Los Mensajes de Dios A través de Yael y Doug Powell Enero de 2005 Cambiando de Pantalla: El Programa 1 y el Programa 2 Traducción: Paloma Fernández Fernández.
[email protected] Amados, todo está aquí mismo. Aquí vibrando en vosotros, a vuestro alrededor, interpenetrándolo todo. La verdad de la vida. La alegría indescriptible; la libertad gloriosa y sin ataduras; el inmenso ser de luz dorado que eres. Y Yo. Aquí mismo. En ti, contigo. Baila mientras el éxtasis de vivir te ilumina. Todo lo que crees está en ti: soy Yo. Todo lo que crees es sólido: es luz. Y todas las maneras en las que el temor define la realidad están sujetas con finas puntadas, tan débiles que se deshacen en cualquier momento de reconocimiento de la verdad. Es cierto, la mentira se está yendo con tanta facilidad como se disuelve la bruma al sol de la mañana, porque sólo está sujeta por creencias. Hace mucho que venís contemplando todo esto como algo "de afuera", "de arriba" o de cualquier otra parte separada de vosotros. El cambio que estamos haciendo consiste en traerlo aquí: en comprender que la verdad y la ilusión coexisten en el mismo espacio, y que lo único que se requiere es que cambies tu conciencia para que veas una u otra. Por daros un ejemplo basado en vuestra vida corriente, es exactamente igual que la pantalla de tu computadora cuando están abiertos dos programas a la vez. Aquel sobre el que hagas clic aparece en primer plano, cubriendo al otro. Pero en el momento en el que haces clic en el de al lado, pasa a ser ese el que estás usando. Esta analogía es perfecta. Ya os he dicho que "La Caída" está sucediendo ahora. A cada momento estáis tomando la decisión de trabajar con uno de los programas. Ahora. Y ahora. Y ahora. Y cuando miles de millones de humanos trabajan con ese programa, éste captura la conciencia colectiva. Pero eso es todo. En el momento en que "cambias de pantalla", cambias el "programa" por el cual discurre tu vida. En el momento en el que haces "clic" en la verdad, en el preciso punto en el que ahora te encuentras, vive un glorioso ser de luz en alegría y éxtasis ilimitados. Aún así, queridos, debéis saber que existe el otro programa para que podáis elegir. Si esa segunda pantalla se encuentra completamente oculta detrás de la primera, algo que debéis aprender es que, de alguna manera, hay algo por debajo de la ventana habitual a lo que merece la
pena echar un ojeada. También deberéis aprender que podéis "arrastrar" la pantalla de siempre y apartarla lo suficiente como para ver la de debajo, a fin de que podáis hacer clic sobre ella para ponerla a la vista. En eso es en lo que consiste todo vuestro entrenamiento, el proceso de crecimiento espiritual, esa parte que parece requerir tiempo. Pero una vez que este proceso os ha traído hasta aquí, hasta un punto en el que sabéis que ambas pantallas existen, ya podéis cambiar de pantalla con facilidad, casi instantáneamente, con sólo decidir hacerlo. En esto, entonces, es en lo que estamos. Es fácil. Y (¡escuchad!) en cualquier momento en que lo hagáis (cambiar de pantalla), ya lo habréis hecho. Punto. Nada de cosas a medias, no se trata de "aprender" ni de "crecer mediante algo". Igual que en la computadora, queridos, o estás en una pantalla o en la otra. No hay puntos intermedios. Esto es lo que quiero que comprendáis. Esta es la base del cambio. Es verdad, se podría arrastrar la ventana que estuviera en primer plano sólo a medias, de manera que se pudiera ver la pantalla de debajo (¡para incitaros!) pero, en tanto no se la seleccione, todavía se estará trabajando con el primer programa. Y en el momento en el que finalmente se hace clic sobre la otra pantalla, se está allí por completo, utilizando ese programa. Es el ejemplo perfecto, porque quiero que os deis cuenta de que no hay ningún lugar al que tengáis que "ir." No tenéis que tener un “coeficiente de luz” suficiente. No tenéis que “elevaros” sobre nada. Lo único que tenéis que hacer es escoger la verdad. Haced clic sobre el otro programa, y allí estaréis. En ese instante, "revertís La Caída". Decís "no" a la serpiente, porque en esa elección de la verdad estaréis superando la dualidad. No hay bien ni mal. Sin embargo, a partir del preciso instante en el que un ser humano crea en eso, en todo lo que sea lucha, batalla, en el potencial para la pérdida, la carencia, la muerte y la destrucción, así es. Y miles de millones de personas haciendo esa elección crean una imagen de la realidad muy "sólida" para ellos. El Nuevo Mundo se gana a cada instante en el que un ser humano comienza a "hacer clic en la otra pantalla". Puede que sea solo por un minuto, pero en ese minuto, ese humano ha intercambiado las realidades. Intercambiadlas, queridos. E incluso aunque se vuelvan a cambiar al viejo programa, ese momento crea inercia. Se rompe el maleficio de la hipnosis de las masas. En esencia, se anuncia que la humanidad ya reconoce la verdad. Y así, momento a momento, las trabas de la dualidad se rompen. Permitidme que os repita lo siguiente. ¡Las trabas de la dualidad se rompen momento a momento y elección a elección! De este modo, ya sea que se lo vea como la superación de la Maya o el regreso al Jardín, mediante este proceso La Caída se revierte.
Y, queridos, dado que el tiempo no existe en realidad, ¡todo está sucediendo AHORA! Está sucediendo como sale el sol del amanecer por detrás de las montañas. Así de deprisa. Cuando estás en el programa viejo, sólo de ti depende lo que pudiera parecer un lento proceso. ¿No es emocionante? ¿Os dais cuenta de cuánta gente se está enterando ahora mismo de que hay otro programa oculto detrás del primero? Bien, por si no lo sabíais, muy pronto será evidente. A medida que el tiempo se acelera, la causa y el efecto se van a ir aproximando más y más, hasta que sea indiscutible para la humanidad que sois vosotros quienes creáis vuestra realidad, y vais a ver cómo el sol del despertar comienza a reverberar por detrás de las montañas de la ilusión. Así que no puede haber "lucha con el ego." Ni elevarlo ni superarlo. Todas esas herramientas fueron absolutamente necesarias para traeros hasta aquí. Ahora sólo hay elección. Si estás luchando por elevarlo, estás en la Pantalla 1, el programa Viejo Mundo. Punto. Si estás en el Amor, la alegría y el éxtasis, estás en la Pantalla 2, Nuevo Mundo. Y lo mismo que en una computadora, los dos programas están existiendo en el mismo lugar, en el mismo espacio y al mismo tiempo. En uno, estás en El Jardín mordisqueando la manzana y, debido a ello, juzgándote a ti mismo. Te estás sintiendo como si estuvieses "desnudo", como si estuvieses siendo malo. ¿Os suena? Y por supuesto después, por proyección, estás creyendo que todas las personas y cosas son malas. Así que, al final (desde este puente sobre el cual os encontráis) debéis daros cuenta de que incluso el progreso espiritual está todavía en la Pantalla 1, porque supone creer que todavía no sois "buenos". La Pantalla 2 es la Felicidad Perfecta. Es vuestra completa unión conmigo. Es la conciencia de que no podemos estar separados. ¡Es saber que eso es imposible! El amor que eres como ser manifiesto o encarnado es el mismo Amor que eres como glorioso espíritu de luz. Esta es la razón por la que habéis escuchado hablar de seres que, en cierto momento, "ascendieron" contemplando el amanecer o sentándose en un campo. Desde el momento en el que cambias de pantalla por completo, la ascensión es una posibilidad. No un requisito. Hay muchos seres en la Tierra que están aquí para servir viviendo sólo en el Programa 2, la verdad. Algunos llevan cientos de años en sus cuerpos. No tienen que ascender. ¡Ya están "viviendo" allí! Como vosotros, están viviendo como encarnaciones del Amor para mostrar a los demás que queda por hacer otra elección. Así pues, queridos, estáis abiertos a la mayor de las verdades. Somos uno. Uno. Aquí mismo. Dondequiera que estés. ¡Porque un corazón no está separado del pecho dentro del que late! Y así, vosotros no estáis
separados de Mí. Y este proceso en el que estamos, esta conciencia, es la ascensión del Cristo interior a su unión con el Padre que lo es Todo. Cuando la unión se completa, el Cristo interior es el corazón resplandeciente que hay en Mí. Aún es la encarnación y el vehículo de Mi Amor, aunque no esté nunca separado, como nunca lo estuvo, ni lo estará, de Mi "pecho", de Mi ser: El Todo Interior al que servís entregando Amor. En realidad todo va aún más allá de esto. Pero utilizo estas palabras para que su sentido os llegue a todos. Más adelante sabréis que no sólo sois ese corazón Mío que bombea Amor: sois el propio Amor. Sabréis que, al igual que vuestro corazón está dentro de vosotros y que vosotros también sois Mi corazón, de la misma manera también sois Uno conmigo; es vuestra conciencia la que arde internamente como el corazón del Amor viviente. Vosotros y Yo estamos en todo ello. Dentro de cada mundo y de cada criatura, dentro del reflujo de cada nueva estrella, siendo Amor, refulgiendo de éxtasis, impulsando y alimentando la vida. Aun en este momento en el que os encontráis, concentraos en esta parte microscópica infinitesimal (como vosotros decís) de nuestra gloriosa explosión de Creación. En un instante, queridos, podéis cambiar de pantalla y, cuando lo hacéis, todo lo que somos queda a vuestra disposición. Cuanto mejor aprendáis esto, más lo viviréis. El crecimiento a todos los niveles sólo y siempre consiste en esto: en la apertura de todas las conciencias, de las vuestras, las de todos vosotros. Tratándose de una progresión, será resultado del paso al que podáis abriros. Si se produce en un instante, como en las ascensiones de las que hemos hablado, es porque así de rápido puede abrirse la conciencia. Para la humanidad, el propósito de los que son como Jesús es alentar a vuestras conciencias para que abracen una parte mayor de la verdad. Así pues, aunque cambies tu programa, gran parte de la verdad que vives acerca de ti mismo va a venir determinada por la capacidad de expansión de tu conciencia o la falta de ella. Pero aún hay más; incluso esa falta es perfecta, porque precisamente debido a ella pueden estar los que sirven abriendo la conciencia de los otros (como están los que eligen aprender a dar y a corresponder). Por eso pareciera existir una cierta jerarquía entre los seres. Bien, en una Creación tan inmensa, va a haber seres con todos los grados de apertura al gran e ilimitado Amor que Yo Soy. Eso es parte de la alegría que contiene, incluso para Mí, que os amo a todos vosotros y que, al hacerlo, descubro posibilidades siempre crecientes. Porque toda conciencia que ve Mi Yo-Que-lo-Soy-Todo único, agrega su propia parte especial de Amor a la mancomunidad del Amor que Yo Soy, creando nuevas facetas en los diamantes que ésta tiene, refractando en nuevos modelos y colores la luz de Mi Amor.
Os pido que recordéis vivir y transmitir que todo está a disposición de todos en lo que se tarda en tomar la decisión de cambiar el programa. Acordaos siempre de que solamente deberéis ver Nuestra Unidad, ver vuestras posibilidades y descubrir la expansión de vuestra propia conciencia. Por eso os pido a todos que siempre llevéis a los demás a que comulguen directamente conmigo. Porque cuando eligen seguir a cualquier otro, automáticamente estarán adoptando su perspectiva, al menos de manera temporal. Aunque haya seres gloriosos comparados con la conciencia humana, y pese a que, por supuesto, ellos estén listos para asistiros, queridos, cualquiera de vosotros podría rebasarlos con sólo recordar quien es. Esto no es menospreciar, de ninguna manera, a quienes ayudan a la Tierra. Sólo significa que cada uno de vosotros es único. Os pido que os allanéis a Mi Voluntad porque no podéis ver lo "suficiente". Por eso debéis seguirme sólo a Mí, porque en verdad Yo soy ilimitado. A eso se debe que el acudir a Mí incluso aquí, ahora, en el Viejo Mundo, sitúe vuestra conciencia, más que en la progresión, en la ausencia de límites. Porque este es el verdadero cambio de vuestra conciencia espiritual. Pero no la conciencia espiritual como se la ve desde aquí (pese a que ello pueda ser un paso en el entrenamiento). En vez de eso, hay que cambiar de pantallas. Suspender ese programa. Seleccionar otro. Devolver "la manzana" a cada instante, hasta que la verdad se convierta en vuestra única pantalla. Hasta que cerréis el programa llamado "Viejo Mundo". Y, sabiendo dentro de vosotros quiénes sois, llevaréis los corazones de los demás a la verdad del Amor que somos. Lo mismo que hicisteis con vuestro propio ego, lo haréis con los de ellos. Ayudadlos a cambiar de programa. Lo mismo que hicisteis con vuestro corazón, lo haréis con los de ellos. Los introduciréis en nuestra inmensidad y reconoceréis su luz latiendo en Nuestro pecho. Porque así es, por supuesto. La conciencia de la persona no lo sabe, porque todavía están explorando el momento de la elección. Eso es todo. Sois vosotros, queridos, todos vosotros, avanzando para solidificar vuestra identidad única como células dentro de Mi corazón. Igual que también sois vosotros los que, colectivamente, juntos, seguís haciéndoos la pregunta: "¿Qué pasaría si creyese que hay algo más que Dios, si existiese algo además del Amor perfecto?". Y entonces todo lo demás que viene a continuación es exactamente igual que lo que os pasa a menudo. Examináis una pregunta y, de repente, ya estáis perdidos en vuestra propia mente, imaginando las posibilidades. Eso es lo que está pasando. Y así, siguiendo con la analogía, todos vosotros estáis en el Jardín del Edén (vuestra perfección como Amor), perdidos en vuestra fantasía de las posibles respuestas a esa pregunta. Cada una de las vidas de cada alma difiere en cuanto a los escenarios,
pero es una respuesta a la pregunta de "¿Qué pasaría si creyese que hay algo más que Dios?" Y todas las progresiones de esas almas aprendiendo sus lecciones constituyen vuestro ser mayor recordándote cosas mientras te haces preguntas a través de nuestro sueño. Y así, el universo está lleno de almas en aprendizaje, encarnando una y otra vez durante eones. Aunque todavía, en verdad, seguís estando en el Jardín, siendo cocreadores, viviendo todas las posibilidades. Con todo, amados, igual que os pasa aquí cuando estáis dormidos y finalmente os despertáis, tendréis exactamente la misma experiencia (es verdad que "como es arriba es abajo", dado que vuestro sueño no sois sino vosotros los que lo estáis soñando). El sueño que parecía repetirse una vez tras otra en realidad sólo duró unos instantes antes del despertar. La alarma del reloj está sonando. Es hora de que os despertéis de vuestra siesta. ¿Cuánto vais a tardar? ¿Seguiréis incorporando el sonido de esa alarma a vuestro sueño? ¿Apretaréis el botón que la detiene? ¿De verdad creéis que existe algo aparte del bien? Esa es la fascinación. Pese a lo que hacen otros que se arremolinan a vuestro alrededor, que supervisan vuestro proceso y os ofrecen su ayuda. Os envían mensajes telepáticos: "Esta vida no es más que un sueño". Incluso os acompañan durante ese sueño vuestro para daros señales. Así que aunque hayamos estado cambiando de analogías, ya os hacéis idea, amados. Y aquellos que se despiertan y que, aún así, eligen quedarse, son especialmente aplaudidos. No en el sentido egoico, sino en reconocimiento de que, incluso aquí, la verdad del Amor puede existir. Dando. Viviendo en Mí mientras aún estáis saliendo del tiempo de sueño para devolver a la conciencia a los que todavía siguen recreando la creencia en el bien y el mal, la creencia en la separación precisamente en medio de la completa unidad. ¿Qué magnificente cualidad os hace optar por seguir residiendo aquí? ¿Seguir perdidos en esta fantasía? ¿Y qué asombrosa fortaleza de conciencia os traerá a Mi corazón cuando os despertéis? Así pues, no os quedéis en el ego. Cambiad a la verdad, y creeréis en ella como antes creísteis en él, y a cada momento ella se anclará con mayor firmeza en la conciencia colectiva. Sabéis que el éxtasis es la meta, la completa unidad con vuestro Hogar Todo Lo Que Soy; que siempre sea esa la conciencia que tengáis, pensad que estamos unificados como Amor y en el Amor. Sin duda caminaréis entre los soñadores reteniendo vuestra habilidad para ver lo que están soñando. Pero será como una fantasía, difusa e irreal. Veréis la negatividad sólo para eliminarla, a fin de ayudarles a cambiar de pantalla. Aunque tengáis que hablar el lenguaje del Mundo, será sólo para brindarles el entrenamiento y los recordatorios de la verdad del Amor que ellos son.
Cuando abracéis vuestra verdad como el Amor que sois y viváis en Nuestra unidad, verdaderamente arroparéis a todos y cada uno de los seres humanos, cobijándolos bajo vuestro Amor y, junto con vuestras almas gemelas, los derretiréis con vuestro éxtasis. No aceptéis la estrechez de miras como parte de lo que sois. En su lugar, seguid eligiendo cambiar al Programa 2: vuestra verdad como el Amor que sois. Arropadlos con vuestro Amor, contempladlos solo como Amor, y hablad en el lenguaje del Viejo Mundo sólo para llevar los mensajes de la verdad a su sueño o fantasía. Entonces estaréis/Estaremos entregando verdaderamente el Amor que Nosotros Somos como luz viviente, infundiendo sus seres mientras duermen bajo el manzano en el Jardín de su verdad. Pese a que entraréis en su sueño sólo por un momento y entregaréis directamente a su ser todo Nuestro Amor, tal y como lo convinimos, ellos o bien casi ni lo notarán, o bien seguirán hablando consigo mismos. Veréis lo que puede llegar a ser/es, cuando estéis en éxtasis, en Mí, al Amor de vuestra Alma Gemela, y estéis en el mundo por y para los demás. Abriréis vuestra boca y Nosotros estaremos hablando. Derramaréis el Amor sobre ellos y sentiréis el éxtasis y el Amor, la vida y la felicidad, la exuberancia y la absoluta seguridad de vuestra propia perfección. Estaréis por elección en este mundo, pero en verdad no seréis de él. ¡Las únicas emociones divinas son el Amor, la alegría, el éxtasis y la vida! Vida abundante. Vida perfecta. Elegid tener esto. Elegid cambiar de pantalla. Y sabed que cada elección será cumplida. No sigáis "subiendo" más por la escalera. Eso ya está hecho. Venid a la verdad. Fundíos conmigo. Uníos en el Amor. Todos conocéis esta verdad. Seguid eligiendo. Abrid vuestro corazón y cambiad de pantalla. Saltad directamente a lo Nuevo. Directamente a Mí. Y si se llegasen a cambiar de Nuevo las pantallas, simplemente elegid de nuevo. Es fácil. Continuaréis sirviendo durante el sueño. Pero no vayáis a aceptar como vuestras ni a la estrechez de miras, ni al ego ni a la dualidad. Pero, más que a confrontarlos o a ignorarlos, ¡os llamo a que elijáis de nuevo! Rechazad la manzana. Y sabed que, si conseguís hacerlo, todo el Programa 1 sencillamente se desvanecerá ante vosotros. No tendréis ego, aun cuando en el "campo", podáis usar ese lenguaje si tenéis que hacerlo para transmitir el mensaje. Y si no desaparece, elegid de nuevo. Elegid hasta que lo consigáis, hasta que lleguéis a estar en Mi presencia, en éxtasis. Y después sencillamente, cuando sea necesario, volved a elegir. La analogía con la computadora que os he dado será una de vuestras herramientas de enseñanza más eficaces. También os ayudará a
distinguir la diferencia entre soñar con despertarse (que es lo que les pasa a aquellos que tienen que lidiar con el ego y la estrechez de miras) y estar despierto, lo que se produce directamente al traspasar el velo del sueño para desembocar en el éxtasis de vuestra verdad. El éxtasis es vuestra verdad, queridos. Una vida abundante. Si no la tenéis es porque estáis en el Programa 1, fantaseando acerca del Programa 2, soñando que estáis despiertos. En esto consiste buena parte del proceso de la humanidad. Las herramientas, la búsqueda, las experiencias del "ajá". Y sin embargo, para cada uno de vosotros que está leyendo esto, la elección es ahora. Es fácil, y traerá aparejada su propia evidencia. Yo estoy con vosotros. Pese a que deis por "hecho" que ya estéis "de vuelta" del ego, recordad siempre que el juicio es pura ilusión. Simple y alegremente, elegid de nuevo. Y, antes de que os deis cuenta, de la manera más fácil, cuando el Programa 2 se vuelva el único que uséis, ¡llegaréis al éxtasis!