CORRIENTES FEMINISTAS CONTRARIAS A LA TRANSEXUALIDAD. I
La falta de información en general sobre la transexualidad conlleva que corrientes de opinión feministas aparentemente formadas hayan apoyado un discurso contra la transexualidad falso e incoherente. Incluso, se podría pensar que estas feministas en el fondo caen en la transfobia al igual que lo hacen los más recalcitrantes machistas. Así, algunos feminismos radicales rechazan a la "transexualidad", pues estos creen que la masculinidad y feminidad son construcciones socioculturales herencia de la sociedad patriarcal contra las que hay que acabar. Por tanto, sentirse hombre o mujer carece de sentido y contribuye al sexismo. Es decir en tanto en cuanto muchas transexuales asumimos los roles propios de nuestro género sentido nos convertimos en perpetuadoras de la opresión patriarcal. Para estos feminismos el movimiento por los derechos de las transexuales es un movimiento reaccionario, defensor del modelo sexista de mujer impuesto por el patriarcado que sólo le sirve a él y no a la causa de la liberación de la mujer. También algunas feministas lésbicas rechazan lo transexual, al entender que las personas transexuales intentamos engañar sobre nuestro “pretendido género sentido”, engaño conciente o inconsciente. Para ellas no existe la identidad de género. Es decir el género no se puede sentir, se tiene y punto. Para otros feminismos el ser mujer viene marcado por su origen biológico: cromosómico, gonadal… Las personas intersexuales o transexuales no seríamos en realidad mujeres y estaríamos usurpando el espacio a las “verdaderas mujeres”. Por último, otras feministas siguen el discurso arcaico de considerar la transexualidad como una forma “extrema” de homosexualidad. Es decir, ven en una mujer transexual a “un hombre” que, incapaz de poder vivir socialmente su homosexualidad, es capaz incluso de efectuar masoquistamente una serie de cambios corporales para poder ser mejor aceptado por los hombres.
Josefa Suárez
CORRIENTES FEMINISTAS CONTRARIAS A LA TRANSEXUALIDAD. II
Ser mujer es hermoso, y por ello las mujeres nos identificamos con el alma y el cuerpo de las mujeres. Para nosotras lo masculino y lo femenino tienen diferencias objetivas y no son meras construcciones culturales. Muchas mujeres transexuales no somos los arquetipos de mujeres sumisas, amas de casa, y meros objetos de deseo sexual. En definitiva no perpetuamos el orden patriarcal establecido. Somos mujeres que luchamos por nuestra liberación y la de todas las personas, hombres y mujeres. Queremos acabar con el sistema patriarcal y machista porque lo sufrimos especialmente en nuestras vidas. Más que nadie sabemos que el género se siente y se percibe como algo que aceptas o rechazas. Desde pequeñitas rechazamos el género masculino y nos identificamos con el género femenino sin ninguna ambigüedad. El género se siente en el interior de tu conciencia de una forma clara y nítida, independientemente de los cromosomas que tengas. Que no vengan a decirnos algunas feministas que nos inventamos nuestra identidad de género. Si el hecho de sentirse mujer sólo tuviese que ver con los cromosomas. ¿Por qué los hombres transexuales, aún siendo cromosómicamente XX se sienten hombres y no mujeres? Si hace ya mucho tiempo la transexualidad era vista como una forma extrema de homosexualidad masculina. ¿Por qué hay mujeres transexuales lesbianas, que no intentan ser aceptadas sexualmente por hombres? En definitiva los postulados antitransexuales de algunos feminismos en ningún modo nos deben cerrar las puertas a las mujeres transexuales feministas a integrarnos en un movimiento feminista que es mucho más amplio y diverso del que defienden estos feminismos, muchos de ellos con un tufo transfóbico. Josefa Suárez