Cuba, La historia vencer From: Embassy of Cuba in Athens, Wednesday, November 07, 2007 Granma, 7 de noviembre 2007 La historia vencer� Ra�l Vald�s Viv� Lenin, jefe del Partido que dirigi� la Revoluci�n de Octubre, que cambi� el curso de la historia universal, dijo estas palabras aludiendo a esa haza�a sin precedentes: Las cosas resultaron de modo distinto a como lo esperaban Marx y Engels, concedi�ndonos a las clases trabajadoras y explotadas de Rusia el honroso papel de vanguardia de la revoluci�n socialista internacional, y ahora vemos claro cu�n lejos ir� el desarrollo de la revoluci�n: ha comenzado la obra el ruso, la llevar�n a cabo el alem�n, el franc�s y el ingl�s, y triunfar� el socialismo. [1] Pero a su vez, las cosas resultaron de modo distinto a como esper� Lenin, al ser derrocado el socialismo en el primer lugar en que triunf� y llevar ahora adelante su bandera otros pueblos. El pueblo cubano ocupa hoy, y lo revela la hostilidad del imperio del d�lar, el honroso papel de vanguardia de la revoluci�n socialista internacional. Ni siquiera el suicidio de la Uni�n Sovi�tica, fruto de aquella revoluci�n, el golpe m�s duro recibido por los luchadores por un mundo mejor, signific� el triunfo definitivo de su rival, el imperialismo, que contin�a condenado a ser arrojado al basurero de la historia para dar paso al socialismo. Los plazos de la conquista de nuevos espacios emancipados, dependen de la lucha de cada pueblo. Las v�as de lucha las pondr� el enemigo. Primero. Ahora cabe afirmar que estamos en El comienzo del comienzo del triunfo mundial del Socialismo. Son cuatro los pilares de ese cambio completo del g�nero humano, de luchar los pueblos con unidad, inteligencia, optimismo y sin hacer concesiones a la ideolog�a burguesa, fracasada por completo: Surgir�n otros pilares. 1. La victoriosa resistencia de Cuba socialista. 2. La lucha dif�cil, pero triunfal, en la retaguardia misma del imperio del d�lar, de los pueblos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, con procesos revolucionarios cada d�a m�s radicales, y los procesos reformistas que se abren paso en Brasil, Argentina, Uruguay y otros pa�ses del mar Caribe y Am�rica del Sur.
3. El asombroso desarrollo de Estados socialistas como China y Vietnam y del conjunto de pa�ses nacionalistas de Asia, mientras reanudan sus luchas los pueblos africanos y musulmanes. 4. Los pueblos de Europa, Norteam�rica y Jap�n son empujados a oponerse a sus explotadores, que barren sus conquistas desde el fin de la URSS y los destinan a verdugos mercenarios. Segundo. Ya en la Gran Depresi�n de 1929, que puso fin a la doctrina liberal de los fundadores de la econom�a pol�tica burguesa, se presentaron los mismos tres caminos que aparecen en el actual horizonte humano: el fascismo, que entonces se abri� paso en Alemania, Italia, Jap�n y otros pa�ses, culpables de iniciar la Segunda Guerra Mundial, el socialismo, que se afianz� en la Uni�n Sovi�tica y evit� que padeciera la crisis m�s profunda en la historia del capitalismo, y la naciente teor�a de Keynes, adoptada por el presidente Franklyn Delano Roosevelt en Estados Unidos, lo mismo que en Gran Breta�a y otros pa�ses. Y esas mismas tres corrientes est�n ahora luchando entre s�. La amenaza mayor proviene del hecho de que la soluci�n fascista de la crisis tiene asidero en el gobierno de Estados Unidos, en el imperio m�s poderoso de la historia, que no vacila en proclamar hacer 60 y m�s guerras contra todo lo que signifique emancipaci�n o simplemente progreso social. El enemigo com�n de los pueblos libres y la humanidad entera es el imperio del d�lar, cada vez m�s por la ruta del fascismo. Sin unidad, ninguna naci�n podr�a resistir las embestidas de la Roma americana, para decir como dijo Mart� alertando que Estados Unidos ser�a el imperio que es, y tambi�n acabar�a derrotado por los pueblos que oprime. Tercero. La estrategia de los partidarios del socialismo es ante todo la derrota del fascismo. En la pr�ctica esto significa avanzar cuanto se pueda, sin que la impaciencia sea un argumento v�lido, seg�n alert� Engels. Por tanto caben las alianzas entre los partidarios del socialismo y los que solo llegan hasta posiciones reformistas, como los partidarios de Keynes. No es aceptable Lenin lo ense�� para los revolucionarios el rechazo al reformismo peque�oburgu�s, siempre que no entra�e el abandono de los ideales de la revoluci�n socialista de la cual el proletariado, por carecer de propiedad privada, tiene reservada una plaza en la vanguardia. Solo puede perder sus cadenas, objetivamente es de naturaleza anticapitalista.
Cuarto. A la luz de las pr�dicas de Mart� y luego de Gramsci, de que en �ltima instancia la hegemon�a depende de la cultura, llegando el Maestro de los cubanos a decir "ser culto es el �nico modo de ser libre", cabe replantear la cuesti�n de la vanguardia, no en lo pol�tico sino en lo social. De conjunto la misma pertenece a todos los situados en el campo del trabajo, que incluye sectores viejos, como los obreros y campesinos, y abarca a los trabajadores intelectuales. En sint�tica expresi�n, dado que la ciencia se convirti� en factor directo de la econom�a y cada vez m�s su elemento decisivo, como previeron Marx y Lenin, se trata del capital humano, que une el esp�ritu revolucionario con una visi�n cient�fica del mundo. La calidad del capital humano lo expresan brillantemente los m�dicos y maestros de Cuba que voluntariamente trabajan en otros pa�ses, a los que mueven, no el ego�smo burgu�s, sino el esp�ritu solidario internacionalista, am�n del patriotismo m�s puro, como el de los Cinco H�roes cubanos prisioneros del imperio. El capital humano es el hombre nuevo del Che que deviene la fuerza social contempor�nea de mayor influencia en los procesos de cambio. Quinto. Al acercarnos al 2008, que marca el 160 aniversario del Manifiesto del Partido Comunista, genial obra de Marx y Engels, que se tradujo en las llamas de la Comuna de Par�s de 1871 y su continuadora, la victoriosa Revoluci�n de Octubre, a la postre saboteada por el imperio y traicionada desde dentro; as� como en todo el proceso revolucionario universal, su llamado a la uni�n de todos los proletarios est� m�s vigente que nunca antes. Ahora no solo se trata de socialismo o barbarie, como dijo Rosa Luxemburgo, sino de socialismo o nadie. Sexto. Las amargas experiencias de la URSS y otros pa�ses socialistas reivindican, junto al Manifiesto Comunista, aquella cr�tica que hizo Marx a los que en su nombre se reunieron en la ciudad alemana de Gotha y tergiversaron su doctrina bajo la influencia de demagogos como Lasalle, que identificaba el socialismo con la entrega a los trabajadores del producto �ntegro de su trabajo. En Cr�tica al Programa de Gotha, Marx fija los dos principios cardinales de la formaci�n econ�mica social comunista, sucesora del capitalismo. Para su primer momento, que llama socialista, es la entrega por cada quien de toda su capacidad de trabajo y el pago seg�n la cantidad y calidad de su labor, mientras solo en el segundo momento, el propiamente comunista, podr� distribuirse el producto social global seg�n las necesidades de cada persona. Fidel insiste en educar a los j�venes y todo el pueblo en la idea
de que se trata de necesidades desprovistas del consumismo burgu�s, basadas en la raz�n y en la existencia de posibilidades, y distingue las necesidades materiales de las espirituales o culturales, no habiendo l�mites que frenen las �ltimas. Tanto como la erradicaci�n de toda corrupci�n y burocratismo, estas concepciones, creadas por Fidel y aplicadas por el Partido con Ra�l al frente, forman parte de la �tica de la Revoluci�n cubana, en la que vive Che Guevara, su exponente supremo. Porque es practicar, como �l ped�a, no la caridad, sino la solidaridad. En el orden te�rico cuatro nuevos elementos merecen destacarse en este aniversario lleno de j�bilo y alerta: Primer elemento. La proclamaci�n por los comunistas chinos de un socialismo con las particularidades de su pa�s y el desarrollo del marxismo-leninismo con sus propios pensadores Mao, Deng, Jiang, Hu, mientras Vietnam a�ade a los cl�sicos a su ejemplar Ho Chi Minh, y Cuba tiene a Bol�var y Mart� junto a ellos y sus continuadores. Esta visi�n te�rica cancela toda tentativa de pa�s centro del movimiento revolucionario mundial, que fue una reclamaci�n permanente de los sovi�ticos. Part�an de haber sido el primer Estado obrero y campesino de la historia, pero ello conduc�a a contradecir el desarrollo desigual de los pa�ses, ley descubierta por Lenin, y divid�a al proceso revolucionario, dificultando el aut�ntico fomento de la identidad cultural de cada pueblo, cuya sumatoria es la cultura universal. La Revoluci�n cubana, en lo conceptual y en la pr�ctica, siempre ha defendido la independencia absoluta de los partidos y los Estados, no para negar el intercambio de experiencias y la uni�n de cuantos luchan contra el imperialismo y por el cambio social radical, sino para fortalecerlos. Considera que a m�s patriotismo debe haber m�s internacionalismo, y eso lo revela su propio proceso hist�rico. Segundo elemento. El mundo es uno solo, pero en su interior hay Estados y regiones, y los latinoamericanos y caribe�os, aprendiendo de Miranda, Bol�var, Mart� y el conjunto de nuestros pr�ceres, desde los tiempos de Tupac Catari y Hatuey, levantan cada vez con m�s fuerza la creaci�n de Nuestra Am�rica, en la lucha universal en la que coinciden con los pa�ses socialistas asi�ticos y los pa�ses nacionalistas, por el equilibrio del mundo, por la destrucci�n del absurdo mundo unipolar. Tercer elemento. All� en el desierto costero de Pativilca, moribundo casi, Bol�var fue preguntado por sus planes, dado
que parec�a muy superior el imperio colonial espa�ol, y no vacil� en proclamar, desde una garganta comida por la fiebre y su cuerpo d�bil hasta para caminar: �TRIUNFAR! El disc�pulo mayor de Mart�, Fidel Castro, en desaf�o a la Roma americana no vacil� en a�adir al compromiso de PATRIA O MUERTE, el grito de �VENCEREMOS! Y por los siglos del porvenir, ser� consigna de los pueblos la que escribi� Che Guevara al marchar a otras tierras del mundo: �HASTA LA VICTORIA SIEMPRE! Hugo Ch�vez, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega son las nuevas voces socialistas del siglo XXI, que se unen a sus compa�eros m�s veteranos, Fidel y Ra�l, y su sola presencia en el escenario hasta ahora reservado a los oligarcas del dinero, el enga�o y la violencia, demuestra que estamos en el comienzo del comienzo de una nueva p�gina en la historia. No cabe subestimar al enemigo, pero tampoco subestimar la potencialidad de las naciones ansiosas de independencia y progreso social, defensoras de reformas que conduzcan a una nueva vida. El odio del imperio que marcha a su ocaso, pero todav�a con mucho poder�o para zarpazos cada vez m�s sanguinarios, contra cuanto Cuba simboliza, se explica por sentir sus conductores que ten�a raz�n Mart� al proclamar: � la naturaleza humana, esencialmente buena, apenas ve junto a s� modelo noble, se levanta hasta �l. [2] Cuba es invencible por practicar la democracia m�s genuina, reflejada en la grandiosa victoria electoral de nuestro pueblo, que al llamado de Ra�l profundiza el poder de las masas, para lo cual discute abiertamente todos sus problemas y busca v�as de ganarle tiempo al tiempo en su soluci�n. Toda opini�n es escuchada y ser� atendida. El Partido que se inspira en Mart�, como en Maceo y todos los padres fundadores de la Patria, naci� de la pelea de la naci�n por su emancipaci�n y aprende de �l que se pelea cuando se dice la verdad.[3] Una se�al de cu�l es la ola del futuro fue la votaci�n de 184 pa�ses contra uno, que solo movi� otros tres votos, entre ellos el Israel sionista, en rechazo del bloqueo genocida yanki. Y el ALBA emancipadora acabar� venciendo al ALCA anexionista del imperio. Los Bush vienen y van, hasta que triunfe el camino de Lincoln, pero por mucha rabia que tengan y muchos planes que hagan y muchas provocaciones que urdan, como ense�a el Comandante en Jefe: �No podr�n tener a Cuba jam�s! El informe de Hu Jintao al reci�n concluido XVII Congreso del Partido Comunista de China, con exactitud reflej� la
situaci�n que toma el mundo, al analizar que hoy se est�n operando cambios amplios y profundos, y en la China actual se est�n produciendo transformaciones en las mismas medidas. Son algo sin precedentes tanto las oportunidades como los desaf�os que se nos han presentado, pero las primeras aparecen m�s que los segundos. Y esto lleva, dijo Hu Jintao, a la clara conclusi�n de que en estas circunstancias todo el Partido debe enarbolar con firmeza la gran bandera del socialismo con peculiaridades chinas para conducir al pueblo a marchar desde un nuevo punto de partida hist�rico. Hu concluy� que hay que captar y aprovechar bien este importante periodo coyuntural estrat�gico, adoptar la actitud realista y pragm�tica y superarse con elevado esp�ritu emprendedor, con miras a continuar la edificaci�n en todos los aspectos de la sociedad modestamente acomodada y el fomento acelerado de la modernizaci�n socialista, cumpliendo de este modo la noble misi�n confiada por la �poca.[4] En el aniversario 90 de la Revoluci�n de Octubre, el optimismo de los revolucionarios cubanos, que vencen las trampas de la incertidumbre y el pesimismo, que en todos los sitios colocan los opresores, se comprueba en el renacimiento de los ideales socialistas en todo el planeta. La lucha ser� cada d�a m�s compleja y dura, y cada batalla ganada solo otorga derecho a librar la pr�xima batalla, pero ya estamos ante una nueva �poca y nada ni nadie podr� impedir que conduzca hacia el anhelo de Mart�, cuando dijo lo que hoy decimos: Este mundo es horrible: �cr�ese otro mundo! [5] [1] Marx, Engels, Lenin, Sobre el comunismo cient�fico, Editorial Progreso, Mosc� 1972, p. 298 [2] Jos� Mart�. Ob. Cit. t. 10, p. 60 [3] �dem t.1., p. 340 [4] Agencia Xinhua, 27.10. 07 [5] �dem, t, 11, p. 338
*End*