Carpintero - Skinner.pdf

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El neoconductismo americano

Generalidades La revolución conductista introducida por Watson en la psicología americana encontró pronto ~Rulos gueJ-ª l!_i_cj_ero_n__av.anzar. Todos ellos coinciden en aceptar la definición de psicología como ciencia de la conducta (en inglés, behaviour), y en procurar asimilarse en todo a las ciencias de la naturaleza. Al mismo tiempo, amplían las ideas de Watson e incorporan otras influencias, hasta elaborar sistemas originales dentro de una orientación general común de tipo conductista. Los elementos tomados de la psicología de Watson son, por un lado, el !}_bjeto a estudiar, que es la conducta; por otro, el método con que estudiarla, que no puede ser otro que el método de la ciencia positiv~erimental. En su análisis relacionan estíni_ujgJ_y_ ,:.gspJJf$_!a_$, y reconocen, como Watson, la prioridad de los problemasctel áf2!._e_ndizaje entre todos los otros que tiene la psicología. Pero a todo esto hay que aña'dirle elementos nuevos. La razón es bien simple: sobre la psicología americana influyen otras escuelas contemporáneas. El primer no_mbre a tener en cuenta es Pavlov, cuyo libro sobre Los reflejos condicionados se escnbe en ~ 926. El segundo influjo bien perceptible es el de la psicología de la Gest~lt: en especial a través de las exposiciones de w. Kohler. En tercer lug~r, hay dos ps1_col_ogos preocupados por 1~ _motivación como s. Freud y E. L. Thorndtke; a:bos c~mc1_~ende~ acen~ar la func1on de la motivación, del placer y el castigo, e~ la _etermmac~o_n e a con ucta. _Quizá el último elemento a tener en cuend , · ta sea el mfluJo de un f1s1co, Percy W. Bndgman cuyas reflex· , · modema, aparec1·das en 1928, .mteresaron ' sobre la f1s1ca a estos iones meto d o1.og1cas . tas. nuevos con uct1stas, o neo-conduc t1s ¿Cuáles son las innovaciones? Señalemos las más relevantes: 1. La influencia de Pavlov se muestra en el esfuerzo d interpretar y asimilar el reflejo condicionado dent quJ to os _han de hacer para 2. Frente a un~ _P?sible reabsorción de la psicologí:o ; :us s! stem,as. . , nivel de anahs1s en el plano de la conducta (niv P0 1 fisiologia, se s1tua el ' e1 «m?l.~~~ ), atendiendo a las © Ediciones Pirámide

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rel~~i?nes entre or~anismo y su medio, mientras que los procesos fisiológicos org,micos quedan situados en un plano «molecular», con unidades de análisis mucho menores. Se plantea la cuestión de la interacción de la motivación y el aprendizaje. Un a;pecto cent~·al e_s e_l de la necesidad, o no, de que haya refuerzo para que se P oduzca aprend 1za3e, con lo cual se vuelve a cuestionar el valor de la ley del efe~to d~ _Thorndike; otro aspecto es el que lleva a distinguir entre aprendizaje Y eJecucion; otro, la reaparición como problema psicológico de la «propositividad» de la conducta. Ello _obliga_a tener en cuenta, entre el estímulo y la respuesta, unos elementos o «vanables rntervinientes» cuya existencia se infiere a partir de la observación de conducta. En estos sistemas se analizan fo1mas integradas, globales, de conducta, análogas ~ aquellas en que se centra la psicología de la forma, aunque, por lo general , mterpretadas aquí como formaciones aprendidas. Por último, estos rasgos aparecen acompañados de una común intención científica: la de construir «sistemas» psicológicos en los que se abarque íntegramente la conducta.

Este sistematismo hizo que se enfrentasen entre ellos mismos, pero hay motivo para encuadrar en un mismo grupo a los neoconductistas. Aquí nos vamos a referir a la obra de Edward Chace Tolman, Clark Leonard Hull y Edwin Ray Guthrie, cuyas vidas han corrido en coincidencia temporal tan estrecha como su coincidencia intelectual.

El conductismo prepositivo de Edward Tolman (1886-1959) Edward Chace Tolman (West-Newton, Massachussets, USA 1886-Berkeley. California 1959), después de graduarse en electroquímica en 1911 , fue a Harvard a estudiar Psicología por influencia de W. James; allí obtendría el doctorado en 1915. Conoció el conductismo en l 914 por mediación de Yerkes, y se adhirió a él con firmeza. En 1918, profesor de la Universidad de Berkeley, trabajó sobre los problemas relativos al aprendizaje por ensayo y error que había introducido Thorndike. Además. aportó a la psicología una teoría sistemática del aprendizaje en la que se introducían factore s cogniti vos. Sus obras más significativas tal vez sean Purposive Behavior in Animals and Men ( 1932), y Principies of Purposive Behaviour ( 1959). Tolman construye un sistema, el conductismo propositivo, que aspira a integrar conductismo y gestaltismo: «Para un Conductismo Propositivo, la conducta ... es propositiva, cognitiva y molar, esto es, 'gestáltica'. El Conductismo Propositivo es un conductismo molar, no molecular, pero no deja de ser un conductismo. Todo lo que ha de estudiar son estímulos y respuestas y los determinantes comportamentales de las respuestas» ( 1951 , 4 I 8). Como se ve, Tolman analiza la conducta en términos de estímulos y respuestas, pero reconoce la existencia de unas propiedades de carácter global, no meramente
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La orientación conductista americana

Introducción La p_sicología ~onductista iniciada por Watson y desarrollada por los grandes neoconduct1stas amencanos, Tolman, Hull, Guthrie, y muchos otros de un relieve menor, se convirtió en el p_rincipal protag~nista de la escena psicológica americana después de la II Guerra M~I2~~l__ha~ta el comienzo d~ la década de los años sesenta. Quizá el elemento decisivo en ese proceso se halle en la aparición -de unas efectivas técnica~ de control de la cond~cta. La ciencia ha dejado áóierfo el paso a una tecñologiaen el campo de la enseñanza y en el de la clínica, y esto ha mostrado la utilidad social implicada en aquella teoria (Staddon, 200 l ). El neoconductismo ha acentuado la importancia del aprendizaje en el estudio del comportamiento, hasta convertirlo en el problema central con el que todos los demás sehallan relacionados . Plantea su enfoque teórico en términos de estímulos y respuestas, y las correlaciones entre ambos elementos se pueden e tablecer. Se propone, yadesde un primer momento, construir una ciencia natural que formule leyes y permit~ pre~i_cciones. Y, por supuesto, considera el comportamiento o conducta como su ~tjvo definidor, al que se aproxima con una _metodología experimental. Sentado lo anterior, el neoconductismo que se despliega en torno al final de la II Guerra Mundial venía a continuar una investigación ya en marcha. Skinner, Spence, Miller, Mowrer, representan algunos de los más importantes esfuerzos por hacer progresar la teoría. A ellos vamos a dedicar el tema presente.

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La psicología de B. F. Skinner (1904-1990) !3urrus Frederic Skinner (Susquehanna, Pennsilvania (US_~), l ?04-Cambridge, Massachusets f 990] sido a juicio de los propios psicólogos amencanos ~onsultados en varias' ocasiones, el ~ás importante entre los _inv~stigadores en activo en l_a segunda mitad del siglo Su obra ha dado origen a un smnumero de desarrollos y aplica · · · de los cuales ha elucubrado desciones, Y los aspectos sociales y humanistas acerca

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de su personal punto de vista de hombre de ciencia han producido resonantes discusiones (Todd y Morri s, 1995: Richelle, 1993). . ., Sk inner obtuvo el doctorado en Psicología bajo _la d1re~c1on ~e_ E.G. Roring, enJa unive rsidad de Harvard en 1931 . Fue profesor de Ps1co logia en Minnesota hasta 1945 posteri ormente en lndidna y por fin vue lve a Harvard . Entre sus obras más importante~ fi guran: Th e Beha vior of Or:ganjsms ( 1938 ), Ciencia Y Conduela humana _( 1953), Sobre el c;,;~¡¡;cti.\'1~10. Más allá de lo lihertod y de la dignidad ( 1971 ), Y una selección de su obra hecha por él mismo, Registro Ac1111111/oti\!o ( 1959). Skinner ha reali zado una labor rundamental , el < como un sistema del que sólo conocemos su input o entrada y su salida o output. La orientación de esta psicología es, pues, estrictamente periferalista (conducti smo «radical>>) ( 1975a, 23), eliminándose las variables intermedias explicati vas admitidas por un co nductismo «metodológico» (Fuentes y Lafu ente, 1989; Richelle, 1993). La correlación funcional entre estímulo y respuestas la denomina «reflejo» ( 1975b. 499). Por ello co1;1enzó a aceptar el reflejo como «instrumento» para la descripci ón de la conducta (Idem, 509), pero sólo como acto de comport;:un iento y no como concepto neurológico ( 1975a, 24). Skinner encuentra dos grandes tipos de conexión entre estímul os y respuestas. Uno e. el estudiado por Pavlov: aquí los estímulos, al actuar sobre e l organi smo. desencadenan una respuesta. Skinner ll ama a esto «conducta respond~nte:. pues aparece el estímul o primero y la respuesta después. Al lado de ese paradi g-ma reconoce la ex i. tenci a de otro distinto, el ~le la «~~nducta operante>): aquí surge~ una respuesta de ~·orma aparentemente espontanea : esa respuesta determina ciertas consecuencias o electos: esto_~ cf~ctos _rco~ran sobre la_conducta que los originó. bien para forta lecerla 0 para ex t1ngu1rb . Aqu1 son _los cst1mulos consiguientes a la respuesta. 0 (
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ese peculiar estado en el organismo que es ta emoción (Ídem 257) y en roduce . .d - , b. 1 , , , ~ue ~el e~f!]2.ulo_~f_orz,~ .0 1». so ie e que hen~os de de~enern~s un poco. En efecto, el 11n, ·áclor, o retuei_zo. es aque~l~ consecuencia o contmgencia producida por la resrefo; que «aun~enta l~ probabilidad de nueva~, respuestas» (1975b, 14 l ). Skinner, en pueanáhsts, . · busco cuantificar sus datos, Y atend10 a la frecuencia de una respuesta como l ., d . . su . d de su corre acion con eterrrunada situación. Cuando a una conducta le · d1ca orfuerzos, la ·f1ecuenc • 1·a d e d.ic h a conducta o su tasa de respuestas en la situación 1n . uen re s1;da se increrne?t~. . . .. . d sk.inner ha d1s~1~~u1do e~tre ref~er~os ~?s1t1v?s y n~g~t1v?s; eE._ lo~ eri~t;r_o~_lo~ . a es la a an ~ on de cieita esttmulac1on, mientras que en los segundos el resultad . ., d , . ., refuerz --de la condy~ta e la e apancion e una condtc1on o factor p~rturbador, y lo que aho~~fuerza es este poner fin a algo ra re . f de agradable. Hay refuerzos Priñfof,rios .. , como el alio que naturalmente saos ·acen y apoyan una conducta, y otros secundarios, rnen t ' d . l 1 .;. a rendidos, que a qu~eren ese pape po~ su en ace con l?~ primeros; entre estos ay ~lgu~ r z o s generalizado , cpmo el dmero, o la atenc1on personal, que pueden aplicar~:~ Cl7alquier tipo de conducta indistintamente. Pero, ¿por qué refuerzan los refuerzos? 1 Se trata, como se puede ver, de un replanteamiento de la «ley del efecto» e~ci._ada por 1,h.Qrngjke (cap; 25), e_ar_a qu~en la satts!acción ref2!zab~ -~S_!:_e~ uesta~ aprendidas, y la insati facc1on las extlngma. ~ara Sklnner, lo entirnientos de sat_isfacción e frisatisfaccioñacompañan al refuerzo, pero no constituyen su clave. En realidad, ésta hay que · u_scarla en un pl~no más biológico: «l_? su ervivenci11~_~:mtingen,!_~ ':_?11 c_i_~~fá -clase de c~~_port~1ento» ( 1975c, 42). De todo modos, plantear ésta cuestión, piensa Skinner, apenas sirve de nada, porque no hay otro modo de determinar cuáles son los refuerzos eficaces para un organismo si no es mediante la comprobación empírica de su capacidad para 1nantener o reforzar una conducta concreta, lo que produce en todo caso una definición circular. En el centro de esta psicología está el problema del (i) aprendizaje. El condicionamiento instrumental u operante examina, precisamente, los cambios de la conducta en función de los resultados, es decir, de la experiencia. En el centro de su atención está, p__!!es,, el_a rendizaie_, -~ - Por de pronto, hay dos tipos de resultados o contingencias, «recompf:nsa_y casti go» (1975b, 141), cuyos efectos no son paralelos. Las recompen a o refuerzo actúan establecí _dO.JJl_!a cierta conducta, el castigo tiende a suprimirla. Los refuerzos pueden ser administrados de diverso modo a l producirse las respuestas, según diversos planes 0 programas, que tienen consecuencias diferentes. Hay planes continuos, en que cada respuesta co1Tecta obtiene refuerzo, y los hay intennitentes; entre estos últimos, unos s?n simples, como aquellos en que se refuerza la respuesta correcta emitida al cabo de cierto tiempo (programa de intervalo) o al cabo de cierto número de respuestas no re~orzadas (programa de razón) , y hay programas combinados; también es posible que el Intervalo o la razón utilizados sean fijos , o bien que sean va1;ables. En este último caso la respuesta establecida es mucho más resistente a la extinción. Para que se produzca la extinción ha de dejarse sin refuerzo la conducta. También es posible- producir efectos de «generalización», cuando el organismo emit~ u~a ~espuesta en circunstancias no idénticas, sino sólo análogas, y efectos de «d1scnrmna© Ediciones

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refuerzo sólo a determinados estímulos ocasionales, discri· . ., cion». al acompanar e1 . minativos pero no a otros de cualidad diferente. . . . El 1:efuerzo permite est~j)l~cer respue_stas que 1mc1almente no se daban~~to. Mediante un selectivo uso de los mismos, se,. pueden llevar a cabo procesos de ~ odelado de conducta. Aquí las respuestas que mas se acerc~n a una for~a final desead~-van siendo recompensadas, y por aproximaciones sucesivas se consigue la adquisición de comportamientos sorprendentes, como el de _la paloma qt!~
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Skinner publicó una de sus obras más controvertid· .

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·zada d•"'sde "' l · •t d . as, Verbal Beha vwr 195? erbal. ...Hhl· 11 "' t: dC o e comunica .,·, - - ~----. -· . eta v . . · d . cion entre hablante y0 du ortallllento retorza o por mediación de ot yen[, , , ras personas El o ente en , es . rza al hablante y este esta contro lado por estí 111 l ct· · .- .~ .-~--. . ,,. retue . , .· . u os 1scnmmat1vos de .,fecro.. , De acue1 do con 1as ocasiones que determinan la a . . .. , d 1 r

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ac1on. . , Sk, · d' .. panc1on e as opes1tu acc 1•ones verba 1es. rnner , . . - . 1t erencia el <~tacto » - 1.-rase evocada por un eso-, el «mando» -trase evocada por una care • . . 0 0 suc _ . . . nc1a. como. por eJempara obtene1 algo-. e 1 «comportamiento ·1utocr1't· 1co rel="nofollow">>, 1·orma do por obJCcun ru eºº e . _ . • plo, verbal•"'s del pt.opio • su¡eto. . . ses en que se descnbe o cont1 ola. otras respuestas · e '"" y tra rnás. Corno se ve. el lengua_1e aparece como un comportamiento .1 · d'd ¡aunos . ~ b .. Sk' . . . . pren 1 o acde ín dole ·social · En su o 1.1. . :-- 1nner concentra • , que . . . su · ••iteiic, . · 0- 11 en - la d.1mens1on y sure llamó_parole. el uso activo q_ue el md1v1duo hace de una lengua, dejando en ~ ~esti_ón -~~ 3 l~mg~,e ·. ~ sistema _estructur~I- y normativo que o~dena las c·óiÍStr~cciqnes hn~l;! •~t~c~s. P1 ec~sa1~1ente esta au~~ncia ~11 _su obra de las di mensio,,--de estructura lmgu1st1ca n1ot1varon una reacc1on energica y, por lo demás. muy ~es osa , del lingüista. Noain Chomsky tam . - (n. 1928) para quien es inaceptable esta ducción del lenguaJe a mero conJunto de estúnulos y respuestas y p-ara qui-en la ~:trúctÜradela _mente hace posible, de n1odo innato, la adquisici9n de las di stintas ~ramftiéas y reglas lingüísticas que rigen la creación de expresiones hecha por el o . - ñafif'1,D1e. ~ inalmente, en el tema de ( iv ) pe rsono lidad, la psicología skinneriana ha recooi.do . o la idea de distintos yos, idea clásica en la obr;:i de James, y 1~ ha traducido por la de una piur~lidad de «sistemas organizados de respuesta» (Skinner, 1965, 285 s). que están funcionalmente vinculados a estímulos di ~c riminativos, por una parte, y a una historia de refuerzos, por otra. De este modo Skinner ha concebido una i!ltem.retación «ambienta lista~> _deJa personalidad . Los sistemas de respuesta pueden armonizar entre sí, o entrar en conflicto: \a idea freudiana de un id, un ego y un superego en la personalidad la reinterpreta Sk.inner como «tres conjuntos de continge ncia » que dan, por ello, sistemas diversos (Skinner. 1975c, 141 ). . En todos los casos hay, no obstante, un presupuesto determini sta con que tr;:ibaja la Ciencia de la Conducta y qu e Skinne r apli ca tambi én a la vida social en su novela Wal 1e~ , ut.9pia de una soc iedad organi zada rucionalmente según los principios del ~0nd1 c1ona~~to,_9_.!:!e posibilitan una «ingeniería comportamental>). e M_etodológicamente, Skinne r ha procurauo estudiar la conducta concreta de modo s:penmental. Ha inventado un espacio idóneo para ello, 1~ «~aja d~ kl n~~~>> en la que controlan los estítnulos y las respuestas de un organi smo, y ha diseñado instrumentos que Ie han permitido • • obtener registros . · ·das en que es , t as se de las respuestas em1t1 acurnu1 · Al · se O ~nen una_s curvas indicativas de s u mayor o _menor frecu~nc1~: tiempo q~e O tic p n1a a la fi s1ologizació n de la psicología se aleJ aba de la aplicac1on de la estad1 s13;tomo método ( 1975a, 457 ): «Nos e nfrentan1os con la conducta e~ SÍ >> ( 1975b, dep ' con hechos y no con teorías (Ídem I 02). y al manipular las van ables de que ende la , conducta, logramos un auténtico control sobre ella. .1 • . 0 ra111es

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