Y un día pasó que traicioné mis sueños. Me dejé llevar y me perdí. Aun sin ser mi culpa o quizás con toda la culpa del mundo tiré en un cesto todo. Rabia, miedo y culpa. Me convertí entonces para muchos en sólo un adjetivo en una "fulana". Pasó pues que dejé de ser yo, fui desde ese momento y por mucho tiempo una "fulana químicamente pura". Nada aceptable Era el modelo a NO seguir. Y por ahi hubo quienes lo creyeron, creo entonces pues que "los débiles necesitan ideas simples". Malo, bueno, negro, blanco. Como si las personas fueramos galletas que se hacen de determinados ingredientes y nada más. No es así. Pasó un día que un ser me habló y me sacó de mi misma por unos minutos y pude ver grandes cosas. Me asombré de mi misma: fui testigo de mis actos buenos, de esa fraternidad que puedo llegar a sentir por personas que comparten conmigo tan sólo unos minutos. Puedo darme de lleno sin pensar en mí. El egoísmo no es una palabra que esté escrita en mí frente. Me di cuenta de que no era un expediente o una cosa.... Soy más bien un ser de los pocos que quedamos, de esos que creen en cambios y en mejoras. No sólo la gente buena cambia. Los malos también. La vida no se acaba en los actos errados por más terribles que sean. Las situaciones extremas son las que nos hacen salir de la rutina, de lo simple, nos hacen ser grandes. Y créanme he pasado por increíbles situaciones. Tuve tanto miedo, y fue entonces al salir de todas ellas que descubría el inmenso amor de Dios para conmigo. Sólo el que se cae sabe como pararse y sabe lo que duele. Aprende entonces cómo hacer para ayudar a quienes se caen, por que lo ha vivido. Y pasa de "sufrir por" a "sufrir con". Hay una diferencia abismal. Es sólo cuando estás completamente perdido que te detienes a ver qué camino tomar. Antes sólo avanzas. Por inercia y no por instinto. Te dejas llevar por la manada de "gente exitosa" y no por tu corazón. La Historia siempre nos alcanza dicen y creo que los actos errados mios son menos que los buenos. O creo que al final de todo Allá arriba me preguntarán cuántas de las cosas que hice las hice por amor. Creo estoy salvada. Y me tomó tiempo aceptar todos mi errores y pedir perdón a quienes debía hacerlo. Pero lo hice. Un día de tantos de auto tortura me miré a los ojos y tenía la mirada de un animal golpeado y triste. En ese momento decidí dejarme de herir a mi msima. De dejar que me etiqueten. Volví a sonreir porque todo tiene un tope. Porque hasta el Apocalipsis se acaba y por suerte acaba bien