Carta Pronunciamiento 2005

Carta Pronunciamiento Parlamento Juvenil Centroamericano y México Sobre Droga, Violencia Juvenil y Desarrollo Guatemala 10 de diciembre de 2005

La comunidad juvenil conglomerada en el “Parlamento Juvenil Centroamericano” (Chiapas –México-, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala) participantes de 36 organizaciones de la región; reunidos en el “Primer Congreso Regional” realizado del 4 al 10 de diciembre del corriente año en la ciudad de Guatemala declaran ante la comunidad nacional e internacional:

Como miembros mayoritarios de la población en la región que recibe en la actualidad la presión de la frustración, el desencanto y la desesperanza producto de la aplicación de un sistema socioeconómico ya fracasado; en donde su puesta en marcha ha generando la exclusión, estigmatización, expulsión y criminalización de poblaciones infantiles y juveniles cada vez mayor de todas las instancias institucionales de la sociedad. En un escenario en donde cada vez hay más pobres y la polarización social genera enfrentamiento y lucha individualista de sobrevivencia, en donde el consumismo, la violencia, el terror y la muerte son agentes de enajenación y sometimiento de unos pocos que en su miope actitud no descubren su propia destrucción apuntalando la cultura del terror y la muerte. Somos en estos momentos los y las jóvenes el “chivo expiatorio” de los males de nuestras sociedades particularmente en la toma de decisiones erráticas mezquinas ocultadoras de los verdaderos artífices de nuestros males, somos los que ponemos los muertos, los heridos, los encarcelados, los señalados cuando el sistema y sus instituciones han favorecido la exclusión y la marginación de las posibilidades para la integración a la sociedad en forma productiva. La deportación de miles de centroamericanos radicados en Estados Unidos especialmente jóvenes, el aumento de la corrupción estatal, el tráfico de drogas y el crimen organizado donde muchos de los o las víctimas somos jóvenes. Las condiciones adversas para la juventud en su desarrollo, la poca formación profesional y educativa, la ausencia de políticas públicas que aborden el tema de juventud en riesgo social y la dificultad para integrarse a la vida pública y política de la región en la cual los índices educativos no sobrepasan el nivel primario y la educación pública cada vez pierde su campo de intervención para darle lugar a la educación privada y elitista .

Cabe ante esta realidad preguntarse entonces: ¿Luego que los criminales ejecuten o promuevan la aniquilación de nuestro sector poblacional quienes seguirán? ¿Quiénes serán los nuevos enemigos a aniquilar? ¿En quién practicarán las tácticas de represión, terror y muerte heredadas del pasado reciente como instrumentos para hacerse de más poder? ¿Cómo intentarán ocultar el soborno, la compra de influencias, las negociaciones de poder, el trasiego de armas y municiones, el contrabando y la narco actividad? En consecuencia exigimos a los actores sociales y políticos asumir su responsabilidad en el ámbito de su competencia, a los gobiernos locales y nacionales, a los comerciantes e industriales, a la clase política, a los intelectuales, al sistema educativo, a las iglesias, a los medios de comunicación y a los padres y madres de familia; para que cada uno aporte lo que le corresponde en la transformación de la realidad que nos toca vivir a todos y cada uno, en un contexto en donde todos estamos perdiendo la oportunidad de tener mejores países, de una región propiciadora del desarrollo integral de sus habitantes. En donde se busque disminuir la problemática generada entre las generaciones haciéndonos más tolerantes unos con otros; en donde los y las jóvenes asuman su rol como ciudadanos a través de un acercamiento entre instituciones públicas y privadas a nivel nacional e internacional, invertir en la calidad de la discusión del futuro centroamericano y de México para una mayor participación de los jóvenes como ciudadanos y luchar por la consolidación de un Parlamento Juvenil basado en los principios de: apertura, participación, responsabilidad, efectividad, tolerancia, diversidad, equidad de género y coherencia. Somos los y las jóvenes los llamados a corresponsabilizarnos de nuestros actos, asumiendo con gallardía la organización, la participación activa y comprometida en la sociedad, en todos aquellos espacios existentes así como la creación de los necesarios, en donde seamos actores protagónicos responsables y comprometidos con nuestra realidad en total coherencia con la realidad general como testigos y profetas de una nueva civilización de amor. PORQUE EL MUNDO NO LO CAMBIAN LOS QUE VIVEN LAMENTÁNDOSE DEL MAL QUE EXISTE SI NO AQUELLOS QUE LUCHAN POR MEJORARLO PARLAMENTO JUVENIL CENTROAMERICANO