�Coca� Sigmund Freud Diciembre de 1884 Muchas revistas m�dicas norteamericanas publicaban peri�dicamente p�ginas de traducciones de textos extranjeros. El art�culo que sigue fue la primera traducci�n de ��ber Coca� de Sigmund Freud al ingl�s, pero debe tenerse en cuenta que no es una traducci�n en el sentido corriente del t�rmino. Es a la vez un resumen del art�culo original y un compendio de varias fuentes. En especial deber�a notarse que la opini�n sobre el uso de la coca�na para el tratamiento del morfinismo no es de Freud sino de Fleischl, y probablemente fue tomada del art�culo de E. Merck. La planta Erythraxylon coca es cultivada en extensas �reas de Sudam�rica, sobre todo en Per� y Bolivia. Era una planta que conocieron y valoraron altamente los conquistadores espa�oles del Per�. La planta estaba estrechamente vinculada a ceremonias religiosas. Las hojas eran ofrecidas en sacrificio a los dioses, masticadas durante la adoraci�n, y puestas en la boca de los muertos a fin de asegurarles una favorable acogida en el otro mundo. El gobierno local de Lima prohibi� su uso tach�ndolo de pagano y pecaminoso. Pero cuando los espa�oles vieron que los indios no pod�an realizar las pesadas tareas que les impon�an en las minas si no tomaban esas hojas, suprimieron la prohibici�n. Se la daban a sus trabajadores tres o cuatro veces al d�a, y la costumbre ha continuado hasta nuestros d�as. Los indios llevan consigo, cuando van errantes de un pueblo a otro, una bolsa con hojas de coca, y tambi�n un frasco con cenizas de un �rbol. Hacen con las hojas una bola en la boca, la perforan con un clavo empapado de cenizas, y despu�s mastican la bola envolvi�ndola con saliva. Suelen tomar generalmente entre cien y ciento veinte gramos al d�a. El h�bito de masticar hojas de coca empieza entre ellos cuando llegan a la juventud, y ya nunca lo abandonan. Cuando tienen que emprender un viaje largo, o cuando cohabitan con sus esposas, o hacen cualquier cosa que exija un gran esfuerzo f�sico, aumentan la Sigmund Freud Otros Trabajos 245 cantidad de hojas de coca. Hay abundantes pruebas que hablan de que los indios son capaces de llevar a cabo los trabajos m�s pesados sin sentir necesidad de comer si pueden ir mascando coca. El uso inmoderado de la coca provoca caquexia, indigestiones, adelgazamiento y p�rdida de fuerzas, depravaci�n mental de tipo antit�tico, apat�a por todo. En general se trata de un estado que recuerda mucho al que producen la morfina y el alcoholismo. Esta caquexia de la coca siempre es resultado de su abuso. En cambio, no se produce nunca como resultado de una desproporci�n entre los trabajos realizados y la dosis tomada. Una sustancia eficaz de las hojas de la coca es la coca�na. Este cristal tiene sabor amargo, causa anestesia en las mucosas, es dif�cil de disolver en el agua, y m�s f�cil en alcohol y �cidos diluidos, sobre todo en el �cido clorh�drico. Seg�n los resultados producidos por los experimentos, la coca es, tomada en dosis peque�as, un estimulante. En dosis grandes paraliza los nervios, sobre todo en animales peque�os. En las ranas produce un breve per�odo de est�mulo, pero en seguida resulta paralizadora. Primero se atrofian las extremidades de los nervios sensoriales, despu�s los nervios sensoriales mismos. Al principio la respiraci�n se acelera, y despu�s se detiene. El coraz�n ve reducida su acci�n hasta llegar a un descanso diast�lico. Una dosis de 2 mg causa s�ntomas t�xicos. La coca�na excita en los animales de sangre caliente los centros ps�quicos y cerebrales. Los perros a los que se ha administrado 0.01 gramos de coca�na por kilogramo de peso muestran perturbaciones man�acas, y tambi�n movimientos pendulares de la cabeza.
La coca�na causa una aceleraci�n de la respiraci�n, un aumento de la frecuencia de las pulsaciones por la paralizaci�n de los nervios vago, midriasis, aumento del peristaltismo, elevaci�n de la presi�n sangu�nea y disminuci�n de las secreciones. El efecto que tiene la coca�na en el ser humano no es muy diferente al que producen las hojas de coca. El autor tom� 0.05 gramos de coca�na en una soluci�n al 1 % cuando se encontraba cansado y con malestar. La soluci�n ten�a al principio sabor amargo, pero pronto cambi� y se hizo bastante agradable. Al cabo de unos minutos se sinti� muy alegre y a gusto. Los labios y la lengua parec�an hab�rsele arrugado y luego los sent�a desacostumbradamente calientes. La respiraci�n se hizo m�s lenta y profunda, Sigmund Freud Otros Trabajos 246 se sinti� cansado y somnoliento y se puso a bostezar. Notaba la mente confusa. Despu�s de unos minutos empez� la aut�ntica euforia de la coca�na, con frecuentes eructos fr�os. El pulso era al principio m�s lento y despu�s m�s acelerado, y con mucho calor en la cabeza. En otras experimentaciones se encontraron eritemas, aumento de la micci�n, resecamiento de las conjuntivas y de la mucosa nasal, bucal y de la garganta. El efecto f�sico del cloruro de coca�na en dosis comprendidas entre 0.05 y 0.10 gramos consiste en alegr�a y euforia constantes. No se produce un tipo de alegr�a semejante a la que da al alcohol. La persona que toma la coca�na se siente segura de s� misma, vigorosa y activa, pero no con la excitaci�n mental que producen la cafe�na, la te�na y el alcohol, sino simplemente con una fuerza normal y una gran capacidad de trabajo. Estos son los efectos m�s maravillosos de la coca. Es posible, habi�ndola ingerido, llevar a cabo los m�s prolongados, persistentes e intensos trabajos mentales o musculares sin sentir fatiga. El hambre y el sue�o, tan imperativos generalmente, dejan de sentirse y tenerse en cuenta. Cuando se ha tomado coca�na se puede comer y beber, pero se tiene la convicci�n de que f�cilmente se podr�a prescindir de ello. Se puede tambi�n dejar de dormir, aunque, si se desea, el sue�o viene sin dificultades. En la primera fase de la ingesti�n de coca�na siempre se produce insomnio, pero no es un insomnio molesto ni doloroso. El efecto de una dosis corriente de coca�na va disminuyendo poco a poco, de forma que resulta dif�cil determinar con exactitud su duraci�n relativa. Si se realizan trabajos muy pesados e ininterrumpidos mientras se est� bajo los efectos de la coca�na, durante per�odos de cuatro o cinco horas, es necesario repetir la dosis para evitar la fatiga. El efecto ser� m�s duradero sin embargo si el trabajo es menos pesado. Despu�s de que desaparece la euforia causada por la coca no aparece ning�n tipo de lasitud. El efecto de una dosis de 0.05 gramos durar� veinticuatro horas. Terap�uticamente es utilizada como estimulante siempre que se necesite mantener un aumento de la capacidad de esfuerzo f�sico sin alimentos ni descanso; as�, en las guerras, viajes largos, escaladas de monta�a, etc., en las que tanto se suele valorar el alcohol, la coca es un estimulante que da muchas m�s fuerzas y resulta adem�s absolutamente inofensiva aunque se tome durante per�odos continuados. La �nica objeci�n es su alto costo. Sigmund Freud Otros Trabajos 247 Tambi�n se recomienda la coca para personas con problemas digestivos; se trata del correctivo de la digesti�n m�s antiguo, mejor conocido y m�s recomendable. Las diversas presentaciones de la coca pueden recetarse para dispepsias en todas sus formas, sobre todo las producidas por casos de debilidad general. Con dosis peque�as de coca�na (de 0.025 a 0.05 gramos) se logra hacer desaparecer la indigesti�n, la lasitud, y la incapacidad de trabajar. Tambi�n ha sido recetada y ha obtenido buenos resultados en casos de
caquexia y s�filis, as� como en casos de morfinismo y alcoholismo: esta considerada como un ant�doto total contra la morfina. Y ha demostrado tambi�n ser muy beneficiosa en trastornos de tipo asm�tico. Por encima de todo se han descubierto los efectos anest�sicos locales del cloruro de coca�na en la oftalmolog�a, y este hecho ha sido confirmado por oculistas tanto europeos como norteamericanos. El profesor Fleischl. de Viena ha confirmado que el cloruro de coca�na es valios�simo, utilizado mediante inyecciones subcut�neas, para tratar el morfinismo (de 0.05 a 0.15 gramos disueltos en agua). Se utiliza la t�cnica de reducir gradualmente las dosis de morfina e ir elevando paralelamente las de coca�na. Si se quiere producir una abstinencia brusca de morfina es necesario aumentar la dosis de coca�na hasta llegar a inyecciones de 0.1 gramos. Gracias a ella es posible prescindir totalmente de los asilos para alcoh�licos; se puede conseguir una curaci�n radical en diez d�as inyectando 0.1 gramos de coca�na tres veces al d�a. Despu�s de excesos en comida o bebida, la coca�na restablece la buena digesti�n mejor que ning�n otro preparado. Una dosis entre 0.025 y 0.05 gramos bastara para ello.