Larva de Tricoptero
Triton pirenaico
Buceando en los Ibones, título de la primera guía que editó la Comarca Alto Gállego en colaboración con el Club de Inmersión y Montaña de Jaca (CIM Jaca), expresa en dos palabras una historia en la que se mezclan personas, naturaleza, aventura, investigación y misterio. El autor del artículo, Julio Luis Bielsa, fue el primer presidente del CIM Jaca y verdadero artífice del proyecto. Texto: Julio Luis Bielsa
Jacetania 30 31
Una idea, una ilusión hecha realidad. Fue en la primavera del año 2001, en una conversación distendida con José Antonio Fau, alumno mío de un curso de buceo y actual director del instituto IES Pirineos, donde surgió el tema de los lagos de alta montaña, él me comentaba el desconocimiento que existía sobre sus fondos y de repente surgió la idea. Por qué no hacer con los lagos lo que se ha realizado en buena parte de la costa mediterránea con inmersiones guiadas y cartografiadas. Pasaron años elaborando la idea, en los que conté con la inestimable ayuda de dos amigos de siempre, biólogos y conocidos de cuando estuve en el Club de Inmersión y Biología de Barcelona, Jordi Sánchez y Alex Lorente. Esta idea ya madurada pretendía cartografiar un transecto, estudiar la flora, la fauna y realizar una limpieza de estos lagos. La oportunidad surgió en un encuentro casual de mi mujer con Ana Isabel Jal, que en aquellos momentos era consejera de Medio Ambiente de la Comarca del Alto Gállego. Al poco tiempo, en junio del 2004 y sin darnos cuenta estábamos reunidos, junto con los cuatro compañeros que actualmente son también autores de las dos guías publicadas “Buceando en los Ibones” (Jordi Cazorla, Javier Lalaguna y Oscar Callén), la Consejera de Medio Ambiente, el Presidente de la comarca del Alto Gállego Mariano Fañanás y yo como presidente entonces del CIM Jaca, firmando un convenio de colaboración para llevar acabo este proyecto con la intención futura de llegar a estudiar todos los lagos de alta montaña de esta comarca. He de reconocer que la ilusión fue un motor importante pues hubo mucho trabajo, con ciertas tensiones en aquella época, en la que se formó un equipo con gente del club y fuera de él para diseñar la primera guía, hecho lógico pensando en las horas voluntarias que todos pusimos y el tiempo que dedicamos al proyecto. De ese grupo original sólo quedamos los mencionados aquí, pero he de agradecer de todo corazón a todos/as aquellos/as que participaron en sus comienzos. El proyecto se abrió a otras personas para que pudieran colaborar y al Club CIM Jaca para que todos sus socios/as pudieran participar. El proyecto es único en España y ha beneficiado a la Comarca del Alto Gállego, al Club, a los lagos estudiados y a las futuras generaciones, pues se ha dejado constancia de datos e imágenes que podrán ser retomadas para estudios posteriores y servir de información a todos aquellos que se interesen por ellos.
Jacetania 32 33
Sobre estas líneas, el helicóptero se acerca al ibón de Bucuesa. En la otra página, imágenes en el ibón de Catieras.
Un mundo nuevo por descubrir Como se hace referencia en la primera guía que se publicó de Buceando en los Ibones, ibón es el nombre que se da en Aragón a aquellos lagos de origen glaciar que encontramos por toda la geografía del Pirineo entre una altura de 1.500m hasta 3.000m y que Andorra y Cataluña son estanys, en el Val d´Aran es estanh y en Occitania se les nombra como boum. Ibón es una palabra de oscura etimología, podría estar relacionado con Ibai (río) en euskera o quizá la misma raíz en Iber (Ebro), o tal vez con Iba (rio) en antiguo idioma galo. Según viejas leyendas, el fondo de los ibones está habitado por una antigua raza mitológica, y aquí aparecen las Ninfas, hadas poderosas que hipnotizan con sus cantos. Muchas historias hablan de los encuentros de los humanos con estos seres. Es cierto que estos santuarios naturales generan una belleza singular cuando los encontramos, colgados en estas montañas tan agrestes del Pirineo, y que han debido asombrar siempre a nuestros antepasados. Aparte de su magia, los ibones son realmente un nuevo mundo por descubrir, su estructura, sus fondos, su fauna y flora, hay muchos misterios que se esconden en sus profundidades. Algunas citas mencionan la existencia de 1035 lagos de origen glaciar en todo el Pirineo, de los que 406 se localizan en España y 197 en Aragón, donde existen tres grandes zonas, los macizos de Panticosa, Posets y Maladeta. Y se estima que unos 70 se encuentran en la Comarca del Alto Gállego donde estamos llevando a cabo este proyecto de limpieza, catalogación y estudio. De lo que se conoce, los lagos permanecen helados en invierno, pudiendo llegar a
Jacetania 34 35
estar en este estado ocho meses al año en el caso de los más elevados. Gracias a esta capa de hielo se mantiene el agua en su interior a una temperatura de 4 ºC, suficiente para mantener vida latente a cierta profundidad. Su fauna y flora acuáticas no son especialmente ricas, pero hay que destacar su capacidad de adaptación a condiciones de vida extrema y rigurosa. En ellos se da una producción de fitoplancton en capas superficiales que sirven de alimento al zooplancton y éste a su vez puede ser aprovechado por macro-invertebrados, peces y aves. También encontramos algas, plantas superiores acuáticas, Nematelmintos, una especie de gusanos llamados Górdidos, insectos, anfibios (tritones, ranas), peces de aguas frías… todo un ecosistema adaptado a este medio. Es a partir de estos conocimientos donde entramos nosotros con nuestro proyecto. La idea es ir más allá, ver su estructura subacuática, mediante la cartografía de un transecto, determinar su profundidad, temperatura, la distribución aproximada de su flora y fauna, y además limpiar. El hecho ambicioso de llevar este estudio a todos los Ibones de la Comarca del Alto Gállego, de ser un proceso lento y dilatado en el tiempo, de realizarse con bajos presupuestos, desde una Administración Local, de forma voluntaria y en el que el mayor incentivo es la ilusión, ha permitido su continuidad y ha constatado que las observaciones e informaciones, pueden llegar a tener una relevancia futura, por sus datos estadísticos, por el contenido de los mismos sacando a relucir datos desconocidos, y por su cartografía única a nivel nacional. Que tengamos constancia es la primera vez que en muchos de ellos, alguien se sumerge en sus profundidades.
Recogida de muestras biológicas.
Una lista muy larga La experiencia que estamos acumulando desde su inicio está permitiendo que la información sea cada vez más extensa y exacta. Destacaríamos dentro del reino vegetal a nuestra famosa Familia Potamagetonaceae, su género Potamageton con sus diferentes especies detectadas en todos los Ibones estudiados, pero sobre esta planta destacar la Potamageton praelongus localizada en el ibón de Piedrahita y que según se transcribe en Bucenado en los Ibones II, “debido a los trabajos realizados por el CIM Jaca y las aportaciones de otros biólogos del Centro de Estudios Avanzados de Blanes-CSIC se ha propuesto incluirla en los catálogos de especies protegidas de Aragón, Cataluña y España.” De esta forma se ha determinado la distribución de esta familia en los ibones estudiados aparte de otras algas y plantas observadas. En cuanto a la fauna hay ibones con una ausencia total de peces como los de Piedrafita y Bucuesa (estudiado, limpiado y cartografiado en julio del 2008), destacando en ambos la abundancia de anfibios como el Tritón pirenaico en el caso de Bucuesa y también de insectos, al faltar depredadores como el pez, o los Gordidos con forma de gusanos alargados que hacen nudos entre ellos y que son parásitos de insectos, localizados en Piedrafita. Hemos observado la escasez de truchas y otros peces en todos ellos a excepción del ibón de Catieras, que nos sorprendió ver una gran cantidad de alevines de pequeña talla, como madrillas y piscardos (Proxinus phoxinus), que seguramente han sido introducidos. Con los transectos también se ha determinado la profundidad y de alguna manera la estructura. Hay ibones como el de Sabocos con sus 24 m, en los que la pérdida de luminosidad a medida que descendemos hace que su vegetación sólo se detecte a una profundidad máxima de 11 m, con una inmensa planicie en el fondo de lodo muy fino de un espesor importante, o como el de Catieras con sus 14 m, uno de los más profundos de los estudiados. O ibones en un estado de colmatación importante como el de Piedrafita, cubierto en casi su totalidad por un manto vegetal, con sus 0,7 m de profundidad la luz penetra hasta el fondo sin dificultad. O el Anayet superior, con una profundidad de 2 m.
de agosto. Esto en los más profundos, sin embargo en los más someros cuya profundidad era pequeña, esta temperatura rondaba de los 13 ºC en el ibón de Asnos estudiado en agosto 2004, a los 16 ºC en el ibón de Anayet estudiado en julio del 2005. Aunque son temperaturas tomadas en diferentes días y meses, dentro de la época de verano, vemos que en el de Anayet como en este último ibón estudiado, el de Bucuesa con una profundidad de 2,7 m, cuya temperatura mínima en el fondo era de 16 ºC y comparándolo con las temperaturas mínimas de Asnos el primer ibón estudiado de similar profundidad, nos dan datos un poco más altos, siendo consciente de que es un dato muy relativo, nos da indicios de que puede ser un tema importante a tener en cuenta en el futuro. Hay animales adaptados a aguas frías, caso del Tritón pirenaico cuya temperatura máxima son justo esos 16 ºC, casualidad temperatura mínima detectada ese día en el ibón de Bucuesa que es donde más abundaban, o el caso de la trucha, cuya temperatura máxima son 25 ºC, también adaptada a aguas frías. Con esto quiero reseñar que el cambio climático y el aumento de temperatura puede transformar y hacer que especies como el Tritón pirenaico, ahora abundantes, puedan estar en un futuro clasificadas como en vía de extinción. Por último denunciar la existencia de basura en estos lugares, que a pesar de su difícil acceso, hemos encontrado restos diversos que por sus características nos hace pensar en la responsabilidad de posibles excursionistas, de algunos ganaderos, de ciertos pescadores o de propios trabajadores de las pistas de esquí donde se ubicaban estos ibones.
Estas observaciones nos dan referencias de cómo se distribuye la vegetación y la fauna según su profundidad con un fondo común a todos de lodo muy fino con un espesor que varía en relación a lo profundo del lago, y que crea una planicie que va colmatando el ibón a medida que pasan los años. Por otro lado van saliendo datos que podrían ser relevantes en el futuro si se retomaran, como el de la temperatura. Los primeros ibones estudiados y más profundos como el de Sabocos, estudiado a principios de septiembre del 2004, nos daban temperaturas mínimas bajas pasando de los 14 ºC en superficie, a detectar una termoclina (variación brusca de la temperatura) a partir de los 7 m, que descendía a nada menos que 4 ºC en el fondo, o el de Catieras que pasaba de 14 º C en superficie a 6 ºC en el fondo en pleno mes
Jacetania 36 37
Ahora todos se preocupan de los ibones Fue un hecho curioso que cuando iniciamos este proyecto con la Comarca del Alto Gállego y empezaron a salir las primeras noticias en los periódicos regionales, con fotos nuestras y detalles de las actividades realizadas, vimos como al poco tiempo, los ibones pasaron a tener una relevancia informativa. Pero el hecho mas chocante sucedió cuando aparecieron junto a nuestros reportajes en pequeño, grandes noticias informativas de Endesa referente a la limpieza del entorno de los ibones con importantes presupuestos destinados para ello. No fueron las únicas noticias, después vinieron otras sobre estudios similares y limpiezas tanto de la FEDAS o FARAS con acuerdos con la Universidad de Zaragoza, charlas, coloquios, etc. Es gratificante ver que se tomen interés por estos ecosistemas delicados; nuestro presupuesto y medios son ridículos comparados con los de estas otras entidades, pero es curioso que nosotros sigamos realizando esta labor, aunque de forma más lenta de lo que desearíamos debido a la modestia de nuestros medios, y que aquel boom que se vivió en los medios de comunicación poco a poco se haya ido esfumando.
Portadas de los dos libros editdos hasta la fecha.
Lo que me produjo una cierta pena es que no se hubiera respetado nuestro trabajo pues vimos como se utilizó alguna foto nuestra de los ibones en artículos de limpiezas realizadas por ENDESA, o se nos ponía nuestro pequeño artículo al lado de otro más amplio extenso y llamativo, hablando del mismo tema y haciendo referencia a la misma empresa.
El futuro Depende del apoyo de la Comarca del Alto Gállego, del actual consejero de Medio Ambiente Javier Miranda y todos los responsables de esta entidad a los que hay que agradecer que hayan tenido el valor de apoyarnos. También depende de que todo lo que vayamos obteniendo pueda generar interés en otros estamentos, pues cuantos más ibones estudiamos, más nos damos cuenta que no sólo estamos ayudando a que aumente el interés, sino que de alguna manera participamos en su protección y su conocimiento. Sería valioso poder tener información de todos los fondos de los ibones pirenaicos, teniendo en cuenta el fenómeno del cambio climático y que son ecosistemas en extinción.
Conclusión Es importante que se sepa que detrás de esta idea y de las personas que iniciaron este proyecto, que son muy heterogéneas, no hay catedráticos, ni personas públicas de gran renombre, ni de reconocido prestigio, ni está gestionado o promovido por grandes empresas privadas ni públicas, ni se mueven grandes cantidades de medios y de dinero. Es para llamar la atención que aquí en Aragón hay gente con ideas, que desde lugares recónditos se hacen cosas que pueden ser de interés nacional, que la ilusión es un gran motor para hacer cosas, que en ocasiones falta respaldo y apoyo a labores y proyectos que se hacen desde el anonimato, o que sería importante que cuando se están obteniendo resultados y se está demostrando un esfuerzo personal que roza el altruismo, se apoyaran desde lugares de responsabilidad estas labores y a las personas que las están realizando. En Aragón hay latentes muchas ideas y proyectos que podrían salir a la luz si se tuvieran en cuenta. De momento pienso seguir mientras la ilusión perdure. Buzos del CIM Jaca que participaron en la limpieza del ibón de Anayet.
Recuerdo cuando vine a vivir a Jaca con mi mujer Maria Pilar Muñoz González en el año 1999, como amantes del buceo y con experiencia de esta actividad en el mediterráneo, siendo instructor de submarinismo y Maria Pilar como ayudante, propusimos a deportes del Ayuntamiento de Jaca la realización de bautizos de submarinismo para dar a conocer este deporte, fue entonces cuando empecé a hacer cursos de buceo a gente de Jaca, apoyándome en un club de Huesca, y sin darnos cuenta en la primavera del 2001 fundamos, contando con el apoyo de mi mujer y de los primeros buceadores titulados, el Club deportivo “CIM Jaca”. En aquel momento, como presidente del Club, me quedé sorprendido por la admiración que provocaba la existencia de un Club de submarinismo en pleno Pirineo aragonés rodeado de inmensas montañas y donde no había mar. Desde sus comienzos, éste siempre fue un club de amigos, lentamente ha ido creciendo, rondando ahora entre 35 y 40 socios. Hay un nuevo presidente Jordi Cazorla, gente involucrada, tiene un modesto material para alquilar y se hacen cursos y actividades, siendo en estos momentos una referencia única en el Pirineo aragonés.
Jacetania 38 39