Cuartos

  • June 2020
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UNA VICTORIA MÁGICA

C

on una inactividad de 21 días, Los Albos encaró su duelo de cuartos de final frente a Los Tetes. Del torneo anterior, surgía un antecedente cuando un diferente equipo de Los Tetes venció por 8-4 al albiblanco, que allá por el 27 de mayo contaba con un elenco similar, a diferencia de su arquero, que en ese entonces era Pablo Kallmann, ahora reemplazado por las manos de acero de Migliore Favero. En esta ocasión, la historia empezó bien para Los Albos, que al minuto de juego se puso en ventaja con una buena media vuelta de su delantero más peligroso, Daniel Lalo. Los primeros minutos transcurrieron de la misma forma, con el equipo negro jugando mejor y generando las mejores situaciones, de la mano de un Saúl que estaba en una de sus mejores versiones del torneo. Por el lado de Los Tetes, el tándem ofensivo de PampinoAlegre poco inquietó en el inicio a Favero. Sin embargo, de a poco fueron apareciendo las chances y el partido se hizo de ida y vuelta, con ambos arqueros destacándose en algunas buenas intervenciones. A los 7’, Lucero se llevó la amarilla por las constantes quejas ante el juez Maccarone. Un minuto más tarde, apareció el Artista Ricciardelli en acción: enganchó, disparó y con la ayuda de un desvío que descolocó a Muñoz estampó el segundo de su equipo. En la jugada siguiente, el Mágico Pampino la clavó de zurda al ángulo, poniendo el descuento. Y cuando había pasado tan sólo un minuto del tanto del #9, Paz habilitó a Alegre que se encargó de empatar el partido. En ese momento, el encuentro estaba parejo. Los Albos estaba desfavorecido por la salida de Saúl, al tiempo que su rival comenzó a agrandarse por los dos goles consecutivos. De a poco, los jugadores negros se empezaron a poner nerviosos, y a discutir mucho entre ellos, volviendo a la situación que solían protagonizar en el campeonato pasado. Ante este panorama, el elenco amarillo aprovechó bien un contraataque, en dónde Pampino cedió con Alegre, que con un disparo cruzado anotó el tercero de su equipo. Sin embargo, pasó tan sólo un minuto para volver a la igualdad, ya que Lalo interceptó bien una bocha y con un fierrazo puso el 3-3. De esa manera se fue el primer tiempo, con Favero haciendo tiempo en las últimas pelotas, situación que provocó el enojo del otro arquero, Gastón Muñoz. El complemento inició de la misma manera en que había iniciado el primer tiempo: un gol de Lalo de media vuelta. Atrás, Pampino lo vio bien a Paz que con la de palo volvió a dejar el partido igualado. Cabe destacar, que la igualdad le daba el pase a Los Albos, que contaba con ventaja deportiva. La pelota era del equipo negro, aunque su rival generaba chances cada vez que sus delanteros entraban en contacto con el balón. Así fue que de a poco empezaron a aparecer los goles, ante las desatenciones defensivas de la defensa de Los Albos. Primero fue Pampino el que aprovechó el horror defensivo que compartieron Ricciardelli y Favero. El quinto gol de Los Tetes desató la bronca de los jugadores rivales, que se empezaron a ir, mentalmente, del partido. Tan sólo Favero era el responsable de que su equipo se mantenga con chances de clasificar. A tal punto fue lo del arquero, que en una jugada pasó mitad de cancha y estuvo cerca de anotar. Sin embargo, del tiro libre generado por el arquero, salió una jugada de contra en la que Lucero, algo incómodo, lanzó su disparo (sin arquero) afuera. Los problemas defensivos continuaban para el equipo negro. De esta manera, a los 28’ Ricciardelli lo perdió a Pampino, que no perdonó y anotó el sexto de su equipo. Veinte segundos más tarde, Paz robó una bocha y se la entregó al Mágico, que mostró su olfato goleador y anotó un tanto más.

Con la diferencia de tres, los últimos diez minutos fueron una clara muestra de la desesperación en la que cayó el equipo de Los Albos, obligado a ir el todo por el todo para dar vuelta la historia. El elenco de casaca azul y oro continuó teniendo chances, algunas de las cuales Favero se encargó de neutralizar. Pero en otras, el #1 no pudo, como a los 32’ cuando salió de más y perdió la pelota, situación que Alegre aprovechó para anotar el 8-4, con el que se sentenció la historia. Pampino anotó dos goles más y Paz puso otro, que con el descuento de Ricciardelli terminaron por configurar el 11-5 final con el que Los Tetes se llevó una enorme victoria, basada en la efectividad ofensiva y en el orden defensivo. Con un buen planteo, cada uno de sus jugadores supo lo que tenía que hacer dentro de la cancha, ante un rival que tuvo una noche negra como el color de su camiseta, quizás provocada por la larga inactividad en el torneo.

Hugo Pampino | El Mágico volvió a demostrar sus dotes de gran goleador, marcando seis de los once goles de su equipo, que se llevó una muy festejada victoria. Tras el décimo gol de Los Tetes, le dieron la bocha a Lalo, que caliente por la derrota la dejó pasar. La situación desató la ira de Faro, que pidió el cambio por el #5. “Quién me saca?” consultó Lalo y Favero, desafiante, le contestó “te saco yo”. Allí, el delantero salió sin decir ni mu.

UN EXTRAÑO DE PELO LARGO

Y

apeyú y Tren del Oeste fueron los protagonistas del segundo duelo de cuartos de final. El partido era, a priori, el más parejo de todos, ya que ambos equipos llegaban con muy buenos antecedentes a este partido. En la primera fase ya se habían enfrentado, cuando el elenco verde ganó por 6-2 a un rojinegro que por ese entonces no contaba con su máxima figura, Lucas Amirante. Justamente el #10 estuvo presente en la primera jugada importante del partido, cuando al minuto de juego se mandó una macana que terminó en la apertura del marcador por parte de Ghioldi. Tres minutos después, y tras algunas buenas atajadas de Dispagna, J.J. Álvarez anotó el empate tras un córner. En el primer tiempo, el partido fue muy parejo, con dos equipos dedicados más a atacar que a defender, situación que derivó en muchas chances de anotar de ambos bandos. Yapeyú llegó a la cuarta falta a los 6’, por lo que debió cuidarse en los minutos que continuaron del primer tiempo. A los 8’, Avoguadra bancó bien a Loria y puso el segundo de su equipo, ante un arco desguarnecido que Dispagna había abandonado en su búsqueda de anotar. Un minuto después, el Carnicero Ganader apareció por izquierda y con un puntinazo sin mucho ángulo venció a De Bonis para volver a poner el empate. A esa altura, Yape tenía más la pelota, ante un rival que prefería esperar y salir rápidamente de contra. El Patovica Avoguadra estuvo cerca de poner el tercero en dos oportunidades. Primero una volada espectacular con aterrizaje incluído de Dispagna le evitó el gol, y más tarde el #5 no pudo anotar sin arquero, desde una posición algo incómoda. Y los goles que no se hacen de un lado, aparecen del otro. Y así fue, la ley se cumplió y Poliak puso el 3-2 tras pase de Loria. Un minuto más tarde, Ghioldi apareció solito y después de la habilitación de Ganader, anotó el cuarto de

su equipo, con festejo sin remera que bien pudo haber sido motivo de amarilla por parte de Maccarone. Sobre el final de la primera parte, los goles de Tren no aparecieron por las buenas intervenciones de Dispagna. Encima, Amirante (por primera vez usando medias en el torneo) no hacía pie en una cancha algo resbaladiza que no le permitía al #10 llevar adelante su buen juego. Para peor, el Polaco Poliak apareció solito de contra con un rival muy jugado en ataque, para poner el parcial 5-2 con el que se fueron al descanso. Para el complemento, Tren necesitaba mejorar, obligado a ganar o ganar, ya que el empate lo dejaba afuera por contar con desventaja deportiva. Y parece que esta idea la tomó a rajatabla el elenco rojinegro, que empezó con todo la segunda mitad del partido. Jey Jey Álvarez anotó dos goles en treinta segundos para dejar a su equipo a uno del empate, mientras que Amirante con un gran taco se encargó de poner el 5-5. Yapeyú estaba perdido, quizás algo confiado por la ventaja con la que se había ido al entretiempo. Con el pasar de los minutos, volvió a entrar en ritmo, por lo que el partido se hizo de ida y vuelta, con un mediocampo casi inexistente. A los 27’, y con un partido ya emparejado, Ganader aguantó y bancó, para finalmente ceder con Poliak, que de punta puso un muy gritado sexto gol. Tras la conquista, el Carnicero pateó al palo mientras que De Bonis le sacó un nuevo tanto a Poliak. Del otro lado, un intermitente Álvarez se perdió el empate ante Dispagna. Tren parecía tener complicada la historia. Con poca tenencia de pelota y poco juego asociado, el equipo rojinegro lejos estaba de poder anotar los dos goles necesarios para clasificar. Yape estaba mejor, con Ganader manejando bien los hilos del equipo, y un Poliak muy peligroso en ataque. Sin embargo, a falta de cinco por jugar, Álvarez volvió a demostrar su categoría y puso el empate. En la jugada siguiente, Dispagna regaló la pelota y le dio una chance inmejorable a Amirante de anotar, oportunidad que el hombre de botines verdes no pudo aprovechar. Un minuto después, y tras un verdadero borbollón dentro del área, Ganader logró anotar, ante las quejas del rival por una supuesta infracción. Lejos de caerse, Tren reaccionó y su goleador Álvarez volvió a anotar el empate, esta vez después de un tiro libre, aprovechando que la barrera se abrió. Con la angustia del resultado, ambos equipos jugaron muy concentrados los últimos cuatro minutos. Yapeyú intentó tener la pelota, esperando por el final, mientras que su rival apuró en todo momento el juego, intentando ganarlo en una de las últimas. La más clara la tuvo el goleador Álvarez, que con un disparo rasante obligó a una enorme reacción del Cebolla Dispagna. La última del match fue un tiro libre de Tren que se fue desviado. Con eso, Maccarone marcó el final de un partido electrizante que pudo haber sido para cualquiera, y en el que ambos equipos mostraron toda su categoría. Yapeyú jugó mejor el primer tiempo, mientras que su rival nunca dio el partido por perdido y dio batalla hasta el final, quedándose a un paso de la clasificación. En definitiva, un excelente match entre dos muy buenos equipos.

Gonzalo Dispagna | El #1 de Yapeyú se mandó algunas ajadas espectaculares, además de quitarle la victoria a J.J. Álvarez en la última jugada del partido. Muy bien por él. En un partido con muchos roces y discusiones, el juez Maccarone debió poner orden repartiendo tarjetas a ambos equipos. En total fueron cuatro amarillas y una azul, por lo que Ghioldi, Poliak y Ganader deberán cuidarse en semifinales, ya que una tarjeta más los dejaría afuera de la final.

SIN SOBRARLE NADA

E

l mejor equipo de la primera fase, Los Pibes, debía enfrentar en cuartos de final a Escuela de fútbol, que más allá de finalizar en el 7º lugar de la zona A, llegaba a este match tras la excelente victoria conseguida ante Los Viorsis, con una descollante actuación de su mayor arma ofensiva, Sebastián Simonetti. Sin embargo, el goleador del equipo de los Gajda Brothers no sería de la partida en esta ocasión, siendo reemplazado por el Chipi Bordón, quien volvía después de estar ausente ante Viorsis. Justamente el Chipi fue el autor del primer gol del partido, después de una buena pared con Herrera, a los cuatro minutos de comenzado el encuentro. El comienzo fue netamente del equipo blanco, ante un rival que se mostraba algo perdido en una cancha nueva para ellos como la de Taxistas. Fue clave lo de Falduto, con algunas intervenciones importantes que no le permitieron a Escuela anotar algún gol más. Sus compañeros no jugaban bien, estaban imprecisos y no generaban situaciones de gol. El elenco blanco, por su parte, se veía muy tranquilo. El gol del principio le permitió continuar jugando el partido con mucha serenidad, basándose en la velocidad ofensiva de Bordón, que hasta ese momento era lo más claro del partido. Así fueron transcurriendo los primeros diez minutos. El arquero Gajda era víctima de infinidad de pelotazos imprecisos de los jugadores rivales, que no daban pie con bola. Sin embargo, a los 10’ Mardoián demostró porqué lidera la tabla de goleadores, y con un zurdazo puso el empate para su equipo. Tras el tanto, el equipo azul mejoró, aunque continuó con poco juego asociado, ante un rival que prefería salir de contra aprovechando las corridas de Bordón. A los 13’, Trevisán puso el segundo para su equipo, ante un Gajda tapado que reaccionó tarde al disparo. Y cuando quedaba poco para el final, sucedió el minuto fatal para Escuela. Bordón se escapó por derecha pero no le pasó la pelota a Espósito, que aparecía solito para anotar, situación que desató la ira del #6, ante el egoísmo de su compañero. Y en la jugada siguiente, Mardoián anotó el 3-1 parcial con el que se fueron al descanso. El complemento comenzó con otro gol de Los Pibes, cuando Cervigni definió bien ante Gajda, después de que Mardoián le peinara muy bien la pelota. Pareció ser que Escuela no leyó bien una jugada que Mardo había hecho apenas treinta segundos antes. Los goles no provocaron una reacción de Escuela, que se quedó sin nafta y no generó situaciones. Ante esto, el equipo velezano sólo tenía que anotar un par de goles más para liquidar el asunto y conseguir el pasaje a semifinales. El elenco azul tenía la posesión casi absoluta de la pelota, ante un rival que no lo inquietaba para nada. A los 28’, un gol en contra de Ruidíaz pareció sentenciar el resultado, ya que Escuela había quedado a cinco goles de lograr la clasificación. El equipo blanco llegaba poco y encima tenía a Bordón afuera. Con todo esto, el partido era decididamente malo. Los Pibes no aceleraba y su rival poco podía hacer. Sin embargo, a siete minutos del final, Herrera entró en juego. Primero se mandó un gran desborde que finalizó en gol. Más tarde, pudo haber anotado otra conquista, si no fuera porque Bordón decidió morfársela otra vez y no darle la pelota. Pero a los 36’, el #5 volvió a decir presente en el marcador, poniendo algo de suspenso en el resultado. Suspenso que se hizo aún mayor cuando un minuto después del gol de Herrera, Bordón pateó al palo y después con un zurdazo marcó el cuarto de su equipo. Parecía que se venía la remontada de Escuela, que con más ganas que fútbol se fue para adelante en busca de más goles. Los últimos minutos, sin embargo, no tuvieron más goles. El equipo blanco tuvo las mejores chances, ya que Los Pibes

decidió meterse atrás a la espera del final del partido. Espósito, en dos oportunidades, tuvo la chance de anotar, aunque le faltó puntería para llegar al gol. De esta manera, Faseli pitó el final. Los Pibes se llevó una victoria que parecía tener asegurada y que se le complicó al final. Escuela parecía sin ideas, pero en los minutos finales, empujado por la buena actuación de Herrera, inquietó a un rival que ya se sentía tranquilo con el resultado. Ahora, en semifinales, el equipo velezano deberá enfrentarse ante su sombra negra, Los Tetes, que fue el único equipo que lo venció en el torneo, en un 12-11 electrizante jugado el 22 de agosto en la sede de Bonorino. Habrá que ver si esta vez se pueden tomar revancha.

Cristian Herrera | A pesar de que su equipo cayó derrotado, el #5 fue el jugador más claro del partido y el responsable de una remontada que no alcanzó para clasificar. La ausencia de Simonetti le significó al Chipi Bordón una mayor responsabilidad en el ataque de Escuela. Sin embargo, al #7 se lo notó muy egoísta y en dos ocasiones se ganó el reproche por parte de sus compañeros. Primero fue Espósito y después Herrera. Seguirá el alumno en la Escuela?

UNA MASITA DURA DE ROER

E

l Dólar y Masita FC protagonizaron el último de los duelos de cuartos de final del 2º torneo de fútbol 5 de Abrazo de Gol. El equipo verde llegaba al partido con la ausencia por lesión de Reinoso, quien parece ser se perderá el resto del torneo por un esguince de rodilla. Por el lado del equipo celeste, Alejandro Celia sería el encargado de ir al arco, y el habitual arquero, Gabriel Bruno, jugaría como jugador de campo. Ni bien comenzó el partido, ya hubo un gol: Cragno mandó la bocha al área, el arquero Goitea dudó y Armellini apareció por el segundo palo para abrir el marcador. Un ratito después, el #9 se llevó una prematura amarilla. Quizás ayudado por la confianza que le dio el gol, Masita comenzó a jugar mejor, ante un rival que regalaba muchos espacios en defensa. Borelli estuvo cerca de poner el segundo, pero Naza Goitea apareció a tiempo para salvar a su valla. Sin embargo, con el correr de los minutos, El Dólar empezó a inclinar la cancha a su favor, y a tener innumerables situaciones de gol. Primero fue Caballero, el que de cabeza avisó. Después, el #7 tuvo el gol pero entre el arquero Celia y el palo se lo negaron. Y más tarde, el golero de Masita respondió muy bien en cuatro oportunidades. El equipo celeste estaba bien cerrado en defensa, aunque le costaba llegar a cubrir todos los espacios. Lo que sí estaba claro era su planteo, apostando netamente al contraataque y a poder agarrar mal parado a su rival. Así fue que el segundo estuvo muy cerca de ser realidad, sino fuera por la providencial aparición de Ariel Goitea, que salvó tirándose el piso lo que era una nueva caída de su arco. Y justamente el #8 fue el encargado de poner el empate, cuando a los 13’ la calzó de afuera y la puso contra un palo, haciendo imposible a Celia el salvar el gol. Con la igualdad, El Dólar ganó confianza y fue en busca de un nuevo gol, pero chocó con las buenas intervenciones del arquero rival, de buen primer tiempo. Y además de lo bien que estaba atajando Celia, a los 16’ el ex arquero Bruno clavó un golazo a lo McManaman jugando para el Real Madrid en la Champions League ante Valencia (http://www.youtube.com/watch?v=ziU9uiJFs_I&feature=P layList&p=A68CF5421A7344E1&playnext=1&playnext_from= PL&index=11), con caño incluído a PIni Goitea. Con ese gol, que significó el 2-1, se fueron al descanso. El segundo tiempo comenzó con la tenencia casi monopólica del balón por parte de El Dólar, que continuó inclinando la cancha en busca de llevarse la clasificación a los cuartos de final. Sin embargo, dicha posesión no la logró traducir en goles de forma rápida, ya que su rival se mostraba bien cerradito y ordenado en defensa. A pesar de ello, a los 5’ del complemento, Naza Goitea logró desnivelar con un zurdazo que dio en el palo e ingresó en el arco de Celia. De esta manera, el partido quedó igualado en dos goles, bajo un marco de poco fútbol y de muchas imprecisiones. De hecho, el segundo tiempo fue unos de los peores veinte minutos que se hayan jugado en el torneo. Volviendo al juego, en el intervalo de un minuto se anotaron tres goles que parecieron darle algo de emoción al partido. Primero, Celia perdió ante Palomo, y la pelota derivó en Brossio, que anotó el 3-2. Atrás, Borelli se mandó una gran jugada con giro incluído y se la pasó a Armellini, que puso el empate. Dicha igualdad duró poco, ya que Ariel Goitea pasó mitad de cancha y sacó un disparo rasante que se le metió a Celia. A partir de allí, los restantes diez minutos de partido tuvieron poco y nada. Masita no logró hilvanar buenas jugadas y casi que no llevó peligro al arco de un Goitea que

no pasó sobresaltos en los minutos finales. Armellini perdió peso ofensivo y no apareció más en ofensiva, al tiempo que Borelli, el generador de fútbol del celeste, mermó en su juego. Por el lado de El Dólar, el equipo continuó con la misma intensidad, apoyado en la férrea defensa de los hermanos Goitea y en la velocidad y el ímpetu de Caballero. El #7 anotó dos goles más, mientras que Naza Goitea también dijo presente para configurar el 7-3 final con el que el equipo verde se llevó el pasaje a las semis. Masita aguantó bien en gran parte del partido, pero en el final no supo generar juego y se desordenó en defensa, cayendó sin atenuantes ante un rival que jugó un poco mejor. Ahora, El Dólar se enfrentará en semifinales ante Yapeyú, reeditando el caliente duelo que protagonizaron ambos equipos hace menos de un mes. Se espera un partido ríspido, con mucho roce pero también con buen fútbol. Esperemos que así sea.

Ariel Goitea | A la fortaleza que suele mostrar en la faz defensiva, le agregó dos goles claves en momentos en los cuales su equipo no encontraba la brújula. Oscar Pini Goitea fue el arquero con menos goles en contra en la primera fase, por lo que fue premiado con unos guantes de arquero. El #1 los estrenó ante Masita, aunque en la primera jugada del partido, la pelota se le escapó y terminó en gol rival, por lo que Oscar se sacó los guantes y no los usó más…

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