DISCURSOS DE SATHYA SAI TOMO I
INDICE
Compañeros de peregrinaje (N. Kasturi) A mis compañeros de peregrinaje (N. Kasturi) 1. Manasa bhajare 2. Saranagati 3. Dios como guía 4. La vida divina 5. Japa sadhitha dhyana 6. Una actitud de reto 7. ¡Ánimo! 8. Muchos son los caminos 9. ¡Examinen, experimenten! 10. Viveka y vairagya 11. Nara y Narayana 12. Tolerancia 13. La bienaventuranza a través de la dedicación 14. El sabio campesino 15. ¡Héroes sí! ¡Ceros no! 16. Sikshana o la educación 17. Los gunas y los annas 18. La educación y la paz 19. La luna y la mente 20. Ni sastravada ni buddhivada 21. Jada y chaithanya 22. La pantalla interna 23. El templo 24. Bahumati y ekamati 25. Manushya y manas 26. El mundo, Mi Mansión 27. Las verdades fundamentales 28. El mejor tónico 29. Sathya Sai Gita (I) 30. Sathya Sai Gita (II) 31. Sathya Sai Gita (III) 32. Sathya Sai Gita (IV)
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¡COMPAÑEROS DE PEREGRINAJE!
"Estoy aquí para ayudarles desde la primera lección hasta la última", dice Él. También dice: "He venido porque los sadhus y los sadhakas han llamado en agonía pidiendo luz y solaz". iVengan, pues, escuchemos las palabras del Señor! El poema incluido al comienzo de este libro le dará al lector una idea de la emoción con la cual las palabras de Baba embargan la mente al beber la dulzura, la simpatía y el sentido común que emanan de Él. Su télugu es sencillo y lleno de nectarina música, y lo que he podido captar en mi libreta de notas no es más que una débil, frígida y frágil impresión de esa poderosa y gángica corriente. Benditos son aquellos que tienen la suerte de tocar el borde de su radiante túnica; por ello creo que ustedes, mis compañeros de peregrinaje que están a sus pies, en todas partes, bajo todos los climas y en todos los santuarios, en cualquier parte donde los buscadores se arrodillan con las manos elevadas o llaman con balbuceante voz y ojos anegados en llanto o se quedan de pie con temor reverencial ante las señales de su esplendor, se sentirán alentados al escuchar este eco de su voz, esta resonancia de su mensaje. Bhagavan Sri Sathya Sai Baba es el Sai Baba de Shirdi renacido exactamente ocho años después de su Mahasamadhi, como aquel Avatar del Señor lo había prometido. Ya desde muy niño Él daba señales de su advenimiento para salvar al mundo de la injusticia (adharma) y de la falsedad (asathya); en la escuela y después que la hubo dejado para anunciarse como el maestro de los maestros, Él era ya la encarnación del amor y de la sabiduría. Desde el día en que anunció que Él era "Sai Baba del apastamba sutra (sutra o código de apastamba) y del clan de Bharadwaja (Bharadwaja Gotra) que había establecido su hogar en Shirdi", Sathya Sai Baba ha curado, consolado y convertido a miles de aspirantes y ha derramado alegría, aliento y paz a su alrededor. Él declaró a la edad de catorce años que a partir de su trigésimo segundo aniversario estaría dedicado más a la enseñanza (upadesha) que a otra cosa. Fiel a su profecía sobre sí mismo, Baba ha estado escribiendo y hablando con una generosidad que revela su gracia. He tenido la buena fortuna de asistir a la mayoría de sus discursos desde 1953 y también de traducir sus escritos al inglés para la revista Sanathana Sarathi (el eterno conductor). Éste es el primero de una serie de volúmenes con los discursos de Baba y espero que ustedes les darán buena acogida. Léanlo con frecuencia y estudien las preciosas enseñanzas que contiene. Son las palabras auténticas del Avatar de esta era. También espero que estas páginas los conduzcan más rápidamente hacia Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. iOjalá se saturen conmigo del amor, de la compasión y de la sabiduría que Él encarna y se transformen en un instrumento del gran plan que Él ha venido a desarrollar! ¡Animo y fe, fe y ánimo, amados compañeros! Y un día alcanzaremos a aquel a quien ahora llamamos por diferentes nombres y sentimos en diferentes formas.
N. Kasturti. Prashanti Nilayam, Navarathri, 1962.
A MIS COMPAÑEROS DE PEREGRINAJE ¿Han oído hablar a nuestro Baba? ¿Han oído hablar a nuestro Baba en asambleas públicas en cualquier parte? Él no lo llama discurso; ni así deben llamarlo. ¡Él no levanta la voz, ni arenga ni provoca a las masas, ni despotrica ni flagela; Él no duda, no calcula, no carraspea, ni se detiene ni examina, haciéndole preguntarse por qué ha venido! iÉl no espera ni desvaría recopilando palabras, fabricando notas; Él no pierde un momento decorando su charla con vistosos encajes y adornos, vistiendo textos prestados en reluciente gasa. Él no es orador pomposo, orgulloso, ansioso de aplausos y de publicidad! ¡No da rodeos, ni declama... apenas si... habla! iÉl es la nube de lluvia que trae vida a los sedientos de aquí abajo! Él habla... Él le habla a usted, y a usted, y a cada uno de ustedes que se han reunido aquí; a cada Arjuna, que con pesado corazón y mano vacía, teme disputar la batalla de la vida; usted siente que Él ha venido para usted, a usted. ¡Lo ven mirar silenciosamente alrededor del estrado! iEl ojo avizor da círculos completos! iQué suerte! iEstá usted allí! ¡El sonríe; lo gana a usted con esa sonrisa! ¡Ya no puede usted quitar los ojos de esa faz, tan atractiva, tan divina! ¡Ya no puede arrancar su corazón de su mano! iEl apretón le reconforta! El silencio se hace más profundo... Aunque miles han estado sentados, esperando durante horas y horas... iQuietud himaláyica, la calma del crepúsculo! Premaswarupulaara. iOh! iEncarnaciones del amor divino! iHa llegado la hora dorada! iLa puerta del cielo se abre! iLa voz es dulce como la miel reunida por abejas divinas de árboles Parijatha! ¡Su llamada es clara como un clarín! iOh! iQué emoción, qué arrobo llena el alma, fluyendo como el Ganges, liberando a los atados, produciendo una rica cosecha al correcto arado y sembrado; manando e hinchándose como los saltos de Gersoppa dando gran fuerza para mover la rueda! Su palabra es una cascada, límpida y pura, enseña, nunca predica, deshace todos los nudos, acalla las preguntas antes de que surjan en la mente; define, refina, consuela a los atormentados. Exige, sí, demanda el doblegamiento del orgullo, no perdona a ninguno, sea gobernante o sirviente; riñe, regaña al tonto y al fanático; bromea e incita, burlándose de todos los engaños; cita de lo que El ha dicho en edades pasadas, detalla los hechos de su encarnación. Resplandeciente poesía, espontánea, sublime, que pinta cuadros de la verdad trascendental, parábola, proverbio, de brillantez relumbrante, en el tintineante, rutilante, campanilleante télugu, cada hora un minuto, cada minuto un segundo; cada palabra un mantra; cada frase, un sutra; una oración, un Gayatri; un discurso, un Upanishad. ¡Pues Él no es un pozo o estanque o río! iÉl es el océano de la divina sabiduría! iOh! Sus palabras derraman merced como rocío matinal en cada jiva que se despierta del sueño. ¡Él nutre vuestras raíces y apura la savia, hace germinar los brotes, pinta los pétalos, los perfuma, invitando a las abejas, madura los capullos, con cada palabra suya! ¡Helo aquí! ¡La magia de su palabra, como una infinitesimal semilla cae sobre su corazón de roca! ¡Y maravilla de las maravillas! ¡Ahí germina; germina y echa hojas! Las sedosas y medio ciegas raicitas se enroscan alrededor de la piedra rozándola, empujándola, pidiendo de mamar y finalmente logran crecer; y convirtiéndose en árbol rompen la roca de su corazón como un jarrón de arcilla! ¡Su charla la encontrarán refrescante, no gélida; caliente, no quemante; una lluvia, no una inundación; curativa para los enfermos y los corazones llorosos; confortante, no secante; no un tóxico sino un tónico; suavizante y calmante; toda realidad y no ficción! Cada oración derrama alegría y disipa la oscuridad, provoca la atención, compele al acuerdo, elimina el desaliento, repele la pereza, atrae mas cerca, desprende de otras ataduras, imparte valor, y funde creencias, no impone ninguna doctrina, crea acuerdos en todos los pleitos, informa (de manera encantadora), nunca hace daño, desarma, selecciona a los que responden, eleva a los desesperados. Destaca el "hacer, comportarse y vivir". Apela al "sentir, creer y actuar".
Llama a todos los escuchas a que desdeñen toda imitación, disputando en vano, el ciego conduciendo al ciego, tocando al paraíso a través del poder y las riquezas, o alardeando ser ramas del árbol familiar, y buscando la paz en las ganancias y despilfarros, y deseando y jadeando, y amontonando y guardando. Al escucharlo hablar, usted silenciosamente decide dar un paso hacia adelante en el camino del peregrinaje; ¡abra sus alas y planee cielo arriba! Sienta que es un león que ha sido engañado creyéndose oveja; ¡un diamante engarzado en sucio plomo! No emprende ninguna batalla, no exaspera a ningún enemigo, Él recibe a todos los sedientos o hambrientos, o cojos, o ciegos, a los que suben y a los que resbalan, levanta a los encorvados, abraza a los desanimados. Mitiga el dolor, asegura de su gracia, Él nos recuerda a todos el camino que hemos perdido. Describe la alegría al final del viaje, abre nuestros ojos, fortalece nuestros miembros; alienta al que lucha, buscando su camino, despierta a los dormidos, haciendo que los sentados se pongan de pie, que los que están de pie caminen; que los caminantes lleguen a la meta. Proclama, revela, anuncia, afirma su advenimiento, para nuestra carga asumir, redime a los errantes, levanta a los caídos, cura a los enfermos; recalca la verdad, mina la falsedad, ¡ah! ¿Qué es esto? ¡Qué suerte! gracia! Aun mientras habla, su gracia florece en cantos, ¡oh! ¡Qué maravilloso canto! Nos enseña a orar tranquilizando toda esa furiosa ola, fortalece los nervios y la voluntad, entona nuestra alma con dharma, sathya y prema. ¡Y cuando Él se detiene y usted abre los ojos, los encuentra llenos de lágrimas! su vecino llora como un niño por su madre, pero ¿por qué? Mire y vea: ¡se ha ido del estrado! Siéntase orgulloso por haber tenido tal oportunidad. Desde ese momento, lo sé, de seguro será usted un alma ascendente y venturosa. Arjuna, retomando las armas para la batalla ¡Con Krishna conduciendo los caballos derecho! ¡Qué suerte para usted el haberle oído hablar!
N. Kasturi. Poema leído en la santa presencia 16-10-1958.
1. MANASA BHAJARE Cuando iba a la escuela secundaria en Uravakonda, ustedes saben que un día salí y tiré mis libros y declaré que mi trabajo me estaba esperando. El pandit de télugu les describió en su discurso el incidente de aquella tarde. Ese día, cuando salí al público por primera vez como Sai Baba, el primer himno que enseñé a los que se encontraban reunidos en el jardín adonde fui desde la casa del pandit fue: Manasa bhajare guru charanam Dusthara bhava sagara tharanam ¡Oh mente! Reverencia y canta las loas de los pies del maestro, pues ellos te ayudarán a pasar por el incruzable océano de la vida, siempre inestable y cambiante. Llamaba a todos aquellos que sufren en esta incesante ronda de nacimientos y muertes para que adoraran los pies del maestro, del maestro que se estaba anunciando, que había vuelto para tomar sobre sus hombros la carga de aquellos que se refugiaran en Él. Ese fue mi primer mensaje para la humanidad. "Manasa bhajare". "¡Adoren en su mente!" No necesito sus guirnaldas de flores y sus frutas, cosas que compran por un anna o dos; éstos no son realmente suyos. ¡Denme algo que sea realmente suyo, algo que sea limpio y fragante con el perfume de la virtud y la inocencia, y lavado en las lágrimas del arrepentimiento! Las guirnaldas y las frutas las traen ustedes como cosas para el espectáculo, como una exhibición de su devoción; los devotos más pobres que no pueden darse ese lujo se sienten humillados y sienten lástima de sí mismos al no poder hacerlo para demostrar su devoción de manera tan manifiesta como lo están haciendo ustedes. Instalen al Señor en sus corazones y ofrézcanle los frutos de sus acciones y las flores de sus pensamientos y sentimientos internos. Esta es la adoración que más quiero, la devoción que más aprecio. En las tiendas, las cosas se mantienen en paquetes diferentes y cada tienda se especializa en algún artículo o grupos de artículos diversos. Pero en una exposición, cientos de negocios se unen para ofrecer un cúmulo de cosas y entonces se hacen grandes despliegues y decorados. En días pasados he estado dando consejos individuales, como los paquetes que se compran en las tiendas, respondiendo a sus preguntas individuales. Esta charla de hoy es una nueva experiencia para ustedes. Hoy me estoy dirigiendo a una asamblea. Pero aunque pueda ser nuevo para ustedes, para mí no lo es. He dado consejos a grandes multitudes antes, aunque no en esta aparición. Donde lo sin forma (nirakara) deviene lo con forma (sakara) esta aparición ha de cumplir la misión y lo hace de distintas maneras. Pero persiste su único objeto que es la reeducación del hombre, cualquiera que sea el yuga o era. Los primeros dieciséis años de esta vida han sido, como se los he dicho a menudo, el periodo en el cual predominaron los balaliilas o juegos de muchacho, y los siguientes dieciséis años serán dedicados mayormente a mahimas o milagros a fin de dar felicidad (santosha) a esta generación. La felicidad y la satisfacción son sensaciones de corta duración; ustedes deben captarlas y hacerlas permanentes, transformándolas en bienaventuranza (ananda). Después del trigesimosegundo año de mi actividad, me verán más y más activo en la tarea de enseñanza (upadesha) de la descarriada humanidad y en dirigir al mundo por el camino de la verdad (sathya), del deber (dharma), de la paz (shanti) y del amor puro (prema). No significa esto que haya decidido excluir los juegos y milagros de mi actividad posterior. Sólo quiere decir que el restablecimiento del dharma, el corregir la mente humana errada y el guiar a la humanidad hacia el Sanathana Dharma (justicia eterna) serán mis tareas de ahora en adelante. No se dejen llevar por la duda y los argumentos vanos; no cuestionen si puedo hacer todo esto o cómo lo hago. ¡Los pastores de Brindavan también dudaron de si el muchachito que había crecido entre ellos podría levantar al monte Govardhana y sostenerlo en el aire! Lo que se necesita es fe y cada vez más fe.
En cierta ocasión, Krishna y Arjuna iban juntos por un camino abierto. Viendo un pájaro en el cielo, Krishna le preguntó a Arjuna: "¿Es una paloma?" A lo que éste contestó: "Sí, es una paloma". Le preguntó a Arjuna: "¿Es un águila?" Arjuna, rápido, contestó: "Sí, es un águila". "No, Arjuna, a mí me parece que es una corneja. ¿No es una corneja?", preguntó Krishna. Arjuna contestó: "Lo siento, sin duda es una corneja". Krishna se rió y le reprendió por estar de acuerdo con cualquier sugestión que se le hiciera. Pero Arjuna dijo: "Para mí, tus palabras pesan mucho más que la prueba de mis ojos; tú puedes hacer que sea una corneja o una paloma o un águila y cuando dices que es una corneja, así tiene que ser". Una fe implícita es el camino para el éxito espiritual. El Señor ama no al devoto (bhaktha) sino a su devoción (bhakthi), recuérdenlo. La gracia del Señor es como la lluvia; agua pura que cae igualmente por todas partes; pero su sabor cambia de acuerdo con el suelo por el cual fluye. Así las palabras del Señor son dulces para algunos, amargas para otros. Los medios del Señor son misteriosos; Él bendijo a Vidura con las palabras "que seas destruido" y a Dussasana con las palabras "que vivas mil años"; Él quiso decir que el yo de Vidura fuera destruido y que el malo de Dussasana tendría que sufrir los males y tribulaciones de este mundo durante diez siglos. No saben ustedes las verdaderas razones que se esconden tras las acciones del Señor. ¡No entienden los motivos de otros hombres que son casi iguales a ustedes en todo, impulsados por los mismos motivos y con las mismas preferencias y aversiones! Sin embargo, ¡con qué facilidad descubren los motivos de alguien que está muy, pero muy por encima del nivel del hombre! ¡Con qué facundia hablan y juzgan algo que les es tan extraño a ustedes como el aire a un pez! Hay cuatro tipos de personas: los muertos, que niegan al Señor y declaran que sólo ellos existen, independientes, libres, autorreguladores y autodirigidos; los enfermos, que apelan al Señor cuando les sucede alguna calamidad o cuando se sienten temporalmente abandonados por sus usuales fuentes de socorro; los obtusos, que saben que Dios es el eterno compañero y guardián, pero que lo recuerdan solamente de vez en vez, cuando la idea es manifiesta y potente; y por último, los sanos, que tienen una fuerte creencia en el Señor y que viven siempre en su reconfortante y creativa presencia. A través de los golpes que les da el mundo van de la muerte a la vida y de la enfermedad a la salud. El mundo es una parte esencial de lo que debe aprender el hombre; a través de la agonía de la falta de paz (ashanti) nace el infante, el conocimiento correcto (sujñana). Los dolores valen la pena; indican el nacimiento a una nueva Vida. Del ashanti se logra prashanti o la gran paz, de prashanti, prakanti o la gran luz; y de prakanti, paramjyoti o el súper esplendor de la iluminación. Esta recurrencia de la felicidad y del dolor es como el alternar de la noche y del día. La noche y el día son como dos gemelos, ambos son necesarios para aumentar la fertilidad del suelo, para activar y refrescar la Vida. Son como el verano y el invierno. Hay quienes me piden: "¡Baba, haga que el verano sea menos caliente!" Pero en el calor del verano la tierra toma del sol la necesaria energía vital (satva) para que cuando vengan las lluvias pueda dar una abundante cosecha. El frío agradable (sitala) y el calor desagradable (ushna) se encuentran en el plan de Dios y a ustedes sólo les corresponde saberlo y tratar a ambos como valiosos. Las plantas con espinas y las plantas sin espinas están todas en la naturaleza; el sabio conoce el valor de unas y otras: siembra las que no tienen espinas y las rodea de aquellas que las tienen, para que quede a salvo la que se está desarrollando. El karma puede tanto salvar como matar; es como una gata que muerde; muerde al gatito para poderlo llevar en su boca hasta un lugar a salvo; muerde a la rata para matarla y comérsela. Háganse como el gatito y el karma los salvará como una madre amante. Vuélvanse ratas y estarán perdidos. El alma suprema o paramatma atrae hacia sí al alma individual o jivatma; está en la naturaleza de ambas el tener esa afinidad, pues son las mismas. Como el hierro y el imán. Pero si el hierro está oxidado y cubierto de capas de tierra, el imán no podrá atraerlo. Lo que tienen que hacer es sólo eliminar el impedimento. Luzcan en su verdadera naturaleza y el Señor los atraerá a su pecho. Las pruebas y tribulaciones son los medios por los cuales se hace esta depuración. Es por esto que Kunthi le rogó a Krishna: "Danos siempre dolor a fin de que no te olvidemos". Son como las restricciones dietéticas u otras que el doctor prescribe para adicionar el efecto de la droga de la recordación del nombre de Dios (namasmarana). Sai es
sarvajanapriya o amado de todos los hombres, y así pueden usar cualquier nombre que les plazca. Los gustos difieren de acuerdo con el temperamento y el carácter que uno ha adquirido a través de las generaciones de actividad como ser viviente en este mundo. El dueño de un hotel va al farmacéutico cercano para pedirle una píldora para calmar su dolor de cabeza; y el farmacéutico va al hotel para tomar una taza de café que cree le curará su dolor de cabeza. Los hombres son así: de gustos varios. El jñani dice: "Sarvan Brahma mayam". El universo está saturado de divinidad; otro, un yogui, dice que todo es shakti o poder; un tercero, que es devoto, dice que todo es pasatiempo de Bhagavan. Cada uno de acuerdo con su gusto y de acuerdo con su progreso en el sendero espiritual. No los apuren ni los ridiculicen, pues todos son peregrinos que marchan trabajosamente por el mismo camino. Se requiere mucho sadhana o prácticas espirituales para controlar la mente y los deseos tras los cuales ella corre. Si encuentran que no van a tener éxito, no abandonen el sadhana sino háganlo con más vigor, pues es la materia en la cual fallaron la que requiere estudio especial, ¿no es así? Sadhana significa depuración interna y externa. No se sienten frescos si llevan ropa sucia después de su baño, ¿no es así? Ni tampoco se sienten frescos si usan ropa limpia sin bañarse. Son necesarios lo externo (bahya) y lo interno (bhava). Los niños creen en las palabras cuando se les dice que los va a agarrar el policía o que el fantasma les va a pegar. ¡Están llenos de temor (bhaya), urbanidad (vinaya) y confianza (visvasa)! Pero como ahora han crecido y llenado sus cabezas con todas clases de doctrinas y dogmas y teorías y argumentos, tienen que usar su discernimiento (viveka) y descubrir a Dios por el camino difícil. Una cosa les voy a decir: ¡no hay escapatoria! ¡Todas las criaturas han de llegar a Dios un día u otro, por la ruta más larga o por la más corta!
Prashanti Nilayam: Vijayadasami1, 1953.
2. SARANAGATI No digo discursos. Mis charlas son más bien conversaciones; quiero que ustedes sigan con atención reverente cada palabra de lo que digo, pues su anandam es mi aharam, su bienaventuranza es mi alimento. Pueden obtener ananda solamente siguiendo el consejo que les doy y es por esto por lo que insisto en que deben escuchar con cuidado y tomar a pecho todo lo que digo. Esta no es una conferencia pública de la cual no tratan de sacar nuevas lecciones para la vida. El Señor es una montaña de prema; todo un ejército de hormigas que se lleve los pedacitos de dulzura no podrá agotar su abundancia. Es un océano de compasión, sin costas que lo limiten. La devoción es el camino más fácil para ganarse su gracia y también para darse cuenta de que Él todo lo penetra, de que, en realidad, ¡lo es todo! Saranagati, o sea el dejarlo todo a su voluntad, es la más alta forma de devoción. Una vez un brahmin cruzaba el lecho de un río cerca del lugar donde algunos hombres lavaban ropa. Viendo que él llevaba un lindo uttariyam1 de seda en el hombro, le cayeron todos encima, gritando que pertenecía al palacio y que se los habían dado para lavarlo, pero que se los habían robado y no lo encontraban. Cuando lo empezaron a golpear, el pobre brahmin gritó: "Narayana, Narayana" y éste se levantó de su asiento en Vaikuntha y empezó a caminar; pero un momento después regresó y volvió a sentarse para sorpresa de su consorte que le preguntó la razón de su extraño comportamiento. Narayana dijo: "Quería ayudar a ese pobre brahmin que ha caído en una guarida de ladrones, pero él empezó a darles golpes, golpe por golpe y así mi ayuda ya no es necesaria". Cuando la devoción está empezando a surgir como un retoño se necesita una cerca para proteger la tierna planta; esa cerca es el sanathana dharma o ley eterna y sus reglas, regulaciones y restricciones, direcciones y órdenes. Cuando la fruta está verde no cae aun cuando la azote un vendaval; mas cuando la fruta está madura, cae al suelo incluso en el silencio de la noche. ¡Un pequeño fuego se transformará en humo si se le ponen ramas verdes, pero el incendio forestal reducirá a ceniza al árbol más verde que impida su terrible marcha! Lo que se necesita es la conquista del ego. El buey grita: "ham hai, ham hai", yo soy, yo soy, en su orgullo. Así cuando tiene apenas unos días de vida, lo amarran a un poste, lejos de su madre; lo hacen trabajar hasta reducirlo a la piel y los huesos, pero, a pesar de ello, el animal no aprende la lección de la humildad. Aun su piel, cuando está bien templada sobre un tambor, suena egoístamente: "ham, ham, ham". La piel ha de ser cortada en finas cuerdas y sólo entonces, habiendo sido estiradas esas cuerdas, es cuando el buey revela que se ha beneficiado de todo el castigo que ha sufrido; murmura: "thum, thum, thum", tú, tú, tú, y su ego ha desaparecido. El haridasa va por las calles cantando las glorias del Señor. Tiene los dos címbalos, el eterno dúo de lo bueno y lo malo, de la alegría y del dolor, de la pena y del placer en su mano derecha y tañe el tamboura de la ronda de nacimientos y muertes (samsara) con la izquierda. El samsara es el aire al cual sus cantos deben ajustarse, es el sruti o tono. Pero ambos, el sruti y el marcar el tiempo tienen el fin de realizar el efecto de su canto, el himno a la gloria de Dios. Recuerdo haberle dicho a una persona en Maharashtra, en mi anterior cuerpo (sariram) que ha y tres tipos de devoción: el método del pájaro (vihanga), en el cual el devoto, como un pájaro que se abalanza sobre la fruta madura en el árbol, es demasiado impaciente y por la misma impaciencia que demuestra, pierde la fruta, que cae fuera de su alcance; el método del mono (markata), en el cual un mono atrae hacia sí una fruta tras otra, pero por indecisión es incapaz de escoger la que desea (el devoto vacila y cambia su mirada demasiado a menudo perdiendo así todas las oportunidades de éxito); y el método de la hormiga (pipilika), en el cual, como la hormiga que lentamente pero con firmeza camina hacia el dulce, ¡el devoto va directo, con atención indivisa hacia el Señor y es así como gana su gracia! La devoción o bhakthi y la sinceridad y constancia (sraddha) son los dos remos con los cuales pueden empujar la barca por el mar de samsara. El niño le dice a la madre en la noche: "Madre, despiértame cuando tenga hambre". La madre le responde: "No hace falta, el hambre te despertará". Así, cuando llega el hambre de Dios, Él mismo les avisará y les hará buscar el alimento que necesitan. Dios da el hambre y Él suministra el alimento; Él les ha dado la
enfermedad y Él cultiva los específicos que requieren. ¡Su deber es ver que sean el hambre y la enfermedad apropiados y que usen el alimento o la medicina adecuada! El hombre debe ser uncido al samsara y domado; ese es el adiestramiento que le enseñará que el universo (jagat) es un engaño (mithya); ningún discurso les convencerá de que es un engaño a menos que lo experimenten realmente. Toquen el fuego y experimenten la sensación de la quemadura; no hay nada como esto para enseñarles que deben evitar el fuego. A menos que lo toquen, sólo tendrán conciencia de su luz. Pero es luz y calor a la vez; lo mismo que este mundo es a la vez sathya o verdad y asathya o no verdad, o sea mithya o falso. En la actualidad se tiene por corriente el hábito de juzgar a los demás y de llamarlos devotos (bhakthas) o ateos (nastikas). ¿Qué saben de lo que pasa en el interior de la mente ajena? Hubo una vez una gran reina que era devotísima de Rama; se sentía muy triste porque su esposo, el rajá, no mencionaba nunca el nombre de Rama y no tuviera ninguna devoción. Había hecho el voto de que en la primera ocasión en que tuviera prueba de su devoción o por lo menos, de su respeto por el Ramanama (el nombre de Rama) llevaría a cabo pujas o adoraciones ritualísticas en todos los templos y daría de comer con abundancia a los pobres. Una noche, mientras dormía profundamente, el rajá pronunció de un modo doloroso y devoto el nombre de Rama tres veces. Ella oyó el namasmarana, y feliz al descubrir la devoción de su esposo por Rama, ordenó grandes fiestas por todo el reino y que se diera de comer a los pobres. El rajá no sabía la razón de la celebración pues sólo se le dijo que los funcionarios llevaban a cabo una orden de la rani. Del mismo modo, un esposo puede no conocer la excelencia de los logros espirituales de su esposa. Es el caso de una pareja que iba por una espesa selva de peregrinaje a un templo inaccesible. El esposo vio en el sendero una piedra preciosa que brillaba entre las hojas cuando los rayos del sol se reflejaban en ella. Rápidamente, con un movimiento del pie echó sobre la piedra un poco de arena para que su esposa no tuviera la tentación de recogerla y no se esclavizara con la joya. La esposa vio el ademán y reprendió a su esposo por conservar en su mente una distinción entre la arena y el diamante, pues para ella ambos eran iguales. El rajá que mencionó en su sueño el sagrado nombre de Rama se arrepintió mucho, según la historia, de que hubiera dejado escapar el Ramanama de su boca, pues creía que nadie debía saber de su amor por Rama. Hay muchas personas que no dicen nada de su gurú o de su nombre y forma favoritos, pero los declaren o no, deben mantenerlos siempre presentes en su conciencia. El Ramanama o cualquier otro nombre debe ser tan constante como el respirar. Para ello, la práctica es esencial. Una persona le dijo una vez al doctor Johnson, el famoso pensador inglés que con todas las miles de cosas que tenía que hacer de la mañana a la noche y hasta muy entrada ésta, rara vez encontraba tiempo para recitar el nombre de Dios. El doctor Johnson replicó con otra pregunta. Le inquirió acerca de cómo los millones de personas encontraban espacio para vivir en la superficie de la Tierra, que está hecha de dos tercios de agua y el resto de montañas, desiertos, selvas, regiones heladas, lechos de ríos, ciénagas y áreas igualmente inadecuadas. El inquiridor respondió que el hombre luchaba por encontrar de algún modo espacio vital. Asimismo, dijo el doctor Johnson, el hombre debe de alguna manera encontrar unos cuantos minutos durante el día para orarle a Dios. La devoción y la actitud de saranagati o entrega, que es su fruto final, les dará gran valor para afrontar cualquier emergencia; ese valor es lo que se llama vairagya o desprendimiento o desapego. La historia de Mohajith es un buen ejemplo de este tipo más elevado de vairagya. Mohajith, el príncipe, fue a ver a un sabio en la selva para buscar consejo en el sendero espiritual. El sabio le preguntó si había conquistado el moha o apego a cosas materiales, como indicaba su nombre. El príncipe dijo que no solamente él sino todo el mundo en su reino lo había hecho. Así es que el sabio empezó a poner a prueba la verdad de tal afirmación. Tomó las ropas del príncipe, las mojó en sangre y corrió al portón del palacio con la horrenda historia del asesinato del príncipe por bandidos de la selva. La sirvienta con quien se encontró rehusó apresurarse a llevar la noticia a los apartamientos reales porque dijo: "Él nació, él murió; ¿cuál es la urgencia especial de esta noticia que deba interrumpir mi rutina y correr hacia el rey y la reina?" Cuando por fin logró una audiencia y pudo comunicar la triste noticia al padre, éste se quedó sentado inmutable, murmurando para sus adentros: "El pájaro voló del árbol donde se había posado para descansar". La rani también quedó inmutable. Le dijo al sabio que esta tierra es una posada adonde los hombres llegan y se quedan durante la noche y que al
despuntar la aurora, uno por uno, van siguiendo su propio camino. Parientes y amigos son las palabras que usamos para el apego a los viajeros que tratamos en la posada durante el corto periodo de nuestro conocimiento. La esposa del príncipe muérto también quedó impávida; dijo: "El esposo y la esposa son como dos pedazos de madera que van a la deriva por un río desbordado; flotan cerca el uno del otro durante un tiempo y cuando se atraviesa alguna corriente entre ellos, se separan; cada cual debe seguir adelante hacia el mar a su propia velocidad y a su propio tiempo". El sabio se sintió muy feliz al ver este desprendimiento tan firme y sincero entre los gobernantes y los gobernados. Regresó a la selva y le dijo al príncipe que mientras estaba fuera, un ejército hostil había invadido su reino y matado a toda la familia real y capturado al reino y esclavizado a sus súbditos. Recibió la noticia con calma y dijo: "Todo esto es apenas una burbuja. Guíame para que alcance lo infinito, lo imperecedero". Semejante desapego es producto de la gracia del Señor; se necesitan generaciones de perfeccionamiento (samskara) y lucha. Mientras tanto ustedes deben empezar con el primer paso: la purificación de la mente y el cultivo de la virtud. Aun cuando ustedes no comiencen con este paso, por lo menos no se burlen de aquellos que lo hacen ni los desanimen. ¡Por lo menos hagan esto! Luego, no dependan de otros para hacer su propio trabajo, ocúpense de sus propias necesidades personales. Cúbranlas ustedes mismos; esto es verdadera libertad. Nunca acepten nada gratis de otros, devuélvanlo, en servicio o en trabajo. Esto hará que se sientan con estimación propia. El recibir un favor significa que, quedarán atados a la persona que lo hace. Crezcan en estimación y dignidad propias. Este es el mejor servicio que pueden hacerse a ustedes mismos. La Tía Luna es tía para todos los niños del mundo. Así, el Señor es el padre de cada uno, a cuya propiedad parcial cada uno puede pretender. Pero a fin de obtener su parte, deben llegar a cierta edad, a cierto nivel de inteligencia y de discernimiento. A los inválidos y a los idiotas, Él no los considerará merecedores de recibir esa propiedad. Su bien es la gracia, el prema o amor divino. Pero si tienen discernimiento y desprendimiento, pueden reclamar su porción como un derecho. Traigan su devoción y pónganla aquí y a cambio llévense de aquí el shakti o poder. Cuanto más lo hagan más me complacen. Traigan lo que tienen, así sean sus penas y dolores, sus preocupaciones y ansiedades, y tomen de mí alegría y paz, valor y confianza. Para mí no hay preferencia entre los devotos. La madre dedica más tiempo al niño enfermo; sólo les pide a los mayores que se las arreglen solos; con sus propias manos le da de comer al infante. Esto no significa que no ame a los mayores. Así también, no piensen que porque no doy ostensiblemente más atención a una persona, ésta se halle fuera del alcance de mi prema. También sepan esto. En la vida de este Avatar, los malos no serán destruidos; serán corregidos y reformados y educados y conducidos de nuevo al camino del cual se han alejado. El árbol infestado de comején no será cortado: será salvado. Además este Avatar no escogerá como centro de sus lilas (actos o diversión), mahimas (milagros) y upadesha (enseñanza) ningún otro lugar que no sea el lugar donde ocurrió su nacimiento. Este árbol no será trasplantado; crecerá donde primero surgió de la tierra. Otra cosa especial es que este Avatar no tiene ninguna afinidad o apego en su carrera con los miembros de la familia en la cual apareció. Al contrario de las apariciones de Rama, Krishna, etc., donde la vida se desarrolló en su mayoría entre y para los miembros de la familia, este Avatar es para los bhakthas, devotos, los aspirantes, los sadhus y los sadhakas solamente. No practica ningún japa (repetición de nombres santos), dhyana (meditación) ni yoga. No adora a nada. No ora a nada pues es lo más alto. Sólo les enseña a ustedes a adorar y a orar. A un hombre mundano, una persona ebria de Dios le parecerá loca y se reirá de ella. Mas al hombre ebrio de Dios, el hombre mundano le parecerá insano, tonto, descarriado, ciego. De todas las insanias que acosan al hombre, la locura por Dios es la menos dañina, la más beneficiosa. El mundo ha sufrido incontables daños debido a sus gobernantes y guías dementes; pero nada que no sea armonía, paz, hermandad y amor ha surgido de la demencia del hombre por Dios. Prashanti Nilayam Mahasiuarathri,
1955.
3. DIOS COMO GUÍA Dios es Mahashakthi (el gran poder o energía universal); el jiva (vida o ser viviente, el alma individual) es Mayasakthi o el poder de la ilusión; Él es el verdadero, el real; el jiva no es sino la sombra, la apariencia, la ilusión. ¡Hasta yo tengo que vestirme de Mayasakthi para estar entre ustedes, como el policía que tiene que ponerse la indumentaria del ladrón a fin de ser admitido en la banda y así apresar a los malhechores y hacerlos pagar su culpa! El Señor no puede bajar aquí con su Mahasakthi intacto; tiene que venir con un reducido esplendor y limitada efulgencia para que pueda ser el objeto de la devoción y del servicio dedicado. En este mundo que es inestable y siempre en transformación, el poder inmanente del Señor es lo único permanente y fijo. A fin de realizar lo permanente (nithyam) y lo verdadero (sathyam) debe uno por fuerza adherirse a aquella fuente y sostén. No hay escape de este camino. Es el destino de todos y cada uno, no importa la edad o la erudición, el clima o la casta, el sexo o la situación. Y al caminar por este sendero, cada uno puede observar su sombra que pasa sobre el lodo o la tierra, sobre huecos o montículos, espinas o arena, charcos o desiertos. A usted no le afecta lo que le sucede a su sombra, ¿no es así? Ni la sombra se ensucia por ello. No se preocupa en lo más mínimo por donde pasa o cae. Sabemos que la sombra y sus experiencias no son ni nithyam ni sathyam; similarmente, deben convencerse de que su yo no es otra cosa que la sombra del paramatma y que esencialmente no son ese yo sino el paramatma o alma universal mismo. Ese es el remedio para la aflicción, la fatiga y el dolor. Desde luego, será solamente al final de un largo y sistemático proceso de sadhana cuando ustedes quedarán fijos en la verdad; entretanto, es probable que se identifiquen con este cuerpo y olviden que el cuerpo que proyecta una sombra es en sí una sombra. El primer paso en el sadhana es la adherencia al dharma en cada acto individual y social. El dharma que se sigue en relación con la naturaleza o materia (prakriti) lleva automáticamente al dharma en el campo espiritual también; sólo que deben adherirse a él con fuerza. Cuando Asvathama en la ceguera de su furia asesinó a los hijos de los Pandavas, Arjuna, que lo hizo prisionero, amenazó con cortarle la cabeza; pero Draupadi, la afligida madre, intercedió para salvarlo. Dijo que no era dhármico el devolver el asesinato con asesinato, el matar al hijo del propio gurú. Esa es la constancia que se necesita en el sendero del dharma; eso sólo es la señal del verdadero saranagati: ¡"Que se haga la voluntad del Señor; el deber de cada quien no es otro que el de conectarse con la corriente de su gracia"! Mientras se encuentra en la cárcel, el prisionero no puede decir ni siquiera que su ropa es suya; así también, mientras se encuentran ustedes en la cárcel cumpliendo su sentencia, ¿qué pueden llamar suyo? ¡Él les da alimento y ropa, Él los dejará ir cuando termine la sentencia, o quizá antes, si Él está satisfecho de su comportamiento durante la prisión! El mayor obstáculo en el camino de la renunciación (saranagati) es el egoísmo, el egotismo (ahamkara) y la posesividad (mamakara) algo que ha estado residiendo en su personalidad durante edades con más y más profundo afincamiento por la experiencia de cada vida sucesiva. Sólo puede ser eliminado por los detergentes gemelos de la discriminación (viveka) y del desapego (vairagya). La devoción es el agua para lavar ese cieno de las edades y el jabón del japa, dhyana y yoga ayudarán a removerlo con mayor y rápida eficacia. No hay duda de que quienes van despacio y con constancia ganarán esta carrera; el caminar es el método más seguro de viaje aunque puede condenarse por lento. Los me- dios más veloces representan el desastre; cuanto más rápidos mayor es el riesgo de catástrofe. No deben comer más de lo que les pida el hambre; el exceso causará desórdenes. Así, prosigan paso a paso en el sadhana, asegurando un paso antes de dar otro. No retrocedan dos pasos cuando den uno al frente. Pero aun el primer paso será inseguro si no se tiene fe. Así es que cultiven la fe. Una vez Sathyabhama le preguntó a Krishna: "¿Por qué haces cosas como los hombres ordinarios? Yudhishtira, el mayor de los Pandavas es el mejor de los hermanos pero estás siempre con Arjuna cuya reputación no es la preferible". ¡Su fe no era firme! ¿Qué sabe la gente de los
motivos que impulsan al Señor y a sus acciones? Algunos encontraron fallas con Narada por repetir el nombre del Señor siempre, sin intermisión. Pero hasta llegar al sayujyam o fusión con Dios, debe usarse el nombre; la idea de separación terminará solamente con la fusión, no antes. No vacilen ni duden una vez que estén convencidos. Traten de entenderse y satisfacerse. Después de ello, no se dejen desviar. Cuando el sol está encima de sus cabezas no habrá sombra; de manera idéntica, cuando la fe es firme no deben dejar caer sombra de duda en su mente. Cuando el hombre pierde el camino y se extravía en la selva, creyendo que él es el cuerpo o los gunas o el objeto, entonces el Avatar viene para advertirlo y guiarlo. iQue no disminuya la fe en el Señor y entonces ustedes podrán andar seguros por el mundo! iNo les pasará nada! Sean como las mujeres de pueblo que llevan varios tiestos sobre la cabeza, uno encima del otro, manteniendo el equilibrio hasta mientras hablan y caminan por el sinuoso sendero. No olvidan ni ignoran la carga ni la meta. Están vigilantes, conscientes de las dificultades del camino, de las piedras y de los huecos; es la concentración interna la que paga grandes dividendos. Todos han de partir algún día; ese momento no debe ser un momento de angustia; uno debe irse con gracia, con una sonrisa y una reverencia. A fin de hacer esto, es necesaria mucha preparación. El partir, dejando todo lo que se ha acumulado durante una larga vida, es una tarea difícil; así es que prepárense para ella descartando el apego por esto y aquello a partir de ahora. En sueños ven ustedes muchas cosas y adquieren muchas cosas: poder, riquezas, posición, reputación. Pero cuando despiertan, no lloran por la pérdida, aunque durante el sueño todo esto era muy real y dio mucha satisfacción y alegría. Eso fue un sueño, se dijeron; entonces ¿qué les impide tratar con igual desenvoltura las posesiones coleccionadas durante el estado de vigilia de su vida? Cultiven esa actitud y podrán irse con una sonrisa en cualquier momento en que caiga el telón sobre este escenario del país de los sueños. A fin de adquirir convicción en todo esto, es mejor que se acerquen a un gurú que conozca la verdad por experiencia y cuyas actividades, palabras y pensamientos diarios reflejen esta realización. El gurú se llama así por las letras GU que significan gunathita, o aquel que ha trascendido los tres gunas o cualidades: lo tamásico, lo rajásico y hasta lo sátvico, y las letras RU significas el que es "Rupa Varjitha", aquel que ha aprehendido el aspecto sin forma de la divinidad. Desde luego que pudo llegar a ese estado solamente a través de la sublimación de las cualidades más bajas en las más altas y el desconocimiento firme y constante de la parte que juegan los meros nombres y formas. En las etapas preliminares del sadhana espiritual, el nombre, la forma y la cualidad, todos tienen su parte que asumir en el amoldamiento del espíritu. El gurú destruye la ilusión y derrama luz; su presencia refresca y conforta. Debido a esto es por lo que hoy, un día de Purnima, de luna llena, es destinado a rendir los honores debidos al gurú. Además, la luna es la deidad que preside la mente y el Purnima es el día en el cual la mente se ha hecho totalmente benéfica. Por supuesto, deben saber lo que han perdido, para que puedan empezar la búsqueda para recuperarlo. El gurú debe a menudo decirles que han olvidado su nombre real o que han perdido la parte más preciosa de sí mismos y que todavía no están conscientes de la pérdida. El gurú es el médico para la enfermedad que trae el sufrimiento de nacimiento y muerte alternantes. Es maestro en el tratamiento necesario para la cura. Si no tienen gurú, oren al Señor Mismo para que les indique el camino... y sin duda Él vendrá en su ayuda.
Prasanthi Nilayam, Gurú Purnima, 01-08-1956.
4. LA VIDA DIVINA Una convención de los trabajadores de la Misión de la Vida Divina debe incluir a toda la humanidad, pues nadie está fuera de su esfera; todos se están afanando por avanzar en el camino hacia la realización de la divinidad que está inmanente en cada uno. La misión para la cual cada individuo ha venido es para fundir la individualidad con lo universal. La vida que cada ser está llevando está saturada de lo divino; la existencia de sath se deriva de la fuente de todo sath, Brahma mismo; la conciencia o chith se deriva de la fuente de todo chith, Brahma mismo; la bienaventuranza o ananda se deriva de la fuente de todo ananda, Brahma mismo. Todos ustedes son Sath-Chith-Ananda Swarupas, formas de existencia, conciencia y bienaventuranza; sólo que están inconscientes de ello y se imaginan que son este o aquel individuo, sujetos a esta o a aquella limitación. Este es el mito que debe romperse a fin de que la vida divina pueda empezar. Es la divinidad la que inspira, la que acciona, la que conduce y llena la vida de cada ser, no importa lo sencilla o compleja que sea su estructura física. Desde el átomo (anu) hasta el cosmos (brihat), cada entidad se está moviendo hacia el estuario donde se fusiona con el mar de la bienaventuranza. La vida divina es el aliento mismo de todos los seres; consiste en sathya, prema y ahimsa. Pues, ¿cómo puede ser alguien falso con otro cuando no hay ningún otro en absoluto? La falsedad viene del miedo. Cuando no hay ningún segundo, no hay ningún miedo. Nadie es más amado que el propio ser; así, cuando todo es ese mismo propio ser, todo es amado al amar el propio ser. En cuanto al himsa, el hacer daño, ¿quién le va a hacer daño a quién cuando todos son uno solo? ¿Cómo llevar la vida divina? No hay ninguna calidad especial de miembro que otorgue derecho a ella. Cada esfuerzo para realizar la unidad que existe en toda multiplicidad es un paso en el sendero de la vida divina. Hay que batir la leche si se desea separar e identificar la mantequilla inmanente a ella. Así también, se deben llevar a cabo ciertos procesos de pensamiento y acción a fin de llegar al meollo de la fe de que este mundo es una extraña mezcla de verdad (sathya) y no verdad (asathya) que de hecho resulta en falsedad (mithya). La vida divina no admite el más mínimo grano de polvo en el carácter o de engaño en el intelecto. Así, las personas dedicadas a ella deben recalcar esto con el precepto y con el ejemplo. Eliminen las raíces de la ansiedad y del temor y la ignorancia. Sólo entonces podrá resplandecer la verdadera personalidad del hombre. La ansiedad se elimina con la fe en el Señor; la fe que les dice que todo lo que ocurre es para bien y que se haga la voluntad del Señor. La tranquila aceptación es la mejor armazón contra la ansiedad; no la conformidad del débil, sino la valiente aceptación del héroe. La aflicción surge del egoísmo, la sensación de que no merecen ser tratados tan mal, de que están indefensos. Cuando desaparece el egoísmo se desvanece la aflicción. La ignorancia es sólo un error, la identificación equivocada del cuerpo como el ser. En realidad, cada uno de ustedes debe tratar de ser sin ego y entonces el Señor los aceptará como su flauta. Una vez, al preguntar a determinadas personas lo que quisieran ser en las manos de Dios, recibí varias respuestas; algunos dijeron el loto, otros el sankha (la concha) o el chakra (la rueda), pero nadie mencionó la murali (la flauta). Yo les aconsejaría que se transformen en flautas, pues entonces el Señor vendrá a ustedes, los tomará en sus manos, los pondrá en sus labios y soplará a través de ustedes y, por el vacío de su corazón debido a la completa ausencia de egoísmo que habrán desarrollado, Él creará cautivante música para que el disfrute de toda la creación. Sean rectos sin desvíos en su mente. Sean huecos sin voluntad propia, fusionando su voluntad con la del Señor. Inhalen solamente el aliento de Dios. Esto es la vida divina; esto es lo que yo quiero que todos alcancen. Venkatagiri, Abril - 1957.
5. JAPA SAHITA DHYANA El devoto que habló primero, déjenme que se los diga, estuvo renegando de Dios durante 25 años, y solamente desde hace cinco, después de conocerme, ha cambiado. Desde luego, muchas personas no han tenido ninguna experiencia que pudiera cambiarlas y por esto no hay que censurarles su falta de fe. También, este Seshagiri Rao recriminaba a su hijo y a sus hijas por venir a Puttaparthi, y se reprochaba a sí mismo por rehusarse tanto tiempo a venir. Un día, en Bangalore, en una casa frente a la suya hubo una función a la que había ido yo. Durante los bhajans, este hombre, indeciso, cruzó la calle y miró hacia el salón; yo me le acerqué, lo llamé y lo hice sentar a mi lado. Le invité a que viniera a Puttaparthi a que examinara y experimentara. Desde ese entonces ha estado conmigo; hace ya 18 años que llegó aquí por vez primera. Esta es justamente la razón por la cual he venido: para sembrar las semillas de la fe en la religión y en Dios. iQuizá hayan oído a algunas personas decir que me transformé en Sai Baba cuando me picó un escorpión! Bueno, los reto a todos ustedes a que los pique un escorpión y se transformen en Sai Baba. ¡Por supuesto que el escorpión no tuvo nada que ver con ello! De hecho no hubo ningún escorpión. Llegué en atención a los ruegos de los sabios, de los santos y de los sadhakas para restaurar el dharma. Cuando hay señales de disturbio, aparece el policía; si la turba se vuelve incontrolable, acude el inspector; y si se pone violenta, el superintendente de policía debe hacerse presente en el sitio para dominarla. Si la situación empeora debe venir el inspector general mismo, ¿no es así? La actual es una situación de la cual el inspector general se está haciendo cargo por completo. Los mahapurushas, los mahatmas, los jñanis, los yoguis y los devansasambhuthas han tratado y estarán cooperando en la tarea de restablecer la justicia y el deber para despejar el camino con el fin de que el mundo alcance la paz. La mayor carencia hoy en día es la falta de atmavichara, indagación en la naturaleza del atma. Es ella la causa de toda esta ausencia de paz (asanthi); si ustedes desean conocer la verdad acerca de sí mismos, entonces, aun cuando no crean en Dios, no errarán el camino. Todos los cacharros están hechos de lodo, todos los ornamentos han sido elaborados con oro, todas las ropas están confeccionadas con hilo. Hay unidad donde sólo se veía diversidad. La sustancia básica es una e indivisa. Esto es Brahma; esto es el atma, que es también vuestra propia sustancia básica. Este atmavichara se encuentra mejor en los Upanishads. Al igual que el flujo de un río está regulado por represas y sus aguas se dirigen al mar, así también los Upanishads regulan y restringen los sentidos, la mente y el intelecto y nos ayudan a llegar al mar y a fundirnos individualmente con lo absoluto. Estudien los Upanishads con la intención de actuar en consecuencia, de poner en práctica los consejos. El mirar un mapa de cierto país o el hojear una guía turística no les proporcionará la emoción de una visita real a ese lugar, ni les dará una fracción de la felicidad y conocimiento que ofrece un viaje por ese sitio. Los Upanishads y el Gita son únicamente mapas y guías; recuérdenlo. Les narraré la historia del labriego que, sentado en una reunión de devotos, escuchaba la exposición de un gran pandit acerca del Gita. Todos estaban maravillados por el erudito comentario que daba el pandit y sus sabias disquisiciones sobre cada palabra y frase; el labriego, aunque la exposición era de un nivel superior a su entendimiento, parecía poner cuidadosa atención pues casi todo el tiempo se la pasaba llorando. Cuando finalmente el pandit le preguntó por qué lloraba, sorprendió a todos por la sinceridad de su devoción, pues dijo que lo hacía por el apuro que pasaba el Señor, que tenía que estar sentado adelante en la carroza volteando la cabeza al tener que hablar tanto rato para convencer al lerdo Arjuna. "¡Cómo debe haberle dolido el cuello!", aseveró y lloró otra vez. Esto era verdadera devoción, un pasaporte seguro para la victoria espiritual. Se había identificado con los participantes del episodio y toda la escena se había hecho vívida para él. No necesitan siquiera leer el Gita o los Upanishads, ustedes oirán un Gita especialmente hecho para ustedes si acuden al Señor en sus propios corazones. Él está allí, instalado como su propio conductor. Pregúntenle y Él responderá. Mantengan la forma del Señor ante ustedes cuando se sienten tranquilos en un lugar para meditar y tengan su nombre, o
sea, cualquier nombre, en mente cuando hagan japa. Si hacen japa sin tener esta imagen o forma delante de ustedes, ¿quién va a dar la respuesta? No pueden estar todo el tiempo hablando consigo mismos. La forma o Rupa oirá y responderá. Toda agitación debe cesar un día, ¿no es así? El dhyana o meditación sobre la forma y el japa del nombre son los únicos medios para esta tarea. El secreto es que deben ser, pero no ser como en el sueño, cuando en lo más profundo de sí mismos están conscientes de que son. Mas el sueño está envuelto en maya o ilusión. Despierten de esa maya, pero sumérjanse en este sueño, que es el verdadero samadhi. Japa y dhyana son los medios por los cuales pueden lograr hasta la concretización de la gracia divina en la forma y con el nombre que deseen. El Señor tiene que asumir la que escojan y el que prefieran; de hecho, ustedes le dan forma. Por lo tanto, no cambien de forma ni de nombre; guarden los que más les agraden, no importa cuál sea la demora o la dificultad. No se desalienten porque al comienzo no puedan concentrarse por mucho rato. Cuando aprenden a manejar una bicicleta, no adquieren en seguida la destreza de mantener el equilibrio. Empujan la bicicleta por un sitio descubierto y saltan, la mueven de un lado y luego del otro y hasta puede caerles encima la bicicleta durante muchos ensayos antes de que puedan montarla con destreza sin tener que preocuparse más por su equilibrio. Automáticamente, ya pueden hacer los ajustes necesarios para guardar el equilibrio, ¿no es así? Después de adquirir esta pericia, pueden andar por las calles y veredas estrechas y no necesitan un campo abierto; pueden manejar su vehículo por los sitios más poblados. Así, la práctica les proporcionará una concentración que los sostendrá en los ambientes más densos y en las situaciones más difíciles. No piensen que yo me enojaré con ustedes si no me aceptan como su forma de meditación (Dhyanarupa). Esto no me preocupa en absoluto; tienen plena libertad de elegir el nombre y la forma que les den el aliento necesario. Cuando se medita, a menudo la mente se va detrás de otra cosa, toma otro camino. Tienen entonces que tapar ese hueco con el nombre y la forma y lograr que no se interrumpa el parejo fluir de sus pensamientos hacia el Señor; si vuelve a suceder, usen el nombre y la forma de nuevo, rápidamente. No le permitan a la mente que vaya más allá de dos lugares, de este lado del nombre y de aquel de la forma. Así no se desviará hacia un tercer lugar. Primero, cuando se sienten a meditar, reciten algunos slokas o versos sobre la gloria de Dios, para que los pensamientos que andan sueltos se reúnan. Luego, paso a paso, mientras hacen japa, visualicen ante el ojo de la mente la forma que ese nombre representa. Cuando su mente se aleja de la recitación del nombre, llévenla a la imagen de la forma. Cuando se aleja de la imagen, condúzcanla al nombre. Dejen que more en esta o aquella dulzura. Tratada de esta manera es fácil domarla. La figura imaginada y dibujada se transmutará en el Bhavachitram o la imagen. Emocional, cara al corazón y fija en la memoria; gradualmente se transformará en el Sakshathkarachitra cuando el Señor asuma aquella forma a fin de cumplir con su deseo. Este sadhana o práctica se llama japasahithadhyana o japa acompañado de dhyana y les aconsejo a todos que la emprendan, pues es la mejor para los principiantes. A los pocos días se acostumbrarán y probarán la alegría de la concentración. Después de diez o quince minutos en las etapas iniciales y más tarde después de algún tiempo de este dhyana, hagan algo de manana o sea recuerden, revivan la paz y felicidad que tuvieron durante la meditación; o sea, traigan de nuevo a sus mentes la alegría que experimentaron. Esto les ayudará en su fe y en su devoción. Luego, no se levanten de repente y comiencen a andar por todos lados, reanudando sus ocupaciones. Desperecen los miembros lentamente, deliberadamente y gradualmente, y luego, vuelvan a sus deberes usuales. Prueben los frutos de la meditación y aprendan a saborearlos; esto es lo que quiero decir con este proceso de manana. Cuiden también de su salud física. Satisfagan las exigencias de la naturaleza; el carro debe tener la gasolina necesaria para andar. De otro modo, la cabeza les dará vueltas y sus ojos se nublarán de puro agotamiento. ¿Cómo pueden estabilizarse los pensamientos del Señor en un cuerpo débil? Pero, no olviden el objeto de este cuerpo mientras cuiden de él. A una apisonadora de caminos se le pone aceite y carbón y otros tipos de combustibles. Pero, ¿para qué se mantiene en buenas condiciones? Para poder reparar la carretera, ¿no es así? Similarmente, recuerden que han encarnado para que puedan realizar el fin de este ciclo de nacimientos y muertes. Con tal fin, usen el cuerpo como un instrumento, nada más.
Volando de acá para allá, más y más alto, al fin, el pájaro tiene que posarse en un árbol para descansar. Así también, aun el hombre más rico y más poderoso busca descanso, o paz. La paz puede adquirirse tan sólo en una tienda: la realidad interior. iLos sentidos los llevarán a un fango que los sumergirá más y más profundamente en alternante felicidad y dolor, o sea, en un profundo descontento. Sólo la contemplación de la unidad puede eliminar el temor, la rivalidad, la envidia, la codicia, el deseo todas las emociones que producen descontento. Cualquier otro camino dará sólo un seudocontento; un día vendrá en el cual ustedes arrojarán lejos todos estos juguetes y gritarán: "íSeñor, concédeme serena Paz!" El dacoit Valmiki rezó así; el ateo inveterado también tendrá que orar y pedir un día paz y descanso. La gente atesora las vasijas de bronce y las toma por oro, pero tienen que pulirlas para que parezcan brillantes. Un día, se cansarán de este constante pulir y limpiar; rogarán: "Líbrame de esta frotadera; este nacimiento, este sufrimiento y esta agonía". La vida es corta; el tiempo vuela; su sadhana está yendo a paso de tortuga. ¿Cuándo van a decidirse a ir un poco más rápido? Su sadhana es como las respuestas que se escriben en el examen. Si obtienen sólo 5 o 6, entonces el examinador tachará hasta esto diciendo: "¿Para qué sirven estos pocos puntos? No lo llevarán ni aquí ni allá". Si se acercan a las notas pasables, entonces la gracia les dará justo un poquito más para que puedan pasar, siempre que hayan sido estudiantes diligentes y correctos. Dedíquense a las buenas acciones, la buena compañía y los buenos pensamientos. Fijen su atención en la meta. Todavía no han comprendido el secreto de este advenimiento. Realmente tienen suerte, son más afortunados que muchos otros. Es sólo cuando Yasoda se dio cuenta de que por más que alargara la cuerda le quedaba siempre un poco corta para darle vuelta que descubrió que Krishna era el Señor. Así también, se darán cuenta de que cada descripción de mi Mahima se queda un poco corta frente a la realidad; y entonces se convencerán. Mientras tanto, si estudian los Sastras y se enteran de las características del Avatar del Señor, quizás obtengan un vislumbre de la verdad acerca de mí. No sirve de nada estar discutiendo y peleando entre sí; examinen, experimenten; entonces conocerán la verdad. No proclamen nada antes de estar convencidos; quédense en silencio mientras estén indecisos o en proceso de evaluación. Desde luego, deben descartar toda maldad en ustedes mismos antes de que puedan intentar evaluar el misterio. Y, cuando despunte la fe, cérquenla con disciplina y autocontrol, a fin de que el tierno retoño pueda ser protegido de los chivos y vacas, de la variada masa de los cínicos; incrédulos. Cuando su fe se haya convertido en un árbol fuerte, estos mismos cínicos podrán descansar bajo la sombra que ofrecerá.
Orilla del río Chitravati, Puttaparthi, 23-02-1958.
6. UNA ACTITUD DE RETO Acabamos de escuchar el discurso de agradecimiento que los muchachos del sexto año dirigieron a los maestros de la escuela y los consejos que dieron a los alumnos de los años inferiores. Sus palabras fueron muy dulces, saturadas de gratitud para los profesores y plenas de aliento para los alumnos que continúan bajó el cuidado de esos profesores. También expresaron su pena por tener que dejar una buena escuela y bondadosos maestros y la agradable compañía de sus condiscípulos. Pero, aunque las palabras sonaban bonitas, dudo que los sentimientos fueran totalmente sinceros, ya que después de todo, sabían que tendrían que dejar la escuela para hacer estudios avanzados. Durante todos estos años estuvieron al tanto de que este día iba a llegar. Está claro que es gustoso ver a estos muchachos expresar gratitud por los beneficios que han recibido. Prometieron también servir a su país al máximo de su capacidad, pues son sus guardianes en los días por venir. Yo me siento especialmente feliz en compañía de los estudiantes, pues son como los botones en el jardín; son los jóvenes héroes que tienen que asumir la difícil tarea de la reconstrucción nacional e internacional. La situación mundial actual es como un tifón, que causa intranquilidad y confusión. Nadie tiene paz mental; el temor y la ansiedad rondan por todas partes; el pánico reina a la vez que se aclama la conquista del espacio y la creación de nuevos satélites artificiales. Aun en este país, existe una época de crisis y, sin pérdida de tiempo, deben corregirse las cosas para que los hombres puedan disfrutar de la paz por sobre todas las cosas, ya que sin paz la vida es una pesadilla. A la vez que estudian otras cosas, deberían ustedes aprender también el secreto de la paz. Esta oportunidad no debe desperdiciarse pues es la sabiduría la que los salvará. El sistema de educación actual aspira a hacer de ustedes sostenes de la familia y de la sociedad, pero no les da el secreto de una vida feliz, o sea, el discernimiento para distinguir entre lo irreal y lo real, que es el verdadero adiestramiento que necesitan. Claro está que no es culpa de ustedes sino de aquellos que dirigen estos asuntos. Tendrán que hacerlo más bien temprano que tarde. El cultivo del poder de discernimiento o viveka es la principal meta de la educación; la promoción de costumbres virtuosas, el fortalecimiento del dharma, de la rectitud; éstas son las cosas que deben adquirirse, no la urbanidad o caballerosidad, ni un cúmulo de datos generales ni la práctica de habilidades ordinarias. Primero, tengan plena conciencia de que su ser es el inmortal atma, de que es indestructible, santo, puro y divino. Esto les proporcionará valor y fortaleza inconmovibles. Luego, deben fomentar amor y respeto mutuos. Toleren a toda clase de personas y de opiniones; todas las actitudes y peculiaridades. La escuela, el hogar y la sociedad son campos de adiestramiento para la tolerancia. En la escuela, los maestros y los alumnos deben estar conscientes de sus deberes y derechos. La relación debe tener como base el amor, no el temor. Sólo la atmósfera del amor puede garantizar una feliz cooperación y concordia. Por encima de todo, sean buenos, honestos y corteses. Esto hará los títulos universitarios más deseables y valiosos. No le den excesiva importancia al hecho de aprobar en los exámenes, pues si lo hacen, es posible que se sientan terriblemente deprimidos cuando fallen. Hemos oído hablar de jóvenes que se suicidan cuando se les anuncian los resultados de los exámenes. iAmados hijos, no cometan tal disparate! Acepten el fracaso, si viene, como un incentivo para un mayor esfuerzo; analicen por qué han fallado y aprovechen la experiencia. Si se destrozan con acciones tan tontas, esto me dará mucho dolor, recuérdenlo. Aprendan, mientras son estudiantes, cómo tener éxito en el torbellino de la vida, cómo vivir sin causar dolor a otros ni sufrir dolor ustedes mismos. No malgasten tiempo tomando parte en elecciones y querellas sobre las facciones y fantasías de los mayores; les están dando muy malos ejemplos y deben evitar el imitar su bajo comportamiento. La política es una variedad de insectos que contaminan a algunos individuos y corroen sus vidas. No se dejen infectar por ellos. Manténganse limpios y contentos. Son demasiado jóvenes para comprender las complicaciones y confusiones de la política y sólo pueden ser los instrumentos de otros que
desean usarlos para sus propios fines. Sean audaces; rehúsen ser los chivos expiatorios de tales hombres. Díganles que tienen otra tarea mejor que cumplir. Progresen sólo hasta donde sus propias aptitudes y experiencias pueden llevarlos. Examinen cada cosa y crean solamente en lo que les parece correcto a ustedes. No digan de un modo simple: Sai Baba habló bien, o Sai Baba escribe bien; respeten a Sai Baba en cuanto Él actúe tan bien como habla o escribe. La devoción y la actividad deben ir juntas. El señor B. Gopala Reddi vino a inaugurar el hospital en Puttaparthi y dijo: "Si el gobierno solo hubiera planificado este hospital, ni el sótano hubiera sido construido". Así también, esta escuela ha sido elevada hasta la fama y altura que tiene hoy debido al cuidado y amor de los fundadores y patrocinadores. Todos deben cooperar cuidando tales instituciones; la diferencia de opinión debe ser como los dos ojos que dan cada uno imágenes diferentes del mismo objeto, las cuales, una vez coordinadas, ofrecen una imagen completa. Los donantes de esta escuela han hecho una cosa muy buena; la han edificado con un espíritu de adoración y humildad. Agradézcanles su sacrificio y hagan el mejor uso de la oportunidad que les han proporcionado. En sus palabras de inauguración, el juez de distrito dijo que Bharatha, la India, ha sido bendecida con muchos santos y sabios y con muchas manifestaciones de la divinidad en forma humana. Puede surgir una duda acerca del porqué esas apariciones tienen lugar en la India más que en cualquier otro lugar, cuando el mundo es tan grande y hay tanta humanidad en todas partes por salvar y guiar. ¡Hay una razón para ello, créanme! Bien, ¿por qué en toda la India debe Kolar ser el único lugar en el cual hay oro? Donde hay una mina de oro hay necesidad de ingenieros mineros y químicos para extraerlo, separarlo, purificarlo y distribuirlo a los distintos sitios en los cuales existe demanda del metal, ¿no es así? De igual manera, es aquí en la India donde hay una mina de sabiduría y tesoros espirituales: los Darsanas, los Upanishads, el Gita y los Vedas. Este tesoro debe distribuirse, puro y sin mácula, con su valor y su calidad garantizados, a los ávidos aspirantes de todas partes, y por esto tenemos aquí una sucesión de sabios y santos. Debido a las enseñanzas y las vidas de estas personas, hay un vasto campo de virtud espiritual en este país que necesita sólo un poco de cuidado para producir una rica cosecha. La gente sufre porque tiene toda clase de deseos irracionales y se consume tratando de satisfacerlos y fracasa. Pone demasiado valor en el mundo objetivo. Es sólo cuando aumenta el apego cuando se sufre dolor y aflicción. Si ustedes miran a la naturaleza y a todos los objetos creados con la percepción derivada de la visión interna, entonces el apego desaparecerá, aunque el afán subsista; también verán todo mucho más claro y con una gloria bañada de divinidad y esplendor. Cierren estos ojos y abran los ojos internos: iqué grandioso cuadro de la Unidad Esencial tendrán! El apego a la naturaleza tiene límites, pero el apego al Señor que ustedes desarrollan cuando el ojo interno se ha abierto es ilimitado. Disfruten de esa realidad, esta imagen no es falsa. El Señor es el poder inmanente en cada cosa; aquellos que se rehúsan a creer que la imagen reflejada en el espejo es la imagen de sí mismos ¿cómo podrán creer en el Señor, que está reflejado en cada cosa a su alrededor? La luna se refleja en una vasija, siempre que tenga agua; así también, el Señor puede ser visto con claridad en sus corazones, siempre que tengan el agua del prema o amor en él. Si el Señor no está reflejado en su corazón, no pueden decir que no hay ningún Señor; sólo significa que no hay prema en ustedes. Los estudiantes y hasta los mayores en este país han abandonado el estudio del sánscrito, descartándolo como un lenguaje difícil e inútil. Han descuidado los antiguos textos, guardándolos y sacándolos solamente los días de festivales para adorarlos. Pero los aspirantes occidentales que conocen su valor los han llevado a sus países y los han traducido a sus propios idiomas y han estudiado su esencia con devoción. El leerlos no es suficiente. Pueden haber dominado todos los comentarios y pueden ser capaces de debatir y discutir con grandes sabios acerca de estos textos; pero si no intentan practicar lo que enseñan, pierden el tiempo. Nunca apruebo el conocimiento estudiado en los libros; la práctica es lo que valoro. Cuando ustedes salen de la sala de examen, saben si pasarán o no, ¿no es verdad?, pues ustedes mismos pueden juzgar si han respondido bien o no. Así en el sadhana o en la conducta o en la práctica, cada uno de ustedes puede juzgar y descubrir el éxito o el fracaso que les espera. El sadhana es lo esencial hasta para ustedes, pues no hay edad demasiado temprana. Lo mismo que cuidan del cuerpo con
alimento y bebida a intervalos regulares, también deben cuidar de las necesidades del cuerpo átmico interno por medio de japa y dhyana y el cultivo de las virtudes. El satsanga o compañía de los virtuosos, satpravarthana, el buen comportamiento y el satchinthana, o los buenos pensamientos, todos son esenciales para el desarrollo y la salud de la personalidad interna. El cuerpo es la casa (bhavana) del Señor del universo (Bhuvaneswara), Su residencia (Bhuvanam). En la misma medida en que insisten en tomar café o té a intervalos regulares, también insistan en el dhyana y japa en momentos fijos para la salud y la vida del espíritu. Los estudiantes deben adoptar una actitud de reto hacia las cosas, deben honrar el trabajo físico. Deben estar ansiosos de servir a los que lo necesitan debido a sus incapacidades. Honren también a sus mayores y no pierdan una oportunidad de servirlos, honrarlos y complacerlos. Lo que les produzca una alegría sana, acójanlo, pero no se rebajen gratificándose en diversiones vulgares. No caminen sin rumbo por las calles ni frecuenten las salas de cine ni se mezclen con compañías indeseables, ni cultiven malos hábitos. Este país ha de elevarse hasta grandes alturas a través de ustedes, no a través de sus actuales líderes, recuérdenlo. Noten también que mientras en otros países la gente coopera de buena gana con alguien que es valeroso, inteligente y bueno, aquí el rasgo nacional es de ser celoso el uno del otro, de rebajar a los que se elevan, y de rehusarse a cooperar y ayudar. Ustedes, muchachos, deben decirse a sí mismos: "Estos mayores hacen estas cosas aunque saben que son erróneas. iQué lástima! Pero vamos a crecer de otro modo. No vamos a contradecir nuestras palabras con nuestras acciones. Vamos a actuar juntos en armonía y amor". Si fomentan tales virtudes, la nación prosperará; si no, se arruinará. Tengan presente siempre esta advertencia. Los bendigo a todos: padres, maestros y estudiantes. Esta escuela, que fue establecida por la generosidad del pueblo, sin duda se elevará hasta un nivel más alto y brillará como una gran institución. No tengo duda alguna de ello. Escuela Secundaria de Hannan, Chittoor, 02-02-1958.
7. ¡ÁNIMO! Esta charla no había sido planeada; es otro caso de cumplimiento de los ruegos de los devotos. No les voy a dar nuevos consejos hoy; son los mismos que he dado a los estudiantes en muchos lugares. Porque éstos pueden ser diferentes, pero los estudiantes son los mismos, y su naturaleza, carácter, ideales y problemas son semejantes en todas partes. El presidente de esta asamblea acaba de decir que están todos ocupadísimos preparándose para los exámenes, y que muchos de ustedes apenas ahora han visto sus libros. Esto se ha hecho una costumbre bastante corriente en estos días; durante nueve meses del año leen toda clase de basuras y sólo en los dos o tres meses que les quedan leen los realmente esenciales. ¡Esto no es correcto! Es muy dañino llenar el cerebro de toda clase de cosas indeseables y sin valor. Cuando tengan algún tiempo libre, lean y asimilen libros que promuevan una inteligente apreciación del mundo y de su misterio. Para vivir una vida feliz, pacífica y contenta es necesaria una buena educación, una educación basada en el dharma. No fomenten temor a los exámenes; allí, en un tiempo dado, tienen que escribir las respuestas a un cierto número de preguntas. Bien, algunos estudiantes comienzan a contestar desde la primera y siguen adelante con el resto; pero es siempre mejor hacer una pequeña pausa para leer todo el cuestionario y seleccionar aquellas que pueden responder con confianza y escribir estas contestaciones al comienzo. Esto les dará una buena ocasión para ejercitar su mente para resolver luego las cuestiones más difíciles. Nunca pierdan el ánimo en el salón de examen o fuera de él. El valor es el fertilizante que hace crecer la planta del saber. El terreno puede ser bueno, pero también es necesario abonarlo. Todos ustedes deben transformarse en héroes y hombres audaces; prepárense para ese papel desde ya. El hombre tiene dentro de sí toda una serie de animales: el perro, el zorro, el asno, el lobo. Pero él debe reprimir las tendencias de todos estos animales y alentar las cualidades humanas del amor y la amistad para que salgan a relucir. La amistad que se cultiva desde la infancia es más duradera, así es que traten de cultivar verdaderos amigos ahora. Por encima de todo, comiencen con el cultivo de las virtudes; esto es más importante y beneficioso que la simple erudición. Esto da verdadera ananda; esto es la esencia de todo conocimiento, la culminación de toda enseñanza. Traten a cada uno como a su propia familia y aun cuando no puedan hacerles bien, desistan de hacerles daño alguno. Enciendan la lámpara del amor dentro del nicho de sus corazones y entonces los pájaros nocturnos de la codicia y la envidia se irán volando, incapaces de soportar la luz. El amor los hará humildes; hará que se inclinen y saluden cuando vean la grandeza y la gloria. Una persona inflexible está infectada de un egoísmo de la peor especie. Recuerden, el hombre es el único animal que puede reconocer y reverenciar lo grande y lo glorioso. Usen esta capacidad y deriven el mayor provecho de ella. Así como hay dos alambres, el positivo y el negativo, que se unen para producir la luz, el Paramatma y el sadhaka tienen que unirse en el yoga para lograr la iluminación. Por esto, vean hombres y lugares santos y frecuenten la compañía de hombres píos. Un imán atraerá sólo hierro; así un estudiante atrae hacia sí solo aquellos que le ayudarán en su estudio, solo aquellas cosas que le darán ananda y dhairya, bienaventuranza y osadla. Tengan fe en que la verdad los salvará al final; aténganse a ella, no importa lo que suceda. Pues, si son fieles a la verdad, el sentimiento de culpabilidad no les roerá las entrañas ni les causará dolor. Es la cobardía la que los hace esconder la verdad; es el odio el que afila a la falsedad. Sean audaces y no habrá necesidad de mentiras. Llénense de amor y no habrá necesidad de subterfugios. El hábito más fácil es el de hablar la verdad, la honestidad; pues, si empiezan a decir mentiras, tendrán que llevar la cuenta de ellas y recordar cuántas han dicho a quién y estar siempre alertas para no contradecir una mentira con otra. Amen a la persona y ya no necesitarán engañarla con una mentira; ustedes sentirán que se merece la verdad y nada menos que la verdad. El amor ahorra muchísimo trabajo. No se dejen llevar por el cuento actual de la igualdad, sea de los hombres y de las mujeres o de toda la humanidad. Cada uno tiene un cierto fondo de inteligencia y un paquete peculiar de instintos e impulsos y pasiones (vasanas). En la medida en que los desarrollen o los
desvíen o reduzcan su potencia, en esa medida habrá una diferencia en su bagaje y en sus logros. Utilicen todas las oportunidades que tengan de desarrollar sus destrezas, su salud y su carácter. Ese es su deber en la actualidad. Hagan amistades duraderas. No causen dolor a nadie por ninguna acción suya; no sufran dolor ustedes mismos por tonterías o meras baladronadas. En su escuela, veo que hay muchachas también. Trátenlas con gran respeto y no hablen despectivamente de ellas. Son sus hermanas y al honrarlas, ustedes traen honor sobre ustedes y sobre sus hermanas. El respeto a las mujeres es la señal de una verdadera cultura. Así es que les pido que lean libros buenos, reverencien a sus maestros y amen a todos. No deshonren a sus mayores, cultiven el espíritu de servicio y aprendan a servir a los enfermos y a los necesitados y aprovechen cualquier oportunidad para ayudar a otros. O, por lo menos, dejen de causar dolor a otros. Escuela Secundaria B. Z., Chittoor, 03-03-1958.
8. MUCHOS SON LOS CAMINOS No he venido a ustedes para sermonear, pues no creo en el valor de las meras palabras, no importa lo eruditas o pomposas o profundas que sean. Sólo he venido para compartir con ustedes mi prema o amor y participar en el suyo. Esto es lo que más aprecio. Ese es el verdadero beneficio que ha de obtenerse. Hoy en día, el tifón del odio y la falsedad está desperdigando por las cuatro esquinas del cielo las nubes de la justicia, de la corrección (nyaya) y de la verdad, y ya la gente piensa que el sanathana dharma o justicia eterna misma se halla en peligro de extinción. Pero esto puede suceder sólo si el Señor lo decreta, y el Señor que ha establecido el dharma no permitirá que sea destruido. Donde se recalquen sathya, dharma, shanti y prema, en la religión o lenguaje que sea, por el maestro que sea, en el lugar que sea, allí tendremos el sanathana dharma. Mientras el hombre sea apto para el prema, allí estará el dharma, no tengan duda de ello. Y cuando ese prema esté fijo en el Señor, su carácter experimentará lenta pero firmemente un cambio revolucionario; entonces, el hombre compartirá los dolores y las alegrías de sus semejantes; después se pondrá en contacto con la fuente misma de la Bienaventuranza que se encuentra más allá de las ganancias y pérdidas temporarias de este mundo. El prema dirigido al Señor se llama devoción (bhakthi) y es el más fácil de todos los senderos para alcanzar la meta. Se puede decir que el bhakthi (devoción) tiene varias etapas. Mukhyabhakthi es la etapa en la cual sólo importa el servicio del Señor y es su propia recompensa; el devoto no busca nada más que el servicio de lo más alto, hecho al máximo de sus aptitudes. Esto se transforma gradualmente en parabhakthi (devoción suprema) en la cual no se conoce otra cosa que el nombre y la forma del amado. Luego hay lo que se llama gunabhakthi (devoción de los gunas o distintos modos de ser de la naturaleza), coloreada por los tres gunas: la actitud del artha o el afligido, del artharthi o buscador de comodidades mundanas, el jijñasu o buscador sincero y del jñani u hombre sabio que está silente y contento con la realización de que todo es Él. Para andar por el bhakthimarga o sendero de la devoción no se necesita erudición ni bienes ni riquezas ni rigores ascéticos. Díganme, ¿cuál era el linaje de Valmiki, la riqueza de Kuchela, la erudición de Sabari, la edad de Prahlada, la condición de Gajaraja, los logros de Vidura? Prema; eso era todo lo que tenían y todo lo que precisaban. La gracia del Señor es como el océano: vasta e ilimitada. Por medio de su sadhana, su japa, su dhyana y el cultivo sistemático de la virtud, esta gracia se convierte en nubes de verdad que cae sobre la humanidad como lluvia de prema, que se junta y fluye como la corriente de ananda o bienaventuranza, para regresar de nuevo al océano, el océano de la gracia del Señor. Cuando ese prema abraza la humanidad, lo llamamos daya, la cualidad no de la compasión sino de la empatía, de la empatía que nos hace sentir felices cuando otros son felices, y tristes cuando otros son infelices. Ustedes habrán visto a mendigos cantar en las calles, ¿no es así? Cada uno de ellos tiene un par de címbalos en una mano para marcar el tiempo y un instrumento de una sola cuerda en la otra con cuyo sonido entonan su canto. El canto será desagradable si está fuera de tono, y cacofónico si el tiempo no está bien marcado. El canto de la vida también debe ser igual; mantengan las tareas diarias y canten de alegría al tono del prema o amor. Sólo entonces vale la pena la música. Es la mente la que hace o deshace al hombre. Si está inmersa en las cosas del mundo, lleva a la esclavitud; si trata al mundo sólo como un mundo temporario, entonces a través de este vairagya o desprendimiento, se vuelve libre y liviana. Adiestren su mente para que no se apegue a las cosas que cambian para bien o para mal. No sostengan ante ella los oropeles de la fama y las riquezas mundanas; atráiganla hacia alegrías perdurables derivadas de fuentes que existen dentro de ustedes. Esto les dará grandes recompensas. En tal caso, la mente misma será el gurú, pues los llevará hacia adelante, una vez que haya probado los dulces de sravana, manana y nididhyasana, o sea los dulces del escuchar, recordar y meditar sobre cosas santas. Es la mente la que, a la figura hecha por el alfarero, la llena con la divinidad que el devoto ve en ella; es la mente la que inunda el santuario con la fragancia de la santidad.
Es la práctica, leemos, la que da fuerza, lo mismo que hace el alimento al digerirse y el ejercicio al favorecer la salud. Thyagaraja1 cantó que el Señor es la fuerza motriz interna de la hormiga al igual que de todo el universo; pero aun cuando ustedes estén intelectualmente de acuerdo, cuando, una hormiga les pica no sienten que por esa picadura se han puesto en contacto con el Señor, ¿no es así? No proclamen grandes verdades a voz en cuello; demuestren mediante su conducta que ponen valor en ellas y que son guiados por ellas. Por lo menos tengan cuidado con esto, no cometan ustedes mismos los errores de que acusan a los demás. No les pidan a otros que logren un nivel que ustedes son renuentes a alcanzar. Si viven de acuerdo con estos dos principios, aunque no se inclinen ante imagen alguna ni asistan a determinado ritual o adoraci6n en el templo, podrán obtener la gracia del Señor. Hay muchos caminos para ir a Madrás; también hay otros tantos para llegar a la divinidad: éstos son el amor, la verdad, el servicio, la compasión y la recordación del nombre del Señor. De igual manera, está el adwaithin2 que se descubre a sí mismo como la sustancia básica de toda creación, como Brahma mismo. Todos los caminos son correctos; sólo que algunos son más llanos, aquéllos más tortuosos, éstos más escabrosos. La manera más fácil de aprehender la realidad básica es la de ver al Señor en cada criatura; al Señor presente en toda esta multiplicidad, como la realidad subyacente en todo, el Sarvabhuthantharatma. Pueden preguntarse y hasta dudar de que sea posible que el Señor more en cada ser. Pero ¿no han visto ustedes una sola semilla de mango convertirse en un árbol que da miles de frutos en cada uno de los cuales está una semilla idéntica a la que se sembró primero? Así también, el Señor puede encontrarse en cada ser creado por su voluntad. Recuerden que su verdadera naturaleza es la misma que la del otro hombre; él es usted conocido como otro nombre. Cuando practican una buena acción, se la están haciendo a ustedes mismos; cuando perjudican a alguna persona, recuerden, se están dañando a ustedes mismos; por eso, eviten lastimar a otros. Esto me recuerda lo que Hussain, el hijo de Rabbia Malid de Persia, solía hacer. Él se levantaba temprano e iba a la mezquita a orar con gran diligencia y devoción. En una ocasión, al regreso, encontró que los sirvientes de la casa todavía dormían en sus esteras y se enojó con ellos; renegó y echó pestes contra ellos por su negligencia en los deberes religiosos. Entonces su padre lo reprendió. Le manifestó: "Hijo, ¿para qué te enojas con estas pobres almas que están demasiado cansadas para levantarse temprano? No borres los buenos resultados de tu adherencia a la regla de Dios castigando a estos pobres esclavos inocentes. Yo preferiría que te levantaras tarde y te abstuvieras de ir a la mezquita, pues ahora estás orgulloso de ser más religioso que ellos y te atreves a culparlos por faltas de las cuales no son responsables". Ustedes deben atender a estos pequeños detalles también, pues la devoción no es sólo una pose; la conforma una serie de pequeños actos dirigidos por la actitud de reverencia ante la divinidad de todos los seres. Observen la mentira que se esconde en la lengua, la violencia que se encubre en el puño, el ego que se agazapa en la acción. Refrénenlos antes que se conviertan en hábitos y se afiancen como carácter para torcer su destino. Ramaswami Reddy dijo que yo hago muchos milagros y que ustedes tienen suerte por haber tenido la oportunidad de oírme. Bueno, Yo soy como el tendero cuyo negocio está repleto de cosas que el hombre necesita. Y como el hombre que está detrás del mostrador, yo les doy sólo lo que me piden; si el cliente pide una toalla, ¿cómo puedo darle un dhoti? Pero estas cosas materiales no tienen ninguna importancia. Pidan devoción y sabiduría y estaré contento. Muchos son los que no anhelan estas cosas ahora; es su desgracia. Sólo están desperdiciando su oportunidad. Quizá los culpables de esta situación sean los mayores, pues es deber de éstos el mostrar a las generaciones nuevas con el ejemplo de sus vidas que las prácticas y estudios espirituales los han hecho más felices y valientes en la aventura de la vida. La juventud siempre los imita; pelea si ve que ellos disfrutan de las peleas; duda de la santidad si ellos no honran a los hombres e instituciones santas. Por eso no culparé tanto a los jóvenes como a los mayores. La fe en Dios y en la disciplina espiritual ha declinado debido a la falta de entusiasmo entre los 1
Santo de la India del sur.
mayores por estos asuntos. Es responsabilidad de todos los hombres píos el demostrar en sus vidas y a través de ellas que la piedad no es una debilidad sino una fuerza; que abre una fuente de poder y que una persona con fe en Dios puede superar los obstáculos con mucho mayor facilidad que una sin ella. No insisto en que una persona tenga fe en Dios. Rehúso decirle ateo a alguien. Los seres existen como resultado de su voluntad, de acuerdo con su plan; así, nadie está fuera de su gracia. Además, cada individuo siente amor por algo o por alguien, y ese amor es una chispa de la divinidad; todo el mundo tiene ultimadamente que basar su vida en alguna verdad; esa verdad es Dios. Ninguna vida puede ser vivida en completo desafío a la verdad; uno debe ponerle atención a ella y decirla a los demás a fin de hacer que la vida valga la pena ser vivida. Es ese, entonces, el momento de Dios y es en ese momento cuando profiere la verdad, o ama, o sirve, o se doblega, cuando es un teo (teísta). De este modo, ni siquiera la devoción es esencial. Son esenciales el amor, la verdad, la virtud, el anhelo de progresar, de servir, de expandir el corazón, de incluir a toda la humanidad en su amor, de ver a todos como formas de la conciencia divina. Y. M. I. A. Mylapore, Madrás 24-03-1958.
9. ¡EXAMINEN, EXPERIMENTEN! ¡He venido para reconfortar sus vidas, no para describir la mía! ¡Por esto no me agradó que Ramanatha Reddy y Kasturi hablaran de mí y de los incidentes de mi vida! Las vidas de ustedes son más importantes para mí, pues mi objeto es ver que vivan más felizmente y con mayor contento. Todos los seres tienen que pagar karma; es una obligación universal insoslayable. Algunos piensan que sólo las acciones meritorias (punya) y las pecaminosas (papa), las virtuosas o las viciosas pueden llamarse karma. Pero su respiración misma es un karma. Hay ciertos karmas a cuyos frutos ustedes no pueden renunciar. Hay karmas físicos, mentales y espirituales y el hacer cada uno de éstos para el provecho del ser es lo que se llama dedicación. Se mencionó Puttaparthi y se les aconsejó que fueran allá y se inspiraran en los bhajans allí. Pero no hagan este gasto, pues dondequiera que se encuentren, cuando me llamen, su habitación puede transformarse en Prashanti Nilayam, su aldea puede transformarse en Puttaparthi. Siempre estoy alerta para responder, siempre listo para escuchar y contestar. Quiero que ustedes estén activos, totalmente dedicados. Pues si no tienen actividades, el tiempo se hace pesado. No malgasten ni un solo momento del lapso de vida que les ha sido asignado, pues el tiempo es el cuerpo de Dios. Se conoce como Kalaswarupas, de la forma del tiempo. Es un crimen malgastar el tierno o perderlo en ociosidad. Asimismo, las aptitudes físicas y mentales que les han sido dadas por el Señor como capital para el negocio de la vida no deben desperdiciarse. Como la fuerza de gravedad que jala todo hacia abajo, el tamosakthi o la influencia de la pereza los jalará implacablemente hacia abajo. Deben, pues, estar siempre alertas, siempre activos. Como el recipiente de cobre que hay que frotar para que brille, la mente del hombre también debe ser frotada con las prácticas espirituales; o sea, actividades tales como japa o dhyana, repetición del nombre o meditación. El karma, que es natural y automático como la respiración, se vuelve vikarma cuando se hace conscientemente con un resultado definido a la vista. Un hindú y su amigo inglés llegaron una vez a la orilla del río Godavari; el hindú dijo: "Voy a bañarme en esta agua sagrada". Pronunció el nombre de Hari al meterse al agua y salió refrescado tanto de mente como de cuerpo. Sintió gran felicidad por haber tenido la rara oportunidad de darse un baño en el río sagrado. El inglés se rió y dijo: "Eso es sólo H2O. ¿Cómo puedes obtener una alegría indescriptible con sólo meterte en ella? Todo es superstición". Pero el hindú replicó: "Déjame con mi superstición; tú puedes quedarte con la tuya". El cínico sólo recibió una limpieza física, mas el creyente obtuvo además pureza mental. Cuando se postran ante sus mayores, la mente debe también ser humilde; no es sólo el cuerpo lo que debe inclinarse. Hay muchos trabajadores sociales en Madrás que visitan los hospitales y dan servicio a los pacientes. La mayoría del trabajo que hacen es mecánico, tal como abanicar a los enfermos, escribir cartas y cantar bhajans, etc., sin preocuparse por sus necesidades reales. Muchos hacen esta labor porque es la moda actual de servicio social. Pero debe ser vikarma, hecho con la plena cooperación de la mente, con placer, con inteligencia y con reverencia. El paciente no debe sentirse desagradado por el alboroto del trabajador social; debe esperar con placer su venida, como cuando llega a él una persona muy cercana y querida. Si no les gusta este tipo de trabajo, no tienen por qué dedicarse a él. No recarguen su mente con la molestia de la tarea. El trabajo hecho mecánicamente es como la llama de una mecha sin aceite; el aceite es el entusiasmo mental, viertan un poco de aceite y la lámpara arderá clara y largamente. En realidad, el karma es yoga cuando se efectúa sin apego; un sannyasi no debe siquiera recordar lo que hace; no debe efectuar ningún karma con la anticipación de cierto resultado. Este es el ideal nishkama o sin deseo a su máximo. El mejor karma es aquel que se lleva a cabo cuando llama el deber, porque tiene que hacerse, no porque sea ventajoso realizarlo. El sannyasi no debe tener ira, ansiedad, envidia o codicia algunas; mas su experiencia les debe decir que los sannyasis libres de estos pecados son muy raros hoy en día. No miren siquiera al sannyasi que le es tan infiel a su voto que desea nombre y fama o se dedica a la calumnia o la competencia. No se dejen llevar por tales personas a descreer en los Sastras y los Vedas. Aquel que está firme en la fe de que este mundo es un espejismo de la mente, sólo él es
el Swami; los demás son meros Ramaswamis o Krishnaswamis1 que tienen el derecho de usar el epíteto de Swami al final del nombre, no al comienzo. Prakriti o la naturaleza es una entidad muy antigua; es purathana, antiquísima. El jiva o ser viviente también es purathana, ya que ha tenido muchas llegadas y salidas anteriores. Sin embargo, ahora ha venido con un nuevo traje; es nuthana, nuevo, y viene como un peregrino a un lugar santo para ir de ronda. El jiva debe tener un guía que le muestre los lugares sagrados y le ayude a completar el peregrinaje. Ese guía es el Señor mismo; las guías turísticas son los Vedas, los Upanishads y los Sastras. La esencia de las escrituras se halla en esta sola regla: "repita el nombre del Señor, manteniendo su gloria siempre ante la mente". El Señor es como Kalpatharu, el árbol divino que da lo que se le pide. Pero tienen que acercarse al árbol y desear lo que quieren. El ateo es la persona que está lejos del árbol; el teísta es la que se ha acercado. Esta es la diferencia. El árbol no hace ninguna distinción; le otorga dádivas a todos. El Señor no castigará ni tomará desquite si no lo reconocen o reverencian. No hay ningún tipo especial de adoración que le plazca más que otro. Si tienen oído, pueden escuchar en cada sonido el Om que anuncia la presencia del Señor. Los cinco elementos juntos producen este sonido Om. La campana en el templo es para comunicar el Om como el símbolo del Dios omnipresente. Cuando la campana tañe Om, la divinidad que está dentro de ustedes se despertará y se hará consciente de su presencia. Ese es el significado de la campana que cuelga delante del altar interno en el templo. Gánense el derecho de acercarse al Señor sin temor y el derecho de pedir su herencia. Deben liberarse hasta tal punto que cuando se aproximen a Dios no emane de ustedes ni siquiera la más mínima alabanza de Él. La alabanza es una señal de distancia y de temor. Ya habrán oído la historia de Kalidasa. Dijo que alcanzaría la liberación "tan pronto como me vaya", o sea, tan pronto como desaparezca el ego, pues en tal caso él brillaría con su esplendor natural, como Brahma o como el atma indestructible. Una vez tachado, el yo se convierte en una cruz2; así, lo que se crucifica es el ego, recuérdenlo. Entonces la naturaleza divina se manifiesta sin impedimento. El modo de destruir con más facilidad al ego es mediante la devoción, morando en la magnificencia del Señor y por medio de humildad y servicio a los demás como hijos de Él. Pueden llamar al Señor por cualquier nombre, pues todos los nombres son suyos; seleccionen el nombre y la forma que más les agrade. Por esto se han compuesto miles de nombres para las distintas formas o manifestaciones de Dios; tienen la libertad y el derecho de seleccionar cualquiera de ellos. El gurú les dará el nombre y la forma adecuados para su temperamento y su proceso de limpieza. Si el gurú les ordena bajo amenaza adoptar una línea de sadhana, declarando: "Esta es mi orden (agna)", pueden decirle que lo primero es la satisfacción de ustedes, no la de él. Deben hacer las prácticas en una atmósfera de alegría y contento. El gurú no debe forzar al discípulo a que tome la dirección que él prefiere; el discípulo tiene el derecho de desarrollarse según sus propias intenciones, de acuerdo con su inclinación. La vieja relación del gurú y del aspirante o discípulo (sishya) está completamente trastornada hoy; los aspirantes ricos y pudientes ahora dominan al gurú y dictaminan cómo debe comportarse; y los gurues, de igual modo, deseosos de acumular fama y bienes, admiten los procedimientos recomendados por los aspirantes y así rebajan su condición. Examinen, pues, al gurú y sus credenciales, sus ideales y prácticas antes de aceptarlo. Aun en mi caso, no se dejen atraer por las simples historias de lo que yo creo con un movimiento de la mano, etc. No saquen conclusiones a ciegas; observen, estudien y sopesen. No se rindan ante nadie a menos que sientan la satisfacción interna de que están en el buen camino. Sobre todo, no hablen mal de los grandes hombres ni de los sabios. Esa es una señal de gran egoísmo e impertinencia nacidos de la presunción. Hoy mi sugerencia para ustedes es la siguiente: así como se ocupan de las necesidades del cuerpo y le dan de comer tres veces al día a fin de mantenerlo en buenas condiciones de funcionamiento, de igual manera dediquen con regularidad algún tiempo cada día para mantener su conciencia interna en buenas condiciones. Destinen una hora en la mañana, otra en la noche y una tercera en las primeras horas del amanecer, las de Brahmamuhurtha, como se llaman, para repetir el Nombre de Dios y para la meditación. Sentirán descender sobre ustedes una gran paz y brotar dentro de ustedes grandes y nuevas fuentes de fuerza a medida que progresen en este
sadhana. Después de algún tiempo, la mente morará en el nombre dondequiera que se encuentren y cualquiera que sea la actividad a que estén dedicados. Entonces, la paz y la felicidad serán sus compañeras inseparables. Gokhale Hall, Madrás, 25-03-1958.
1 Alusión a la costumbre de poner o adoptar esta clase de denominación como nombres corrientes de personas (N. de la T.). 2 Alusión a la palabra "I", yo en inglés.
10. VIVEKA y VAIRAGYA Están todos ustedes de pie afuera, en la carretera y algunos hasta encaramados en los árboles; de veras es realmente cruel de mi parte hablarles por mucho tiempo. Mas a pesar de estos inconvenientes, me parece que anhelan oír mis palabras, así que voy a satisfacerlos. Bien, el hombre es divino, créanmelo; en realidad está aquí en una misión divina, para un fin divino. El considerarlo bajo o débil o pecador es gran error. Esto es en sí pecado enorme. El hombre debe ganar su derecho de primogenitura, o sea, la paz. La ausencia de paz (ashanti) es para él un estado contranatural. Su verdadera naturaleza es la paz. Para recuperar su herencia de paz, el hombre emplea varios procedimientos: la acumulación de riquezas, el mantenimiento de la salud, la maestría de conocimientos, el cultivo de las artes. Sin embargo, éstos no son básicos. Tres necesidades fundamentales subsisten después de haber intentado esos procedimientos: la necesidad de realidad, la de luz y la de inmortalidad. Sólo al ser alcanzadas sath (la realidad), jyothi (la luz) y amritham (la inmortalidad) es cuando se establece la paz. De nada sirve dedicarse a argumentos y discusiones; aquel que habla muy alto no ha aprehendido la verdad, créanmelo. El silencio es el único idioma del hombre realizado. Practiquen la moderación en el habla. Esto les ayudará de muchas maneras. Desarrollará el amor (prema), pues la mayoría de los malentendidos y tumultos surgen de palabras pronunciadas al descuido. Cuando resbala el pie, la lesión sufrida puede sanar; mas cuando resbala la lengua, la herida que causa en el corazón del otro se encona y dura toda la vida. La lengua es propensa a cometer cuatro grandes errores: decir mentiras, armar escándalos, encontrar fallas en los demás y hablar con exceso. Todos estos errores deben evitarse si ha de haber paz para el individuo y para la sociedad. El lazo de fraternidad será más fuerte si la gente habla menos y cuando lo hace dice cosas dulces. Por esto se les prescribía el silencio como voto a los sadhakas en los Sastras. Todos ustedes son sadhakas en distintas etapas del camino y esta disciplina es igualmente valiosa para ustedes. El prema o amor es lo que el individuo y la nación deben cultivar ahora para su progreso. El Indostán se hizo grande debido a la atmósfera de prema que respiró el país durante siglos. El prema debe transformar otra vez todas las relaciones: sociales, económicas, educacionales, profesionales, familiares, religiosas, legales y otras. El padre debe amar al niño con mayor intensidad e inteligencia; la madre, derramar amor sobre todos los que se aproximan a ella; los niños, amar a los sirvientes, etc. El sentido de igualdad de que cada quien es el repositorio de la divina esencia debe transmutar el comportamiento social e individual. iPueden ustedes llamarme Premaswarupa (forma o encarnación del amor divino)! iNo se equivocarán! Prema es la riqueza que tengo y la que derramo entre los miserables y los afligidos. No poseo otras riquezas. La gracia del Señor está fluyendo siempre como la corriente eléctrica por el cable. Pongan una bombilla y la corriente, en la medida del voltaje, iluminará su casa. La bombilla es el sadhana que ustedes realicen; la casa, su corazón. Vengan a mí con alegría; sumérjanse en el océano y descubran su profundidad; de nada sirve zambullirse cerca de la costa y jurar que el mar es poco profundo y no tiene perlas. Sumérjanse profundamente y obtendrán sus deseos. Recuerden, la espada de prema debe mantenerse dentro de la vaina del discernimiento (viveka). Los sentidos (indriyas) deben controlarse rigurosamente con discernimiento y desapego (vairagya), las dos aptitudes gemelas dadas de modo exclusivo al hombre. El discernimiento lo instruye acerca de cómo elegir sus ocupaciones y sus asociados. Le dice acerca de la importancia relativa de los objetos e ideales. El desprendimiento lo salva del demasiado apego y transmite una sensación de alivio en momentos de júbilo o desesperanza. Son las dos alas que levantan al pájaro en el aire. Sostienen delante de ustedes la impermanencia del mundo y la permanencia de la bienaventuranza de la realidad. Los anima a que dirijan sus vidas hacia las prácticas espirituales y la siempre cumplidora contemplación de la gloria del Señor. Gudur, 22-07-1958.
11. NARA y NARAYANA Todo llega a su tiempo, se dice; la fruta tiene que crecer y madurar para que su acidez se vuelva dulzura. He venido a esta ciudad durante diez años, ipero sólo hasta esta noche no había sido posible que ustedes, en esta reunión multitudinaria, recibieran la dicha de oírme hablar! Me siento muy feliz de estar con todos ustedes en una hora auspiciosa reunidos en un solo lugar. Todo lo que les pueda decir acerca de las disciplinas espirituales ha sido expresado antes; la capacidad del hombre, su naturaleza, sus aptitudes, son antiguas posesiones, y los consejos en lo que toca a su empleo son, de igual modo, muy antiguos. Lo único nuevo es el comportamiento perverso del hombre, las tendencias en las cuales ha estado malgastando sus aptitudes, usando mal su capacidad y actuando en forma contraria a su naturaleza. Ha olvidado el camino prescrito en las escrituras para el cultivo de su naturaleza, y de ahí viene todo su sufrimiento; también por eso es mi advenimiento. El hombre es esencialmente un animal con discernimiento, dotado de viveka. No está contento con la satisfacción de las meras necesidades animales; él siente algún vacío, cierto profundo descontento, alguna sed insaciada, pues es hijo de la inmortalidad y siente que la muerte no es ni debería ser el fin. Este discernimiento impele al hombre a buscar las respuestas a los problemas que lo obsesionan: ¿De dónde vine? ¿A dónde voy? ¿Cuál es el fin del viaje? Así, el intelecto (buddhi) debe mantenerse vivo y claro. Hay tres tipos de buddhi, de acuerdo con el predominio de una u otra de las tres cualidades (gunas): el tamas, que confunde la verdad con la no verdad y toma ésta por aquélla; el rajas, que como péndulo va de un lado a otro, entre las dos, incapaz de distinguir entre ellas; y el satva, que sabe lo que es sathya y lo que es asathya. Actualmente el mundo está sufriendo de superactividad mental antes que de pereza: los individuos tienen violentas simpatías y aversiones; son fanáticos y facciosos; se dejan llevar por la pompa y el ruido, el boato y la propaganda; debido a esto, el discernimiento se ha hecho necesario. Para llegar a la meta, es esencial tener una mente sátvica; ésta buscará la verdad con calma y se atendrá a ella no importa cuáles sean las consecuencias. He venido para ayudarles a todos a adquirir esta naturaleza sátvica. Quizá hayan oído a la gente hablar de mis milagros; de que yo hago esto y que doy aquello, de que yo lleno todas sus necesidades, de que yo curo sus enfermedades. No obstante, todo esto no es tan importante como el satvaguna o cualidad que produce la sabiduría, que aprecio, promuevo e inspiro. Desde luego que yo les confiero estas dádivas de salud y prosperidad, pero sólo para que prosigan con su sadhana con mayor entusiasmo y menos interrupción. Coman alimentos sanos para que sus facultades físicas se fortalezcan a fin de que éstas, a su vez, acrecienten más completamente su inteligencia. El bhakthi (devoción) lleva a shakti (poder) y éste les dará yukthi (medios para lograr la meta), que les ayudará a que fijen su rakthi (apego) en los objetos apropiados; su bhakthi así promovido devendrá finalmente mukthi o salvación, liberación. Debe darse cierta atención al cuerpo y su cuidado, así como procurar salvar los oprimentes obstáculos de la pobreza; pero siempre deben tener cautela para no dejarse enredar en tales lazos y olvidar la transitoriedad de todo esto. Vuelvan siempre sus pensamientos hacia el Atma, que es la sustancia del mundo objetivo entero, la realidad básica subyacente en toda esta apariencia. El primer paso en el atmavichara o indagación en la naturaleza del Atma es la práctica de esta verdad: lo que les causa dolor a ustedes les ocasiona dolor a los demás y lo que les provoca alegría a ustedes les da alegría a los demás. Por eso compórtense con sus semejantes del mismo modo que quisieran que ellos lo hicieran con ustedes; desistan de cualquier acto en relación con los demás que si lo hicieran ellos les causaría dolor a ustedes. Así, se formará una especie de relación de reciprocidad y gradualmente llegarán al estado en que sus corazones se regocijarán con las alegrías de los demás y sufrirán de dolor cuando ellos estén tristes. Esto no es el tipo de afecto que se siente para los seres queridos o los parientes. Eso es una ilusión. Sino que ese compartir de las alegrías y los dolores es automático, inmediato, universal. Es una señal de gran adelanto espiritual. Entonces es cuando la ola sabe que es parte del océano y que todas las olas no son sino manifestaciones temporales de ese mismo mar con el mismo sabor del
mismo océano. Los demás son parte de ustedes; no deben preocuparse por ellos; preocúpense de ustedes, es suficiente. Cuando estén bien, ellos también lo estarán, pues ya ustedes no tendrán conciencia de ellos como separados de ustedes. El criticar a los demás, buscar faltas, todo esto es producto del egoísmo. Busquen más bien sus propias faltas; las que ustedes encuentran en otros no son sino reflejos de los propios rasgos de su personalidad; no presten atención a las pequeñas preocupaciones; fijen su mente en el Señor. Entonces llegarán a la compañía de hombres buenos y sus aptitudes serán transmutadas. Sean como la abeja, que bebe el néctar de cada flor; no como el mosquito que bebe sangre y disemina enfermedades a cambio. Primero consideren que todos son hijos del Señor, como sus propios hermanos y hermanas. Desarrollen la cualidad del amor, busquen siempre el bienestar de la humanidad. Amen y serán amados a cambio. El odio nunca los afectará si promueven el Amor y miran a todos con Amor. Esta es una de las lecciones que siempre enseño; es también mi secreto. Si quieren alcanzarme, cultiven el Amor; olviden todo odio, envidia, ira, cinismo y falsedad. No les pido que se hagan eruditos o reclusos o ascetas adeptos en el japa y dhyana. Que sus corazones estén llenos de prema es lo único que yo reconozco. Crean que el amor es Dios, la verdad es Dios. El amor es la verdad, la verdad es amor, pues sólo cuando ustedes aman es cuando no tienen ningún temor, y éste es el origen de la falsedad. Si no tienen ninguna clase de temor, se adherirán a la verdad. El espejo del prema refleja el atma (Alma Universal) en ustedes y les revela que el atma es universal, inmanente a cada ser. No vengo a hablarles de asuntos muy complejos. Sólo les daré remedios simples para los males de que están sufriendo. Hay aquí un gran número de estudiantes. Bueno, ¿para qué están estudiando? ¿Cuál es la meta? ¿Cómo habremos de juzgar si han estudiado bien? ¿Por el salario que podrán ganar o la posición que obtengan? No. De la educación debe resultar el desarrollo del discernimiento y de la disciplina (vinaya). El hombre educado debe poder distinguir lo momentáneo de lo trascendental, lo duradero de lo efímero. No debe correr en pos de lo brillante y fascinante, sino buscar lo conveniente y sólido. Debe saber cómo mantener el cuerpo en buen estado, los sentidos bajo estricto control, la mente bajo rienda, el intelecto agudo y claro sin prejuicios ni odios, y los sentimientos sin egoísmo. Debe conocer el atma también, pues es su propia esencia; es la efulgencia que ilumina tanto su ser interno como el externo. Este conocimiento le asegurará alegría, paz y valor durante toda la vida. Igualmente los estudiantes deben cultivar vinaya, o el arte de no causar dolor a otros. También debo decirles a los estudiantes que están obligados a agradecer a sus padres el que con grandes sacrificios les hayan dado todas las facilidades de que ahora disfrutan. En efecto, los padres deben ser adorados como representantes visibles de la divinidad, pues son responsables de su existencia misma y de toda su felicidad y andanzas en la esfera física y la espiritual. Por esta razón deben atenderlos, respetarlos y adorarlos. Hubo una vez un muchacho que para mantener a su madre enferma y a sus dos hermanitas, mendigaba la comida en las calles. Una noche, cuando gritaba delante de la casa del rico, éste se enfureció al oír sus lastimeras voces. Ese día el muchacho había tenido mala suerte y sólo había recibido unos mendrugos y ya eran las nueve. Así que gritó de un modo tan patético que provocó la ira del dueño de la mansión, quien salió y de un puntapié lanzó al muchacho al arroyo; el joven estaba muy débil ya, pues no probaba bocado por darlo a su madre y hermanas, de modo que cuando cayó exhaló el último suspiro, gritando: "¡Madre!, aquí hay un poco de comida para ti". Su mano sostenía con firmeza la escudilla aun después de muerto. Tal es la devoción que la madre evoca y merece por todo el dolor que ha sufrido y todo el sacrificio que ha hecho a fin de que el hijo sea saludable, feliz y bueno. Muestren esta gratitud, muchachos, a sus padres. Recuérdenlos y por lo menos ofrézcanles el tributo de una lágrima en el aniversario de su muerte. Háganlo con sinceridad (sraddha); por ello esta práctica se llama sraddha1; no es que las ofrendas lleguen a ellos o que las estén esperando en algún otro mundo; es un tributo que deben dedicar en gratitud por la gran oportunidad que les han dado de permanecer en este mundo con todas las maravillosas oportunidades que brinda para la autorrealización.
Los padres a su vez deben alentar a los niños cuando muestran algún interés en su adelanto y en los estudios espirituales; también deben darles buenos ejemplos. Entre los muchachos que están delante de mí aquí, puede que haya más de un Vivekananda y muchos Thyagarajas. Hay que brindarles todas las facilidades para desarrollar las aptitudes divinas que hay en ellos. Los padres deben sentir que son sirvientes nombrados por el Señor para atender a las pequeñas almas que nacen en sus hogares, como el jardinero atiende a los árboles en el jardín del amo. Deben despertar la bondad latente en esos pequeños corazones contándoles historias acerca de los santos y sabios del pasado. Deben procurar que los niños no engendren temor y se vuelvan cobardes recelosos del camino recto. Todos son el atma indestructible, créanme. Que nada los desaliente. En sus sueños sufren muchas penas: pérdida de dinero, incendios, inundaciones, insultos, etc., pero estos sucesos no los afectan. Cuando estas situaciones ocurren durante la vigilia, se inquietan; en realidad, no es el verdadero yo el que padece todo esto. Abandonen la ilusión de que ustedes son esa identidad física y entonces se harán realmente libres. Y finalmente, algo acerca de mí mismo. Nadie puede comprender mi misterio. Lo mejor que pueden hacer es sumergirse en Él. De nada sirve que argumenten acerca de los pros y los contras; sumérjanse y conozcan la profundidad; coman y prueben el sabor. Entonces podrán discutir respecto a mí todo lo que quieran. Desarrollen sathya y prema y entonces ya no necesitarán rogarme para que les otorgue esto y aquello. Todo les será dado por añadidura, sin pedirlo. Nara y Narayana son los dos cables, el positivo y el negativo, que se combinan para hacer pasar la electricidad. Nara (el hombre) cooperará con Narayana (epíteto de Vishnú) y devendrá el vehículo del Poder Divino si ha adquirido las dos cualidades: sathya y prema. Nellore, 25-07-1958. 1 Nombre de una ceremonia en honor y para beneficio de los parientes muertos observada estrictamente en varios periodos fijos y en ocasiones tanto de regocijo como de duelo.
12. TOLERANCIA No había pensado hablarles esta noche; pero, por supuesto, no necesito ninguna preparación. Mi sankalpa (voluntad) y su cumplimiento son instantáneos. Sri Subbaramaiah acaba de hablar acerca de algunos importantes principios para la guía de la vida, tales como el cultivo de las virtudes, el desarrollo del carácter, el control del odio, etc. Consejos como éstos se dan desde cientos de podios cada día, y la gente escucha y se va; no practican lo que han oído; y por esto las cosas quedan como están. Esto se debe a que los que aconsejan no siguen lo que predican. Deben dar el ejemplo del valor de lo que enseñan. Describen las ventajas de adquirir virtudes y los beneficios del control del odio, como los ciegos aquellos que describían el elefante, más de oído que como resultado de la experiencia. Hoy en día hay tanto desasosiego en cada individuo porque no existe armonía dentro de él mismo. Las reglas del varnasrama (las reglas de conducta de las distintas profesiones en tiempos védicos) que nos han venido a través de las edades, prescriben un tipo de conducta; los libros que leemos recomiendan otro; la experiencia da consejos contradictorios. Pero la paz depende de la mente, y de su despertar, el secreto de la serenidad. El cuerpo es la posada, el jiva o individuo es el peregrino y la mente es el guardián. La mente busca la felicidad (sukha); cree que la felicidad puede obtenerse en este mundo mediante fama, riquezas, tierras y propiedades, de otros individuos o relaciones; aún más, desarrolla imágenes del cielo donde hay una felicidad todavía más intensa por mucho más tiempo; finalmente, descubre que la felicidad eterna y completa sólo se puede obtener morando en la realidad de su propio ser, que es la bienaventuranza misma. El jivatatva o principio vital es como el grano cubierto por la cáscara de la maya (ilusión), al igual que el arroz está envuelto en su cáscara. La maya debe eliminarse; el jivatatva debe hervirse y ablandarse y asimilarse para que pueda añadirse a la salud y a la fuerza. El arroz ablandado puede compararse al paramatma o alma suprema. Debe usarse la mente para este proceso. Debe fijarse en la verdad y en lo permanente (sathya y nithya). Para remover la cáscara de la ilusión el instrumento es el discernimiento (viveka). Desarrollen el poder de discernimiento y descubran lo que es permanente y lo que no lo es, lo que es beneficioso y lo que no lo es. Aun en la selección de un gurú deben de usar su discernimiento. No todas las nubes producen lluvia. Un verdadero maestro será capaz de atraer buscadores desde lejos con su sola personalidad. No necesitará que hablen de él en términos brillantes; su presencia se sentirá y los aspirantes se apurarán a ir hacia él, como las abejas hacia un loto en plena floración. Busquen siempre la luz, llenos de confianza y deleite. No cedan a la desesperación que nunca produce resultado alguno. Sólo empeora el problema, pues ensombrece el intelecto y los sumerge en la duda. Deben escoger el camino del sadhana con mucho entusiasmo. Los pasos indiferentes y vacilantes no darán fruto. Es como limpiar un lugar lleno de fango con una corriente de agua. Si la corriente del agua es lenta, el fango no podrá ser limpiado. La corriente debe ser fuerte y rápida a fin de que se lleve todo por delante, para que el fango pueda ser lavado. Les hablaré de estos primeros pasos solamente, pues son los más importantes para el sadhaka; y todos ustedes son o serán, tarde o temprano, sadhakas. La liberación (moksha) está en lo sutil (sukshma), o sea que puede obtenerse por medios sutiles. Traten a los demás de la misma manera que quisieran que los trataran a ustedes. Nunca cavilen sobre el pasado; cuando la aflicción los embargue no recuerden incidentes similares de su experiencia pasada añadiéndola a la suma total de su dolor; recuerden, más bien, los incidentes en los cuales no sufrieron, en los cuales fueron felices. Saquen consolación y fuerza de tales recuerdos y elévense por encima de las aguas del dolor. A las mujeres se les dice débiles porque ceden a la ira y al dolor con más facilidad que los hombres, así que pido a ellas hagan un esfuerzo especial para sobreponerse a esos sentimientos. El recordar el nombre de Dios (namasmarana) es el mejor antídoto para esto y si hombres y mujeres lo practican, el Señor vendrá en su ayuda. Esto inspirará la fe en que todo es la voluntad del Señor y les enseñará que no tienen ningún derecho a alegrarse o a desesperarse.
Cuando van a consultar a un médico, deben tomar la medicina que él les prescribe y seguir su consejo e instrucciones. De nada sirve culparlo si no cumplen. Porque, ¿cómo puede curarlos si no beben el remedio o no siguen las restricciones que les ha impuesto o no regulan su dieta de acuerdo con su consejo? iHagan lo que yo les digo, sigan mi consejo y, entonces, observen el resultado! Es una tontería el cavilar sobre las desgracias o los errores una vez cometidos y castigarse a sí mismos por ellos rehusando comer. Es una manera muy infantil de corrección. ¿De qué sirve maltratar el cuerpo para corregir la mente? Si no pueden amar a los demás, no los odien ni sientan envidia de ellos. No malentiendan sus motivos ni les hagan reproches; tal vez sus motivos son tan nobles como los suyos o su acción puede deberse a la ignorancia, antes que a la maldad o a la malicia. Perdonen las faltas del otro pero traten con dureza las suyas propias. La cultura santa de esta vieja tierra ha sido dañada por una sola impureza: la intolerancia ante el éxito de otro, ante su prosperidad y progreso. Si no pueden ayudar a otro, por lo menos eviten hacerle daño o causarle dolor. Esto en sí es un gran servicio. ¿Qué derecho tienen de buscarle las faltas a otro o a hablar mal de él? Cuando dicen que nada ocurre en la tierra sin su voluntad, ¿por qué se molestan o enojan? Su deber es limpiarse y dedicarse a la propia purificación interna. Esa empresa les traerá la cooperación de todos los hombres buenos y encontrarán que la fuerza y la alegría fluyen dentro de ustedes. Venkatagiri, 02-08-1958.
13. LA DEDICACIÓN
BIENAVENTURANZA
A
TRAVÉS
DE
LA
Realmente, hoy es un día de alegría ya que nos hemos reunido aquí para compartir prema; esta alegría está en cierta medida menoscabada por la falta de espacio de aquí y la incomodidad que sufren todos. Yo también siento que no es correcto tenerlos mucho tiempo en este tormento físico mientras yo disfruto de un cierto confort en este estrado más amplio. Esto explica en parte por qué están inquietos y agitados, una actitud muy diferente de la que deberían tener en estas ocasiones. Habrán ustedes observado que un mismo grupo de personas difiere en sus reacciones y comportamiento cuando se encuentra en un salón para matrimonios, una sala de cine, un salón de exhibición, un templo y un juego de futbol. Los mueven impulsos totalmente diferentes en estos distintos lugares. En una reunión dedicada a las necesidades del espíritu, lo que se espera es una ávida atención, calma y un silencio reverencial y piadoso. Aquí, obviamente, sólo el ojo y el oído deben funcionar; la lengua no tiene por qué estar moviéndose. He venido a compartir con ustedes el don de prema que he traído, ipero ustedes parecen estar satisfechos con la confusión que ya tienen! iAhora, ya está mejor! Es este el silencio que hace falta en todas las reuniones donde se habla de las disciplinas espirituales más profundas. Desde luego, en todas partes y en todo momento es mejor refrenar su lengua. Es el primero y más importante ejercicio que yo prescribo para el progreso espiritual. Lo que tengo que decir ahora no es para aquellos que ya están dotados de devoción (bhakthi) pues ya conocen el camino y ya están familiarizados con él, ni tampoco para aquellos que no tienen ni la más mínima brizna de devoción, pues el hablarles es perder el tiempo. Es para los que titubean, los volubles, los vacilantes, que están conscientes del poder superior y desean débilmente hacer contacto con Él, pero ignoran la técnica o temen las consecuencias. Es para esos devotos medio deseosos, medio apáticos, para quienes yo hablo. La medicina no sirve de nada para los muertos ni para los sanos. A los enfermos, a los que se encuentran entre la vida y la muerte, es a quienes hay que cuidar y devolver la salud. Primero que todo quisiera que aprendieran el arte de vivir entre la gente sin sufrir ni hacer sufrir a otros. Aprendan a sacar lo mejor de la vida, esta coyuntura que se les ofrece de sublimar sus instintos, impulsos y pasiones y de elevarse más y más en el plano moral y espiritual. Aprovechen las oportunidades como ésta y saquen bienaventuranza de cada hora, obteniendo el mayor beneficio que puedan. Esta ciudad es sagrada y por esto hay muchas instituciones adhyátmicas; muchos hombres píos la visitan y dan valiosos consejos. Me alegro de que Swami Malayala de Yerpedu esté aquí ahora para el Chathurmasya1; para ustedes es una favorable oportunidad para aprender de él las enseñanzas de los sabios de la antigüedad. Estoy seguro que él derramará pensamientos provechosos e impulsos convenientes para promover su adelanto espiritual. Esto de tener en la mano una guirnalda y dedicarse a conversaciones mezquinas en lugares santos no es devoción. No deseo ni aprecio el que traigan flores y frutas a mi presencia. Tráiganme la fragante flor de un corazón puro y la fruta de una mente madurada por el sadhana. Esto es lo que más me gusta, no estas cosas que consiguen fuera de sí mismos por cierta cantidad de dinero, sin ningún esfuerzo que eleve la mente. Para probar el sabor de este tipo de esfuerzo, deben disfrutar de la compañía de hombres grandes y buenos y deleitarse con pensamientos nobles. Aumenten por todos los medios disponibles su bienaventuranza y su discernimiento, mejoren su calidad y traten de almacenar la mayor cantidad posible de ellos a fin de que usen de esas existencias cuando surja la necesidad. La principal fuente de ananda es la dedicación a Dios; ninguna otra cosa puede dar esta verdadera y duradera alegría. Tomen conciencia de su parentesco con el Señor. Este parentesco no es mera fantasía o falsa teoría. Ha venido a través de todas las edades, desde el comienzo del tiempo mismo. Persistirá hasta el final del tiempo, o, en otras palabras, hasta el final del tiempo en lo que les concierne a ustedes. El río Godavari, sin parar, lleva hacia el mar todas las aguas de todas las corrientes tributarias. La lluvia cae en las montañas; como corriente fluye en las llanuras y el Godavari lleno se desliza por todo el delta. Así también, el jiva o alma
individual nace en el dharmamarga (camino del dharma o de la rectitud), viaja por el marmamarga (camino del misterio) y se apresura por el sadhumarga (camino del santo) para alcanzar al brahmamarga (el camino que lleva a la ultima realidad). El marmamarga y el sadhumarga son descubiertos por los sentidos de percepción o jñanendriyas. Eviten contaminarlos con cuestiones demoníacas y vigilen atentamente para no recaer. Los karmendriyas u órganos sensorios los arrastran en la red de prakriti, de la naturaleza misma. La vaca come hierba y bebe atoles, pero con ellos crea la dulce y nutritiva leche; del mismo modo, dejen que las experiencias ganadas por sus sentidos ayuden a la producción de la dulzura de la bondad, la pureza de la devoción y el sostenimiento de la paz. En cada uno de ustedes hay una chispa de verdad; nadie puede vivir sin esa chispa. En cada uno hay una llama de amor; la vida es un oscuro vacío sin ella. Esa chispa, esa llama son Dios, pues Él es la fuente de toda verdad y todo amor. El hombre busca la verdad, quiere conocer la realidad porque su naturaleza misma viene de Dios que es la verdad. Él busca amor para darlo y compartirlo, pues su naturaleza es de Dios y Dios es amor. Como en la semilla de arroz revestida de su cáscara, ésta es la maya que cubre la semilla que está dentro; el arroz es el jiva, y la esencia del arroz, el elemento sostenedor, el anna, que es paramatma. Por ello, desarrollen la visión interna, no se preocupen por los demás y sus faltas. Investiguen la naturaleza del atma (atmavichara), estudien los Upanishads y los Sastras; quizá les ayuden un poco. Recuerden, sólo un poco de ayuda. No son sino mapas y postes de señales. Deben ponerlos en práctica; actúen, experimenten. Mediten acerca de la verdad y encontrarán que ustedes no son sino una brillante burbuja sobre las aguas: nacida en las aguas, viviendo en ellas por un breve momento y muriendo en su lecho, fundiéndose con ellas. Ustedes deben su nacimiento a Dios, sacan su subsistencia de Dios y se funden en Dios. Cada cosa viviente tiene que llegar a esta consumación: y hasta cada cosa no viviente también. Por esto, háganlo ahora; den el primer paso, purifiquen el corazón, agudicen el intelecto o por lo menos comiencen a recitar el nombre del Señor. Esto les dará todo lo demás a su debido tiempo. Cuando un hombre siembra una semilla de mango, no está seguro de si vivirá para probar el fruto, pero esto no tiene importancia. El sembrar, el nutrir, el cuidar, el cultivar es su deber; el resto le corresponde vigilarlo a Dios. Esto es realmente lo que se llama karmaphala thyaga o renunciamiento a los frutos de la acción. Por encima de todo, cultiven prema hacia todos los demás. Esto destruirá la envidia, la ira y el odio. Rama y kama, o sea Rama, el Señor Rama, y kama (el deseo sexual) no pueden coexistir en el mismo corazón. La confianza engendra confianza; el amor engendra amor. ¡Al hablarles yo con tanto prema no pueden ustedes fomentar ningún odio hacia mí! El amor hace que todos en el mundo sean hermanos. Es el mayor instrumento de concordia. El campesino siembra las semillas y las vigila con gran cuidado; les quita las malas hierbas, destruye los insectos, las riega en la medida necesaria cuando es preciso, las abona , y espera el día en que puede recolectar la cosecha y llenar su granero. De modo semejante, deben ustedes alimentar el amor y qultarle las malas hierbas del odio y la envidia. Si llevan lentes rojos todas las cosas parecen rojas. Lleven los lentes del amor y sus semejantes aparecerán amables y buenos. Así se hizo referencia al servicio a los pobres como servicio a Dios, pero el ojo del amor verá a todos como Narayana, no sólo a los pobres, sino igualmente a los ricos. Éstos también merecen simpatía. iDeben tenerles lástima, pues son tan pocas sus oportunidades de desarrollar la actitud de renuncia! Vean a todos como Narayanaswarupas o formas de Dios, y adórenlos a todos con la flor del amor. Aun mi naturaleza podrá ser entendida por ustedes sólo cuando lleven los lentes de la santidad; las cosas santas puede conocerlas sólo el buscador santo. Consigue lo que buscaba, ve lo que sus ojos deseaban. El doctor se encuentra donde los pacientes se reúnen; el cirujano se queda en el quirófano. Así también, el Señor está siempre con los que sufren y luchan. Dondequiera que la gente grite en su agonía: "¡Oh Dios!", allí estará Él. Las credenciales de un médico pueden ser examinadas y juzgadas sólo por otro médico; el paciente debe creer y cumplir sus instrucciones si desea mejorar. Puede dar su opinión acerca del médico sólo después de terminado el tratamiento. A menos que obedezca las órdenes del médico al pie de la letra, no tiene autoridad para pronunciar juicio alguno. Así, ¿qué
pueden decir ahora de mí? ¡Sigan mi prescripción! Desde luego que habrá una diferente para cada uno de ustedes; dependerá de la naturaleza, la edad y la virulencia de la enfermedad, del tratamiento que ya han estado siguiendo para aliviarla. Adhiéranse también a las órdenes dietéticas y otras que el doctor recomienda. O sea, que no son sólo prácticas como el japa, dhyana, namasmarana, etc., las que deben hacerse sino que para complementar el efecto de éstos, tienen que llevar una vida regulada, una vida que conduzca a buenos pensamientos, con alimentos y ocupaciones sátvicos. Mientras no prueben mi prescripción a fondo y sinceramente, es mejor que se queden quietos. Si ni siquiera conocen un guijarro, ¿cómo podrán evaluar una montaña? Pueden no temer nada, pero deben tenerle miedo a la verdad. No hay nada tan atemorizante como la verdad; su verdad, por ejemplo, pues la verdad de ustedes es la verdad del universo. Es posible que hoy piensen que no tienen necesidad del Señor; mas cuando los acose el hambre empezarán a desear la comida. Por lo tanto, laven sus corazones con lágrimas de alegría para que el Señor pueda instalarse en ellos. Un zamindar (terrateniente) puede poseer todos los campos hasta la línea del horizonte por todos los lados, sin embargo se dignará sentarse sólo en un pedazo que esté limpio. Del mismo modo, cuando el Señor elige el corazón de un devoto no significa que los demás corazones no son suyos; lo que Él quiere decir es que no están limpios. Él está en cualquier parte, cada cosa es suya, su mirada reposa en todos. Si Dios no fuera todo esto, ¿cómo podría brillar, o existir, como hasta ahora? Por consiguiente, tengan plena fe en Dios y en sí mismos. Dedíquense siempre a buenas acciones y actividades beneficiosas; hablen, digan la verdad, no inflijan dolor por la palabra o acción o siquiera por el pensamiento. Este es el camino para alcanzar la paz; es el mejor beneficio que pueden obtener en esta vida. Rajahmundry, 01-09-1958.
1 Un sacrificio de chathurmasya. Chathurmasya, periodo de cuatro meses.
14. EL SABIO CAMPESINO Hoy estoy muy alegre por la presencia de personas dedicadas a un duro trabajo y que sacrifican su propia comodidad a fin de brindarles felicidad a otros. Lo que el mundo necesita es trabajo hecho con ese espíritu. Cada hombre tiene a la divinidad dentro de sí, así como tiene la verdad y la dulzura. Pero no sabe cómo manifestar esa divinidad, cómo realizar esa verdad, cómo probar esa dulzura. Por ende, lleva las dos cargas gemelas de la alegría y del dolor atadas en los extremos de un palo que descansa sobre sus hombros. El valor es el tónico necesario para obtener tanto la salud física como la salud y la fuerza mental. Abandonen toda duda, toda vacilación y todo temor. No ofrezcan oportunidad de que estos tres enemigos aniden en sus mentes. El hombre, por medio de la fuerza interna, divina, con la cual está equipado, puede lograr lo que quiere; puede hasta volverse Madhava (epíteto de Vishnú o Krishna) mismo. Para ayudarse a olvidar el temor y la duda mantengan el nombre del Señor siempre en los labios y en la mente. Contemplen las formas sin fin del Señor, su ilimitada gloria, mientras reciten su nombre. Apéguense a Él; y entonces su apego por los objetos temporales se desvanecerá o por lo menos, empezarán a verlos en su adecuada proporción, como dotados sólo de una realidad relativa. Cuando el pequeñísimo ego asume una enorme importancia, es cuando causa toda esa molestia. Esta es la raíz de todo el trabajo. En sus corazones está el atmarama, el Rama que confiere felicidad eterna. De modo que repitan el nombre de Rama, el sol que puede hacer florecer el loto del corazón. Rama no es el hijo de Dasaratha sino el gobernante de los Dasa lndriyas, o los diez sentidos. La recitación del Ramanama (nombre de Rama) debe hacerse automática como la respiración, tan frecuente y esencial como ella. La palabra Rama contiene el bija-aksharas o sea la palabra o sonido, tanto del mantra de Shiva como del de Narayana, pues está compuesto por las segundas sílabas de ambos: Naa-raa-yanaaya y Namah-Sivaya. Por lo tanto, este nombre es aceptable por todas las sectas; también les confiere poder y todo el capital espiritual que necesitan. La verdadera bienaventuranza sólo se puede ganar por medio de la transformación de los impulsos que agitan la mente. No se puede encontrar en la riqueza. ¿Creen ustedes que los ricos son felices? Pues, pregúntenmelo y les revelaré que están llenos de aflicción pues vienen a mí en gran número para que les brinde ayuda. No tienen ninguna paz. Un físico fuerte no da paz de por sí, ni la proporcionan la educación, el ascetismo o los rituales. Sólo el morar constante con el nombre del Señor da esa paz inquebrantable, que no es afectada por los altibajos de la vida. Hace del hombre un dhiira o una persona provista de calma y valor. Sai Baba hasta hoy era para ustedes un nombre sin forma, pero ahora ha venido con forma y pueden mantener esta forma en sus mentes. El nombre Rama también tiene una forma y deben visualizar la forma cuando repiten el nombre; entonces el nombre se concreta y su repetición o japam se hace más fácil. Vivan siempre en la presencia de ese nombre llenos de esa forma. Entonces la vida se hace una sola y continua adoración del Señor. En verdad, ustedes los campesinos son almas santas, pues se doblan bajo el peso del servicio que rinden y con las manos elevadas en oración, laboran noche y día para convertir el polvo y la tierra en la nutritiva cosecha de granos que alimentará a todos los hombres. Esta tarea es sagrada y el producto de sus esfuerzos también es sagrado. ¿Por qué no hacer esta tarea más fructífera con el cultivo de las virtudes? Esta es la verdadera cosecha que agrada al Señor y que sostiene al mundo. Inquietud y aflicción siempre habrá de uno u otro tipo, en el pasado, en el presente y en el futuro, estén despiertos, soñando o durmiendo. Pero pongan su fe en el Señor y hagan sus tareas dedicándolas a Él, y la inquietud y la aflicción desaparecerán. Un día, Naranda alardeaba delante de Vishnú que ningún devoto podía ser mejor que él; pero ese alarde mismo iba en contra de la primerísima calificación de un bhaktha, que es la liberación del egoísmo. Así, Vishnú le habló de un campesino que araba su pedazo de tierra como un devoto mayor que él y le recomendó a Narada que lo visitara y aprendiera de él el arte de la devoción. Narada se sintió muy humillado y se fue al pueblo indicado sintiéndose muy mortificado. Encontró al campesino ocupado en su ronda de deberes en el campo, en el establo y en su casa, y a pesar de la más
atenta observación, no pudo oírlo decir el nombre del Señor más de tres veces en un día; una vez al levantarse de la cama, otra vez al almorzar y la última, al retirarse a dormir. Narada se sintió naturalmente exasperado de que se le juzgara inferior a este pobre espécimen de bhaktha. Él siempre cantaba melodiosamente los lilas del Señor, regando por doquier el mensaje de la importancia de cantar el nombre del Señor y he aquí que se encontraba con un hijo de la tierra con manos callosas que sólo recordaba al Señor tres veces al día y a quien sin embargo Vishnú juzgaba superior a él. Fue corriendo al cielo, con su cara encendida por la ira y la humillación, pero Vishnú sólo se rió de su apuro. Le dio una vasija llena de agua y le pidió que se la pusiera en la cabeza y siguiera determinado recorrido sin derramar una sola gota. Narada así lo hizo, pero cuando le preguntaron cuántas veces había recordado el nombre del Señor, admitió que en su ansiedad por caminar sin sacudir la vasija y derramar el agua, había olvidado por completo el nombre. Entonces Vishnú le dijo que al campesino que llevaba en su cabeza cargas más preciosas y más derramables que una vasija con agua y que tenía que tener cuidado de no dañar a ninguna de ellas, por fuerza debía de admirársele por recordar al Señor por lo menos tres veces al día. Por lo tanto, les será de gran beneficio el recordar al Señor con agradecimiento por lo menos tres, o aun dos veces al día; esto les dará una gran paz. No abandonen sus deberes mundanos, pero háganlos con el nombre de Dios en sus labios, invitando la gracia de Dios a que se pose en sus cabezas. No se mezclen en los asuntos de sus vecinos ni de otros en forma tal que se vean enredados en ellos. Gasten su tiempo en la contemplación de las bellezas de la naturaleza que están desplegadas ante ustedes en la tierra y en el cielo; las verdes extensiones de los campos que han cultivado, las frescas brisas que traen contento y alegría en el aire, el panorama de las nubes coloreadas, el trinar de los pájaros; y canten las glorias de Dios en los terraplenes de los campos y en el borde de los canales. No hablen con odio en medio de todas estas pruebas de amor; no se enojen en estos alrededores plácidos; no perturben el cielo con sus gritos o maldiciones. No contaminen el aire con alardes vengativos. Los retoños necesitan agua y abono para crecer y producir una rica cosecha. El diminuto retoño del anhelo espiritual por la liberación de la esclavitud también necesita de estos dos elementos. Este es el verdadero cultivo (krishi) que deben emprender. Esta es la marca del sabio campesino. Por encima de todo, enderecen sus hábitos, purifiquen su conducta, limpien su comportamiento. Un hábito malo que se ha enraizado profundamente en esta área es el fumar tabaco, un mal que se está volviendo rápidamente universal. Destruye el arogyam, el ananda, el uthsaaham, y hasta el andam, o sea, la salud, la felicidad, la actividad y el encanto. El humo no aplacará su sed ni llenará su estómago hambriento. Desfigura su cara y ennegrece sus pulmones. Los debilita y los enferma. Contrólense y no cedan a las trampas de los amigos o de la sociedad o de lo que se mal llama convencionalismo social y no se conviertan en presa de este y otros malos hábitos. El cuerpo es el templo del Señor; manténganlo fuerte y en buenas condiciones. Es dañado por las comidas y bebidas de tipo rajásico (que provocan las pasiones) y tamásico (que producen ignorancia) y también por las actitudes rajásicas y tamásicas, como la ira, el odio, la codicia, etc., o la pereza, el sueño y la inactividad. Cuando se violentan y se enojan con alguien, vayan tranquilamente a tomarse un vaso de agua fría o repitan el nombre del Señor para dominarse, o vayan a su cama y acuéstense hasta que el ataque de ira haya pasado. Mientras están enojados ustedes se ofenden mutuamente; el genio se eleva, se genera calor y se hacen lesiones perdurables. Cinco minutos de ira dañan una relación durante cinco generaciones, recuérdenlo. Este asthipanjaram o jaula de huesos (el cuerpo) es el verdadero Hasthinapuram (la ciudad capital de los Kauravas) en el cual tenemos al rey ciego, Dhritharashtra, el símbolo del ajñana o falta de sabiduría, así como a Yudhishtira o el símbolo del sujñana o conocimiento correcto. Dejen que ganen las fuerzas de Yudhishtira, con la ayuda de Sri Krishna; dejen que su lengua, acostumbrada a la amargura de la fruta de margosa de los triunfos y desastres mundanos, pruebe la dulzura del namasmarana. Experiméntenlo durante un tiempo y se sorprenderán de los resultados. Podrán sentir la vasta mejoría en paz y estabilidad, dentro de ustedes y alrededor de ustedes. Aprendan esta fácil lección, sumérjanse en la alegría y dejen que otros compartan esta alegría con ustedes.
Mirthipadu, 02-09-1958.
15. ¡HÉROES SÍ! ¡CEROS NO!1 Me complace el poder conversar con tantos de ustedes al mismo tiempo. Ayer y anteayer tuvimos la misma feliz experiencia y miles compartieron las palabras que se hablaron. Ahora, el mundo entero está agitado; está saturado de descontento, ansiedad, temor, parcialidades triviales y odio. A fin de calmar y aquietar al mundo y remover el descontento y la ansiedad, deben tener entusiasmo y valor. Cuando la derrota y la decepción los mira de frente, no deben abandonarse a la debilidad o al desaliento. Nunca deben condenarse a sí mismos como inferiores o inútiles; analicen la derrota y busquen las razones a fin de evitarlas la próxima vez. Deben tener músculos de hierro y nervios de acero. Entonces su misma resolución generará la confianza necesaria; y ésta vencerá a la oposición. Para la vida, el valor y la confianza son los mejores abonos, también son los mejores insecticidas. Sean como leones en el campo espiritual, dominen la selva de los sentidos y anden sin temor con plena fe en la victoria. Sean héroes, no ceros; pues manava (el hombre) es de la misma naturaleza de Madhava, el Señor del universo; es el imperecedero y eterno Atma. Como la lluvia que cae en varias partes del mundo fluye por miles de canales y llega finalmente al océano, así también las creencias, rituales, religiones y teologías, derivados del anhelo del hombre por el vasto e inescrutable más allá, fluyen en miles de formas diferentes, fertilizando muchos campos, refrescando muchas comunidades, alentando de muchas maneras a las personas cansadas, y finalmente llegan al océano de beatitud. El Señor es todo amor; así es que puede verse solamente a través del amor; la luna se ve sólo por su propia luz, ninguna otra luz puede iluminar la luna. En la noche de la confusión (vyamoha) el Señor puede verse solamente por la luz que Él mismo es, o sea la luz del amor puro o prema. Él es la verdad (sathya) y lo permanente (nithya), así es que está más allá de las categorías de la falsedad (mithya) y del universo (jagat). Olviden el engaño bajo el cual viven de que se han puesto viejos o enfermos, de que son débiles o están extenuados. Algunas personas empiezan a contar los años y se afligen por la edad que avanza y se estremecen como cobardes, por temor a la muerte. Pero recuerden que el júbilo es el cielo y la desesperación es el infierno. Tengan siempre algo que hacer y háganlo tan bien que deriven alegría de ello. La confusión (vyamoha) es como el polvo que se asienta en el vidrio de la linterna y empaña la luz. El apego a los objetos sensuales y al placer que dan es el hollín que se pega en el interior de la chimenea; esto también empaña la luz. Cada día limpien la chimenea mediante namasmarana (el recordar el nombre de Dios) y la lámpara brillará para ustedes y para otros. También, desarrollen buenas actividades y tengan grata compañía. Esto les ayudará mucho en sus prácticas espirituales; una atmósfera apropiada es esencial para el aspirante. Es por esto por lo que los sadhakas solían ir y a quedarse en los ashrams mantenidos por los sabios en el pasado. Allí tenían la oportunidad única de sumergirse en buenos pensamientos, buenas actividades y buena compañía. Esto es como mantener una vasija de agua sumergida en agua; así el agua en la vasija no se perderá por evaporación. Pero si la vasija se mantiene al aire de manera que el viento juegue sobre ella y el sol brille sobre ella, muy pronto la vasija se vaciará. Tengan cuidado, por ende, de que el éxito que han alcanzado en la promoción de la virtud, en la victoria sobre hábitos perniciosos y en la adopción de disciplinas regulares, no se desperdicie en compañía frívola, en conversación licenciosa, críticas cínicas o esfuerzos indiferentes. La Diosa de la victoria sonríe sólo a los héroes; a aquellos que se vuelven leones, fuertes, valientes y aventurados guerreros. Si obtienen la gracia de Madhava se sentirán robustecidos con tanta fuerza que podrán llevar a cabo las tareas más difíciles. Así, pongan al Señor de su lado y saquen de su gracia para todas sus necesidades. El tesoro más precioso es sin duda la cualidad de santham o ecuanimidad, serenidad. Practíquenla y háganla su actitud natural. ¿Por qué han de alterarse si ven algo malo? ¿Por qué ha de atraerlos el mal? Recuerden que el mal tiene en sí el potencial de volverse bien; y el bien tiene en sí la posibilidad de cambiarse en mal. No hay fuego sin alguna voluta de humo; no hay humo sin alguna chispa de fuego. Nadie es totalmente malo o totalmente infalible. Tomen al mundo como es, nunca esperen que se va a conformar con sus necesidades o normas. La maya
envuelve lo bueno con la mácula de lo malo; hace brillar lo malo con el brillo de lo bueno. Discriminen al máximo de su capacidad y desarrollen la capacidad de discriminar. Luchen por ganar, esto es lo mejor que pueden hacer; pocos son los que pueden decir: "he ganado". Su conciencia conoce la verdadera fuente de la felicidad; los empujará hacia el camino correcto; lo que ustedes deben hacer es tomarla como guía y no desobedecerla cada vez que contradice su capricho. Había dos loros en una mata, gemelos para ser más preciso. Un cazador los atrapó y los vendió, uno a un cruel carnicero y el otro a un sabio que dirigía un ashram para enseñar los Vedas. Después de algunos años, se sorprendió de ver que uno de los pájaros hablaba de manera muy obscena, mientras el otro recitaba los lilas del Señor en un dulce tono musical que encantaba a los oyentes. Así es el efecto del ambiente; de modo que busquen y obtengan la compañía de los buenos (satsang). Si se abandona la verdad y el hombre resbala por el camino de la falsedad, entonces, como Appa Rao les acaba de decir, el hambre descenderá sobre la tierra en vez del bienestar que la caracterizaba antes. Appa Rao dijo que en el Indostán ha habido muchas manifestaciones del Señor. Es cierto, pues los maestros deben estar donde hay escuelas y las escuelas donde están los niños deseosos de aprender. No pueden tener a los maestros por un lado, a la escuela por el otro, el pizarrón en un lugar y la campana en otro. Hay minas de mica cerca de Gudur; no pueden preguntar por qué no se encuentran cerca de Paddapuram. Es así, esto es todo. De este modo, también en la India hay una mina de espiritualidad y los ingenieros deben venir aquí para operarla, para extraer de ella y prepararla para el uso. Es la razón por la cual aparecen aquí más manifestaciones del Señor. La atmósfera aquí es también conducente para la aplicación práctica de nuevos modos y métodos de extracción y uso para el beneficio de toda la humanidad. Bharatha significa la tierra de aquellos que tienen rathi o apego a Bha o Bhagavan, o sea, el Señor. El Señor también tiene que venir en forma humana y moverse entre los hombres para que Él sea escuchado, tocado, amado, reverenciado y obedecido. Él también ha de hablar el lenguaje de los hombres y comportarse como los seres humanos, como un miembro de la especie. De otro modo, Él sería denegado y abandonado o temido y evitado. El avatar tiene que tomar a la humanidad y hacerla pasar por el crisol a fin de eliminar la escoria y metales inferiores que han destruido su pureza. Cuando los muchachos abren el grifo sin conocer el mecanismo, el agua los moja con una ducha circular, así el hombre está sumergido en la aflicción porque no conoce el mecanismo para obtener un flujo regular. Si el héroe es bueno, el drama será magnífico; si el héroe es un fracaso, el drama será un desastre. Los líderes de los pueblos deben tener fe en su propia Atma y la confianza que nace de la misma; entonces pueden conducir a otros; entonces no los van a descarriar, ya que sentirán el parentesco del atma básica en todos. Appa Rao habló de mí. Mi misterio sólo puede conocerse andando por mi camino, el camino que he establecido. Conózcanse a sí mismos y esto me revelará a ustedes también. No hay ninguna necesidad de retirarse a una selva o a una cueva para conocer su verdad interna y para conquistar su naturaleza inferior. De hecho, allí no tendrían oportunidad de mostrar su cólera y así una victoria allí podría no ser duradera ni verdadera. Ganen la batalla de la vida estando en el mundo, pero lejos de sus tentáculos. Esa es la victoria por la cual merecen felicitaciones. Peddapuram, 03-09-1958. 1 Juego de palabras en inglés en que los términos héroes y ceros son homófonos.
16. SIKSHANA O LA EDUCACIÓN Hasta hace más o menos una hora, los organizadores de esta reunión estaban nerviosos pensando que quizá yo no pudiera venir. Se habían reconciliado con la decepción y estaban febrilmente haciendo arreglos alternativos, pues habían oído decir que el río Godavari estaba crecido y que yo estaba en Rajahmundry. Temían que no pudiera cruzar las aguas y venir al sur a tiempo para esta cita. Del hecho de que yo les hubiera permitido anunciar mi llegada para esta función bien deberían haber inferido que las aguas bajarían y que me reuniría con ellos, pues una vez que mi palabra ha sido dicha, debe ocurrir en consecuencia. No lo duden. Las furiosas olas temblaron ante Rama; las aguas bajaron a tiempo para que yo pasara. Dejamos Chebrole anoche a las 23:00 hs. y llegamos a Nizzvid cerca de la madrugada. De ahí seguimos durante todo el día sin parar en el camino, ni siquiera frenando cuando vi al Kumararaja y a otros cerca del puente en las afueras de esta ciudad, pues tenía la determinación de estar aquí a las 17:00 hs., como lo había prometido. Les puedo revelar que los organizadores estaban un poco desprevenidos; estaban confundidos por rumores de que yo había sido retenido y que no se me podía localizar por correo ni por telegrama o teléfono. Me pidieron algún tiempo para los arreglos. Créanme, nada puede impedirme; mi voluntad prevalece. Aquellos que regaron rumores de que yo había sido detenido por la inundación ignoraban mi realidad. Nada puede detenerme ni agitarme ni echar una sombra sobre mí en esta forma humana; tengan la certidumbre de esto. Ni un solo pelo pueden tocarme las fuerzas de la calumnia, de la desconfianza o de la ignorancia. Mi sankalpa (voluntad divina) prevalecerá; mi tarea debe cumplirse. Mi misión debe triunfar. He venido para iluminar el corazón humano con la luz divina y para liberar al hombre del engaño que lo aleja del camino de la paz, de la perfecta ecuanimidad de la realización. Esta escuela está asociada con el difunto hermano del Raja Saheb, una persona que moró en mi nombre aun en los últimos momentos de su vida, y es por esto por lo que acepté inaugurarla. Encuentro que su nombre, que es una larga guirnalda de bellas denominaciones de Dios, cada una fragante con la gloria divina, ha sido recortado en una serie de letras que no tienen fragancia ni sabor ni significado. Esto no está bien. ¿Por qué privar un nombre de su halo recortándolo o quitándole su aura? La lista distorsionada de letras con la que ahora han sustituido su nombre completo, quizá para mayor conveniencia, me parece más complicada que el nombre original, el cual aunque largo, le recordaba a uno la magnificencia y esplendor del Señor. Es la razón por la que se recomendaron estos nombres para los hombres en los Sastras, de manera que cada vez que se mencionaran, surgiera alguna imagen del Señor, dulce y espléndida ante el ojo de la mente. Es realmente bueno que las muchachas de esta ciudad tengan ahora una escuela secundaria. Aprecio los esfuerzos que todos ustedes han hecho para empezarla y veo que el edificio y el equipo son satisfactorios. Bendigo a las muchachas que aquí estudian, así como en cualquiera otra parte, pues todas las escuelas son mías, las inaugure yo o no, para que cultiven la fe en el dharma (deber) y tengan simpatía para todos. La India, Bharatha, tiene una vez más que tomar el papel de maestro para toda la humanidad y así cada muchacho y muchacha de esta tierra debe alcanzar un carácter sin mácula y llevar una vida de estricta disciplina moral. Bharatha es una palabra derivada de Bhagavan y de Rathah, el constante apego al Señor, y la palabra connota un pueblo que está dedicado al servicio y a la elevación de lo divino en los hombres. Así, junto a la instrucción que reciben bajo las condiciones actuales en tales instituciones, una instrucción que les ayudará a ganarse la vida y les dará a todas ustedes un cierto brillo y pulitura, también deben pasar por un adiestramiento en la antigua disciplina que doma los instintos, controla los impulsos y asegura la firmeza del carácter. Estas cosas son necesarias para ustedes, sin hablar del papel que Bharatha tiene que asumir. Sikshana o la educación es un proceso en el cual el educado y el educando cooperan, y debe ser una experiencia agradable para ambos, una empresa útil y alentadora. Kshana significa segundo, momento, y quiero que aprendan una buena lección cada segundo de su vida escolar. Por ejemplo, cuando el maestro entra al salón de clase, los niños deben saludarlo; esa es una lección de humildad, el respetar la edad y el saber, en gratitud por los servicios rendidos. El
maestro a su vez debe aprender a merecer los saludos de los niños confiados a su cuidado con un trabajo sincero y un servicio abnegado. El alumno no debe respetar al maestro por miedo, sino movido más bien por amor. El maestro debe evitar todos los métodos que asusten o atemoricen. La educación es un proceso lento, igual que el desarrollo de una flor en la cual la fragancia se vuelve más profunda y más perceptible en el florecimiento silencioso, pétalo por pétalo, de toda la flor. Este desarrollo será ayudado si el maestro es un buen ejemplo de discernimiento (viveka), disciplina (vinaya) y sagacidad (vichakshana), en vez de ser una persona dedicada a la tarea de enseñar y preparar para los exámenes de manera meramente repetitiva. El ejemplo, no el precepto, es la mejor ayuda para la enseñanza. El valor del carácter tiene que ser recalcado aquí, pues ésta es una escuela para muchachas, y rasgos como la modestia y la devoción a Dios son verdaderas joyas para la mujer. Las mujeres preservan los valores tradicionales de nuestra cultura y mantienen a la nación en buen equilibrio. Si ellas fallan, entonces sí habría sufrimiento y se sentiría inseguridad e intranquilidad, créanmelo. Por ello, basen todos los esfuerzos educacionales en desarrollar el carácter de las estudiantes y entonces pueden pensar en levantar sobre el mismo la superestructura de los planes de estudio y demás. Las alumnas deben conocer el secreto de la vida feliz y de la cooperación feliz con otros miembros de la comunidad. Hay deberes para con uno mismo, con la familia y con la sociedad que deben llevarse a cabo con inteligencia y alegría. Sólo entonces puede ser la vida armoniosa y fructífera. Declaro que esta tarea de renovación y reforma de la educación es parte de mi misión y antes que pase mucho tiempo me encontrarán dedicado a ella y castigando a aquellos que simplemente hablan, alto y largo, de la reconstrucci6n y la preservaci6n de los valores espirituales. Las muchachas son las que formarán los hogares de esta tierra y así esta escuela es una institución básica, esencial para esta ciudad. En esta tierra se honra a la mujer como a la Lakshmi del hogar, la Dharmapatni o compañera en el peregrinaje hacia Dios y la autorrealizaci6n, y como el ama del hogar. Si las mujeres de un país son felices, saludables y sagradas, los hombres de ese país serán fuertes, honestos y felices. Thyagaraja ha cantado que hasta los héroes más fuertes son kanthadasas, o sea, movidos por los deseos de la mujer y por lo tanto, la mujer tiene un papel crucial en la elevación individual y social. Por lo tanto, no voy a obligar a las muchachas a estudiar los detalles geográficos de América, Australia o Alemania. Preferiría que supieran la técnica de la calma mental y de la armonía y servicio social y del contento económico. ¡Que desarrollen terror a la falsedad, a caer en el error moral! Esto es más importante aún que el desarrollo del temor a Dios. iQue también sepan algo de la alegría que puede dar el servicio a los desgraciados, el servicio sin pensar en los beneficios que pueden seguir de la simpatía mostrada! Que aprendan a dejar a un lado el egoísmo que envenena el seva o servicio del Señor, hasta de los veteranos en el campo, que andan por ahí ensalzándose como fundadores y promotores del servicio a los pobres y a los inválidos de esta institución o aquella. La alegría del seva está en el acto mismo. El fruto del servicio del Señor está en la remoción del orgullo, no en su multiplicación. Las estudiantes de esta escuela asumirán más tarde el más glorioso y el más responsable papel de la maternidad, así es que los maestros en las escuelas de muchachas tienen una enorme tarea ante sí: el labrado de la historia futura de este país. La madre es el pilar del hogar, de la sociedad, de la naci6n y por ende de la humanidad misma. Las madres deben conocer el secreto de la paz mental, del silencio interno, del valor espiritual, del contento que es el bien más valioso, y de la disciplina espiritual que dan felicidad duradera. La madre debe enseñarles a los niños el valor del namasmarana (recordaci6n del nombre de Dios) y de la limpieza mental y física. Debe ser como la madre en la historia contada por Vivekananda, que aconsejó a su hijo el llamar a Krishna en su camino hacia la escuela por el bosque, solo e indefenso. El padre y la madre deben complementar en el hogar el adiestramiento dado por el maestro en la escuela. Deben familiarizarse con las lecciones que el niño recibe en la escuela y hacer que tanto la conducta de ustedes como sus consejos no estén en contradicción con lo que el niño aprende del maestro a quien reverencia.
Los maestros y los padres deben hacer que los niños aprendan buenos hábitos y actitudes durante estos años formativos. Lo que se lee en los libros debe ser contemplado, pensado con tranquilidad, reflexionado en silencio. Es un excelente ejercicio para el desarrollo intelectual y la adquisición de paz mental. El instinto de reñir y pelear por todos los malentendidos debe ser regulado y sublimado. Los niños no deben gozar del sufrimiento de otros ni debe permitirse que sufran dolor físico ni angustia mental. Deben tener sentido de responsabilidad por lo menos con respecto al cuidado y mantenimiento adecuado de sus libros. No deben deleitarse mostrando su vestimenta u ornamentos o posición o riqueza delante de los niños menos afortunados de la escuela. Hay que enseñarles hábitos de limpieza personal y, lo más importante, el hábito de la oración a horas regulares. Deben animarse para que se acuesten a las 9 de la noche y despierten a las 5 de la madrugada, y después de lavarse la cara y limpiarse los ojos y los dientes, hay que inducirlos a que oren y hasta a que mediten. No crean que hay suficiente tiempo en la vida para orar después, durante la vejez quizá. El momento para poner las bases del hábito es ahora. De igual manera, en la escuela el trabajo del día debe empezar con una oración de cinco minutos que debe ser tomada en serio por todos y no ser reducida a la mera formalidad o farsa en que se ha convertido en la mayoría de las escuelas. La más mínima señal de negligencia mostrada por la escuela al preparar las sesiones de oración reaccionará en las mentes de los niños y ellos descubrirán rápidamente la farsa. Así es que traten la oración como el fundamento mismo de todo el edificio de la instrucción. Cuando se toque la última campanada del día, hagan que los niños se pongan de pie y guarden silencio durante un minuto o dos y luego despídanlos. No hay nada como el silencio para aquietar las olas de su corazón. Los maestros deben contarles a los niños cuentos inspiradores de nuestros santos y héroes y sembrar el amor por la literatura espiritual. Si esta escuela crece de acuerdo con estos lineamientos, entonces el dinero tan generosamente ofrecido y tan alegremente dedicado al establecimiento de la escuela, estará bien gastado; y estoy seguro de que esta escuela se desarrollará como una institución muy útil en un tiempo muy corto. Ciudad de Venkatagiri, 09-09-1958.
17. LOS GUNAS y LOS ANNAS Encuentro que sólo han mencionado que Sathya Sai Baba estaría presente en la conferencia. No me han asignado ningún discurso y por eso podría muy bien quedarme callado. Pero en lo que me concierne, no hay necesidad de formalidad ni anuncios. Yo soy de ustedes; ustedes son míos. Ni siquiera espero una invitación. Nuestra relación no es externa; es más profunda. Está en los reinos del espíritu. Estoy con ustedes y en ustedes; por lo tanto no necesito ni bienvenida ni petición anterior. La Sociedad de la Vida Divina trata de recordar al hombre la divinidad que es su realidad básica; la divinidad que es inherente, inmanente a cada ser (jiva) y el proceso de recordar al hombre este hecho comenzó en la alborada misma de la historia de la humanidad. Lo que debe hacerse para llevar una vida divina es simplemente remover la niebla que oculta ese hecho y hace que el hombre imagine que es otra cosa; algo inferior, evanescente, material, momentáneo. Todos son santos, puros, parte de la eternidad. Pero estas cosas brillan en cada uno en proporción a la práctica espiritual (sadhana), lo mismo que las bombillas que iluminan de acuerdo con su voltaje. No hay ningún cuerpo que no esté sostenido por lo absoluto; no hay ningún nombre que no indique lo universal. Todos los objetos están bañados de ese principio; todos los nombres son atributos de su gloria. Todos deben unirse a esta organización que repite este hecho fundamental y alimenta el ansia de inmortalidad muy arraigado en el hombre. El secretario que leyó el informe nos participó que el ingreso a esta organización está abierto a todo aquel que pague cuatro annas al mes. ¡Quiero sugerir que la inscripción esté abierta a todo el que pueda contribuir no con cuatro annas, sino con cuatro gunas, más bien! Aquellos que moren en la verdad (sathya), en el deber (dharma), en la paz (shanti) y en el amor (prema) son eminentemente adecuados para ser miembros. Insistan en los gunas y no busquen los annas. El hombre siempre busca la felicidad tratando de satisfacer sus deseos, y si un deseo se le ha satisfecho siente alegría; cuando no, siente tristeza. Pero lo malo es que el deseo es una hoguera que arde con enorme furia, pidiendo más combustible. Un deseo lleva a diez deseos; y el hombre se cansa tratando de agotar las exigencias del deseo. Debe ser alejado de este camino del inacabable deseo para volverlo hacia el camino del contento y la alegría internos. Esa es la tarea de la Sociedad de la Vida Divina. El hombre se aflige porque ha desarrollado apego a lo irreal. Cultiva un afecto irracional por la riqueza; ¡pero está dispuesto a sacrificar las riquezas a fin de salvar las vidas de sus hijos, pues el apego a los hijos es más fuerte que a la riqueza que ha ganado! Por otro lado, cae tan bajo que abandona a sus hijos cuando debe escoger entre su propia supervivencia y el bienestar de sus vástagos. Pero la beatitud que se obtiene cuando se contempla el atma, la fuente y manantial de toda alegría, no tiene límites y es imperecedera. Esa es la verdadera alegría. La naranja tiene una corteza que no es muy sabrosa, pero protege al fruto y lo preserva. Para saborear la dulzura de la naranja hay que pelarla y botar la corteza. Así es la fruta del árbol de la vida; está protegida por una corteza amarga, pero el hombre sabio no trata de comer la corteza; le da la consideración que se merece y la bota; entonces es cuando prueba la dulzura. Para que esta sabiduría pueda alcanzar a las personas que más la necesitan, los mayores deben dar un ejemplo de discernimiento (viveka) y desprendimiento o desapego (vairagya). Si corren detrás de los placeres sensoriales con febril excitación, ¿cómo puede la generación más joven ser culpada por su egoísmo y codicia? Los mayores deben practicar lo que predican, mostrar cómo la vida divina puede dar alegría, calma mental, contento y verdadera felicidad. Deben destinar por lo menos algún tiempo cada día a la recitación del nombre del Señor o a la meditación sobre el Señor y entonces los niños también entrarán en esa atmósfera y adquirirán los medios seguros de obtener la paz para sí mismos. Ustedes dicen que no hay nada tan dulce como el nombre del Señor, mas no lo repiten. Han dañado el camino con negligencia y destrucción, pero aconsejan a los niños a que caminen por él. Ellos descubrirán el engaño, les dirán que anden ustedes mismos por ese camino y les den el ejemplo. Por esto la responsabilidad de los miembros de la Sociedad de la Vida Divina aquí es muy grande. De
hecho, la responsabilidad de cualquier persona que sostiene un ideal es grande, pues debe intentar alcanzarlo él mismo mientras está aconsejando a otros que lo adopten. Es por esto por lo que la responsabilidad de un hindú es tan grande, pues en este país han nacido santos y sabios que han enseñado al mundo las verdades más altas para la elevación espiritual; y cualquiera que pretenda ser hindú debe vivir la vida que aquéllos enseñaron, a fin de merecer esa alcurnia y la admiración de los aspirantes en todo el mundo. La vida divina está basada en la cualidad de lo sátvico (satva guna) que es la que debe cultivarse. Esta cualidad puede establecerse solamente con comidas sátvicas que promuevan la salud, la fuerza, la liviandad de espíritu y la seriedad en el emprendimiento. De nada sirve distribuir néctar de la divinidad (adhyatmarasa) a personas desnutridas y débiles. Denles alimentos (annarasa) primero; háganlas fuertes para que puedan tener creencias fuertes e ideales fuertes; el hambre física debe ser aplacada primero con una comida sátvica sencilla. Traten, pues, de repetir el nombre del Señor, el nombre que más les plazca. No traten al nombre en vano; repítanlo aun cuando lo oigan de los labios de un mendigo que lo usa para obtener limosnas. Aunque la persona que lo pronuncie sea mala o aunque su motivo para pronunciarlo sea malo, no maltraten al nombre; pues su pureza no podrá ser dañada jamás. Agradézcanles el que les haya hecho recordar al Señor y sigan su camino. Por sobre todo, no se rían ni desanimen a aquellas personas que invocan el nombre del Señor. ¿Qué derecho tienen de sustituir la desdicha donde antes había alegría, y la duda donde había fe? Prema, amor, practiquen el amor; desarrollen amor; siembren amor; y todos los odios y celos de hoy desaparecerán. Ese es el deber de la Sociedad de la Vida Divina, aquí como en otra parte. Arkonam, 14-12-1958.
18. LA EDUCACIÓN Y LA PAZ El gobernador, el doctor Ramakrishna Rao, habló, ahora, muy sentidamente de la urgente necesidad de cultivar los valores espirituales. Cuando se logra progreso económico sin modificar la base espiritual, el egoísmo, la competencia y la codicia traen aflicción a la comunidad. Aquí, en Trivandrum, no pueden olvidarse de la base espiritual. El templo de Padmanabha domina la ciudad y la vida diaria de la gente, no sólo aquí sino en todo el estado. Kerala es en sí un país santo, y su santidad ha aumentado con el advenimiento de Sankaracharya y sus enseñanzas. El país es muy bello, como pude ver al venir de Coimbatore, por todo el camino, hasta esta ciudad capital. El escenario formado por los ríos y canales y los cocotales que van de un lado del estado al otro es como un vasto cuadro de un gran artista en una tela inmensa. El Señor disfruta de estas cosas en su calidad de pintor; Él aprecia su propio trabajo, de pie delante de su propio cuadro o escultura. El ver la propia belleza del Señor en el bello paisaje que le rodea requiere, no del ojo externo, sino del ojo interno. Si desarrollan el ojo interno, el caminar por la tierra o viajar por las aguas es en sí un peregrinaje por tierra santa, que les dará vislumbres de Dios en cada pedazo de nube o mancha de verde. Pero toda esta belleza debe llevar al hombre a la verdad y toda esta verdad a la felicidad (mangalam). Ese es el sendero natural. La belleza de la obra del Señor lleva al hombre hacia la gloria del Señor; el cuadro los induce a conocer al pintor. El Señor, cuando se aprehende su verdad, confiere bienaventuranza, que es la prosperidad misma. También encuentro que aquí la gente es muy trabajadora e industriosa. De punta a punta del estado, la gente está ocupada en las calles, en las tiendas, en los campos, en los jardines y en los canales. Otra cosa que llamaba la atención de todos los que estaban conmigo era la cantidad de muchachos que van a la escuela, con hojas de cadjan o pizarras o bultos de libros en los hombros, muchachos y muchachas. El porcentaje de alfabetismo aquí, yo sé, es uno de los más altos en la India. Además, cada familia tiene un número de hombres y mujeres altamente educados. Trivandrum es el centro de muchas grandes instituciones educacionales y culturales. Pero, a pesar de todas las viejas tradiciones de victoria espiritual, de todo el tesoro de cultura espiritual, de toda la actividad y de toda la industria, de toda la pasión por adquirir una educación y de todas las oportunidades que se aprovechan tan alegremente, encuentro aquí mucha falta de paz (asanthi). No hay paz interna aquí donde se podría esperar encontrarla en abundancia. Es verdad que, como dice el dicho: "El tigre viejo todavía tiene rayas". Les puedo decir que el aliento está aquí todavía, pero la fuerza se ha ido de este antiguo depósito de sabiduría espiritual que en un tiempo enseñó el secreto de la ecuanimidad y de la paz a todos. Los discos de gramófonos son todos hechos del mismo material. De igual modo, todos los corazones son de la misma inteligencia o conciencia. Los surcos en ellos aparecen iguales en todos. Los surcos grabados en los corazones por la aflicción y la alegría también son más o menos los mismos. Es la aguja que pasa encima del surco la que produce a través de la caja de resonancia y del amplificador la buena o mala música. La aguja es el manas, la mente, que pasa por encima de la felicidad y del dolor y traduce o exagera la respuesta o los hace sentirse alegres o desgraciados. Si la aguja está bien perfilada, la música es un placer para el oído. Si está mellada o rota, entonces el sonido es una tortura de chillidos. La mente es el viento que nos trae el mal olor o la fragancia del mundo. Cuando la mente se dirige al mal olor, los hace infelices; cuando se dirige hacia la fragancia, son felices. El viento reúne las nubes de las cuatro esquinas; similarmente, la mente trae a su conciencia las decepciones de muchas esperanzas. Y de nuevo es la mente la que, como el viento, dispersa las nubes que la oscurecen o la hacen sentirse perdida en la noche de la duda. Controlen la mente y permanecerán serenos. Ese es el secreto de la paz; esa es la educación que el hombre debe reclamar y obtener primero. Encontramos hoy que el hombre más educado es la persona más descontenta e infeliz. Entonces, ¿cuál es la ganancia de todo el estudio que ha hecho de libros, de los hombres y de las cosas?
Para lograr esta ecuanimidad, lo que deben hacer no es leer, sino hacer prácticas espirituales sistemáticas. Entonces podrán ser felices, ya sean ricos o pobres, apreciados o rechazados, prósperos o desgraciados. Esa es una armazón sin la cual es tonto entrar en la arena de la vida. Si se entra en la arena sólo para obtener alegrías sensoriales, entonces pueden esperar toda clase de problemas. Es como salir a un mar tempestuoso en un bote pequeñito sin timón. Entren ahora mismo al sendero de la disciplina espiritual; cada uno de ustedes tiene un gran nivel de concentración; conocen el arte, pues cada tarea requiere concentración y cada uno se beneficia con ella. El carpintero, el tejedor, el oficinista, el banquero, todos la tienen en un mayor o menor grado. Úsenla para esta tarea también; dirijan la mente hacia su propio funcionamiento, examínenla y adiéstrenla para que se restrinja a la buena compañía, a los buenos pensamientos y a las buenas acciones. Practiquen la meditación en cualquier forma del Señor y repitan, con conciencia de su dulzura, cualquier nombre del Señor. Esto le enseñará a la mente a estar despierta y a producir buena música tanto de las alegrías como de las aflicciones que son incidentales en la vida. Como el agua subterránea, la Divinidad está allí, en cada uno de ustedes, recuérdenlo. El Señor es el yo interno de todos los seres (sarvabhuthantaratma), Él es todo penetrante (sarvavyapi). Es el Atma interno de cada ser. Él está en ustedes como en cualquier otro. El sol brilla igualmente sobre todos; su gracia cae igualmente sobre todos. Son ustedes los que erigen los obstáculos que impiden que los rayos de su gracia los calienten. No culpen al Señor de vuestra propia ignorancia o necedad o perversidad. Lo mismo que el agua subterránea sale de un manantial cuando se perfora hasta esa profundidad, con un constante Ram Ram Ram Ram Ram toquen el manantial de la divinidad y un día brotará en fresca abundancia y les traerá inacabable felicidad. La vida es un peregrinaje hacia Dios; el punto sagrado está allí, lejos. El camino está enfrente de ustedes; pero a menos que den el primer paso hacia adelante y sigan ese paso con otros, ¿cómo podrían llegar? Empiecen con valor, fe, alegría y firmeza. Seguro que tendrán éxito. La mente y el intelecto son dos bueyes atados a la carreta, el hombre interno. Los bueyes no están acostumbrados al camino de sathya, dharma, santhi y prema y así arrastran la carreta por el camino que les es familiar, o sea, la falsedad, la injusticia, la preocupación y el odio. Ustedes deben adiestrarlos para que tomen el camino mejor a fin de que no se causen un desastre a sí mismos, a la carreta a la cual están uncidos y a los hombres que van en ella. El hijo suyo le da gran alegría por su juego y su parloteo, pero cuando interfiere con su trabajo o lo molesta cuando está ocupado en otra cosa, usted se pone de muy mal humor. Es una fuente de alegría y de aflicción. No hay nada que pueda dar alegría pura; aun si la ofrece, cuando se pierde trae aflicción. Esto está en la misma naturaleza de las cosas; así pues traten de agarrar la fuente misma de alegría y de aflicción, la mente. Contrólenla y adiéstrenla para que vea la verdadera naturaleza del mundo objetivo, que los atrae y los repele por turno. Ese es el verdadero fruto de la educación. Trivandrum, 20-12-1958.
19. LA LUNA Y LA MENTE En los Sastras se citan muchas historias diferentes para explicar el origen del festival de Sivarathri (el festival de la noche de Shiva). Algunas de ellas fueron contadas ahora por las personas que les hablaron. Otro cuento es acerca del día en el cual Shiva bailó su Thandava (nombre de su danza cósmica) en su éxtasis, con todos los Dioses y sabios tomando parte en ese evento cósmico. Cuando tomó el veneno de Halahala que emanaba del Océano de Leche en respuesta a las oraciones de los mundos que éste amenazaba destruir, el calor de los vapores era casi insoportable, aun para Él. Así, se dice, el Ganges fue vertido ininterrumpidamente sobre sus enredados bucles (ésta es la explicación del baño ceremonial [Abhisheka] que se ofrece en todos los templos de Shiva durante horas, y en algunos lugares sin interrupción) pero Shiva fue aliviado sólo parcialmente. Entonces se le colocó sobre la cabeza a la fría luna: esto le dio algún alivio. Luego, el Ganges le fue puesto sobre los cabellos enredados. Eso fue de gran ayuda. Después de esto, Shiva bailó la famosa danza de Thandava con todos los Dioses. Esa es la historia, pero todo esto no ocurrió en un día particular; así es que no se puede decir que Shivarathri conmemora ese día. Algunos dicen que Shiva nació ese día ¡como si Shiva tuviera nacimiento y muerte como cualquier mortal! La historia de que un cazador se sentó en una mata de bilva para acechar animales que matar, y que sin querer hacer ninguna adoración, sin saberlo, hizo caer las hojas del árbol de bilva sobre un lingam que estaba debajo y así alcanzó la salvación, sólo explica la importancia de este día, no explica su origen. Además, no tenemos sólo un Mahashivarathri; cada mes tenemos un Shivarathri dedicado a la adoración de Shiva. ¿Cuál es, pues, el significado de rathri, la noche? Bueno, la noche está dominada por la luna. La luna tiene 16 kalas o fracciones; y cada día cuando mengua se reduce en una fracción, hasta que es aniquilada en la noche de la luna Nueva. Después de ello, cada día se añade una fracción, hasta que se complete en la noche de luna llena. La luna es la deidad que preside la mente; "Chandrama manaso jathah". De la mente del Purusha, del hombre celeste, nació la luna. Hay una estrecha afinidad entre el manas o mente y la Luna; ambas están sujetas a declinación y progreso. El menguante de la luna es el símbolo de la mengua de la mente; pues la mente debe ser controlada, sometida y finalmente destruida. Toda práctica espiritual está dirigida a este fin; la mente ha de ser destruida para que la ilusión (maya) pueda ser desgarrada y revelada la realidad. Cada día, durante la mitad oscura del mes, la luna, y simbólicamente su equivalente en el hombre, la mente (manas), mengua, se reduce en una fracción, su poder declina..., y finalmente, en la decimacuarta noche, queda sólo un pedacito, es todo. Si ese día el practicante hace un pequeño esfuerzo adicional, hasta ese pedacito puede ser eliminado y se completa la subyugación de la mente (manonigraha). La decimacuarta noche de la mitad oscura se llama, por lo tanto, Shivarathri, pues esa noche debería dedicarse al japa o repetición del nombre y a la meditación (dhyana) sobre Shiva, sin ningún otro pensamiento de comida o sueño. Entonces es cuando estará asegurado el éxito. Y una vez al año, en la noche de Mahashivarathri, la gran noche de Shiva, se recomienda un esfuerzo especial de actividad espiritual, para que lo que está muerto (savam) se vuelva Sivam, o sea, auspicioso por la remoción de esa escoria llamada mente. Este es el propósito de Shivarathri; por ello es tonto y hasta un engaño nocivo el imaginar que "el mantenerse despierto" es la cosa esencial en su observancia. La gente trata de no dormir esa noche jugando a las cartas, asistiendo a programas de cine o teatro continuados. Esa no es la práctica espiritual que debe intensificarse en Shivarathri. Es una parodia del voto de no dormir. Los vulgariza a ustedes y alienta el mal y la pereza, la malicia y la hipocresía. En Shivarathri, la mente debe desintegrarse (laya), reducirse a nada. Lingam significa aquello en lo cual este universo (jagat) alcanza el punto de fusión con el infinito (laya, liyathe), aquello adonde este universo (jagat) va (gamyathe). Examinen el lingam; los tres gunas están representados por el pedestal (pitha) de tres ringlas; el lingam que está encima simboliza la meta de la vida. El lingam significa "un símbolo", el símbolo de la creación, el resultado de la actividad de los tres gunas y del Brahman que la penetra y le da significado y valor. Cuando adoran al lingam, deben hacerlo con fe en ese significado simbólico.
Cada palabra, cada forma usada en los Sastras tiene un significado simbólico, que le da valor. La palabra "prapancha" que ustedes usan tanto para indicar este mundo creado significa "aquello que está compuesto de los panchabbuthas o cinco elementos o aquello que consiste de tierra, fuego, agua, aire y éter". Tomen la palabra "hrudayam" usada para el corazón. Significa hrudi (en el corazón), ayam (Él). O sea que significa no el órgano que bombea sangre a todas las partes del cuerpo, sino el asiento de Dios, el altar donde Shiva está instalado, el nicho donde está encendida la lámpara de Jñana, del conocimiento. Por otra parte, Shiva no monta un animal llamado en lenguaje humano un toro. El toro es solamente un símbolo del Dharma (justicia eterna) de pie en las cuatro patas de la verdad (sathya), del deber (dharma), de la paz (santhi) y del amor (prema). Los tres ojos de Shiva son los ojos que revelan el pasado, el presente y el futuro. Sólo Shiva tiene los tres. La piel de elefante que forma su manto es sólo un símbolo de los rasgos elementales bestiales que su gracia destruye; Él los hace impotentes e inofensivos; de hecho, los hace pedazos, los despelleja, si se puede decir, y se vuelven inefectivos. Sus cuatro caras simbolizan la ecuanimidad (santham), la destrucción (rudram), la auspiciosidad (mangalam) y la actividad (uthsaham). De esta manera, dense cuenta, mientras adoran al lingam, del sentido interno de los muchos atributos de Shiva. Mediten así sobre Shiva en este día para que puedan librarse de los vestigios de engaño restantes. Del mismo modo que el Om es el símbolo verbal de Dios, el lingam es la forma simbólica de la divinidad. Es sólo una forma. Todo es ilusión (maya) y para aprehenderlo, ustedes deben jugar con la maya. De otro modo no se podrán dar cuenta del poder de la misma. Dios es inmanente al universo lo mismo que la vida es inmanente al huevo. El pollito está en cada parte del huevo; así también, Dios está en todas partes del mundo. Prefiero la descripción del motivador interno (sarvantharyami) a la del yo interno de todos los seres (sarvabhuthantharatma). Todos están en esta sala, la sala no está en cada uno de ustedes, ¿no es así? De la misma manera, todos están en Él; lo que es mejor que decir Él está en todos. Es la ilusión (maya) que ata y limita al hombre; todas las prácticas espirituales son para conquistar a la ilusión. Un pedazo de hierro se hundirá en el agua, pero si es batido y ahuecado, flotará. Por eso, batan a la mente y háganla hueca. Entonces flotará en el mar de nacimientos y muertes (samsara). Por encima de todo, tengan discernimiento (viveka) y no se dejen llevar a dar pasos en falso. No necesitan perder tiempo tratando de descubrirme a mí y a mi naturaleza. Entiendan lo que les enseño, no quién es el maestro, pues estoy más allá de su intelecto y de su poder. Sólo me entenderán a través de mi obra. Es por esto por lo que a fin de revelar quién soy yo, yo mismo les muestro mi tarjeta de visita, algo que ustedes llaman un milagro. Conozcan al misterio (marma) y lleven a cabo el karma o deber que yo les asigno. En los próximos quince años, muchos jóvenes que ahora están creciendo brillarán como devotos aspirantes en el campo espiritual; saben que cada uno de ellos es permanente (nithyam) y veraz (sathyam) y puro (pavithram); también, que son hijos de la inmortalidad (amrithaputras). Están creciendo en discernimiento (viveka) y desprendimiento (vairagya) y se están purificando con la recordación del nombre (namasmarana). Pero sus mayores se están burlando de estos muchachos porque han tomado el camino santo. Quizá se sentirían más felices si vagaran por las calles en grupos, fumando y blasfemando y mirando anuncios. Los mayores deberían sentirse felices de que sus hijos se encuentren en el camino real hacia la verdadera felicidad y contento, y de que así se servirán a sí mismos y al mundo mucho mejor. Ustedes no sabrán cómo hacer un adorno de oro, por eso lo dan a un joyero. ¿Por qué han de preocuparse si él lo funde y lo bate y lo perfora y lo estira en un alambre y lo tuerce y corta? Dejen que aquel que conoce el arte le dé forma al niño a fin de que éste se convierta en un ornamento de la sociedad; no se preocupen por él. Ustedes deben crecer día a día, no sólo físicamente sino en la vida espiritual también. ¿Cuánto tiempo se van a quedar en la escuela primaria, escribiendo las letras del alfabeto? iLevántense, exijan que los examinen, sean aprobados y sigan el siguiente grado! Ahora están sentados en la planta baja de esta sala; traten de conseguir los medios para ver también los pisos superiores. Progresen. Salgan adelante. Entonces este Shivarathri será un Mangalarathri (una noche auspiciosa) para ustedes. De otro modo no será sino una noche perdida.
Muchos son los que pueden desanimarlos y decir les que la meditación y la adoración deben emprenderse después de haber llegado a edad avanzada: ¡Como si las prerrogativas o castigos fueran especiales de los viejos! Disfrutar del mundo mientras puedan, luego pensarán en el próximo; esa parece ser su actitud. El niño da sus primeros pasos en la relativa seguridad de su hogar; titubea hasta que su andar se vuelve firme, hasta que su equilibrio es perfecto, hasta que puede correr solo y sin miedo. Entonces es cuando se aventura afuera en las calles y en el ancho mundo que está más allá. Así también, el jiva o alma individual debe dominar al mundo interno primero; debe volverse impermeable a las tentaciones. Debe aprender a no caer cuando los sentidos le ponen la zancadilla; debe aprender el equilibrio de la mente que hará que no se incline más de un lado que de! otro; y entonces, después de dominar este discernimiento (viveka) podrán salir al mundo externo sin miedo a los accidentes a su personalidad. Por esto se insiste en esa vigilia o vigilancia. No pueden pretender ser educados o adultos hasta en tanto no hayan dominado la ciencia del autocontrol y destruido la causa del engaño. No es sólo esta noche la que deben ustedes pasar pensando en Shiva; todos los días de su existencia deben ser vividos en la constante presencia del Señor. No me digan que no les importa toda esta beatitud, que están satisfechos con el engaño y no están dispuestos a sufrir los rigores de la vigilia. La naturaleza básica de ustedes, créanme, odia esta aburrida y pesada rutina del comer, del vivir y del dormir. Busca la liberación de las ataduras a lo trivial y lo temporal. Cada uno ansía por ello en el fuero de su corazón. Y esto se adquiere en una sola tienda: la que tiene por rótulo contemplación del ser superior, la base de toda esta apariencia. No importa lo alto que un pájaro se eleve , tarde o temprano debe posarse en un árbol para disfrutar la tranquilidad. Así también, vendrá un día en el cual aun los más altaneros, los más voluntariosos, los más incrédulos y hasta aquellos que aseguran que no hay ninguna felicidad o paz en la contemplación del ser superior, tendrán que rogar: "Dios, dame paz; dame consuelo, fuerza y felicidad". Prasanthi Nilayam, Mahashivarathri, 07-02-1959.
20. NI SASTRAVADA NI BUDDHIVADA Varanasi Subrahmanya Sastri habló largo rato acerca de dos tipos de investigadores en la actualidad y del conflicto entre los dos, a saber, los sastravadinis y los buddhivadinis. Dijo que los sastravadinis aceptaban la sabiduría de los antiguos el modo en que está registrada en los Sastras como la auténtica y la de mayor autoridad. Dijo que los buddhivadinis preferían seguir el camino de la razón y aceptar como autoridad solamente aquellas cosas que satisfacían su lógica. Claro, él mostró los defectos en el último grupo de personas dando cierto número de ejemplos y exponiendo las falacias de los buddhivadinis. Citó con profusión los textos de las escrituras e hizo que su discurso se volviera abstruso y erudito. Me parece que gran parte de lo que expresó pasó por encima de sus cabezas y que han perdido la esencia de lo que él quería comunicar. La razón o buddhi disfruta con la discusión y la controversia; una vez que cedan a la tentación de la dialéctica, les llevará mucho tiempo escapar de sus cadenas y borrarla de su mente para que puedan disfrutar de la felicidad que viene de su anulación. En todo momento deben estar conscientes de las limitaciones de la razón. El estado mental lleno de preguntas y dudas (savitharka) debe ceder el paso al estado mental sereno y sin preguntas (nirvitharka), y la mente repleta de pensamientos (savichara) debe hacer lo propio con la mente sin pensamientos (nirvichara). La razón puede ayudarles sólo en cierto trecho del sendero hacia Dios; el resto es iluminado por la intuición. Sus sensaciones y emociones falsean hasta los procesos de sus pensamientos y la razón se vuelve un toro indomado. Muy a menudo, el egoísmo tiende a alentar y justificar los desvaríos, pues una persona es llevada por el camino equivocado por su razón misma si ese es el camino que le gusta. Frecuentemente ustedes llegan a la conclusión a la que quieren llegar. A menos que tengan muchísimo cuidado en examinar, al mismo tiempo que está ocurriendo, el proceso mismo del razonamiento, hay el peligro de que estén siguiendo nada más la senda que ustedes mismos han establecido. La razón sólo puede domarse con la disciplina, con la aplicación sistemática del yugo, del anillo nasal, del látigo, etc. O sea, por medio de la compasión (daya), de la ecuanimidad (santham), de la paciencia (kshama), de la conformidad (sahana), etc. Adiéstrenla a que camine quietamente por cortos tramos de camino al comienzo y luego, una vez que estén más seguros de su docilidad, pueden llevarla por el camino tortuoso de las séxtuples tentaciones: el camino de la sensualidad, la ira, la codicia, el engaño, el orgullo y los celos. Padmasura, por la gracia de Dios, había obtenido gran poder, aun el de volver cenizas a cualquiera en cuya cabeza colocara su mano; pero sus instintos no habían sido domados y su razón no había sido purificada; así, en su codicia y egoísmo, trató de reducir a cenizas al mismo dador del don. Los Sastras sólo son mapas de carreteras; cuando mucho, son guías que describen el camino y dan las indicaciones para el viaje. Es el viaje mismo el que revelará las penalidades, las demoras, los derrumbes y los hoyos, así como la belleza del paisaje y la magnificencia de la meta final. Ningún relato de segunda mano puede igualar la experiencia directa. Además, los Sastras pueden hablar de una cosa de muchas maneras distintas, para elaborarla, para una mejor comprensión; hasta los Vedas ensalzan una cosa en diez diferentes formas poéticas, desde diversos ángulos y puntos de vista; pero hay eruditos que intentan tratar a cada una de esas afirmaciones como si fueran distintas y tuvieran connotación diferente; y así hacen mayor la confusión en vez de reducirla. Los símbolos del mapa son interpretados diferentemente por distintos eruditos de acuerdo con sus nociones preconcebidas y según sus predilecciones y teorías favoritas. De modo que los sastravadinis tampoco tienen siempre la razón; pueden ser descarriados por el deseo de ganar un punto a su adversario; pertenecen a ciertas escuelas de pensamiento y esto también actúa como un freno en su libertad de buscar y conocer el verdadero significado de los Sastras. Yo no soy exponente de los Sastras ni de Buddhi, soy Premavadin, o sea, exponente del amor. Por ello, no tengo conflicto con ninguno de los sabios que se adhieren a los textos ni con ninguno de los devotos de la razón. Ambos grupos tienen buenos puntos, de igual modo que limitaciones. Si ustedes engendran amor puro, pueden dejar a los Sastras a un lado, pues el objeto de todos éstos es justamente ése: crear el sentido de amor igual para todos
(sarvajanasamanaprema) y negar el egoísmo que impide el camino. También la razón, si se interpone en el camino de este amor, debe ser descartada por pervertida. Todo el tiempo y la energía gastados en leer los Sastras están perdidos si el estudio y la reflexión no les ayuda a reconocer que la mente es peor que un mono borracho. Asimismo, los peregrinajes son para elevar el corazón, sublimar los impulsos y llevar al ser inferior a niveles más altos de pensamiento y acción. La razón sirve el mismo propósito, o por lo menos así debería hacerlo. La razón busca conocer la unidad del universo, el origen y meta de todo ello, las leyes que gobiernan el microcosmo (anu) y el macrocosmo (brhath); y atisba por detrás de la cortina que siempre se aleja para obtener un vislumbre del director de escena (el sutradhara) , que es quien jala las cuerdas. No se dediquen al cultivo de los deseos (ichchakrishi). Ese es un proceso inacabable de siembra y cosecha; nunca alcanzarán el contento; satisfecho, un deseo fomentará la persecución de otro. Este año es llamado Vikari o torcido. Así, estén alertas. No corran en pos de deseos tortuosos o torcidas satisfacciones. Todos los caminos que conducen al reino de los sentidos son tortuosos y ciegos; sólo el camino que lleva a Dios es recto. Cultiven el camino de la rectitud (nithi) en todo. Esto revelará al Atma. La rectitud les ayudará a superar a los tres gunas. El tratamiento que deben darles a estos gunas es el de molerlos hasta hacer una pasta de la cual pueda brotar un nuevo sabor de bienaventuranza (ananda), de igual manera que ustedes muelen sal, ají y tamarindo juntos para obtener un delicioso chutney para su comida. No debe dominar ninguno de los gunas; todos deben ser domados y desviados para llenar el lago de ananda. Es el ananda interno el que importa, no el externo, el sensorio, el objetivo, el mundano. Si el equilibrio interno no está perturbado por los altibajos externos, ese es el verdadero éxito. Cada día es igual a otro: salida y puesta del sol, creciente y menguante de la luna, las estaciones, etc., pero cuando han pasado 365 días, lo llamamos un año nuevo y le damos un número nuevo; mas el sol y la luna no son afectados por ello. Sean como el sol y la luna. No se preocupen si indican el año viejo o el año nuevo. Nadie tiene que hacer nada positivo para descubrir el atma; cuando sea removido y destruido el velo de la ilusión, entonces se revelará en toda su gloria. Lo que se necesita es la remoción de la niebla, la nube y el miasma; el desechar todos los velos colgantes que limitan al ser dentro del cuerpo y sus atributos. ¿Cómo se remueve la niebla? ¿Cómo se limpia el espejo de manera que el atma pueda reflejarse claramente y sin distorsión? La mente y la razón, la mente que les hace creer en los Sastras como la última autoridad y la razón que les hace creer que ella es la autoridad suprema, deben frotarse y pulirse. ¡Se empañan con tanta facilidad! Requieren atención constante. Como un recipiente de cobre que debe frotarse con tamarindo y lavarse y secarse para que pueda brillar como nuevo, la mente también debe ser tratada siempre con recordación del nombre (namasmarana), el hacer toda cosa bien (satkarya), y el buen comportamiento (satpravarthana) y la contemplación del bienestar de todos. El sol está allá arriba en el cielo; la nube que pasa es la que lo esconde de la vista de ustedes. El mundo sensorial es la nube que esconde el atma que brilla eternamente en el firmamento del corazón de ustedes. La misma mente que reúne las nubes también puede dispersarlas en un instante; pues es como el viento que las junta de todos los rincones y oscurece el cielo; y un instante después cambiando de dirección, las envía todas en un remolino al sitio de donde vinieron. Adiestren la mente para que disperse las nubes, no para que las reúna. Cada aspirante tiene que hacer esto siguiendo una disciplina sistemática. De un salto no pueden alcanzar la cima; es tarea ardua negar la evidencia de los sentidos; hay que dominar las tendencias que se han desarrollado durante cientos de nacimientos. El mundo es una ilusión y todo es Brahman, pero sólo para aquel que ha alcanzado la última meta; mientras se alcanza esta conciencia total (purnaprajña), hay que esperar con paciencia, anhelando y preparándose. El niño en crecimiento no puede ser alimentado con comida de adultos; hay que ajustarla a sus necesidades y disposiciones. No hay que hacer más de lo necesario y también se debe evitar el no hacer nada. Una cosa y otra llevan a la enfermedad y arruinan la salud. No considero que los Sastras o la erudición intelectual sean muy esenciales para el practicante (sadhaka). Yo les aconsejo que desarrollen ananda, no a través de estos medios difíciles y hasta dudosos, sino mediante el cultivo del amor (prema) que comienza en el hogar y la familia y se extiende a todas las criaturas. Depongan el arma afilada que busca analizar y
derrumbar los argumentos del oponente para cortar su punto de vista en pedazos. Adopten el dulce (laddu) del amor que derrama alegría y conquista los corazones recalcitrantes. Ese es mi sendero, el sendero del amor puro por el cual los he de llevar. Es por esto que ofrezco mi tarjeta de visita a cada uno de ustedes cuando vienen a visitarme. Sé su nombre, sus grados, su profesión, su posición social y su historia. Pero ustedes no conocen los míos. No tengo necesidad de enterarme de toda la información acerca de ustedes por sus tarjetas; sin embargo, quiero que ustedes conozcan algo de mi gloria y por esto les doy un vislumbre de ella en forma de un milagro (mahima). Pero asimismo les doy lo suficiente de mi prema para que puedan mezclar algo del mismo con cualquier cosa que hagan o sientan o piensen y hacerlo dulce y sabroso. Conferencia Adhyáthmica de Venkatagiri, 12-04-1959.
21. JADA Y CHAITHANYA Todos han probado la dulzura del nombre del Señor durante veinticuatro horas de bhajans continuos (akhandabhajana). Akhanda significa sin interrupción, sin descanso. Me alegro de que cantaran sin cesar y también de que seleccionaran el Namavalis de las múltiples formas de Dios, en vez de cantar un solo nombre en particular todo el tiempo, como si la personalidad de Dios sólo tuviera una faceta. El mismo hombre es padre para sus hijos, tío para sus sobrinos, hermano para algunos, primo para muchos otros e hijo para sus padres. Así, Dios también tiene muchos aspectos y cuando se conducen bhajans se debe tratar de satisfacer a todos los que toman parte recordándoles las múltiples manifestaciones del Señor, y no sólo a Rama o Krishna o Sai Ram. Además, akhandabhajana significa que no debe ser meramente una cosa que dure veinticuatro horas o hasta siete días; debe continuar desde el nacimiento hasta la muerte, debe continuar hasta la contemplación de la fuente y meta de las cosas. La procesión hacia el sitio de la cremación empieza de inmediato al nacer y el latido del corazón es el golpe del tambor que marca la marcha hacia ese lugar. Algunos toman un camino más largo, otros llegan rápidamente, pero todos están en camino. Por lo tanto, los bhajans deben comenzar en la infancia y deben continuar. Deben ser constantes compañeros del hombre, su solaz y su fuerza. No los dejen para la vejez, pues son el alimento esencial de la mente. Todos han sido conmovidos por estos bhajans aquí y se sienten felices por haber tenido la oportunidad de unirse a los mismos. Pero es un mero sentimiento pasajero. Ustedes que hoy compartieron esta glorificación del Señor, mañana se unirán con entusiasmo a alguna otra reunión donde se honrarán la falsedad y la injusticia. No hay consistencia en su comportamiento. Lo que sienten como correcto y lo que son, están en distintos polos. Esta no es la señal del devoto (bhaktha). Si no hay el cultivo de la sinceridad (sraddha), ¿cómo pueden tener paz (shanti) y felicidad (santhosha)? La gente busca afanosamente la paz y la felicidad de mil maneras y por diferentes caminos. El doctor Bhagavantham me decía poco antes de mi venida aquí, en el Instituto Tata de Ciencias, que hay algo más allá de este mundo objetivo, algún misterio que se hace más profundo y más misterioso a cada adelanto de la ciencia. Cuando se abre una puerta, aparecen diez puertas cerradas ante la vista del sorprendido científico. Por eso la verdadera paz sólo puede obtenerse en las profundidades del espíritu, en la disciplina de la mente, en la fe, en la base única de toda esta aparente multiplicidad. Una vez que se haya logrado esto, es como tener oro: puede hacerse cualquier variedad de ornamentos con él. Es sólo cuestión de la experiencia propia. Y la felicidad de esa experiencia, el profundo regocijo que la acompaña no puede comunicarse con palabras. Todo ese escuchar (sravanam) y ese cantar colectivo (kirthanam) es el bálsamo que aplican externamente. Ambos son necesarios. Así también el dharma y el karma son necesarios; el karma es la fundación de la devoción (bhakthi). Es el basamento sobre el cual se construye la devoción. El dharma es la actitud con la cual se hace la acción, la verdad, el amor, la ecuanimidad, con los cuales se activa la mente cuando desea hacer algo. El karma ha de ser eliminado a través del dharma. Aquellos que están dominados por el tamas (la cualidad que produce la ignorancia) hacen karma sólo por los frutos del mismo y recurren a todos los subterfugios a fin de obtener ganancias de ello; para ellos, el fin justifica los medios. Aquellos que están dominados por el rajas (la cualidad que produce la acción) son orgullosos y pomposos y alardean de que ellos son los hacedores, los benefactores y los experimentadores. Aquellos que están dominados por el satva (la cualidad de la bondad, la pureza) harán karma sin importarles los frutos del mismo, dejando el resultado al Señor, no preocupándose si lleva al éxito o al fracaso, conscientes de sus deberes y nunca de sus derechos. En realidad, hay más alegría en el hacer mismo que en el resultado que pueda obtenerse. Ésta debe ser su experiencia. Todos los detallados preparativos que el jefe de casa hace para un matrimonio en la familia: la recepción, el agasajo, la iluminación, la música, son cosas emocionantes mientras se planean y ejecutan; pero una vez hechas, ya no dan tanto placer. Al final, cuando vienen las facturas, hasta causan disgusto y dolor. Por esto debe ser fácil
descartar los frutos de la acción, siempre y cuando dediquen algún pensamiento al proceso del karma y al valor del fruto. El jiva o alma individual ha venido a este nacimiento a fin de revelar el esplendor de la chispa que es de la divinidad. El cuerpo es la mecha de la lámpara, el ansia de Dios es el ghi (mantequilla clarificada) que alimenta la llama. Pero al igual que la rata que, atraída por el fuerte olor del cebo en la trampa, descuida todos los demás alimentos en el granero y cae presa de su propia necedad, así el hombre descuida su verdadero sustento y malgasta su vida en la persecución de riquezas mortales. Deben mirar y pensar en lo permanente (nithyam) en toda esta transitoriedad (anithyam). Este drama tiene sólo dos actores que hacen un millón de papeles: lo inerte y la conciencia (jada y chaithanya). Al igual que el violinista Chowdiah que acaba de tocar diez ragas y que puede tocar 400 en las cuatro cuerdas, jada y chaithanya representan juntos todos estos papeles. Con sólo 26 letras del alfabeto se forman todas las palabras del diccionario y se escriben, leen y entienden millones de libros. Pero ustedes deben ver a través de este drama y descubrir al director de escena (sutradhara), que no es otro que Dios. Esto se puede hacer a través de la devoción (bhakthi) basada en el karma sin deseo (nishkama karma). La devoción es de distintos tipos, según la tendencia inherente (samskara) del devoto y el estado de su mente y la etapa de su desarrollo. Hay la devoción tranquila (shanta bhakthi) de Bhishma, la devoción materna (vatsalya bhakthi) de Yasoda, la devoción con amor personal por Dios (mathura bhakthi) de Gouranga y Mira, la devoción amorosa (anuraga bhakthi) de las gopis o pastoras. De todas éstas la actitud de que se es el sirviente del Señor (dasya bhakthi) es la más fácil y la mejor para la mayoría de los aspirantes en la actualidad. Significa la entrega total (saranagathi) o entrega de la voluntad individual a la voluntad suprema (Prapaththi). Ésta resulta de la devoción tranquila (shanta bhakthi). La devoción tiene que desarrollarse por varios medios, o en realidad, por todos los medios. La mente y la razón deben ser adiestradas y controladas, esa es la meta. Ellas pueden llevarlos hasta la no dualidad (visishtadwaitha); luego, la experiencia de la no dualidad depende de su gracia; la fusión con Dios (sayujyam) está en sus manos. Los principales medios para lograrlo son el escuchar (sravanam), el cantar (kirthanam), la recordación (smaranam), la adoración de los pies del Señor (padasevanam), la alabanza (vandanam), la actitud de que se es el sirviente del Señor (dasyam), el afecto (sneham) y el ofrecerse a Dios (atmanivedanam). Sneham viene antes de atmanivedanam porque entre amigos no hay temor, desconfianza, incredulidad o vacilación. Es para despejar el sendero del progreso espiritual del hombre que ha venido el avatar. La intranquilidad (ashanti) en la cual se encuentra sumido el hombre debe ser eliminada. Esto es lo que se quiere decir con "la salvación de los sadhus" (parithranaya sadhunam), la salvación de todas las buenas almas individuales de los tentáculos de la intranquilidad o aflicción causada por la falta de conocimiento de la relativa falta de importancia de las cosas mundanas. Todas las almas individuales deben lograr la paz y la felicidad; esa es la misión para la cual el Señor vuelve una y otra vez a esta tierra. Él elige un lugar lleno de santidad (pavitrata) y de divinidad (divyatvam) y toma forma humana para que puedan conocerlo y hablar con Él, comprender y apreciarlo, escuchar y seguirlo, experimentar y beneficiarse de Él. Cuando la divinidad es invisible, sin forma, ustedes la concretizan como quieren y le rezan y obtienen consuelo y fuerza de ella; pero la tragedia es que cuando está delante de ustedes, concretizada en forma humana, ustedes dudan y discuten y niegan. La gente se postra ante el naga de piedra y derrama leche encima y lo lava amorosamente con aguas sagradas; pero cuando se materializa en una verdadera cobra, huyen despavoridos. Pero un verdadero devoto no tiene miedo ni incredulidad. Prahlada temblaba ante la forma de Narasimha cuando se le apareció saliendo del pilar, y cuando el Señor le preguntó por qué, él contestó que no se debía al miedo ante la forma de Dios, pues como dijo, todas sus formas son bellas ya que son divinas; se debía al miedo de que la forma se desapareciera pronto y pudiera perder la espléndida visión del Señor. Su padre estaba tan lleno de rajoguna que él vio la terrible forma de león de Narasimha; pero Prahlada no la vio así. Para él, el Señor parecía bello y lleno de gracia, pues él estaba saturado de devoción.
Para obtener perlas hay que sumergirse profundamente en el mar. ¿De qué sirve chapotear entre las olas cerca de la costa y jurar que el mar no tiene perlas y que todos los cuentos de su existencia son falsos? Así también, si quieren realizar todo el fruto de este avatar, tírense a lo profundo y sumérjanse en Sai Baba. La indiferencia, la vacilación, la duda, el cinismo, el escuchar cuentos de nada sirven. Concéntrense en una fe completa; sólo esto puede traer la victoria. Esto es cierto en cualquier actividad mundana, ¿no es así? ¿Cuánto más cierto debe ser entonces en el campo espiritual? Pero si ya han adoptado algún nombre y forma, no los cambien, no escojan otra en lugar de la forma misma del amor divino (premaswarupam). Cien personas pueden venir a su casa y hasta tratarlos con afecto, pero no las llaman ustedes papá. Tengan la mente fija en el uno; no dejen que nubes de duda sobre si es grande, si es Dios, nublen su fe. Sean osados. Reconozcan la gloria que han presenciado; proclamen la alegría que han experimentado; confiesen la gracia que han ganado. Cuando la gente les pregunte si van a Puttaparthi, por ejemplo, y si cantan bhajans, digan orgullosos que sí, pues no hay deshonra en caminar por el sendero recto. Hay gurues que insisten en una obediencia implícita, que aconsejan a sus discípulos hasta golpear a cualquiera que dude de su maestro. No tengo sino desprecio por todos éstos y he venido para darles a ellos consejos apropiados. El gurú no puede nunca usurpar la posición de Shiva; es mejor que Shiva mismo sea su gurú, antes que tener a tales maestros egoístas y ávidos de poder. Dejen a los que cavilan solos, con su karma y su ananda tamásico, no sólo a aquellos que me ignoran, sino aun a aquellos que se mofan de todas las formas de Dios y hasta de la idea misma de Dios. Desarrollen fe en ustedes mismos, para que puedan estar como roca que desafía las aguas rugientes de la avenida de la negación. Esa fe les hará olvidar las circunstancias cambiantes del mundo externo. Cuando a Ramadas lo metieron a la cárcel le agradeció a Rama la gran bendición pues consideraba que ahora podía llevar a cabo la repetición del nombre ( namasmarana) sin ser molestado por el mundo, ya que estaba misericordiosamente oculto detrás de los altos muros de la prisión. Sólo depende del punto de vista el que sean felices o infelices; eso colorea todas las actitudes y opiniones. Ramadas cantó las hazañas de Anjaneya en Lanka y, mientras lo hacía, mencionó los lirios blancos de la isla. Anjaneya le oyó cantar e inmediatamente protestó por la descripción. Dijo que nunca había visto una flor blanca allí; los lirios de Lanka eran rojos, declaró. Ramadas, sin embargo, insistió en que eran blancos. Anjaneya se molestó ante la imprudencia de los poetas que trataban de oponer su imaginación como testigos expertos y apeló a Rama para que intercediera. Rama estuvo de acuerdo con Ramadas. Dijo que Anjaneya las veía rojos porque sus ojos estaban afectados por la ira rajásica contra toda la tribu de los Rakshasas. Por esto, si ustedes tienen paz, el mundo les parecerá un lugar tranquilo y pacífico; si tienen ashanti, el mundo estará lleno de ashanti. Shanti debe ganarse con prácticas espirituales, no con el estudio de libros. Un juez lee enormes volúmenes y escribe una sentencia para un juicio; otro juez lee los mismos enormes libros y escribe una sentencia totalmente opuesta en el mismo juicio. Los libros son sólo guías para el mismo tramo de camino. Después, tienen que encontrar el camino ustedes mismos y éste se hace más y más fácil a medida que van adelantando. Un naya paisa (céntimo de rupia) y otro hacen dos, cuatro más hacen un anna, y cien hacen una rupia. Los primeros pasos son los más difíciles; el peregrinaje hacia Kasi comienza con un primer paso. Alimenten la llama del desprendimiento (vairagya) con astillas hasta que crezca en una gran hoguera; acepten todas las oportunidades de desarrollar el discernimiento (viveka). Si ustedes son buenos para este loka o universo, entonces el lokanatha o maestro del universo derramará amor sobre ustedes. Háganse capullos, derramen la fragancia del servicio (seva) y del amor (prema), entonces llevaré con placer esa guirnalda compuesta por todos ustedes. Adopten el nombre del Señor y repítanlo siempre. Yo estaba escuchando los bhajans que cantaron aquí ayer y hoy. Sus voces eran bajitas; apenas se oían fuera de este salón. Sé que en cierta institución donde decidieron hacer bhajans continuos, tuvieron que emplear algunas personas pagándoles determinada cantidad por hora para que su plan pudiera tener éxito. Canten bhajans con fe y entusiasmo. Dejen que toda la ciudad retumbe con la devoción que ponen
ustedes en cada nombre que cantan. El nombre promueve el compañerismo y establece la concordia, aplaca todas las tempestades y otorga paz. Bangalore, Akhandabhajana, 10-07-1959.
22. LA PANTALLA INTERNA Se ha vuelto una tradición el dirigirse a una asamblea como ésta como a "hermanos y hermanas" aunque ninguno de los oradores está preparado para cumplir con el ideal que esta forma de dirigirse implica. Muchas de estas formalidades vacías han entrado en la conducta diaria. Por ejemplo, se mencionó ahora que hoy era un día escrito en letras rojas en la historia de Thirupathi. Los días escritos en caracteres rojos o que deben escribirse en letras de oro son muy baratos hoy en día. Solamente cuatro días, recuerden, merecen este honor: el día en el cual los devotos se reúnen para cantar la gloria de Dios, el día en que se da de comer a los hambrientos, el día en que se conoce a un gran sabio, y el día en el cual el gran discernimiento despunta en el individuo. El día de hoy ciertamente cae en la categoría y por una vez, la descripción del secretario es correcta. Me gusta el trabajo al cual este comité está dedicado, y así, pues, me apresuré a venir a este lugar desde Bangalore, donde ayer se llevó a cabo un akhandabhajana (bhajans continuos) con muchos devotos. Quiero a Thyagaraja. Mi afecto por él no es asunto de hoy. Tiene siglos. Y Thyagaraja y Thirupathi también tienen relación entre sí. Aquí fue donde él oró por que la pantalla que escondía la luz dentro de él, fuera removida por la gracia del Señor. Este comité ha tratado heroicamente de erigir un lugar de adoración para el santo y un lugar para celebrar el festival de Thyagaraja y para alentar el estudio y la práctica de sus cantos. Sentí mucho al oír su informe y de los viajes que esta gente ha hecho a lugares distantes y de las gotitas de donaciones que han recibido hasta ahora. Aunque el informe es prueba de su devoción y sacrificio, revela el falso sentido de los valores que la gente está desarrollando en la actualidad. El dinero debe también circular como la sangre, si no, esto también causará enfermedad. No existe mejor método de usar el dinero que promoviendo la devoción, pues entonces todo el sistema, individual y social, se beneficiará con ella. Si el dinero se almacena y no circula, causará hinchazón y la hinchazón puede transformarse en tumor y reventar. Me enteré de que los secretarios, en su desesperación, han pensado hacer una lotería para completar esta estructura. Yo estoy muy en contra de este plan. Una lotería atrae dinero de personas movidas por la codicia; presenta la atracción de la rápida riqueza y tienta a los hombres desde el ángulo equivocado. Será dinero manchado el de la venta de billetes de lotería y la distribución de premios y el uso del remanente. Aun para un fin bueno, los medios deben ser puros. Cada quien que dé así sea una paisa debe darla por devoción real y a sabiendas de que esa paisa será usada para el edificio que el donador quiere que se construya. No reciban dinero dado con indiferencia o con algún motivo ulterior que no sea la devoción. Sólo entonces el edificio será digno de Thyagaraja, quien desdeñó los nidhi o tesoros ofrecidos por los rajás de Tanjore y prefirió el Sannidhi, o sea la presencia del Señor, a los favores otorgados por donantes humanos. Cuando las enfermedades reinan es cuando más se necesita a los médicos; y ahora, cuando las normas de conducta moral han decaído, la gente debe dirigirse a doctores como Thyagaraja, quien dispensaba la medicina del Ramanama (nombre de Rama) en sus sabrosas y dulces versiones. Todos tienen igual derecho de compartir las propiedades dispensadoras de salud de esta medicina. En cada grupo lingüístico tenemos grandes doctores que tratan con éxito esta enfermedad (bhavaroga); Surdas en hindi, Ramalingaswami en tamil, y Purandaradasa en kannada, para dar sólo un ejemplo en cada idioma. Thyagaraja está en una clase aparte, no porque cantaba en télugu, sino porque sus cantos están marcados por la rara excelencia de la sinceridad de la devoción, de la belleza poética y de la melodía musical. El raga está acorde con el tiempo emocional de la idea elucidada en el canto; la marca del tiempo, apropiada al movimiento del significado; las palabras automáticamente dictan el tala (medida de tiempo, en música) y guían al músico a lo largo de las notas; la estructura entera del canto ayuda al impulso yóguico del cantante. Rara vez se encuentra tal maestría natural de la ciencia y del arte tanto de la música como del sadhana en la historia de ningún idioma o país. Él cantaba espontáneamente, gracias a la plenitud de su realización, y así los cantos tienen esa extraña fuerza comunicativa que imparte ananda tanto al cantante como al que lo escucha.
Devaki dio nacimiento a Krishna, pero el niño fue criado por Yasoda en Brindavan. Yasoda disfrutó de todo el deleite que el niño podía dar. Asimismo, los tamiles devotos de la música han adoptado a Thyagaraja y han practicado sus cantos más que la gente de habla télugu. Ellos son los Yasoda de Thyagaraja. Los tamiles se especializan en raga y tala y cantan con escrupulosa adherencia a éstos. Sin embargo, puesto que no captan el pleno significado del texto, ocurren distorsiones dolorosas para el oído télugu. Más y más devotos télugus deben aprender a cantar los krithis (obras creativas) de Thyagaraja para que los matices del idioma télugu en los cantos no se pierdan. Después de todo, el raga, el tala y las anotaciones son para ayudar a una más fácil asimilación del mensaje contenido en el canto y en la transmisión al cantante y al que lo escucha de la emoción viva de la cual surgió el canto por primera vez. Esto sólo puede ocurrir si el significado está claro. Como medio para ciertos fines, la música es universalmente popular; hombres, mujeres y niños de todo el mundo son receptivos a su sutil influencia. Aun los animales y las plantas son susceptibles a ella. El Señor ha dicho: "Donde cantan mis devotos, ahí me siento". Así, los cantos de Thyagaraja bien entonados y con la plena comprensión del contexto y del significado son excelentes medios para la difusión de la devoción. Es por esto por lo que he venido aquí hoy, para alentar y bendecir este comité que está celebrando el festival de Thyagaraja. Tres cosas se combinaron para traerme aquí: el anhelo de ellos (ichcha) , su sinceridad (sraddha) y la conjunción de la conveniencia (anukulam). El Thirumalai Tirupathi Devasthanam debe fomentar los semilleros de devoción donde se encuentren. Pues a través de la devoción es como los peregrinos se juntan en la colina y oran ante Venkateswara; si las fuentes de devoción se agotan, ¿dónde habrán de abrevar las mentes de los hombres? Esa es la cisterna para todos los templos de esta tierra. Así, el Devasthanam puede muy bien venir en ayuda de este comité. Está haciendo el trabajo del Devasthanam, al promover los krithis de Thyagaraja que desarrollan el espíritu de la devoción. Él era el mismo Valmiki que había venido al sur de la India para cantar la gloria de Rama y divulgar el Ramatharakamantra. Él tenía el bienestar del individuo así como el del mundo siempre a la vista. Tenía la experiencia de la constante presencia del Señor, de manera que Rama tuvo que darle el darshan y venir en su ayuda varias veces. Su devoción lo mantenía siempre alegre y en paz. La oración y la contrición son las dos disciplinas por las cuales la mente puede limpiarse del egoísmo y del odio; Thyagaraja es un buen ejemplo de cómo se puede hacer esto. Él estaba siempre entregado al acto de examinar sus palabras y acciones y de evaluarlas con la piedra de toque de la devoción. Al igual que para obtener miel la abeja vuela lejos en busca de la flor, que la trepadora aprieta fuertemente al árbol para no caer, que el riachuelo corre hacia el río y que el río se precipita al mar, Thyagaraja se moría por Rama. Sus cantos son puras y fragantes flores de devoción, y por tanto, inmortales. Cada hombre busca el descanso, pero el polvo de los deseos de los sentidos se acumula en la mente, produciendo herrumbre; por eso, de vez en vez debe ponerla a prueba y mantenerla en buen estado. Para remover esa herrumbre, la música de los krithis de Thyagaraja es muy útil. Dejen su cinismo a un lado por un momento y escuchen las encantadoras melodías y embébanse de su sentido. La ciencia de la cultura espiritual y del control de la mente ha sido desarrollada y practicada en este país durante miles de años; y es por esto por lo que la civilización india ha resistido al choque de las edades y a la furia de los tifones que han barrido pueblos enteros. La India esta todavía verde y fresca, en el umbral de una nueva era, bajo el liderato de sus propios antiguos ideales. El gusto por la buena música se ha ido también en estos días con la venida de pegajosas melodías y canturreos en el cine ¡y la locura por imitarlos hasta en los bhajans! Canten los krithis de Thyagaraja en los ragas clásicos y estoy seguro que ellos tendrán un gran estímulo. No son simples paatalu o canciones; son mootalu (conjunto de piedras preciosas) que los llevan por los baatalu (caminos hacia Dios). Si Thyagaraja es abandonado, esta colina santa perderá altura, pues esta colina es tan alta porque descansa en el pedestal de la devoción. El olvido de Thyagaraja podrá suceder solamente si el pueblo de este país se vuelve tan desesperadamente mundano que quede sordo al murmullo de Dios dentro de sí mismo.
Thirupathi Thyagabrahma Utsava, 11-07-1957.
23. EL TEMPLO Me complace siempre ir a las aldeas y encontrarme con los aldeanos. El aldeano tiene una mente pura y sin mácula y la atmósfera del pueblo es sincera y sin mancha de artificialidad. Este es un gran día en la historia de su pueblo, pues hoy reciben un hospital y un centro de salud conforme al programa del desarrollo de la comunidad. Me alegro de que estén conscientes de su importancia. Han hecho arreglos para celebrar el evento de manera grandiosa, uniéndose todos alegremente para llevar a cabo las variadas tareas asignadas por los organizadores. Es este espíritu de cooperación y esta alegre camaradería demostradas por su aldea los que me han traído aquí hoy. Yo soy prema y quiero que el prema progrese en todos los lugares y en todos los asuntos. El hombre sufre de dos tipos de males: los físicos y los mentales; unos causados por el desequilibrio de los tres humores: del vayu o aires, pittá o bilis y kapha o flemas, y los otros causados por el desequilibrio de los tres gunas: el satva, el rajas y el tamas. Un hecho peculiar acerca de estos dos tipos de enfermedades es el de que el cultivo de la virtud cura a ambos. La salud física es un requisito previo para la salud mental y la salud mental asegura la salud física. Una actitud de generosidad, de fortaleza en la presencia del dolor y la pérdida, un espíritu entusiasta para hacer el bien, para servir al máximo de su capacidad; éstos desarrollan la mente al igual que el cuerpo. La alegría misma que se deriva del servicio reacciona sobre el cuerpo y lo libera de la enfermedad. El cuerpo y la mente están estrechamente relacionados. La mayoría de ustedes son agricultores y por esto no necesito decirles que durante la mayoría de los meses ustedes se nutren de esperanza. La esperanza los sostiene mientras aran, siembran y abonan sus cultivos. Esa esperanza, ustedes deben hacerla un hábito mental aun en cosas distintas a la agricultura. Esto los sostendrá en todos los caminos de la vida. No le den ninguna oportunidad a esa cosa vil, la desesperación, que roe las partes vitales de la actividad y del esfuerzo. La desesperación es un pecado contra Dios. Si Él está en ustedes, ¿por qué perder la esperanza? Es por esto por lo que el Señor dice: "Si estoy aquí ¿por qué temen?" Estén siempre alegres, optimistas y valientes. Ustedes dijeron que el Chitravati que fluye cerca de Puttaparthi corre también cerca de su pueblo y que es un lazo entre nosotros. Pero es un lazo muy débil, pues está lleno solamente unos pocos días al año; el resto del año es un arenal. Si las aguas vitales del valor fluyen en el fondo de sus corazones, entonces ese Chitravati es más precioso que esta corriente seca; es un verdadero lazo entre ustedes y yo. El pueblo es la espina dorsal de todo el país. El niño se vuelve hombre, el pueblo se vuelve ciudad; debemos evitar que el niño inocente, sencillo, sincero, se vuelva un hombre cruel y duro de corazón. Similarmente, debemos ver por que el pueblo tranquilo, sencillo, temeroso de Dios, no crezca en una ciudad ruidosa y negativa. Los líderes de mañana se están criando en este y otros pueblos en todo el país. Si ustedes son virtuosos, las ciudades serán virtuosas mañana. Si son fuertes, las ciudades serán fuertes. Si son pendencieros, las ciudades se verán afectadas por ello. Aprendan a vivir y a trabajar con benevolencia. Hagan de la alegre experiencia de hoy un aspecto permanente de su vida. Las facciones y los partidos en los pueblos son la ruina de la vida comunitaria. El beneficio del duro trabajo se malgasta en litigios engendrados por el odio que surge de aquéllos. Ustedes cultivan el alimento para el pueblo y el material para vestirlo. Dan el ejemplo de la industria para el indolente. Se levantan al canto del gallo y se acuestan cuando la gallinería va a dormir. Sudan, se afanan y observan el cielo piadosamente con las manos unidas, con devoción; y viven humilde y agradecidamente. Hay íntima relación entre rithu y ryot, entre estación y campesino. Llevan su vida por un curso seguro, siguiendo la regularidad de las estaciones. No se apresuran queriendo adelantarse a la naturaleza, como hacen los habitantes de las ciudades. Quiero que les agradezcan a las personas que hicieron posible este hospital y al gobierno que lo está manejando para ustedes. El gobierno recolecta dinero de ustedes y suministra lo necesario. Pero ustedes no dependerán del gobierno para todas sus necesidades. Los funcionarios no son todopoderosos. Son solamente servidores que tienen que obedecer órdenes. El gobierno es el chofer del carro, que es el Estado. Ustedes son los dueños del carro y
son también los pasajeros. Seleccionen a los conductores apropiados y vigilen para que el chofer no lastime a los pasajeros ni al carro. Ese es el deber del dueño, ¿no es así? El mejor instrumento por el cual pueden asegurar el éxito de todos sus esfuerzos es la devoción. Eso les dará salud, riqueza y prosperidad también, pues eliminará el odio y las facciones y le dará más fuerza a su brazo cuando aren la tierra. Un hombre con devoción ejecutará cada acción como adoración del Señor y así el acto se hará mejor y más eficazmente, sin pereza ni falsedad. También ganará la gracia del Señor, y así, el devoto podrá cultivar más productos y disfrutar de mayor salud y felicidad mental. Si las miles de personas en el pueblo cantan a la gloria del Señor juntas, se producirá una mayor armonía y cohesión social que si las miles claman y gritan unas contra otras. Fluirá el prema e inundará el pueblo y fertilizará todos sus esfuerzos si toman el nombre del Señor y lo cantan juntos. Háganlo durante algún tiempo y ustedes mismos serán testigos del cambio en la atmósfera. A veces, la nube de la envidia y del odio viene a oscurecer las relaciones. Esto se debe primordialmente al temor, el temor que causa la ira. Todo esto desaparecerá con el surgimiento de la devoción, y de la humildad y de la sabiduría que vienen en pos de ella. La ira malgasta tiempo, salud y carácter. No le permitan libre juego. Hagan algún cultivo interno también, de la misma manera que ahora cultivan estos campos. Esto debe hacerse en el campo de los sentimientos, de los motivos, de los deseos y de los impulsos. Vi su templo al venir en procesión en la carreta de bueyes. Lo encontré derruido y en malas condiciones de limpieza. El corazón del pueblo es el templo; la lámpara que arde allí es la vida de todo el pueblo. Manténganla ardiendo fuertemente. Alguien ha colocado una carreta rota en la estrecha veranda del templo; esto es tan malo como el deshonrar la morada del Señor. No inspirará devoción en la gente. Mantengan limpio y libre de escombros el templo, no importa lo sencillo y pequeño que sea. No lo tomen como hacen algunos aldeanos, en calidad de refugio para haraganes, que holgazanean y juegan a las cartas u otras cosas. Formen un grupo de bhajans en este pueblo. Yo sé que tienen uno; pero debe ser más activo; debe asistir al culto en este templo y hacerlo una fuente de devoción. Esto demostrará que tienen gratitud para el Señor por todas las bendiciones que Él ha derramado sobre ustedes. El doctor a cargo del hospital ahora apeló a ustedes solicitando su colaboración. Él quería decir que no deben descuidar los males corporales y dañar el tabernáculo de Dios. Es un instrumento que debe ser cuidado muy bien. El doctor es un experto en el tema, ya que ha estudiado medicina durante mucho tiempo y está movido por un espíritu de servicio. Hónrenle por su destreza; tengan fe en él y en sus medicinas y no empeoren, por negligencia o consultando a charlatanes, las enfermedades que puedan tener. iEsto se los digo especialmente a ustedes, pueblo de Budili! Desarrollen el espíritu de ayuda mutua. Algunos aldeanos se han arruinado porque una persona no puede tolerar la prosperidad de otra. Esto es la perdición del carácter del indio. Cada quien está dedicado a rebajar a su vecino; mientras que en Occidente alientan la más mínima señal de inteligencia o industria superior y no muestran rivalidad alguna. La envidia es causa de la ruina. Nace de la indebida importancia que se da al cuerpo, a los sentidos y a la acumulación de objetos que satisfacen los sentidos. Vean las cosas en su apropiada perspectiva, denle su valor pero no más. Hay cosas más importantes que dan felicidad y paz. Traten de obtenerlas; cada uno de ustedes tiene el derecho de poseerlas. Nadie puede mantenerlas alejadas de su mano. Ustedes hablaron del templo de Brahmeswara que hubo una vez aquí, pero que se ha quedado bajo las arenas del río. No dejen que el templo del Señor que está en el fondo de su corazón sea igualmente barrido por las arenas de los deseos (kama) y del odio (krodha). Hablaron de los muchos rishis y yoguis que han hecho sus prácticas ascéticas (tapas) aquí según la tradición. Bien, aquellos rishls y yoguis sabían lo que es real y lo que es irreal. Controlaban el vagabundeo de la mente y moraban en la paz (shanti). Fijen su atención en estos valores eternos; entonces no serán arrebatados por ráfagas de pasión o accesos de furia. Así, este pueblo, lleno de amor y ayuda mutua, será el ideal en kilómetros a la redonda. Pueblo de Budili, 09-09-1959.
24. BAHUMATI Y EKAMATI Aunque esta área y esta ciudad no son nuevos para mí, es ésta la primera vez que la mayoría de ustedes me ven. Cuando se preparan unos platos más, un día pasa a ser festivo. Por eso cuando se celebran aquí las Competencias Atléticas del Distrito es un festival para los muchachos y estudiantes así como para los padres y otros interesados en el bienestar del país. Todos han puesto una cara alegre olvidándose de las tareas diarias. Han presenciado las competencias y los juegos y disfrutado del ansia y entusiasmo de los participantes. Los estudiantes sentados ante nosotros son los instrumentos con los cuales habrá de ser formada la India de mañana. Sus maestros, que también se encuentran aquí, tienen suerte realmente; pues el destino les ha asignado la noble tarea, la oportunidad dorada de servir a los intereses del pueblo de esta agradable manera, de pasar su tiempo en compañía de muchachos inocentes y frescos. El padre, la madre y el maestro son los tres responsables primordiales en la forja del futuro país. De éstos, el maestro tiene el papel más importante, pues es especialmente adiestrado y seleccionado para la tarea; él la emprende voluntariamente y por lo tanto debe llevarla a cabo empleando al máximo sus habilidades sin vacilación; el niño, los padres y el público, todos tienen confianza implícita en él y esa confianza debe ser pagada con un servicio honesto. Él es honrado y respetado por los niños y por el público como el gurú, con todas las santificadas asociaciones de esa palabra. Puede ser pobre, abandonado por sus superiores, pero la satisfacción que saca de su silencioso trabajo creativo es suficiente compensación. El maestro nunca debe maldecir a sus alumnos no importa cuál sea la vocación; él debe siempre bendecirlos. Si él jura como un patán, a patán se reduce. Él debe vigilar rigurosamente su comportamiento y ver si ti algún hábito o rasgo negativo que de imitarlo los alumnos sería dañino. De otro modo, estará enseñándoles hipocresía a los niños alentándolos a que adquieran la maña de que no los descubran. Es pura debilidad mental y cobardía el permitir el desarrollo de hipocresía. Si tienen el valor de enfrentar las consecuencias, nunca proferirán una falsedad. El maestro no debe tratar de mandar por el medio fácil temor, pues esto está lleno de peligrosas consecuencias para los alumnos. Empleen más bien el camino del amor. Los maestros deben adoptar la disciplina de la repetición del nombre y de la meditación; esto les dará la tranquilidad interna que tanto necesitan. Deben crear una atmósfera de vida sencilla y de altos pensamientos, pues los alumnos inconscientemente los aceptan como héroes y empiezan a imitarlos. Deben transmitir a la generación venidera las riquezas que las generaciones pasadas han acumulado, o sea, las disciplinas y descubrimientos espirituales. Apréndanlos ustedes mismos y enséñenlos a sus alumnos. Esto les permitirá descargar la deuda que tienen con los rishis de la antigüedad. Yo sé que cuando siembran semillas amargas no pueden cultivar granos dulces. Sin embargo, hay ciertas cosas que son posibles hasta bajo las limitaciones de los programas y cursos de estudio. La señal inconfundible de la lluvia es el piso mojado; así también, la señal de una persona que ha tenido algunos años de instrucción son las buenas maneras; debe tener humildad y saber que el campo del conocimiento es tan amplio que ha sido incapaz siquiera de tocar el borde del mismo; debe tener conciencia de su parentesco con toda la humanidad y debe mostrar ansia de servir a los demás, en todo momento, con alegría y sin deseo de publicidad. El muchacho educado debe moverse entre los demás de manera libre y amistosa. Dios es la fuerza motriz en cada uno, está detrás de todos los buenos impulsos y las actitudes útiles. Todos ustedes son cuentas separadas ensartadas en un solo hilo: Dios. Por eso el odio es feo, innatural e inhumano; está contra el centro de amor que hay en cada quien. Respeten siempre la opinión y el punto de vista ajenos. No empiecen una disputa por la más mínima diferencia de opinión. El otro puede tener la razón y ustedes estar equivocados. Reflexionen sobre el argumento del otro; podría tener la ventaja de saber más acerca del tema o ustedes pueden estar prejuiciados a favor o en contra; o él puede saber más que ustedes. Todas las diferencias de opinión no se deben al odio personal, recuerden. Por encima de todo, debo decirles una cosa. Honren a sus padres y a los aldeanos entre los cuales crecen. Agradézcanles a los padres los cuidados y sacrificios que hacen por ustedes.
Sean también agradecidos con el pueblo donde vieron la luz por primera vez. ¿De qué sirve que después de haber nacido y crecido en la cuna de su amor, corran a algún otro sitio y hagan ese sitio un lugar mejor? Vuelvan siempre la atención hacia su pueblo y busquen la forma de mejorarlo. Esa es la gratitud que deben mostrar. Luego, sin falta, dominen las materias previstas en sus programas de estudios; pero junto con ellas, estudien también los principios del sanathana dharma, de la eterna moralidad o deber. No lo desprecien por ser eterno, por que venga desde muy antiguos tiempos. Ha resistido la prueba de los siglos y es capaz de darles alegría y paz hoy mismo. Es como una amante abuela, ansiosa y capaz de nutrirlos con ricos manjares. Ustedes no permitirán que semejante abuela se muera de abandono, no es así? Una vez, un avaro vivía en una casa que se goteaba; el agua de la lluvia entraba por el techo pero él lo aguantaba todo. Los vecinos se reían de él y le decían que reparara el techo. Pero en la época de las lluvias replicaba: "Dejen que se acaben las lluvias; ¿cómo puedo repararlo ahora?" y cuando cesaban las lluvias, él aducía: "¿Por qué he de preocuparme de las entradas de agua ahora que ya no llueve?" No soporten las goteras cuando vengan las lluvias, que siempre vienen; reparen el techo ahora mismo. O sea, familiarícense con los libros y textos espirituales ahora mismo; empiecen con las primeras lecciones de silencio, oración y el canto del nombre del Señor. No es nunca demasiado pronto en el reino espiritual. Ahora que se ponen chaquetas deportivas y se pavonean en pantalones, causando envidia entre los niños pequeños que no pueden darse ese lujo, se sienten gozosos. Pero podrán sentirse legítimamente orgullosos sólo cuando sean capaces de controlar los caprichos de la mente y dirigir sus emociones y deseos por canales honorables y sanos, enfrentándose hasta a la burla de sus llamados amigos. Esa es la verdadera libertad, el verdadero éxito. Si alcanzan este estado, se volverán experimentados conductores y se les podrá confiar el volante en cualquier camino con cualquier carga, no importa lo valiosa que ella sea. De esta manera no se causarán daño a sí mismos ni a otros. Entonces merecerán ser líderes. Sean ansiosos y celosos por saber más y más acerca del arte del vivir feliz, del vivir jubiloso y tranquilo. Sólo se puede adelantar paso a paso y hay el peligro de resbalar dos pasos cuando trepan uno. Lo que importa es la determinación de subir, la resistencia con la cual se combate la tendencia a resbalar, el anhelo de elevarse, de progresar, de conquistar los impulsos e instintos bajos. Si tienen esto, surgirán dentro de ustedes ocultas fuentes de poder; la gracia del Señor suavizará su camino. Mantengan el ideal al frente de ustedes; sigan adelante. En el estudiante de hoy está el maestro de mañana y el director después. ¿Cómo? Por el estudio, por el desarrollo de un carácter confiable. Sólo aquellos que tienen ideales son respetados y recordados con gratitud por la posteridad. Rama es honrado y adorado mientras que Ravana es execrado. ¿Por qué? Por el carácter que demostraron. Tengan el progreso de su país, de su sanathana dharma y de su propio ser delante del ojo de su mente. Permitan que el hambre y el deseo de servir a estos tres crezcan más y más. Entonces sus estudios servirán a un propósito y un sentido de misión. Así, adquirirán temor del pecado, temor del Dios interno, temor del mal, respeto por los mayores y fe en sí mismos. Una cosa más. No hagan nada que provoque las lágrimas de sus padres. Hónrenlos y obedézcanlos. No los condenen por anticuados. "Lo viejo es oro". Hablan debido a una mayor experiencia del mundo y de sus trucos. Bueno, Anjanappa y otros me han pedido que les distribuya los bahumatis a ustedes. Ellos querían decir que yo distribuyera los premios, pero bahumatis significa "mente múltiple". ¡Ahora bien, yo nunca doy este tipo de mente! Insisto siempre en una mente centrada en un propósito (ekagratha). Anjanappa expresó el deseo de que yo les diera algún alimento consagrado (prasadam). Mi prasadam es siempre Anandaprasadam o sea el alimento mismo de la bienaventuranza. Esto se puede obtener sólo centrando la mente en un solo punto (ekamati). No me gusta esta competencia y estas rivalidades, este cultivo del egoísmo por medio de premios y clasificaciones. Estoy seguro de que ninguno de ustedes aquí se dejará afectar por el orgullo o por el desaliento. Tomen el fracaso con tranquilidad y tomen la victoria también con tranquilidad. Esto último es un ejercicio mental muy difícil. Los ganadores deben agradecerles su victoria a los perdedores, pues si éstos hubieran desarrollado sólo un poquito más de esfuerzo, hubieran ganado los premios. Los perdedores, al correr lado a lado con ustedes,
también los impulsaron a correr más rápido y así los animaron a ganar. Ellos les dieron el ánimo para que lo pusieran en ese paso extra que les trajo el premio. ¡Y los perdedores! Les pido que no pierdan la confianza en sí mismos. No den demasiado valor a la victoria ni demasiada importancia a la derrota. Aun cuando fallen en los exámenes, no se desesperen ni hagan tonterías como la de atentar contra sus propias vidas. La vida es mucho más preciosa que eso. Nacieron para cosas mucho más importantes que el pasar en los exámenes. Sean valientes y pacientes. No está perdido todo si no pasan un examen que pone a prueba sólo un aspecto de su inteligencia. Su destino no depende de las notas de los exámenes; depende más de su carácter, de su voluntad y de la gracia de Dios. El director expresó el deseo de que este plantel sea una escuela secundaria. Yo bendigo y deseo que pueda ser elevada a ese nivel pronto y devenga fuente de luz y cultura para esta parte del país. Madakasira, 25-11-1959.
25. MANUSHYA Y MANAS El doctor Bhagavantham me pidió ahora que les hablara a ustedes; pero yo no digo discursos, sólo converso con ustedes. No digo discursos en público ni me dirijo a asambleas, como hacen tantas de las personas que hablaron antes. Pronunciaron discursos que eran verdaderos festines para el oído. Mi conversación, empero, será medicina para la mente. Ellos dieron una conferencia; yo daré específicos. Así, ustedes deben tomar mi charla en su mente con mucha atención y sin desperdiciar ni una palabra. Usualmente, cuando se les pregunta dónde está Dios, apuntan al cielo o algún lugar distante y dicen Él está allí, como si Él fuera una simple persona y tuviera un lugar de residencia definido. Pero Nara, el hombre (y todos los hombres), es el mismo Narayana; Manava, la humanidad y cada una de las especies, es Madhava, o el Señor del universo. De esta manera, el número de dioses es treinta y tres crores o sea trescientos treinta millones, como se asienta en los Sastras o, si se calcularan en la actualidad, muchos más. Es un engaño el que ha inducido a Narayanaswarupa, a la misma forma de Narayana, a imaginar y a comportarse como si él fuera nada más que un Nara u hombre. Para remover este engaño, hay varios medios adecuados a las necesidades de cada doliente. Pero todo el tratamiento y toda la lucha es para lograr la experiencia de ser Narayana y de descartar la entidad limitada, confinada y relativa de Nara. Esa es la cosecha única que se obtiene de todos los distintos procedimientos. Mientras el hombre no se entienda a sí mismo, no se acabará el engaño ni el dolor resultante del mismo. Permítanme decirles que no pueden entenderme ni entender mi secreto (del cual el doctor Bhagavantham y el director de ustedes tanto hablaron), sin antes entenderse a ustedes mismos. Pues, si son demasiado débiles para captar su propia realidad, ¿cómo pueden aspirar a penetrar la mucho mayor realidad de mi advenimiento? Para captar mi significancia deben romper en pedazos las dudas y teorías que ahora tienen y cultivar el amor o prema; pues la encarnación del prema puede ser comprendida solamente a través del prema. Los milagros y maravillas que Bhagavantham dijo no podían ser explicados por las categorías de la ciencia me son tan naturales que me divierte cuando les ponen el marbete de milagros. El Señor había anunciado que Él vendría para la restauración del dharma y que asumiría forma humana para que todos pudieran reunirse en torno a Él y sentir la viva emoción de su compañía y conversación. Y el Señor ha venido, como fue anunciado. Para aquellos que son jalados por los lazos de la mente, el intelecto y el ego, las cosas que van más allá de estos tres son inescrutables; hay un límite más allá del cual la mente y el intelecto no pueden pasar. Es por esto por lo que el poder supremo (Mahasakthi) tiene que envolverse con maya y bajar al nivel de la comprensión humana. Este Bharathavarsha, la India, es el lugar de nacimiento de la ciencia espiritual. Aquí, cada hombre, mujer y niño es un estudiante de esta ciencia. Cada uno aquí tiene derecho al estudio de este tema supremo. La antigua herencia debe ser transmitida a cada niño y niña del país, y no sólo a los estudiantes de instituciones como ésta. En esta ciencia espiritual se han destacado un método u otro durante los varios periodos de la historia. Una vez fue el mantra, en otra época el yajna (ofrenda), más tarde el yoga y después del surgimiento del budismo y su expansión por toda la India y los países vecinos ha sido el tantra. Sankara le dio gran empuje al tantra y Kalidasa también lo consideraba importante. Floreció debido al aliento que Shivaji dio a los sabios tántricos, y dominó la vida espiritual del país durante muchos siglos. Tantra significa sólo aquello que salva bien, así no hay razón de sentirse apologético al respecto. Es sólo un medio de lograr la meta de fundir el jiva con Brahman. Sir John Woodroffe ha demostrado en sus libros que el tantra es una disciplina sistemática que emplea el simbolismo y la sublimación para purificar los instintos y controlar la mente. Él eliminó en gran medida el prejuicio que había mantenido a la gente alejada del tantra. Es la ciencia espiritual basada en el poder o shakti que asume una parte central en el progreso espiritual del hombre. Examinen cada uno de ustedes su propio modo de ser mental y vean si han usado su discernimiento (viveka) y su comprensión (vijñana) para vestirse de desprendimiento (vairagya) para que no sufran del apego a cosas que desaparecerán. No faltan libros que enseñan cómo
liberarse de las aflicciones. El Gita se obtiene en todos los idiomas y a muy bajo costo, digamos, cuatro annas por ejemplar. Del Bhagavatha y del Ramayana y de los demás libros se venden miles de ejemplares por día; pero no hay nada que indique que han sido leídos y asimilados. El aliento de la boca debe dar una idea del alimento tomado, ¿no es así? Pero las costumbres, la conducta, el carácter de los lectores de estos libros no han sufrido ningún cambio hacia una mejoría. El egoísmo y la codicia todavía están imperantes; el odio no ha disminuido y la envidia roe las entrañas del hombre. Similarmente, no traten mis palabras muy a la ligera; no digan: "Vimos a Sai Baba y le oímos hablar y todo estuvo muy bueno". Decidan por lo menos llevar a cabo alguno de los consejos acerca de su adelanto espiritual. Es muy nocivo mancillar el cuerpo haciéndolo realizar una sola mala acción o haciéndolo moverse entre malas compañías. Santifiquen al cuerpo, santifiquen cada actividad dedicándola a un alto propósito. No les estoy ordenando hoy con base en mi autoridad; se los estoy diciendo por la plenitud de mi prema, fundándome en el derecho que tengo de disciplinarlos y dirigirlos por el sendero. Yo sé que los mayores, al mismo tiempo que desatienden el cultivo de las más altas virtudes y descartan la disciplina de la repetición del nombre (japa) y de la meditación (dhyana), cometen el crimen adicional de burlarse de sus hijos que sienten la dulzura del nombre del Señor y que frecuentan los lugares donde pueden encontrar buena compañía, altos pensamientos y enseñanza espiritual. Les llaman dementes a estos jóvenes y tratan de curarlos con su propio curso especial de castigos. La insania de sus hijos es ciertamente preferible a la locura por el lujo, por el juego, por la bebida y por las costumbres desenfrenadas que han llegado a ser el único bien que los mayores dejan para sus hijos. Sus estudios aquí deben desarrollar su discernimiento (viveka), no su egoísmo. No discutan tan sólo por discutir, pues llegarán solamente a una sabiduría seca y al orgullo del intelecto. Esta ansia de criticar es una enfermedad del intelecto y debe ser eliminada de raíz. Examinen con detenimiento y cuidado las cosas que no les gusta. No lleguen a conclusiones, sean favorables o desfavorables. Esto sería abdicar su precioso estado de pensadores y su responsabilidad para con ustedes mismos. El sol mismo que está a millones de kilómetros de distancia puede encender cualquier objeto si por medio de una lupa sus rayos se enfocan a un punto. Enfoquen así todos sus poderes de observación y juicio en un tópico y ese seguramente se destacará. El mundo mismo está sujeto a una constante agitación; ¿cómo puede tener éxito en él su plan de llevar una vida tranquila, contenta, pacífica? Es como tratar de flotar en un mar tempestuoso sin hacer el menor esfuerzo. En tales circunstancias, lo más conveniente es reconocer el hecho y no tener preocupaciones por lo inevitable. Manushya, la palabra que significa hombre, implica que el hombre es el maestro de su mente o manas. Cuando se acercan a mí y se quejan de que no pueden concentrarse, yo me río de su debilidad, pues hasta el chofer de un automóvil es un maestro en el arte de la concentración. Él no presta atención a la charla de quienes van atrás o a la de la persona que va a su derecha. Él observa con la atención centrada en un solo punto, la carretera delante de sí. Si tienen sinceridad (sraddha), más de la mitad de la batalla está ganada. Es por esto que en el Gita, Krishna le pregunta a Arjuna: "Has estado escuchando con la atención centrada en un solo punto lo que he dicho?" y Arjuna, como buen estudiante que es, dice en respuesta que aun en medio de los ejércitos opuestos colocados en el campo de batalla, él ha escuchado con aguda concentración las palabras del Señor. Aprendan esa concentración y en sus estudios les será de mucha utilidad. Se me ha pedido que inaugure la biblioteca de este colegio con el acto simbólico de darle al director estos libros para que los coloque en los estantes junto con las obras que ya se encuentran allí. Vengan y lean los libros en la biblioteca y disfruten de las enseñanzas dadas por grandes sadhakas y siddhas. Dejen que se acerquen los niños también y palpen los libros y den la vuelta a las páginas; la biblioteca debe ser útil a todas las personas de esta ciudad desde la edad de dos años hasta los 60 y 70. No es como un hospital, que no es necesario para algunos. La biblioteca beneficia a todos y deben sacarle el mayor provecho. La sabiduría que estos volúmenes contienen debe infiltrarse en cada hogar en Aukiripalli.
La enseñanza del sánscrito debe adelantar por medio de los esfuerzos y del entusiasmo de ustedes; el mundo entero se beneficiará si siguen manteniendo en alto su brillante llama. Llenen esa responsabilidad suya al máximo de su habilidad y el Señor derramará su gracia sobre ustedes. No confundan la técnica con la meta; no pierdan su camino en la maraña de la erudición. La erudición y la enseñanza son sólo los medios para la maestría de la mente. Vayan de la creación al creador. Colegio Markandeya de sánscrito, Aukiripalli, 22-01-1960.
26. EL MUNDO, MI MANSIÓN Esta asamblea me recuerda el mar, pues en esta sala tenemos olas de personas que vienen de distintos rumbos y van hacia Dios; gente que sigue distintos senderos para alcanzar la paz y la felicidad. Mi misión es la de darles ananda o bienaventuranza y siempre estoy listo para hacerlo. Mi idioma quizá les cause dificultad a algunos de ustedes que no entienden el télugu, pero en una asamblea como ésta siempre habrá alguien que no entienda, cualquiera que sea el idioma que hable, así es que hablaré en télugu. Hay cuatro cosas en las cuales el hombre debe interesarse: ¿Quién soy yo? ¿De dónde vine? ¿Adónde voy? ¿Cuánto tiempo estaré aquí? Los cuatro Vedas dan contestación a estas cuatro preguntas. Toda indagación espiritual empieza con estas cuestiones y los intentos de encontrar las respuestas. Supongan que se pone una carta al correo sin la dirección a la cual debe ir ni la dirección del remitente. Esa carta no llegará a ninguna parte. Es una pérdida de tiempo el haberla escrito. Así también, es una pérdida de tiempo el haber venido a este mundo, si no saben de dónde han venido y adónde van. La carta irá a la oficina de cartas no reclamadas. El alma individual (jiva) estará atrapada en el ciclo de nacimientos y muertes y no podrá nunca encontrarse. Para esto se necesita investigar la naturaleza del atma (atmavichara), y para llegar felizmente a las respuestas correctas, las prácticas espirituales son esenciales. Las respuestas deben volverse parte de su experiencia. El sadhana o prácticas espirituales, deben hacerse de manera sistemática y disciplinada, en una atmósfera de virtud. Al igual que en esta sala tenemos ventiladores para refrescar el ambiente y hacer posible que se pueda sentar una concurrencia tan grande, así también los abanicos de la verdad, del deber, de la paz y del amor son necesarios para reducir el calor sofocante de la ignorancia (ajñana), de la falsedad (asathya), de la injusticia (anyaya) y de la indisciplina (akrama). En un mundo donde el dharma es insultado y negado a cada momento, la paz y la tolerancia son los caminos por los cuales el hombre puede salvarse. Esto es la suma y la sustancia de todo lo que tengo que decirles y de lo que deben cultivar. En cada acto, tengan tolerancia, paciencia, ayuda mutua. En la familia, cultiven la paciencia y el respeto mutuo; en la comunidad, tengan dharma y justicia; en la comunidad de pueblos, tengan el ideal de la paz. Se dice que el cuerpo es el tabernáculo de Dios; el mundo es el cuerpo de Dios. Un pinchazo en un dedo del pie es inmediatamente reconocido como una lesión, pues el dedo es parte del mismo cuerpo. Así también, el sufrimiento en un rincón del mundo preocupa al Señor lo mismo que el sufrimiento en cualquier otro. Cuando se formó el estado de Andhra alguien me dijo que me habían sacado del estado de Madrás y me habían cambiado para Andhra. Yo le dije que el mundo entero era mi mansión y que Madrás y Andhra eran estancias en esa mansión. El mundo es un templo, el templo del Señor, su cuerpo en el cual reside. Al venir aquí en el automóvil, pasé por varias calles y vi varios pandals (toldos) y salones decorados porque tenían discursos religiosos y conferencias y exposiciones de textos y escrituras sagradas. Se habían reunido masas de gente en cada lugar. No faltaba entusiasmo por las conferencias y los bhajans. Sin embargo, el ateísmo no tiene freno y el número de personas que niegan a Dios y vituperan contra los aspirantes que están en el sendero hacia Él va en aumento. ¿Por qué? Porque el comer el alimento no garantiza en sí la digestión. Sólo la práctica de una milésima parte de lo que han leído u oído puede ayudar a dar paz y alegría. Lo que se necesita ahora es esfuerzo, valor y fe (utsaha, dhairya y viswasa). En cuanto al esfuerzo, deben seguir una rutina regulada aprendida de algún adepto en este campo. En cuanto al valor, deben tener conciencia de su propia importancia a fin de poder elevarse espiritualmente; no se traten nunca de pecadores nacidos en el pecado, criados en el pecado y dedicados al pecado. ¡No! Este tipo de autocondena no es lo conveniente para un hijo de Dios, un hijo de la inmortalidad (amrithaputra). En cada uno de ustedes, Dios es el espíritu motor, el alma misma. ¿Cómo entonces pueden ser malos, cuando están aquí para cumplir con los designios de Dios, de acuerdo con su voluntad, su plan, su ley? Él los ha dotado de muchas facultades para que puedan buscarlo y alcanzarlo. Por lo tanto, no son simples individuos indefensos y abandonados que pagan una sentencia de muerte. Son formas o encarnaciones
mismas de la bienaventuranza (anandaswarupas) nacidas con una rica herencia, que es suya con sólo pedirla. Pero no la piden. Tengan fe en su destino y trabajen alegre y firmemente para alcanzarlo. La devoción (bhakthi) es simplemente rakti o apego a bhagavan o Dios, afecto por el ser supremo. No se necesita ir muy lejos del hogar para cultivarla. Si la semilla es sembrada lejos de la mata madre, ¿va a ser diferente? Si la hierven, por supuesto no volverá a crecer y a ser una carga para el mundo. Similarmente, hiervan sus instintos e impulsos y escalden sus ansias sensoriales que los esclavizan. Esto los acercará más a Dios, dondequiera que se encuentren. Del Océano de Leche, cuando fue batido por los Devas y los Asuras, emanó la vaca de la abundancia, el árbol colmador de deseos, la diosa de la riqueza, el elefante de lndra de los cuatro colmillos, y también el veneno más mortal, el Halahala. De igual manera, la mente del hombre es batida por las fuerzas del bien y del mal cada día y de la misma mente emanan tanto el bien como el mal. El mal viene porque la mente fluye hacia los placeres sensoriales y se pierde en las ciénagas de la codicia y de la envidia, de la lujuria y del orgullo. Cuando el león despierta de su sueño y ruge, todos los animales pequeños que dominaban hasta entonces huyen despavoridos. De modo similar, cuando ustedes despiertan y repiten el pranavamantra, Om, todos los mezquinos instintos animales que pavoneaban en la oscuridad huirán. En su propio corazón tienen a la entidad que está fuera del tiempo y del espacio; y si siguen en contacto con ella a través del pranava o por cualquier otro símbolo, los locos pensamientos e impulsos no se atreverán a acercarse. Si tienen la gracia de Dios, ningún demonio (graha) podrá hacerles daño; las influencias maléficas hasta de la más potente combinación de planetas con las cuales los astrólogos los aterrorizan, desaparecerán en un momento. Para obtener esa gracia, hay dos prescripciones: Priyam Vada, hablar con amor en lo que concierne al mundo; y Sathyam Vada, hablar la verdad en lo que concierne al prójimo. El amor es el arma; el autoexamen (vichara) es la rueda que debe ser accionada perpetuamente a fin de obtener la luz del amor. Hasta tanto no surja el amor, tendrán que estar en la oscuridad del odio, donde aun el más mínimo movimiento crea temor y suspicacias. Nunca cedan a la indolencia o a la desesperación. Soporten las pérdidas y la aflicción con alegría; pues les ayuda a endurecer su personalidad. El diamante se encuentra entre las rocas; habrá que barrenarlas hasta llegar a la veta a fin de obtener el oro. Sigan el estricto régimen que el médico espiritual les recomienda a fin de hacer que la medicina produzca el mejor resultado. La batería de su carro se carga cuando vienen a Puttaparthi o cuando van a algún otro lugar santo. O por lo menos éste debería ser el objeto de su peregrinaje. Carguen la batería de su sadhana y luego, después de regresar a sus casas, no mantengan al carro ocioso. Si lo hacen, la batería se descargará; sáquenlo y manténgalo en marcha; entonces la batería se cargará sola. Así también, si no continúan con las satsangas (reuniones con personas buenas), sathpravarthana (el buen comportamiento), y bhajans y namasmarana, entonces toda esta carga se pierde. No he venido para hacerme propaganda o publicidad ni para ganar discípulos o devotos. Yo les pertenezco a ustedes y ustedes a mí. ¿Cuál es entonces la necesidad de publicidad? No doy conferencias sino pociones para su salud mental y su tonificación moral. Por ello tomen mis palabras como la medicina necesaria para su salud. Gokhale Hall, Madrás, 25-06-1960.
27. LAS VERDADES FUNDAMENTALES Esta vida que comienza con gemidos debe acabar con una sonrisa. Cuando pequeños, todos a su alrededor sonreían mientras ustedes seguían llorando. Pero cuando mueren, todos a su alrededor lloran por la pérdida, pero ustedes deben sonreír en paz y con tranquila resignación. El bhoganandam debe finalmente convertirse en yoganandam; los placeres de los sentidos deben gradualmente dejarse atrás y debe desarrollarse el gusto por el placer más elevado y más duradero que se puede derivar de las fuentes de su propia personalidad. Para el yoga, la devoción es lo principal, la cabeza y la corona. La paz y la felicidad (shanti y santhosham) son los otros ingredientes esenciales. El fuego del dolor y de la alegría arde cuando el combustible de las pasiones (vasanas) es metido en el horno de la mente. Saquen el combustible y el fuego muere. Eliminen las pasiones, la fuerza de los impulsos, incitaciones e instintos y se volverán sus propios maestros. Esto se hace en el yoga por medio de varios ejercicios fisiológicos y psicológicos. Pero la devoción es el medio más fácil para este fin. La repetición del nombre es suficiente. Se dice que el nombre de Sitarama era suficiente en el Tretayuga, el nombre de Radhesyama era suficiente en el Dwaparayuga, y en el Kaliyuga; yo les digo que todos los nombres tienen esa capacidad. Cuando repiten el nombre de Radhesyama, deben contemplar el significado del nombre; deben tener delante del ojo de la mente los misterios más profundos de la palabra; entonces, el namasmarana producirá resultados más rápidos. Radha no es un individuo. Simboliza a dhara, que significa la tierra o prakriti, el jada, la creación. Krishna o Syama es el creador, el principio activo, el chith, el purusha. Sakthi es el Paramatma o poder supremo; el vyakti o apariencia es el jivatma o alma individual; el océano es sakthi y la ola el jiva. Todo el sabor y toda la fuerza y rugido de la ola se derivan del océano y desaparecen en el océano mismo. La desaparición de la ola-forma y del nombre ola se llama moksha, liberación, o sea la fusión de la ola en el océano del cual parecía diferenciarse. La desindividualización es, en otras palabras, moksha, liberación. Cuando cantan bhajans y entonan el nombre de Dios, deben contemplar esas verdades fundamentales. El namavali de Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare; Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare tiene dieciséis palabras y cada una de las dieciséis significa una virtud que debe cultivarse junto con ese bhajan (aquí Baba recitó un canto en télugu que Él improvisó en el momento que indicaba las dieciséis cualidades). Él debe estar pleno de devoción, preparado para disfrutar del sufrimiento, libre del apego a lo transitorio, ansioso de servir al Señor; de conducta correcta, caritativo, de reputación intachable, sin mancha en su carácter, pleno de contento, provisto de todas las virtudes, equipado con los frutos del conocimiento, de madura sabiduría, controlado, adornado de loables rasgos sociales, movido por la humildad y totalmente dedicado a Dios... O por lo menos debe orar, con la repetición verbal de cada palabra, por el crecimiento dentro de sí de cada uno de esos logros que lo llevarán más cerca de la meta. Si él tiene estas virtudes (aquí Baba citó la última línea del canto que acababa de componer), vade neo noudu, nene vadoudu, "Él es yo, yo soy Él". Sí, deben luchar por ello. No pueden llegar a la cima sin esfuerzo. Tengan fe en la victoria final; reúnan valor y fe de donde puedan conseguirlos; no tengan contactos con quienes siembran semillas de temor o de duda. Atesoren toda la confianza que obtienen aquí, foméntenla y cuídenla bien. No la dejen escapar de sus manos en el momento en que salgan de esta reja. Las plantas jóvenes deben cuidarse muy bien, regarse, abonarse y protegerse de los insectos. ¿Pueden ustedes pasar un examen sin estudiar los textos? iAh, pero esto es lo que esperan hacer! Deben liberarse del apego a las cosas pasajeras y fortalecerse y estar más allá de la tentación. Los peces son felices porque se encuentran en el agua; si se les saca de ésta, luchan y sufren mortalmente. Así también, el hombre se siente feliz cuando está inmerso en prema, shanti y sathya; esos son los elementos del agua que le da vida; cuando se le saca de ella, él también sufre y se siente terriblemente miserable. La vida mundana es que lo saquen a uno del agua. El sadhana es la lucha para volver al elemento vital. Para triunfar en esta lucha, no dependan de otro; dependan de ustedes mismos y de la gracia de Dios. Recuerden que Rama y Kama (amor
sexual) no pueden estar juntos; donde está Rama, Kama, no puede progresar; donde está Kama ¿cómo puede entrar Rama? Cada persona debe tener, como corriente única (dhara), a la adoración (aradh) en calidad de base (adhara); ese es el modo más fácil de ganar a Syama. Al llevar ustedes a cabo un esfuerzo semejante sin interrupción, el Señor mismo vendrá para ser su guía. Cuando Madhurakavi estaba practicando el ascetismo (tapas) vio delante de sí un gran pilar de luz que llegaba hasta el cielo y vio a la Dakshinamurti (forma tántrica de Shiva) en esa luz. Luego el pilar se movió y siguió moviéndose de manera que él podía seguirlo, y, por fin, la luz lo llevó a Nammalwar, quien convino en su gurú. El gurú luego le hizo darse cuenta de la realidad. Vemana y Thyagaraja alcanzaron las alturas de la experiencia espiritual a través de la gracia del Señor y el aliento que derivaban de sus apariciones. Órenle y Él se revelará. Él es el hilo en la tela, el oro en esta aparente variedad de joyas; Él es el barro de todas estas vasijas; Él es el agua que sostiene todas estas olas. Una vez que hayan realizado esto, estarán llenos de amor y respeto para todos, pues todos son de la misma forma que el Señor mismo. No hablen con cinismo de los sadhakas o practicantes. ¿Qué saben del ánimo del devoto para juzgarlo tan fácilmente y tildarlo de loco o fuera de sí? Nunca discutan las normas espirituales alcanzadas por otros; perseveren en su propio camino. Sean moderados en el habla, en el sueño, en su comida. Nunca sientan vergüenza de cantar el nombre de Dios o de cantar himnos devocionales. Siéntanse orgullosos de tener la oportunidad, siéntanse felices de que su lengua sea utilizada para el mejor de los usos. Cuando el artista ve una piedra, inmediatamente ve la bella forma que está oculta en esa piedra, aprisionada en ella; y no tendrá paz mental hasta que no haya liberado de la piedra esa forma. No vean la piedra como una piedra, vean a Dios que está en ella, a la realidad básica que está en ella. Durante mucho tiempo Vemana no visitó ningún templo; él se reía de aquellos que consideraban que la imagen era un símbolo de la divinidad. Pero cuando murió su hija, un día tenía el retrato de ella en su mano y lloraba por la pérdida. Entonces, de repente le vino la idea de que si el retrato podía causarle dolor y hacerlo llorar, la imagen también puede evocar alegría y traer las lágrimas a los ojos de aquellos que conocen la belleza y la gloria del Señor. La imagen era sólo un recordatorio de la presencia del Señor en todas partes y en todo. El Señor es el sol y si sus rayos caen en su corazón sin que lo impidan las nubes del egoísmo, el botón de loto florece y los pétalos se abren. Recuerden, sólo los botones que están listos florecerán; los demás tendrán que esperar pacientemente. Mientras tanto, sigan en la compañía del nombre del Señor; la recordación del nombre es el mejor antídoto para todos los males. Bangalore, Akhandabhajana, 10-07-1959.
28. EL MEJOR TÓNICO La peor enfermedad es la ausencia de paz. Si la mente tiene paz, el cuerpo también tendrá salud. Así, cualquiera que desee buena salud debe poner atención a las emociones, sentimientos y motivos que animan al individuo. Lo mismo que mandan a lavar su ropa, tienen que lavar la mente y quitarle la mugre una y otra vez; de otro modo, la mugre se acumula y forma un hábito, se incrusta, y será muy difícil a la lavandera quitarlo, también dañará la ropa. Debe ser un acto diario; deben cuidarse de que no se acumule suciedad en la mente; o sea, deben andar en tal compañía que eviten lo sucio. La falsedad, la injusticia, la indisciplina, la crueldad, el odio, éstos son los que ensucian. La verdad, el deber, la paz y el amor, éstos son los elementos limpios. Si inhalan el aire puro de estos últimos, su mente estará libre de bacilos nocivos y estarán mentalmente robustos y físicamente fuertes. Como decía Vivekananda, ustedes deben tener nervios de acero y músculos de hierro. O sea, deben tener esperanza, alegría y felicidad como un propósito inquebrantable, y dejar a un lado la desesperación y el desaliento. Su corazón debe ser como el cristal, con la luz espiritual dentro iluminando el mundo de afuera; el mundo de afuera reacciona ante los impulsos internos y los hace inclinarse al servicio, la simpatía y la ayuda mutua. Ahora, la gente lee y estudia toda clase de textos vedánticos ininteligibles y lucha con comentarios y notas y traducciones para captar su sentido. Se los están tragando; pero la poción no baja hasta llegar a afectar al corazón. No es traducida a la práctica. Las verdades de los Vedas se ponen en exhibición pública como en un teatro, donde se llevan trajes apropiados que se quitan en cuanto el actor sale del escenario. No se adhieren a ellos todo el tiempo ni derivan la beatitud suprema (atmananda) que pueden dar. Es principalmente cuestión de adoptar una disciplina cuidadosamente regulada y oportuna; no se puede obtener trabajando a ratos; deben ascender escalón tras escalón usando cada peldaño como punto de apoyo para el siguiente. En la actualidad no hay modo de vida sistemático de acuerdo con ningún principio conocido; esto es cierto en el estudiante, el jefe de familia, el ama o el amo de la casa. Las virtudes deben cultivarse en el hogar; cada miembro compartiendo la alegría y el dolor de los demás, y cada uno buscando oportunidades de ayudar a los demás. Hay que adherirse a esta actitud para que se pueda convertir en carácter. ¿Cómo puede llenarse un envase metido en el agua con el pico hacia abajo? Hay que voltearlo para que reciba los buenos impulsos. Tienen que aprender cada lección por el estudio sistemático; sólo la aplicación y el esfuerzo darán el éxito. En todo esfuerzo, si confían en un poder supremo que está listo para venir en su ayuda, el trabajo se hace fácil. La confianza en el Señor, fuente de todo poder, viene de la devoción. Cuando viajan en tren, sólo tienen que comprar el boleto, abordar el vagón adecuado y tomar un asiento, dejando el resto a la locomotora. ¿Por qué han de llevar la cama y el baúl en la cabeza? Así, pues, pongan su confianza en el Señor y sigan adelante lo mejor que puedan. Tengan fe en el Señor y en su gracia; traten de ganarla usando la inteligencia y la conciencia con las cuales Él los ha provisto. Todos se han reunido aquí para celebrar cuatro años de vida de este Hospital Sathya Sai Baba. Aprovecho para decirles que lo mejor y lo más sabio que pueden hacer es tratar de no enfermarse. El doctor leyó en el informe que este año el número de pacientes externos y pacientes internados, así como el número de operaciones, fueron mayores que el año pasado, como si esto constituyera señal de progreso. No creo que esto hable bien de la gente de aquí ni de su sentido de los valores. El hospital debe irradiar medidas preventivas también y tratar de educar a los campesinos en los métodos para evitar la enfermedad. Desarrollen autoconfianza; ese es el mejor tónico. Nacieron porque fallaron en ciertas materias; hay algún resto de experiencia que deben adquirir para terminar el curso. Si se convencen de que su verdadera naturaleza es el atma, entonces habrán terminado el curso y habrán sido aprobados. Para llegar a esta etapa, deben empezar por cultivar el sentimiento de hermandad con todos los seres; esto se llama Sarvasamanabhava. Es muy difícil de lograr; pero es la única forma de ver el atma que está en todos. Por ejemplo, una persona con ese sentimiento no podrá ser feliz matando animales para comérselos o cazarlos. ¿Por qué han de ir a buscar al animal en
su cueva, esperar que salga y ponerle trampas para derivar placer matándolo? Deben cultivar el amor hacia todos los seres a fin de que puedan ver al atma, la única realidad, subyacente en todos (Sarvabhuthantaratma). El Atma es omnipresente; no crean que se encuentra sólo en personas que pertenecen a ciertas castas o colores o credos; o que es de un tamaño grande en las personas gordas o de una naturaleza brillante en la gente rica. Es siempre sath, chith y ananda (ser-conciencia-bienaventuranza) en cada quien. Debe hacerse mucho sadhana o práctica espiritual para llegar a esta perspectiva. Pero pueden empezar con las cosas pequeñas. Pueden empezar evitando causar molestia a los demás, ¿no es así? Aun cuando no sean capaces o no quieran servir a los demás, por lo menos si desisten de causar daño, ese es ya un servicio meritorio. Por ejemplo, tomen las palabras que ustedes hablan, o vak. Siempre digo que vaksuddhi o la limpieza de las palabras lleva a manosuddhi o la limpieza de la mente. Es por esto que insisto en una conversación tranquila, suave, sátvica y parca, sin ira ni acaloramiento ni odio. Esta conversación no causará ninguna disputa, ni elevación de la tensión arterial ni tumulto. Promoverá el respeto y amor mutuo. Luego, no se rían cínicamente del bien que hacen otros o del sadhana de otros. Indagar sí, pero no insultar. Respeten la sinceridad del otro; respeten también a los mayores y a los hombres con más experiencia que ustedes. En compañía, compórtense de buena manera, derramando fraternidad y alegría en todo su alrededor. Luchen por la felicidad de la comunidad y de la raza humana. Oren porque todos los hombres en todas partes puedan tener paz y abundancia. Estén ansiosos por hacer el bien y sean buenos. Siendo ésta una reunión relacionada con el hospital, debo decirles también algo acerca de otras cosas. Al regular su dieta y evitar ciertos malos hábitos, pueden preservar su salud. Una comida moderada (y de tipo sátvico), promoverá el equilibrio mental y también la felicidad física. La mesura en la comida ha de ser siempre bienvenida. Mucha gente consume más que la cantidad necesaria de alimentos ricos y deben practicar la moderación. Si no fuman, escapan de un número de enfermedades que son consecuencia de esta práctica rajásica. Cualquier intoxicante o estimulante es dañino pues perturba el curso apacible de la naturaleza. La moderación en el alimento, la moderación en el habla y en los deseos y ocupaciones; el contento con lo poco que se puede obtener por el trabajo honesto, el ansia de servir a los demás y de impartir alegría a todos; son éstos los más poderosos de todos los tónicos y preservativos de la salud conocidos de la ciencia de la salud, el eterno Ayurveda. Prashanti Nilayam, Hospital Sathya Sai, 21-09-1960.
29. SATHYA SAl GITA I En el Sathya Sai Gita que Thirumalachar acaba de leer y explicar, él le ha dado mi nombre a la verdad (Sathya) que él ha experimentado. Las personas que me han visto son muchas, pero aquellas que han entendido mi significación son pocas; así también, aquellos que han visto el Gita, o sea, que lo han leído y aprendido de memoria, son legión; pero aquellos que han captado el sentido son pocos. El Gita debe ser thagi o sea, en télugu, bebido o embebido. Entonces se volverán ustedes thyagis, personas que han renunciado a sus deseos mundanos pero no a sus actividades en el mundo, llenos de desprendimiento (vairagya), libres del insensato apego al mundo sensorio. El abandonar las cosas que agradan y atan, que atrapan y esclavizan, eso es lo que se quiere decir por vairagyam. Otra cosa acerca del Gita es que no habla de la condición del jefe de familia (grihastha). Trata de los fundamentos de la vida, no el vivir en este compartimiento o en aquél sino el vivir en sí, y de los problemas más profundos de ella. Un padre de familia repitió esto a otro y por eso el Gita no manda evadir la vida como un recluso. Esa es la lección, tanto en aquel Gita como en éste. Gita significa canto; Krishna canta en Brindavan con la Flauta. Él canta en el campo de batalla también; en ambos lugares el llamado es para que lo individual se funda con lo infinito, lo universal. Para Él, el lugar de peligro (rudrabhumi) y el lugar seguro (bhadrabhumi) son iguales; ambos han sido colocados al mismo nivel para impartir enseñanza (upadesha) en la forma que más le gusta al devoto, a saber, en un canto. ¡E imaginen con qué concentración lo escuchó Arjuna! Su concentración era tan fuerte como la de las gopis o pastoras que escuchaban el mensaje de la flauta en Brindavan. Él olvidó los ejércitos opuestos, sus propios odios y entusiasmo por la guerra y se sumergió en la enseñanza que le daban. Si desarrollan esta concentración en un solo punto (ekagratha) en el Kurukshetra de sus propios campos de batalla podrán sin duda escuchar también el Gita, el Bhagavan Gita o el Sai Gita o el Sathya Sai Gita, que todos van dirigidos hacia ustedes. El Gita se cantó para remover el engaño (ajñanasammoha) causado por la ignorancia, y lo logró con respecto a Arjuna; otros, como Sanjaya y Dhritharashtra también lo oyeron sin beneficio, porque estaban todavía atados por su propia clase de ignorancia (ajñana). Dhritharashtra estaba todo el tiempo preocupado porque la batalla no hubiera empezado y porque los enemigos de sus hijos no hubieran sido destruidos. Y no se benefició. Muchos leen el Gita pero pocos se benefician de él. Deben tener el desapego y la concentración de Arjuna para aprovechar el Gita. Para ello son esenciales pureza de corazón y firmeza en la actitud. El engaño de Arjuna era el sentimiento del yo y lo mío. De repente se sintió como el que mataba, que sería responsable y que aquellos eran sus maestros y mayores y parientes. Este sentido del yo (mamakara) debe desaparecer; el yo debe ser traspasado y todas las palabras, acciones y pensamientos deben ser dedicados al Señor. El infante llora tan pronto como nace, pues el jiva o alma individual no tiene ningún deseo de enredarse una vez más en la materia (prakriti). No quiere volver a esta maya. La ciencia lo describe como el proceso de respirar por primera vez y el aclarar el pasaje del aire, pero ¿por qué debe llorar? El proceso podría empezarse de alguna otra manera, digamos, con temblores y escalofríos, ¿no es así? El niño lloroso debe más tarde dejar este mundo riéndose; la vida debe juzgarse por el fin. El amor es la semilla, la devoción es la joven planta, la fe es el abono, y la compañía de los buenos es la lluvia, la dedicación incondicional al supremo (atmarpana) es la flor, y la unión con Dios (aikyam) es el fruto. Con esto, se desecha este lazo que lo ata, y se libera. El Gita aconseja el karmasanyasa, o sea, el karma sin apego al fruto del mismo. Hay karmas que deben hacerse como deberes, relacionados con la posición en la ronda de nacimientos (samsara) y si se hacen con el espíritu apropiado, no atarán en absoluto. Hagan todo karma como actores en un drama, manteniendo su identidad separada y sin apegarse demasiado a su papel. Recuerden que no es más que un juego, un drama, y que el Señor les ha asignado un papel; hagan bien su papel, allí termina todo su deber. Él ha diseñado el drama y Él se divierte con él.
El alma universal (atma) es el océano; la tierra (prakriti) no es sino una ola en este océano vastísimo y eterno, y el alma individual (jiva) no es sino una gota en esa ola. No pueden abandonar, ni la ola ni el océano. Sólo pueden fundirse dejando el nombre y la forma de la gota. Una vez que entran a las profundidades del mar, todo es calma, todo es paz; la agitación, el ruido, la confusión, todos están sólo en la superficie. Así también en los rincones más recónditos del corazón, hay una reserva de paz donde deben refugiarse. Hay tres clases de personas: las tamásicas, que son como bolas de hierro, impermeables a cualquier influencia ablandadora; las rajásicas, que son como el algodón, absorbentes, pero no cambian su propia naturaleza; y las sátvicas, que se derriten como la mantequilla ante la alegría o dolor ajeno, o a la mención de los juegos divinos (lilas) del Señor. Se sumergen profundamente en la fuente y manantial de la simpatía. La ira, la envidia, la codicia y la intolerancia son como huecos en la vasija; las aguas de la paz (shanti), de la felicidad (saukhya) y del contento (santhosha) se escapan por los huecos y la vasija se vacía. La vasija debe ser reparada y deben taparse todos los huecos para que pueda ser útil. Ustedes llaman al Señor cuando están en una situación desesperada olvidando su orgullo y su egoísmo. Los Pandavas estaban tan llenos de miserias en un sentido mundano, que estaban siempre en actitud de oración. Si yo les hubiera dado a ustedes todas las comodidades y oportunidades, no habrían venido a Puttáparthi. La dificultad es la carnada con la cual se saca al pez del agua. Kunthi le pidió a Krishna que continuara dándoles a ella y a sus hijos toda clase de miserias para que Él pudiera otorgarles su gracia continuamente. Thirumalachar llamó esta actitud la de atma-arpana, pero el atma es Él mismo; y así ¿qué quiere decir con ofrecérsele a Él a sí mismo? Lo que deberían ofrecer a sus pies es su egoísmo, su ahamkara. Ofrezcan todo el orgullo, todo el estado de separación, todo el engaño, todo el apego que el egoísmo ha desarrollado. Esta es la adoración que deben hacer. Tráiganme todo el mal que está dentro de ustedes y dejándolo aquí, tomen de mí lo que tengo, Amor; aprendan a ver a todos como movidos y motivados por el único Paramatma. Examinen cada día lo que hacen y con qué motivos; entonces podrán pronunciar juicio sobre su progreso. Seleccionen solamente los motivos puros, las acciones puras. Olvidaron que son el atma y ahora recuerdan que son el atma. Ese es todo el progreso que tienen que alcanzar; parece muy fácil, pero es una de las tareas más difíciles. El oído está muy cerca del ojo, pero no lo puede ver directamente. Había un payaso en el palacio que siempre estaba haciendo preguntas y por lo tanto era considerado muy molesto. El rey tuvo que poner un letrero que decía: "No pregunte" para escaparse de él. Pero cuando el rey estuvo en su lecho de muerte, lo llamó y le susurró: "Me voy". El payaso le preguntó rápidamente: "¿Debo ordenar el carro real? ¿El elefante con el howdah? ¿El caballo real todo enjaezado? ¿El palanquino? ¿Hasta dónde va? ¿Cuál es el lugar exacto? ¿Cuánto tiempo va a acampar allí?" Este payaso era muy sabio. Él conocía las preguntas; empero, las respuestas no las sabían ni él ni el rey. Pero ustedes pueden pasar en los exámenes sólo si saben las respuestas. El Gita los mueve a buscar las respuestas y los dirige a experimentarlas. Les ayuda a controlar las agitaciones de la mente (chitta); destruye el engaño; desarrolla el verdadero conocimiento; les hace vislumbrar el esplendor del Señor y confirma su fe. Ustedes dicen en un momento: "Baba lo hace todo, no soy sino el instrumento" y un instante después la misma lengua dice: "Yo hice esto, yo hice aquello. Swami no hizo eso por mí". Si nunca hacen nada malo, pueden estar siempre seguros de su gracia. Todos los corazones son su propiedad, todos son de su dominio. Pero al igual que el zamindar (terrateniente) que se sienta sólo en un lugar limpio, aunque toda el área sea suya, el Señor se instalará solamente si el corazón está limpio. El Señor ha dicho que "donde mis devotos canten mi alabanza, allí me instalaré". Debo decirles que son más afortunados que los hombres de las generaciones anteriores. El mérito acumulado de muchos nacimientos anteriores les debe haber otorgado esta suerte. Me tienen a mí, es su deber ahora desarrollar esta relación que han logrado por mera buena fortuna. Dentro de cuatro o cinco años, verán a yoguis, maharishis y munis apiñándose aquí y ya no tendrán tantas oportunidades de hacerme preguntas y de obtener las respuestas, de acercarse a mí y de hablarme directamente. Así es que no actúen como ranas alrededor del loto; sean como las abejas. Los plátanos y mangos se guardan, mientras están verdes, en paja o hierba seca o en una habitación cerrada para que el calor los
madure y les dé sabor. La meditación sobre Dios les dará la temperatura apropiada para madurarse y volverse dulces y sabrosos. Hay siete cosas que deben promoverse para el bienestar del mundo: la madre, el aspirante hacia Brahman o el brahmin, los Vedas, la castidad, la verdad, el no apego y el dharma. Todos éstos están ahora en decadencia y he venido para restaurarlos en su primitiva pureza y potencia. No piensen que este Sathya Sai Gita ha sido compuesto por algún devoto y que lo leyó y explicó aquí. Como él dijo, yo soy el inspirador y él ha resumido mi enseñanza de esta manera para beneficio de ustedes. Ekam Sathyam vimalan achalam, se dice. La verdad una es pura e inquebrantable. Thirumalachar la ha reunido a su manera y se la está dando a ustedes. Desde luego que nadie puede descubrir el misterio del Señor. Ni Visvamitra, quien vino a Dasaratha y le pidió a los dos muchachos, exaltándolos como encarnaciones divinas, y luego olvidó ese hecho y se atrevió a enseñarles mantras como si fueran discípulos ordinarios. Él hasta se enorgulleció de que el Señor que había transformado a Ahalya y la había liberado de la maldición, era su discípulo. El orgullo es uno de los peores pecados en el campo espiritual. Si sienten orgullo por ser devotos de Hari, Él los harirá (destruirá en télugu), recuérdenlo. La autoentrega (saranagati) debe ser como la actitud de Lakshmana. Rama dijo: "Llévate a Sita y déjala en la selva". ¡Obediencia implícita! No hay ningún porqué. Ése era Lakshmana. Esta es la autoentrega; el resto merece sólo el Saragathi, la flecha de Rama. Este es el verdadero Gita, esta lección de autoentrega. Aumenten la fe, caminen por el sendero del dharma, libérense del engaño (vyamoha) y de la ignorancia (ajñana), limpien las actividades de la mente (chittavritti) y sepan que Él es el atma y que ustedes también son el atma. Prashanti Nilayam, 27-09-1960.
30. SATHYA SAl GITA II Si ustedes toman a Krishna por un mero pastor, un hombre mundano como otros, entonces para ustedes no será sino un pastor. Ustedes no subirán sino hasta allí. Deben de tomarlo en el sentido yóguico de que "Go" en Gopala significa jiva o alma individual y por lo tanto, Gopala significa: "El que protege, guía, alimenta y promueve a los jivas", o sea, "el protector y preservador de los seres". Habrán notado que Uddhava, que miraba a Krishna como a su gurú, se benefició más que Arjuna, que lo miraba como a un amigo. Si tienen fe de que Él es Dios, Él será Dios para ustedes; si lo descartan como a un simple hombre, Él asume ese papel y no será de ninguna utilidad para ustedes; búsquenlo con el corazón, no con el ojo de lo externo. El poder supremo debe buscarse en el estado supremo mismo, no en los estados inferiores. Entonces, si tienen los ojos adecuados para ver y la sabiduría para entender, lo encontrarán a Él. Distintas personas tienen diferentes métodos de adoración así como distintos objetos de adoración. Vishnú, Sambhu, Sarada, Alá, son todos diferentes grados de comprensión humana del misterio uno sin resolver, el inconmensurable infinito y absoluto. No deben buscar la variedad, busquen la unidad. No se mezclen en las querellas acerca de lo más alto o de lo más bajo; cuando la misma persona es honrada con diferentes títulos, por qué han ustedes de querellar acerca de la superioridad o inferioridad del título. Todos se quedarán cortos ante su gloria total. Lo que deben intentar es lograr y convertirse en lo permanente (nithyam) y en la verdad (sathyam). La verdad es aquella que es la misma en el pasado, en el presente y en el futuro; la misma en el estado de vigilia, que en los sueños y en el sueño profundo; y que no es afectada por el tamoguna, ni el rajoguna ni el satvaguna. Es más, el nombre es más grande aún que lo nombrado, pues esto puede desaparecer, pero el nombre persistirá y evocará la forma de lo nombrado. No hay ninguna necesidad de agotarse en la búsqueda del Señor; Él es como la mantequilla en la leche, como el pollito en el huevo, inmanente a cada átomo de la creación. No viene de ninguna parte ni va a ninguna parte. Él está allí, aquí, en todas partes. Desde el anu hasta el ghana, desde el microcosmo hasta el macrocosmo, Él lo es todo. Para realizar esta gran verdad, se necesita sadhana o karma, prácticas espirituales o acción. O sea karmayoga realizado con este fin, karmakousalam o karma hecho de manera inteligente. Un millonario puede tener varios vehículos, automóviles, carruajes, etc.; pero para su salud, el doctor le aconseja que camine unos cuantos kilómetros cada mañana. De otro modo se enfermará, le dice el médico. Así también, para remover el ajñana, la enfermedad de la ignorancia, uno debe hacer karma, un karma dirigido por el dharma o deber. El aceite en la lámpara es como la grasa acumulada de las acciones de vidas anteriores. Cuanto más fuerte es la llama, más brillante será la luz y más rápidamente se agotará el aceite. Practiquen un vigoroso karma y agoten los efectos del pasado y libérense del peso que cargan en sus hombros. Hay más felicidad en hacer el karma que en el fruto que pueda dar; el peregrinaje es a menudo más agradable que la experiencia real en el templo al cual fue el peregrino. Se mencionó en el Gita que no deben ansiar el fruto de su acción; pero yo digo ahora que pueden valorar el resultado de sus acciones en una medida limitada. Aquel consejo fue dado de acuerdo con las condiciones que prevalecían entonces y el engaño que Arjuna sufría. Puesto que aumentará su felicidad y le dará mayor fuerza a su sadhana, Yo digo ahora que en cuanto a su sadhana pueden hacerlo con el ojo fijo en la bienaventuranza que finalmente derivarán de ella. El director del Colegio Markandeya de Sánscrito mencionó ahora que yo nací como Janaka, como resultado de algún residuo de karma (karmasesha). No tengo ningún saldo de karma que agotar. No soy afectado por el karma, como ya se menciona en el Gita. El mahasakthi o poder supremo se viste de mayasakthi (poder de la ilusión) a fin de cumplir con el propósito de entrar en contacto y proteger a la humanidad. No tengo deseos y por ende, ningún karma que me amarre. Ustedes son los que tienen deseos, metas y anhelos que los arrastran por varios caminos. Para mí, el ananda de ustedes es mi alimento, su felicidad es el columpio en el cual yo me mezo. Su actividad es el campo de mi juego.
Hay tres clases de karma: el sahajakarma, que es automático como la respiración; el vikarma, o karma hecho con intención, como la combinación de mecha y aceite en la lámpara ardiente; y el akarma, en el cual no hay ni aceite ni mecha y por ende nada que arda. El pranayama y el yoga deben volverse tan naturales como la respiración e igualmente automático; esto es el summum bonum del sadhana, el estado de sahajasadhana. Aprendan desde pequeños a recitar el nombre y a orar y a practicar el silencio. Dejen que los niños contemplen las bellezas y la magnificencia de la obra de Dios y se llenen de misterio y temor reverencial. No cuenten ni calculen lo que Sai Baba de Puttaparthi da. No doy con el fin de atraerlos a mí; yo les doy sólo para llenarlos de ananda. El derramar ananda, esa es mi tarea. Yo no quiero que me exalten; estaré satisfecho con que se apoyen en mí. El misterioso e indescriptible poder supremo está ahora a su alcance. Nunca se dedicará a ninguna tarea que no dé fruto. Alguien ha cantado que traigo las lágrima y seco las lágrimas. Sí, traigo lágrimas de alegría a sus ojos y seco las lágrimas de dolor. Dicen que vuelvo loca a la gente y que también curo la locura. Sí, los vuelvo ebrios o locos por Dios y por el sadhana que se necesita para ello. Yo curo la locura que hace que la gente corra frenéticamente detrás de los placeres fugaces y caiga en accesos de alegría y de dolor. Algunas personas han dicho en su ignorancia que soy divino a veces y que me vuelvo humano después. Dicen que yo altero entre daivatvam y manavatvam, entre la divinidad y la naturaleza Humana. No crean nada de esto. Yo soy siempre un solo tvam. El Señor nunca sufrirá ningún cambio fundamental; solamente la forma externa puede cambiar, la esencia será la misma. No habrá ninguna declinación, como el volverse humano por un tiempo. El Señor se caracteriza por un prema ilimitado y una dulzura sin mácula. Hay dos deberes que tiene que cumplir el hombre: uno por el sendero del dharma o deber (dharmamarga) para este mundo, y el otro por el sendero de Brahma (brahmamarga) para la liberación eterna. El dharmamarga es la mano izquierda o siniestra, y por esto puede dejarse. De por sí, la siniestra se irá cuando la fruta esté madura. ¡Es la razón de que la mano se llame la siniestra! Déjenla y no sufran por ella. Pero agárrense fuertemente de la derecha, el brahmamarga, pues es correcto que así se aferren a él1. Finalmente, deben de saber cómo usar la oportunidad que han tenido en esta vida de establecer contacto con el Señor. La lámpara ilumina, pero puede ser usada para varios propósitos, buenos o malos; el Ganges es sagrado, pero sus aguas se utilizan para buenos o malos fines. Cómo ustedes usen esta oportunidad depende de su destino, de su suerte y de la cantidad de gracia que sean capaces de ganar. Desarrollen fe; fortalezcan la devoción; y el resto vendrá por sí solo. Rama era el representante de la verdad; Krishna del amor, Buddha del karma. Ahora lo es de los cuatro: sathya, dharma, shanti y prema. Sathya es el dharma. El prema da shanti. Yo les ordeno no odiar a nadie nunca, ni desearle mal, ni hablar mal de los demás. Solamente entonces podrán alcanzar a la encarnación misma de la paz (shantaswarupam). El Señor es el único que está consciente del plan, pues el plan es suyo. Ustedes ven sólo una parte de la obra en el escenario y así es muy confuso. Sólo cuando se desarrolle toda la historia, apreciarán su plan, no antes; para ello, deben ver por detrás de la pantalla de la ilusión (maya) y ponerse en contacto con el director mismo. Mientras sean actores que recitan su papel en el escenario, no pueden aprender el significado interno de toda la obra que tiene al mundo como escenario y las edades como duración. Si al desempeñar bien su papel desarrollan amor por sus compañeros de escena, esto es más importante que tener devoción por Dios. Si adquieren paz es un éxito más valioso que adquirir conocimiento (jñana). Pues la devoción es la semilla del amor y el conocimiento es la semilla de la paz. Por lo menos, los devotos deben comportarse como si fueran todos de una sola familia. Aprovechen esa oportunidad tan afortunadamente disponible de cooperación mutua en la adoración y en la práctica espiritual. Ustedes son mi tesoro, aunque me nieguen. Yo soy su tesoro, aun cuando digan que no. Seré afectuoso con ustedes y me apegaré a ustedes; tomaré todas las medidas para mantener mi propiedad segura en mi custodia. O sea, en la custodia del Señor, por cualquier nombre que quieran llamarlo. Todos los poderes que tengo son para ustedes; sólo soy el guardián, teniéndolos listos para dárselos a ustedes cuando me los pidan. Mi prema les daré aun cuando no lo pidan, pues tienen derecho a compartirlo. Algunos se quejan de que no les di esto o
aquello, pero es porque su visión está limitada al futuro o al presente inmediato; mientras que yo sé lo que les espera y así debo salvaguardarlos de mayor aflicción. Hasta me culpan y añaden vituperios, pero yo no los abandono. Recuerden. Yo no soy influido por nadie. Nadie puede cambiar mi curso ni afectar mi conducta en lo más mínimo. Yo soy el amo de todos. Pero dejen que les diga una cosa. Pronuncio palabras duras y castigo a algunas personas porque siento amor por ellas y estoy ansioso por corregirlas y por hacerlas mejores instrumentos. Si no fueran mías, yo les habría abandonado y no me hubiera ocupado de tomar nota de sus errores. Tengo el derecho de castigar a aquellos que considero míos. También sé que siguen valorando mi palabra y que se sentirán tristes de que yo muestre descontento con ellos. Se debe a su mente errante el que se dejen fácilmente alejar de mí por las palabras irresponsables de algunas personas tontas. A veces actúo como si quisiera mantenerlos a distancia; esto lo hago para reformarlos más rápidamente. Cuando se repara un tramo de carretera, yo paso por una desviación y no utilizo aquel tramo durante un tiempo. El objeto es que las reparaciones se hagan más rápidamente para que yo pueda usar de nuevo este camino. He venido para enderezar al mundo, y así, debo recoger a los enfermos y tratarlos en mi hospital y restaurarles la salud, la fuerza y la sabiduría y enviarlos de nuevo a sus puestos en la vida. Debo intensificar su devoción, reformar su fe y reconstruir los cimientos de su naturaleza moral, de manera que puedan enfrentarse a las tentaciones con mayor confianza. Me he encontrado con personas que recitan una oración y creen que están acercando el mundo a la paz en cada oportunidad en que oran. Pero la paz sólo puede lograrse por el difícil camino de la eliminación de la violencia y la codicia de los corazones de los individuos. Hay casos en que el habitante de Puttaparthi que tiene fiebre prueba toda clase de curanderismos hasta que el mal se vuelva más serio; entonces corre a buscar doctores y medicinas en Bukkapatnam y Anantapur y Chikkaballapur y Vellore, y aun se ve obligado a vender su tierra para pagar la deuda que esto acarreó. Si hubiera buscado primero un doctor calificado, todo esto habría podido evitarse. Así pues, no corran detrás de gurues que sufren de mala visión o de problemas de familia; no pidan limosna a personas que son mendigas. Eviten todo orgullo y competencia entre unos y otros en la vida espiritual. Dejen que cada quien camine a su propio paso; sólo que la dirección y el camino tienen que ser hacia Dios. Prashanti Nilayam, 28-09-1960.
31. SATHYA SAl GITA III Vidura le preguntó una vez a Krishna: "¿Cómo pudiste tomar parte en la matanza de decenas de miles de soldados en la batalla de Kurukshetra? Tú podrías haber evitado toda esa masacre y evitarte mucho trabajo cambiando solamente las actitudes mentales de los principales participantes del lado de los Kauravas: Duryodhana, Dussasana, Sakuni y Karna". Krishna contestó: "Mi buen hombre, le he dado a cada uno una suma de cualidades y de facultades. También le he dado a cada uno cierta cantidad de libertad para utilizarla como le parezca mejor. Es funcionando así como cada uno puede aprender mejor. Dando unos primeros pasos es como los pasos del niño se hacen seguros y firmes. La experiencia es la mejor, si bien la más dura de las escuelas. No importa la cantidad de veces que digas que el fuego quema; a menos que te hayas quemado realmente los dedos no sabrás lo que es una quemadura". De modo que tienen alguna medida de libertad. Una vaca, amarrada con una cuerda a un árbol, puede andar a su alrededor usando el largo de la cuerda como radio y comer la hierba dentro de ese espacio. En un examen se les pide que contesten a "una cualquiera de seis preguntas". A menudo ustedes dicen: "Oh, todo es voluntad de Baba", entonces ¿por qué vienen y piden esto y lo otro o ni siquiera desean ni planifican? Deben usar del mejor modo posible la inteligencia y la imaginación que les han sido asignadas; entonces el dador tendrá mucho gusto en darles más. Por otra parte, si ustedes hacen uso inadecuado de la inteligencia y vuelven la imaginación en contra de su Señor, entonces el dador se enojará y los castigará a fin de propinarles una lección. He estado repitiendo cada vez el mismo consejo, y a veces podrían hasta creer que tengo sólo unas pocas cosas que decir. Bueno, una madre tiene que repetir las mismas órdenes al niño varias veces hasta que éste aprenda y se comporte de acuerdo con ellas. La Vedamatha, la madre Veda, y la Gitamatha, la madre Gita, repiten las mismas verdades una y otra vez en diferentes contextos e imágenes. Es la señal de todas las madres, un deseo irresistible de reformar a los niños y de llevarlos por el camino del progreso. Hoy Thirumalachar leyó la sección sobre bhakthiyoga y habló de las nueve formas de bhakthi o devoción a las cuales se refirió en términos generales: el escuchar (sravanam), el cantar al Señor (kirthanam), la recordación (smaranam), la alabanza (vandanam), el servicio a los pies del Señor (padasevanam), el rendir homenaje (archana), el servicio (dasya), la amistad (sakhya) y el ofrecimiento de uno mismo a Dios (atmanivedana). En todas estas formas, el amor es el componente esencial; es el amor el que emociona y llena de alegría y esperanza la mente. Pothana, Nandanar, Jayadeva, Gouranga, Thukaram, Mira, Purandaradasa, Thyagaraja y otros se estremecieron tanto con el pensamiento mismo del Señor porque tenían un amor de una forma así de pura e irresistible. Puede que algunos se rían de todos estos bhajans y llamen esto un mero espectáculo y exhibición y recomienden en su lugar una tranquila meditación en el silencioso rincón del cuarto del santuario. Pero el reunirse en un grupo y cantar bhajans como lo hacen aquí, ayuda a remover el egoísmo; no se tiene miedo a la risa, ni vergüenza de expresar el nombre del Señor. Uno se inspira con la devoción de los otros. La compañía de hombres con sentimientos afines ayuda a fomentar la joven planta y evita que se agoste con el ardor de la burla. Una persona barrerá con una escoba el piso de su habitación cuando nadie está mirando, pero el hacer lo mismo, que es considerado por debajo de su dignidad cuando la miran, requiere cierta maestría del ego. El amor es piedad filial cuando va dirigido a los padres, compañerismo cuando fluye hacia amigos, amor cuando se siente por el cónyuge, respeto cuando va hacia mayores y afecto cuando lo atraen los niños. La devoción afecta los actos de ustedes de tres maneras. Algunos actos los hacen conscientemente para demostrar su amor o para darle expresión al prema que los anima; otros actos los hacen como ofrendas dedicadas a enaltecer la gloria del Señor, en un espíritu de humildad llena de adoración, como si pusieran a sus pies todo lo que son capaces de hacer; y efectúan actos que están llenos de amor hacia todos, como parte de su mera existencia, automáticamente, sin ningún dejo de ego o soplo de violencia que turbe el perfume del acto. El
acto dedicado lleva al punto donde toda actividad es dedicación; donde la bienaventuranza les hace sentir que su esfuerzo ha valido la pena. Ese es el final, la meta, la inspiración. ¿Cómo pueden darme ananda? Tomando a pecho lo que yo digo y poniéndolo en práctica diariamente. El decidir que se va hacia arriba pero dejándose atraer por lo bajo, es traicionarse a sí mismos. Mejoren su carácter y conducta; cuando sus sentimientos se hayan limpiado y sus impulsos se hayan purificado, es cuando podrán ver mi forma en su realidad. Yo se los diré en pocas palabras; hagan que la inteligencia que debe entenderme esté libre de toda sinuosidad, hagan que sea recta y aguda. Ahora estoy a su alcance, el tesoro mismo que han estado buscando, porque nuestra relación es átmica, no secular ni aprendida. En todos los demás lugares se les engañará, pues la relación está basada en el portamonedas. En algunos lugares está basada en la casta o la erudición o algún otro rasgo incidental; aquí, es el apego que Narayana tiene por Nara, el hombre, el océano por el río, lo universal por lo particular. Aquí, cada quien debe volverse ilimitado, debe escapar de los lazos que lo atan. Todos pueden alcanzarlo; nadie está fuera del amor del Señor. Al muchacho de dieciocho años la madre le pide que vaya a la cocina, busque un plato, se sirva arroz y curry y coma. La madre no es dura ni áspera; ella conoce la capacidad del muchacho y lo trata como debe ser tratado. A otro hijo ella lo acompaña a la cocina y se sienta a su lado y le sirve la comida. A un tercero lo sienta en su regazo y a la vez que lo alimenta le canta muchas canciones a fin de hacer agradable el acto al niño. No piensen que la madre es parcial; no, está sólo haciendo uso del conocimiento de la capacidad de sus hijos para hacerlos progresar. Esta es la naturaleza del amor materno. Hay ciertos gurues que no tienen tal amor, ni aun para con sus discípulos (sishyas). Cuando los aspirantes se les acercan pidiendo consejo, los alaban hasta los cielos, exageran sus logros y les otorgan títulos que las desafortunadas víctimas paladean. De esta manera, los discípulos son recargados con impedimentos adicionales para el progreso espiritual. Los gurues quieren dinero para varios fines y tienen siempre el ojo puesto en !a bolsa de los discípulos. Tratan de sacar el dinero con el otorgamiento de títulos o alabanzas públicas o promesas de reconocimiento público; todas carnadas mundanas que son contrarias al principio del no apego que enseñan y pretenden representar. Dejen que los gurues condenen la acumulación de riquezas y sean culpados por el mal uso que están haciendo de esto; que no cejen en su condenación; esa es la señal del gurú que conoce su misión. Por otra parte, esos gurues pasan por alto y toleran el mal en los posibles donantes porque temen que cualquier condenación haga cesar la fuente de su renta. Así, arruinan a los discípulos dejando de darles la drástica medicina que necesitan urgentemente para su salud espiritual. Se ha tornado una tragicomedia esta caza de discípulos adinerados que pueden ser esquilmados. Algunos sanyasis la han convertido en un arte. Ha llegado el momento de exponer y castigar a esos sadhus y ésta será una tarea en el restablecimiento del dharma (dharmasthapana) para la cual he venido. Los propagadores que estos gurues han dispersado por todo el país también han de ser eliminados. Los libros, panfletos, reuniones, discursos y charlas no sirven de nada. A cualquiera que desee conocerme debe pedírsele que se acerque a mí y me experimente. A fin de tener una idea de una montaña, no basta con mostrar una piedra y decir: "La montaña es un millón de veces más grande". Habrán de ver una verdadera montaña, por lo menos desde cierta distancia. El "más allá" es muy incomprensible. La ciencia es como la letra C, siempre con un espacio en el centro, un espacio vacío. Sólo la religión ha de llenar esa brecha, pues conoce la realidad que persiste en los tres estadios, en los tres tiempos y en los tres mundos. Así, la religión es la letra O, un círculo completo, que puede agrandarse a medida que conozcan más y más de la gloria del Señor, que es siempre plena y completa. Al final de todo ello, estamos de nuevo al comienzo. El milagro no es sino el comportamiento natural de lo milagroso. Es por esto por lo que yo les favorezco con la experiencia de cuando en cuando, para que puedan tener un vislumbre de la gloria. Estaré en esta forma humana mortal durante 59 años más, y con toda seguridad lograré el objetivo de este Avatar, no duden de ello. Tomare mI propio tiempo para llevar a cabo mi plan con respecto a ustedes. No puedo apresurarme porque ustedes se apresuren.
Puede que a veces yo espere hasta poder lograr diez cosas de un solo golpe; lo mismo que una locomotora no se usa para tirar un solo vagón, sino que espera hasta que tenga suficiente que jalar en proporción con su capacidad. Pero mi palabra no fallará nunca; lo que yo ordene será. Prashanti Nilayam, 29-09-1960.
32. SATHYA SAl GITA IV Hoy, Thirumalachar leyó y explicó la sección sobre el jñana yoga en el Sathya Sai Gita que él ha compuesto. Nadie puede decir cuál es la verdadera naturaleza de la creación, o de Bhahman. Confrontado por un universo que es fundamentalmente misterioso, que siente infinito y sin comienzo, el científico tiene que aceptarlo aunque no puede formarse una imagen real de esa clase de universo. Él también trabaja en base a la fe, o sea, él cree en algo que no puede totalmente aprehender ni claramente inferir, ni realmente calcular. Esa realidad puede ser demarcada sólo por el criterio de "esto no". Brahman es propuesto y descrito mediante un proceso de negación o eliminación: esto no, esto no, neti, neti. En este mundo artificial, todo es una mezcla ficticia de nombres y formas que a su vez son todos artificiales. El convencerse de que este mundo creado es una mezcla de verdad y de falsedad (mithya) es muy difícil realmente. Cuando su cabeza se golpea contra una pared, es difícil creer que la pared es mitad falsa, que su nombre y forma son una ficción de la imaginación engañada y que su genuina verdad es el Brahman básico. Pero este conocimiento, o sabiduría, ha de ser alcanzado algún día por todos. Puede obtenerse a través de la devoción o del karma o del rajayoga. Estos tres no son sino diferentes nombres para el proceso de batir la leche para sacarle la mantequilla que es inmanente a ella. Una vez que la mantequilla ha sido separada y ha sido unida en una bola, puede mantenérsele aparte y sin que se convierta de nuevo en el líquido en el cual estaba al comienzo. Similarmente, el jñani (el que ha alcanzado el conocimiento de sí mismo) puede seguir por el mundo libre de apegos una vez que se haya percatado de que él es de la misma sustancia que el Brahma inmanente. Cuando ese Brahma se ve a través de la maya, aparece como limitado por atributos (saguna) y se le llama Señor o bhagavan. Bhagavan tiene siete características principales: Aisvarya, Kirthi, Jñana, Vairagya, Srishti, Sthithi y Laya. A cualquiera que tenga estas siete características podrán considerarlo como provisto de divinidad, esplendor, prosperidad, sabiduría, desapego, creación, preservación y destrucción; estas siete son las infalibles características de los Avatares del poder supremo (mahasakthi) que persisten plenamente cuando en forma aparente se ha modificado con el poder de la ilusión (mayasakthi). Dondequiera que se encuentren, podrán identificar a la divinidad. Ustedes también son de la misma naturaleza que el atma con poder supremo, pero como el príncipe que ha caído en un antro de ladrones y está creciendo allí, el atma no ha reconocido su verdadera identidad, nada más. Aunque no lo sepa, no deja de ser un príncipe, esté en el palacio o en una selva o en la cueva de ladrones. Muy a menudo el príncipe tendrá insinuaciones de su verdadera posición, un ansia por la bienaventuranza que es su herencia, un llamado de su conciencia interna para escapar y ser él mismo. Ese es el hambre del alma: sed de felicidad eterna. Todos ustedes son como el hombre que ha olvidado su nombre. El hambre de la mente puede ser apaciguada solamente por la adquisición de la sabiduría. La mente es como un guardia gurkha; debe ser mantenido bajo pleno control del Señor. Además, el gurkha no dejará entrar a la mansión sino a aquellos que son amistosos para con el Señor ¿no es así? Así también, solamente los pensamientos y sentimientos que conducen al bienestar del Señor deben ser tolerados por la mente. La mente (manas) es lo principal para el hombre (manusha) pero su papel debe ser lentamente reducido y no se debe permitir que domine totalmente. Alimenten la mente, no de deseos perversos y planes sin valor; sino de ideas fortalecedoras y de cuantía. Una vez que se elimina la mente, entonces la sabiduría aparece en toda su gloria. Después de la experiencia de Sarvam Brahmathmakam, o sea, del percatarse de que todo es básica y completamente Brahma, la vida no puede sostenerse por más de 21 días. Una persona semejante ya no está en este mundo relativo (mithyaloka); de modo que no puede tener ningún deseo ni actividad. Aun la comida y la bebida dejan de tener sentido. ¿Cómo puede Brahma necesitar de Brahma, y Brahma reconocer a Brahma como alimento y a Brahma como bebida? Todas las tuercas y tomillos caerán; el corazón se secará y el cuerpo se derrumbará. El sadhana no es sino el sostener el espejo delante del ser; el espejo, si está limpio y pulido, revelará al ser y eso es la autorrealización (atmasakshatkara). Todos tienen uniformidad átmica, la verdad de cada uno es la misma.
La compañía de hombres buenos los lleva al Señor, mientras la compañía de hombres malos los lleva al lodo del mundo fenomenal de la relatividad (prakriti). ¿Cómo distinguir a los hombres buenos de los malos? Aquellos que se dedican al japa, dhyana, yoga y archana, repetición del nombre, meditación, yoga y a rendir homenaje están equipados (sajjanas); aquellos a quienes no les gustan estas prácticas deben ser evitados por los aspirantes que buscan la sabiduría y quieren la alegría que viene cuando lo pequeño se vuelve grande, cuando la alegría momentánea se hace muy importante, cuando la persona desvalida hereda enormes riquezas. El hombre bueno es blando; se dobla fácilmente ante los mayores, los sabios y los sadhakas. Na ma, no mío, es la actitud del namaskara, al saludar con humildad; en realidad es namamakara o la declaración de que "todo lo que soy y tengo se debe a tu gracia". Pasen su tiempo en tales satsangas. Despierten sus mentes con la alarma del discernimiento. No les voy a pedir que abandonen su facultad crítica; evalúen, discriminen, experimenten y analicen su experiencia: y entonces, si están convencidos, acepten. La devoción, el yoga y el jñana son tres puertas para el mismo salón; algunos entran por este lado, otros por ése, pero todos entran al salón. El jñani lo ve todo como la divina sustancia, el devoto lo ve todo como el juego de Dios, el karmayogui lo ve todo como el servicio del Señor. Es todo cuestión de aptitud y gusto y el estado de desarrollo de la razón y de la emoción. Como resultado del conocimiento, Thirumalachar dijo que la maya se va; pero la maya no viene ni se va. Cuando se trae una luz a este salón, ustedes dicen que la luz ha venido y que ha salido la oscuridad, pero ¿a dónde se fue? Si se apaga la luz, queda oscuro. La oscuridad no viene de donde se ha ido de repente por las puertas y llena el salón. Está allí todo el tiempo. No se fue. Solamente se ha iluminado el salón y la luz ha prevalecido. Así también, cuando se hayan ganado la gracia del Señor, prevalecerá el jñana y entonces la ilusión de la separatividad será impotente. ¿Cómo puede obtenerse esa sabiduría, ese conocimiento? Por un lento y sistemático proceso, eliminando todos los factores limitativos: la codicia, la lujuria, el orgullo, la envidia, el odio y todo ese nido de culebras de los instintos e impulsos posesivos; a través de la influencia educativa del dharma, el cuerpo de reglas establecido por la experiencia de generaciones para regular la vida; por el estudio, la meditación y la práctica; por el análisis de las experiencias de los estados de vigilia, de ensueño y de sueño; aprendiendo a ser un testigo de todo este espectáculo que pasa sin dejarse involucrar en sus redes; superando todas las tendencias que dividen y diferencian. Cuando lo torturaban, Prahlada nunca llamó a su padre o a su madre como hacen los niños; ni apeló a los torturadores para que lo salvaran; él veía en estos crueles bandidos al Narayana que adoraba. Todo, y todos, eran Narayana para él. ¿Cómo podía entonces sentir dolor o sufrir lesiones? La no dualidad (advaitha) en la práctica, la culminación de la devoción, el conocimiento total (sampurna jñana) , esto lo liberó. La visión de esta unidad (ekathva) es la suprema recompensa que el seguidor del monismo (adwaithin) busca. Todo esto es un sueño en el que todos ustedes son actores. Una vez en Puttaparthi, en una pieza de teatro del pueblo, el papel de Vali fue asignado al hijo de un hombre rico y el de Sugriva al hijo de un pobre. Entonces, Vali protestó que no iba a morir en la pelea con el hijo del pobre e insistió en que Rama debía hacerse amigo de él y matar a Sugriva en su lugar. La historia no puede ser cambiada para ajustarse a sus caprichos. Si la pieza dice que Vali debe morir y si se le ha dado ese papel, debe morir correctamente como lo ha decidido Él. ¿Quién sabe si la alabanza y el reproche no son parte de la obra? La ignorancia de esta verdad es una falla seria que debe corregirse desde el comienzo, sola. El doctor que cura esta enfermedad (bhavaroga) prescribe remedios que deben tomarse estrictamente; no toda la cantidad de una sola vez y dejarlos durante meses o años; debe tomarse la medicina y seguir el régimen. Algunas personas dicen que han venido a Puttaparthi diez o hasta quince veces, como si acercarse al hospital una docena de veces fuera suficiente para curarlos. Puede que cada vez consigan una botella de la mixtura necesaria, pero si no la beben como se indica, ¿qué mejoría podrán mostrar? El jñani no se ocupará de ver si yo llevo este traje, una túnica amarilla hoyo una rosada mañana; él penetrará más allá hacia el tatva (o principio), más allá de esta forma, y sabrá que este cuerpo no es sino un traje llevado para un fin. El próximo Avatar de este tatva tendrá otro traje. Se logra el conocimiento total por el análisis del conocimiento del ser. A menos que se conozcan a ustedes mismos, no me pueden conocer a mí.
Lo que están haciendo ahora aquí es karmamarga; lo que están pronunciando es bhakthimarga; y lo que están revolviendo en sus mentes es jñanamarga. Lo que están experimentando en este momento particular es el paraíso. Pues están ahora inmersos en la felicidad de escuchar mis palabras. En este momento no están pensando en las varias razones que los han traído aquí. Si termino mi charla y me voy, ustedes regresan al mundo de las cosas pasajeras y de los deseos fugaces, de las mentes vacilantes y dudosas (marthya loka). Por encima de todo, examinen su propia conducta y fe. Vean si es sincera y firme. Cuando se sientan en el tren en movimiento, ven que los árboles se están moviendo con rapidez a lo largo de la línea. No se preocupen por los árboles; véanse a ustedes mismos, examínense, y entonces encontrarán que ustedes son los que se están moviendo rápidamente. Así también, no hagan reproches a los demás ni señalen sus fallas. Las fallas que encontrarán están dentro de ustedes mismos, y si se corrigen, el mundo también se vuelve correcto. El jñana es la discriminación entre lo que promueve el progreso de uno y lo que lo retarda. Sean sus propios gurues, sus propios maestros; tienen la lámpara con ustedes mismos, .enciéndanla y marchen adelante sin temor. Para alcanzar el estado donde hasta la afirmación de Sarvam Brahma Mayam, de que todo y Brahman es ilusión, es comprendida como una exposición incompleta (porque postula dos entidades: a Sarvam y a Brahman, cuando sólo la experiencia de Brahman es), deben recorrer mucho camino. Pero no se desanimen; toda la enciclopedia no está compuesta sino por las veintiséis letras del alfabeto y toda erudición comienza con el dominio del A B C. Estoy aquí listo para ayudarles desde la primera lección hasta la última, No se dejen agobiar por el dolor de que su karma en proceso (prarabdbakarma) vaya en contra de su progreso. La acumulación de los efectos de su karma pasado es la reserva de semillas (samchita) y de esa reserva lo que han seleccionado para el consumo actual es el prarabdha. Si se usa y se cocina sabiamente, el prarabdha puede volverse dulce, agradable al paladar y sano. Además, la gracia de Dios puede destruir los efectos del karma pasado y modificar su rigor. Nunca duden de ello. Si la ley del karma es tan inquebrantable, entonces ¿para qué recomendar sadhana, vida buena y el cultivo de la virtud? El prarabdha se derretirá como la bruma ante el sol si ustedes se ganan la gracia del Señor. La gracia del Señor es necesaria también para que aparezca el jñana. Prashanti Nilayam, 30-09-1960.
Extraído de: Mensajes de Sathya Sai Vol. I. Publicaciones Sai Ram; traducido por Arlette Meyer del original: Sathya Sai Speaks.