Desarrollo La marginalidaden el contexto social una mirada desde el concepto. El hombre, además de vivir y moverse dentro de la sociedad, entra en conocimiento con ella del mismo modo que con la naturaleza circundante; conocer la sociedad no solo significa advertir el ambiente social por vías de los sentidos, sino investigarla toda. La sociedad humana es una formación compleja, nace de la interrelación de los hombres con la naturaleza, su actividad y las relaciones entre ellos establecidas, constituyen la realidad social de la cual se parte para conocerla. Solo a través del estudio de esta se puede dominar la esencia de la actividad y las relaciones de los hombres a escala macroestructural; conocer su historia es descubrir la noción científica, pues comienza por los hechos y los acontecimientos acaecidos en su interior, sin embargo los hechos solo son materias primas que emplea la ciencia para adentrarse en su estudio porque estos comienzan allí donde hay generalizaciones, donde se revelan leyes y surge una teoría que ofrece una explicación correcta de los hechos, que explican la actividad y las relaciones de los hombres, la teoría de mostrar el porqué estos hacen la historia. Si resumiéramos las peculiaridades de la vida social a diferencia de la naturaleza y las dificultades de conocimiento de la sociedad que se desprenden de ellas se reducirían a lo siguiente:
1. En la naturaleza todo lo que ocurre obedece a causas naturales, todo es producto de la interrelación de las fuerzas ciegas de la naturaleza. En el contexto social esto se traduce en el quehacer cotidiano de los hombres ya que estos son seres conscientes y todo lo que hace cada uno pasa por su cabeza. Los hombres actúan movidos por sus pasiones, reflexiones o en el peor de los casos por caprichos, todos condicionados por violentas convulsiones socio- históricas, y muchas veces fatalmente preconcebidas por los valores y normas que impone la sociedad en que les ha tocado vivir ; al no ajustarse a ello, el sistema los rechaza y de esta forma aparece un grupo que vivirá al margen de esta; pero que su existencia es un elemento a tener en cuenta para su estudio integral.
2. En la naturaleza se observa cada día la repetición de procesos , ejemplo de ello es la puesta del sol. En el caso de la sociedad los procesos y los acontecimientos históricos presentan un carácter peculiar y jamás ocurren de la misma manera, de ello se desprende que existen leyes que rigen el desarrollo social. Cada época histórica ofrece determinadas posibilidades para el estudio y la comprensión de la sociedad. Antes de adéntranos a una mirada historiográfica sobre el tema, observemos detenidamente el concepto de marginalidad como elemento macro, marginalidad social como un componente de este y la automarginación como una manifestación de la conducta que rechaza la integración social. La marginalidad no es definida por muchos diccionarios, púes aparece con mucha frecuencia los vocablos marginal y marginalidad, unida a otros factores, esto ha hecho que su uso resulte a menudo bastante equívoco. De hecho no es fácil definir con exactitud ambos términos, entre otras razones porque la dinámicaeconómico-social de los últimos tiempos han tenido el efecto de que los conceptos con ellos señalados hayan sufrido importantes cambios. En relación con el concepto que por ahora nos interesa específicamente, el DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española) brinda de ambos vocablos definiciones muy vagas e imprecisas. De marginal dice, en su 4ª acepción: ³Dicho de una persona o de un grupo: Que vive o actúa, de modo voluntario o forzoso, fuera de las normas sociales comúnmente admitidas², y de marginalidad: ³Falta de integración de una persona o de una colectividad en las normas sociales comúnmente admitidas². La palabra tiene muchas otras acepciones, pero por ahora mi interés se centra sólo en la de esta definición.
Lo primero que debemos observar es que, de acuerdo con lo que comúnmente entendemos por marginal, ninguna persona vive "voluntariamente" en esas condiciones. Por otra parte, ambas definiciones son tan generales, que entran dentro de ellas numerosos casos que, estrictamente hablando, no corresponden a lo que uno empíricamente considera que son marginal y marginalidad. Tampoco los diccionarios especializados como el DAEF, Enciclopédico Ilustrado entre otros dan definiciones plenamente satisfactorias de ambos vocablos, principalmente porque, desde el punto de vista de las ciencias sociales cada autor tiene su propio criterio al respecto, y sobre esa base ensaya su particular definición. Una de las definiciones, de las varias consultadas, que más se aproximan, a mi juicio, a lo que comúnmente se intuye, como marginal es la de Gino Germani: cuando expresó: sectores de la población segregados en áreas no incorporadas al sistema de servicios urbanos en viviendas improvisadas y sobre terrenos ocupados ilegalmente(G. Germani: El concepto de marginalidad. Nueva Visión. Buenos Aires; 1973. p. 12. Cit. en Diccionario de Ciencias Sociales. Instituto de Estudios Políticos. Tomo II. Madrid; 1976. p. 147). No coincido con Germani pues reduce el fenómeno de la marginalidad al medio urbano, a las ciudades más o menos grandes, y en un criterio es que si bien el problema se plantea con mayor dramatismo y notoriedad en las grandes ciudades, ya la marginalidad no puede limitarse sólo a las ciudades, pues también se produce en muchas zonas rurales. Al respecto Alexis Márquez Rodríguez (2004) expone "que la marginalidad reside en la exclusión compulsiva , nuca voluntaria de individuos y gruposde personas del disfrute de servicios básicos e imprescindibles para la supervivencia de cualquier tipo de sociedad". Desde mi punto de vista no basta con elementos económicos, el ser marginal en el caso de un individuo no lo da su posición económica favorable o desfavorable pues la pobreza no es sinónimo de marginalidad. ¿Cuáles son los servicios básicos antes referidos? Trabajo remunerado, alimentación, vivienda, salud, cultura y educación. Si reducimos el ser marginal a la carencia de estos elementos desde el punto de vista Filosófico estaríamos cayendo en una posición pragmática y existencialista lo que impide tener una visión más holística del fenómeno en su contexto social y desde una mirada Psicológica estaríamos negando el rol que desempeñan los procesos consientes que se operan en el interior de la psiquis humana, pues las formaciones psicológicas complejas se desarrollan en los individuos a partir de la potenciación de sus experiencias y motivaciones personales en el contexto de sus relaciones, y no siempre las personas tienen que incurrir en conductas delictivas que los aparten del desarrollo social como respuesta a una carencia económica o cultural, en ello desempeñan un rol fundamental las relaciones sociales y el sistema imperante, pues son a mi modo de ver las piedras angulares que generan la marginalidad. Por consiguiente el concepto de marginal no debe limitarse a las personas, y por extensión a las comunidades sociales, sino que debe ampliarse a otros entes, como países, regiones, etc. Esto es válido si usamos las palabras marginal y marginalidad más allá del ámbito en el cual me he ubicado. Un país marginal no es propiamente un país caracterizado por la miseria absoluta que, entre otras cosas, define a los marginales en sociedades capitalistas. Una persona o cualquier otro ente puede mantenerse al margen de algo, sin que puedan ser llamados marginales en el sentido con que aquí manejamos ese concepto. La inteligencia y sagacidad de los hombres, ha establecido de hecho, la aplicación del término de los diccionarios, la diferencia entre marginal y marginado. Lo que sí puede decirse, y se dice, es barrio o zona marginal, para referirse al ámbito físico en que viven los marginales, individuos o grupos sociales aunque podemos encontrar manifestación de marginalidad en personas que no necesariamente viven en barrios, ni zonas con estas características.
Entiendo por exclusión o marginación social el proceso por el que una sociedad rechaza a unos determinados individuos, desde la simple indiferencia hasta la represión y reclusión. También se da el caso de quienes, por no concordar con los valores y normas de una determinada sociedad, se automarginan. Característica común a todos los grados y tipos de marginación es la privación o dificultad para la normal satisfacción de las necesidades secundarias. Este fenómeno se puede producirse ya sea por seguir los ideales de la comunidad o bien cuando la sociedad responde a los intereses de un grupo minoritario poderoso. Es interesante mencionar que, como he dicho anteriormente, la exclusión social es un proceso, no una condición. Por lo tanto sus fronteras cambian, y quién es excluido o incluido puede variar con el tiempo, dependiendo de la educación, las características demográficas, los prejuicios sociales, las prácticas empresariales y las políticas públicas. Entonces marginación es el estado en el que un individuo o grupo social no es considerado parte, o lo es, pero como parte externa, de una determinada sociedad. Podemos distinguir una taxonomía de la marginalidad de la siguiente forma: • La marginación por indiferencia (Sanitaria): incluye a los ancianos, minusválidos, subnormales (dementes) e inválidos. Lo que sucede es que no es la sociedad la que los rechaza sino que es el mercado el que los margina por ser improductivos e incapaces de aportar su fuerza de trabajo. • La marginación por represión de conducta, la cual abarca a prostitutas, drogadictos, alcohólicos y delincuentes y la marginación de reclusión por falta de recursos, formada por maleantes, mendigos. En estos casos, la sociedad los margina debido a que presentan una actitud desviada, incompatible con los ideales morales de la comunidad. • La automarginación suicidas, vagabundos, enclaustrados: encarnada por los hippie de los años 60, revolucionarios e intelectuales, quienes no comparten las ideas imperantes en su entorno y buscan la manera de satisfacer sus necesidades sin involucrarse en el circuito productivo-mercantil. • Marginación cultural: estratos aislados, restos de castas, clases sociales extremas. • Marginación educacional: analfabetos, incultos, élites educacionales. • Marginación laboral: jubilados, parados y emigrantes. La exclusión social, sea debida a cualquiera de sus posibles orígenes, produce siempre en quienes la padecen una pérdida o una lesión del disfrute de los derechos fundamentales que como personas les corresponden. La exclusión marca la frontera entre quienes gozan en plenitud de sus derechos y quienes se ven privados de una parte de ellos, con menoscabo de sus capacidades de desarrollo como personas, agravio de su dignidad y, con frecuencia, peligro de su propia vida. Vuelve a la gente incapaz de insertarse o reinsertarse en el circuito económico; esta imposibilidad de reinserción lleva a un proceso de "descalificación social" y a la pérdida de una "ciudadanía activa". Es claro que toda exclusión es una injusticia. No hay exclusión que pueda proceder del ejercicio de la justicia, cuando lo que produce es el daño de la persona, su destrucción física, psicológica o moral. Análisis historiográfico del fenómeno, su esencia y manifestación en el contexto social. El fenómeno social marginalidad tiene sus orígenes en el momento en que apareció la sociedad dividida en clases. En las sociedades clasistas en el oriente antiguo las condiciones de vida favorables para que los hombres pudieran sentirse satisfechos de su condición humana eran privativas de las clases dominantes y prevalecía un pensamiento religioso de corte politeísta, que obligaba a la comuna campesina esclavizada al trabajo forzado y a vivir en condiciones depauperantes para la especie humana la conformidad, y el despego de una situación de vida favorable obligó a estos grupos humanos a incurrir muchas veces en conductas que si bien nosotros desde este punto de vista a probamos, esa
sociedad, construida por estos hombres rechazó de forma enérgica su conducta, el castigo, la muerte es decir la privación de la vida esa era la forma en que se marginaban a las personas en estas civilizaciones. En el mundo clásico de Grecia y Roma la base económica descasaba sobre el trabajo esclavo, conformaba una masa desarraigada y sin ningún criterio humano el esclavo es una fuerza productiva capas de generar riquezas, es un objeto dentro del sistema su finalidad generar ganancias, su condición humana era desconocida y como objeto al fin podía ser vendido, no tenían derecho a la familia, a poseer propiedades, es decir grandes grupos marginados que la sociedad no reconocía como personas, se dictaron muchas leyes que amparaban a los grandes esclavistas y otorgaban impunidad ante hechos que podemos clasificar como aberraciones conductuales entre las más comunes encontramos: la violencia extrema, violación, masoquismo, homosexualidad. Sin embargo el esclavo que incurriera en algún hecho de esta u otra índole también podía ser severamente castigado e incluso la muerte. La etapa del feudalismo Esta se caracterizó desde su aparición por el poder desmedido de la iglesia en su alianza con el Estado, durante los primeros diez siglos, se sentaron las bases para que el sistema pudiera fructificar ya en el período de los siglos XIV y XV , junto con el declive del modo de producción se agudizan las contradicciones de clases y proliferan vagabundos, prostitutas, maleantes, asesinos, todos generados desde las villas y ciudadelas que vieron la luz desde el siglo XIII con el renacer de la vida urbana y el éxodo del campo a la ciudad. Europa por completo era un hervidero de la ya naciente burguesía manufacturera y comenzaban a generase los primeros síntomas de marginación con los grupos sociales que por diferentes razones no poseían empleo y utilizaban solucionesalternativas como eran robar, asesinar, prostituirse, pero las autoridades y el pueblo en general comienzan a expulsar de la villas a estas personas. Estas medidas están encaminadas a mejorar la mano de obra en los campos para incrementar la producción, también se aprueban leyes donde se torturan y asesinan a los vagabundos y mendigos si son sorprendidos infragantes, entre los castigos estaban: azote, cortar partes de las orejas, la deportación al "Nuevo Mundo" América, y a los más reincidentes la pena de muerte. La prostitución fue un fenómeno más aceptado pues incluso los propios obispos eran dueños de importantes burdeles, que se localizaban en los centros de las ciudades medievales, así las prostitutas conformaron parte orgánica del paisaje urbano, con relación a ello Thomas Platter escribió "no se puede atravesar el puente de Avignon sin encontrar dos monjes, dos asnos y dos putas" citado por Jean-Claude Schmitt (1996), en sentido general en la etapa de transito al capitalismo el problema de la marginalidad ya era una situación palpable y poseía todos los rasgos que lo tipificarían. El sistema capitalista que se desarrolló a partir del siglo XVII en Europa y que rápidamente se extiende por el mundo, trajo en su seno un fenómeno como herencia de los antiguos regímenes, y es el de exclusión social; con respecto a ello Marx planteó : " ... Nace con manchas naturales de sangre en un carrillo, el capital viene al mundo chorreando sangre y lodo de la cabeza a los pies... " Marx, Carlos(1975) p. 34 Estas palabras ilustran la esencia de la explotación y el desarraigo que han sufrido las masas populares en los diferentes contextos y momentos históricos la situación social revelada por la esencia de la explotación capitalista es el elemento dinamizador que hace posible que continúen emanando conductas y formas de actuar que se apartan de lo que la sociedad acepta, sin embargo el estudio de ellas es ya una necesidad para la comprensión de una historia total de la sociedad al tener en cuenta la proporción de quienes no tienen nada y cuál es su paso por la vida , pues ellos también hacen posible la evolución de la sociedad, pues los criminales, los vagabundos, las prostitutas, los ladrones, los mendigos todos conforman una masa desarraigada urbanizada y fácilmente desclazada, que la sociedad caracterizado como marginales por apartarse de las normas y valores sociales arraigados en
ellos, es decir los códigos éticos reconocidos socialmente, teniendo en cuenta que muchas de estas conductas son el producto de largos procesos y experiencias personales condicionadas por el sistema. En el caso de nuestro país, este fenómeno social se hace evidente teniendo en cuenta que su origen se pierde en la propia historia, desde la llegada de los europeos a Cuba, pues si analizamos la composición social de las personas que se enrolaron en el proceso de conquista y colonización y de los que más tarde se asentaron definitivamente en la isla, no percatamos de que no todos procedían de las familias más prestigiosas y mucho menos descendientes de la naciente y cada vez más pujante burguesía con fortunas propias, fundamentalmente vinieron acá los vagabundos y personas de la peor especie que en el caso de España trajeron consigo toda la miseria que el feudalismo español les había dejado Durante la Colonia fueron los esclavos e inmigrantes sobre todo los asiáticos, los que más sufrieron las manifestaciones de exclusión, aunque también no podemos olvidar su contribución al proceso de formación de nuestro pueblo. Una vez instaurada la República Neocolonial a partir de 1902 hasta 1958 bajo el control de los EE.UU, Cuba se convirtió en un escenario pródigo en el que encontramos varios ejemplos de la manifestación de este fenómeno social; la propia condición de neocolonia favoreció la exclusión social, donde el desempleo creó el ejército industrial de reserva, los desempleados, los que poseen trabajos esporádicos, los que están en espera de ser reservas y los desplazados definitivamente, todos en camino de la pobreza y la marginalidad. Teniendo en cuenta que los marginales son un buen ejemplo de las condiciones sociales de la humanidad, por una parte, los grupos marginales representan no sólo un problema de una clase determinada, sino que pueden ser una muestra de la realidad social en sus distintos niveles; no obstante, cabe destacar que muchos son los factores que involucran a la marginación, siendo los aspectos más representativos los que incluyen la desigualdad de género y raza y la enajenación y la alienación que desarrolla el individuo bajo estas condiciones. ¿Cómo se aborda actualmente el estudio de la marginalidad en el mundo? La marginalidad como fenómeno social se aborda en diferentes países sobre todo en América Latina y África, los países llamados del tercer mundo, se han tomado como puntos focales para distintos estudios sobre la marginalidad : violencia, violencia sexual maltrato infantil, la homosexualidad, son las temáticas más recurrentes en los análisis teóricos Siendo estas manifestaciones del fenómeno las más observadas en nuestra cotidianeidad y que está vinculada a factores culturales, económicos, sociales y sobre todo estructurales producto de las relaciones sociales. Sin embargo, para comprender los problemas de los grupos marginados debemos remitirnos a la comprensión de la estructura de la familia como primer instrumento de socializacióndel sujeto. En vista de que la familia es quien se encarga de reproducir patrones culturales en el individuo, que no solo imparte normas éticas, proporcionando a los niños su primera instrucción sobre las reglas sociales predominantemente, sino que también moldea profundamente su carácter, en formas de las que no es consciente. La familia inculca modos de pensar y de actuar que se convierten en hábitos, y su enorme influencia emocional afecta la experiencia anterior del sujeto. Al respecto Engels expresó: La familia es el elemento activo, nunca permanece estacionada, sino que pasa de una forma inferior a una forma superior a medida que la sociedad evoluciona de un grado más bajo a otras más altas. Engels Federico(1975) p 490. Esta unión armónica crea un ambiente fuertemente cargado en el que el sujeto aprende lecciones que nunca olvidará y a la vez desarrolla una predisposición consciente a actuar de determinada manera y a recrear más adelante, en sus relaciones con sus seres queridos y autoridades, sus primeras experiencias. La reproducción de la cultura no es solamente una cuestión de instrucción formal y disciplinar, pues también requiere que se fije en la personalidad.
Es por ello que la socialización se nos presenta como la relación que establece el sujeto con otros, respetando sus diferencias y en el que por medio de esta interacción conoce al mundo que le rodea y que le permite desarrollar una personalidadque se encontrará mediada de los diversos factores tanto socio-económicos, biológicos y psicológicos que se le presenten en un determinado tiempo y espacio, considerándose todos estos dentro de un proceso en el que la familia es el agente al que la sociedad le ha confiado en una primera etapa esta compleja y dedicada tarea. Esto significa no solo que el sujeto se adapte al medio y que actúe sobre él, sino que influya de manera activa, transformándolo en la misma medida en que el medio actúe sobre él mismo, por lo que haber devenido en personalidad significa haber aprendido a actuar, y a conducirse ante la vida. Con relación a ello Marx planteó, criticando a Feuerbach " los hombres son producto de las circunstancias y la educación , y que por tanto los hombres modificados son productos de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que son los hombres , precisamente los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educando necesita ser educado " Marx, Carlos (1975) p. 23 La educación cubana constituye un pilar importante en el desarrollo de las relaciones sociales, la misma se sustenta en la potenciación de los alumnos para que entiendan y transformen su medio social. Siendo los procesos de enseñanza-aprendizaje vías utilizables para desarrollar una concepción desde la prevención que contribuyan a la preparación de los estudiantes para entender los procesos sociales con los que está conviviendo. La escuela cubana actual, y en particular la enseñanza preuniversitaria, se encuentra inmersa en profundas transformaciones, que exigen cambios sustanciales, pretendiendo que el estudiante no solo sea objeto, sino también sujeto del aprendizaje, viéndolo como un proceso multilateral en el que intervienen un grupo de factores: el docente, los coetáneos, la escuela, la familia, la comunidad, entre otros. Para que esto fluya de la manera deseada es necesario tener en cuenta diversos elementos que hacen que la educación sea uno de los procesos más complejos que existen, sin olvidar contextualizarlo o sea tener presentes las condiciones reales en que se desarrolla el proceso y las características de cada uno de los componentes que lo integran de esta forma el conocer, discutir, reflexionar sobre estos temas en el contexto educativo posibilita una mejor comprensión de la vida cotidiana y contribuye en gran medida al crecimiento personal de los estudiantes. La marginalidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia, su contribución a la comprensión de la Historia Local El proceso de enseñanza-aprendizaje en nuestra concepción conforma una unidad que tiene como propósito esencial contribuir a la formación integral de la personalidad del estudiante. Esta tarea es una responsabilidad social en cualquier país. El proceso de enseñanza-aprendizaje es la integración de lo instructivo y lo educativo. La primera es el proceso y el resultado de formar hombres capaces e inteligentes. Aquí es necesario identificar la unidad dialéctica entre ser capaz y ser inteligente. El hombre es capaz cuando se puede enfrentar y resolver los problemas que se le presentan, para llegar a ser capaz tiene que desarrollar su inteligencia y esto se alcaza, señala Carlos Álvarez, si se le ha formado mediante la utilización reiterada de la lógica de la actividad científica. Desde el presupuesto de que la enseñanza-aprendizaje conduce a la adquisición e individualización de la experiencia histórico-social, interpretamos que el estudiante se aproxima gradualmente, como proceso, al conocimiento desde una posición transformadora, con especial atención a las acciones colectivas, que promueven la solidaridad y el aprender a vivir en ella. A la interpretación de que el proceso de enseñanza-aprendizaje es una unidad dialéctica entre la instrucción y la educación está asociada la concepción de que igual característica existe entre el enseñar y el aprender.
Razón por la cual nos proponemos la enseñanza de una historia total que se aparte de la típica historia que solo enseña los acontecimientos militares, diplomáticos, económicos, etc.; acercándonos más a los hechos que componen la vida cotidiana, en la que aparezca la presencia de la gente común que ha estadoolvidada durante años. Esta" historia de bronce" denominada así por muchos autores es la que recoge a los hombres de pueblo, las mujeres, los niños, además se pretende el conocimiento de costumbres, formas de pensar y actuar de el pueblo tunero y en especial de aquellos que la sociedad rechazó por diferentes motivos, y no solamente centrarnos en la historia que tradicionalmente enseñamos." La historia no es el simple culto al pasado, sino aprehensión del presente y construcción del futuro a partir de lo que nos identifica como somos y define como queremos ser" Torres-Cueva y Oscar Loyola (2001) p 1. La historia tradicionalmente tendió a centrase en las hazañas de grandes hombres, de hechos y personajes que merecían pasar a la historia., y el resto de la humanidad un lugar secundario. Con la aparición del materialismo histórico se reinterpreta la historia, proponiendo una teoría para explicar la realidad histórica, la cual refiere que la sociedad, es el producto de los actos de los hombres en sus relaciones sociales; en tal sentido el historiador inglés Eric Hobsbawn, define la historia social como: "historia de la sociedad sin dejar fuera ningún aspecto de la totalidad, tal y como lo señaló el materialismo histórico desde sus comienzos." Hobsbawn, Eric. (1991) p. 45. Coincidimos con ello y además asumimos el concepto expresado por el Dr. José Ignacio Reyes, al definir Historia Social Integral como "una concepción dialéctica que refleja la diversidad de elementos de la vida social marcada por la dialéctica pasado- presente- futuro que se manifiesta en todos los niveles, personal, familiar, comunitario nacional y universal, que a partir de los conocimientos históricos, los intereses del alumno y las potencialidades del medio social, posibilita el desarrollo integral en el escolar expresado en el aprendizaje de saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales, que forman su pensamiento histórico y la capacidad par actuar en el contexto social. Reyes José I. (1999). 50p, ya que dentro de la historia social se encuentran lo cotidiano, la vida familiar, las personas comunes, los sectores marginados, los hábitos y costumbres, que contribuyen a caracterizar la cultura de la sociedad en cada localidad, aunque el tema de la marginalidad no ha sido lo suficientemente trabajado en el contexto educacional y lo consideramos muy importante en la formación multicultural de los estudiantes. Tampoco ha sido interés por parte de la Ciencia Historia revelar las peculiaridades de los grupos marginados por lo que constituye una motivación más el abordar este tema desde la dimensión educativa. Establecer los vínculos entre la historia local y su contexto, es el ejercicio interpretativo que nos ayuda a comprender nuestra historicidad. Ya que las experiencias locales se desarrollan en interacción con contextos mayores: regionales, nacionales o globales enfatizando en el modo en que esas identidades interactúan un entorno histórico y social más amplio. La historia local debe estar orientada e insertada en la historia nacional de forma que permita el desarrollo, del pensamiento histórico y que mediante su estudio se pueda mostrar la época y cómo influyen los acontecimientos nacionales en la localidad. El estudio de las ciudades es un elemento ha tener en cuenta para realizar cualquier investigación relacionada con el contexto social en que se mueven los estudiantes, el estudio de una ciudad implica tomarla desde un punto de vista educativo, pues ciudad y educación son dos fenómenos profundamente imbricados, la ciudad como agente o medio educativo es una fuente generadora de formación y socialización, pues el medio urbano es el propicio para la transmisión cultural y educación informal. La ciudad es el resultado de una implosión que reúne en un espacio reducido un gran número de personal y de elementos culturales dentro de ella; no solo se desarrolla una vida apacible, también se desencadenan fenómenos de
diferentes naturalezas entre los que se destacan: la delincuencia, la drogadicción, la prostitución, entre otras que en su conjunto van etiquetando a grupos sociales que conviven y también realizan historia: Los marginales, que conforman junto al resto de los ciudadanos una complicada red de relaciones humanas que pueden devenir en elementos socializadores y por qué no, en situaciones educativas si sabemos aprovechar las enseñanzas que esos actos trasmiten a las nuevas generaciones, ya que el conocimiento y valoraciones críticas de estos por parte de los estudiantes contribuirá a que no incurran en ellos. Las aportaciones de la ciudad al desarrollo evolutivo del hombre contribuyen a la solución de los diferentes problemas sociales a que este se enfrenta. La ciudad es por tanto una herramienta para hacer frente a los retos que hoy nos impone el devenir social, ella es una máquina de crear información y de educar a sus miembros, contribuyendo de dos modos al tratamiento de los conflictos que ha creado: produciendo nueva información y nuevos modos de comportamiento cívico-social o trasmitiendo esa información a todos los ciudadanos indiscriminadamente para educar todos los sujetos que viven en las condiciones que ella crea; es por ello que investigar la historia de la ciudad permite saberla y trasformarla. El presente nos plantea inquietudes que queremos resolver, la respuesta a muchas de ellas, están en el pasado, ese que muchos se empeñan en no descubrir, olvidando el compromiso social de la historia, pues al no trabajarla de forma objetiva puede ir creando en los estudiantes secuelas negativas al no saber interactuar con contenidos de la cultura vivida y caen en posiciones de pasividad y conformismo. Solo cuando se sistematizan estos elementos es posible comprender el papel que puede desempeñar la historia en la comprensión del mundo inmediato y también su transformación. Por consiguiente, el cambio educativo constituye una necesidad del desarrollo de la educación cubana. Pero sabemos que todo cambio puede desencadenar temores y resistencias, por cuando implica un proceso de desprendimiento progresivo que conduce a resignificar concepciones arraigadas, a modificar actitudes y prácticas consolidadas durante años. Conclusiones
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La revisión documental así como la búsqueda en las fuentes sociológicas, permitieron fundamentar, el tema donde se destaca de forma especial la aplicación de la epistemología del materialismo histórico y dialéctico, por ejemplo el análisis histórico concreto de los hechos, fenómenos y procesos.
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El estudio del fenómeno sociológico de la marginalidad es un elemento cognitivo que favorece un acercamiento a la obtención de una cultura general integral de las nuevas generaciones, así como el crecimiento personal lo cual fue posible a partir de la implementación de criterios e ideas integrados y sintetizados de la filosofía, sociología marxista-leninista y la aplicación del principio de que las circunstancias hacen a los hombres en la misma mediad que los hombres hacen a las circunstancias.
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El vínculo de la historia nacional con la historia local es un principio del proceso didáctico de la enseñanza de la Historia de Cuba en los momentos actuales ya que al propiciar conocimientos históricos locales que sean significativos en la vida cotidiana de los alumnos provocaran en ellos inquietudes por conocer, cómo surgieron y se desarrollaron estos hechos y situaciones, logrará una seguridad en sí mismo que lo volverá más participativo.
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3.1 Introducción
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3.2 Marginalidad
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3.3 Participación
3.1 Introducción En función de lo que se señalará, puede decirse que la educación es un poderoso proceso de investigación social en el intento de reproducción de la cultura y la estructura social. En los países latinoamericanos, caracterizados por el desarrollo dependiente, las necesidades de mano de obra especializada a la par que los fenómenos de desempleo y subempleo estructurales, demuestran no sólo la existencia de un proceso de desarrollo desigual y combinado, sino también que el sistema educativo ha reforzado dichos procesos de marginación a gran escala, en tanto que reproductor de la ideología dominante. En los países dependientes, el proceso de marginación y la marginalidad estructural, consecuencia de los modelos de desarrollo, son, por un lado, expresión funcional del sistema y, por otro, amenaza permanente para el mismo. A la educación se le ha conferido, por una parte, un papel de socialización (de adaptación, según la teoría estructural funcionalista); por otra, un papel de conscientización y de transformación de la cultura y estructura sociales. En el último sentido cobra más relevancia la educación de adultos, creada en un principio para llenar los vacíos que deja el sistema educativo escolarizado. A la vez, la educación de adultos en muchos de los países latinoamericanos está cumpliendo un papel que es una combinación de esfuerzos para integrar las masas marginales al sistema económico, reproduciendo las relaciones de producción y respondiendo en parte a las demandas de mano de obra, con mayor preparación y especialización, del aparato productivo. Es indudable que la educación de adultos, sobre todo a través de la modalidad abierta y no formal, facilita las posibilidades de participación activa, organizada y dentro del sistema económico y social imperante. Empero, es sumamente dudoso que la educación de adultos en sí, impulse a un mayor nivel de desarrollo o provoque cambios sociales. En concordancia con estas observaciones, los planteamientos se orientan más bien hacia el importante papel de la educación de adultos en el desarrollo integrado. Las manifestaciones concretas de este concepto (que no constituye todavía un modelo) son confusas respecto a lo que puede significar "integrado": a) la integración de varias estrategias de desarrollo; b) la integración de las acciones de los diferentes sectores (organismos gubernamentales y no gubernamentales) y e) la integración de la población marginada en el proceso de desarrollo nacional.
La educación de adultos tendrá que buscar sus bases teóricas en la transformación de las relaciones de producción, para contribuir a la eliminación de los procesos de marginación y a la situación de marginalidad. En cuanto a los aspectos metodológicos, coherentes con las mismas bases teóricas, la participación ofrece elementos para contribuir a la organización y contrarrestar la alienación. ¿Qué es la participación desde la perspectiva de la marginalidad? o sea, ¿la propuesta de participación de los grupos marginados ofrece una posibilidad de integración en la sociedad global, en la estructura existente (la interpretación estructural), o en el sistema de objetivos, normas y valores? Participación en relación con la enajenación, es el propósito de ser actor en los procesos productivos (de bienes y de cultura) o, en términos políticos, la búsqueda de una democratización en la que se obtiene (como grupo social o clase social) una influencia real en los procesos de transformación. La alienación, al igual que la participación tiene: a) un aspecto relacional; quiere decir, se da respecto a algo; b) una connotación temporal, o sea, se refiere a un proceso histórico; y c) un aspecto objetivo que comprende la alienación de la actividad de su esencia humana de los demás. 3. 2 Marginalidad El término marginalidad es sumamente confuso. No solamente existen grandes diferencias conceptuales según el contexto histórico, social, económico, político y cultural, sino sobre todo, la conceptualización de la marginalidad y de la marginación adquiere características hasta contradictorias según la teoría empleada y el contexto ideológico. Murga Franssinetti (1978, pp. 221-222), presenta el siguiente panorama como un abanico multicolor: "No es extraño pues, en esa dirección, que su significado y su status varíen según el contexto y que aparezca simultáneamente, como concepto empírico que describe situaciones ecológicas urbanas, (véase entre otros a Rosenbluth); o que designa a un estrato fundamentalmente rural, (González Casanova); o que totaliza la falta de participación activa y pasiva de determinados sectores (Mattelart y Garretón); como construcción hipotética que atribuye las carencias de la mayoría de la población del continente a su 'desintegración interna' y a su 'resignación, abulia y apatía' (Desal y Vekemans); y como concepto teórico que connota conflictos culturales (Chaplin); o que tematiza ciertas incongruencias de status (Cotler); o que indica un bajo grado de proximidad a los valores centrales de un sistema social integrado (Germani), o que hace referencia a formas particulares de inserción en el mercado de trabajo, y por consecuencia, en la estructura social global, determinadas por la naturaleza dependiente del régimen capitalista imperante en los países latinoamericanos (Germani)". 3.2.1 Generalidades Dentro de la variedad de significaciones que adquiere 'la marginalidad' (ver al respecto Michel, 1979, p. 149 y sig., Solari, 1976, p. 351 y sig., Murga Franssinetti,, 1978, p.222), existe una que apunta a las causas estructurales de la misma. No se define por negación como no participación, sino que se la caracteriza por aquellas formas particulares de inserción de la estructura productiva de la sociedad en general y, en particular, en los países dependientes de América Latina. En general se caracteriza como situación social marginal", al modo "no completo de integración" -en la estructura general de la sociedad- de ciertos "espacios marginales". Esto implica el carácter contradictorio y, por ende, no estructurado en su totalidad, respecto al modo de integración e interdependencia de sus elementos", ni en cuanto a "sus relaciones con el resto de la estructura global" (Quijano, 1968, p. 35). Formulada en términos de conflicto radical, la situación de marginalidad social no puede ser superada sin la modificación de la naturaleza de la sociedad como tal. El sistema de dominación social imperante y algunos modelos de desarrollo requieren implícitamente un proceso de marginación de vastos sectores de población que no se incorporan a la estructura dominante. En general, bajo estos términos puede caracterizarse la marginación social, en tanto que un proceso en el que se produce la formación de una determinada fuerza de trabajo que, al no ejercer control sobre los factores productivos ni sobre la riqueza social resultante y quedar al margen de las decisiones políticas y económicas, tampoco puede gozar de los beneficios que genera la riqueza social: educación, vivienda, salud, etc. De esta caracterización general de la marginalidad estructural se desprende la existencia de una marginalidad cultural, psicológica, social, demográfica (Vekemans y Silva, 1976, p. 36; ver también Bosco Pinto, 1976, p. 10 y sig.). Por otra parte, la acumulación del capital produce "excedentes" de fuerza de trabajo, tanto en su fase competitiva ("ejército industrial de reserva") como en su fase monopolística ("excedente excesivo"). Según esta caracterización, de José Nun (1969, pp. 178 a 235), estos excedentes de población pueden ser funcionales, disfuncionales y afuncionales. Estos últimos constituyen la masa marginal de la superpoblación relativa. Bajo esta última denominación, Nun entiende una "emergencia de nivel económico (que implica necesariamente lo jurídico-político e ideológico) sobre la cual la estructura global 'inhibe' o 'sobredetermina' su no funcionalidad". (Nun, citado por Vekemans y Silva, 1976, p. 42) Este análisis, en última instancia pretende situar y caracterizar el fenómeno de la marginalidad como correspondiente a una determinada etapa del desarrollo capitalista, específicamente en su fase monopolista. Se precisa así, del concepto de ejército industrial de reserva para la caracterización de un fenómeno semejante en la etapa competitiva del capitalismo. Pero, en la situación actual, la masa marginal no tiene posibilidades de constituir una "reserva", puesto que, por el avance técnico, es imposible que pueda incorporarse al mercado de trabajo. Sin embargo, al caracterizarlo como fenómeno específico "nuevo", su análisis no se deriva entonces de las leyes y conceptos de análisis de los modos de producción en los países latinoamericanos con un capitalismo dependiente, sino que se sitúa en el plano de análisis de formaciones sociales concretas.
Por el contrario, por su contenido y significado, el fenómeno sigue siendo una manifestación -esta vez en proceso de agudizaciónde la ley de acumulación de capital y la pauperización de la clase trabajadora, que es ley fundamental del modo de producción capitalista, caracterizado en la fase monopólica de su desarrollo. En su forma, este mismo fenómeno adquiere nuevas particularidades en las sociedades capitalistas contemporáneas. (Véase, Córdoba, 1976, p. 53). La marginalidad no significa únicamente quedarse al margen del sistema, sino que es una condición específica de un sector de la población necesario para hacer funcionar el sistema. Su inserción funcional en éste consiste en no participar en la toma de decisiones y en no tener poder. La condición de marginado es, pues, la de ser dominado y explotado por el sistema. Esta condición adquiere diversas características según las etapas históricas. En este sentido, los cambios en el concepto de subdesarrollo se ven reflejados igualmente en las diferentes connotaciones del concepto de marginalidad. El subdesarrollo no es una condición de un grado menor de desarrollo, sino de un desarrollo lastrado en una relación de dependencia. Los países subdesarrollados, están involucrados en el mismo sistema que hegemonizan los países desarrollados , pero cumpliendo un papel diferente y complementario, como se indica en el Capítulo 2 de este trabajo. Los países desarrollados necesitan a los subdesarrollados para mantener su hegemonía, del mismo modo que los grupos dominantes necesitan a los sectores marginados. La lógica de esta relación de dependencia en los países subdesarrollados refuerza la gravedad del problema de la marginalidad. 3.2.2 El caso latinoamericano La coexistencia, en el caso latinoamericano, de un "ejército industrial de reserva" con la masa marginal, se debe al proceso del desarrollo "capitalista, desigual y combinado". Las formaciones histórico-sociales latinoamericanas, asociadas constitutivamente a la dependencia estructural, se fundan en la integración, en un mismo momento histórico, de fragmentos estructurales que corresponden a etapas distintas de la historia del sistema global. El proceso de marginalización se "internacionaliza" (Quijano, 1968, p. 64), a partir de los países hegemónicos. El proceso de marginación que sufre una parte cada vez mayor de la población latinoamericana, lleva a establecer la diferencia entre marginalidad y este proceso. Se entiende por marginalidad "una situación caracterizada por la participación en actividades no relevantes al funcionamiento del sistema" y por marginación "un proceso que en términos globales, verificará la ampliación de la participación relativa de los marginados sobre la fuerza de trabajo, el progresivo ensanchamiento del creciente abismo ("gap") entre los niveles de participación en el consumo y en la producción de los (sectores) integrados en relación con los marginados, siendo que los marginados permanecen en situación constante, y finalmente, la progresiva disminución de la movilidad entre las situaciones de marginalidad y las situaciones de integración" (Lessa, 1975, p. 3). Dadas las condiciones internas, la etapa de sustitución de importaciones en América Latina produce un fenómeno contradictorio: aumenta la mano de obra o colabora a su crecimiento vegetativo, pero al mismo tiempo el sector industrial absorbe sólo una parte reducida de ella. Desde otra perspectiva, ha existido una correlación entre la dependencia tecnológica y financiera y el aumento del empleo o de la capacidad de absorción de mano de obra. Empero, los beneficios de la productividad han recaído casi exclusivamente en el sector industrial, en el cual el número de trabajadores representa un segmento muy reducido de la población. Una vez agotado el proceso de sustitución de importaciones aumenta las restricciones para la expansión del empleo de mano de obra, junto con la problemática de la inversión. La hegemonía es ejercida ahora por el capital monopolístico que coexiste, en las formaciones sociales dependientes, con formas de producción precapitalista con un capital competitivo, principalmente familiar o cooperativo. La baja productividad y reducidos ingresos en las áreas rurales, en este contexto, ha contribuido al subempleo y a la conformación y consolidación de un mercado de trabajo para el sector industrial y de servicios. Esta característica se considera, generalmente, como consecuencia de los vínculos del sector agrario con formas de producción tradicional, y de la nueva dependencia, por la restricción a las importaciones que imponen los países desarrollados. Las condiciones de integración en los países de América Latina, están definidas por el sector económico en su dimensión ocupacional. La revolución tecnológica que se gesta en la estructura básica capitalista, conlleva una "segregación", la cual se traduce en relaciones marginales con el sector económico. A su vez, éstas determinan rasgos peculiares en el mantenimiento de relaciones con el ámbito social y político. Esta tendencia del mercado de trabajo en América Latina es marginalizante, utilizando los términos de autores como Nun y Quijano, antes que de formación de un ejército industrial de reserva. La marginalidad rural adquiere aspectos igualmente singulares. El proceso de producción tiende, en un comienzo, a elevar la productividad del trabajo, sin elevar la productividad física de la tierra, "con lo que se da una expulsión de la mano de obra del campo y empieza a surgir un sector capitalista en el propio campo". (Lessa 1975, p. 11). En la mayoría de los países de América Latina, donde no ha habido una revolución agraria, los lazos con la tierra siguen considerándose como condición natural de la producción. El proceso de sustitución de importaciones no exigió una reforma agraria previa, que de alguna manera contribuyera a la reestructuración de dichos condicionantes. La escasa planificación y la baja productividad han contribuido a la persistencia del atraso rural y ello, a su vez, a la dificultad de la expansión de la mano de obra, generando así un proceso de marginación cada vez mayor.
Marginalidad El término empezó a usarse principalmente con referencia a características ecológicas urbanas que degradan las condiciones ambientales e inciden en la calidad de vida de los sectores de población segregados. Esta población se halla radicada en áreas no incorporadas al sistema de servicios urbanos, en viviendas improvisadas y sobre terrenos ocupados ilegalmente. En consecuencia en dichos sectores el agua potable sólo se consigue en forma precaria o transitoria; debido a la carencia de redes cloacales el drenaje de aguas servidas se realiza en las calles o en las acequias y no se hace una disposición adecuada de la basura, ya sea por falta de recolección o porque los desperdicios se convierten en un recurso económico para los pobladores. El término marginalidad se usa también en relación a las condiciones de trabajo y al nivel de vida de este sector de la población. Se percibió entonces su incapacidad para satisfacer las necesidades humanas básicas. Simultáneamente se advirtió que tal estado de marginalidad alcanzaba otros aspectos esenciales, tales como la participación política, la sindical, la participación formal e informal y en general la ausencia o exclusión de la toma de decisiones ya sea al nivel de comunidad local, de la situación en el trabajo, o en el orden de instituciones y estructuras más amplias. Hay autores que afirman que la población marginal, en realidad, no se encuentra al margen de la sociedad moderna capitalista, sino que esta población es producto de esa sociedad y sus actividades se articulan perfectamente con los sectores más modernos de la economía. Definición de AISLAMIENTO - Definición de la Palabra: ¿Que es Aislamiento? ¿Que significa Aislamiento? Definir Aislamiento. Concepto de Aislamiento: 1a. Definición de Aislamiento: Acción y efecto de aislar o aislarse. 2a. Definición de Aislamiento: Instalación o dispositivo para impedir que el ruido penetre en un local o salga del mismo. 3a. Definición de Aislamiento: Dispositivo para evitar el paso de la electricidad o el calor por conducción. 4a. Definición de Aislamiento: Medidas higiénicas para evitar la propagación de las enfermedades epidémicas en el ser humano y en los animales. 5a. Definición de Aislamiento: Falta de relación o comunicación con los demás. 6a. Definición de Aislamiento(psiquiatría): Medida terapéutica destinada a sustraer temporalmente al sujeto de su medio.
aislamiento 1. m. Separación de una persona, una población o una cosa, dejándolas solas o incomunicadas:
2. AISLAMIENTO
3. Defensa típica de la neurosis obsesiva consistente en que después de un suceso desagradable o de un acto significativo desde el punto de vista de la neurosis, se interpone una pausa donde nada debe suceder, ni percibirse ni hacerse. Lo desagradable no es olvidado pero se interrumpen sus conexiones asociativas. La forma de aislar es interponer intervalos espaciales o temporales de manera que las ideas 'no se toquen entre sí'. El intervalo temporal estaría vinculado con la compulsión neurótica a contar. Ejemplos de aislamiento son las pausas en el pensamiento, los rituales, etc. Un aislamiento típico se da entre lo sexual y lo erótico, lo que hace que una persona sólo pueda desear sexualmente a quien no ama. El origen del aislamiento está en el tabú de contacto (de la pulsión con el objeto satisfactor), tanto corporal como ideativo. Un ejemplo de aislamiento normal se da en la concentración, útil para realizar mejor una tarea.
Celener G. y otros, "Los mecanismos de defensa y las técnicas proyectivas", Publicación interna de la Cátedra de Teoría y técnicas de exploración y diagnóstico Módulo II, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires, 1996. El aislamiento permite considerar un hecho penoso desde un punto de vista puramente intelectual, sin dar cabida a la emoción: las personas pueden hablar de un problema grave sin manifestar ni sentir casi emociones. Hasta cierto punto es un mecanismo eficaz en relación con el trato con las otras personas, y éstas pueden sentirse sorprendidas a incluso admirar la forma en que el otro ‘toma’ las cosas. El inconveniente es que mantener la ansiedad y las emociones bajo el nivel de la conciencia requiere gran desgaste psíquico, y puede quedar muy poca energía disponible para las actividades normales. Isaacson Robert (1996) El niño retardado mental. Buenos Aires: Paidós, pág. 43. Esta defensa hace que un determinado acto o idea que resulta intolerable para el yo, sea separado de su afecto permaneciendo en la conciencia en forma debilitada. Así, por ejemplo, una persona puede relatar un episodio traumático (un accidente, una operación) con la misma tonalidad afectiva que usa para hablar del clima. Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Incluído en “Fundamentos de psicología”, págs. 107-108. Según M. Klein.- Este mecanismo defensivo "consiste en la disociación primaria entre vínculos de amor y vínculos agresivos. Tiende a apuntalarla y mantenerla, evitando que los pares de disociados se unan en la fantasía o en la realidad pues dicha unión significaría la desorganización del yo fantaseada como caos o locura". Piccolo E., "Defensas en los tests gráficos", Editorial Paidós. EL HACINAMIENTO ANÁLISIS
COMO
CONTEXTO:
ESTRATEGIAS
METODOLÓGICAS
PARA
SU
Carlos SANTOYO VELASCO* y M. Teresa ANGUERA ARGILAGA** Facultad de Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México*, Facultad de Psicología. Universidad de Barcelona** El estudio del hacinamiento puede abordarse conceptual y metodológicamente como "objeto focal de estudio" o como "contexto". Una de las ventajas que tiene su estudio como contexto es la de que otros procesos conductuales, como los de la interacción social cuyas manifestaciones se ven influidas por el hacinamiento, pueden ser estudiados localmente analizando de manera integral la contribución que ejercen los diferentes factores de densidad espacial o grupal. Como punto estratégico de investigación se propone un modelo para el estudio observational del hacinamiento como contexto. Para ello se considera como focal a un fenómeno interactivo muy vinculado con los principales modelos explicativos contemporáneos sobre el fenómeno del "hacinamiento": la interferencia social. Como parte de la estrategia se discuten las pautas para la elaboración de diseños flexibles de observación, en donde los requisitos de formatos de campo constituyen el núcleo de la propuesta. Se presentan varias opciones para la optimización de los registros y para el análisis de los datos. Palabras clave: Contexto; Hacinamiento; Metodología observacional; Formatos de campo. Crowding as context: Analytical and methodological strategies. Crowding can be studied theoretically and methodologically as a focal subject matter or as a background stimuli. One of the
advantages of their study as a background stimuli is that other focal behavioral processes, like social interactions which can be influenced by "crowding", could be studied analyzing the contributions of group and spatial density. As a strategical point of departure, we propone a model for the observational study of the individual and institutional influences of "crowding". In this strategy we consider as a focal subject matter, one special kind of social interaction regarding the main contemporary models in crowding: Social interference. The flexible observational designs guide lines for the strategy are discussed, where the field formats records are the nucleus of the proposal. Several options for the record's optimization and for the data analysis are revisited. Key words: Context; Crowding; Observational methodology; Field formats.
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Correspondencia: Carlos SANTOYO VELASCO y Mª Teresa ANGUERA ARGILAGA Facultad de Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México y Facultad de Psicología. Universidad de Barcelona
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En las últimas décadas, el fenómeno del hacinamiento ha sido uno de los más preocupantes para los científicos sociales (sociólogos, ecólogos, etólogos, especialistas en urbanismo, psicólogos, etc.), y un problema de salud pública de interés. Su análisis es complejo en función de la propia dificultad que entraña su conceptualización. Dada la explosión demográfica sufrida por las diferentes ciudades en todas las partes del mundo y en los escenarios institucionales que cumplen funciones educativas, sanitarias o de rehabilitación, los distintos especialistas han prestado atención considerable al estudio de los procesos asociados a los contextos de alta densidad de población. Generalmente, al hacinamiento se le ha confundido con el concepto de densidad de población, la cual es una medida física expresada por el número de personas por unidad de área. Sin embargo, una alta densidad no necesariamente conlleva un sentimiento de hacinamiento (Altman, 1978; Stokols, 1978), el cual puede considerarse como un correlato psicológico configurado por una gran diversidad de aspectos. Aunque con algunas sucesivas matizaciones e incluso con la mención de desacuerdos que comprobamos en la literatura específica, que aún no han sido totalmente solventados, se utiliza genéricamente el concepto de hacinamiento para referirse a una amplia variedad de condiciones de densidad física v social, sin que estas condiciones produzcan inevitablemente patología social. Parece existir la creencia de que las condiciones de alta densidad promueven situaciones de patología social (influencia probablemente debida al trabajo de Calhoun, 1962). No obstante, varios autores han propuesto que estas condiciones no necesariamente deben dar lugar a situaciones adversas para los sujetos (Freedman, 1975; Paulus., 1988; Ruback e Innes, 1988). En realidad, la densidad de población es un indicador importante del problema, pero no nos señala la forma de los elementos componentes, ni la de los determinantes del proceso de hacinamiento, y tampoco la de sus posibles consecuencias a corto y largo plazo. Sin embargo, su uso ha servido para centrar la atención sobre problemas como los de la delincuencia, agresión, ingreso en hospitales psiquiátricos, salud, etc., los cuales correlacionan con altos niveles de densidad. No obstante, hay que precaverse de tal tipo de análisis en virtud de lo engañoso de tales índices, dado que oscurecen también otro tipo de fenómenos sociales, como los de distribución de la riqueza y los ecológicos en general, los de la clase de personas que están en proximidad física con los sujetos, los de las metas individuales o de grupo, los de las restricciones de tipo normativo o los de la clase de interacciones desarrolladas en el escenario, etc. Por ello, resulta aquí muy claro que correlación no implica determinación (Santoyo, 1982). Desde el punto de vista psicológico, el hacinamiento implica varios aspectos derivados de la ruptura de un "equilibrio" de interacción con el medio ambiente, tanto como fenómeno individual, como grupal, lo que genera una serie de reacciones dirigidas a la restauración de tal equilibrio, el que implica una transacción óptima con el entorno para el logro de una serie de objetivos (individuales o colectivos). Algunos investigadores (Cox, Paulus y Me Cain, 1984; Paulus, 1988), han señalado que la
estimulación producida por situaciones "hacinadas": a. Sobrecarga la capacidad de respuesta del individuo, lo que produce efectos negativos (disminución de la ejecución, afecto negativo y aislamiento), que se "acarrean" a otras situaciones aún después de que la persona ha dejado la situación de estimulación original. b. Limita o interfiere a la persona para implicarse en varias tareas altamente valoradas, por lo que se producen reacciones emocionales e intentos para superar esos problemas. c. Amenaza la habilidad de control de sus propias interacciones sociales, lo que se asocia con desamparo, afecto negativo, disminución en su participación en la tarea y alteración de la salud. De acuerdo con Paulus (1988), el hacinamiento tiene su principal impacto sobre la interacción social en cuanto a esos tres elementos (sobrecarga de estimulación, interferencia e incertidumbre). El término de hacinamiento, como ya hemos señalado, ha estado asociado al de deidad espacial (la observación de grupos del mismo tamaño en espacios de diferente dimensión) y densidad social (grupos de diferente extensión en espacios de dimensiones similares) (Loo, 1974). Desde una perspectiva metodológica, la mayoría de los autores ha coincidido en destacar que tienen cabida en el estudio del hacinamiento las metodologías observacional, selectiva y experimental, así como la técnica de simulación, aunque también es cierto que Bell, Fisher y Loomis (1978) resumen el sentir general de una cierta decepción respecto a las posibilidades de cada una de ellas en el estudio del hacinamiento, de forma que lo haga progresar sustancialmente respecto al estado de la cuestión en las décadas anteriores. Después de una revisión minuciosa de la literatura, hemos encontrado que no existe citados en los bancos de datos de la APA más de media docena de estudios en los que se haya utilizado la metodología observacional para el estudio del hacinamiento. Su empleo dotaría de mayor flexibilidad al investigador interesado en el análisis de sus consecuencias y obligaría al diseño de instrumentos para tal fin. En este último sentido se ubica el planteamiento de este trabajo. En esta vía de acción, mediante el uso de la metodología observacional, resalta el uso de técnicas altamente flexibles en donde la rigurosidad y esmero es su pieza clave, ya que debe considerarse como el equilibrio entre una taxonomización que atienda a procesos cambiantes y particulares en la situación de hacinamiento con unas características objetivables determinadas (p.ej., densidad, condiciones físicas de temperatura, grado de conocimiento de los sujetos entre sí, peligrosidad de algunos sujetos en el caso de centros penitenciarios, etc.), de forma que se alcance una cobertura exhaustiva, sin solapamientos y generalizable. En el caso del presente trabajo, presentamos una estrategia metodológica para el estudio del hacinamiento como contexto de diferentes niveles de interacción social. Nuestro interés se debe fundamentalmente a la carencia de estudios sistemáticos del hacinamiento como contexto que utilicen metodología observacional. Entonces propondremos algunos elementos que justifican la elección de esta estrategia e ilustraremos algunas modalidades posibles de acción que configuren eventuales diseños de investigación a ser utilizados en situaciones naturales (o institucionales). EL HACINAMIENTO COMO CONTEXTO Adoptando la terminología contextualista (Santoyo, en prensa) como marco de referencia, al hacinamiento puede considerársele como "fenómeno focal" u objeto de estudio, o como contexto. En el primer caso, la investigación más plausible debería ser la taxonómica, con el fin de clasificar las diferentes modalidades del fenómeno e integrar las aportaciones que han realizado los investigadores dentro del campo. Una alternativa en el ámbito contextualista asumiría a las condiciones de hacinamiento como contexto, en donde otros procesos conductuales focales (p. ej., la interacción social) pueden ser estudiados analizando la contribución que el hacinamiento como contexto puede ejercer influyendo la modalidad de procesos interactivos o de diversa índole. Por ejemplo, algunos especialistas han desarrollado sistemas de clasificación de medios ambientes, como punto de partida, y otorgado un estatus particular al hacinamiento como una clase de ambiente que implica un medio de fondo (no focal), no responsivo y animado (Wachs, 1989). Precisemos. La diferencia entre la estimulación focal y la de fondo puede delimitarse por la probabilidad de que el evento o estímulo pueda ser atendido selectivamente por el sujeto. Si el sujeto responde diferencialmente ante el estímulo, su naturaleza será focal. Si estos estímulos circundan a otros cuya naturaleza es focal, entonces se denominarán como estímulos de fondo. La "responsividad"