DECIMA NOVENA ENTREGA: Ante el deseo de continuar escribiendo, bien o mal, acerca de la historia de mi vida, y toda vez de que por algún tiempo, no me fue posible hacerlo debido a falta de este, por las labores correspondientes a mi profesión, ante la inminente preocupación de expresar de alguna manera la continuidad en mis escritos, que inmerecidamente se han recibido en este espacio. He resuelto en esta época que me ocupa, retomar las entregas, aunque ya truncas, y quizás por eso, en alguno, o algunos de los lectores que pacientemente se ha detenido a leerlas pierda la ilación en la historia TAN PERSONAL, y por lo mismo, sin interés alguno al publico paisano, el que no sea la curiosidad, de saber que continuara, o que veracidad exista en los hechos narrados, así como talvez conocer cual será el final de la misma, o quien es el que escribe. Por lo mismo podría ser también que exista nulo interés para terceros, por lo que este será siempre el propio, en el afán del recuerdo, de la autorreflexión, y del legado para los mas cercanos, sin que la lectura pueda significar, o tratar de lograr en el animo de los demás, por su contenido, mensaje o forma de expresión, el resultado de una CALIFICACION, que pretenda otorgar el que después de leerla, expresara. No pretendo ni pretenderé nunca eso, reconozco que en mi singular escritura, nunca he tenido la practica para hacerlo, y
realmente lo que deseo, es plasmar una historia de una vida, de un TULENSE, como tantas mas que hay de otros paisanos, para infundir en mi animo, los valores mas nobles, de la autoestima, en el deseo de vivir y seguir sirviendo, así como el testimonio del recuerdo de tantos y tantos hechos, que en el futuro sirvan de reflexión a mis seres queridos. Y recuerden al lector que mi pueblo: Unión de Tula, sigue vivo en mi corazón, que la tierra de la que estoy hecho, y a la que pertenezco es esa, y que nunca la distancia será división para para olvidar que mis raíces están allá, en algún punto, de mí añorado y querido pueblo. Como lo estaba narrando en la próxima anterior entrega, mi trabajo en ese año (1981) consistía en ser parte integrante de una “Jornada” que encabezaba el DIFFONAPASVOLUNTARIADO en los diferentes municipios del Estado de Jalisco. Básicamente mi labor era la de difundir la existencia de la: Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, así como los servicios que en esa época prestaba a la comunidad, además de asesorar a familias, que tuviesen problemas relacionados con la integridad de su hogar, derivados del alcoholismo del cónyuge, la drogadicción de alguno de los hijos, o la vagancia y mal vivencia de los mismos, o de alguno de ellos, orientación que se enfocaba desde el consejo Legal, hasta la canalización a las diferentes áreas del DIF, en Guadalajara, en donde
se les brindara la atención personalizada. Tenia también la misión de integrar los Consejos, en los diferentes municipios, que representaran a la Procuraduría de la Defensa del Menor y la familia, en cada localidad, para que fuesen ellos en el futuro, los que conociendo a fondo las necesidades del lugar, se enfocaran a resolver los diferentes problemas relacionados con la familia y el menor, así como a canalizar a Guadalajara aquellos que por su naturaleza fuesen de mayor importancia o mas graves, y ante la carencia de los elementos para su solución lo hicieran los profesionistas indicados para ello. Y continuando la brigada, con las visitas a los municipios, llegamos a Mascota, para luego pasarnos a San Sebastián del Oeste, a Talpa de Allende, Cuatla, Ayutla, Unión de Tula, Ejutla, Autlan, El Grullo, El Limón, Villa de Purificación, y la Huerta Jalisco. Las diferentes Autoridades municipales encabezadas por la Presidenta del DIF, que lo era la esposa del Presidente municipal, así como este, nos brindaban las instalaciones que a la mano había en esos tiempos, así como las atenciones suficientes durante la semana que en cada población permanecíamos. Mi estancia en el DIF, llego hasta la mencionada población de la Huerta Jalisco, ya que en esa época recibí una invitación del Lic. Francisco Arechiga Pelayo, para laborar en su despacho Jurídico,
litigando asuntos de naturaleza mercantil del Banco Obrero. Invitación que de inmediato acepte, ya que ello me permitía, estar en la ciudad de Guadalajara, al cuidado de mi familia, y también litigar, lo que realmente me gustaba, obteniendo mas ingresos que los que escasamente percibía en el DIF. En el despacho del Licenciado Arechiga, permanecí todo el resto del año de 1981, así como parte de 1982. Reconozco que a base de un gran esfuerzo aprendí a litigar mercantil, tramitando una gran cantidad de asuntos que Banco Obrero, nos pasaba. Pero en busca de una mejoría y mayores ingresos, a principios de 1983, me fui como sesor jurídico a la ciudad de: San Francisco del Rincón Guanajuato, de: Bordson y Asociados, SA de CV empresa dedicada a la venta de “Seguros protección Jurídica automovilística.” Cuyo gerente lo era: Juan Gutiérrez García y en donde también trabajaba en ventas mi padre; Herman Real Villaseñor. En esa compañía tendría un sueldo fijo, así como honorarios por los diversos casos que se ventilaran en su mayoría de naturaleza Penal. Permanecía en esa ciudad toda la semana, y regresaba a Guadalajara los fines. Después de algún tiempo me lleve a radicar
provisionalmente a aquella, a mi esposa y mis dos hijos: Misael y Belén, el primero que tenia dos años, y la segunda de meses de nacida. En este trabajo me empezó a ir muy bien, había bastante, y yo era el único abogado de la empresa. Aproximadamente como a los seis meses, llamaron de Guadalajara a Juan Gutiérrez, (El gerente) para promocionarlo a una sucursal de esa ciudad, yo seguí en San Francisco del rincón, al frente del jurídico de la compañía, pero lamentablemente el nuevo gerente que asignaron y el que escribe, tuvimos muchos problemas, y me vi obligado a renunciar. Con motivo de mis relaciones en aquella población, una persona pudiente, me encomendó una cobranza judicial bastante fuerte, en la ciudad de Chetumal Quintana Roo. Allá le embargue algunas propiedades al deudor, quien de inmediato me ofreció un convenio de pago, viajaría cada semana, por un abono a la cuenta. Fue así como cada fin, volaba a aquella ciudad, y recibía las cantidades abonadas, en donde incluía mis honorarios y gastos que cobraba al deudor. Con motivo del desempeño de mi trabajo en Chetumal, me relacione con el Juez del lugar, Licenciado: Oscar Aguilar Angulo, con un magistrado; Domingo Nadal, con el actuario; Carlos Alatorre Robles, el segundo de los mencionados, estaba muy bien relacionado con el gobernador del Estado en aquel tiempo: Joaquín Codwel. Hicimos muy buena amistad, y formamos un grupo bohemio, cada vez que llegaba me esperaban y nos reuníamos en algún lugar a tomar la copa, y a
escuchar música. El juez me brindo su apoyo, tanto en el asunto que tramitaba como para futuros casos que pudiese tener en aquella ciudad. Llegue a pensar que pondría una oficina allá, y me iría a radicar junto con mi familia, tal proyecto se enfrió, ya que termine satisfactoriamente el asunto que me había encomendado mi cliente, y este mismo me otorgo otros en la ciudad de México DF. A finales de 1983 había terminado mi relación con mi cliente de San Francisco del Rincón Guanajuato, y de nuevo me encontraba en la ciudad de Guadalajara, incursionando en el mercado de Abastos, en donde tenia tantas amistades, que en otros tiempos eran mis clientes de llantas, cuando vendía este producto. Los visite a la mayoría, y casi todos me dieron trabajo para realizar cobranzas en diferentes lugares de la Republica, especialmente en la zona del pacifico. Fue así como me convertí en abogado mercantilista de no menos de cincuenta clientes en Abastos. Empecé a viajar, e invite a mi padre para que me acompañara, fue así como recorríamos muchísimos kilómetros, en tantas ciudades, y poblaciones, desde la ciudad de Tepic Nayarit, hasta Ensenada BCN O bien nos transportábamos en barco a la Paz BCS y visitábamos CD. Constitución, en donde radican algunas familias apellidadas Pelayo, originarias de Santa Rosalía municipio de Ayutla Jalisco. En la Paz, vivía el Dr. Anzalo, hermano de Martha, esposa de Don Guadalupe Arias. También
íbamos a cobrar al Estado de Veracruz, llegando a Panuco, Poza Rica, Coatzacoalcos, Minatitlan, Acayucan, y otras ciudades lo hacíamos también al Estado de Michoacán, especialmente a Morelia, Nueva Italia, Apatzingan y Zitacuaro. Así mismo viajamos a; Chihuahua, a CD Delicias Chih. Camargo, Jiménez. Constantemente a la Central de Abastos de la ciudad de México, DF a y Toluca. Íbamos también a Querétaro, Celaya, Irapuato León, San Luís Potosí, Torreron Coah. Al Estado de Colima, casi todos sus municipios, en nuestra Entidad, lo hacíamos a Puerto Vallarta, Autlan, Cihuatlan, y otras ciudades mas. Fueron tantos y tantos lugares recorridos, me había comprado un carro Valiant Duster de tres velocidades, (Que buen carro) en el hacíamos la mayoría de las cobranzas, generalmente estas las gestionaba sin presentar demanda, el deudor (En aquellos tiempos) pagaba mas fácilmente. Me iba muy bien en el desempeño de mi actividad profesional, y así permanecí, sirviendo a mis clientes de Abastos hasta el año de 1988. En ese año 1988, me contacto Juan Gutiérrez García, y me comento que tenia un buen proyecto para abrir una oficina en Guadalajara, que funcionara como despacho jurídico, me ofreció su colaboración para ofrecer mis servicios, a un gran cantidad de relaciones que el
tenia en la población de Zapotlanejo Jalisco. Especialmente para tramitar cobranza jurídica, y atención en materia penal en accidentes y siniestros. En otras palabras el ponía las relaciones y los prospectos, y yo desempeñaría mi labor profesional. Lo medite algunos días, y después de hacer un estudio de mis proyectos en Abastos, reconocí que estos no crecerían mucho, debido a que la Unión de Comerciantes, estableció su departamento jurídico, y ofrecía apoyos a los comerciantes, que yo no podía otorgarles, e inclusive muchos de los que tenia como clientes ya se habían ido a dicha Unión, considerando que mermaría en mucho mi actividad y mis ingresos, fue así como acepte el proyecto que me ofreció Juan Gutiérrez. Establecimos la oficina en Avenida Tepeyac 4444, municipio de Zapopan. Y comenzamos a funcionar en Zapotlanejo, a los pocos días y Gracias a Dios, la cantidad de clientes que nos dieron trabajo casi doblaba a la que tenia en Abastos, los ingresos se empezaron a ver, y estos al cabo de dos meses casi duplicaban a los obtenidos mensualmente con anterioridad en el mercado. Al tercer mes me compre una casa en el fraccionamiento Lomas de Zapopan, en el municipio de su nombre, ese mismo año 1988, me fui a habitarla junto con mi familia. En mi nuevo hogar ya tenia un nuevo miembro, en diciembre de 1987, había nacido; Grecia Elena, la tercera y ultima de mis hijas. (Que actualmente estudia Diseño Grafico, en la UNE, plantel centro de Guadalajara.)
También aquí en el desempeño de mi labor viajaba, a diferentes lugares de la Republica Mexicana, y la mayoría de las ocasiones invitaba a mi esposa y mis hijos, o también a mi madre, lo tomábamos como paseo. Juan Gutiérrez desafortunamente era un hombre muy mujeriego tenia una pasión desenfrenada por ellas, y la mayoría de sus ingresos se le iba en eso, desatendía su hogar, y generalmente se le veía sin dinero suficiente, no obstante de que trabajaba mucho. Ello contribuyo a que a principios de 1989, rompiera su sociedad conmigo, para irse a instalar una oficina de “Seguros Protección Jurídica.” A la ciudad de Puerto Vallarta Jalisco, a donde no quise acompañarlo, primordialmente debido a que ya lo conocía, y su desenfreno por la mujeres lo traía de un lugar a otro, en busca de mayores recursos económicos, no había seguridad con el, y terminaríamos de nuevo rompiendo nuestra sociedad. Me quede solo al frente de mis clientes de Zapotlanejo, y comencé a incrementarlos, la idea era visitar la ciudad de; León Guanajuato, en donde debido a la gran cantidad de industrias sin duda habría también oportunidades para tramitar cobranza judicial, y extra judicial, así como asuntos de naturaleza laboral.
Continuara…