Cuadernon 3modelos De Desarrollo

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CUADERNO DE TRABAJO DEL C.E.H.A Nº 3

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CUADERNOS DE TRABAJO DEL CENTRO DE ESTUDIOS JUAN JOSÉ HERNÁNDEZ ARREGUI CUADERNO Nº 3: MODELOS DE DESARROLLO EN LA ARGENTINA Aritz Recalde – octubre de 2009 “La Argentina sufrió una de las peores formas de destrucción: el sojuzgamiento y el estancamiento. Ahora debe reconstruirse lo destruido. Ante todo, la fe en nosotros mismo, en nuestra propia capacidad para crear una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Para ello debemos reconstruir nuestras instituciones y su capacidad de realizar grandes obras y profundas transformaciones. Y, paralelamente, consolidar la unidad nacional, en una sociedad dinámica, cuyo ámbito no sea degradado por la explotación indiscriminada de nuestros recursos naturales. Este es un plan de liberación. Liberación de las necesidades básicas de los argentinos, cuya satisfacción les será asegurada, cualquiera sea su actividad o el lugar en que vivan. Liberación de la arbitrariedad de los poderosos, liberación de la coacción extranjera”1. Plan Trienal para la reconstrucción y la liberación nacional,

Poder Ejecutivo Nacional, diciembre de 1973. “En la vasta zona de países rezagados, que abarca a dos tercios de la población humana, América Latina vive su segunda revolución nacional. La primera, de la Independencia, fue obra del pueblo en armas. La segunda y actual, es la de su desarrollo integral”. Juan Enrique Gugliarmelli2

APARTADO I- DEFINICIÓN DE CONCEPTOS La noción de “modelo de desarrollo” refiere al debate centrado en las diferentes formas de organizar política, económica, social y culturalmente una comunidad nacional. Los distintos modelos implican un tipo de inserción específica del país en el teatro de la división del trabajo mundial y, de ella depende la posibilidad de lograr la emancipación plena y sustentable de sus habitantes. Decimos “modelo” ya que reunimos y presentamos de una manera simplificada y bajo las categorías de “liberalismo, desarrollismo, nacionalismo y socialismo”, todo conjunto de comportamientos sociales, políticos e históricos que son una construcción ideal o conceptual explicativa y que no encuentran una relación directa y determinista con el comportamiento de la sociedad. Son “modelos” y esquemas conceptuales y explicativos que no dan cuenta del conjunto de los factores y de las relaciones históricas situacionales, pero que pese a eso, nos permiten sistematizar algunas líneas interpretativas básicas acerca del comportamiento de los principales procesos de desarrollo encarados en la Argentina. En tanto son sólo modelos conceptuales, no podemos dejar de mencionar que existen cruces entre ellos y que los procesos históricos tomados como ejemplos encuentran características compartidas que no van a ser comentadas por cuestiones más bien didácticas. Decimos que la noción de “modelos de desarrollo” es un “debate” ya que no existe una posición unívoca acerca de cuál es la receta o el proyecto capaz de encauzar el desenvolvimiento armónico, estable y perdurable de los factores sociales, económicos, políticos y culturales que dan consistencia y permanencia a la comunidad nacional. En realidad, es innegable que hay diferentes modelos en tanto los actores sociales que interactúan en el país y el extranjero encuentran intereses y en varios casos, objetivos claramente disímiles y enfrentados. Toda relación de poder se organiza políticamente, militarmente y además, se

1

Plan Trienal Para la reconstrucción y la liberación nacional. República Argentina, Poder Ejecutivo Nacional, diciembre de 1973. Perón, Obras Completas. Ed. Docencia, Buenos Aires, 2006. P 5. 2 Gugliarmelli, Juan Enrique, “Función de las fuerzas en la actual etapa del proceso histórico argentino”, Estrategia, Nº 1, mayo – junio de 1969. En Pensar Con Estrategia, UNLA, 2007, p 27.

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justifica culturalmente: la lucha por el poder se manifiesta en los debates sobre los diferentes “modelos de desarrollo”, que en muchos casos, son claramente antagónicos. Consideramos pertinente relacionar el término “modelo de desarrollo” al de “comunidad nacional” por el hecho, insoslayable desde el estudio histórico, de la existencia de los Estados nacionales como marcos de encuadramiento, de organización y de desenvolvimiento de las relaciones de poder en los siglos XIX, XX y XXI. No se puede lograr un desarrollo social y económico perdurable sin consolidar previamente la comunidad nacional como unidad soberana. La competencia y la lucha de Estados a nivel internacional hace que los actores y los grupos sociales que habitan el país, sean aplastados por la acción de las metrópolis y sus operadores internos que garantizan la implementación de los programas del neocolonialismo y la dependencia. Las propuestas teóricas y políticas que creen superar el problema nacional a través de la introducción de las categorías de “internacionalismo, latinoamericanismo o regionalismo”, están lejos de resolver la cuestión. Con este postulado no negamos la importancia estratégica que implica la unidad latinoamericana ya que y tal como estableció Juan José Hernández Arregui: “Iberoamérica reúne las condiciones de una nación integral (…) la lucha por la independencia nacional de las nacionalidades latinoamericanas debe ser coordinada, pues no habrá independencia nacional fuera del cuadro general de la lucha antiimperialista latinoamericana.”3 Hecha esta aclaración es importante remarcar el orden de las prioridades: la organización nacional es el paso previo para discutir cualquier tipo de integración y no hay muchas opciones a ésta ley de hierro de la política internacional, salvo que propugnemos ser un satélite o una semicolonia subordinada a otro país. A la hora de mencionar la categoría de nación lo hacemos como “comunidad” por el hecho de que la posibilidad misma de su desarrollo involucra el hecho de articular actores e interés disimiles. La organización nacional en el Tercer Mundo no es una tarea de un sólo grupo social o de una clase, sino que es una actividad de un frente político o de un conglomerado de organizaciones libres del pueblo. Hernández Arregui se refirió a esta cuestión de la siguiente manera: “La política de liberación, a pesar de cierta interpretación recíproca entre clases sociales interesadas -proletariado y burguesía industrial, etc.-, avanza sobre antagonismos vivientes que generan diversas ideas sobre el desarrollo nacional, y miden el desorden e indeterminación de estos periodos políticos, bien aprovechados por las clases explotadoras amenazadas de desplazamiento, o decididas a superar privilegios de antaño. A pesar de ello, el proletariado nacional, en tanto la burguesía industrialista contribuya al desarrollo, debe apoyar tal tendencia, no por solidaridad “patriótica” de clase, sino como táctica, pues el nacionalismo del proletariado es distinto al de la burguesía, aunque puedan ambos concurrir por separado, en las etapas preliminares, siempre contradictorias de la lucha, a la emancipación nacional”.4 El concepto de “pueblo” al que hacemos referencia tiene un sentido político, uno económico y otro cultural. Como categoría económica, el pueblo se refiere al conjunto de relaciones de producción que están 3

Hernández Arregui, Juan José, ¿Qué es el Ser Nacional?, Catálogos y Secretaría de Cultura de La Nación, 2002, pp. 42 y 214. 4 Op. Cit., pp. 217-218.

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enfrentadas a los intereses de las metrópolis: los trabajadores, los industriales o profesionales ligados al mercado interno tienen objetivamente un mismo enemigo estructural en el programa neocolonial agroexportador y financiero que promueve el capital trasnacional y sus aliados locales. La rentabilidad del capital trasnacional es sinónimo del saqueo de los recursos y del desempleo del habitante de la periferia. La dimensión “política” de la categoría pueblo, refiere al hecho de que las relaciones de poder económico y social mencionadas se ejercen y perpetúan a través de una organización política: las multinacionales y las empresas de las metrópolis se organizan a nivel de sus Estados y se habla por eso, de relaciones políticas dependientes e imperialismo como formas normales de funcionamiento del capitalismo. A nivel cultural, se habla de nacionalismo popular como marco de identidad que da consistencia organizativa y política al pueblo para enfrentar el programa neocolonial. Las nociones de pueblo y de nación se fusionan: el pueblo si no consolida la nación desaparece y a su vez, es inviable organizar el desarrollo pleno de la comunidad sin vincular a las organizaciones libres del pueblo en la tarea nacional y latinoamericana por la segunda independencia. El General Gugliamelli se refirió a la relación entre la organización política del pueblo y el modelo nacionalista de la siguiente manera: “El desarrollo integral significaba el económico – social, cultural y espiritual. (…) Definí asimismo como sectores nacionales a todos aquellos que no están comprometidos con los sectores opresores o que, en particular, sufren la opresión de los grupos dominantes externos, imperialistas o neocolonialistas, o de los grupos colonialistas internos, cualquiera fuera la modalidad que esa coacción adopte. La revolución nacional debe, según el mismo trabajo, consolidar el rango de nación y asegurar, por tanto, que el centro de decisión soberana le pertenezca.”5 Tradicionalmente, se entiende que el actor político opuesto al pueblo es la “oligarquía”. El término “oligarquía” encuentra varias acepciones. Por un lado, se refiere a una función económica que se caracteriza por la actividad agropecuaria ejercida en base a la tenencia de grandes superficies de tierra. La oligarquía serían los grupos reducidos de poder identificados con los intereses de los grandes terratenientes ligados al sector agroexportador. Habitualmente su modelo de país se relaciona al programa del liberalismo clásico. Además, la palabra oligarquía adquiere una dimensión estrictamente política y refiere a aquellos grupos o clases que ejercen su poder de manera minoritaria con un programa que enfrenta objetivamente los intereses del pueblo. En este último caso, la “oligarquía” refiere a un conglomerado de clases y dirigentes en donde coexisten de manera inestable y cambiante, los intereses del capital extranjero, los bancos, los latifundios y los partidos políticos demoliberales. A esta última acepción haremos referencia en el Cuaderno. A partir de lo expuesto, es bueno reconocer la importancia estratégica que adquiere el hecho de identificar cuál es el “modelo de desarrollo” que nos va a permitir alcanzar el progreso nacional y la emancipación de las organizaciones libres del pueblo. El debate acerca de los Modelos de Desarrollo en “abstracto” debe vincularse con la problemática histórica concreta relacionada a la formación y a la consolidación del desarrollo nacional. La cuestión acerca de los distintos modelos se circunscribe a la posibilidad de que nuestro país alcance el desarrollo nacional o como estableció Oscar Varsavky: “Desarrollo es, si, un término 5

Gugliarmelli, Juan Enrique, “Fuerzas armadas para la Liberación Nacional”, Estrategia, Nº 23, julio – agosto de 1973. En Pensar Con Estrategia, UNLA, 2007, p. 130.

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relativo, pero relativo a las metas que el país se plantea; a su propio Proyecto Nacional, no al de otro país. (…) Cuando alcancemos nuestros objetivos seremos desarrollados, hasta plantearnos otros nuevos. (…) Con un Proyecto Nacional tenemos nuestra propia pauta y medida de desarrollo, que recién entonces podremos cuantificar de la manera que nos resulte más útil.”6 La imposición política de los Modelos de Desarrollo o la copia textual de los proyectos de otros países, dificultan la respuesta soberana al problema nacional que es el único camino para resolver los desafíos del país. A lo largo del presente Cuaderno vamos a centrar la mirada en el análisis de los modelos de desarrollo atendiendo a las siguientes variables interrelacionadas que los componen:

A- la Economía; B- el Rol del Estado; C- las Relaciones exteriores; D- la forma de organizar la Democracia y articulación política; E- el Programa Cultural. A- Los Modelos de Desarrollo y la Economía.“Allí, en el mismo escritorio me propuse, jurándome conmigo mismo, cooperar por todos los medios legales a romper a los trust”. Enrique Mosconi7

La experiencia histórica del país muestra que no existe independencia política y cultural sin consolidar una economía industrial e independiente, ya que como afirmó Manuel Savio: “La presión económica ciñe más fuerte que la presión bélica; no es cruenta pero es implacable e integral.”8 El debate sobre el Modelo de Desarrollo se vincula estrechamente a la organización de la economía y en especial, al problema de la industrialización. Arturo Frondizi sostuvo que: “El desarrollo económico autodeterminado comienza por ser el punto de partida de todo desarrollo nacional independiente, pues implica la ruptura del vínculo central de la relación neocolonial.”9 En los Apartados II y III vamos a mencionar aquellos aspectos centrales de la economía que nos permiten identificar los Modelos de Desarrollo a lo largo de la historia de nuestro país. B- Los Modelos de Desarrollo y el Rol del Estado.El debate sobre la forma de funcionamiento del Estado es una de las piezas fundamentales para identificar los Modelos de Desarrollo, en tanto aquel es el ámbito en donde se centra la lucha por el poder y por la organización del sistema social. Las organizaciones libres del pueblo o las oligarquías, se proyectan políticamente en el Estado desde el cual establecen la formulación, la planificación, la promoción, la divulgación y la implementación del Modelo de Desarrollo. El primer paso para discutir la relación entre el 6

Varsavsky, Oscar, Proyectos Nacionales, Periferia, Buenos Aires, 1971, pp. 111-112. Enrique Mosconi, El petróleo argentino. Ed. Círculo militar, 1983. P 31. 8 Extraído de Gugliarmelli, “Fuerzas armadas para la Liberación Nacional”, Estrategia, Nº 23, julio – agosto 1973. op. Cit. (2007), p. 524. 9 Frondizi, Arturo, El Movimiento Nacional, Paidós, Buenos Aires, 1983, p. 22. 7

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Estado y el Desarrollo se relaciona a la posibilidad de discernir cuál es la clase o conjunto de clases y de actores internos y externos, que el Estado expresa y promueve. Identificado el conglomerado social que interpela las principales decisiones del Estado, es bueno reconocer cuáles son las actividades que desenvuelve para apuntalar el proyecto de poder. El Estado interactúa, acelera, retrasa o fomenta la organización del conjunto de factores de poder y sus respectivos ámbitos sociales, políticos y económicos. Al discutir el rol del Estado hay que identificar claramente qué relación establece con las organizaciones del trabajo: las integra o las reprime; opera como un instrumento de fomento o como un instrumento de explotación. En el caso del Modelo Nacionalista y a modo de ejemplo, podemos observar que el Estado promueve un sistema social en donde se reconocen e institucionalizan los derechos de las organizaciones libres del pueblo: “La organización social del Pueblo comprende a los trabajadores, tanto a los llamados manuales como a los intelectuales y artísticos. (…) Los trabajadores de esos distintos órdenes deberán organizarse en sus respectivos gremios o asociaciones profesionales, o sea, los sindicatos-”10 Al referirse al modelo de organización económica que va a promover el Estado el Modelo del Nacionalismo se sostiene que: “Comportará una coordinación de la actividad de los trabajadores, de los productores, de los industriales, de los comerciantes y de los consumidores. (…) Los componentes de los distintos sectores económicos podrán organizarse libremente, a su vez, en tantas agrupaciones como lo crean necesario; pero estas agrupaciones, lo mismo que las de trabajadores, deberán tener como norma la obtención del bien común, mediante la consolidación de la Justicia Social, la Independencia económica y la Soberanía Política”.11 C- Los Modelos de Desarrollo y las Relaciones Exteriores.Las Relaciones exteriores hacen a la discusión entre la soberanía o la dependencia política y son uno de los elementos centrales del debate sobre los Modelos de Desarrollo. El Modelo de Desarrollo Liberal, por citar un ejemplo, consiste en una alianza política subordinada entre el capital extranjero y los factores de poder agroexportador concentrados internos, que priorizan la rentabilidad de su programa por sobre los intereses del conjunto del país: el proyecto nacional se planifica en función de las cabezas de ganado, los quintales de soja y la importación lujosa desde el puerto de las manufacturas extranjeras. De esta forma, se produce el raquitismo de la estructura económica del país que coexiste con el consumo suntuoso de la oligarquía y la importación del trabajo extranjero. El programa liberal se relaciona a la posibilidad de que las metrópolis dispongan del trabajo, del mercado y de los recursos naturales y financieros de la comunidad nacional: se habla en estos casos de subordinación o de política exterior neocolonial y dependiente. El debate sobre las Relaciones Exteriores se relaciona directamente con la defensa o con la entrega al extranjero del patrimonio territorial del país. Arturo Jauretche reconoce la existencia de dos corrientes históricas fundamentales en la historia de las relaciones exteriores del país. Por un lado, hace mención a los 10

Manuel Práctico del Segundo Plan Quinquenal, Subsecretaría de Informaciones. Presidencia de la Nación, 1953, pp. 23-25. 11 Op. Cit., p. 27.

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proyectos políticos caracterizados por la transferencia de recursos y de soberanía al extranjero, cuya condición característica es la de establecer el desmembramiento y la entrega del territorio. Estos grupos se denominaron unitarios, liberales o neoliberales y promovieron históricamente lo que Jauretche llama “Patria Chica”. Dicho Modelo se caracterizó por la promoción y por la implementación de una subordinación política de las decisiones del país a manos de los imperios extranjeros y los intereses foráneos. El polo político opuesto es lo que Jauretche denomina la política de “Patria Grande” y se refiere a aquellos proyectos que desarrollaron una política interna y externa nacionalista cuya finalidad era la defensa del patrimonio material, territorial, social y cultural del país. En sus palabras: “Hemos visto que las grandes líneas de la política argentina corresponden a la oposición entre Patria Grande y Patria Chica. Su opción corresponde en el espíritu castrense a la opción entre ser un ejército o una policía. Con las variaciones de lugar y tiempo, con mayor o menor acierto, con más o menos virtudes o crímenes, las guerras de la independencia, el Partido federal, el Yrigoyenismo y el Movimiento de 1945 y el gobierno que originó, están en la línea de la Patria Grande. Lo demás, excepto el espíritu refugiado en las fuerzas armadas en las ocasiones que se señala y algunos momentos excepcionales de la oligarquía nacional, constituyen al línea de la Patria Chica, cuya euforia se expresa en los vencedores de Caseros y sus restauradores.”12 D- Los Modelos de Desarrollo y la forma de organizar la Democracia y la articulación política. “Todo transito del colonialismo a la liberación nacional tremola banderas políticas definidas. Es decir, la independencia económica que es la conciencia de la oposición al imperialismo. A su vez, esta conciencia antiimperialista, sólo puede desembocar en la soberanía política con la adhesión de la clase obrera”. Juan José Hernández Arregui13

A cada Modelo de Desarrollo le corresponde una manera determinada de incluir al pueblo o a la oligarquía en la toma de decisiones y en la construcción del proyecto de país. El Liberalismo clásico o el neoliberalismo, se han caracterizado por fomentar la desmovilización y la organización aristocrática del gobierno que bloquea o que directamente reprime, a las organizaciones y a los representantes del pueblo. Por el contrario, se puede observar que el Modelo Nacionalista o el programa del Socialismo Nacional contemplan la inclusión del pueblo en la toma de decisiones del gobierno. El nacionalismo promueve la articulación de los trabajadores y de los empresarios en la toma decisiones. El Socialismo Nacional supone la construcción de un programa político con mayor protagonismo y hegemonía en el frente político de los trabajadores industriales y rurales. E- Los Modelos de Desarrollo y el Programa Cultural.“Entendiendo la expresión cultura en el sentido primigenio, que comprende la actividad integral del pueblo y los valores que lo inspiran (el ethos cultural, la economía, las artes, la política, etc.), el proyecto demoliberal se define como un intento de realizar el vaciamiento cultural del país”. Gerardo T. Farrel 14

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Jauretche, Arturo, Ejército y Política, Corregidor, Buenos Aires, 2008, p 216. Juan José Hernández Arregui, Peronismo y Socialismo, Ed. Hachea, Buenos Aires, 1972. P 215. 14 Gerardo Farrell, Iglesia y Pueblo, Ed. Patria Grande, Buenos Aires, 1976. P 27 13

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La cultura es un instrumento político de afirmación nacional o de neocolonialismo. Cada grupo social promueve su visión de mundo y de su Modelo de Desarrollo y los debates forman parte de la discusión sobre la formación de la cultura de los pueblos. Asimismo, cada Modelo construye la justificación de su programa y esta acción incluye la negación o la afirmación de los valores y los patrones de cultura de sus adversarios. Los modelos de desarrollo dependientes económica y políticamente, promovieron la formación y divulgación de una cultura neocolonial capaz de perpetuar el dominio del extranjero sobre los bienes de los argentinos. Dicha cultura dependiente implicó la apropiación por parte de las clases altas, de una visión distorsionada de los valores exportados por las metrópolis. Dicha característica implicó la copia o la reproducción de Modelos de Desarrollo que condenaron al país al subdesarrollo. Según Fermín Chávez la relación entre el Modelo de Desarrollo liberal dependiente y la cultura, se entabló de la siguiente manera: (…) “La ideología de la dependencia lleva entre nosotros el nombre de Iluminismo, esto es, de una ideología antehistórica. En el rígido marco del país iluminista la única cultura es la cultura purista. La cultura popular en un producto marginal que no cuenta para la nación. El Iluminismo informa el llamado Proyecto del 80 y lo sumerge en aguas de colonia. La clase dirigente argentina, que lo hace suyo, concibe una país geopolíticamente insular, sin conexión alguna con la América Continental, que sólo atiende mercados transoceánicos y prescinde del mercado interno.” 15

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Chávez, Fermín, Historicismo e iluminismo en la cultura argentina, Del País, Buenos Aires, 1971, p. 9.

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APARTADO II – SÍNTESIS DE LOS MODELOS DE DESARROLLO NACIONAL MODELO LIBERAL A- LIBERALISMO CLÁSICO: corresponde al proyecto político, económico, social y cultural del siglo XIX. Se impone a paso firme tras la batalla de Caseros del año 1852, siendo modificado en algunos rasgos con el asenso de Hipólito Irigoyen al poder en el año 1916 y con la posterior crisis de 1930 que da nacimiento al Modelo Desarrollista.



Economía: Modelo agro exportador. Está centrado en la inserción dependiente y subordinada al capitalismo mundial de libre mercado con hegemonía Británica. Se promueve el modelo agro exportador o de una economía de servicios donde se favorece a los grandes terratenientes, al capital extranjero y a los importadores ligados al puerto de Buenos Aires. El proyecto económico está asentado en la defensa y promoción de la propiedad privada y concentrada del suelo. Se otorgan iguales derechos a la propiedad privada nacional que a la extranjera, que culmina apropiándose de los principales recursos estratégicos del país. Se desenvuelve en base a la explotación de los sectores populares.



Rol del Estado: Estado gendarme y policial. Es un modelo fuertemente represivo que garantiza el desenvolvimiento del “librecambio de mercado”, lo que implica en los hechos, intervenir a favor de los grupos concentrados internos y extranjeros. Hay una articulación directa entre los funcionarios del capital extranjero y las elites al mando del Estado. La arquitectura institucional está organizada para garantizar la exportación de los recursos del país a las metrópolis.



Relaciones exteriores: Programa dependiente. Se produce una articulación subordinada y dependiente a la política de Inglaterra.



Democracia y articulación política: Proyecto Aristocrático y elitista. Se fomenta como una política de Estado la desmovilización social y el exterminio de los actores protagonistas de los proyectos alternativos al liberalismo. Se impone un modelo elitista y restrictivo para la participación y se establecen cláusulas que vinculan la política a la tenencia de recursos económicos.



Programa Cultural: Liberalismo. La cultura es presentada como sinónimo de civilización europea y de progreso. El denominado “programa” contiene un fuerte contenido racista y niega la cultura y los valores del país real. El “progreso” es la justificación cultural y científica del exterminio de las organizaciones libres del pueblo. La identidad del liberalismo clásico es el reflejo del ascenso político y cultural inglés y francés y por eso, es antihispanista y anti católica. Para esta concepción la inmigración europea daría contenido material al proyecto cultural del liberalismo.

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B- NEOLIBERALISMO: Corresponde al proyecto político, económico, social y cultural implementado en el país desde la dictadura del año 1976 a 1983 y desde 1989 al año 2003.



Economía: Programa aperturista asentado en la rentabilidad financiera. Capitalismo de libre mercado dependiente caracterizado por la transferencia de los recursos naturales y financieros nacionales al extranjero por intermedio de las privatizaciones y la apertura de mercado. El capital financiero, los importadores y las empresas de servicios privatizadas, son los pilares del modelo que coexiste con una extrema desigualdad social. Se refuerza la dependencia tecnológica, productiva y alimentaria.



Rol del Estado: Estado neocolonial. Garantiza el juego del librecambio de mercado, lo que implica intervenir a favor de los grupos centrados internos y extranjeros. Hay una articulación entre los funcionarios del capital extranjero y las elites al mando del Estado. Dicho modelo implica un uso considerable de la violencia estatal sobre los opositores al modelo.



Relaciones exteriores: Neocolonialismo dependiente. Articulación subordinada y dependiente a EUA y a Europa (principalmente respecto a España).



Democracia y articulación política: Clientelismo y mediatización de la política. Los medios de comunicación de masas ocupan el lugar de los partidos políticos. La destrucción de la industria debilita a los gremios. Los cuadros de conducción política se forman en las usinas de pensamiento del capital trasnacional.



Programa Cultural: Postmodernismo. Implica la apropiación de la cultura norteamericana por parte de las elites y también por los sectores populares sujetos a las operaciones de la industria cultural. Se abandonan los valores del progreso del liberalismo tradicional y se adopta un programa nihilista centrado en los valores de la competencia permanente, el sálvese quién pueda y el consumismo. El programa norteamericano se presenta como universal y establece el monopolio sobre las formas de la acción política.

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MODELO DESARROLLISTA A- REGRESIVO: Corresponde al proyecto político, económico, social y cultural implementado entre los años 1930 y 1943 y entre 196616 y 1972.



Economía: Modelo de sustitución de importaciones. Es un programa de sustitución de importaciones impuesto por las restricciones externas y no por un proyecto nacional planificado. Involucra un desplazamiento de la inversión de los grupos terratenientes o ligados a actividades extractivas, hacia ramas industriales con fuerte impronta del capital extranjero. El capital extranjero estipula las principales decisiones de la organización del esquema institucional. La inserción al capitalismo dependiente mantiene las principales variables de esquema agro exportador y de servicios, paralelamente a que plantea avanzar en algunas ramas de la industria transfiriendo recursos del agro a estas actividades. Las principales industrias y las empresas de servicios son controladas por el capital extranjero que subordina al empresariado nacional en ascenso. Se corresponde a la decadencia del imperio británico y a la supremacía del proyecto norteamericano.



Rol del Estado: Estado neocolonial. Se establecen nuevas instituciones y regulaciones centradas en la posibilidad de reglamentar algunos aspectos del funcionamiento de la economía. La organización de la arquitectura institucional está en manos del capital trasnacional y la oligarquía que planifican el modelo de Estado atendiendo la rentabilidad y el repatrío de ganancias del capital extranjero. El proceso de desarrollo de nuevas instituciones públicas genera condiciones para que puedan ingresar al aparato del Estado los sectores medios.



Relaciones exteriores: Neocolonialismo dependiente. Se produce una articulación dependiente y subordinada del país a las potencias emergentes del siglo XX. El desarrollismo se corresponde a la etapa de ascenso de Estados Unidos y de repliegue británico.



Democracia y articulación política: Modelo represivo y de tecnocracia. El frente político tradicional incluye sectores reducidos de clase media y se renuevan los lazos con el capital trasnacional financiero e industrialista. La aparición de la industria modifica los patrones sociales tradicionales permitiendo el crecimiento de los trabajadores urbanos que no encuentran representación política en los partidos existentes. La acción política e institucional del Estado apuntala la nueva forma de la dependencia.



Cultural: Desarrollismo conservador. El programa implica la revisión parcial de algunas concepciones del liberalismo clásico. Se avanza en la formulación de un desarrollo científico técnico para promover la industria, pero este proyecto está estrechamente ligado al programa dependiente impuesto por el capital trasnacional. La decadencia del poder del liberalismo económico y político

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El gobierno de Juan C. Onganía se propone un desarrollo industrial más avanzado que el del programa de la década del ´30. Lo mismo ocurre en relación al rol del Estado que se propone consolidar obra pública de gran envergadura como la Central Nuclear de Atucha (1968-74), el Complejo hidroeléctrico de El Chocón (1967 – 72) o la finalización del Túnel subfluvial de Santa fe y Paraná (apertura 1969).

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clásico acentúa la crisis cultural generando condiciones para la aparición de nuevas corrientes intelectuales antiliberales o nacionalistas.

B- PROGRESIVO: Desarrollismo. Corresponde a un proyecto político, económico, social y cultural implementado entre los años 1958 y 1962 y con algunas variantes, al implementado entre el año 2003 y el 2009.17



Economía: Programa de desarrollo industrial dependiente. Se vincula el desarrollo nacional a la industrialización y con esa meta, el Estado promueve la formación de algunas ramas de los servicios públicos básicos. Se produce un patrón de acumulación del capital nacional industrialista subordinado al capital trasnacional. Se promueve un proyecto industrialista subordinando al sector agro exportador y se mantiene una importante capacidad de decisión del capital extranjero trasnacional monopolista.



Rol del Estado: el Estado consolida el desenvolvimiento de las empresas del capital trasnacional concentrado que subordinan al capital argentino. Asimismo, promueve y controla algunas empresas públicas, especialmente de servicios. Se generan mecanismos institucionales para promover los servicios sociales y la cultura desde el Estado.



Relaciones exteriores: se produce una articulación subordinada a las potencias emergentes desde mediados del siglo XX y se establecen algunos márgenes para la acción política interna. Este programa se relaciona con el ascenso de EUA y con el desmembramiento del programa nacionalista y la recuperación del capital trasnacional europeo.



Democracia y articulación política: la herramienta política involucra a sectores de clase media, a actores ligados al mercado interno y a las mediaciones del capital trasnacional. Se amplía la participación en algunos momentos a sectores de las organizaciones libres del pueblo. El capital trasnacional industrialista subordina al conjunto de grupos sociales, pero coexiste con los actores ligados a los intereses del mediano y gran capital nacional y a las empresas del Estado. Se negocia o directamente se reprime18 al movimiento obrero relacionado con el crecimiento industrial.



Cultural: Cientificismo o desarrollismo. El programa implica la revisión crítica del liberalismo clásico estableciendo conceptualmente la defensa de la industria en las naciones dependientes. Se

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Es bueno recordar que la noción de “Modelo” no agota todas las características de los procesos concretos. En el caso de los gobiernos de Cristina y de Néstor Kirchner, coexisten concepciones desarrollistas con medidas propias del nacionalismo como por ejemplo, la estatización de las cajas de jubilaciones privadas (AFJP) o el pasaje a la órbita del Estado de Aerolíneas Argentinas. Lo mismo ocurre con la recuperación de las obras públicas o el apoyo dado a la UNASUR y al “grupo de los 20”, ambas medidas de contenido propio del Modelo Nacionalista. 18 Se debe mencionar en este punto que el gobierno de Néstor Kirchner no llevó adelante acciones represivas contra el movimiento obrero, a diferencia de la segunda etapa del proyecto de Arturo Frondizi que aplicó el Plan CONINTES.

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democratiza el acceso a la cultura para los sectores medios y coexisten las corrientes ideológicas del cientificismo y del desarrollismo con expresiones del nacionalismo.

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MODELO NACIONALISTA O NACIONALISMO REVOLUCIONARIO Corresponde al proyecto político, económico, social y cultural implementado entre los años 1943 y 1955 y entre 1973 y 1975.



Economía: Capitalismo nacional independiente y antiimperialista. Se desarrolla la industria nacional, se fomentan las empresas del Estado y se planifica la economía manteniendo el funcionamiento de las relaciones capitalistas de manera fuertemente regulada y con varias áreas estatizadas. Los servicios públicos, el manejo del ahorro nacional, el comercio exterior y los recursos naturales, quedan sujetos al control directo del Estado. El sector agrícola y el capital extranjero son subordinados a los intereses nacionales del proyecto nacional industrialista. Se promueven formas estatales y cooperativas de la propiedad que conviven con la defensa de la propiedad privada.



Rol del Estado: Estado nacional, popular, empresario y antiimperialista. Controla los resortes centrales para el desarrollo nacional, atendiendo el desenvolvimiento de la soberanía y la independencia económica. Promueve la alineación política de la comunidad nacional y apuntala a las organizaciones libres del pueblo. Apoya la pequeña y mediana empresa nacional. Implementa cláusulas y restricciones al capital extranjero que es subordinado a los intereses del país. Con este objetivo, el Estado promueve y controla diversas ramas de la industria básica y pesada.



Relaciones exteriores: Soberanía política. se desarrollan políticas multilaterales y se formulan programas de acción independientes que atienden el interés nacional. Se favorecen los proyectos de integración latinoamericana y del Tercer Mundo. Aparecen los programas de integración económica y además, aquellos ligados a los aspectos sociales y culturales de los pueblos.



Democracia y articulación política: Democracia popular participativa.

Las organizaciones de

trabajadores y el empresariado nacional se constituyen como frente político para la conducción del Estado. Se promueve la organización de masas y del conjunto de la comunidad nacional enfrentada al imperialismo. Se articula la actividad política con el cambio social y la emancipación del pueblo.



Cultural: Nacionalismo popular. Se cuestiona al liberalismo clásico y al proyecto del desarrollismo en todas sus variantes, poniendo de manifiesto las formas en que se ejerce la dependencia económica, política y cultural. Se reconstruyen las tradiciones y los valores de las organizaciones libres del pueblo, consolidando la identidad del país como marco para la defensa y el desarrollo nacional. Coexisten valores de la izquierda, el nacionalismo y/o la religión. Se democratiza el acceso a la cultura y se articula la producción científica con el desarrollo del país.

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MODELO DEL SOCIALISMO MARXISTA Y DEL SOCIALISMO NACIONAL Este modelo no cuenta con una experiencia histórica en la Argentina, sino que es un debate teórico y en menor medida, un programa político coherente. No hay acuerdo sobre cuáles serían las características del Modelo Socialista, por el contrario, hay distintas interpretaciones. A- SOCIALISMO NACIONAL



Economía: Economía planificada. El Estado avanza sobre las principales áreas de la economía desplazando gran parte de las funciones en manos del mercado capitalista. Coexiste el capital privado en pequeña escala con la economía estatal socialista y se abre la inversión extranjera en algunas áreas que son reguladas en una economía planificada.



Rol del Estado: Estado empresario que controla las principales industrias del país y las áreas estratégicas como la educativa o de la salud. El Estado convive con las organizaciones políticas y económicas de la sociedad civil.



Relaciones exteriores: Se establece la importancia de alcanzar la alineación con las naciones del Tercer Mundo y con América Latina.



Democracia y articulación política: se crea un Movimiento Nacional con hegemonía de los trabajadores, pero coextiendo con las representaciones de las Pymes del país. Se mantiene la competencia electoral y el multipartidismo como mecanismo de distribución del poder social. Las organizaciones de trabajadores y los sectores de clase media conforman la herramienta política hegemónica que adquiere los rasgos propios del país.



Cultural: Socialismo Nacional. Sería una articulación de los patrones culturales del Pueblo (históricos y religiosos), con el desarrollo de la ciencia occidental de izquierda (marxismo).

B- SOCIALISMO MARXISTA.



Economía: Economía planificada colectivista. El Estado avanza sobre la posesión del conjunto de las empresas y desaparece la economía de mercado capitalista.



Rol del Estado: El Estado controla gran parte de las instituciones de la sociedad civil. Se propone una política de represión violenta sobre los adversarios y enemigos políticos (dictadura del proletariado).



Relaciones exteriores: Se propone la alineación con los Estados socialistas o del Tercer Mundo.



Democracia y articulación política: Sistema político de Partido Único. La clase media controla la herramienta política en un sistema de Partido Único. Los trabajadores se desenvuelven en el Partido Único.



Cultural: los valores del marxismo serían los pilares para la organización de la sociedad.

CUADERNO DE TRABAJO DEL C.E.H.A Nº 3

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APARTADO III – GRÁFICO ILUSTRATIVO Economía LIBERALISMO

Modelo Agro exportador

Clásico

Rol del Estado Policial gendarme

Relaciones Exteriores Alineación a Inglaterra

Articulación política Sistema oligárquico y restrictivo

Cultura Liberalismo racista británico o francés

Experiencia Nacional Rivadavia, B. Mitre o J. Roca.

Capital Financiero

Clientelar Mediático

Alineación a EUA

Medios de comunicación de Masas

Norte americanización de la cultura

Dictadura 1976- 83 o C. Menem

Modelo sustitución de importaciones

Interventor y dependiente

Alineación a Inglaterra

Capital trasnacional y la clase media.

Neocolonialismo

1930- 43

a- Regresivo

b- Progresivo

Desarrollismo

Promotor y/o dependiente

Alineación a EUA y Europa

Ampliación del frente o represión

Desarrollismo

A. Frondizi,

Cientificismo.

N. Kirchner

Interventor

Multipolaridad

Nacionalismo popular.

Empresario

Integración latinoamerican a y del Tercer Mundo Alineación al bloque comunista o a las naciones del Tercer Mundo.

Movimiento Nacional que articula al trabajador y al empresario argentino. Sistema de Partido Único y

Peronismo 1946 – 55 y 1973-75

Neoliberal DESARROLLISMO

NACIONALISMO REVOLUCIONARIO

Capitalismo nacional independiente y antiimperialista

SOCIALISMO

Planificada.

MARXISTA

Colectivista

NACIONAL

Planificada Coexiste con relaciones de Mercado

Monopolio de los medios de producción.

Acompaña el desarrollo nacional y especialme nte los intereses de los trabajadore s

Multipolaridad y relaciones con el Tercer Mundo y América latina.

Antiimperialismo

Marxismo

Dictadura del proletariado

Frente Nacional con hegemonía de los trabajadores

Valores nacionales, ideas de izquierda (marxista). Antiimperialismo

Sin aplicación histórica

Sin aplicación histórica

CUADERNO DE TRABAJO DEL C.E.H.A Nº 3

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BIBLIOGRAFÍA •

Chávez, Fermín, Historicismo e iluminismo en la cultura argentina, Del País, Buenos Aires, 1971.



Gerardo Farrell, Iglesia y Pueblo, Ed. Patria Grande, Buenos Aires, 1976



Frondizi, Arturo, El Movimiento Nacional, Paidós, Buenos Aires, 1983.

• Gugliarmelli, Juan Enrique, “Función de las fuerzas en la actual etapa del proceso histórico argentino”, Estrategia, Nº 1, mayo – junio de 1969. En Pensar Con Estrategia, UNLA, 2007. “Fuerzas armadas para la Liberación Nacional”, Estrategia, Nº 23, julio – agosto de 1973. En Pensar Con Estrategia, UNLA, 2007.

• Hernández Arregui, Juan José, ¿Qué es el Ser Nacional?, Catálogos y Secretaría de Cultura de La Nación, 2002. Peronismo y Socialismo, Ed. Hachea, Buenos Aires, 1972.

• Jauretche, Arturo, Ejército y Política, Corregidor, Buenos Aires, 2008. • Manuel Práctico del Segundo Plan Quinquenal, Subsecretaría de Informaciones. Presidencia de la Nación, 1953.

• Plan Trienal Para la reconstrucción y la liberación nacional. República Argentina, Poder Ejecutivo Nacional, diciembre de 1973. En “Perón, Obras Completas”. Ed. Docencia, Buenos Aires, 2006

• Mosconi, Enrique, El petróleo argentino. Ed. Círculo militar, 1983 • Varsavsky, Oscar, Proyectos Nacionales, Periferia, Buenos Aires, 1971.

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