros trabajaban cortando caña en condición de esclavos y sólo interrumpían su trabajo cuando necesitaban usarlos como combustible del horno del central. Sólo se exportaba azúcar y sólo se importaban látigos para asegurar que los esclavos siguieran trabajando. Batista era en realidad un blanco disfrazado. Más exactamente, un sobrino de Don Vito Corleone. Después de la revolución todo eso se eliminó y Cuba fue un paraíso, justo hasta la caída del Muro de Berlín. “Había de todo” según palabras textuales de Yotuel. Los filósofos se están perdiendo un tema interesantísimo de estudio: el concepto del Todo según Yotuel. Es de esperar que si la situación de Cuba empeora, Yotuel y Ruzzo nos regalen con otra versión de la historia de Cuba. Según esta nueva versión, antes de 1959 Cuba era un montón de escombros poblado por dinosaurios. Los dinosaurios trabajaban como esclavos de los norteamericanos y las dinosaurias se prostituían a los mismos. La revolución liberó a los dinosaurios y aceleró su evolución hasta convertirlos en personas mientras Eusebio Leal ha ido transformando parte de los escombros en flamantes casonas coloniales. Mientras ese momento llega repita conmigo: “Je suis Yotuel” “Je suis procastriste”
Más fuertes que nunca
Hoy la revolución cubana es más fuerte que nunca. Y quien dice la revolución dice la patria, el socialismo, el Comandante, el pueblo, el partido comunista, el equipo nacional
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de béisbol y la cadena puerto-transporte-economía interna. Claro que cada cual es más fuerte a su manera. La revolución ya tiene 43 años, el Comandante 75 y el pueblo una esperanza de vida de 73. Claro que si “la vida” es en Cuba lo de “la esperanza” es más bien en el extranjero. Quizás el secreto de la longevidad de los cubanos sea que se mantienen vivos gracias a su expectativa de ganar la lotería de visas. En cuanto a la cadena puerto-transporte-economía interna, si se cuenta a partir del sistema de flotas que instauró España, tendrá más de cuatro siglos. Lo que todavía se discute con cierta intensidad es si en vez de cadena es cable o soga, materiales tal vez menos resistentes, pero que al menos parecen no acabarse nunca. Pero lo que es seguro es que la revolución es hoy más fuerte que nunca. Si no véase la contundente respuesta que ha dado el pueblo al llamamiento de respaldar con sus firmas el proyecto de ley que declaraba inmutable el carácter socialista de la Constitución. El 99,37% de la población estampó su firma de apoyo. Así se le dio una derrota rotunda al Proyecto Varela, el proyecto con que los disidentes —o sea, los representantes de la filial de la CIA en la Isla— pretendían introducir cambios en la Constitución. Probablemente el 99,37% de ese 99,37% ignoraba que estaba derrotando el citado Proyecto. Ya se ha dicho antes: el pueblo cubano es culto pero sencillo, y le gusta llamar a las cosas por su nombre. En realidad el Proyecto Varela, con su petición de libertad política y económica, es el primer paso para una futura invasión norteamericana a Cuba. Arteramente se pretendía que a la hora que se estuviera discutiendo el citado Proyecto el ejército norteamericano aprovechara la distracción de la Asamblea Nacional para desembarcar. ¿Quién va a defender el país si el Comandante, Alarcón, Silvio Rodríguez, dos docenas de generales y demás representantes de la voluntad popular están distraídos discutiendo el pérfido Proyecto? Fue entonces que se lanzó la contraofensiva con masivo respaldo popular. Teniendo en cuenta los antecedentes históricos, podría haberse sugerido que el proyecto que se opuso al Proyecto Varela recibiera el nombre de Proyecto Fernando VII. Como se sabe, Félix Varela viajó como representante de Cuba a las Cortes españolas aprovechando que Fernando VII estaba fuera del poder, y cuando éste regresó condenó a Varela a pena de muerte en ausencia, pues el cubano había tenido la precaución de poner mar por medio y buscar refugio en Estados Unidos: todo un precursor. Varela quedará no sólo como el que
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nos enseñó a pensar, sino también para dónde huir cuando no nos queda otro remedio. Fernando VII fue también el que en otra de sus vueltas al poder fuera aclamado con gritos de "¡Vivan las cadenas!". Puede que se refirieran a las del puerto-transporte-economíainterna, nunca quedó del todo claro. Con todo esto el susodicho rey acumuló méritos suficientes para dar su nombre al casi unánime proyecto. Pero no. En la convocatoria de éste nunca se mencionó el Proyecto Varela, sino directamente al presidente Bush, el joven, de manera que en lugar de Proyecto Fernando VII le hubieran podido poner Proyecto Bin Laden. Pero por alguna razón eso no ocurrió. Los enemigos de la revolución son tercos y les cuesta reconocer su derrota. Insisten en que la abrumadora cantidad de firmas fueron recogidas bajo amenazas de todo tipo, como si se pudiera amenazar a un pueblo completo así como así. Las espontáneas muestras de apoyo al Proyecto Fernando VII (como le llamaremos para abreviar) han sido muchas y elocuentes: el propio Comandante mencionaba el hecho de que hasta los presos se mostraron deseosos de firmarlo. En un pueblo de Las Tunas un embalse se desbordó y los vecinos evacuados, en lugar de preocuparse por la pérdida de casas y animales, estaban preocupados de perderse la oportunidad de firmar. Pero claro, si alguien se empeña en verlo todo torcido podrá decir que eso lo único que demuestra es que dejar de apoyar el Proyecto Fernando VII es mucho más peligroso y terrible que estar preso o perder la casa y los animales. Hay gente que nunca aprende. A pesar de la abrumadora cifra de firmantes, queda el 0,63% restante, 51.000 personas para decirlo en números redondos. En cualquier lugar sería una cantidad insignificante, pero en Cuba todo significa algo. Un amigo me comentó que donde vive sólo la loca del pueblo dejó de firmar. Un cálculo generoso podría asumir que en la selecta categoría de "locos del pueblo" habría unos 20.000 no firmantes. ¿Y el resto? Alguien, apresuradamente, dirá que se trata de agentes de la CIA, pero eso es algo que se debe analizar con cuidado. Ya la CIA ha demostrado ser capaz de suficientes estupideces en los alrededores del 11 de septiembre para que se esfuerce demasiado en seguir demostrando sus incapacidades. Así que lo más lógico es que la CIA haya instruido a sus agentes para que fueran a firmar, y así no pudieran ser descubiertos. De otra manera, bastaría echar mano a la lista de no firmantes para tener un minucioso censo nacional de deficientes mentales y agentes de la CIA. Entonces, ¿quiénes no firmaron el Proyecto
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Fernando VII? Si se continúa la lógica de los razonamientos anteriores se trata en realidad de agentes de la Seguridad del Estado, quienes no suscribieron el proyecto para ganarse la confianza del enemigo. No se debe descartar que entre los no firmantes haya agentes de la CIA tratando de parecer agentes de la Seguridad que a su vez pretenden pasar por agentes de la CIA. O viceversa. Es decir, que entre los firmantes haya agentes de la Seguridad haciéndose pasar por agentes de la CIA que a su vez traten de confundirse con extraterrestres radicales de izquierda. Los cálculos se van complicando. El razonamiento, aunque lógico, puede llevarnos a una conclusión bastante preocupante. ¿Cuántos agentes de la CIA podría haber entre los más de 8 millones de firmantes del Proyecto Fernando VII? Pudieran ser unos pocos, pero también millones financiados por las aparentemente inocentes remesas familiares (últimamente la CIA ha flexibilizado mucho sus normas de contrato y basta que uno firme cualquier papel en una oficina de la Western Union para que se considere enrolado de por vida en la otra agencia, la del espionaje norteamericano). Pero eso no disminuye en nada la victoria del Comandante, o sea, la de la revolución, el socialismo, la patria, el pueblo y la susodicha cadena puerto-transporte-economía interna, sino más bien la acrecienta. Cuando hasta sus propios enemigos, ya sea por convicción o simulación, han dado su apoyo al Proyecto Fernando VII, está claro que no hacen más que reconocer su derrota, y la revolución sale fortalecida. A estas alturas da igual quién es el enemigo y quién no si todos actúan de acuerdo a los intereses de la revolución y el Comandante. Eso de aprovechar las fuerzas del contrario en beneficio propio no es nada nuevo; los japoneses aplicaron ese principio al judo... pero hay que reconocer que poner a una de las mayores filiales de la CIA en el mundo a participar en manifestaciones, tribunas abiertas y trabajos voluntarios es una innovación bastante respetable. No es contradictorio que entre los firmantes del proyecto que declara el socialismo eterno e intocable haya balseros frustrados y aspirantes a la lotería de visas, conscientes todos ellos, de que sin el socialismo, principal aliciente para abandonar el país, el sueño de su vida dejaría de tener sentido. O capitalistas de bolsillo, de esos de aguacates y barras de maní que saben que en caso de que el socialismo fuera más tangible de lo que es ahora correrían el riesgo lejano, pero no descartable, de convertirse en asquerosos grandes capitalistas como los que regentan la cadena Sol Meliá. En cuanto a éstos últimos,
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siempre correrán el peligro de que, de acuerdo a los nuevos cambios introducidos en la Constitución, en algún momento se declaren las cadenas hoteleras establecidas en los últimos años inconstitucionales, al retocado grito de "¡Mueran las cadenas (hoteleras)!". Aunque está escrito que el destino de un capitalista es correr riesgos. Hablando de riesgos: el riesgo es quizás la clave que explica que los vendedores de maní, avanzada del capitalismo local y por tanto aliados naturales del enemigo imperialista, hayan dado su apoyo al proyecto Fernando VII. Al hacerse anticonstitucional la venta de maní, básica en el proceso de la acumulación originaria de capitales cubanos, el riesgo de esa actividad económica aumenta, y con ello sube proporcionalmente el precio de los cucuruchos anticonstitucionales. Con ello esperan hacerse ricos, un estatus igualmente anticonstitucional, pero no importa, ya están acostumbrados al menos a la inconstitucionalidad (en este sentido, y para dar fe de su constitucionalidad, el Comandante ha declarado que toda su fortuna cabe en uno de los bolsillos del presidente Bush. No es que los bolsillos de Bush sean descomunales, como han sugerido algunos. La declaración más bien indica que el Comandante ha empezado a usar tarjetas de crédito. Esto, si bien no es constitucional es mucho más cómodo para el presidente Bush, si es que algún día acepta el reto de echarse en el bolsillo la fortuna del Comandante). Es cierto que en la última década se han establecido en no pocos sectores lo que cualquier profesor de marxismo llamaría "relaciones de producción capitalistas". Es la realidad. Pero el proyecto Fernando VII ha acudido a una fórmula infalible para enfrentarse a ésta última: la ha declarado inconstitucional. La realidad, uno de los principales obstáculos con que contaba el socialismo en Cuba, si no ha sido abolida, al menos queda neutralizada. La realidad apoyará todo lo que le pidan y firmará todo lo que le pongan delante con tal de que la dejen seguir vendiendo maní y no se pongan pesados el día en que pueda abandonar la Isla en la que la revolución, la patria, el socialismo, el Comandante y las cadenas (puerto-transporte-economía interna) son cada vez más fuertes.
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Preocupaciones
Una buena noticia para los cubanos que pueblan la isla en medio de la más reciente crisis económica. Ya pueden dejar de preocuparse por el presente y su supuesta falta de libertades políticas y económicas, de comida, de papel sanitario, papel moneda o cualquier otra variante de papel, o por la carencia de combustible, empleo, medicinas, medios de transporte, compresas sanitarias, ropa interior, ropa exterior, internet, realidad virtual y realidad real. Ni siquiera tienen que preocuparse por el exceso de policías, de comandante en jefe o del resto de sus paisanos. Ya no hay que preocuparse por nada de eso. Hay que preocuparse por el futuro. Por lo menos esa es la principal preocupación de 7 de cada 10 extranjeros cuando hablan sobre Cuba. Del octavo al décimo lo que más les preocupa es el pasado. Por tanto el presente puede desde ahora dejar de ser un tema de preocupación para los cubanos teniendo en cuenta que somos un país eminentemente turístico. (Para hacerme entender el presente es el período que se extiende entre la llegada al poder del comandante y su futura aunque no del todo segura muerte.) Por alguna razón los comentadores de la realidad cubana consideran que el futuro cubano será irremediablemente una reproducción impecable del pasado y si eso no ha ocurrido todavía es gracias al comandante en jefe. Si ellos lo dicen por algo será. En el pasado, o sea antes de 1959, como ya sabemos gracias a Yotuel, Cuba estaba habitada por dinosaurios analfabetos y sin asistencia médica y con una tasa de mortalidad infantil de 1000 por cada mil nacidos vivos que fue la causa directa de la extinción de los dinosaurios. Gracias al comandante en jefe la fauna de la isla evolucionó hasta llegar a las especies superiores que hoy conocemos: los cubanos y los cruces de ganado F-1 y F-2. Los mosquitos, disidentes y demás especies dañinas fueron introducidos, claro está, por el imperialismo. En el pasado, o sea, desde la era paleozoica hasta 1958, -según datos aportados directamente por el comandante en jefe en discursos recientes- no había ninguna computadora personal y nadie, absolutamente nadie tenía acceso a internet. Ahora en cambio esas cifras se han multiplicado infinitamente. El número de computadoras personales en el país se ha elevado a 35 y las personas con acceso directo a internet a tres. O los teléfonos celulares. Antes de 1959, o sea, durante la prehistoria
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cubana, los teléfonos celulares en la isla no rebasaban la cifra de cero mientras que en el presente se han elevado exponencialmente al número de nueve incluyendo los que están momentáneamente fuera de servicio. Otra cifra. Antes de 1959 cubanos visitantes del espacio: 0. Después de 1959: 1. Eso para no hablar de los deportes, sobre todo los deportes náuticos. En un deporte totalmente desconocido en la Cuba del pasado, -la travesía de 90 millas en balsa o cualquier otro objeto flotante, con o sin timonel- ahora somos los indiscutibles líderes mundiales. La gran regata del verano de 1994 con la participación de 35 000 atletas se recuerda como el momento más importante en la historia del deporte en el planeta. Del pasado lo único rescatable han sido unos huevos de dinosaurios que tras su debida incubación han devenido en uno de los mayores fenómenos musicales de los últimos tiempos. Me refiero por supuesto a Buenavista Social Club, la Vieja Trova Santiaguera y demás agrupaciones exhumadas de la prehistoria pero que sin los desvelos de la moderna ciencia cubana nunca hubieran llegado a la actualidad con ese aroma añejo intacto que los caracteriza. Un dato en el que nadie ha reparado hasta el momento: tanto el único cosmonauta cubano como el cantante de Buenavista Social Club ejercieron la profesión de limpiabotas. Así que si quiere llegar lejos en la isla no pierda su tiempo asistiendo a la universidad: agarre cepillo y betún y empiece a practicar desde ahora que en cualquier momento lo llaman al recoger un Grammy o el Premio Nobel de Química Aplicada (A Superficies de Cuero). Pero hablemos de lo que preocupa al 70% de los comentadores extranjeros de la realidad cubana. (Es curiosa la recurrente referencia a la realidad cubana. Uno nunca oye hablar de la realidad francesa, o de la realidad congolesa. Ese énfasis en la “realidad” debe resultar cuando menos sospechoso. Resulta que la distancia entre Cuba y la realidad cubana es más o menos la misma que existe entre Cayo Coco y los cubanos que no trabajan en el sector turístico.) Hablemos del futuro cubano. Algo malo nos depara ese futuro cuando los extranjeros –que por supuesto tienen una visión de más alcance que la de los nativos- se preocupan tanto. Una de las preocupaciones fundamentales es que el pueblo, sin la certera guía de su comandante en jefe, involucione en la escala zoológica hasta volver a ser los dinosaurios analfabetos y sin asistencia médica del pasado.
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Otra preocupación fundamental de nuestros observadores extranjeros es la comida. Asusta a nuestros observadores la posibilidad de que una vez que carezcamos de la sabia guía del comandante en jefe proliferen en la isla los establecimientos de McDonalds y Burger King amenazando con destruir la actual gastronomía criolla. Y no me refiero sólo a que la desleal competencia de hamburguesas y papitas fritas acabaría con platos tan autóctonos como la pizza de preservativos, el bistec de frazada, el picadillo de cáscara de plátano, el picadillo texturizado, el perro sin tripa o el fricasé de gato. También tómese en cuenta que el principal ingrediente de la actual cocina criolla es un elemento que ha sido subutilizado por los cocineros de medio mundo: el aire. La amplia disponibilidad de aire en la isla, en comparación con otros ingredientes, lo ha hecho el elemento básico en la dieta cubana. Los cubanos le deberían llamar comer a lo que en buena parte del mundo se considera respirar por la boca y hambre a lo que los demás califican como asma. Pues bien, con las McDonalds esa peculiar tradición gastronómica pasaría al olvido con el consiguiente empobrecimiento cultural de la nación. También preocupan las terribles consecuencias que traería a la isla la invasión del turismo norteamericano con su consiguiente dosis de corrupción. Así los actuales intercambios amistosos entre cubanos y cubanas y los hermanos pueblos de España, Italia, Canadá o México quedarían transformados en la más vulgar prostitución. ¿Y qué decir de los marines norteamericanos que de sólo ver una estatua de Martí sienten el impulso ancestral de evacuar sus necesidades fisiológicas? ¿Y las vacas? ¡Oh, las vacas de mi ardiente patria! Las mismas vacas que antes producían récords que asombraron al planeta, ahora se verían obligadas a producir leche y carne, productos vulgares a los que hace tiempo han renunciado estas atletas. Pero el golpe más fuerte de todos sería el hecho que marcaría el propio advenimiento del futuro. Me refiero por supuesto a la de algún modo previsible muerte del comandante en jefe. ¿Quién nos defenderá de los ciclones e inundaciones, quién nos explicará que sufrimos los efectos de una sequía aunque llevemos un mes viendo caer la lluvia sin interrupción, quién le explicará al sol cuándo y por dónde deberá salir cada mañana? ¿Quién nos traerá sus geniales ideas cada semana, sus pedraplenes, sus plátanos microjet, sus increíbles cruces genéticos, sus crías de búfalos y camellos, sus proyectos de zafras descomunales? ¿Quién inaugurará las mismas escuelas tres y cuatro veces? ¿Quién le
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impondrá esos geniales nombres a nuestros años, nuestras décadas, nuestra vida toda y a todo lo que comemos o dejamos de comer? ¿Qué haremos con todas esas horas de trasmisiones televisivas o con esas inmensas plazas que sólo él llena con su presencia? ¿Quién nos guiará en la aplazada reconquista de la tierra prometida de la Base Naval de Guantánamo? Queda sin embargo una esperanza. Cuando se habló de la posible clonación de Ubre Blanca, aquella famosa vaca recordista, empezó a extenderse el rumor de que ése sólo era el primer paso en los planes de clonar al comandante. Eso garantizaría que en caso de desaparición pudiéramos tener un sustituto adecuado. Y mientras aparece el sustituto deberemos conformarnos con el clon de Ubre Blanca que imbuido con el espíritu del comandante sabrá ocupar su espacio en las tribunas abiertas y mesas redondas. Posiblemente ni siquiera notemos la diferencia. Así que cuando el clon del comandante esté listo, los cubanos podremos conjurar nuevamente el amenazador futuro que nos espera. ¡Ánimo preocupados de todo el mundo! ¡Con un poco de suerte el futuro nunca llegará!
Un viejo enemigo.
El mosquito aedes aegypti, ese viejo conocido de los cubanos, ataca de nuevo. Primero fueron los tiempos de la fiebre amarilla. Hasta entonces tenían apenas fama de molestos pero apareció el médico Carlos José Finlay, para desenmascararlos como lo que eran, pérfidos contrabandistas de la enfermedad. Eso y el daiquirí han sido los máximos descubrimientos de la ciencia cubana hasta el momento si descontamos la pasta de oca, cuya patente la disputa una conocida marca de raticidas sintéticos. (En realidad Finlay nunca habló del aedes aegypti sino de un pariente cercano, el cúlex mosquito pero eso bastó para hacer caer la sospecha sobre toda la raza.) Luego, con la primera epidemia de dengue hemorrágico, el mosquito apareció como agente (trasmisor) de la CIA enrolado por ésta para que repitiera sus hazañas criminales. Esta vez quien descubrió la combinación asesina no fue un científico sino el propio comandante en jefe, alerta ante la naturaleza de esta nueva alianza. Lo que nunca quedó claro era si el mosquito había sido
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incorporado a la plantilla fija de la CIA junto a Cabrera Infante y Gastón Baquero o si sólo había sido contratado temporalmente. A la vista de los últimos acontecimientos me inclino por esta última posibilidad. Recuerdo perfectamente aquella epidemia de dengue que azotó a los cubanos hacia 1980. Yo mismo caí enfermo ante una enfermedad que se llevó por delante a un par de cientos de personas. Desde entonces el resto de la humanidad (con la posible excepción de mis abuelas) de vez en cuando lamenta mi resistencia a la enfermedad. No salí del todo ileso. Durante años la capacidad de mi sangre para coagularse era tan baja como el ingreso per cápita de Burundi. Un simple apretón en un brazo me causaba marcas que permanecían visibles por un buen rato. A veces me veía dándole largas explicaciones médicas a la novia del momento por pellizcos recibidos tres o cuatro novias atrás. En esa ocasión las autoridades anduvieron con cautela. Al parecer no era aconsejable anunciar, sin tomar las debidas precauciones, que una enfermedad mortal andaba rondando el país. La alarma podía llevar al pánico, el pánico a la histeria y la histeria al estrés, el estreñimiento y la falta de confianza en el futuro. Mientras tanto murieron unas 150 personas. Apresurarse hubiera sido fatal si tomamos en cuenta los peligros de la secreta alianza entre los mosquitos y la CIA. Pero eso no se descubrió hasta después. Al principio, tras las primeras muertes, se pensó que todo no era más que una artimaña del enemigo para desprestigiar el impecable sistema cubano de salud. Era posible que la CIA estuviera usando comandos suicidas que se hacían pasar por enfermos y se dejaban morir para hacer creer que los hospitales cubanos eran incapaces de lidiar con la enfermedad. La espera sin embargo rindió sus frutos. Pronto se descubrió toda la trama conspirativa y la conjura entre el gobierno norteamericano y los mosquitos. Una prueba decisiva de la alianza fue una filmación del momento en que un agente de la CIA le entregaba el virus a un mosquito. Las imágenes pueden no parecer suficientemente inculpatorias. El agente de la CIA estaba perfectamente disfrazado de abeja, tamaño natural (de abeja, digo), y lo que se observa en ellas puede tomarse como un encuentro casual de un mosquito y una abeja en pleno vuelo. Lo que no deja lugar a dudas es la traducción de los zumbidos de los supuestos insectos realizada por expertos cubanos:
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Mosquito: Justo esto era lo que necesitábamos para llevar adelante el plan. Agente-abeja: Recuerden cuales son las órdenes: matar a todo el que encuentren. No queremos prisioneros. El Departamento de Estado por supuesto negó cualquier vínculo con los mosquitos. Con el tiempo llegaron a difundir la calumnia de que el dengue había sido introducido por las tropas cubanas que regresaban de sus misiones internacionalistas en Angola. ¡Imagínense! Acusar a las heroicas tropas cubanas de tráfico de enfermedades tropicales. Y si por casualidad alguien estuvo implicado en algún tipo de tráfico ya fue debidamente fusilado como fue el caso del general Arnaldo Ochoa aunque el propio hecho de su fusilamiento es discutible. (Según la boleta de defunción –y eso lo vi con mis propios ojos- como causa de muerte aparece textualmente “anemia aguda”.) Ahora el pueblo cubano ha debido soportar otro ataque de los mosquitos y curiosamente no se ha mencionado la posibilidad de una nueva conspiración CIA-Aedes aegypti. Una foto del hijo de Mas Canosa con un mosquito posado en la oreja ha sido descartada como indicio de una nueva alianza entre la Mafia de Miami y los mosquitos. Todo parece indicar que como en los viejos tiempos estos mosquitos han decidido actuar por cuenta propia. Tenemos de nuevo el enfrentamiento épico de toda la vida: el hombre y el mosquito frente a frente, sin intervenciones externas, como en los días de la creación. Sin embargo, la actitud de los compatriotas hacia el mosquito no puede tildarse de deportiva. Han fumigado la isla hasta hacer la atmósfera tan irrespirable como la del planeta Júpiter o como el interior de ese medio de transporte apodado cariñosamente “camello”. La sustancia con que día a día se fumigan las calles de la isla es tan nociva que en el tratado de Ginebra sobre el uso de armas químicas se ha prohibido incluso pronunciar su fórmula en los alrededores de cualquier asentamiento humano. Sólo se conocen en el reino animal dos especies capaces de sobrevivir a semejante tratamiento con tóxicos. Una es el propio mosquito. La otra especie es el cubano, sobre todo si es de los que tienen que montar un “camello” a diario. De cualquier manera ni siquiera los cubanos están exentos de sufrir efectos colaterales tales como diarreas, vómitos o mutaciones genéticas. (Aunque no es descartable tampoco que la CIA se haya aprovechado de la situación y esté enviando comandos a los hospitales diciendo que tienen problemas respiratorios a causa de la fumigación.) Así que si se quiere evitar que
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la próxima generación de cubanos nazca sin nariz, verde y con dedos en la frente se impone cambiar de táctica. Creo que la clave está en algo que dije más arriba. Este ataque de los mosquitos ha sido por cuenta propia, de manera que no veo razón para que no reciban el mismo tratamiento que otros cuentapropistas. Mi plan es simple: obligar a los mosquitos a pagar sus impuestos como cualquier trabajador por cuenta propia. Digamos que tendrán derecho a clavar su aguijón cuatro veces al mes sólo en caso de que abonen como impuesto el equivalente a cinco litros de sangre en el mismo período de tiempo. En el caso de los que prefieran picar turistas el impuesto sería el triple y pagado con sangre extranjera rica en nutrientes. Si ese sistema ha servido para reducir progresivamente al resto de los trabajadores por cuenta propia, no veo razón para que no ocurra lo mismo con los mosquitos. Y para terminar, una advertencia. Compatriotas: mientras se procede a la extinción de nuestro insaciable enemigo eviten por todos los medios que nuestro comandante en jefe sea picado por un solo mosquito. En ese caso se corre el riesgo de que con la sangre que le extraiga el mosquito en el futuro alguien se vea tentado a clonar a nuestro irrepetible comandante, como hicieron con los dinosaurios de Parque Jurásico. Algo me hace sospechar que las generaciones del futuro sabrán agradecer nuestra previsión.
Conteo de producción
¡Alerta! Según las últimas estadísticas conocidas ha descendido dramáticamente la producción del principal producto que genera Cuba. Me refiero a un producto del que nuestra isla hasta ahora no había conocido rivales. Un producto durante mucho tiempo incapaz de ser ya no superado sino ni siquiera imitado por ninguno de esos países que altaneramente se hacen llamar del Primer Mundo. No, no me refiero ni al azúcar ni al tabaco que mal que bien siempre se ha producido en otras partes, sino a ese producto único e incomparable que es el cubano. Pues sí, estadísticas bastante serias nos informan que en la actualidad Cuba es el país con el menor índice de crecimiento demográfico de América Latina. Y lo que no deja de ser
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alarmante, empiezan a surgir competidores que al paso que vamos podrían desplazar a Cuba en ese renglón vital que es la producción de cubanos. Me refiero en primer lugar a Miami. Y por supuesto la competencia es desleal. ¡Qué otra cosa se podría esperar! En lugar de producirlos con recursos propios, Miami los importa con métodos alevosos como la lotería de visas y las lanchas. (El otro método es el de esos cubanos que a cada rato se aparecen en un aeropuerto norteamericano procedentes de alguna parte del mundo con amnesia parcial: no saben cómo han llegado allí pero se saben de memoria tres o cuatro teléfonos de sus parientes en Miami.) Es muy fácil obtener cubanos ya totalmente desarrollados como tal, dispuestos a dejarse matar antes de reconocer que no dominan algún tema de conversación, sobrepasada ya la complicada etapa de convertir una criatura recién nacida en ese ser superior y multipropósito que es un cubano. Es cierto que en Miami han mejorado la especie. Imagínense: si un cubano en bicicleta y con ropa comprada por la libreta de abastecimiento de 1984 anda por la isla como si estuviera dotado con superpoderes, ¿como será en Miami con carro del año, teléfono celular y sueldo en dólares? Imagínense. Y ahí no para la cosa. Alentados por el ejemplo miamense numerosas ciudades en todo el mundo han iniciado sus propias producciones de profesores de salsa con denominación de origen. El gobierno cubano ya ha tomado cartas en el asunto. Especialistas que tanto trabajo ha costado formar como un director del Museo de La Zafra de los Diez Millones (Lema: “La zafra que nunca fue pero su trabajo costó”) o un ingeniero del Metro de la Habana (Lema: Para el 3050 sin falta inauguramos la primera línea”) convertidos en animadores de discotecas: algo bien triste. En numerosas ocasiones el gobierno cubano ha denunciado lo que denomina “contrabando humano” cuando en realidad le debieran llamar “desvío de recursos”. Hay otra medida imprescindible para proteger la más vital de las producciones nacionales. Consiste en efectuar un conteo físico artículo por artículo, conteo que, tratándose de personas, técnicamente se le llama censo. (Esto del censo siempre me recuerda una anécdota personal: la víspera de la inauguración de una exposición, diríamos que controvertida, en la Habana Vieja se apareció en el museo la plana mayor del comité municipal del Partido Comunista. Durante una hora hablaron con el director
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del museo y por lo que pude escuchar el motivo de la visita era exigir la cancelación de la exposición. A la salida de la reunión les pregunté que por qué iban a prohibir la exposición y el jefe municipal del Partido me dijo con la más amable de las sonrisas: “Pero si nosotros no somos censores. Nosotros no vinimos a censar”.) Por eso, pese a otras trascendentes tareas en las que está envuelto el país -como reunir semanalmente a toda la población para protestar contra cada nueva maniobra del imperialismo- luego de 21 años se ha decidido emprender un nuevo censo. Claro que se hubiera podido elegir un método mucho más práctico (como el de aprovechar una de esas concentraciones para mediante un sencillo pase de lista) para determinar el número de pobladores del país. El resultado sería prácticamente impecable teniendo en cuenta que los únicos que no asisten a estas manifestaciones espontáneas de fervor popular son o bien discapacitados físicos severos o agentes provocadores enviados por la CIA. Pero al parecer se ha determinado que también los discapacitados y agentes de la CIA merecían figurar en el censo así que se ha optado por el método mucho más tradicional de ir preguntando casa por casa. Se teme que la conclusión de este censo es que efectivamente la producción de cubanos ha ido disminuyendo. Tampoco es para alarmarse tanto. Hace apenas 10 000 años atrás no había un alma en Cuba. La isla estaba desierta. No me pregunten quién gobernaba en esa época la isla pero no debe ser el que ustedes se imaginan porque casi enseguida empezaron a llegar gente de todos lados a instalarse con carácter definitivo. Toda la población cubana se ha fabricado básicamente con materia prima de importación. A mí no me crean pero según la Historia de Cuba elaborada por los historiadores más autorizados de la isla “los pobladores más tempranos llegaron a Cuba (...) provenientes (escuchen bien esto) del territorio continental del norte”. Para los que no estén muy fuertes en geografía les informo que ese “territorio continental del norte” corresponde a lo que hoy conocemos científicamente como El Yuma. Al parecer los autorizados historiadores no quisieron decir por lo claro que los primeros pobladores cubanos provenían del Yuma para no alentar a sus compatriotas contemporáneos a devolverles la visita. Ya bastante alentados están. Las siguientes importaciones poblacionales (y aquí los autorizados historiadores son mucho más explícitos) “procedían de Venezuela, Nicaragua y Honduras”, suponemos que a cambio de médicos y entrenadores deportivos. Ese fue el primer intento de la isla de
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producir cubanos. Pero al parecer los españoles al llegar no quedaron muy convencidos. Primero los llamaron indios y luego los convencieron para que se extinguieran. Ahí está el ejemplo de Hatuey, un indígena de La Española, adquisición reciente para la selección nacional de tiro con arco, el deporte del momento. Con él los peninsulares llevaron a cabo experimentos sobre combustión de cuerpos humanos y Hatuey, efectivamente, ardió. Con éste y otros experimentos (resistencia a enfermedades europeas, resistencia a la ausencia de yuca, etc) apenas quedó el indio del botecito que está a los pies de la Virgen de la Caridad del Cobre. Desde entonces Cuba cambió de fuentes de importación en materia poblacional. Ahora la materia prima para elaborar un habitante propiamente nacional provendría de España y África (y las islas Canarias que están a medio camino). La primera vez que se hizo el censo, en 1778, Cuba todavía no producía cubanos. La elaboración de habitantes de origen nacional era todavía rudimentaria y a esos primeros prototipos bastante defectuosos se les llamó criollos. Tan defectuosos eran que en esos tiempos peleaban contra los ingleses en nombre de España y todavía había cosas de las cuales no se atrevían a discutir: de béisbol, por ejemplo. Más adelante, luego de diversos experimentos genéticos entre europeos y africanos, y de la adaptación al medio insular, comenzó la producción a gran escala del cubano: una nueva especie que prefería el lechón asado al chorizo y la cerveza Hatuey al vino de Rioja y era incapaz de pronunciar la “z”. Llegó un momento en que la producción alcanzó tal perfección que un español y una española podían engendrar directamente un hijo cubano sin entrenamiento previo como ocurrió con los padres del apóstol José Martí. Podemos imaginarnos en la mesa a un padre español y a un hijo cubano, el padre con su copa de vino y el hijo con su botella de Hatuey y a este último diciendo mientras miraba al indio de la etiqueta: “No sé poj qué le dieron candela si fría sabe mejol”. Y el padre, comprensivo ante el amor de su hijo por la tierra de adopción, diría: “Calla y come ¡joder! si no quierez que dé una hoztia”. Luego de unas bastantes cargas al machete y unas cuantas consonantes menos el cubano el cubano adquirió ese aroma y perfil definitivo que hicieron de él ese producto único, famoso hoy en todo el mundo, sobre todo a la hora de conceder visas: “Punto número uno del reglamento universal del Cónsul: Con los cubanos mucho cuidado porque al menor
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descuido se te quedan, incluso en lugares poco atractivos para emigrar como el planeta Urano”. (Por cierto, y esto es totalmente en serio: poco se habla de que nuestro apóstol viajaba con pasaporte americano. Por otra parte, y sin ánimo de comparar, Celia Cruz a estas alturas todavía no ha adquirido la ciudadanía norteamericana. Mi esposa la vio la semana pasada mientras disciplinadamente sacaba su visa para viajar a México.) Pero volvamos al tema del censo actual. Hoy la producción de cubanos está en crisis luego de las balsas y de que en los noventa se rompieran varios récords mundiales de abortos, (individuales y colectivos) y los resultados de este censo serán de vital importancia. Sin duda este es el censo más exhaustivo de cuantos se han hecho posiblemente en todo el mundo, aunque las autoridades se han encargado de hacer mucho énfasis en que este censo se ha realizado de acuerdo a las normas internacionales. Cuidado con los énfasis de las autoridades cubanas. Sobre todo cuando parte del cuestionario comprende averiguar cuántas planchas eléctricas, televisores, equipos de grabación, videocaseteras, aire acondicionados, computadoras, bombillas y linternas hay en la casa. Dudo que eso forme parte de las “normas internacionales”. No me imagino a Michael Jackson tratando de explicar cuántos efectos electrodomésticos tiene en la casa. Bastantes problemas tendrá ya para responder cualquier pregunta sobre el color de la piel. Además, tengamos en cuenta que buena parte de los productos que enumeré anteriormente son considerados ilegales en la isla, al menos cuando se hallan en manos de un ciudadano común. Es difícil imaginar que, por ejemplo, cuando se realice un censo en Colombia ateniéndose a las “normas internacionales” algunas preguntas del cuestionario sean: “-Vea usted, ¿me puede decir cuántos kilos de cocaína o cualquier estupefaciente ilegal tiene usted en su casa en este momento?” “-En caso afirmativo ¿Son sólo para el consumo personal o persigue algún fin lucrativo?” Pero este nuevo censo, ajustado a las normas internacionales, no se limita a indagar sobre el acceso personal a la tecnología. También quiere saber si en la actualidad cada ciudadano reside en su lugar de nacimiento o ha tenido la osadía de desplazarse a otro lugar que en el 99% de los casos resulta ser La Habana. Para ello han elaborado una
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pregunta que puede figurar en el primer capítulo de la Historia Universal de la Astucia y la Sutileza. “-¿En qué lugar residía su madre cuando usted nació?” Uhmm. Ante cosas así la gente se vuelve suspicaz y se toma un par de horas en responder cada una de las preguntas que le va haciendo el funcionario del censo. Esa cautela tiene sus riesgos porque si uno se toma tanto tiempo en responder, corre peligro de asfixia el pariente que reside ilegalmente en la casa y que usted ha encerrado en el armario de la última habitación de la casa junto con los televisores, videocaseteras, computadoras y demás aparatos que usted prefiere no mencionar en el cuestionario. Pero el ciudadano común no ha sido el único en tomar sus precauciones. Las autoridades también lo han hecho. Quieren evitar, por ejemplo, que a través del censo el enemigo, en constante acecho, se entere, por ejemplo, de cuántos efectivos cuenta el ejército. Como, al parecer, no han podido encontrar un armario lo suficientemente grande como para meter dentro a todo el ejército, dieron órdenes a miembros de esta institución que trabajan actualmente en lugares como las tiendas de venta en dólares, negar su pertenencia a las fuerzas armadas. Sabia estrategia. Así, en caso de invasión enemiga, cuando las fuerzas invasoras vayan a comprar una cocacola (producto que como se sabe el enemigo no puede dejar de ingerir sin correr peligro de muerte), podrán serán atacados por sorpresa por una división de tanques que saldrá de atrás del mostrador de la tienda. Fuera de eso el censo no ofrece ninguna otra sorpresa. Al final si todo se comporta de acuerdo a las previsiones en las próximos anuarios veremos estos datos sobre la isla. “Cuba: 11 millones de habitantes, todos ellos nacidos en La Habana, en Maternidad de Línea para ser más exactos. Ejército: 15 soldados y dos oficiales (el Comandante en Jefe y el General de Ejército). Televisores 1 200, todos en los hoteles para el turismo. Principal causa de muerte: asfixia en armarios herméticamente cerrados”. El censo, insistimos, se ha hecho de acuerdo con las normas internacionales aunque el director del censo insiste en que “Cuba está haciendo su censo con productos cubanos”. Eso significa, suponemos, que los dedos con los que se contaran habitantes, casas y televisores son netamente autóctonos. Todo quedará entre cubanos que, por otra parte, como advertimos al principio, serán cada vez menos. Sospecho que las autoridades, previsoras, habrán incluido una pregunta que les ayude a descubrir de forma discreta los
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desertores potenciales. Nada de “¿Es usted agente de la CIA o piensa serlo pronto?” No. Sería algo así: “Responda rápidamente: ¿Cuál será su lugar de residencia cuando nazca su hijo?”. Respuesta correcta: “Cuba”. Respuesta aún más correcta: “Donde el Comandante en Jefe ordene”. Respuesta incorrecta: Cualquiera diferente de las anteriores y sobre todo “Miami”.
La noticias más importantes del 2002. Enero 1ro- Mike Tyson visita a Cuba de incógnito. La visita transcurrió con toda normalidad con las habituales golpizas que Tyson propina a todo lo que se mueva a su alrededor, en este caso, unos periodistas que lo habían descubierto. Ese mismo día se celebra un aniversario más del triunfo de la revolución aunque sin insistir mucho en el número del aniversario para evitar herir susceptibilidades. 5- Más de 150 cubanos llegan al aeropuerto de Barajas, Madrid y solicitan asilo político. Como represalia un grupo de disidentes es detenido en La Habana. 8- Se publica una nueva edición de la obra cumbre de Ernesto “Ché” Guevara El socialismo y el hombre en Cuba. Sin embargo, con el fin de actualizar la obra de acuerdo a los últimos acontecimientos, esta lleva un nuevo título: “Socialismo: 112. Hombre: 0”. 10-. Un grupo de prisioneros talibanes y miembros de la organización terrorista Al Qaida llegan a la base norteamericana de Guantánamo. El Ministro de Defensa cubano, el general Raúl -Iron Butterfly- Castro, declara que, en caso de que alguno de los prisioneros se fugue, estos serán devueltos a la base. 11- Las autoridades norteamericanas agradecen el ofrecimiento cubano pero aducen que ya han tomado las medidas pertinentes para evitar la fuga de los prisioneros: diariamente exhiben a los detenidos documentales de la vida cotidiana en Cuba. 13- Una delegación de senadores norteamericanos llega a Cuba y se entrevista por separado con líderes de la disidencia y con el comandante en jefe.
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15- Un grupo de personas es detenido por tropas guardafronteras en inmediaciones de la base naval de Guantánamo mientras alegan que son talibanes fugados y que desean ser devueltos a la prisión. Poco después se determina que en realidad proceden del Oriente Medio: Moa y Mayarí. 19- Se anuncia la extensión de una epidemia de dengue hemorrágico detrás de la cual probablemente se encuentra la mano del imperialismo yanki. Como represalia un grupo de disidentes es detenido 21- El afamado grupo musical norteamericano Backstreet Boys viaja a La Habana de vacaciones. No piensan actuar y para sorpresa de todos, tampoco piensan reunirse con el comandante en jefe o con líderes disidentes cubanos.
Febrero 2- La crianza de tortugas como mascotas domésticas se pone de moda en La Habana. Algunos opinan que esto se debe a que se dice que estas atraen la prosperidad. Las autoridades se mantienen alertas por si se trata de una nueva provocación del enemigo y las tortugas son en realidad una alegoría a la situación del país. Disidentes declaran que si se tratara de una alegoría a la situación cubana sería más apropiado criar cangrejos. Como represalia un grupo de disidentes es detenido. 3 y 4- El presidente de México, Vicente Fox, viaja en visita oficial a Cuba. Allí se reúne por separado con el comandante en jefe y con líderes disidentes cubanos. 5- Se propone oficializar las visitas a los disidentes y al comandante en jefe como parte de los recorridos turísticos a la isla. Miembros del Sindicato de Asistentas Sentimentales al Turismo elevan su protesta ante lo que consideran competencia desleal y desvío de recursos. 6- Ante el temor de quedarse sin disidentes a quienes detener un grupo de estos es puesto en libertad. 7- Se lanza intensa campaña contra el mosquito aedes aegypti, cuyas hembras son máximas responsables por la epidemia de dengue hemorrágico que afecta al país. 9- Un grupo de balseros cubanos llega a Honduras y solicita asilo político.
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10- Se anuncia el rotundo éxito de la campaña contra el mosquito aedes aegypti. Todavía se observan nubes de mosquitos por todas partes pero las tortugas han sido casi totalmente erradicadas. 15- Un grupo de balseros cubanos llega a las Azores y solicita asilo político. 16- El Comandante clausura el IV Encuentro Internacional de Economistas vaticinando el fin del capitalismo. "Este orden social es insostenible (...) El sistema no puede sostenerse, y si no puede sostenerse se derrumba. Y si me dejan administrar el capitalismo les aseguro que no pasa de dos semanas" –concluyó el comandante. 24- Los prisioneros talibanes en Guantánamo reciben cordero y dulces para celebrar la Al-Adha (fiesta del cordero o del sacrificio). Grupos de cubanos declaran su intención de ir a pelear como internacionalistas junto a los talibanes con la esperanza de ser finalmente llevados como prisioneros a Guantánamo. 27- Un grupo de cubanos penetra con un autobús en la Embajada de México pero no solicita asilo político y declara que sólo pretenden abandonar el país por causas económicas. La comunidad científica internacional queda conmocionada: se pregunta cómo se ha podido producir la mutación de una especie (el cubano) genéticamente condicionada para pedir asilo en cualquier cosa que le parezca territorio extranjero, incluido Cayo Coco y otros enclaves turísticos. Horas después son desalojados por la policía para ser sometidos a investigaciones genéticas. Como medida preventiva numerosos disidentes son detenidos. Marzo 5- Un grupo de balseros cubanos llega a Islas Fidji y solicita asilo político. 21- El Comandante en Jefe asiste a la cumbre de Monterrey. Cuando le informan del tiempo de que dispone para su discurso el comandante afirma que va a “decir unas cuantas verdades en siete minutos”. Después de decir sus verdades (el nombre y los cargos que ocupa) le sobran 6 minutos y cincuenta segundos los que emplea del modo al que nos tiene acostumbrados. 22- Un grupo de balseros cubanos llega a Marte y solicita asilo político. Al no encontrar a nadie que atienda su solicitud siguen rumbo a Júpiter.
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25- Nueva edición revisada y aumentada del clásico guevarista El socialismo y el hombre en Cuba. Ahora también aparece con el título modificado: El socialismo en Cuba y el hombre en Miami. 27- Con el objetivo de desenmascarar la verdadera catadura moral del canciller mexicano Jorge Castañeda, acérrimo servidor del imperialismo, se publica en el Granma una foto de cuando este entrenaba en Cuba para combatir como guerrillero. Al día siguiente el Granma reconoce que, debido a un error, lo que publicó fue en realidad el negativo de una foto de Jonas Savimbi, el famoso cabecilla angolano. Finalmente el Granma publica la foto correcta. Abril 17- Es aprobada una propuesta de condena a Cuba en la Convención de Derechos Humanos en Ginebra. Votan a favor de la condena a Cuba por violaciones a los derechos humanos la mayoría de los países latinoamericanos y europeos. En contra, gobiernos con una noción de democracia más afín a la cubana como Nigeria, Arabia Saudita, Sudán, el Imperio Mongol y los Incas. Como forma de expresar su desacuerdo con la injusta votación las autoridades detienen a disidentes en toda la isla. 18- El comandante en jefe llama al gobierno argentino “lamebotas de los yankis” 19- El comandante en jefe llama al gobierno mexicano “lamebotas de los yankis” 20- El comandante en jefe llama al gobierno uruguayo “lamebotas de los yankis” 21- El comandante en jefe llama al gobierno peruano “lamebotas de los yankis” 22- El comandante recibe una delegación de senadores republicanos de Estados Unidos. En medio de un ambiente franco y cordial declara su admiración por lo limpios que están los zapatos de sus huéspedes y pregunta el sistema de limpieza que estos usan. 23- Creyéndose insultado por el calificativo de “lamebotas”, el gobierno uruguayo decide romper relaciones diplomáticas con la isla. En respuesta, el gobierno cubano establece relaciones diplomáticas con Kiribati e Islas Cook (todas ubicadas en el interior de una piscina en Tahití) y declara que dejará de comprar tasajo uruguayo durante cuarenta años más.
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Mayo 3- El gobierno norteamericano lanza acusaciones sobre la creación de armas biológicas por el gobierno cubano. El gobierno cubanos desmiente enérgicamente las acusaciones y pide pruebas. 5- Creyendo tener las pruebas sobre la producción de armas biológicas en Cuba, el gobierno norteamericano presenta en una rueda de prensa una sustancia hallada en la isla que ha demostrado ser increíblemente mortal. “Ha matado incluso a un búfalo de laboratorio sólo treinta minutos después de este entrar en contacto con la sustancia”. Expertos del gobierno cubano ripostan afirmando que la supuesta arma biológica no es más que picadillo enriquecido, listo para ser consumido por la población cubana. “Señores imperialistas, nuestro pueblo tiene estómagos más resistentes que todos sus búfalos de laboratorio” concluyó diciendo el jefe de los expertos cubanos. 10- Se entrega al Parlamento cubano la propuesta opositora de reforma constitucional conocida como Proyecto Varela, respaldada por más de once mil firmas. Granma, órgano oficial del Partido Comunista cubano, no menciona el hecho en sus páginas. De acuerdo a expertos en medios informativos el Granma es incapaz de percibir un hecho a menos de que en él estén implicadas más de un millón de personas y/o cuenten con la presencia del Comandante en Jefe. 12- Llega el ex-presidente norteamericano James Carter, en visita supuestamente amistosa. El comandante en jefe lo recibe de traje y corbata. Ese día también se celebra el día de las madres. De todas ellas, es la del comandante en jefe la más recordada. 13- Carter se reúne con líderes de la disidencia cubana. 15- Carter hace un discurso en el aula Magna de la Universidad de La Habana en presencia de un selecto grupo de estudiantes de las graduaciones de 1939, 1947 y 1953 y algunos graduados recientes de artes marciales. El discurso del ex-presidente fue pronunciado casi totalmente en español con la excepción de algunas palabras dichas en algún idioma totalmente desconocido en la isla como “libertad”, “democracia” y “Proyecto Varela”. Afirman expertos que esto forma parte de una estrategia de mercado de Carter para estimular la compra de diccionarios en la isla.
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17- Carter se marcha de Cuba. Como gesto simbólico de protesta, el comandante lo despide enfundado en un tradicional traje de campaña verde olivo que lleva varios meses sin lavar. Junio 5- Un estudio realizado por expertos de la FAO revela aumento de los casos de desnutrición en la isla. Los datos aparecen recogidos en un informe que lleva por título “El socialismo y el hambre en Cuba”. El Comandante en Jefe se pregunta si no debería iniciar una huelga de hambre para que el pueblo, con tal de llevarle la contraria, se decida a alimentarse mejor 8- El joven canciller cubano Felipe Pérez Roque afirma que el Comandante en Jefe “nunca ha dicho una mentira”. Al mismo tiempo, estudios realizados en la isla alertan sobre un aumento del consumo de estupefacientes por parte de la juventud cubana. Deben añadir que esto no necesariamente está vinculado con la declaración del canciller cubano. 10- Inician campaña para iniciar a los cubanos en el consumo de vegetales a través de la creación de restaurantes vegetarianos. Los responsables insisten que esta campaña de ninguna manera está relacionada con la noticia anterior: “En ningún caso queremos estimular el consumo de yerba” afirmaron. 12- Ante la amenaza de un ciclón las autoridades detienen a un grupo de disidentes en la isla. 16- Más de ocho millones de personas firman una propuesta de reforma constitucional que declara el sistema socialista como “irreversible”. Representantes de corporaciones extranjeras instaladas en la isla solicitan que se les permita también firmar la propuesta. “Si Fidel es socialista que me pongan en la lista” declara un representante de la cadena hotelera española Meliá. 20- El comandante declara que toda su fortuna cabe en un bolsillo del presidente norteamericano. Según expertos, es una manera de anunciarle al mundo que ha empezado a usar tarjetas de crédito American Express superplatino-uranio-enriquecido de un billón de dólares cada una. 27- Como predijera el comandante en jefe al inicio de la temporada, el equipo de béisbol de Holguín, su provincia natal, se proclama campeón nacional por primera vez en su historia. Sorprendido por el cumplimiento de sus predicciones el comandante comenta su
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deseo de que el próximo campeonato lo gane Granma, equipo que representa la provincia por donde él inició su guerra liberadora. Expertos vaticinan que Industriales, el equipo de la capital, no ganará un campeonato hasta el 2009, año en que se celebrará medio siglo de la entrada victoriosa del comandante en La Habana. No se descarta que en el futuro el campeonato nacional cubano sea ganado por México, país que tan cálida acogida le dio al comandante durante su exilio. 30- Sin motivo aparente son detenidos varios disidentes. Luego se aclara que en realidad se trata de parte del entrenamiento habitual de la Policía Nacional Revolucionaria. Adquiere fuerza entre los corresponsales extranjeros el término “oposición ilegal pero tolerada”. Julio 4- El presidente Chávez, de Venezuela, declara que el presidente cubano es el más democrático del mundo. 5- El presidente Chávez se declara Miss Venezuela. 7- Se celebra frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos, en La Habana, la trigésimo quinta manifestación exigiendo la liberación de los cinco héroes injustamente apresados en Miami bajo la acusación de espionaje. 12- Atendiendo a la baja productividad el gobierno decreta el cierre de setenta centrales azucareros, siete de los cuales serán convertidos en museos de la industria azucarera. Según declararon las autoridades, esta medida es perfectamente coherente con la estrategia de la máxima dirección cubana que, tiempo atrás, decretó el cierre del país por baja productividad y su conversión en museo del socialismo tropical. 15- En un gesto que evidencia su compromiso en la lucha mundial para reducir el terrorismo y la pobreza el comandante en jefe decide tomar una semana de vacaciones. 17- Arriba en una balsa a la Florida ex embajador de Cuba ante las Naciones Unidas. 24- Solicita asilo en Canadá un grupo de jóvenes católicos que había viajado a Toronto a un encuentro con el Papa. 28-El gobierno cubano decide represar todos los ríos de la isla que desembocan en la costa norte para evitar que estos escapen a Estados Unidos y se conviertan en afluentes de Mississippi.
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Agosto 8- Se da a conocer la expulsión del ex-canciller Roberto Robaina del Partido Comunista Cubano. En entrevista a la prensa internacional, Robaina declaró que se sentía arrepentido y estaba dispuesto a pagar con su sangre por los delitos cometidos. Al serle preguntado cuáles eran estos delitos dijo que lo sabría en cuanto el comandante se los comunicara. 12- Se celebra frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos, en La Habana, la octogésimo cuarta manifestación exigiendo la liberación de los cinco héroes. Para reforzar la asistencia se les solicita a los que hacen la cola de solicitud de visas a Estados Unidos que hagan la cola por el lado del malecón. El resultado es impresionante. 18- Se reporta migración anual de patos salvajes desde Cuba hacia la Florida. En entrevista concedida por el pato-guía de la bandada, quien ha debido dejar a sus pichones en la isla, este afirmó que la emigración respondía a motivos estrictamente económicos. 21- Grupo disidente de la isla hace público un Proyecto para la Reconciliación y Creación de una Nueva Cuba. Desde el exilio se escuchan reacciones divergentes. Las autoridades cubanas declaran desconocer el supuesto proyecto y detienen a todos sus firmantes.
Septiembre 6- Se anuncia que en el año han entrado ilegalmente en Francia dos millones de puros falsos, y entre ellos, dos mil cubanos verdaderos disfrazados de cajas de tabaco. Hasta ahora se han extraditado a la isla varias decenas de cubanos pero al menos no se reporta la extradición de ningún tabaco. 12- Se realiza el primer censo de población y vivienda en el país en los últimos 21 años. El resultado arroja un faltante de medio millón de orientales. 15- Se celebra frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, la manifestación por la liberación de los cinco compañeros espías más combativa de las efectuadas hasta la fecha. Al parecer, se había difundido el rumor de que serían otorgadas centenares de visas para ir a visitar a los cinco héroes a Miami y buena parte del pueblo
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habanero luchó a brazo partido por estar en la primera línea de combate o de la cola, algo que no ha podido ser esclarecido hasta el momento. 23- Grupo disidente de la isla hace pública la creación de un Concilio Cubano para la Renovación de Proyectos Creativos. Desde el exilio se escuchan reacciones divergentes. Las autoridades cubanas declaran desconocer el supuesto concilio y detienen a todos sus firmantes. Octubre 8- La ONG Reporteros sin Fronteras clasificó a Cuba en uno de los últimos lugares en cuanto a libertad de prensa sólo por delante de Bután, Turkmenistán, Birmania, China y Corea del Norte. 9- El presidente de la unión de periodistas cubanos afirmó, por su parte, que la perspectiva negativa del informe le ha impedido reconocer que Cuba marcha a la cabeza del mundo en cuanto a información de los crímenes ocurridos diariamente en Estados Unidos. 11- El comandante en Jefe declara que en caso de morir, en su próxima vida le gustaría ser un escritor como García Márquez y escribir una novela que empiece diciendo “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el General Arnaldo Ochoa recordaría aquella tarde remota en que su comandante lo llevó a conocer el miedo..." 12- Raúl –Iron Butterfly- Castro, jefe del ejército cubano, señala que, en caso de morir, le gustaría en su próxima vida ser cantante, como la Lupe, para poder cantar canciones como aquella que dice: “según tu punto de vista/ yo soy la mala/ vampiresa en tu novela/ la gran tirana…” 16-El Parlamento Europeo le concede el Premio Sajarov al disidente y promotor del Proyecto Varela, Oswaldo-El Que Le Puso El Cascabel Al Caballo- Payá. El canciller cubano le resta importancia al Proyecto Varela, a Oswaldo Payá, al Premio Sajarov y finalmente a Europa. 17- En la habitual mesa redonda informativa de la televisión cubana se explica a la teleaudiencia que Europa es un continente de escasa importancia, más conocido como el Decrépito Continente, y que las catedrales góticas son en realidad imitaciones de las pirámides egipcias pero huecas y deformes.
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22- Grupo disidente de la isla hace público un llamamiento titulado Cubanos por la Conciliación de Nuevos Proyectos Recreativos. Desde el exilio se escuchan reacciones divergentes. Las autoridades cubanas declaran desconocer el supuesto llamamiento y detienen a todos sus firmantes. 26- Con motivo de un aniversario más de la llegada de Colón a costas cubanas, en la habitual mesa redonda informativa de la televisión cubana se explica que Colón no era europeo como erróneamente se cree sino chino como la brújula, la pólvora, el papel y la salsa china. 28- Cuba anuncia que no asistirá a los Juegos Centroamericanos que se celebrarán en El Salvador ante el peligro de que los deportistas caigan en un agujero negro situado en El Salvador que, según estudios científicos, desemboca en Miami. 29- En la habitual mesa redonda informativa de la televisión cubana se le explica a la teleaudiencia con datos irrefutables que Centroamérica no existe. Noviembre 3- Se anuncia la creación de la Olimpiadas cubanas en sustitución de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. En lugar de enfrentarse con países inexistentes se enfrentarán equipos con gran arraigo como Occidentales, Centrales y Orientales. Los deportistas de las provincias orientales reciben la noticia con entusiasmo ante la posibilidad de poder viajar a la capital legalmente. 4- En la habitual mesa redonda informativa de la televisión cubana se explica que el aporte cubano fue decisivo en la realización de los primeros juegos olímpicos en el año 776 antes de nuestra era. Si el equipo cubano no pudo quedar en el primer lugar fue por la falta de apoyo recibido por parte del gobierno de turno. 9- El cineasta Steven Spielberg visita a Cuba y se reúne con el comandante en jefe para hablar de diversos temas. 18- Spielberg concluye su conversación con el comandante y afirma que han sido las horas más importantes de su vida. También declara su intención de filmar la tercera parte de Parque Jurásico con la actuación especial del comandante en jefe. “Hará el papel de dinosaurio herbívoro- comentó el cineasta- pues según me dijo el comandante, él quería dar ejemplo a sus compatriotas sobre la dieta a seguir en los próximos años”.
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Diciembre 4- Se celebra modesta y discretamente el cumpleaños del ex -balserito Elián González en su escuela. A la fiesta asistieron sus compañeritos de escuela, un equipo de filmación de la televisión, el Comandante en Jefe y 815 miembros de su escolta personal que, para no llamar la atención, camuflaron sus armas con serpentinas y se desplazaron caminando de rodillas. 5- Oleada de cortes del fluido eléctrico azotan todo el país. Las autoridades niegan que exista algún vínculo entre los apagones y el paro nacional que paralelamente está ocurriendo en Venezuela, principal exportador de petróleo a la isla. Luego niegan que incluso exista un paro en Venezuela. Se estudia, en caso de que sea necesario negar la existencia de los apagones y de Venezuela. 6- En la habitual mesa redonda informativa de la televisión cubana se explica que hasta ahora no se ha podido demostrar ningún vínculo entre el petróleo y la luz eléctrica. 8-Se realizan con todo éxito las Olimpiadas cubanas. El público asiste sobre todo a los eventos nocturnos en busca de emociones fuertes y un poco de iluminación. “Ha sido muy buena idea la de realizar cortes preventivos del fluido eléctrico para estimular la asistencia del público” –declara uno de los asistentes. 16- El comandante recibe una artera picada de un insecto en “la parte exterior de la pierna izquierda, (...) más o menos en la zona media entre la rodilla y el tobillo” según sus propias palabras. 18- Pese a las advertencias de los médicos decide heroicamente asistir a un cóctel con diplomáticos acreditados en la isla. 19- Empeora el estado de la pierna del comandante y finalmente decide guardar reposo y de paso contribuir a la lucha contra el terrorismo mundial. 20- Es detenido el insecto responsable del ataque a la pierna del comandante. 21- El criminal insecto responsable del ataque a la pierna del comandante comparece ante las cámaras de la televisión cubana y declara que fue contratado por el exilio y la disidencia interna para cometer su acto criminal. Se declara arrepentido de haber traicionado la confianza del comandante, quien le había permitido posarse en su pierna izquierda, y dice que está dispuesto a pagar con su sangre el crimen cometido. Más tarde
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se determina que la sangre que contiene el insecto pertenecía a víctimas anteriores, una de ellas, el ex-canciller Robaina. 22- Familiares y allegados del insecto criminal hacen un recuento ante la prensa cubana de la actitud delictiva y abiertamente antisocial que mantuvo este en los meses previos a su nefando crimen. 23-El criminal insecto es fusilado tras un juicio sumarísimo. No obstante, las autoridades declaran que la Revolución, generosa, se encargará del bienestar de su viuda y sus hijos. 24-Comandos asentados en el sur de la Florida declaran haber entrenado y armado el mosquito que atacó al comandante en jefe. “Sabremos vengar la muerte de nuestro hermano muerto en combate”, afirman. Por lo pronto acuerdan declarar el 2003 como “Año del Mosquito Heroico”. 31 de diciembre (año 3756) A partir de los restos fósiles del mosquito fusilado y la información genética contenida en la sangre de sus víctimas es clonado el Comandante en Jefe y el resto del buró político del Partido Comunista de Cuba. Ese día se inaugura el parque temático “El socialismo y el hombre en Cuba”, conocido también como “Misterios de la era castrozoica”, con gran asistencia de público. Los miembros del grupo disidente Nuevos Cubanos contra la Recreación de Proyectos Clonados, que protestaban durante la inauguración, son devorados por los habitantes del parque que luego aseguran no haber visto a nadie por allí.
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