Había una vez una hormiga, muy trabajadora, que salió de su hormiguero en busca de comida. Caminó largo rato hasta llegar a una enorme casa. Era la casa de los humanos y para la hormiguita era como cambiar de mundo. Entró por la puerta de la cocina y un montón de olores, riquísimos y extraños, la invadieron. Siguió el rastro que más le gustó de todos y de pronto, junto a la pata de la mesa, encontró algo. No sabía muy bien que era aquello pero, como le gustaba mucho su aroma, decidió probarlo. ¡Estaba fantástico! Era un trozo de queso, tres veces, más grande que la hormiga. La hormiga, sin pensárselo dos veces, cogió el trocito de queso con sus poderosas fauces y se dirigió de nuevo a su hormiguero. El gato, que vivía en aquella casa, vio salir un trozo de queso por la puerta de la cocina y creyó que se estaba volviendo loco. El había comido queso muchas veces y consideraba que estaba muy rico, pero nunca había visto un trozo de queso caminando solo. La hormiga era tan pequeña que el gato no podía verla debajo del queso. La curiosidad llevó al gato a seguir al queso; tenía que saber a donde iba. Un poquito más adelante se encontraron con un perro:
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_ ¡Ay!, gato. ¿Ahora te dedicas a hacer magia? _ ¡Que magia ni que ratón muerto! Yo no estoy haciendo nada. Es el queso que se está moviendo sólo. _ ¿Y por qué no te lo comes? _ ¡Tú eres tonto!; si me lo como no puedo averiguar a donde va. Tan pronto como resuelva este misterio, por supuesto que me lo voy a comer. _Voy contigo; yo también quiero saber de que va esto."Dijo el perro." Los dos fueron siguiendo al trozo de queso con mucho cuidado, a medida que iban caminando se fueron encontrando con otros animales. Todos tenían mucha curiosidad por saber como podía caminar un trozo de queso, sin patas. Uno a uno fueron sumándose todos a la excursión. Al cabo de un rato detrás del trozo de queso ya iban: Un gato, un perro, una oveja, una vaca, un cerdo, un burro y dos caballos.
Por fin, tras un largo y pesado viaje, la hormiguita llegó a su hormiguero Como llegó, muy cansada de tan largo viaje, sus Compañeras salieron raudas a ayudarle.
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_ ¡Daros prisa por favor! Vienen un montón de animales detrás de mí, que quieren quitarnos este trozo de comida que conseguí. "Dijo la hormiguita sumamente preocupada" .
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Fue entonces cuando todos comprendieron por qué 4
caminaba el queso. Se quedaron maravillados de lo fuertes y trabajadoras que son las hormigas. Estaban todos francamente maravillados. FIN.
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