EDUCACIÓN
-Al ganado porcino-le responde el concursante. -¡Correcto! ¡Es la respuesta acertada! Entre comerciales y más comerciales prosigue el programa en el mismo tenor. Las siglas del SNTE salen a cuadro. Regil muestra al público alborotado en el estudio, a los entusiastas niños, al nervioso concursante, para después asegurar sonriente: "Este es el salón de clases más grande de todo México". Se dice que alrededor de 150 millones de pesos gastará el sindicato para patrocinar las 52 emisiones sabatinas que tendrá el programa en su primera temporada. ¿De dónde saldrá ese dinero? ¿De la Secretaría de Educación Pública? ¿Del mismo sindicato? La Cámara de Senadores ya exige que se investigue. "Las aportaciones hechas a las organizaciones sindicales quedan en una opacidad absoluta. Habrá que documentarse para ver si existen recursos públicos, para que puedan ser revisados por la Auditoría Superior de la Federación", dijo Gustavo Madero, coordinador panista en el Senado. Mientras que Teodoro Palomino, fundador de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), señala que, más que educativa, el programa tiene una intención política: "Con su shoivde televisión Elba Esther Gordillo intenta posicionarse políticamente. Hoy se hace pasar por promotora cultural para lavar la mala imagen que le han dejado sus corruptelas". •
Pero su obra más importante, recalca, fue crear la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (Conaliteg), en 1959, que produjo los libros de primaria, y con ellos "se terminó de un plumazo con una de las grandes desigualdades entre los niños que tenían libros de texto y los que no podían tenerlos", pues la mayoría no tenía recursos para comprarlos a las editoriales privadas. Ante eso, "la Iglesia, el Partido Acción Nacional y la Coparmex realizaron grandes movilizaciones en contra del libro de texto gratuito, pues les molestó su contenido laico y el hecho de que las empresas editoriales privadas perdieran sus jugosas ganancias con la edición de libros para primaria, que eran muy costosos y desiguales". De "gris" califica el período del escritor Agustín Yáñez al frente de la SEP, durante el régimen de Gustavo Díaz Ordaz. Al novelista jalisciense le pesó mucho la sombra de Torres Bodet y el conflicto estudiantil del 68 con el que tuvo que lidiar. Sin embargo, durante su gestión empezaron las transmisiones de las primeras telesecundarias, enfocadas a los pueblos aislados que difícilmente tienen acceso a las escuelas regulares. Quien sí tuvo una labor destacada, comenta, fue Víctor Bravo Ahuja, a cargo de la SEP durante todo el sexenio de Luis Echeverría (1970-1976). Promulgó una nueva Ley Federal de Educación, reformó planes y programas de estudio en educación básica, renovó los libros de texto gratuito -los llamados "libros de segunda generación"-, dándoles un contenido progresista y crítico. "Bravo Ahuja tuvo la fortuna de que, durante su gestión, se aumentaron considerablemente los recursos a la educación", dice Arnaut. Igual le ocurrió a Fernando Solana, al frente de la secretaría durante parte del sexenio de López Portillo y en los mejores años de la bonanza petrolera. Comenta el investigador que "con Solana se dio el primer impulso a la educación preescolar y se crearon las 31 delegaciones estatales de la SEP, con lo que ésta se fortaleció". Pero señala que Miguel González Avelar, secretario de Educación en tiempos de Miguel de la Madrid, impulsó una postura muy "conciliadora" con el SNTE, al que le "entregó espacios" que la SEP había recuperado para sí. Después, ya en el sexenio salinista, a Manuel Bartlett le tocó afrontar el conflicto magisterial que terminó con la caída del líder Carlos longitud y la llegada de la maestra Elba Esther Gordillo a la dirigencia del SNTE. Ernesto Zedillo, quien también había sido titular de Educación durante el salinismo, llegó a la Presidencia de la República y dio "una fuerte continuidad a la líneas reformistas" del sexenio anterior. Arnaut señala que, en 2000, cuando el PAN ganó la Presidencia con Vicente Fox,
"muchos temían un cambio traumático y radical en la política educativa, ya que históricamente el PAN es el más severo crítico del artículo tercero constitucional, de la educación pública y laica y de los libros de texto. Pero Fox, contra todos los pronósticos, dio continuidad a la política educativa". -¿Por qué no daría el golpe de timón? -Sobre todo, influyó la designación de Reyes Tamez como secretario de Educación para que no se haya dado un cambio traumático. Tamez no era el típico político panista, sino un académico que provenía de la Universidad Autónoma de Nuevo León, de la que fue rector, y dejó las principales subsecretarías en manos de personas con experiencia en el ámbito educativo. Señala que el "cambio significativo" en materia educativa lo vino a dar más bien Felipe Calderón, el segundo presidente panista, al poner a Elba Esther Gordillo y a su sindicato "en un primer nivel" dentro de la administración educativa federal. "Debido a una alianza político-electoral de alto nivel entre Calderón y Elba Esther, el presidente entregó al sindicato la Subsecretaría de Educación Básica, que hoy ocupa ni más ni menos que el yerno de Gordillo. Con esto, quedaron atados de manos los dos secretarios de Educación que, hasta ahora, ha puesto Calderón: Josefina Vázquez Mota y Alonso Lujambio." -¿Las componendas políticas entre Calderón y la maestra repercuten en la calidad educativa? -La omnipresencia del sindicato en la administración educativa dificulta la construcción de un proyecto en educación. Hace más difícil la construcción de consensos y las negociaciones con gobernadores, investigadores, maestros y autoridades educativas estatales. Todo se realiza bajo una mayor tensión. Indica que el último alarde de poderío de Elba Esther es la transmisión de Todo el mundo cree que sabe, el programa televisivo de concursos que trasmite Televisa y es pagado por el SNTE. "Ese programa tiene más una intencionalidad política que educativa. Y, en todo caso, suplanta una iniciativa que debió salir de la SEP, no del sindicato", dice Arnaut. A diferencia del México rural y analfabeta que le tocó a Vasconcelos, recapitula, "hoy tenemos un país urbano y alfabetizado, con una tasa promedio de ocho grados de escolaridad. Es un cambio radical". Sin embargo, indica, han aparecido nuevas formas de exclusión: "Están los marginados urbanos, las grandes masas que emigran de un lado a otro del país y necesitan recibir educación, la población indígena que y a no sólo se encuentra en zonas rurales, sino también en las grandes ciudades. Hay una diversidad social, cultural y étnica que necesita atención educativa." Ó 1706/12 de julio de 2009
39