Desarrollo Sustentable UNIDAD 2.- Valores y Etica Ambiental Etica Ambiental Esta unidad consiste primeramente en conocer todo acerca de los valores para luego ser aplicados a la ecología, ya que no se hace y se esta destruyendo completamente el ambiente, lo que en punto de vista ocasionara en el 2032 un gran daño en el planeta, debido a que esto recae en la capa de ozono, el daño es el derretimiento del polo sur al 100%, este polo tiene el 97% de los hielos de la Tierra.
Sistema de Valores Entendemos por valores a unos criterios aprendidos que nos predisponen a actuar de una determinada manera. La selección de una acción está determinada por la organización de los valores, la relación que mantienen con el estimulo inmediato y la experiencia pasada. Si bien estos valores no son estables a lo largo de nuestra vida, es en nuestra adolescencia cuando más conflictos y contradicciones sufren, pues cualquier cambio que se produce en su entorno afecta al contenido de los mismos. La función de los valores es múltiple: indican como debemos comportarnos; sirven de guía; por ellos juzgamos nuestra conducta y la de los demás; permiten que nos comparemos con otros y averigüemos si somos competentes o morales; sirven para racionalizar nuestras creencias, actitudes y conductas. Los valores transmiten la cultura y la sociedad. Los medios de comunicación tienen una gran influencia en la adquisición de los valores, en especial durante la adolescencia. Ahora bien, las sociedades complejas como la nuestra se componen de múltiples grupos o subcultura con intereses que pueden ser complementarios, pero también no coincidentes y, a veces, incluso contrapuestos. Dichos grupos proporcionan su peculiar versión (su parcela) de los valores generales de la sociedad de que forman parte. Con ellos nos identificamos de manera más inmediata. Así, el sistema social directamente como tal, o también cada grupo de diferencia por su parte, velan por su propia subsistencia sirviéndose de dos tipos de recursos. Por una parte, “programado” a sus miembros según las reglas del grupo. Por otra, se sirven de la sanción, el desprecio, el rechazo, y la marginación frente a aquellos integrantes que se alejan de sus directrices. Debemos aclarar aun como se concretan estos mitos en nuestras vidas cotidianas. Los hemos definido como sistemas de valores, actitudes y conductas que se nos presentan como modelos a seguir. Los medios de comunicación como reguladores sociales Hasta tiempos resientes, la función de educación, socialización o integración social, o sea, de programación de los individuos según las reglas sociales vigentes, correspondían en exclusiva a grupos primarios, como la familia, o a instituciones sociales como la escuela, la iglesia o los aparatos políticos. En la actualidad, dichos grupos e instituciones han cedido una parte importante de su tarea a los medios de comunicación de masas. Dichos medios de comunicación actúan como, pues, como si nos situamos en al perspectiva del sistema social, como parte de los mecanismos que constituyen su sistema de seguridad. Cumplen una función de transmisión cultural de aquellas pautas de pensamiento y acción adecuadas al mantenimiento de la estabilidad social. Sirven para proporcionar, recordar, y reforzar continuamente los mitos dominantes en la cultura. Podríamos decir que cumplen el papel de una especie de nuevas instituciones “religiosas”, en el marco de una sociedad que se pretende profano. Y ello es así en la medida que actúan como medios de “iniciación”, y como medios de transmisión ceremonial. Un sistema de valores permite al hombre resolver los conflictos y tomar decisiones. La escala de valores será responsable en cada caso de los principios y reglas de conducta que se pongan en funcionamiento. La
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carencia de un sistema de valores bien definido deja al sujeto en la duda, a la vez que lo entrega en manos ajenas a su persona.
Definicion de Valores y Características Valor es, según se ha visto; aquella cualidad intrínseca al objeto que suscita la admiración, estima, respeto, afecto, búsqueda y complacencia. Está claro que esta definición intenta sintetizar el aspecto subjetivo y objetivo del valor. De acuerdo a lo que se abarcará, el valor moral es el que se meterá en el asunto del medio ambiente. El valor moral tiene una especial relación con el sujeto que actúa, en cuanto que lo hace con intencionalidad, con libertad y como consecuencia de un compromiso interno. En el valor moral hay que distinguir un aspecto objetivo: la acción moral concreta, exteriorizada; y otro subjetivo: la buena o mala voluntad. Según esto, lo específico del valor moral está en el compromiso intencional del sujeto. Lo más propio de los valores morales es su estrecha relación con la subjetividad humana, con todo lo que incluye de libertad, de intencionalidad, de responsabilidad. Los valores morales tienen una importancia primordial en la vida humana. Se justifican por sí mismos. Es decir, no son valores que sirven para otra cosa, como ocurre con aquellas perfecciones del hombre que tienen carácter instrumental, como, por ejemplo, la ciencia, la cultura, etc., que pueden servir para triunfar en la vida. Esto no quiere decir que los demás valores no tengan importancia para el hombre, pues, aunque efectivamente los valores más altos sean los religiosos, porque responden al destino último del hombre, los valores morales sirven como de puente entre los religiosos y los demás y aumentan el valor de ellos. Por ejemplo, ser un buen profesional muy competente y cumplir perfectamente con el deber, es un conjunto de valores o respuestas a valores, que perfeccionan al hombre. Si ese buen profesional tiene además sentido ético, aumentará el valor de esas actuaciones, aunque sólo se enjuicien en cuanto a su buena realización. Así, el médico prestigioso que se niega a colaborar en un aborto, enriquece su profesión médica (pues los médicos están para curar y no para matar). Y si, además, ofrece a Dios su trabajo, como reconocimiento de la superioridad de Dios, eleva todavía más el valor de esas acciones. El valor moral está presente en todos los demás valores, sin privarles de su autonomía y sus peculiaridades, porque el hombre es ético (moral) por naturaleza y no puede renunciar a tener un comportamiento bueno o malo. Por ser un valor eminentemente humano, condiciona a la persona en todas sus realizaciones. Se es hombre en la medida en que se cultivan los valores morales, que son la razón de ser del hombre. Son, por tanto, los valores más personalizadores. Son constantes en la vida del hombre, no se acaban, no dependen de coyunturas, no se gastan. Realizan un ideal universalmente válido. Esto no significa que ese ideal no esté condicionado a la situación personal del sujeto. Así, por ejemplo, la monogamia es un valor moral de ley natural y, por tanto, universal, pero, sin embargo, en algunas épocas y lugares las costumbres polígamas han oscurecido este valor para los hombres de determinadas épocas y culturas.
Valores y Principios A continuación se presentan los principales valores que hay con el principio o definición que le corresponde: a) Amistad: capacidad de dar y recibir en una relación amorosa, por reciprocidad y ayuda mutua. b) Patriotismo: el amor a la patria está ligado a la conquista de la democracia como expresión de la libertad. c) Sinceridad: ser sincero es el resultado de amar de verdad, pues ella es un valor supremo que exige nuestra veneración. Capacidad de hablar y actuar con la verdad. d) Solidaridad: es una necesidad que brota de nuestra naturaleza social. Nos necesitamos unos a otros, por eso debemos trabajar para salir del egoísmo y estar atentos al servicio. e) Ecofilia: capacidad de estar en armonía con la naturaleza.
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f) Respeto: capacidad de actuar conforme a los derechos de los demás. g) Obediencia: capacidad de reconocer una autoridad y obrar de acuerdo a ella. h) Subsidiaridad: capacidad de dar lo que es necesario para alguien, permitiendo a la vez que aprenda, mejore, participe y se vuelva autosuficiente. i) Gratitud: disposición de responder a un beneficio recibido. j) Lealtad: disposición a mantener la unión a un principio, persona o institución. k) Perseverancia: capacidad de llegar hasta el final que se inicia. l) Orden: un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. m) Entusiasmo: capacidad de hacerlo todo con y por gusto. n) Responsabilidad: capacidad de afrontar el deber. o) Valentía: fortaleza para superar temores infundados. p) Paciencia: capacidad de esperar por algo o alguien. q) Resistencia: capacidad para tolerar dificultades. r) Laboriosidad: capacidad para trabajar bien. s) Generosidad: capacidad para darse a uno mismo al dar lo que se tiene. t) Mesura: capacidad para medir los placeres e impulsos que impiden el cumplimiento de nuestros deberes. u) Empatía: capacidad de entender las necesidades del otros para comunicarse efectivamente. v) Modestia: capacidad de valorarse a uno mismo. w) Administración: capacidad de usar adecuadamente nuestros recursos. x) Estudiosidad: Capacidad de conocer lo que realmente nos mejora. Capacidad es una palabra repetitiva, pues los valores son capacidades que uno tiene que ir adquiriendo a lo largo de su vida.
La Educacion en Valores Se refiere a los modales externos de una persona, a su adaptación o a la falta de allá, a las normas de urbanidad y cortesía dados. La educación es el resultado de que la persona adquiera o no los comportamientos y costumbres formados, proceso de evolución de adentro hacia fuera. Con está información se surgen los principios de valores y son: a) Sencillez: es una manifestación de la humanidad, tiene su fundamento en la verdad. b) Autoestima: estimarse a si mismo. Todo individuo siente, piensa y reacciona de varias formas. De ahí salen los valores. c) Prudencia: actuar con cordura y sencillez. El que lo hace es discreto, responsable, prevé y evita errores. d) Fortaleza: proviene de la voluntad para superar los obstáculos a los cuales uno debe enfrentar. e) Orden: es la disposición concertada y armoniosa de todas las cosas, respeto y convivencia en los demás. El orden por orden no se vale. f) Audacia: ordena y equilibra el quehacer humano cotidiano para realizar con responsabilidad la tarea con un ingrediente controlando las emociones y situaciones así como enfrentar los valores. g) Cortesía: exige respeto al prójimo y detalles hacia los demás, es acción educadora, facilita la convivencia humana. h) Autenticidad: la hay cuando es coherente uno mismo y los demás. Si es pensamiento significa estar convencidos entre lo que se dice y piensa. i) Optimismo: permite a la persona confiar razonablemente en sus propias posibilidades y en la de los demás. j) Confianza: libre, franca, espontánea y cariñosa entrega de lo más sagrado nuestra vida entera. k) Voluntad: representa la fuerza interna que se tiene para conseguir algo deseable. l) Ideal: no es suficiente mientras no se trate de realizarlo. m) Patria: adhesión corporal a todo lo que representa el territorio, costumbre, historia, valores, etc… n) Perseverancia: luchar sin descanso para llegar al fin.
El Profesional Integral Se tiene una lista en la cual se indica más o menos las formaciones que un profesional ya integrado debe ir aplicando de acuerdo a la edad que tiene la persona.
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El profesional en su diario vivir no solo confronta problemas con relación a su trabajo, sino también en su profesión de día a día con las personas que le rodean, esto hace que muchas veces cometamos errores sin darnos cuenta que estamos pisando la línea de la moralidad y el diario vivir.
Formacion de Valores del Profesional La formación de valores supone una relación entre la persona en tanto particular, con la comunidad entendida como lo general, de lo interior con lo exterior, es decir, de la interiorización de las normas con las regulaciones y valores comunitarios, de lo individual y lo colectivo, o sea, del reconocimiento de sí mismo con el reconocimiento de valores y normas compartidas y por tanto, legítimas. En la sociedad actual, la formación y la capacitación de las personas es una necesidad. El desarrollo de la ciencia y sus aplicaciones técnicas y tecnológicas en diferentes ámbitos de la vida del hombre han proyectado el quehacer educativo a un lugar de prioridad. Claro que no siempre ha sido así, fue necesario transitar por una larga historia y arribar a la Revolución Industrial y a la Ilustración para que a fines del siglo XVIII, los sistemas educativos nacionales se constituyeran como una respuesta a la necesidad de universalizar a la educación, en un sentido formal institucional, y con ello, permitir que la educación, bajo el amparo de las leyes nacionales y la rectoría del Estado, pasara a formar parte de lo cotidiano en esa relación cercana entre maestro, alumno, planes y programas de estudio, comunidad escolar y comunidad social que ahora ya son parte de la vida social, cultural y política de los seres humanos y de la sociedad misma. Es esta inclusión en la vida del hombre que convierte a la educación en un factor determinante del desarrollo de la revolución científico-técnica actual, pasando a ser además objeto de estudio de su propia disciplina, la Pedagogía. La formación de valores con el tiempo se va haciendo de la siguiente manera: De los seis a los siete años, la aceptación de la norma parte de cierta uniformidad percibida, la razón la tiene quien sostiene esta norma. De los ocho a los nueve años, la norma es arbitraria, y en consecuencia, convencional. De los diez a los once años, la norma es convencional pero reviste autoridad. De los doce a los trece años, si la regla es arbitraria es entonces cambiante y si es así, lo que yo opino es lo mejor. De los catorce a los dieciséis años, la norma desempeña una función social en tanto hace que el individuo sea o no parte de un grupo. De los diecisiete a los dieciocho años, Las normas se legitiman por su uso, no son más que meras costumbres no cuestionadas. De los dieciocho a los veinticinco años, las normas facilitan la interacción social y son resultado del consenso. De los veintiséis años en adelante la formación de valores de un profesional ya esta completa. Si no lo es así quiere decir que en cierto periodo de vida de la persona se perdió uno o más valores lo que ocasiona que en varias veces la formación termine arruinándose parcialmente.
Actitudes y Componentes Actitudinales El concepto de actitud pertenece a los dominios de la psicología social y de la psicología de la personalidad. Pese a la importancia que el mismo tiene en ambos ámbitos no existe precisión sobre el significado del término. Este hecho obliga a adoptar una definición y a comentarla. Según Milton Rockeach una actitud es una organización de creencias interrelacionadas, relativamente duradera, que describe, evalúa y recomienda una determinada acción con respecto a un objeto o situación, siendo así que cada creencia tiene componentes cognitivos, afectivos y de conducta. Cada una de estas creencias es una predisposición que, debidamente activada, provoca una respuesta preferencial hacia el objeto de la actitud o hacia su situación, hacia otros que toman una posición con respecto al objeto de la actitud o hacia su situación, o hacia el mantenimiento o preservación de la actitud misma. Como el objeto de una actitud se encuentra siempre dentro de una situación acerca de la cual también tenemos una actitud, una condición mínima de conducta social es la activación de por lo menos dos actitudes que actúan entre sí: una que se refiere al objeto de la actitud y otra que se refiere a su situación.
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La que es un conjunto de elementos que se relacionan entre sí, en la definición que se cita estos elementos son denominados creencias, pero también podrían haberse llamado conocimientos, expectativas o hipótesis. Puede definirse una creencia como la “adhesión a una idea, esto es persuasión de que es una idea verdadera… la creencia aparecerá… como algo opuesto al saber y, en cierta medida, a la opinión pero al mismo tiempo como algo que puede fundamentar inmanentemente la aserción perteneciente a la naturaleza del saber mismo”. La creencia puede aludir a la “verdad” o falsedad de un objeto o situación, a la valoración del mismo como bueno o malo o a juzgar una posible acción en relación al objeto o situación como apetecible o rechazable. Sea cual fuere el contenido de una creencia, la misma constituye “una predisposición a la acción y una actitud es un conjunto de predisposiciones para la acción relacionadas entre sí y organizadas en torno a un objeto o situación”. Toda creencia constitutiva de una actitud presenta tres componentes: 1. Un componente cognitivo porque representa el conocimiento que, dentro de ciertos límites de certeza, tiene una persona acerca de lo que es verdadero o falso, bueno o malo, deseable o indeseable. 2. Un componente afectivo porque, supuestas las condiciones adecuadas, la creencia es capaz de despertar afectos de intensidad variable que se centran: a) en el objeto de la creencia, o b) en otros objetos (individuos o grupos) que toman una posición positiva o negativa con respecto al objeto de la creencia, o c) en la creencia misma, cuando su validez es notoriamente puesta en duda, como sucede en el caso de una disputa. 3. Un componente de conducta, porque la creencia al ser una predisposición de respuesta de umbral variable, debe coincidir a algún tipo de acción cuando es activada convenientemente. Quizá sea oportuno aclarar que el término conducta se está utilizando en su más amplia acepción, es decir, se entiende por conducta cualquier respuesta que un sujeto presenta ante un estímulo, respuestas que pueden ser fisiológicas, motrices, mentales, o combinaciones de ellas. Otro aspecto que conviene precisar se relaciona con el componente afectivo de la creencia. Este se pone de manifiesto solamente cuando la creencia es puesta a prueba por un objeto o situación cuando la respuesta preferencial se ve bloqueada de alguna manera, el consenso más o menos generalizado en relación a una creencia, es decir, cuando la misma no es cuestionada, de alguna manera desdibuja el componente afectivo pero de ningún modo lo hace desaparecer. Es muy difícil establecer un límite temporal para decir que una predisposición constituye una actitud o no llega a merecer tal denominación. Sin embargo, es necesario dejar claro que aquellas predisposiciones que son momentáneas no son actitudes, es necesario que presenten alguna estabilidad en el tiempo para que se las juzgue como tales. Las actitudes que posee un sujeto no se presentan aisladas, una a una y ordenadamente. Puede afirmarse que siempre por lo menos se presentan dos actitudes ante un objeto o situación y en muchas oportunidades un número mayor. Las dos actitudes que como mínimo se presentan se relacionan una con el objeto en sí y la otra se vincula con el entorno en el que están insertos tanto el sujeto como el objeto, en otros términos con la situación en la que se desarrolla el encuentro del sujeto con el objeto. El comportamiento del sujeto es el resultado de la integración de las actitudes activadas por el objeto y de las actitudes activadas por la situación. ¿Para qué sirven las actitudes? Entre los estudiosos del tema no hay acuerdo respecto a la respuesta a este interrogante. Quizá puede contestarse diciendo que una actitud se puede comparar a una teoría científica en miniatura; desempeña funciones parecidas y tiene parecidos vicios y virtudes. Una actitud, como una teoría, es un cuadro de referencia, ahorra tiempo, organiza el conocimiento, tiene consecuencias para el mundo real y está sujeto a los cambios que le imponen los nuevos datos. Una teoría, como una actitud, es un juicio previo, puede ser selectiva y parcial, tal vez contribuye al mantenimiento del status quo, posiblemente apasiona cuando es puesta en duda y puede oponerse al cambio cuando los nuevos datos la fuerzan a ello. En una palabra, una actitud puede, en mayor o menor grado, actuar como una buena o mala teoría y dependiendo de la clase de teoría conforme a la cual actúa, la actitud puede servir una función mejor que otra.
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Si el concepto de actitud es ambiguo, como se mencionaba al principio de esta ponencia, cuando se trata de revisar las explicaciones existentes en torno al origen, al desarrollo y al cambio de actitudes, la situación se complica debido a la diversidad de teorías que existen al respecto. Aunque ciertos autores sostienen que existen algunas actitudes básicas innatas, por ejemplo el miedo innato a lo extraño, es indiscutible que sea por sucesivas diferenciaciones de esas actitudes básicas o sea por adquisición de actitudes no dependientes de ellas, está fuera de discusión que los procesos que posibilitan el cambio y desarrollo de actitudes son procesos de aprendizaje. Como es conocido de todos, no existe ni una ni un número reducido de teorías del aprendizaje, sino que por el contrario se presenta una cantidad muy alta de teorías que intentan la explicación de estos procesos. Las teorías del aprendizaje están comprendidas en dos familias principales: las de estímulo-respuesta y las cognoscitivas; pero no todas pertenecen a estas dos familias. Las teorías del estímulo-respuesta tienen miembros tan diversos como las teorías de Thorndike, Pavlon, Guthrie, Skinner y Hull. Las teorías cognoscitivas comprenden, por lo menos, las de Tolman y los psicólogos clásicos de la guestalt. No se puede clasificar completa y claramente, en estos términos, las teorías probabilistas de los constructores de modelos. Las líneas que separan a las dos familias de teorías no son las únicas divisorias de las teorías del aprendizaje; hay otras cuestiones específicas tocantes a las cuales difieren aún teorías comprendidas en una misma familia. Algunos principios gnoseológicos Si bien los componentes cognoscitivos son solamente una parte de las actitudes, conviene hacer algunas precisiones respecto al conocimiento. Los componentes de la actitud son 3: 1. Componente cognitivo: se refiere a las expresiones de pensamiento, concepciones y creencias, acerca del objeto actitudinal, en este caso, la Estadística. Incluye desde los procesos perceptivos simples, hasta los cognitivos más complejos. 2. Componente afectivo o emocional: está constituido por expresiones de sentimiento hacia el objeto de referencia. Recogería todas aquellas emociones y sentimientos que despierta la Estadística, y por ello son reacciones subjetivas positivas/negativas, acercamiento/huida, placer/dolor. 3. Componente conductual o coactivo: aparece vinculado a las actuaciones en relación con el objeto de las actitudes. Son expresiones de acción o intención conductista/conductual y representan la tendencia a resolverse en la acción de una manera determinada.
Valores Actitudes Hacia Medio Ambiente La mayoría de los niños, los adolescentes y jóvenes evidenciaron una acertada y preliminar madurez social en diferentes niveles, en lo que se refiere a la apreciación de la magnitud de los problemas ambientales y que éstos afectan la unidad de la sociedad con el medio ambiente. El estudio e investigación realizado, así como los métodos y técnicas y las respuestas permite revelar los valores, sentimientos y cualidades de los adolescentes y jóvenes en su relación con el medio ambiente siguiente: Confieren gran importancia social a las actividades y tareas que se proponen para el mejoramiento del medio ambiente; Expresan que en toda profesión debe practicarse la protección del medio ambiente; Advierten que la protección del medio ambiente es un deber personal, familiar, comunitario, estatal e internacional; Atribuyen un motivo cívico primordial a la actitud favorable del hombre frente el medio ambiente como un deber con la patria y el Estado; Consideran la necesidad de asumir la conciencia de la responsabilidad civil y ciudadana, así como del Estado por la protección del medio ambiente y debe unirse a la reprobación de los perjuicios y afectaciones que puedan ocasionarle, tanto ellos mismos como sus compañeros y miembros de la comunidad; Consideran no solo el daño directo que las personas pueden ocasionar al medio ambiente sino, además, la actitud apática e indiferente de ellos mismos y otras personas que asumen una conducta indiferente ante las acciones de deterioro de los demás;
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Destacan la base y premisa humanística que tiene la relación del hombre, la sociedad y el medio ambiente, y a pesar de la complejidad de esta relación y unidad, expresan que es posible el desarrollo con la protección. Reconocer que si el hombre quiere utilizar a su gusto y en su beneficio al medio ambiente, deberá utilizarlo racionalmente y tratarlo, como expresaran algunos alumnos, como si fuera una persona; Manifiestan que la concepción del desarrollo con la protección es posible y que la utilización racional del medio ambiente requiere del empleo de la ciencia y la técnica; Reconocen, aunque no todos, - así se observó _, que la protección del medio ambiente y las acciones que realizan la hacen como un esfuerzo, como una labor adicional, como un trabajo voluntario y no como un deber ciudadano y una necesidad de la época contemporánea; Ejecutan, un determinado grupo de jóvenes, según se observó, diversas actividades relativas a su educación personal y ambiental orientadas a la puesta en práctica de medidas en favor de la protección del medio ambiente; Expresan con toda seguridad la necesidad de subordinar y concebir, desde los inicios, la producción y los procesos tecnológicos con la protección; Generalizan en sus juicios la importancia de jerarquizar y adoptar prioridades sobre las principales medidas que se deben adoptar para lograr el óptimo aprovechamiento y utilización racional del medio ambiente; Proponen que a pesar de la educación y la conciencia, a desarrollar la necesidad de la legislación y aplicación de medidas y contravenciones para aquellos incumplidores de lo establecido para la protección del medio ambiente; Reconocen, según se evidenció, la imperiosa necesidad de asumir actitudes que se reviertan en la protección del medio ambiente mediante comportamientos favorables y, en especial, la participación de ellos sobre: la utilización económica de los recursos energéticos, la restauración de las zonas afectadas por la producción industrial; la disminución del ruido - que comienza su agudización paulatina en estas regiones -, la conservación de las fuentes de agua y hasta la utilización de la basura, que algunos alumnos valoraron como un tesoro. Hasta aquí se ha podido concluir cómo los jóvenes de la población rural y de montaña estudiada manifiestan, en sentido general, la concepción científica para la protección del medio ambiente y se destacan en ellos el aspecto moral de la relación del hombre con el medio ambiente, los sentimientos humanos y vivencias éticas. Algunos alumnos expresaron valoraciones relevantes y recordamos cuando un grupo de jóvenes apuntó (“la actividad más importante que se puede hacer ante el medio ambiente es educar desde niño al hombre ya que una persona correctamente educada resulta útil para toda la sociedad y para el medio ambiente”).
Relacion Valores Actitudes y Creencias RELACIÓN ENTRE VALORES Y ACTITUDES, CREENCIAS CON EL COMPORTAMIENTO Y SU INFLUENCIA Los valores son más centrales y estables que las actitudes. Las actitudes reflejan los valores más relevantes que una persona tiene sobre el mundo y sobre sí misma. Es decir, las actitudes son indicadores de los valores que posee un individuo. “Existen otros conceptos que deben distinguirse en relación con los de actitud y valor. Uno de estos es la opinión, que es la manifestación pública, por lo general verbalizada, de un sentimiento o creencia. Expresa un valor o una actitud. “Otro concepto relevante es el de hábito, que es un comportamiento o modo regular de proceder adquirido por repetición de actos similares. Los hábitos se presentan con frecuencia en la vida cotidiana, pudiendo ser o no coherentes con alguna actitud determinada. “Cuando un hábito positivo es llevado a su máxima expresión se dice que la persona que lo desarrolla es virtuosa, porque tiene la destreza requerida para realizar algo o encarna una gran cualidad o virtud. Llegar a ser virtuoso exige mucha práctica, ya que la virtuosidad debe conquistarse. Expresa un valor latente en nosotros, pero si no lo desarrollamos y ejercitamos no logra manifestarse.” CREENCIAS EN EL COMPORTAMIENTO E INFLUENCIA Las creencias están en la base de todo comportamiento, individual o colectivo. Debemos identificar y desligar las creencias para poder enfrentarnos con el estigma. Es cierto que las leyes y las políticas refuerzan el
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estigma, pero también las leyes y las políticas se originan en una o más creencias. Al examinar las creencias, es muy importante tener presente que: (a) las creencias pueden ser conscientes o inconscientes (por ejemplo, las normas sociales), de hecho, muchas creencias no son conscientes (b) hay creencias contradictorias, especialmente en el campo de los conflictos de valores y creencias conscientes e inconscientes: (c) la tensión relativa de una situación influye en el grado en que las creencias conscientes se hacen a un lado durante una situación específica, permitiendo que predominen las creencias inconscientes. Al final del día, la creencia más fuerte es la que se impondrá. El comportamiento no es cuestión de suerte. Más bien, el comportamiento tiene una estructura, se respalda con razones y es dirigido por las creencias y diversos niveles de concienciación. Así como la fraternidad médica cree que un conocimiento exacto y profundo del virus y del sistema inmunológico, nos permitirá enfrentarnos con efectividad al VIH/ SIDA, mediante vacunas y tratamientos, una o un científico social racional considera que un conocimiento exacto y profundo acerca de las creencias de las personas, nos permitirá entender el comportamiento y modificarlo para reducir la vulnerabilidad a la infección, así como lograr que el comportamiento de la gente sea favorable para las personas que presentan el VIH/ SIDA.
Efectos Colaterales Valor Estetico y Tecnologia VALOR ESTRATÉGICO Y TECNOLÓGICO Antes de definir lo que es valor estratégico hay que definir estrategia. La estrategia es producto de un acto creador, innovador, lógico y aplicable, que genera un grupo de acciones coherentes de asignación de recursos y decisiones tácticas. Estas acciones van encaminadas a lograr que la empresa alcance una posición competitiva ventajosa en el entorno socioeconómico donde se desenvuelve y mejorar la eficacia de la gestión. El concepto de estrategia puede definirse, a lo sumo, por dos perspectivas: Desde la perspectiva de lo que una organización pretende hacer. Desde la perspectiva de lo que una organización finalmente hace. En la primera perspectiva la estrategia “ es el programa general para definir y alcanzar los objetivos de la organización y poner en practica su misión”. En esta definición el vocablo Programa implica que el papel activo (conocido como planeación estratégica o administración estratégica), racional y bien definido que desempeñan los administradores al formularse la estrategia de la organización. En la segunda perspectiva la estrategia es “El patrón de respuestas de la organización a su ambiente a través del tiempo”. Conforme a esta definición, toda organización cuenta con una estrategia (no necesariamente eficaz), aun cuando nunca haya sido formulada de modo explícito. Esta visión de estrategia es aplicable a las organizaciones cuyos administradores son reactivos, aquellos que responden pasivamente y se ajustan al entorno solo cuando surge la necesidad. El valor estratégico es aquella cualidad intrínseca al objeto que suscita la admiración, estima, respeto, afecto, búsqueda y complacencia que genera un grupo de acciones coherentes de asignación de recursos y decisiones tácticas. Es la definición fusionada de valor y estrategia. Antes de definir lo que es valor tecnológico, hay que definir lo que es tecnología y es un conjunto ordenado de instrumentos, conocimientos, procedimientos y métodos aplicados en las distintas ramas industriales. La tecnología puede ser: Fija o Flexible. Fija: No esta cambiando continuamente (siderúrgica, refinerías de petróleo, cemento y petroquímica). Flexible: Tiene varias y diferentes formalidades ejemplos: industria alimenticia, automotriz, medicamentos, etc. La tecnología ayuda a tener mejor producción, en algunos casos puede abaratar los costos, pero también trae como consecuencias: contaminación, despido masivos de obreros, costos social alto.
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Los administradores deberán conocer bien el tipo de producto que se va a obtener, el proceso, los insumos, etc. para determinar que tecnología se va a utilizar. Por lo tanto el valor tecnológico es la capacidad de aplicar todas las herramientas al entorno que nos rodea.
Valores y el Uso Racional de Recursos Naturales El desarrollo de la agricultura propició la producción de grandes cantidades de alimentos con mayor fiabilidad y en áreas de tierra más pequeñas. Se perdió entonces la dependencia de los recursos salvajes, concentrándose en las regiones agrícolas la mayor parte del alimento demandado. Con las nuevas demandas, el ambiente natural pronto excedió en su capacidad de proveer las necesidades primarias, generándose en la población necesidades secundarias. Primero mediante el desarrollo de herramientas de cultivo y más tarde con animales domésticos para ayudar en las tareas agrícolas. Los nuevos requisitos obligaron a fertilizar las tierras con objeto de hacerlas más productivas. A su vez, para los alimentos que no podían ser consumidos crudos se necesitaron materiales para cocinar. Así, una amplia variedad de recursos naturales fueron precisados durante el levantamiento de las tierras agrícolas y el establecimiento de las poblaciones urbanas. Con el crecimiento de la civilización y la concentración de personas en ciudades, aumentaron los requisitos de recursos naturales y se extendieron aun más las necesidades secundarias. Fue necesario organizar la agricultura sobre grandes áreas para proveer a los habitantes urbanos. El transporte desde las granjas a las ciudades llegó a ser esencial, así como el suministro a las industrias de metales y todo género de minerales, piedra, madera para la construcción de edificios, vehículos, etc. Además, fueron requeridos gran cantidad de animales domésticos (vacas, cerdos, ovejas, etc.). Las necesidades de las poblaciones urbanas aumentaron más allá de la simple supervivencia. Así, el hombre urbano se separó de la vida salvaje, pero esa ligadura ha perdurado siempre oculto en su ser, por ello siempre que puede abandona temporalmente las grandes urbes y recurre a ese contacto directo con la naturaleza de donde procede. En su uso presente, la conservación de recursos naturales incluye una amplia gama de conceptos subsidiarios. Uno de ellos es el uso racional del ambiente, que incluye la preservación de áreas reservadas, sea para el estudio científico, o como utilidad estética o recreacional. La preservación también sirve a un propósito ecológico para mantener la función del ambiente total, tal como la protección de bosques que asegure el sostenimiento de agua para las poblaciones urbanas; o la protección de estuarios que sostenga una pesquería en el océano. Pero la preservación o la protección de recursos naturales no es sólo preocuparse de la conservación; un uso racional también implica conservación. Así, segar las mieses, limpiar el bosque, rozar los prados para el ganado, pescar, son actividades coherentes y necesarias; igualmente, se puede considerar una parte legítima del uso racional de recursos la caza de animales salvajes, cuando se llevan a cabo de forma que perpetúen el recurso y no lo pongan en peligro. Estas actividades envuelven otro concepto, el de rendimiento sostenido. Se entiende como rendimiento sostenido, por ejemplo, cuando se caza y pesca tomando sólo el sobrante anual de individuos, así como no poner en peligro las crías que mantendrán ese sostenimiento. Igualmente, la tala de árboles o el corte de céspedes debe eliminar únicamente el incremento anual, o la porción capaz de ser reemplazada a lo largo de un periodo de años, mediante proceso natural o con ayuda humana si es necesario. Si en un futuro se redujera el crecimiento de la población, sería posible disfrutar de un buen desarrollo tecnológico, un buen nivel de recursos vivos, y una amplia gama de lujos, en tanto que la presión sobre los recursos disponibles sobre la tierra sería aceptable. Pero con el crecimiento de la población humana, con una tecnología cada vez más exigente, y con crecientes demandas de materiales, la presión sobre dichos recursos de la Tierra aumenta firmemente. Todas estas circunstancias imprimen al ser humano un futuro incierto. Sólo mediante el fomento de la concienciación social en cuanto a las limitaciones humanas sobre la Tierra, complementado con políticas realistas de conservación, reutilización y reciclaje, se podría dar un giro a estas tendencias sin perder en esencia la calidad de vida que nos hemos dado y que luchamos frenéticamente por mantener. Existen áreas más amplias de captación o uso de recursos naturales tales como la atmósfera o los océanos, en los cuales la utilización por parte del usuario no se encuentra bajo una autoridad reconocida, esto provoca a menudo que el recurso quede deteriorado. Aunque cada pescador genera con sus actividades un efecto
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muy pequeño en los recursos del océano, el efecto de las actividades de todos los pescadores amenazaría su existencia. De forma semejante, cada conductor de un automóvil no poluciona por si solo la atmósfera global, pero todos los automóviles circulando por todas partes del mundo, contribuyen a que se forme un nivel de polución muy apreciable. Es aquí, donde se precisa una autoridad reconocida que ejercite el control.
Valores y Control de Contaminacion Ambiental La contaminación ambiental está llegando a tales extremos en el mundo y en el Perú, que el ser humano parece estar empeñado en destruir el ambiente donde vive, en una actitud suicida; pero mientras que en otros países se están tomando medidas muy serias para prevenir y controlar la contaminación, en el nuestro sólo existen acciones aisladas. Para solucionar el problema de la contaminación es de urgente necesidad tomar algunas medidas. 1. El Estado debe preocuparse del problema de la contaminación, dando leyes severas, controlando su cumplimiento y sancionando a los transgresores. El problema ambiental es un problema que afecta al bien común y a la calidad de la vida, y, en consecuencia, no puede quedar al libre albedrío de las personas. El bien común es una responsabilidad del Estado como representante del bienestar de todos los ciudadanos. 2. Una alta responsabilidad incumbe a los gobiernos municipales, responsables directos de la disposición de la basura y las aguas servidas; del control del parque automotor; de las áreas verdes; del control de los ruidos molestos; del ornato, y de las emisiones contaminantes en su jurisdicción. 3. Los ciudadanos deben tomar más conciencia del problema, exigir respeto por el medio ambiente y no contribuir a su deterioro. El aporte de los ciudadanos, individualmente, puede ser muy grande en algunos aspectos: No arrojar la basura y los desechos en las calles ni en cualquier lugar. Evitar los ruidos molestos, tanto a nivel de barrio (escapes abiertos, bocinas, música fuerte) como a nivel doméstico. Erradicar hábitos sumamente contaminantes, como el escupir y hacer deposiciones en la calle o en los parques y jardines, etc. Sembrar árboles y colaborar en el mantenimiento de las áreas verdes. No utilizar productos que contienen contaminantes, como CFC (desodorantes en aerosol), gasolina con plomo, etc. Si utilizan vehículos automotores, regular periódicamente la combustión del motor para evitar la producción de gases tóxicos. 4. Se deben usar alternativas menos contaminantes como abonos orgánicos en lugar de los sintéticos; transformar los desechos urbanos orgánicos en abonos; controlar biológicamente las plagas, es decir, combatir los insectos dañinos con sus enemigos naturales, etc. 5. Prohibir la propaganda ciega para los insecticidas, herbicidas y otras sustancias tóxicas, debiéndose alertar obligatoriamente al usuario sobre los efectos contaminantes y letales de las mismas. 6. Educar a la población a través de las escuelas y medios de comunicación (TV, radio, periódicos) en el respeto por el medio ambiente y en la erradicación de pésimas costumbres de contaminación ambiental.
MC Genaro Alberto Gómez Chi
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