El baile de la diablada ¿Peruano o boliviano? La diablada es una danza que se practica ampliamente en diversas regiones andinas y altiplánicas de América del Sur (Perú, Bolivia y norte de Chile). Se trata cómo fuerzas del mal desean derrotar a las del bien. Su origen mestizo se debe a los autos sacramentales católicos y ritos andinos. Julia Elena Fortún indica que la diablada nace de la síntesis de dos antiguas danzas catalanas El Ball des diables y Els sets pecats capitals que se fusionaron con teogonías andinas como el Tío, Wari, Supay o Supay Wachascan, el señor del interior de las montañas.
Influencia autóctona Una leyenda andina cuenta que Wari, el dios del fuego subterráneo, se da cuenta que los Urus empiezan a adorar al dios Pachacamac. Wari decide brillar más que el Sol y luego enamora a una ñusta Uru llamada Aurora, hija del Sol. La ñusta lo rechaza y combate todas las plagas que Wari le envía. Wari es enviado a las profundidades. Según la visión Uru, proviene de una danza "Pagano-Guerrera", quienes en las épocas de cultivo, floración y cosecha, realizaban ritos de adoración a sus Waqas o ídolos emplazados en la serranía de Uru-Uru o "Donde Nace La Luz". Según la visión Aimará, proviene de tradiciones del tipo ceremonial, a figuras como waqas, apus, achachilas y muestran la reverencia del indígena por las figuras como el Tiw o Tío, y otras deidades menores. Los Urus o Uros, fueron sometidos por los Aymaras, como más tarde lo fueron por los quechuas.
Influencia cristiana Según documentos escritos, una representación se desarrolla en Cataluña durante el siglo XV. La danza fue llamada Ball de diables la cual es una representación teatral de la lucha del Bien contra el Mal. Fue utilizado, para las fiestas de Corpus, en las procesiones eclesiásticas como acompañamiento para dar un aspecto más ceremonioso y espectacular. Los diablos, diablillos o demonios desfilaban encabezando la comitiva para anunciar su llegada con jaleo de todo tipo. De forma estrepitosa y ruidosa apartaban el público asistente abriéndose paso en la procesión.