La teoría de la racionalidad limitada de Herbert Simon ¿Confiamos en la razón en nuestro día a día, o por el contrario somos más bien seres emocionales? por Alex Figueroba
La cognición humana es limitada e imperfecta: incluso si lográramos obtener toda la información disponible en torno a un problema que debemos resolver, nuestros fallos de razonamiento impedirían que tomáramos la decisión óptima. Esta es la propuesta principal de la teoría de la racionalidad limitada propuesta por Herbert Simon. Su modelo ha tenido importantes aplicaciones en la economía y la psicología de las organizaciones, y en gran medida sigue vigente en la actualidad.
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Herbert A. Simon, el autor Herbert Alexander Simon nació en Pennsylvania en 1916. Llevó a cabo sus estudios de ciencias sociales y matemáticas en la Universidad de Chicago; en 1943 se doctoró en ciencias políticas. Posteriormente Simon fue profesor de psicología, ciencias políticas y computacionales en la Universidad de Berkeley y en la Carnegie Mellon, donde trabajó hasta su muerte, en 2001. Tituló “Administrative Behavior” (“Comportamiento administrativo”) a su primer libro, que apareció en 1947 y se convertiría en su obra más célebre. Fue en esta obra donde planteó por primera vez la teoría de la racionalidad limitada.
Su modelo sobre el comportamiento humano tuvo una influencia fundamental en las ciencias sociales en general y en la economía en particular. Las ideas de Simon han sido aplicadas con especial frecuencia en el ámbito de las organizaciones.
El modelo de racionalidad limitada La teoría de la racionalidad limitada de Herbert Simon plantea que las personas tomamos decisiones de forma parcialmente irracional a causa de nuestras limitaciones cognitivas, de información y de tiempo. Este modelo surgió como reacción a las teorías de la racionalidad, muy populares en las ciencias políticas y económicas, que proponen que los humanos somos seres racionales que decidimos cuál es la solución óptima para cada problema utilizando toda la información disponible. No obstante, según Simon y los autores que lo sucedieron, es muy difícil tomar decisiones totalmente racionales porque nuestros recursos para procesar la información son limitados, en especial cuando los problemas son complejos, como suele ocurrir en la vida cotidiana. Frente a la idea clásica del "hombre económico", Simon promovió la del ‘hombre administrativo’, incapaz de captar la complejidad del mundo y la interrelación entre sus elementos. El modelo de racionalidad limitada afirma que las personas usamos los heurísticos a la hora de encontrar soluciones. Los heurísticos se definen como reglas generales y sencillas que usamos para resolver problemas; aunque pueden ser útiles en muchos casos, en otros producen sesgos cognitivos, es decir, desviaciones sistemáticas en el razonamiento. El heurístico de disponibilidad, por ejemplo, hace referencia al hecho de que las personas tendemos a tener más en cuenta la información más reciente y frecuente porque podemos acceder a ella con mayor facilidad. Así, si hemos
tenido un accidente de tráfico hace poco es más probable que sobreestimemos la probabilidad de sufrir otro.
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El proceso de toma de decisiones Según Simon, la toma de decisiones racional consiste en resolver los problemas escogiendo la alternativa más adecuada de entre las disponibles. La decisión será más correcta cuanto más probable sea conseguir el efecto deseado y más eficiente resulte. Este autor dividió el proceso de toma de decisiones racional en tres pasos. En primer lugar se identifican todas las alternativas posibles; después se analizan los resultados que se obtendrían con cada una. Finalmente se escoge la solución más adecuada comparando la eficacia y la eficiencia de cada una de las opciones disponibles. Sin embargo, nunca podremos aplicar de forma óptima este procedimiento porque es imposible determinar todas las posibles soluciones a un problema, así como predecir adecuadamente sus consecuencias. En sus obras, Simon afirmó que en el comportamiento administrativo y en el ámbito organizacional conviene priorizar la eficiencia por encima de la adecuación al adoptar soluciones. Por contra, en las decisiones privadas esto no es tan importante puesto que no afectan al funcionamiento y al rendimiento de una organización en su conjunto.
Desarrollos de esta teoría El modelo de Herbert Simon ha sido modificado y extendido por distintos economistas, psicólogos y científicos computacionales. A continuación
mencionaremos los desarrollos y aplicaciones más importantes de la teoría de la racionalidad limitada.
1. Ariel Rubinstein Este economista y matemático israelí planteó la necesidad de determinar cuáles son los procedimientos de toma de decisiones más adecuados en su libro “Modeling Bounded Rationality” (1998). El objetivo de sus aportaciones al modelo de racionalidad limitada es que los principios aportados por éste puedan aplicarse en distintos ámbitos.
2. Edward Tsang Tsang, graduado en administración de empresas y doctorado en ciencias computacionales, afirma que los organismos o agentes que utilizan mejores heurísticos y algoritmos toman decisiones más racionales. Para Tsang, estos aspectos equivalen a la inteligencia computacional, un concepto utilizado para hacer referencia a la capacidad de aprendizaje de los ordenadores a partir de datos obtenidos mediante observación y experimentación.
3. Huw Dixon El economista británico Huw Dixon propuso una fórmula general de toma de decisiones basada en el modelo de Simon. Según Dixon, si se asume que las personas optarán por soluciones cercanas a la óptima no se requiere un análisis profundo de la toma de decisiones en el marco de la racionalidad limitada.
4. Gerd Gigerenzer
Gigerenzer es un psicólogo alemán interesado en la toma de decisiones, concretamente en la racionalidad limitada y los heurísticos. Según este autor, los heurísticos son en muchos casos más eficaces que los procedimientos óptimos de toma de decisiones, puesto que no son tan irracionales como otros teóricos plantean y permiten solucionar problemas de forma muy eficiente.
5. Daniel Kahneman El israelí Kahneman es un psicólogo célebre por haber obtenido un premio Nobel de economía. Sus aportaciones más importantes tienen que ver con la descripción de heurísticos y sesgos cognitivos, realizada conjuntamente con Amos Tversky. Kahneman opina que el modelo de racionalidad limitada puede ser muy útil para superar las limitaciones de las teorías económicas sobre la toma de decisiones racional.