DEVOCIONAL 28/03/2019
FILIPENSES 1:29-30 29 Porque
a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, 30 teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí. FILIPENSES 2:1-18 Vemos que en el señor se nos han sido entregadas dos cosas importantes; 1) Que creamos en él, y 2) que padezcamos por él. En la versión Dios habla hoy dice: 29 “Pues
por causa de Cristo, ustedes no sólo tienen el privilegio de creer en él, sino también de sufrir por él” Es de notar que los padecimientos y la fe en el señor
es un regalo que Dios entrega solamente a los verdaderos creyentes que le amán con amor inefable. Romanos 8: 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Por tanto, padecer por Cristo es un requisito literal que todo creyente debe experimentar. Además de ello, dichos padecimientos son luchas internas y externas. Tal y como lo dice el apóstol pablo en el verso 30 “teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí” en la versión Dios habla hoy dice: 30 Ustedes
y yo estamos en la misma lucha. Ya vieron antes cómo luché, y ahora tienen noticias de cómo sigo luchando. Debemos anotar algo y es que por más padecimientos externos que pueda vivir un creyente, es más difícil resistir las luchas y padecimientos que se expresan por la dificultad de soportar la tentación y las acechanzas del pecado y de Satanás para hacernos tropezar. Pablo, al momento de escribir esta carta estaba en la cárcel lo que intensifica aún más el sentido de ella, conociéndose como la epístola del gozo. Por ello; las luchas y los padecimientos a los que pablo hace referencia es a la persecución por causa de la palabra de Dios. Pero algo más interesante podemos observar y es que ninguna, obra da razón para gloriarnos en nosotros, sino que, nuestra fe ha sido un regalo que Dios en su infinita misericordia ha derramado sobre nosotros. A él, le plació hacernos coparticipes de su gracia y de su reino. Pero dicha participación implica padecer por él (Romanos 8:17). Tal y como lo afirma un pastor: “Si los creyentes individuales y las congregaciones no experimentan ninguna resistencia por su fe en Jesús, se deberían preguntar si todo está en orden con su vida espiritual y su conducta”.
El apóstol Pablo, fue enfático al hablar de la conducta de los verdaderos creyentes, los cuales debía ser sin reprensión, más exactamente una persona que sea ejemplo en su caminar con Cristo. (Filipenses 1:27). El gran problema al que se enfrenta la “iglesia” actual, es la imposible manera de identificarla como genuina. Hoy el evangelismo y su manera de llevarlo a la humanidad ha sufrido una trágica transformación, y no para bien, los cuales quienes lo oyen sufren un daño irreversible, que solo Dios en su infinita bondad puede subsanar y resolver. Por ello es muy veraz que la forma de predicar hoy debe ser tacita y sin liviandad, para no hacer más hijos del infierno que del reino de los cielos a los oyentes. A los nuevos “creyentes” se les enseña humanismo antes que palabra de Dios, y un reino de los cielos donde el centro es el hombre y no Dios. El cimiento de las doctrinas de demonios es la mala manera de enseñar las escrituras. Por ello en este contexto en que leemos en filipenses debe tenerse en cuenta que se habla de la manera como un nuevo y antiguo creyente debe conducirse en Jesucristo y no en los beneficios que entrega nuestro Dios, aunque este último es una consecuencia de mi caminar con Cristo, dirigido por Dios. Por lo anterior Pablo continúa su discurso: FILIPENSES 2:1-18 Este paje, muy efectivo por cierto, por que incurre en uno de los himnos más ejemplares a lo largo de las sagradas escrituras. Este capítulo 2 inicia nuevamente con un conector que adhiere la próxima idea con lo que el escritor ha venido trabajando en párrafos anteriores. “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,” Después de las
luchas impartidas por causa del evangelio el apóstol hace como especie de “preguntas positivas o de obvia respuestas” que son resultado de la buena conducta de un creyente en el señor. Un verdadero discípulo de cristo tiene cualidades para 1) animar a otros en momentos de dificultades, 2) a consolar al prójimo en diferentes circunstancias, 3) participar de las bondades del Espíritu Santo y que 4) por consiguiente lo llevaran a actuar de forma compasiva. En la versión Dios habla hoy dice: “Así que, si Cristo les ha dado el poder de animar, si el amor los impulsa a consolar a otros, si todos participan del mismo Espíritu, si tienen un corazón compasivo” Todo lo anterior habla del carácter de un creyente que se sujeta a la
palabra de Dios y que su conducta cada día es regulada en Dios y no en los criterios particulares sobre el tema.
2 completad
mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
Evidentemente este apartado no desdeña una petición personal que el apóstol le hace a los filipenses y era que abundaran en los temas mencionados en el verso 1, sugiriendo lo siguiente “completad mi gozo” En otras versiones como por ejemplo la DHH dice: “llénenme de alegría” y en la TLA “Así me harán muy feliz” Este era la mayor causa de gozo que Pablo podía experimentar, aparte de la salvación entregada por Cristo, dado que los filipenses se caracterizaban por la constante búsqueda de Dios. ¿Qué pastor no se sentiría honrado con que cada palabra de las escrituras es cumplida a cabalidad por las almas de la iglesia? La vanagloria no es más que es algo sin sentido. Nuestra motivación para realizar todas las cosas en nuestra vida siempre deberá ser Cristo, si este no es el centro entonces estamos trabajando sin un objetivo claro. Es relevante considerar que alguien que quiera alcanzar la plenitud del evangelio representado en el trabajo constante de la palabra de Dios, debe primero tener claro que no hacemos nada por nosotros mismos y que es Dios el que hace todas las cosas. Además de ello, saber que lo más importante no es lo que está relacionado a nosotros mismos sino al prójimo. Nosotros no somos infalibles, lo que significa que nos equivocaremos toda la vida. Por ello el único fiel y verdadero que nunca sufrirá tanta contradicción es Dios. Entonces la contienda y la vanagloria es el resultado de un corazón altivo y carente de reconocimiento de la soberanía de Dios. Si al llevar a cabo dentro de la iglesia actividades demuestro mediante mis acciones que soy altamente vanaglorioso entonces estoy carente de Dios. Es por demasía considerar que no debo ver a mis hermanos como contrincantes sino como ejemplos de la verdad absoluta contemplada en la manifestación de Cristo. 4 no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. La hermandad cristiana se observa en la unidad fiable entre hermanos de una
misma congregación y de la iglesia en general. Si hay rivalidades, aún sobre la manera de pensar de la otra persona sobre temas no incluidos dentro de la ortodoxia cristiana, entonces, estoy cometiendo un grave error y debo corregirlo para no perderme. Debemos ser heraldos aún con nuestra conducta. Si no lo estoy siendo entonces debemos trabajar en ello. Ya a partir del verso 5, podemos evidenciar la declaración más hímnica del plan de salvación. En otras versiones el texto inicia “haya en vosotros la manera de pensar que hubo también en cristo Jesús” En la Reina Valera se habla de sentir. Esta misma palabra proviene del griego froneo (φρονέω, 5426), pensar, tener solicitud. Se traduce «un mismo sentir» Es por ello que no se trata de sensacionalismo sino de una decisión. Dios tomó la decisión en su soberanía de salvar al hombre. Este no lo
merecía pero Dios en su infinita misericordia así lo ha querido y lo ha mantenido y lo mantendrá por los fines de los tiempos. Definitivamente el apóstol Pablo imprime en este texto todas aquellas cualidades que debemos tener de Cristo en nosotros. Pues él mismo dice “haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo” quiere decir que así como Jesús decidió amarnos y morir por nosotros para que pudiéramos ser participantes de su reino, de la misma manera debe haber en nosotros el sentir o la decisión de seguir a Cristo y de amar a mis hermanos manteniendo un concepto más allá que del que yo pudiera sentir de mí. No basta con estar admirados de la elocuencia con la que Pablo escribe, sino que nosotros podamos elegir esta conducta de Cristo. El verso 6 dice “el cual siendo en forma de Dios” la palabra “siendo” o “ser” proviene del griego “Huparchein” Que se define como aquel hombre que está en su propia esencia que no puede cambiar y que en cualquier circunstancia permanece igual. Además esta palabra refuta cualquier ponencia expuesta sobre la acción de renuncia de Cristo afirmando que se vació de su deidad. También el apóstol usa la palabra “forma” en este versículo que en su idioma original Es “Morphe” que significa aquella apariencia externa que no varía en ninguna circunstancia y que mantiene la expresión permanente del ser dentro de ella. Esta palabra claramente tiene relación directa con la misma esencia de “una persona” en este casó Dios. Pablo nunca quiso decir que Jesús tomo la figura de un hombre sino que tomo la apariencia y guardando la esencia de Dios dentro de sí, Cristo nunca dejó de ser Dios. La palabra para referirse a figura es “Schema” que habla de la forma externa pero que varía de tiempo en tiempo. Entonces Jesús nu8nca dejó de ser Dios, sino que tomo la forma en apariencia pero manteniendo la misma esencia interna, es decir Dios.