Departamento de Derecho Facultad de Ciencias Jurídicas Universidad de Antofagasta.
“Defensa de Santo Tomás de Aquino”.
Asignatura Alumna Docente Tipo de trabajo
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Filosofía del derecho Han Su Yin Wong Sarmiento. Prof. Patricio Lazo González. Análisis de texto
Junio de 2009
Defensa de Santo Tomás de Aquino respecto a las críticas de O’ Connor.1º. Respecto a la objeción de O’ Connor a la doctrina de las
esencias, considero que el postulado de Santo Tomás de que “las cosas han sido creadas por Dios con inclinaciones naturales hacia sus potencialidades, es decir, a actuar de acuerdo con su esencia”, quiere decir que reconoce que las cosas efectivamente tienen cualidades naturales, pero este hecho en nada obsta a que los hombres las clasifiquen de acuerdo a esas mismas inclinaciones naturales, por lo tanto no sería una objeción en sí, puesto que no destruye la doctrina de las esencias.
2º.Esta postura es válida porque señala que la esencia del hombre está en ser racional, por lo tanto será coherente que su fin último este vinculado con su naturaleza racional, porque de esa manera desarrollará toda su potencialidad. A pesar de que se realizaran observaciones empíricas acerca de cómo se comporta la gente de hecho, serán innumerables los factores que influirían en sus tendencias, necesidades y fines. Si se hubieran de hecho realizado estas observaciones, habrían sólo servido para ilustrar la naturaleza humana, pero no habrían podido abarcarla en todos sus ámbitos (tendencias, necesidades y fines).
3º. Santo Tomás adhiere a Aristóteles en el pensamiento de que
todo acto humano está orientado hacia una finalidad, y cuando señala que el único posible bien último que satisface a toda persona y puede ser alcanzado por todos, es la visión de Dios en la otra vida (beatitudo), de inmediato hace la aclaración que para alcanzarlo, se debe cumplir algunos requisitos como son: el ser virtuoso, pero además, ser beneficiado con la gracia, de esta manera él no se aleja de la argumentación filosófica, sino que trata de conciliar el pensamiento filosófico con el teológico, y esta unidad la logra estableciendo cual es la finalidad hacia la cual está orientado el hombre.
4º. Cuando
Santo Tomás señala que el hombre persigue la satisfacción de sus inclinaciones, porque aquellas cosas que son objeto de inclinación son aprehendidas por la razón como buenas, surge la pregunta de O’ Connor de ¿Por qué lo que es bueno en el sentido de ser buscado o deseado lo es también en el sentido de ser correcto? Y la respuesta también está en la naturaleza racional del hombre que hace que pueda entender lo que es bueno y a la vez es correcto para alcanzar sus fines y así ajustarse a la ley eterna que es el plan divino que dirige todas las cosas hacia la persecución de sus fines.
5º.O’ Connor critica el intuicionismo de Santo Tomás y su postulado de que los primeros principios del derecho natural son auto-evidentes señalando: -
Muchas veces proposiciones falsas parecen auto-evidentes, sin embargo, la razón del hombre es la que lo guiará a comprender tal falsedad, puesto que el hombre no es sólo intuición.
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El hecho que una proposición sea auto-evidente para uno y no para otro, está directamente relacionado con que todos los seres humanos tienen la capacidad innata de intuir, pero frente a las mismas situaciones no intuimos lo mismo, por lo tanto, la verdad que arroje la auto-evidencia será sólo mirada desde una perspectiva individual, es decir, respecto del sujeto en el caso concreto.
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Sin duda estoy de acuerdo en que la auto-evidencia es un criterio para establecer la verdad, que cobra fuerza cuando es corroborado a través de otros criterios, pero esto no quita que la intuición sea un criterio que nos pueda mostrar indicios respecto de la verdad, podría entonces ser un buen punto de partida, y para nada superfluo si se emplea bien, es decir, corroborándose posteriormente sus resultados.
6º. A la crítica de que falta a la teoría de Santo Tomás el señalar
cuáles son los preceptos del derecho natural, cuáles son los preceptos secundarios y cómo se derivan éstos de los primeros. Santo Tomás señala que el primer principio del razonamiento
práctico es que: “el bien debe hacerse y el mal evitarse”, a lo cual se critica señalando que el predicar que algo es bueno presupone que debe hacerse o elegirse, y el predicar que es malo, que debe omitirse o rechazarse. Pero en esta crítica se abandona el fondo del principio señalado por Santo Tomás, puesto que él sostiene que estos preceptos de derecho natural corresponden a las inclinaciones naturales del hombre, y es la razón del hombre la que hace que por instinto elija actuar bien, porque de esa manera alcanzará su perfeccionamiento pleno.