Bastard A

  • May 2020
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  • Words: 21,864
  • Pages: 40
Hija ilegitima de una institución disciplinar total

Año 1 numero 1

Marzo del 2008

I* Humor: DSM-IV, Ana

* Secciones literarias *Poesía * Dibujos * *Entrevistas * Artículos: Freud y la Coca - Etica y * Acerca de Silvia *Exclusivo para * Más !

Editorial

Manifiesto metamorfosis 1

Con el transcurrir del tiempo hemos descubierto la neutralidad de ciertos valores que, a fuerza de machaques y falta de novedad, se imprimen y repiten los mismos errores, la misma incongruencia de ellos ante la realidad. Reír, reír mucho y más es lo que hace falta, despojarse de todo aquello que hemos recibido con pudor, e inescrutablemente digerimos con piedad. Carcajadas espontáneas. Hacer uso de la incoherencia. Nos movemos como máquinas en un mundo con sueños de civilización, con un planteo individual que hace alarde de las indiferencias más crueles. (Al parecer, el conformismo como estilo de vida es lo que sobrevive a todos los tiempos). Hablamos de romper líneas, de discutir ideas, descronometizar los espacios y abrir nuevas puertas. De refugiarnos en aquello que podamos hacer nosotros mismos, y dejar de intentar coincidir con lo que “dicen”, “muestran”, “hacen” aquellos que prefieren vivir atados y cuyo refugio ( todo lo que se puede romper: objetos, dinero, un cuerpo) es tan perecedero como inútil. En cambio las ideas, son indestructibles. “nuestra cabeza es redonda para que nuestro pensamiento pueda cambiar de dirección” Francis Picabia. Diana

La Comisión de Estudiantes de Psicología existió a lo largo de la historia de la carrera como un espacio de participación abierta, no representativa. Hoy pretende ser un espacio de esta naturaleza. Para ello, algunos de nosotros, estudiantes de psicología, comenzamos a juntarnos desde hace un tiempo, en el contexto del pase a nuestra Facultad. Las reuniones se dan en forma de asamblea con el objetivo de discutir y trabajar sobre diferentes temáticas que nos tocan a todos nosotros como estudiantes. Con este fin, una de las actividades que impulsamos fue la creación de esta revista, que es un modo de generar vínculos y abrir espacios coparticipativos, puesto en práctica en años anteriores de la Comisión: tres de los cuatro números de “La Horda”, publicada en 1994, están disponibles en la fotocopiadora de Humanidades. Bastarda es una revista pensada por estudiantes de psicología y la mayor parte de sus artículos son producciones realizadas por (y destinadas a) mujeres y hombres vinculadas a la facultad que ¿nos alberga? Tod@s los que contribuimos a la creación de esta revista tenemos nombre y apellido, somos sujetos con ideas, accionares y sentimientos que nos diferencian; no obstante, pretendemos encarar este proyecto como una producción colectiva. Henos aquí en una disyuntiva: Por un lado, no buscamos alimentar narcisismos, sino resaltar el valor de lo colectivo, llegar a que Bastarda cobre una vida propia gracias a los aportes de quienes deseen participar de esta (entre otras cosas) herramienta de comunicación. De este modo pretendemos promover una especie de promiscuidad intelectual en oposición a los principios de la propiedad intelectual, que tienden a una mercantilización de lo que (creemos) deben ser aportes al pensamiento colectivo. Por otra parte, es inevitable que esta revista incluya opiniones de contenido político institucional o académicas respecto de las cuales cada autor debe asumir la responsabilidad que le corresponde. Esto es fundamental para nosotros puesto que, si bien nos hacemos cargo de absolutamente todo lo que se publique en Bastarda, nos motoriza un cierto espíritu democrático que nos llevará a publicar contenidos con los que disintamos (siempre que estén sostenidos por argumentos) Nuestra solución de compromiso será incluir en la revista las dos tendencias conflictivas: Las secciones que tengan una cierta estructura y estilo que los caractericen (como por ejemplo Ana Coretta, DSM 07) estarán firmados con lo que denominamos “seudónimos vacíos”; es decir que estas secciones tendrán una firma propia sin importar el/la autor/a real. En todos los otros casos (trabajos, opiniones, etc.) los artículos estarán firmados con el nombre real del autor o un seudónimo propio que lo identifique diferenciándolo del colectivo. Dicho esto, te invitamos a participar de la creación de esta revista enviando cualquier tipo de producción (ya sea que esté prevista o no por las secciones que contiene este número), sugerencia, crítica, opinión o comentario a [email protected] o dejándolo en La Urna del ex-liceo. Por otra parte, si querés estar en la cocina de Bastarda podes acercarte los lunes a las 18 hs. en el algún aula del liceo. En palabras de La Horda: “...la comisión expresa, desde las razones que impulsaron sus orígenes hasta los sentimientos y problemas que la mantienen hoy en pie, la necesidad de agruparnos para reflexionar, discutir, criticar, proyectar y actuar frente a diversas cuestiones que han acuciado y siguen haciéndolo a la horda (grupo) de estudiantes de psicología. Es decir, habrá comisión de psicología mientras haya algo que decir, algo que cambiar, o algo que pensar. O sea, siempre...”

Disorder Student´s (and teacher´s) Manual ‘08 Trastorno del latiguillo mal pronunciado (¿Vamo´?/¿Va? ¿Eh?) - Características diagnósticas: Este es un trastorno crónico que se caracteriza por la reiterada pronunciación de una gama reducida (en el caso de que el trastorno sea crónico) de tics vocales súbitos, rápidos, recurrentes y estereotipados. En un 75% de los casos se encuentra asociado a escotomizaciones de fonemas esenciales para lograr unidades mínimas de sentido. Por lo general presenta recidivas en el segundo cuatrimestre del año académico (momento en que se cursa Psicopato II), con particular intensidad durante dos horas semanales. - Diagnóstico Diferencial: El Trastorno del Latiguillo Mal Pronunciado debe diferenciarse por su carácter crónico del Trastorno del Latiguillo ante la Pregunta Inesperada de Examen por el carácter agudo de este último. Trastorno del Latiguillo Ante la Pregunta Inesperada de Examen (¿Cómo?/No sé/¿ehhhh...?) - Características diagnósticas: Este trastorno (TLaPIE; no confundir con LaPIFIE) es de carácter agudo y se presenta exclusivamente en situaciones de evaluación oral en las cuales el individuo resulta sorprendido por una pregunta de la única unidad que no estudió (jaja). - Pronóstico: De tener una intensidad demasiado grande puede devenir en enuresis y/o encopresis. Trastorno Crónico de Mutismo - Características diagnósticas: Este trastorno se caracteriza por un un sujeto o grupo pertenecientes a una vertiente político - académica implica la incluso en las situaciones más Pseudodictaduras académicas, condenas y falsas promesas acerca de comienzos su inmutabilidad. Otra vertiente es la pedagógica, que suele ausencia de opiniones, dudas o cualquier tema que no sean la fecha del cognitivismo, que es aburrido.

Académico notable silencio por parte de comunidad académica. En su renuencia a tomar la palabra ex a s p e r a n t e s . a vagar por diversos edificios de clases no hacen mella en presentarse como una comentarios acerca de recuperatorio o si entra lo de

- Diagnóstico diferencial: La absoluta indiferencia frente a las condiciones del mundo externo de los afectados por este trastorno puede complicar el discernimiento del mismo con respecto a la esquizofrenia descripta por E. Bleuler. Por otro lado, es menester diferenciar ambas vertientes del delirio, puesto que también aquí parece darse lo que J. Lacan denominó como “la iniciativa viene del Otro” (en el caso del Mudo Académico, “de cualquier Otro, menos de mí”) - Prevalencia: Se manifiesta con particular frecuencia en el claustro estudiantil de la Facultad de Psicología de la UNLP. Sin embargo, recientes investigaciones parecen admitir este trastorno en otras casas de altos estudios, revistiendo un carácter epidémico, que a pesar de su carácter trágico resulta beneficioso para ciertos sectores de la comunidad universitaria. Trastorno del Estudiante Crónico (no confundir con “Trastorno Crónico del Estudiante”) !Características diagnósticas: Según sistemas clasificatorios totalizantes y generalizadores de índole lombrosiana (Lombroso era el tipo que le medía el cráneo a los chorros), el Estudiante Crónico es fácilmente reconocible por ciertos hábitos y rasgos estéticos perceptibles: por lo menos cuatro días a la semana se lo puede observar en los pasillos de la facultad (cualquiera sea) luciendo remeras de un color llamativo y con una leyenda (por lo general una sigla) que nos remite a la nominación de alguna agrupación política. Sin embargo el sistema Disorder Student´s (and teacher´s) Manual 07 enarbola una posición relativista y en consecuencia sostiene: cualquiera se puede colgar, sobre todo si no promocionó psicopato I.

Freud y la cocaína. El lado oscuro de la luna. “...los biógrafos están fijados a sus héroes de una manera muy peculiar. Seleccionan frecuentemente al héroe como objeto de estudio porque por razones personales de su propia vida emocional, le tienen desde el principio un afecto especial. Se dedican entonces a un trabajo de idealización, que se esfuerza por enrolar al gran hombre entre sus modelos infantiles y en revivir a través de él su concepción infantil del padre, tal como si lo fuera. En beneficio de este deseo borran los rasgos individuales de su fisonomía, borran las huellas de su lucha con los obstáculos internos y externos, y no toleran en él, el menor dejo de debilidad e imperfección humanas, nos dan así una forma ideal fría y extraña en lugar de la imagen de un hombre con quien podemos sentirnos vinculados a la distancia. Es de lamentar que hagan esto, porque sacrifican así la verdad a una ilusión, y en beneficio de sus fantasías infantiles dejan escapar la oportunidad de penetrar en los más atractivos secretos de la naturaleza humana.” Freud en “Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci” El movimiento psicoanalítico es creado por su padre fundador S. Freud, el cual introdujo en el campo de la Psicopatología una práctica clínica novedosa que acompañó con la genialidad de sus teorías, produciendo así una revolución en la concepción tanto de la salud como de la enfermedad. Este movimiento psicoanalítico que se engendra entonces, fue tan heterogéneo en sus comienzos que atravesó a lo largo de la historia diferentes avatares y controversias, los cuales han permitido mantener hasta el día de hoy diferentes posiciones y perspectivas con relación al psicoanálisis y a su práctica que se traducen en diferentes escuelas e instituciones. Sin embargo, a pesar de esta cuestión, el movimiento psicoanalítico logró instituirse dentro de su heterogeneidad en un discurso que le es propio y como todo discurso institucional, el psicoanálisis no escapa a dejar de lado u omitir algunos hechos o cuestiones referentes a su historia, sobre todo si se trata de aspectos relacionados con la vida de su padre fundador. Entonces, para poder lograr estos objetivos, son sus discípulos más directos los que toman el papel de guardianes del saber, ya sea en relación con su vida o a sus obras, y eligen qué hacer público y qué no. Para que esto sea efectivo existe una función privilegiada, a la cual acceden algunas personas en la historia que se encargan de transmitir la historia de vida de los grandes genios de la humanidad. Esta Función es la del biógrafo, los cuales generalmente idealizan superlativamente al genio y dejan de lado al hombre, quedando en sus biografías sus más destacadas proezas, conformando con ello una “historia oficial”, la cual es la que se da a conocer. El caso de Freud no fue la excepción; la persona que se encargó de transmitir su historia de vida fue Ernest Jones, el cual quedó en la historia como su biógrafo oficial reconocido por la institución psicoanalítica. Ahora bien, hay un hecho en la vida de Freud que E. Jones reduce a un episodio pasajero y omite a la manera de un acto fallido, pero que sin embargo emerge y circula en los pasillos del ámbito psicoanalítico y académico institucional de las facultades de psicología y que ahora vamos a sacar a la luz para que se conozca. Hacemos referencia con esto al encuentro de Freud, en sus épocas de joven medico investigador, con la cocaína. Veamos ahora con detenimiento en qué consistió este (mal) encuentro en la vida del padre del psicoanálisis para adentrarnos en este tema específico. Ubiquémonos en el contexto social de la época y en el estatuto que tenía la cocaína en ese momento en la sociedad vienesa. Para los años 1880, la cocaína era bastante poco conocida en Europa aunque ya era muy conocida en Estados Unidos donde no sólo no estaba prohibida todavía, sino que había logrado cierto prestigio tanto en los ambientes médicos como fuera de ellos. Había bebidas que la contenían tales como ciertos vinos de consumo popular e incluso la ya

Había bebidas que contenían cocaína, como ciertos vinos de consumo popular e incluso ya la existente Coca Cola

existente Coca Cola, que contuvo cocaína hasta 1903.La prohibición generalizada de la cocaína recién sobrevino en el año 1906. En este contexto inscribimos a Freud y su encuentro con la cocaína, llevado a cabo por su deseo de conocer las propiedades y efectos de este nuevo “medicamento” en las personas, y por el cual tenía muchas esperanzas en que iba a poder calmar o suprimir los síntomas de las llamadas afecciones del espíritu; sobre todo de la neurastenia, que en esa época era un cuadro muy común en las personas de la sociedad vienesa de finales de 1880. Es por esta razón que el joven Freud se convierte en un ferviente usuario y defensor de la misma. Es en abril de 1884 cuando Freud comienza a experimentar con cocaína y lo hace en principio sobre sí mismo; la utiliza cuando se siente deprimido o cuando tiene dolores de estómago, pero también cuando tiene algún compromiso social en el que tiene que hacer un buen papel o cuando en la soledad escribe a su novia. Es en función de su deseo de poder estudiar este “medicamento” que sirva para tratar terapéuticamente a sus pacientes es que se dedica a investigar las propiedades y efectos de la cocaína, pues ésta ya tenía fama de fortificar al sistema nervioso, de ayudar a la digestión, de permitir sobrellevar la fatiga, de hacer de calmante de los dolores e, inclusive... de curar a las toxicomanías. Para ello escribe a lo largo de cuatro años, tres obras dedicadas exclusivamente a la cocaína: “Sobre la coca” (Freud, 1884), es el primer trabajo que escribe sobre este tema, donde ofrece al lector una enorme cantidad de datos sobre la utilización de la hoja de coca en Sudamérica, su exportación a Europa, sus efectos sobre los humanos y los animales y sus múltiples usos medicinales. En esta obra aparecen algunos indicios que apuntan hacia las propiedades anestésicas de la coca y las esperanzas de Freud en su aplicación concreta de modo terapéutico. La segunda obra dedicada por Freud a este tema es “Contribución al conocimiento de los efectos de la cocaína” (Freud, 1885) y su última obra “Anhelo y temor de la cocaína” (Freud, 1887). Sin embargo, el optimismo de Freud por este nuevo “medicamento” tuvo una coyuntura importante cuando muere su amigo Ernst Von Fleischl- Marxow, el cual era adicto a la morfina y Freud lo alienta a que cure su adicción con cocaína, en función del éxito terapéutico que creía tener en ese entonces. Este hecho desafortunado le deja un cargo de culpa que le es difícil de superar y que además lo lleva a un fracaso terapéutico; dicho en palabras del mismo Freud: "La recomendación de la cocaína que yo había hecho en 1885 me trajo muy serios reproches. Un caro amigo, ya muerto, apresuró su fin por el abuso de este recurso". Es por la muerte de su amigo y luego por la cantidad de críticas que va a recibir Freud de parte de sus colegas sobre los riesgos y la adicción que lleva el tratar a pacientes con cocaína y por lo tanto el fracaso terapéutico de la misma como medicamento, que el entusiasmo inicial de Freud por la cocaína en particular y por los medicamentos en general para la cura, van a decaer por completo y en forma definitiva, y va a dirigir su mirada hacia los métodos de Charcot (hipnosis, sugestión) para propiciar la curación de las llamadas afecciones del espíritu, produciéndose entonces un encuentro que es crucial para la historia del Psicoanálisis, que es el encuentro de Freud con la histeria. Por lo tanto los malos encuentros con diferentes cuestiones, como fue el caso de Freud con la cocaína, no siempre hacen a un fracaso rotundo ¿Qué hubiese sido de la vida y la obra de Freud sin este fracaso terapéutico? Quizás hoy no estaríamos hablando de Psicoanálisis...

La aplanadora mental Por Diana Broggi

Hablar de drogas desata muchas veces (por no decir siempre) una oleada de polémicas que ponen en juego aquellos prejuicios e ideas negativas de las que todos de una forma u otra tenemos noción. Es como hablar de sexo… todos se dan vuelta y tienen algo que decir. Con las sustancias psicoactivas pasa algo parecido, generan cierta curiosidad en las personas tanto a nivel individual como social. El mensaje de los medios en relación al tema por lo general tiene que ver con el narcotráfico, un eterno dilema que representa uno de los negocios más redituables del mundo. Sino, insisten con la parte morbosa. No faltan los programas que muestran biografías de gente que “arruinó su vida” utilizando drogas. Sin embargo el discurso es sumamente diferente cuando hablamos de legalidad e ilegalidad. En el campo de las drogas legales también existe una parte sumamente beneficiada, y es la industria farmacéutica. Las conocidas Valium, Ribotril, son pastillas consumidas masivamente por una sociedad camino a la idiotización. En gran parte de los tratamientos psiquiátricos (por no decir la mayoría) de estos tiempos se receta algún psicofármaco. El acostumbramiento a este tipo de sustancias es algo sumamente cotidiano. Se han convertido en una herramienta de control eficaz ( la cultura occidental del fármaco). Es sabido que la anulación del pensamiento individual es el sueño utópico de todo gobierno con bases conservadoras. Esto sumado a un capitalismo aplanador, explica en gran parte el deterioro humano, a nivel psíquico y espiritual por el que atravesamos en estos tiempos. Hoy el stress es moneda corriente, las preocupaciones aumentan y la máquina de ansiolíticos y tranquilizantes no para de producir. Las concatenaciones van sumando, ciertos elementos organizan un todo que asimilamos día a día. Son normales los estados depresivos en adolescentes y la medicación: desde una conducta hiperactiva en niños!! Por otro lado, la medicalización no es un fenómeno nuevo, y siempre ha estado asociado a una idea de control social. Habrá que recurrir a la historia para repensar ciertas ideas. Algo así Por droga entiendo lo que hace milenios pensaban Hipócrates y Galeno, padres de la medicina científica: Una sustancia que en vez de ser “vencida” por el cuerpo ( y asimilada como simple nutrición) es capaz de “vencerle” provocando cambios orgánicos, anímicos o de ambos tipos. No es posible pasar por alto a las culturas de cazadores-recolectores (las mas antiguas del planeta) al recordar que en la más alta proporción de estas sociedades los sujetos aprenden y reafirman su identidad cultural atravesando experiencias con alguna droga psicoactiva. Lo percibido en estados de conciencia alterada fue el corazón de innumerables cultos. Las primeras hostias o sagradas formas fueron sustancias psicoactivas como el peyote o el vino. En su libro Antonio Escohotado demuestra, en un minucioso análisis histórico, cómo en los comienzos de la historia de la medicina, religión y magia fueron inseparables. La más antigua fusión de estas tres dimensiones es el Chamanismo, una institución extendida originalmente por todo el planeta, cuyo sentido es administrar técnicas de éxtasis, entendiendo por esta palabra un trance que borra las barreras entre vigilia y sueño, cielo y subsuelo, vida y muerte. Estos datos cobran la mayor vigencia de por sí cuando hablamos del continente americano, con su predominio de religiones politeístas. Esta información desnuda un costado real y bastante oculto en los discursos cotidianos referentes a la temática de las drogas. Es bueno enfocar de otras maneras, no ha quedado tan lejos la mentada era de la psicodelia, destacada por el descubrimiento del LSD y su utilización legal en ese momento. Si reparamos en ese recorte de la historia como ejemplo, veremos que en el transcurrir de los años de la década del 60' se destacan muchísimos cambios en las artes en general, no solo en la música, también en la literatura, el cine, las artes plásticas. Estas innovaciones tienen un trasfondo ideológico muy marcado, la legalidad del LSD solo es un elemento más dentro de un contexto histórico-social donde las contraculturas apuntaban a la creación de nuevos valores. El uso del LSD, u otras sustancias tenia un fin experimental y de búsqueda, que nada tiene que ver con el uso anestésico de las drogas en el siglo XXI.

Legalidad y mercado De fondo en este tema se instala una cuestión legal, a la que es imposible escapar y la cual da forma a las diversas opiniones sociales. La prohibición o permiso para el consumo y venta de ciertas sustancias siempre estuvo signado por modalidades de control, por parte de los gobiernos, y además como clave referencia a un mercado regulador que es necesario mantener activo. En general las pautas gubernamentales, en conexión con la industria farmacéutica, se han manejado y se manejan destinando ciertos tipos de drogas a la venta, para asegurar el consumo de algunas y disminuir el de otras. Pero los fundamentos sobre los que se sustentan estas decisiones de los gobiernos, no siempre tienen que ver con la prevención o el cuidado de la salud de los ciudadanos. Nuevamente me es necesario recurrir a la historia para esclarecer estas ideas. En los años treinta se descubren ciertas aminas, (anfetaminas, dexanfetamina, metanfetaminas) que aparecieron en venta libre, en farmacias para la congestión nasal, la obesidad, el mareo, la depresión y sobre todo: la sobredosis de hipnóticos. Su potente efecto eufórico permitía vender estos productos para todo tipo de incomodidades ligadas al ánimo depresivo, y el soldado de la segunda guerra mundial los recibía en cantidades formidables. Japón por ejemplo, aumenta la producción del estimulante al máximo, esto durante el curso de la guerra; y finalizada ésta se produce una inundación callejera de estas drogas, sosteniendo un millón de usuarios delirantes. El régimen de venta libre se avalaba con eslóganes como “Dos comprimidos son mas eficaces que un mes de vacaciones”. Es siniestro. Estados unidos produce en 1950 más de mil toneladas anuales (80 dosis por ciudadano, por año, incluyendo niños). Existen más datos sueltos que ilustran la historia de las anfetaminas: * la utilización de estas aminas en el campo deportivo inaugurará el doping. * sometidos a autopsias, los cadáveres de adolescentes adictos presentaban un deterioro visceral propio de ancianos. Lo mismo ocurrió con los barbitúricos, que se convirtieron en el vehículo de suicidio más común. Pero, no eran considerados estupefacientes por la ley, y se vendieron sin recetas durante décadas; esto hizo que muchas personas las utilizaran como algo normal, con las consecuencias posteriores, claro. Lo más curioso es que estas drogas fueron lanzadas al mercado contra la heroína, la morfina, entre otras, y producían un efecto abstinencial mucho más elevado, y con riesgos de muerte mayores. Hasta aquí una puesta en juego de ciertos elementos que pueden resultar contradictorios, los datos históricos fueron extraídos en su mayoría de la obra de Antonio Escohotado que recorre el tema de las drogas desde varios puntos de vista: social, político, cultural, económico. Es bueno romper en la medida de lo posible con los frontones de lo establecido. De aquello que se instala a través de un discurso hegemónico y que deja en lo invisible la mirada diferente. Legal-ilegal. ¿Bueno-malo?

La decisión de cuidar

Notas sobre La era del hielo

Por Cristina Corea

Es la ley de la manada: nos cuidamos entre todos. Así enuncia Manfred, el mamut de la Era de hielo la dimensión de decisión subjetiva que tienen los cuidados cuando el mundo viviente está amenazado de extinción y no existen instituciones de respaldo que garanticen la supervivencia. Recuerdo la escena: Manfred acaba de salvar de la muerte a Diego, el tigre de dientes de sable, devenido compañero "ocasional" de Manfred en la misión de salvar a un cachorro humano. La película es una buena alegoría para pensar nuestras circunstancias: sin instituciones, o decidimos armar nuestra propia manada, o nos extinguimos. La alegoría me sigue tentando, porque la manada de la Era de hielo no es una manada que se arma bajo el dictado de la naturaleza, sino por pura decisión animal. Se arma cuando Manfred decide arriesgar su vida para salvar a Diego; cuando Sid decide hacerse cargo del “bodoque humano” y cuando Diego decide traicionar a su banda en rigor, su manada “natural” para proteger a los suyos: Manfred, Sid y el bodoque. La manada que se arma por decisión subjetiva se sostiene por la decisión de los mutuos cuidados y no por las leyes que dicta la naturaleza -o la institución-. Se diría que los cuidados son las operaciones en las que se sostiene la decisión de integrar la manada. Esos mutuos cuidados, sin embargo, no son recíprocos ni suponen algo así como una semejanza entre los miembros de la manada. Qué cuidar, a quién cuidar, cómo cuidar y quién cuida son operaciones que se implementan bajo la presión de las circunstancias y que dependen, ellas también, de decisiones situacionales precisas y no de mandatos o saberes así sean instintivos-. El mamut es el animal menos apto para sobrevivir en el hielo; sin embargo, es quien salva a Diego, el tigre, de caer en un río de lava. El menos-apto salva al supuestamente más-apto: la condición felina de Diego lo habilitaría, naturalmente, a desempeñarse eficazmente en los albores de la glaciación. Pero lo que se obstina en mostrar el film es cómo las decisiones animales contrarían permanentemente los designios naturales.

En la Era de Hielo, se viven las circunstancias de una catástrofe. Y para habitar esa catástrofe tres desconocidos que devienen amigos: Sid, Manfred y Diego deciden constituirse como manada. Aquí la distinción entre habitar y sobrevivir es decisiva. Puesto que si se tratara de una mera operación de supervivencia, no sería la alianza de un perezoso con un mamut y un tigre lo más eficaz. En la economía de la supervivencia -dado que se trata de sobrevivir en la glaciación- el primer excluido habría sido el mamut, puesto que es el más inepto. Sin embargo, la película ofrece la curiosa paradoja de que sea el mamut quien enuncie la ley que funda esa heterogénea asociación animal como manada: Nos cuidamos entre todos. Hay otra indicación de que lo que está en juego entre estos amigos es el habitar y no el sobrevivir: lo que liga a Sid, Manfred y Diego es una misión: re in te gr ar a s u t ri bu un cachorro humano que se ha extraviado. Curiosa misión esa que los mantiene juntos; curiosa misión esa que los im pl ic a en re sc at ar a un pred ador -no hay que olvidar aquí que la perspectiva de la narración cinematográfica es animal y no humana- . Al respect o resultan bien interesantes los conflictos éticos que se suscitan entre los camaradas: ¿corresponde o no corresponde rescatar a un futuro predador de tigres y mamuts? La ardilla encarna en la película la imagen de la pura supervivencia. Obstinada, la ardilla cruza glaciaciones y milenios, tras un único objeto que la impulsa, la bellota, sin ninguna chance de que en ese recorrido asome nada parecido a un destino distinto del suyo. A lo largo de los milenios, la ardilla no establece vínculo alguno; ella sólo corre tras la bellota. Indudablemente, la tarea de ardilla resulta altamente eficaz desde el punto de vista de la supervivencia; pero es nula en la dimensión de la experiencia. Diego es un personaje paradigmático. En su devenir miembro de la nueva manada, este tigre exhibe las precisas operaciones que lo van constituyendo en situación. Diego primero está haciendo un trabajo: tiene que servirle un lindo bebito como desayuno a su jefe. Después vacila: en la medida en que avanza su vinculación con los compañeros de la nueva manada esa manada que en un principio integró sólo como pretexto para lograr la codiciada presa- Diego se encariña, asume responsabilidades, se deja afectar. Y finalmente, cuando las circunstancias apremian y la situación pone en riesgo a la manada que ya asumió que su misión es rescatar al bodoque humano, Diego decide traicionar su identidad de origen para constituirse definitivamente como miembro de la manada advenediza. Llama poderosamente la atención un procedimiento de La era de hielo: el doblaje. En el doblaje no hay traducción, ni adaptación ni interpretación. ¿Qué cosa es esa poderosa entonación que tienen las voces de los protagonistas, voces con una impronta propia, con estilo, con humor, incluso con ironía? Si hay un arte en esa película, ese arte está en las voces; está en haber intuido que es la enunciación la marca propia de todo vínculo constituido en una experiencia. Así la voz, que es el hallazgo genial de la película, es en La era de hielo el testimonio de que allí se juega la decisión de constituirse en una experiencia: por decisión, la manada advenediza ha sido capaz de otro destino que el suyo. metaboliza Este artículo de Cristina Corea resulta interesante para pensar en las posibilidades de generar vínculos y también en su importancia. Importancia del lazo social y de encontrar modos de habitar el presente ante una realidad que se nos presenta vertiginosa y plagada de adversidades difíciles de contrarrestar desde lo individual. Se nos ocurrieron ciertas analogías entre los personajes de la película, qu e in da ga Co re a desde su perspectiva, y los protagonistas que podríamos situar en el escenario de “la facultad”, nuestro ámbito cotidiano compartido, así como también dentro de los ámbitos en que circulamos cada uno de nosotros en el día a día y a ni ve l so ci al (como trabajadores, como vecinos, como ciudadanos, como hi jo s- pa dr es hermanos, etc.). En la esfera de la Universidad entonces, vimos en la ardillita al más individualista de todos, al que solo preocupa la bellota, que para el caso del típico estudiante podría equivaler al título, o a cada materia a aprobar lo antes posible; es decir, intereses inmediatos que no ocupan más que la tarea de cumplir ciertos requisitos (que incluyen el aprenderse lo que el pro fes or quiere escuchar), sin relacionarse con los otros mucho mas allá de lo que dure la cursada. Creemos importante resaltar la diferencia entre la supervivencia y la experiencia, supervivencia que implica urgencia y que impide el trabajo de significar. Es el caso de la ardillita que sólo estaba interesada por la bellota. En cambio para el mamut, el tigre de sable y el perezoso es distinta la tarea: las circunstancias hostiles los unen para trabajar por un objetivo en común, y esto nos pareció fundamental porque allí vimos un costado por donde explicar el origen de la Comisión de Estudiantes de Psicología como también el de muchos grupos de personas que abandonan el aislamiento para reunirse con fines semejantes y trabajar para llevarlos adelante. Se trata de producir sentido entre todos, darle sentido a nuestra realidad, y en definitiva dejar el individualismo para mirar al que tenemos al lado, para formar una red que teja lazos y que no nos deje como islas vulnerables. Formar parte de una “manada” en la cual nos cuidemos entre todos. *

Semióloga, se dedicó al estudio de la subjetividad en la sociedad de la información, con especial énfasis en los medios masivos, las tecnologías y las estrategias de pensamiento en ese entorno. En los últimos años cobró especial relevancia en su trabajo el pensamiento sobre el desfondamiento actual de las instituciones educativas. Su esposo, Ignacio Lewkowicz, historiador, se ha abocado particularmente al estudio de la subjetividad contemporánea. Ambos murieron en un accidente de lancha en el año 2003.

Camino a La Plata Por Yago Franco

El 27 de julio se llevó a cabo la primera edición del Ciclo de Charlas Debate organizado por la Comisión de Estudiantes de Psicología con el objetivo de promover la discusión participativa de los estudiantes de esta carrera en cuanto a cuestiones políticas, académicas y pertinentes a nuestra disciplina, en virtud de nuestra intención de no ser disciplinados por la universidad. Esta es una tarea ardua que intentamos llevar a cabo desde diferentes lugares, pero el Ciclo tuvo un éxito inesperado. Asistieron unas 180 personas convocadas por el título “Psicoanálisis y Política desde el Pensamiento de Cornelius Castoriadis”, con apertura al debate por parte de Yago Franco, uno de los psicoanalistas argentinos más abocados a la obra de este autor. Las siguientes son reflexiones que Yago envió unas semanas después de la charla. Miércoles al atardecer, me dirijo a La Plata, una ciudad que suelo frecuentar, pero que se me aparece como distinta en esta ocasión. Voy caminando hacia la Facultad de Psicología y no puedo evitar rememorar mis épocas de estudiante. Los edificios en los que me tocó cursar Psicología (una vez separada de la carrera de Filosofía y Letras, para ser mejor controlada, primero por los directivos del gobierno de Isabel Perón la llamada “Misión Ottalagano”, que se inició con un exorcismo en los pasillo de Filo por parte de un cura!, y luego por los de la dictadura, que llegaron a nombrar a un Capitán de Corbeta como rector! casi parecen imágenes de una novela de G. Márquez, no?), esos edificios que vinieron en lugar de los de Filosofía y Letras, se caracterizaban por su precariedad y hacinamiento. También por el silencio. Traspongo el umbral de la Facultad de Psicología de La Plata y por suerte, encuentro algo muy distinto a lo que mi recuerdo se obstinaba en presentarme. El edificio no es un lujo, pero parece amplio, hay afiches en las paredes, y sobre todo, hay bullicio y un clima distendido. Me pregunto, mientras converso con quienes me han convocado, qué ocurrirá luego, qué tipo de reunión se armará disertación dice el afiche -. No pude hacerme ninguna imagen previa, y me instalo en una posición de ir encontrando, descubriendo lo que irá pasando. El aplauso luego de que soy presentado me descoloca un poco. El número de asistentes también. Pienso para mí, qué buen augurio es que hayan venido tantas personas convocadas por un tema como Psicoanálisis y política, que junto con el nombre de Castoriadis hacen al marco dentro del que voy a intentar transmitir algo. Me emociona la situación, pero no lo digo. Pienso en paralelo qué hubiera significado para mí como estudiante participar de una reunión así, cómo me hubiera gustado que fuera. Cuando termino de hablar, inmediatamente pienso que si algo me interesa es escuchar, no seguir hablando. Todo transcurre en el habitual estilo de preguntas o intervenciones y respuestas o acotaciones mías, hasta que en un momento ellos comienzan a dialogar entre sí, a discutir, alguno a discutirme. Es el mejor momento. Ahí es donde pienso que las cosas salieron bien. Todo va transitando hacia una especie de asamblea, y me parece que es lo mejor que podía pasar. Yo tomé la palabra de inicio, pero luego esta quedó circulando. Me quedé pensando si los allí presentes incluidos los organizadores -serían conscientes de dicha situación, de lo que puede producir tomar la palabra, en este caso, en una Facultad, del enorme poder que potencialmente anida en dicho acto. Qué pasaría si organizaran una asamblea de estudiantes y comenzaran a debatir sobre sus asuntos, sin delegados, sin organizaciones más que las necesarias para ejecutar lo decidido … sin centro de Estudiantes?. Cuando se armó la situación asamblearia, también me asaltaron algunos recuerdos, en ese caso de la enorme cantidad de organizaciones político-estudiantiles que circulaban en Filosofía hasta fines del 74 (luego cerrarían la Carrera hasta fines del 75), y su modalidad dogmática, el “bajar línea”, su modo de funcionamiento alejado de toda modalidad democrática … el daño que le hicieron a gente muy valiosa y lúcida … y la imposibilidad de que la palabra circulara. Decía hacia el final de la “disertación” que el psicoanálisis y la política son prácticas de la libertad, y por cierto que esta comienza por la libertad de palabra, y de la circulación de la misma. Tal vez algo de lo que pasó esa noche.

E

a t s i v ntre

“En la universidad no hay otra experiencia que la del trámite” La psicóloga y profesora Raquel Bozzolo analiza, en diálogo con Página/12, las condiciones de la vida universitaria y cómo afecta a estudiantes y docentes una Por Javier Lorca La universidad como una máquina productora de títulos. Entre sus engranajes, los estudiantes y los docentes, limitados a repetir una sola experiencia: la experiencia del trámite, burocrático y despersonalizado. A partir de esas características, la psicóloga Raquel Bozzolo, profesora de la Universidad de La Plata, reflexiona en esta entrevista sobre los sujetos y las instituciones que hoy configuran la vida académica. ¿Por qué piensa que las formas de transmitir saberes en la universidad ya no son efectivas? Trabajando las tesis de Ignacio Lewkowicz y la idea de que en momentos de mucha información hay poca comunicación, pensamos que la enseñanza empieza a perder sentido como transmisión de unos hacia otros. Los docentes suelen decir que los estudiantes los miran con cara de vaca, frase terrible pero cierta. El docente trata de encontrar una cara que no sea de vaca para apoyarse y hablar con sentido, porque, si no, termina dándole clase al grabador y ahí no hay diálogo. En esas condiciones, empezamos a ver que leer un artículo y discutirlo con los alumnos no tenía sentido. Cuando les decíamos que leyeran la bibliografía ocurría que en los primeros prácticos luchábamos para que leyeran, después nos desesperábamos, les hacíamos fichas, pero lo sorprendente era que para el examen final leían. Y cuando leían, ellos se sorprendían y encontraban cosas interesantes. Pero en ese momento ya se estaban yendo. Los tiempos programados de teóricos y prácticos no tienen nada que ver con la vida real de los estudiantes. ¿Qué pueden hacer los docentes? Nosotros tratamos de intervenir, de romper las inercias que hacen que los alumnos se automaticen y pongan esa cara de vaca. Al principio dábamos clases expositivas, pero cambiamos. En general, la primera clase no es una clase, sino una experiencia con diálogos sobre lo que hacemos en la universidad, confesiones sobre lo que nos pasa a los docentes y, a la vez, provocamos a los estudiantes para que se presenten de un modo diferente a ese estar automático. Es más la idea de laboratorio que de clase. Primero generar diálogo para después poder ir y encontrar con los estudiantes algo en los textos. Hacemos una circulación de los textos por mail, no sólo a través de la fotocopiadora. Pareciera que, mandado personalmente y en función de una discusión concreta, un texto es leído de una manera distinta que si lo van a comprar como parte del módulo tal. Pesa la relación personal. Sí, pero es una relación que cuesta construir, porque hay mucha desconfianza. Pero, claro, todo esto significa hacer cada encuentro con poca planificación y es complicado. Cuando intentamos socavar lo naturalizado, al principio los estudiantes suelen sentirse muy inseguros porque les quitamos apoyaturas. Hasta que empiezan a ver que se abre la posibilidad de pensar, que puede ser grata y liberadora. Como les quitamos apoyatura, tratamos de darles otra que, por lo general, pasa por armar un clima de grupo. Y ahí viene otro problema: los principales desapoyantes son los compañeros. Si alguien entra en el clima de trabajo, suele ser visto como una especie de traidor y lo dejan solo. Los compañeros no acompañan.

¿Cómo llegan los estudiantes a ese “estar automático”? En general, los estudiantes relatan que el 1er. año de la carrera fue de mucho deseo, pero que ya en 2º se dan cuenta de que si trabajan desde el deseo no aprueban o aprueban con notas bajas. Entonces empiezan a cursar sólo para escuchar qué palabra, qué giros, qué orientación tienen que adoptar para aprobar. Buscan una clave como guía para pasar. Como Zelig, se acostumbran a asumir el lenguaje, la modalidad y los intereses de cada cátedra hasta terminar la materia. Una vez que aprobaron, se olvidan todo. Es incorporación y emisión, no hay experiencia. Si un autor o un tema les interesa, aprenden a relegarlo para otro momento. Se ha vaciado la organización que daba sentido a estudiar en la universidad. Hacer la carrera es correr. Cada materia es un obstáculo a saltar. Van a la facultad a escuchar y, si los interpelamos, hablan sobre lo que sienten pero al modo Gran Hermano, es decir, de una manera modulada por lo que suponen que se espera de ellos. Tienen siempre alerta la antenita tratando de captar “¿qué espera el docente de mí?”. Es la necesidad de ser eficaces y aprobar. Eso hace que el estudiante deje de ser un sujeto interesado por estudiar. Y la universidad deja de ser un lugar donde se alienta a producir ideas y pensamiento. Desde lo institucional, los planes de estudios tienden cada vez más a producir profesionales. ¿Necesariamente el modelo profesionalista produce esta clase de sujetos? No, hay otros factores relacionados con lo que llamamos subjetividad gestionaria. La universidad es una máquina gigantesca de producir títulos... La universidad forma una manera de ser habitada que nos va tomando a docentes y estudiantes, y es una manera trámite, la eficacia en el trámite. Para los docentes lo eficaz es terminar de dar la materia a fin de año, sacarnos de encima los exámenes, presentar programas, lograr subsidios, tener respeto de los pares. Para los estudiantes se trata de rendir materias y recibirse pronto. Sienten que estudiar en la universidad es el trámite de sacar el título. Su miedo es atrasarse. Son mitos que organizan ese tiempo del sujeto contemporáneo, el apuro y la ansiedad de suponer que adelante está algo mejor, nunca la posibilidad de habitar el presente. En la universidad, este rasgo de la subjetividad contemporánea, dificulta la formación. Si no habitás el presente, si al cursar no vivís una experiencia, después no queda registro alguno, no quedan marcas. El punto central es que en la universidad no hay otra experiencia que la del trámite. Y el trámite hasta puede ser muy lucido, puede ser dar un excelente examen, pero es trámite en el sentido de que no se le produce nada a la persona que lo está haciendo. ¿Qué otras condiciones de la universidad inciden? Por un lado, ya no existe el acto pedagógico tradicional, porque no hay autoridad, no hay consistencia del saber en el otro, no hay ese depósito de confianza en que el otro tiene algo que me va a servir. Este es un quiebre que sufre toda la educación, incluso la crianza de los hijos, toda construcción tutelada de subjetividades. Después sí vienen condiciones propias de la universidad. La masividad genera situaciones terribles de anonimato y el anonimato, en lugar de vivirse como un padecimiento, pasa a ser un refugio. Sólo después de que logramos interrumpir esas cosas los estudiantes pueden reconocer que habían padecido el anonimato o la soledad, y detectan que lo que parecía cómodo no lo era. ¿Qué lazos sociales propicia la universidad entre

estudiantes y docentes?

No existe el lazo social, no existe el otro, no se lo constituye como tal, es sólo un cuerpo que obstaculiza, una voz que molesta dice Bozzolo. No hay un otro en el sentido de par o semejante. Los estudiantes tienen cuatro o cinco amigos con los que se ven, pero no tienen una representación social de “los estudiantes de Psicología”, ni siquiera se conocen. Hay poca conexión, mucha soledad. Entre los docentes no sé cuánto hay de camaradería, sí hay afinidades político-ideológicas entre grupos, y punto. No hay una cosa de cuerpo docente o de claustro, eso no existe, no hay pertenencia, no hay una institución dadora de identidad, sólo prácticas dispersas que van produciendo alguna marca subjetiva. Tampoco las instituciones promueven el diálogo entre docentes sobre la docencia. Y para los docentes es muy necesario hablar de su sufrimiento, no en tono de queja sino de pregunta, para pensar qué se puede hacer... Creo que la clave es pensar no que está por venir una catástrofe, sino que ya ocurrió, que se ha caído el sentido de lo que uno hace y hay que construirlo de nuevo.

CLÍNICA LITERARIA Los ocasos de los desiertos dessolados - Afectaciones y análisis desde el acaecer catastrófico-trascendental hacia las insinuaciones de la inmanencia -

I Se acallaron los ensalmos y las bellas parábolas, han mutilado las epístolas mesiánicas del jesuita iluminado por la poderosa ecolalia del discurso único. El silencio se concretiza como una perplejidad horrorosa o acaso como un incesante merodear por un terror inmanente, por cierta incertidumbre evanescente de un errar belicoso y amorfo. El vacío mortífero vaga, impune, exhibiendo el lastre egoísta, insinuando su exogamia amputada. La epidérmica ficción de nuestros cuerpos impertinentes seduce, con sus gestos, con sus neologismos y sus miradas, en el desierto de la nada organizada. Un padecimiento impreciso lamió, en un decurso originario, la guerra que lo fragmenta. Muchos susurros huérfanos de una deidad central y desprovistos de sus espíritus en trascendencia se lanzaron, inermes en la contingencia, a la creación pecaminosa del lazo orgiástico; se sumieron, envalentonados, en la apuesta anárquica de la promiscuidad indisciplinada, solidaria, vital.

II La Esfinge se relame la piel heterogénea. La disposición circular de los cuerpos configura un sol vaciado. En ocasiones, nuestro propio decurso anatómico intangible, con intermitencias beligerantes, alterna o confluye con resonancias abstractas que presienten, que sospechan engramas. Esta sutil y tempestuosa sucesión de contorsiones sensuales, de avatares carnívoros y retorcimientos crudos, pergeña una demora propia, desamparada, que nos interpela bajo caóticas amenazas de reminiscencias arcaicas. En el centro geométrico de nuestras miradas convergentes, acontece el desvanecimiento de una impetuosa impostura, la paterna. Los dessolados huerfanitos se disponen, disgregados, miedosos, desafiantes, irreverentes y desde la nada vomitan tiernamente sus llamas en guerras sofisticadas. Esas llamas combativas se recrean y ejecutan su propia génesis provisoria en una estrella de fuego errante. Sólo por instantes, el quehacer crepitante irrumpe con santas blasfemias de la inmanencia. Se instala esa faena, con su entramado quemante, con cierta bienaventuranza carnal que decepciona a los conjuros inerciales. En la superficie, se reinventa otra escena, algo acontece penetrando en el barro insondable, vislumbrando la ajena helada. Sobreviene una lengua ominosa que nos lame y nos deshace. Nos lame y nos difunde entre neologismos líquidos, nos disuelve y escupe signo tras signo. Nos chupa indisciplinadamente y baña, con inaudita furia maternal, a cada organismo tajeado por las etimologías opresoras.

Estos dos párrafos constituyen la introducción y el desenlace de un parcial de Psicoterapia II. Intentan decir algo sobre lo vivenciado en ese cuatrimestre de 2006. He adicionado, para esta ocasión, algunos arreglos.

APRECIACIONES INSTITUCIONALES A propósito de La clase rota Me cago en todo léxico pertinente y en toda mezquindad significante. Por eso escribo. Siempre sospeché de esta biblioteca huérfana, nunca pude perderme en su orfandad lúgubre, aún cuando ella se pretenda inexorable. Esta industria académica, esta usina tecnocrática, este panóptico precarizado, esta maquinaria fúnebre -de la que somos vástagos bastardos- ha montado un mecanismo ortodoxo para la fabricación de muñecos de ecos. Este será el octavo año que intentaré subsistir en este dispositivo carcelario del saber. Acá hay que resistir. Por estas celdas siempre incautaron la vocación creativa, por insolente.

Desvanecerse en la homogeneidad disciplinadora...

pliegue descarnado.

“... Durante años permanecimos maniatados, los hilos inapelables ya se han reabsorbido en la sangre de nuestras extremidades. Así, casi fisiológicamente, el sofisma contundente fue ejecutado, como una soga irrefutable en cada garganta, en cada nervio, en cada cráneo, en cada Ya los dedos inmensos nos asfixian desde adentro, nos comprimen cada músculo, nos astillan cada hueso. Estos tentáculos descomunales nos estallan las mandíbulas y difunden las heridas al extirparnos las bocas disecadas. Desde un adentro intruso, las garras cínicas diseccionan el dorso rojo de nuestros ojos amputados. Ahora cientos de manos ajenas nos están penetrando. Ya retumban unos alaridos necróticos. Algo nos destroza las entrañas, nos digita a cada paso, nos impone su palabra. Alguien nos sujeta, en cada cuerpo algo inminente se agazapa. No recordaremos ya si hemos sido. ”

Los bufones blancosdesde el último anochecer de la maquinaria fúnebre -

...o empezar a aparecernos desde el caos herético. “...La mazmorra impune no podrá con nosotros, seguiremos acuchillando a las biblias complacientes de esta tiranía anacrónica, seguiremos mutilando a cada texto, desacralizándolo, y penetrándolo incontables veces hasta extirparle todos sus decursos reflexivos inéditos. Por ello nunca deberemos vaciar nuestros ojos adúlteros. Nunca deberemos deshabitar nuestras mentes transgresoras que hoy gozan contorneando los pecados más hermosos. Porque juzgamos que será desde nuestras lenguas abstractas de heterogeneidad erógena y en el mismo sabor inconsciente de nuestras lamidas, desde donde pergeñaremos la indeclinable poligamia. Sólo mediante nuestro clímax de profanación insomne podremos derogar la propiedad intelectual y abolir su onanismo estéril. Sancionamos que será la instauración incesante de la promiscuidad intelectual la que alumbrará a los claustros esparcidos en la asimetría. Y tal promiscuidad nos excitará, como una herramienta gnoseológico-sensual, para desgarrarnos de la exogamia amputada, para extirparnos del útero panóptico...”

Otro hereje - a propósito de La clase rota -

Ya se vislumbra cómo la heterodoxia empieza a penetrar las hendiduras de la impostura escolástica.

A. Vázquez

Literaria I XV Humanonatural biológico Viento biológico lógico QUE ¿racional? ¿qué? ¿quién? … ¿Dónde estoy ahora que no estoy aca? ¿Dónde debería estar que no estoy? Que no encajo…que desordeno… ¿dónde debería estar? Ser, humano, natural, ¿qué? Biológico, lógico, ¿lógico? ¿humano? ¿ser humano? ¿ser humano lógico?..... y yo….. ¿lógica?;si;¿humana?; si; ¿qué? Que es esa pretenciosidad arrogante de ser persona De ser lógica, biológica, ser bio-psico-social; Ser algo más que esto; ser más que poesía Mas que lo que se es sin cuestionamiento Viento, cuestiono, matematicidad, humanidad inhumana que hace mal al hombre; Discursos sobre el humanismo desde los humanistas deshumanizados …Y yo?… ¿lógica?; yo…¿racional?....¿yo ser humano?.... si, ser humano lógico biológico racional en su naturaleza biológica desbiologizada mata; ser humano que mata; yo no quiero ser humana así no quiero ser lógica, biológica, racional, así no quiero yo ¿qué?... entonces que¿¿¿???

XVI ETERNIZANDO PALABRAS DE PAPEL Corre segundero, va a dar la hora y no Sino la miro no la da “manejo el tiempo” juego a su inexistencia y así en medio de la hora sin nombre puedo escribir poesía sin sentido puedo burlarme del tiempo y ser eterna puedo eternizar en papeles palabras burlarme públicamente del reloj que no se detiene, que no me enseña la hora que no pervierte mi creatividad reloj que no es más un objeto objeto que pretende controlar el mundo objeto que se adueña de la vida del hombre y yo no lo miro, no lo dejo ser lo inanimo ¡ja! Objeto inútil socialmente enaltecido me burlo, no te miro quiere dar la hora y no lo escucho ahora me ensordezco, vivo sin tiempo soy eterna, juego con palabras de papel.

XIX Apertura al infinito finito Humanidad de hombres invisibles Humanidad desgastada de vos y de yoes Humanidad humanizada por humanistas universitarios burgueses y pueblos hambrientos de vos y de mi; Pueblos hambrientos de medio cielo, de apertura de voces, de oídos cerrados-abiertos, ONG que mira y mira, oído cerrado y voces. Las voces gritan para la apertura de mi cuerpo y el nacimiento de la letra, voces que angustian oídos que escuchan. Oídos que no escuchan voces de mundos, mundos que no gritan lo demasiado, hombre que se deja vaciar, hombre que no mira con ojos de niño, hombre que mira con ojos sordos, hombre inhumano, humano, burgués, callado, cómodo, inercia, simple inercia, y por sobre todo resistencia en la nada de la inacción.

XIX Apertura al infinito finito Humanidad de hombres invisibles Humanidad desgastada de vos y de yoes Humanidad humanizada por humanistas universitarios burgueses y pueblos hambrientos de vos y de mi; Pueblos hambrientos de medio cielo, de apertura de voces, de oídos cerrados-abiertos, ONG que mira y mira, oído cerrado y voces. Las voces gritan para la apertura de mi cuerpo y el nacimiento de la letra, voces que angustian oídos que escuchan. Oídos que no escuchan voces de mundos, mundos que no gritan lo demasiado, hombre que se deja vaciar, hombre que no mira con ojos de niño, hombre que mira con ojos sordos, hombre inhumano, humano, burgués, callado, cómodo, inercia, simple inercia, y por sobre todo resistencia en la nada de la inacción. UN RECUERDO al escapar de la siesta de los grandes a la hora inevitable en que el sol cae por el borde en la tarde vimos pasar una infancia trepados en esas plantas de mandarinas que ahora pueden servir de lugar en el mundo para el niño que de grande ya no sabe de qué rama sostenerse para volver a empezar Antonio

EL MURO Posicionado desde los más crueles infiernos, veo pasar el calvario de un hombre muerto que comienza a disciplinarse en los más tecnócratas edificio, para acotar su mente y ponerla al servicio de una sociedad fría. Pero hay veces que un sesgo de iluminación atraviesa a ese hombre y decide enfrentarse con ese muro tenebroso pero esto tiene un costo muy alto que hay que pagar, entonces se queda en el límite de ese muro preguntando ¿hay alguien del otro lado?... Sofista 23/04/07

ESTRELLA VENUS En las mañanas invernales, tan temprano cuando me encamino a enfrentarme, a un batallón de soledades. Eres una referencia inevitable, al verte allí, en el mismo lugar, de manera tan estoica que parece que todo lo ves a tu alrededor, pero a la vez te mantienes tan inerte frente al padecimiento humano, que parece ser una ironía para los hombres por tu belleza y brillo inalcanzables. Pero cuando asomas por las tardes para iluminar el último crepúsculo haces que mi existencia sea un equivoco de la naturaleza y mi tiempo tan acotado que solo me interesa verte esos instantes y es cuando me acerco tanto a ti que tu brillo me enceguece ¡y te resistes tanto a ser mirada de cerca…! Pero en ese suspiro efímero de verte iluminar el crepúsculo, me doy cuenta de por qué eres tan distante Sofista 27/05/07

“Comentar es admitir por definición un exceso del significado sobre el significante, un resto necesariamente no formulado del pensamiento que el lenguaje ha dejado en la sombra (...); pero comentar supone también que este no-hablado duerme en la palabra, y que, por una superabundancia propia el significante, se puede al interrogarlo hacer hablar a un contenido que no estaba explícitamente significado. Esta doble plétora, al abrir la posibilidad del comentario, nos entrega a una tarea infinita que nada puede limitar: hay siempre significado que permanece y al cual es menester dar aún la palabra; en cuanto al significante, se ofrece siempre en una riqueza que nos interroga a pesar de nosotros mismos sobre lo que esta 'quiere decir'.” Michel Foucault, del Prefacio de El Nacimiento de la Clínica. Editorial Siglo XXI

La comisión recomienda...

Dolor País fue escrito a un año del estallido popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, y apunta a analizar las corrientes irracionales de la política argentina, así como las consecuencias que tuvieron, tienen y tendrán en la construcción de la subjetividad. Tal como Silvia Bleichmar lo plantea, “(…) hay placer en demoler al otro, en arrancarlo de sí mismo, en destruir toda resistencia subjetiva que dé cuenta de que aún tiene un pensamiento que le pertenece (…) Es acá donde se opera el mayor despojo padecido: no ya el de los proyectos, sino el del derecho a soñar con una prospectiva distinta, en la cual no se trate sólo de perder menos, sino de permitirse aspirar a más (…)”.Entiende a esta etapa del neoliberalismo como una etapa brutal de liquidación de valores. Para caracterizar la relación intersubjetiva imperante en nuestro país, resignifica un término de Hannah Arendt: “Banalidad del mal”, mediante el cual se refiere a la pérdida absoluta de la noción del semejante, la indiferencia frente a la desigualdad, pero por sobre todas las cosas, al deseo de la muerte civil de quien pone en tela de juicio el orden instituido. En consonancia con esto, propone el concepto que le da título al libro: “dolor país”, el que puede ser pensado mediante una ecuación que dé cuenta de la relación entre la cuota diaria de sufrimiento que se le demanda a los habitantes y la insensibilidad profunda de quienes son responsables de buscar una salida menos cruenta. Piensa a la crisis política, económica y social del 2001 como un efecto y respuesta a ese proyecto de deshumanización, como el quiebre de la banalidad del mal, tratando de expresar, mediante su libro, la importancia de recuperar el derecho a construir una Nación: historizar el silencio que nos permita reapropiarnos de nuestra historia y construir nuestra identidad como actores sociales. En sus propias palabras, podemos decir que “(…) diciembre no es simplemente el estallido de la bronca condensada, sino, tal vez, el inicio de la recomposición de un conjunto de significaciones acerca de quiénes somos y sobre qué horizonte, no sólo económico, sino también representacional.

“Pero si hay algo que todos podemos afirmar porque tenemos la corroboración cotidiana y la certeza subjetiva, es que el índice 'dolor país' se ha ido incrementando a lo largo de los años, y que gran parte de los argentinos parecen haber pasado de la desesperación a la desesperanza, lo cual no es indicador de ningún progreso, ya que la desesperación puede perfectamente conducir a la esperanza, mientras que la desesperanza es la convicción dramática de que el futuro no tiene nada para ofrecer, y que la única expectativa radica en la evitación de que los tiempos que están por venir no sean aun peores que los actuales” “Este también es el 'dolor país': la imposibilidad de salir de la esterilidad condenada a la cual nos sentimos arrojados, de la cual solo puede desatracarnos la convicción inexorable de que tenemos el derecho de recuperar los sueños que, como decía María Seoane, anidan en los pliegues del siglo XX, para darles una textura nueva que los haga compatibles con los tiempos que comienzan” “Los que sobrevivimos tenemos una deuda con la vida: como los judíos postcampo, debemos ser respetables para que nuestra voz se oiga, para que nuestra memoria se conserve, para que no todo desaparezca. Sin embargo, la persistencia de nuestra presencia no siempre garantiza la persistencia de nuestro ser” “(…) proceso de identificación recíproca que permite recuperar la condición de humanidad en riesgo: construcción cotidiana de sentido, de propuestas, de proyección futura, he aquí los requisitos de una humanización posible que genere condiciones para que cada uno se sienta reidentificado a sí mismo” “(…) este rango de precipitación ideológica del narcisismo compartido, se constituye como el eje de toda posibilidad de reconocimiento, y ello no sólo como propuesta externa, sino como modo mismo de polarización de la subjetividad, vale decir, como modelo y proyecto identificatorio, en razón de lo cual insertarse en la parte superior del pirámide deviene no sólo una meta, sino una forma de autovaloración, de autorreconocimietno narcisístico, sin que quienes en ello se ven atrapados tengan posibilidad de descubrir bajo qué formas esta inserción subjetiva se realiza” “(…) Deberemos reciclar el ideal de progreso, porque indudablemente si esto fue el fin de una historia, no puede ello ser confundido con 'El fin de la Historia', ya que esta historia recién recomienza en el punto en el cual fue aniquilada, y no sólo metafóricamente, sino de manera factual, destruyendo a lo mejor de una generación que anhelaba un proyecto diferente (…) Sobre todo deberemos reciclar la idea que viene haciéndose cada vez mas fuerte y que se expresa de múltiples maneras, de que la case política no puede simplemente aplicar un vendaje sobre un cuerpo social que no deja de supurar, y que es necesario que genere un drenaje para que sus miembros corruptos , incapaces, mediocres, imposibilitados moral o intelectualmente de abandonar sus viejas componendas y sus pequeñísimas alianzas de encubrimiento que les permiten el sostenimiento del poder personal y de casta, dejen de seguir siendo considerados compañeros de camino en esta historia” “(…) si hay hoy una derrota fundamental (…) ésta está constituida por la derrota del pensamiento (…)”. Tanto las citas presentes en el comentario del libro, así como los párrafos presentados, pertenecen a Bleichmar, Silvia. 2002. Dolor país. Ed. Libros del Zorzal. Argentina. Bs. As.

Consumo

Este consumo del que tanto hablamos y que actúa como satisfacción transitoria, es una finalidad de la actual sociedad capitalista, sin la cual no podría mantenerse vigente. Para lograr esta supervivencia, el discurso capitalista toma la forma del discurso superyóico, ya que nos plantea un ideal del yo que no podemos alcanzar, y nos castiga severamente por no sortear esta dificultad que nos impone. Como sabemos, las publicidades están siempre dirigidas a un sector determinado de consumidores, según el contexto cultural y el poder adquisitivo. Pero por otro lado, los medios utilizados para dirigir estos avisos, son alcanzados por la mayoría de nosotros: aunque no estemos en condiciones de adquirir un automóvil, una TV, lo que sea, todos podemos salir a la calle y encontrarnos con gigantografías que muestran ofertas que no están dirigidas a nosotros por razones económicas. Como afirmaciones finales, pensamos que es necesario considerar las ideas que de alguna manera impulsaron el surgimiento de este artículo. El hombre es un ser cuya naturaleza reside en la búsqueda de la completud, de la satisfacción absoluta, y de la “felicidad total”; ideas o anhelos que por supuesto son inalcanzables. Esta búsqueda constante es lo que lo lleva a elegir distintas cosas para lograr sentirse completo. Esta condición humana es lo que permite la existencia de la publicidad, haciéndote creer que “eso que esta ahí es lo que necesitas tener, ser, y donde necesitas estar. Pablo.P .Diana. B

REPRODUCIENDO MODELOS CRITICADOS Soy parte del grupo de estudiantes que llevó a cabo la iniciativa de hacer esta revista y quisiera comentar una anécdota sucedida durante el armado de la misma. En ese momento atravesábamos la etapa de decidir cuáles serían las secciones que integrarían la revista y a alguien se le ocurrió dedicar una página (o las que sean necesarias) para la publicación de producciones de pacientes del hospital neuropsiquiátrico (en otras palabras, depósito de pobres con padecimientos psíquicos) de Melchor Romero. Por supuesto que a todos nos pareció una idea fantástica: creímos que este espacio podría funcionar, en tanto medio de expresión, como una vía de comunicación e integración de estos sujetos aislados, privados de su libertad. Hasta que alguno se dio cuenta: nosotros, gente que se supone respetuosa de los derechos humanos y de la necesidad de reintegrar a los sujetos excluidos de la sociedad, estábamos proponiendo reproducir aquello que intentamos paliar: el aislamiento de los pacientes psiquiátricos. Dedicar una página a los aportes de los usuarios de un neuropsiquiátrico implica segregarlos una vez más, decir “esto es de los 'locos', el resto no”. Es por esto que Bastarda no hará referencias a la condición de usuario o no de servicios de salud mental, simplemente porque se trata de un dato irrelevante. La anécdota que se buscó compartir aquí es además una invitación a la reflexión sobre la profundidad de los procesos de instalación de significaciones sociales: a veces quienes nos suponemos libres de todo prejuicio, quienes creemos estar aportando nuestro granito de arena al derrumbe de los modelos estigmatizantes en salud mental no hacemos más que reproducir esos modelos.

Ana Coretta ¿Una estudiante como nosotros? ¿Mi

posición?

Yo (qué manera egocéntrica de empezar) me declaro una estudiante de psicología. No sostengo (ni quiero sostener) ninguna posición de lo que me rodea, más que esta misma. Descreo de las afirmaciones y de los hechos. No participo porque no se por qué, ni dónde, ni cuándo, ni con quién. No dialogo porque no entiendo a nadie que no piense como yo, y nadie piensa como yo. No me interesa lo que pasa más allá de lo que pueda molestarme. Me molesta todo pero, igual, no me interesa porque no se puede solucionar. Cuando me molestan, me quejo pero poco porque no escuchan mis quejas. Mis quejas las digo en voz baja porque no quiero que me vean quejándome. No me decido por nada porque dudar es más fácil. En fin, sólo me dedico a preguntarle a nadie lo que yo dudo y, hoy, he preparado algunas de estas preguntas para compartirlas, aunque no tengo esperanza alguna porque no creo ni que me entiendan ni que compartan mis preguntas… ¿o sí? ¿Cómo hizo Ruiz para llevarse a la tumba el cargo de psicología I y II? ¿Se llevó a la tumba las actividades políticas de sus alumnos? ¿Alguien vio conformado el tribunal de las mesas finales que está publicado en cartelera? ¿Lo puede tomar un ayudante de cátedra? ¿Es lógico que el departamento de alumnos de la facultad de psicología (destinado a la atención de más de 6000 personas) esté situado en el 7mo piso de un edificio con dos ascensores en pésimas condiciones? Mmmmmmm… ¿es lógico que la facultad funcione en el FONDO del pasillo del 7mo piso? ¿El que compraba los bancos de la facultad es diestro (o idiota)? ¿El que hayan comprado bancos para zurdos, es un viraje ideológico? ¿Es casualidad que haya materias que ofrezcan su material sólo en una kioscopiadora en donde te atienden mal y hay un hombre (petiso) que no conoce la risa? ¿El centro es de los estudiantes o de la agrupación que lo lidera? ¿Qué es el centro de estudiantes? ¿Qué es la comisión de estudiantes de psicología? ¿Está bien que al bicicletero de la facultad le paguemos los estudiantes o le debería pagar la facultad? ¿Ahora, el bicicletero, qué tiene que ver con la Facultad de psicología? ¿Borzi refuta la hipótesis de que la edad es inversamente proporcional a la paciencia y la buena onda? Y si no es así, ¿qué les espera a las próximas generaciones? ¿No es paradójico que la norma que establece las autoridades que normalizan, también establezca que estas autoridades estén fuera de la norma? ¿Qué tiene que ver “Norma” Delucca en todo esto? Carmen siempre decis: vamo´ eh!..¿A dónde tenemos que ir? Debe ser que no encuentra el edificio... ¿Cuántos profesores quieren escucharte y cuantos quieren escucharse en tu voz? Al final.... ¿Cuánto de mi esencia hay en los estudiantes? Para preguntas, respuestas y sugerencias comunicate al mail de Ana Coretta: [email protected]

Universidad Nacional de La Plata-Facultad de Psicología VII Encuentro Argentino de Historia de la Psiquiatría, la Psicología y el Psicoanálisis La plata, 3 de Noviembre de 2006 TÍTULO: Historización de los modos de historizar en la formación académica y profesional de los psicólogos de la U.N.L.P Autores: Bravo, Ramiro; Gordoa, Guillermina

Historización de los modos de historizar En este trabajo de investigación, que se encuentra en estado inicial, presentamos las conclusiones e interrogantes que este primer recorrido nos ha dejado. Abordaremos el estudio del tratamiento de la historia desde una perspectiva estructural. Se trata de dar cuenta de cuáles han sido los modos de historizar en la formación académica y profesional; así como delimitar los efectos de esta práctica en la identidad del psicólogo; por lo cual esbozaremos una tendencia en relación a la presencia o ausencia del tratamiento de la historia en los planes de estudio y en la formación respecto de la historia profesional. La metodología utilizada es el relevamiento documental de todos los planes de estudios y algunos programas del año 1958 al momento. Partimos de una aproximación de aquello que consideramos subjetividad universitaria actual, que es lo que nos ha llevado a indagar sobre esta temática. En la actualidad vivimos el pasaje de un ordenador simbólico como lo era el estado, a otro que es el mercado. Este pasaje ha dejado como saldo un cambio en la lógica ordenadora y por tanto una transformación en la subjetividad. Esta sustitución de una lógica por otra, causa del avance del desmesurado capitalismo y la globalización, genera entonces, nuevas formas de ser y habitar. En la Universidad, en la carrera de Psicología, no somos ajenos a esto. Se ha producido una ruptura en la continuidad que garantizaba el estado nación en la constitución del sujeto como ciudadano y se ha pasado a un sujeto que entra a ser bajo las reglas del consumo. En la lógica del mercado y la moda todo es sustituible a grandes velocidades, lo es el celular, pero también lo es el sujeto, las materias de la facultad, los profesores, los espacios. Se instaura bajo la lógica mercantil un nuevo modo de ser y valer para el otro. En este sentido ya no se es a partir de aquello compartido y común, que la idea de historia compartida e identidad otorga, sino por el lugar en el mercado que se ocupa. Lo importante es la elección personal, la realización de uno, la relación de cada uno con el objeto de consumo. En la facultad la ecuación tiempo-efectividad (notas, cantidad de materias aprobadas y tiempo utilizado) instituyen al estudiante como posible de ser reconocido. La educación se ha vuelto mercancía, la formación se trata de la creación de un buen objeto para salir al mercado, los estudiantes tratamos de cotizar alto y para eso hay que hacer las cosas rápido y bien. La velocidad y el consumo permanente no dejan espacio a la experiencia, a la reflexión. No existe experiencia con el objeto, en sentido de transformación dialéctica, en la relación del sujeto con el objeto de consumo, en la facultad el objeto de conocimiento. . El tiempo socialmente instituido opera entonces como pura sustitución. No hay entonces lugar HOY, para pensar en ayer, para historizar, para pensarse como sujetos, como colectividad, para contextualizar, para reflexionar sobre lo que nos atraviesa, nos ha atravesado, sobre lo que nos determina y lo que no. Pensar en historia se iguala a pensar sólo el pasado, a recordar, a hacer memoria y diferenciar el ayer del hoy. Se vacía entonces la idea misma de historización, se simplifica, se desgasta, se anula. No hay hoy tiempo para otros tiempos que no sean los inmediatos. Será necesaria una operación de historización sobre la noción de temporalidad socialmente instituida.

Desde este contexto y análisis partimos para pensar hoy que tratamiento ha recibido la historia en la carrera de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata y cuáles han sido sus efectos. Entendemos la historización como el ejercicio de una práctica que, desde la lógica del presente, permite recuperar el pasado, resignificarlo y ubicarlo en las coordenadas políticas, sociales, económicas y culturales que lo atravesaron y dieron lugar. Comenzamos nuestro recorrido visualizando, en primera instancia, la inexistencia de materias dedicadas específicamente al tratamiento de la Historia de la Psicología en los planes de estudios del año 1958 al año 1960. A su vez no existe en los programas de las materias centrales como Psicología 1 y 2 una revisión histórica sino que se abocan de lleno a lo conceptual, a problemáticas generales de la Psicología, sin contextualización alguna de las teorías ni los autores, que en su gran mayoría provenían de Francia como Merlau Ponty, Lagache etc. La carrera de Psicología nace en La Plata en el año 1958, sin embargo grandes referentes de la Psicología habitaban la facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación desde mucho tiempo antes. La fundación de la carrera no fue casual y respondió a un proceso histórico que fue excluido de las currículas de los planes y las materias una vez fundada la carrera. La influencia del período Peronista en la Universidad y los efectos de éste en la formación de los profesionales, como así también las coordenadas políticas institucionales que permitieron que la psicología se instaurara como carrera, no fueron nunca incluidos en la formación académica de los estudiantes. De este modo, siempre estuvo excluida en la formación profesional la Historia de dicha formación. En el año 1960 con la modificación del plan de estudios se introduce una materia llamada Escuelas Psicológicas Contemporáneas que despliega un recorrido por las diferentes escuelas Psicológicas sin articulación ni contextualización, y excluyendo el debate acerca de lo que configura una escuela, lo cual invisibilza el análisis de lo político institucional en la delimitación de las mismas. Las reformas del Plan '69 y '70 introducen una variable: la sustitución de Escuelas de Psicología Contemporánea y la inclusión de Historias y Sistemas de Psicología, que luego se llamará Psicología 3 y en el año 1983 Corrientes Actuales en Psicología. Psicología 1 del año 1970, tiene como primer punto del programa el estudio de “Las etapas en la constitución de la Psicología: Revisión Histórico Crítica”. Revisando la bibliografía sugerida (Brott, Cerdá, Mueller, Katz entre otros) nos encontramos con que mayoritariamente se trata de manuales o libros que hacen un recorrido por los diferentes pensamientos o ideas psicológicas. Historia y Sistemas es la primer materia que incluye en su programa “la importancia y la significación del estudio de la historia de la Psicología como así también el estudio de la Historia de la Psicología como trasfondo referencial de toda tarea psicológica”. Si bien podemos ver que hay un cambio de enfoque e inclusión de la Historia como temática articulada y articulable con la práctica y la formación, la bibliografía sugerida excluye las producciones nacionales y el contexto político-social de nuestro país que en aquella época tuvo grandes influencias en la producción de conocimientos en el ámbito académico y la práctica profesional de los psicólogos. Sostenemos que la problemática curricular supone un entramado dinámico, histórico y contextual, de relaciones que se establecen entre la sociedad, el estado, las teorías, las prácticas así como los agentes y agencias de producción y resignificación, implicando procesos de sel ecc ión , org ani zac ión , dis tri buc ión y transmisión del conocimiento de las instituciones educativas. En este sentido la currícula oculta, definida como influencias educativas que no están formalmente consignadas en el currículum prescripto, es un operador conceptual que nos permite pensar que la contradicción entre lo enunciado y lo transferido efectivamente devela el ejercicio de poder en la transmisión de conocimientos. Los años sesenta y setenta, mas allá de sus diferencias, fueron momentos históricos de mucho movimiento y cambio, de condiciones socio-políticas agitadas dónde predominaban las inquietudes políticas y la progresiva extensión de las aspiraciones y luchas por cambios sociales. Esto influyó de manera central en el rol profesional de los psicólogos de quién se esperaba una participación activa y comprometida en su lugar de trabajador de la salud mental, acorde a las transformaciones por las cuales se luchaba a nivel nacional. Sin embargo todo ello estaba en discordancia con los contenidos curriculares en los cuales no existieron grandes transformaciones. Con la instalación del cupo cero y la dictadura militar se vivieron tiempos de persecución, muertes, y la instalación del terror en la universidad y el país. Con el advenimiento de la democracia nos encontramos con la continuidad de una modalidad de hacer historia descontextualizada y fragmentada, pero esta vez intensificada por los efectos post dictatoriales, el miedo y la política del silencio. El plan del año 1984 y sus respectivas materias, habiendo pasado más de 20 años de historia de la Formación de la carrera y ejercicio profesional, pareciera en su aspecto formal querer olvidar y borrar lo sucedido al no contemplar un espacio curricular para pensar en el proceso histórico y sus efectos.

La reforma de 1984, con la vuelta de la democracia, aún presentando los mayores cambios, en lo referente a la historia de la Psicología sigue ausente una materia específica y se introduce Corrientes Actuales en Psicología que sustituye a Historia y Sistemas pero que hasta el año 1995 continúa con las mismas características, con mínimas variaciones. En 1996 sin reforma del plan se produce una transformación en la materia Corrientes Actuales en tanto se abre, por primera vez, la dimensión de la Historia Profesional y de las prácticas del Psicólogo en la Argentina Es entonces en los años '90 cuando por primera vez se inicia en La Plata una revisión Histórica de las influencias de los procesos históricos sociales de nuestro país en relación a la formación y la practica profesional de los psicólogos. La instalación de los 90´ como categoría lógica, que implica la consolidación del proyecto neoliberal y su expresión cultural denominada globalización (en tanto estilo de pensamiento y de práctica) pone de manifiesto una aguda crisis que implica desocupación, desfondamiento de las instituciones, exclusión social, fragmentación de lazos sociales y burocratización profesional. Dicho modelo económico y social exige al sujeto y a las ciencias, el amoldamiento a sus tendencias para ser parte de la sociedad, regulada por una lógica de consumo. De este modo se generan prácticas y saberes que permiten habitar bajo la lógica que este modelo impone. Es así que nos preguntamos si un modelo de formación académica que no contemple los procesos históricos, políticos e ideológicos genera la adaptación al sistema sin cuestionamientos, a partir del proceso de sujetación a la instancia ideológica, que naturaliza los modos de dominación y el ejercicio del poder. En este sentido, las modificaciones hechas, a partir del año 1996 en el programa de la materia Corrientes Actuales, plantea la necesidad del historizar como una actividad independiente y complementaria de los contenidos específicos emanados de la disciplina. Se trata de abrir la dimensión de la práctica de historizar como herramienta de resignificación y elaboración de la historia profesional; construyendo así el lógico e inevitable proceso de transformación de la ciencia, el sujeto y el saber, sin eludir una historia y aislarse de su contexto. En función de la descripción realizada es que situamos desde el inicio de la carrera de Psicología en La Plata, un tratamiento de la Historia que se limitó a contenidos, problemas generales de la Psicología y cronologías de ideas, faltando de forma evidente una forma de historizar que contemplase la historia de la formación y los acontecimientos políticos-sociales que incidían en ella. Nos encontramos entonces con la fundación de una carrera que, en su aspecto formal, desde sus inicios y en su segundo momento fundacional no hizo eco de los procesos históricos que permitieron su origen y que tuvieron efectos en la formación, el rol profesional y la forma de habitar la institución. Nos encontramos en un tercer momento histórico a partir de la constitución de la carrera de Psicología como Facultad separada de Humanidades, y no podemos dejar de tener en cuanta estos elementos para pensar en el devenir de nuestra formación, en un nuevo momento de fundación. Nos preguntamos entonces sobre los efectos que esta práctica en relación a la historia ha tenido en la formación de los Psicólogos en la ciudad de La Plata. No historizar sobre los acontecimientos socio políticos que atravesaron la formación, no contextualizar las ideas de los pensadores, no reflexionar sobre las prácticas que determinan la forma de habitar una institución, generan una tendencia a concebir la Psicología y su práctica anacrónicamente. Desconocer la historia limita el cuestionamiento del rol profesional que existe en el imaginario social actual, que es producto de una construcción histórica. Imposibilita la elucidación crítica y la desnaturalización de ciertas prácticas. Obstruye la identidad profesional que se define por su práctica específica y el rol social que delimita su tarea. La fuerte pregnancia del modelo clínico individual psicoanalítico, la imposibilidad de pensar el rol del psicólogo desde otra perspectiva, la resistencia a lo grupal, la ausencia llamativa en los planes de estudio de desarrollos teóricos de autores argentinos, la presencia extraña de cómplices de la dictadura que aún circulan en nuestros pasillos, restan por ser pensados e indagados en profundidad. Entendiendo que se tratan de imaginarios, prácticas, valores, omisiones, olvidos, subjetividades, que se desprenden, entre otras cosas, por determinados rasgos de la subjetividad actual en dónde las categorías temporales de lo histórico y el nuevo dominio de categoría de espacio y superficie producen una subjetividad deshistorizante en los individuos y en la sociedad. Resulta indispensable analizar si una formación que no contemple la práctica de historizar, es funcional a intereses corporativos, a prácticas y discursos hegemónicos y a la conservación de lo que está sin posibilidad de cambio alguno.

Reconociendo lo histórico como una dimensión constitutiva de cualquier acción cultural, una propuesta que incluya la historia con otra que no la incluya responden a distintos proyectos de formación y objetivos en juego en cada una de estas perspectivas. Los modos de historizar son entonces un hecho histórico. Historizar es historizarse, si es necesario un sujeto, una ciencia, un saber capaz de alterarse, transformarse, es absolutamente necesario saber como se compone la subjetividad instituida de la que se parte.

6 Bibliografía consultada: Braunstein, Nestor y otros: “Psicología: Ideología y Ciencia.” Buenos Aires. Siglo XXI, 2000. Cappelletti, Andrés: “Determinaciones políticas en la formación universitaria del Psicólogo”. Facultad de Psicología. Universidad Nacional de Rosario. Trabajo presentado en Salud Mental: El estado de la cuestión de una cuestión de Estado I Congreso Nacional y II Congreso Regional de Psicología; Rosario, Octubre de 2006 Courel, R. & Talak, A. M. (2001). “La formación académica y profesional del Psicólogo en Argentina.” En Toro, J. P. y Villegas, J. F.: Problemas Centrales para la formación académica y el entrenamiento profesional del Psicólogo en las Américas., Vol.1. Bs As.: Sociedad Interamericana de Psicología, JVE Editores (extracto). Domínguez Lostaló, J.C. “Treinta años de práctica profesional del psicólogo”. Primeras jornadas sobre formación universitaria, 1989. Número 1 de la revista “No temas” (páginas 100 a 116). Año 2000. Cátedra de Psicología Forense. Carrera de psicología, F.H.C.E, U.N.L.P. Ediciones cuadernos del Caleuche Di Nella, Yago: “Necesidad de incorporar y/o profundizar la perspectiva de Derechos Humanos en la formación profesional de los agentes de salud mental”. Ponencia en el Encuentro Internacional de Salud Mental. “Nuevos sufrimientos, nuevos tratamientos”. 2-3 de Diciembre del 2005. San Luis. Argentina, organizado por el Hospital Escuela de La Salud Mental de San Luis, La Universidad de La Punta (Instituto de estudios sociales, económicos y psicosociales). Colegio de Psicólogos de San Luis. Inédito Dagfal Alejandro: “La Psicología en la ciudad de La Plata durante el periodo peronista”.Ficha Galende, Emiliano: “La subjetividad actual y su patología”. De un horizonte incierto. Piados.1997 Langer, Marie: “Psicoanálisis, lucha de clases y salud mental”. Artículo de libro: “Marie Langer: mujer, psicoanálisis y marxismo”. Recopilación de J.C. Volnovich y Silvio Werthein. Editorial Contrapunto. 1989. Lewkowicz, Ignacio: “Subjetividad Contemporánea: entre el consumo y la adicción”Ficha. Lodieu, M. Teresa; Héctor Scaglia, Julia Santos: “Problemáticas relativas a la formación de los psicólogos”. Ciclo Básico Común. Universidad de Buenos Aires. Trabajo presentado en Salud Mental: El estado de la cuestión de una cuestión de Estado I Congreso Nacional y II Congreso Regional de Psicología; Rosario, Octubre de 2006 Nacleiro, Maria Laura: “Historia de una disciplina: identidad de una profesión”. Trabajo presentando en las jornadas de investigación de la UNLP, Noviembre 2000. Nacleiro, Maria Laura: Fundamentación del programa de Corrientes Actuales en Psicología. FHCE, Universidad Nacional de La Plata. Año 2005. Pavlovsky, Eduardo: “Lo Grupal 3”. Cap: Psicoterapia, psicodrama y contexto sociopolítico. Ediciones Búsqueda. Buenos Aires. Argentina. Año 1986.

Hu Mor

Revista de la comisión de psicología

CONCURSOS Y SELECCIONES DOCENTES La participación en concursos y selecciones docentes es una de las tareas que convocó, y aún convoca, a quienes integramos la Comisión. Se trata del mecanismo por el cual acceden nuestros profesores a cargos docentes: Titulares, Adjuntos, JTP y Ayudantes, que desarrollan en la Universidad actividades de docencia, investigación y extensión. El Estatuto Universitario se refiere al mecanismo de Concursos Docentes en su Art. 18: “Los cargos docentes ordinarios se proveerán por concurso público de oposición y antecedentes.”; y en el Art. 19: ”Cuando vacare un cargo docente, se llamará a concurso dentro del término de sesenta días. Cuando se creare un cargo docente, se llamará a concurso en el mismo acto.” Este procedimiento debe llevarse a cabo de acuerdo a los pasos que indica la Ordenanza 179/86 Reglamento de concursos para la provisión de cargos de profesores ordinarios-, del Consejo Superior. Sin embargo las carreras de Psicología desde hace ya un año Facultad - no tienen a la mayoría de sus cátedras concursadas, o los concursos están vencidos y/o prorrogados, o bien las designaciones se realizaron por medio de “selecciones docentes”. La selección docente es un método destinado a los cargos denominados “interinos” (en oposición a los cargos “regulares”, nominación correspondiente a los concursados), y su existencia debería responder a las urgencias, y ser por lo tanto, transitoria; esta condición no se cumple en la gran mayoría de los casos. Por otro lado, da lugar por sus criterios poco claros y por su escasa difusión- a arbitrariedades e irregularidades. Las selecciones docentes teóricamente se hacen para evitar los largos trámites y gastos que requiere un concurso, pero sin caer en la opción de la “designación directa” o “a propuesta de la cátedra” (popularmente conocida como “elección a dedo”); no obstante no son legales. Ya en los comienzos de los años '90 las Asesoría Legal de la Universidad cuestionaba los llamados a cubrir cargos interinos mediante selecciones docentes (mediante su dictamen n° 11.301, expediente 500-50.147/90 al que hace mención la Facultad de Humanidades en la resolución n° 382 de 1992). Otra importante diferencia entre una “selección” y un “concurso” consiste en que la evaluación en las selecciones se realiza sólo teniendo en cuenta los antecedentes del postulante es decir, sólo se lo conoce por medio de su currículum-, y una “propuesta pedagógica” que elabora el aspirante; en cambio en el concurso se lleva a cabo una clase de oposición, y en caso de ser necesario, también se realiza una entrevista. A partir de la reapertura de la carrera en 1984, fue necesario resolver diversos problemas, algunos con cierta urgencia. Muchos de estos problemas (como por ejemplo algunas designaciones docentes) se taparon con “parches”, que ocultaron (en mayor o menor medida) el problema de fondo, que en algunos casos persiste hasta el día de hoy sin solución, generando consecuencias graves. Con respecto a las designaciones docentes, la principal dificultad en Psicología es que la mayor parte de la planta docente no está designada por concursos. Uno de los requisitos para la “normalización” de Facultad (es decir para ser una Facultad regular, con un Consejo Académico Resolutivo como el del resto en vez de Consultivo como es ahora- y con autoridades y representantes de claustro que resulten de elecciones) es que el 80% de los cargos de titulares y adjuntos por un lado y el 80% de los JTP y auxiliares por el otro, se encuentren en situación regular. Es por esta razón que la Facultad llamó a concurso a fines del año pasado para que en este 2007 se realicen concursos de algunas materias. Los criterios por los cuales se llamó a concurso de determinados cargos de ciertas materias, y no de otras, no fueron explícitos. Esta arbitrariedad no azarosa genera preguntas y sospechas. Los estudiantes tenemos lugares legítimos para ocupar tanto en concursos como en selecciones docentes, lugares que históricamente estuvieron vacíos. En situaciones normales, es el Centro de Estudiantes quien debe difundir entre el claustro de estudiantes un llamado a concurso a los fines de inscribir a los interesados en ser jurado. El Art.10 del Reglamento Interno para llamado a concurso de Auxiliares Docentes de la Facultad de Humanidades, que hasta ahora tiene vigencia también para la de Psicología, establece que “la Comisión Asesora que dictaminará en cada concurso estará integrada por tres profesores o ex profesores, investigadores o profesionales del más alto nivel, un representante del Centro de Graduados y un representante del Centro de Estudiantes, todos con voz y voto. El representante alumno designado deberá haber aprobado el 30% de las materias de la carrera a la cual pertenece la cátedra objeto de concurso incluyendo la asignatura en cuestión; o en su defecto, haber aprobado el 50% de las materias de la carrera a la que pertenece la cátedra objeto de concurso”.

Esta vez, la información de la inscripción que cerraba el 30 de marzo- fue proporcionada al Centro y a la Comisión de Estudiantes de Psicología (desde noviembre la Facultad hizo participar tanto al Centro como a la Comisión de todo aquello relativo con el estudiante) y fue a último momento, en asamblea de la Comisión y con algunos de los representantes del Centro participando en ella, que nos inscribimos a los distintos concursos aquellos que estábamos interesados y cumplíamos los requisitos; de lo contrario la inscripción iba a cerrar y los estudiantes quedaríamos afuera nuevamente. El Centro de Estudiantes no lograba cubrir esos lugares, solamente se anotó en los concursos de: Biología Humana (Titular), Psicopatología I (Titular), Neuroanatomía (Titular), Neuroanatomía (Adjunto), Psicología Social (Titular), ¿casualmente? las materias más polémicas, y finalmente no asistió a los dos últimos. El resto fue cubierto por la Comisión, que después de bastantes idas y vueltas fue encontrando espacios para reunirse con la intención de trabajar con los reglamentos, currículum de los aspirantes y demás herramientas que nos permitan llegar a esa instancia un poco mas preparados. Todavía quedan concursos por realizarse este año, ya se efectuó otro llamado, esperemos que una vez normalizada nuestra Facultad continúe esta buena costumbre. También es útil asistir como oyentes todos podemos hacerlo, sin previa inscripción ni requisitos- a las clases de oposición que deben brindar los aspirantes al cargo. Si bien les sorprende, el resto de los jurados miembros de cada comisión asesora y los postulantes reconocen como algo muy valioso la presencia de los estudiantes. La información pueden obtenerla del Departamento de Concursos -en el séptimo piso-. Ojalá que estos mecanismos sean cada vez mas transparentes y que los estudiantes nos acerquemos más, ya que si bien falta para alcanzar la auténtica democratización de la Universidad esto demuestra que con un lugarcito ya contamos y tenemos que aprovecharlo y afianzarlo.

Edificio para Psico YA! Comenzaba el año y movidos por las incertidumbres que generó nuestro tan esperado pase a Facultad, decidimos ampliar nuestro conocimiento, saber qué implicaba tal pase, qué era lo nuevo que se inauguraba y decidimos salir en busca de lo necesario para poder colmar, aunque sea momentáneamente, nuestra sed de saber. Así nos juntamos algunos estudiantes, capaz que lo que nos unía eran inquietudes, ganas de saber, de participar y de acompañar a la metamorfosis que estaba atravesando y atraviesa nuestro lugar de estudio; pero por sobre todas las cosas, empezamos a notar síntomas, cosas que hacían ruido y se revelaban muy claramente con la percepción de cualquier agente que ¿habite? en ella, hasta el menos observador. Lo principal era la falta de espacio físico, ya todos lo veían y hasta los mismos profesores nos confirmaron el problema. No estábamos errados, no habíamos alucinado en lo que veíamos; algo no funcionaba, y no funciona, porque algo falta, y no es el edificio en sí (aunque tampoco lo tenemos)...falta algo que es esencial para nuestro futuro como profesionales y para ser agentes activos hoy en día de esta institución: la no apuesta hacia la educación. La falta del edificio refleja el entretejido político que es difícil de captar, y que atraviesa a la educación. ¿Cómo podemos hacer para desentrañar lo que determina que hoy no tengamos edificio? ¿cómo podemos actuar sobre eso? Es así que no solo necesitamos saber, si no que nos vemos en la necesidad de actuar. Entonces iniciamos un camino de lucha. Lo que continua es el relato, una crónica, del recorrido que transitamos de febrero a abril, tres meses en los que pasó de todo en esta búsqueda de solución para el problema de la falta de edificio para Psicología, ya que empezábamos el año sabiendo que Humanidades no compartiría mas sus aulas con nosotros y que Derecho no iba a moverse. Es un recorrido que en definitiva no terminó y que para llegar a buen destino es necesario que seamos muchos: todos los estudiantes, docentes y no docentes, todos los afectados por esta grave situación. Por eso creemos que es fundamental conocer bien cómo se fueron sucediendo los hechos para poder tomar posturas propias y discutir entre todos cómo continuar la lucha por el Edificio, mas Presupuesto y Democratización para nuestra Facultad, tres ejes íntimamente vinculados. Qué mejor que poder tomar postura ante cosas que nos involucran tanto. El problema mas urgente -y visible- en la nueva Facultad de Psicología es la falta de espacio físico, tanto para el personal administrativo y de gestión como para los estudiantes, lo que vuelve casi insostenible el funcionamiento de la Facultad. En Febrero a contrarreloj la gestión consiguió las aulas para llevar a cabo el Curso de Ingreso, pero aún rondaba la incertidumbre del espacio destinado a las cursadas del resto del año, ya que lo que se sabía era que no se iba a contar con el apoyo de Humanidades (como estaba pactado), ni con las aulas de Derecho (porque esta Facultad no planeaba mudarse todavía debido a la demora en las obras en el ex-Jockey-¿planea hacerlo para estas vacaciones de invierno? no lo sabemos con certeza...¡ver para creer!). La Comisión de Estudiantes de Psicología decidió entonces reunir la información precisa, esto es, las aulas confirmadas para los primeros meses del año, y describir las condiciones en que funcionaba y sigue funcionando- la Facultad. Todo esto se recopiló en el Informe que se elaboró con el objetivo de que la crítica situación sea advertida por todos: por los afectados y por quienes deben dar respuesta. En primer lugar la Comisión se citó con la Decana Edith Pérez para discutir sobre las condiciones edilicias y presupuestarias en las que se desarrollarían las actividades académicas durante este año, conocer el estado de las negociaciones y consultar su posición respecto de las medidas a tomar. Allí se hizo manifiesto que por parte de la gestión la política a seguir consistiría en conseguir lo mínimo indispensable para garantizar el comienzo de clases. Desde la Comisión planteamos nuestro entendimiento del caso, pero a la vez la disconformidad de aceptar lo mínimo indispensable, sobre todo por no compartir que lo mínimo fueran las condiciones actuales. Asimismo ella entendía que los estudiantes tengan sus propias medidas de lucha en las calles o donde lo consideremos necesario y que la Gestión seguiría las negociaciones en los despachos.

El siguiente paso fue llevar el Informe al Consejo Consultivo, allí se aprobó nuestra moción de hablar con autoridades de la Universidad y se avaló dicho documento. Finalmente, informe en mano, tuvimos una reunión con el Secretario General de la UNLP, Arq. Fernando Tauber y el Director de Planeamiento, Guillermo Nizan, para pedir explicaciones y soluciones (a pesar de que a ese momento los funcionarios no habían leído el Informe, que le habíamos acercado con anterioridad, y prometieron leerlo luego...). En síntesis, nuestro reclamo fue relativizado y las respuestas casi nulas. Tauber nos aclaró que ellos comparten nuestra preocupación y que los estudiantes somos escuchados en el Consejo Superior como escucharon en su momento los reclamos por el comedor y otras luchas estudiantiles, haciendo explícitamente manifiesto que lo que sí escuchan las autoridades son los reclamos y la lucha en las calles. Así es como en el espacio de la Comisión de Psicología, junto con los representantes de Unite (conducción del Centro de Estudiantes), Aule, Utopía, Partido Obrero y Tesis XI discutimos y decidimos no seguir esperando dado que el comienzo de nuestras clases se volvieron a postergar por falta de aulas hasta el 9 de abril y que aún no esta prevista la continuidad de clases durante el segundo cuatrimestre. Así, resolvimos la primer medida de lucha que fue la Radio Abierta y Asamblea del miércoles 28 de marzo, cuya organización fue difícil sin las cursadas iniciadas excepto por algunos teóricos, es decir, sin la mayoría de los alumnos y docentes en la Facultad. Mas allá de eso, el balance de esa jornada de lucha fue positivo para nosotros, durante todo el día pudimos expresar nuestro malestar al Rectorado (en Av.7) y “compartir” la incomodidad con la gente de las Facultades vecinas en la cuadra de 48 e/6 y 7, leyendo también el Informe y contándole la situación a aquellas personas que se acercaron. Pudimos realizar al final de la tarde una Asamblea en la calle con aproximadamente 80 estudiantes en la que se decidieron varios puntos, entre los mas importantes: continuar la lucha con una Marcha el viernes 13 de abril al mediodía, una nueva Asamblea para el día 20/4, teniendo en cuenta que la convocatoria se ampliará una vez que empiecen las cursadas (y se hagan manifiestas las insoportables condiciones) y no dejar aislados los ejes de mas presupuesto y democratización que están en directa relación con la falta de edificio propio en Psico. La semana del 9 de abril comenzó con un paro a nivel nacional y todo el país conmovido frente al asesinato del maestro Carlos Fuentealba durante la represión policial a los docentes en Neuquen, ocurrida el 4/4, sumado a esto la represión y conflicto docente en Salta y Santa Cruz. Ante estos nuevos hechos en la Comisión evaluamos nuevamente la posibilidad o bien dificultad de hacer la marcha pautada, ya que por un lado queríamos respetar la decisión de la Asamblea, pero por otro lado salir a luchar ese día por nuestra causa mientras las luchas docentes habían alcanzado tal gravedad nos parecía ridículo y tampoco teníamos la intención de aprovechar la situación de caos y estupor que vivimos todos. De todas formas para hacer valer ese espacio y continuar el diálogo entre los estudiantes, citamos a los que pudimos para el viernes 13 a la una de la tarde. Ese día, la concentración fue de...las mismas personas de la Comisión de Psico, las mismas caras conocidas, lo que nos llevó replantearnos la lucha que habíamos empezado y que creímos que estábamos siguiendo con nueva compañía. Es decir, nos preguntamos si realmente a los alumnos les preocupa como a nosotros el problema de la falta de edificio, los problemas relativos a la Facultad que integran, y pensamos nuevos modos de lograr el interés, estrategias para concientizar a nuestros compañeros, aunque nos lleve mas tiempo. Es cierto que en ese momento las cursadas se iniciaron, en el edificio del ex-Liceo (47 e/6 y 7), en condiciones suficientemente apropiadas (al menos bastante mejor de lo que suponíamos), y que gran parte del estudiantado está cómodo con esas aulas...además muchos creen que la solución llegó, que ese edificio ya es nuestro...pero tenemos que estar concientes de que ese edificio no nos pertenece, por lo menos no está destinado a Psicología, y que para el segundo cuatrimestre no está garantizada la continuidad de las clases. Por eso no podemos quedarnos de brazos cruzados. Así empieza la historia... aunque no sabemos como continúa... ¿se te ocurre algún desenlace?

Como nos quieren...

LITERARIA II Noviembre, 2005

el Insignificante

Cayó la noche en el centro de mis ojos, en la esencia misma de mi carne cavilante. El viento rumiante y solitario congela la fisonomía cruda del cielo. En la madrugada retornan los rostros desollados; unas facciones aberrantes me llegan desde las abstracciones cínicas, arriban sin arquetipos, se proyectan desespejadas, desprovistas de simetrías inversas, provienen desde las entrañas de mi mirada pétrea, me circundan hambrientas, me cercan, lactantes, con su voracidad roja. Unas voces me mastican. Me subyuga una pasión primaria, anónima. Siento un goce obsceno y feroz murmurando por entre los significantes que articulan mi ritual sombrío, acaso ajeno. Mi piel de diamante pareciera resquebrajarse reflejada en la superficie indiferente de la negra bóveda. El lago cristalizado en el espejo beatífico resultó una quimera, un engaño que detenta un infinito hipócrita, una mortalidad inerme. Deseo ser el hombre que no ha nacido. Han pasado dioses e innumerables ejércitos de siglos por sobre la arena luminosa, aquella en donde nunca he logrado existir con mis ilusiones de metal precioso, exactamente esa que no acaece y que intentaron, cierta vez, mis fantasías alienadas aprehender. El sol irrumpirá otra vez y otras y otras con su llanto rojo de luz, mientras los mitos despiadados devoran y devoran a sus hijos. Quizás una deidad insurrecta hecha de llamas etéreas y sin nombre digite en mi garganta animal la sublevación ante el ayer.

Entre los otros infinitos unas letras que ya no serán mías - aunque nunca lo han sido - irán desfalleciendo, morirán eternamente en su silencio mago, ese ocaso las hará inmortales por el hecho de haber nacido muertas. Unas letras mudas de mi ser errante o de una configuración enterrada planearán la noche ostentando su belleza a las estrellas mansas. Estos signos fríos que me atravesaron, con los que configuré mi alma de palabras, advinieron imponentes e incontestables en torrentes de letras líquidas y metálicas. Estos engramas atemporales darán nombre y vida a cada nueva gota del rocío, a cada minúsculo círculo acuático que fulgure en todo amanecer naranja y se enrede con el sonido fresco de las brisas incesantes; sólo seré entonces una criptografía infame, seré una mera verosimilitud despiadada ostentando irrealidades de un cuerpo perdido, seré las sombras letradas de un ser que ha sido sólo un destello incorpóreo encarcelado en la materia. Seré flagrantemente allí donde un susurro textual ininteligible vocifere mi retorno, mi irremediable nunca... Soy el hombre que no ha nacido. Lo escrito bajo tus ojos me ha encarnado y reencarnado, leyendo estas cifras resecas te has fundido en el mito y me has parido original y nuevamente. Me has creado y recreado con la fuerza de tus ojos letrados y con el alarido callado de la tempestad en nuestro goce vociferante. Hemos asistido a una prestidigitación antigua y universal, soy en el centro mismo de tu locura rechinante el gran Insignificante. Aunque sólo me instituyas en tu ser intangible como un crepitar literario, es por tu obra viviente que he vuelto a ser lo que quise y no ser.

mauro basilico

être Mi esencia inmortal es diversa a la materia. Fui confinado a este organismo finito y en él he crecido, aprisionado; como si acatara a un destino perverso, me he construido afectiva, intelectual e incorpóreamente mediante la interacción creadora con el orbe lascivo que no deja de no liberarme. Yo soy el verdadero ser, soy etéreo y estoy recluido. Circundo agazapado entre los órganos, encerrado detrás de la piel, errando de manera sublime para resquebrajarla, encarcelado entre las fibras y los huesos, combatiendo con armas letradas para cuartearlos.

Di-fusión “ Creo que Onetti decía que cuando tenía que mandar un mensaje iba al correo” Las cifras que he vomitado son la evidencia precisa de mi abstraccionismo concreto, él constituye una dualidad muerta. Son oscuros rastros de axiomas inhumados. Es la deseada y escogida prevalencia de un discurso que no necesita exhibir específica y detalladamente lo que sucede instante tras instante en la densa facticidad, sino aquella disertación cavilante, aquel acontecer nominativo que discurre errático por el registro del significado, que se excita en la turgencia del sentido amputado, acicateando al horror. Quizá la imprecisión nos anestesie, acaso te impulse a la sinuosa reflexión del letargo, acaso a la ambigüedad hermética y difusa del sueño incontable. Mauro, 2 de Febrero de 2007.

Un madero en medio de las aguas (Acerca de la Ética y la Posmodernidad)

A MODO DE INTRODUCCIÓN Éste trabajo surge circundando la problemática referente a la constitución de una ética posible en la contemporaneidad. El seminario optativo “Problemas éticos de la Psicología” a cargo de la Mter. María José Sanchez Vazquez, fue el espacio que me brindó las condiciones de posibilidad para poder problematizar la temática en cuestión. Los evidentes cambios que lo “Post” despliega generan la inmanente necesidad de una reformulación de múltiples campos, como el de la ética y su relación con la Psicología, disciplina que, por su puesto, no queda exenta de los alcances de los cambios y los debates contemporáneos. Varias modificaciones son necesarias, especialmente cuando las teorías existentes parecen ser obsoletas frente al llamado de una nueva clínica. Como dijo Ana María Fernández, los psicólogos son formados para enfrentar una clínica destinada a sujetos que sufren por su pasado, olvidando que en la actualidad, a causa de la caída de la modernidad, los sujetos padecen por su futuro. Mi propuesta será, en un primer momento, realizar una descripción de lo “Post”, luego analizar las modalidades peculiares que el funcionamiento del Poder adquiere en esta época. Mi intención será mostrar que un análisis desde lo Moral queda ligado a los ideales de la época, los que incluso responden a estrategias del Poder. Para esto, en un tercer momento, me centraré en la categoría de Sujeto Moral. ¿Es posible alcanzar un análisis desde la ética que deje de lado totalmente las particularidades de una época dada, las normas, valores, creencias e ideología?, ¿Es posible considerar aisladamente la ética respecto de la estructura social y del Poder que da lugar a la creación de ideales colectivos, escalas de valores, ídolos, creencias, mitos? DESARROLLO I “(...) Caras afantasmadas en ventanillas nocturnas, la cercanía de los cuerpos anónimos. La mirada huidiza. El hablar solo. El hacinamiento de las horas y el vaciamiento de las horas. El estrépito borra las señales, se deshacen como humo en el viento las bromas, los insultos, la risa, y se abre el hueco de los avisos para nadie, los 'compre en' o 'adquiéralo ya'. (...)” SYLVIA IPARRAGUIRRE Todo parece indicar que debemos dejar a un lado las añoranzas y, de una vez por todas, aceptar los marcados y profundos cambios que esta nueva era nos propone. Varios autores consideran que no podemos seguir hablando de “Modernidad”. Dicha categoría se ha ido desmoronando junto a las características que le han dado consistencia durante largo tiempo, a saber: la idea de sacrificio, de voluntarismo y, principalmente, la seguridad de que el progreso cultural estaba asegurado por la ciencia. Cuando hablamos de progreso es inevitable no detenerse en un rasgo de época característico de la modernidad: tener siempre en vista el horizonte, el acento en el futuro. La modernidad cree en un avance progresivo hacia la emancipación, la libertad y la verdad, como una flecha lanzada hacia un mañana mejor. Se habla, entonces, de la era de lo “Pos” (la Posmodernidad, lo Posmetafísico), época del desencanto, del fin de las utopías, ausencia de grandes proyectos que descansaban en ideales que se han dispersado, hasta desaparecer, por no haberse cumplido nunca. Se acuñan expresiones características de la época: “relax”, “imagen”, “consumo”, “final de la historia”. Época caracterizada por la errancia (virtual), nomadismos gregarios constantes. Los comportamientos de los integrantes de esta sociedad “pos” parecen ser símbolos mnemicos de lo Dionisiaco, monumentos recordatorios de un clima festivo “actualizado” donde priman “... valores hedonistas, respeto por las diferencias, culto a la liberación personal, al relajamiento, al humor y a la sinceridad, al psicologismo, a la expresión libre...” . El cambio se instaura progresivamente con lo que Lyotard denominó la caída de los grandes relatos, las grandes teorizaciones filosóficas del siglo XVIII y XIX (el iluminismo, el positivismo, por ejemplo) han entrado en crisis, han sido invalidadas en las últimas décadas. Estas producciones han legitimado modos de saber, dando sentido al discurso científico. Lo cierto es que las actuales sociedades informatizadas desconfían de estos “metadiscursos de legitimación”. La razón y la Religión se han ido derrumbando como dadores de sentido. Los sujetos se encuentran perdidos, no hay posibilidades de actuar a partir de fundamentos sólidos.

El avance escalofriante de la tecnología ha desembocado en un predominio de lo virtual: mensajes de texto por los celulares, navegadores de Internet y veinte horas diarias de televisión son ribetes que adornan un sistema perverso que atraviesa subjetividades desfondadas, con recursos simbólicos achatados, sujetos derrotados, imposibilitados para tomar la palabra, sujetos que persiguen, sin cansancio alguno, objetos, señuelos en la casi infinita metonimia del mercado. Los “sueños” posmodernos se desprenden del mercado y son impuestos por los medios masivos de comunicación con una fugacidad imposible de seguir. La sociedad posmoderna se constituye, de este modo, como la apoteosis de la sociedad de consumo. Lo estético adquiere un valor único, lo importante es lucir un envase o un envoltorio superficialmente presentable, exaltación del cuerpo paralela a la exaltación de los sentidos y de un hedonismo que, CONSUMA incluso, llega a atentar contra la salud. El cuerpo se pone en primera plana, los individuos parecen reducidos a un cuerpo al cual muestran desnudo con llamativa facilidad. Nos podemos percatar fácilmente del ascenso en que se encuentra el nudismo en la cultura posmoderna. El sujeto se autoconcibe como un individuo constituido por necesidades que deben ser satisfechas de manera constante, como si este perpetuo movimiento lograra instaurar la ilusión de una demora en la decadencia. Los lazos sociales se disuelven, las personas se hallan fundamentalmente solas, rodeadas por otras personas que persiguen su propia satisfacción. Surge, de este modo, una marcada tendencia al aislamiento. Los individuos viven su existencia como en un perpetuo presente y ponen la mirada en un futuro que solo es concebido como un interjuego entre nuevas necesidades y satisfacciones. El sujeto actual busca el consumo, el confort, los objetos de lujo, el dinero y el poder; elementos, todos estos, necesarios para dar respuesta a las necesidades que se le plantean. La sociedad posmoderna descree de los ideales emancipatorios y especulativos, ideales que se concebían como universales (debían valer para toda la humanidad). Descree también en los grandes relatos modernos, los reduce a fábulas simplificadoras. Los hechos mismos son quienes contradicen estos ideales. Los campos de concentración y la política de exterminio de los nazis, junto con la experiencia vital del siglo XX, empezando por las dos guerras mundiales y siguiendo por todos sus horrores, son ejemplos que van en detrimento del ideal de progreso y no hacen más que provocar el desembarazo de toda utopía. En suma: “…Auschwitz, Dachau, Hiroshima, Nagasaki, las dictaduras de América y de África, la lapidación de las mujeres y la prostitución de los niños…” no hace más que demostrar que, al contrario de lo que se creía, no todo lo real es racional. Tampoco está de más recordar que Freud mencionó la importante cuota de agresividad con la que cuenta la dotación pulsional del ser humano. Tener en cuenta este rasgo constitucional del hombre llevó a pensar, no ya en el progreso de la cultura, sino en el malestar de la cultura. No es sorprendente que el sólo evocar una perspectiva futura, de los descubrimientos y desarrollos del saber, evoquen un horror por la cultura. Las teorizaciones absolutizantes y las certidumbres han llegado a su fin, lo que emerge es un pensamiento de lo parcial. No queda otro camino que la aceptación de la fragmentación, la diversión al menor costo posible, la diversidad, el individualismo estetizante, el relativismo, la pluralidad de lenguajes y la vaguedad de la indeterminación. ¿A qué echar mano en esta era del vacío en la que los sucesos y los sujetos pasan y se deslizan?... II “(...) Al fin y al cabo también la caducidad de las utopías, y la muerte de las ideologías, y el fin de la historia, no son otra cosa que tácticas tramadas e impuestas por el Poder.” LILIANA HEKER Las formas en las que el poder se manifiesta no quedan exentas de las transformaciones sociales y culturales características de lo “Post”. Haré un rodeo valiéndome de un ensayo de Liliana Heker, quien sostiene que el poder es por su propia naturaleza un exceso e inmoral. La autora intenta adentrarse al concepto de poder, para ello toma a Michael Foucault: “La prisión es el único lugar donde el poder puede manifestarse en su desnudez, en sus dimensiones más excesivas, y justificarse como poder moral. 'Tengo razón en castigar, puesto que tu sabes que está mal robar, matar...'. Esto es lo fascinante de las prisiones; por una vez el poder no se oculta, no se enmascara, se muestra como feroz tiranía en los más ínfimos detalles, cínicamente, y al mismo tiempo es puro, está enteramente 'justificado', puesto que puede formularse enteramente en el interior de una moral que enmascara su ejercicio: su bruta tiranía aparece entonces como dominación serena del Bien sobre el Mal, del orden sobre el desorden” . Heker se detiene en el punto en el que Foucault habla de “justificación”, la cual le otorgaría al Poder su razón moral. Es aquí donde ella se pregunta: ¿el Poder tiene realmente un objetivo fuera de sí mismo? Aclara que la palabra poder es maleable y multifacética, en este sentido diferencia entre “el poder de” (lo que puede la ciencia, la información, el pueblo, las palabras) y El Poder. Éste último aparece como significante despojado y autosuficiente. El Poder no es nunca plural y no tiene potencialidad propia, absorbe las potencialidades o las aniquila, en tanto le sirvan o no a su fin, y el fin del Poder es el Poder. Para la autora el Poder está al margen de todo objeto, se instala solo, lleno de sí mismo y sólo actúa para alimentarse y para manifestar su presencia. Por su accionar es siempre inmoral e injustificado aunque actúe en nombre de la moral y tenga los medios para imponer

Al hablar del ejercicio del poder podemos circunscribir un modo tradicional o elemental: “... sin máscara, cuerpo a cuerpo, a través de un señor feudal, o de un rey, o de un amo, quienes en última instancia tendrán derecho de vida y muerte sobre los otros”. La forma que adquiere el poder en el mundo contemporáneo es otra. El poder, hoy, degrada, tortura y extermina con la misma brutalidad y la misma impunidad con que lo hacía en la Edad Media, pero ya no puede presentarse exhibiendo su rostro desnudo y brutal. Para sostenerse necesita estar enmascarado y seducir. Miedo, secreto y seducción son tres elementos mediante los cuales mantiene su vigencia. “El poder en efecto conserva el secreto de sí mismo. Continuamente se encubre, se infiltra, detrás de lo que no aparece como poder, y nunca muestra su verdadera estructura, su compleja trama de relaciones y subordinaciones. Entonces, al no estar concretamente en ningún lado, puede estar en cualquier parte, lo abarca todo”. Difuso, invisible, omnipotente y omnipresente, el Poder, hoy, se parece cada vez más a la Divinidad. Tomaré una cita que Heker toma de otro autor, la cual me permitirá avanzar: “Cuando un psicoanalista supone que la cura termina en el momento en que el paciente se reintegra a la sociedad, está admitiendo que esa sociedad es el mejor de los mundos posibles, no imagina cambiarla: no hace ideología ni ética; él cura, sin pensar que asume de hecho la ética y la ideología de la sociedad, que son las del poder”. Pero, ¿la ética permanece ligada a los ideales de una sociedad?, ¿es válido hablar de la ética de una sociedad? Debiera diferenciarse, en primera instancia moral de ética. Es necesario desligar a la ética de los valores y las normas que imperan en una sociedad determinada. Cuando hablamos de ética nos referimos a una disciplina filosófica, racional (en tanto intenta buscar argumentos) y crítica. La moral no necesariamente es racional, tiene que ver con el espectro de valores, ideales, normas, creencias e ideologías, las cuales rigen las acciones de los hombres, acciones que pueden justificarse a través de argumentos no necesariamente racionales. Una creencia no es susceptible de ser argumentada, simplemente se cree. Las normas, creencias, ideales, valores con los que regulamos nuestras acciones son incuestionables para la mayoría de la sociedad, las aceptamos sin cuestionarlas, contribuyendo de este modo a seguir manteniendo las imposiciones del Poder. El sujeto está enmarcado en un momento histórico determinado y en una determinada sociedad, es imposible abstraer al individuo de su contexto, las significaciones imaginarias sociales no colorean la subjetividad, sino que la constituyen. Los sujetos son tales en un marco específico de ideales de una sociedad, pensamos y actuamos siguiendo una moral que no puede pensarse fuera de esa sociedad particular. Lo moral quedaría entrampado dentro de las estrategias del Poder. El sujeto es menos autónomo y más heterónomo de lo que cree. El sujeto posmoderno recibió con mucha algarabía la pluralidad intrínseca de lo “Post” creyendo que de este modo lograba ser un poco más “libre”, menos determinado. Este pluralismo tuvo, afirma Bauman, un efecto emancipador, “... ahora los individuos ya no serían moldeados de manera inmutable (...), ni mantenidos a raya (...)”. Braunstein denomina proceso de sujetación a la incorporación de cada individuo a la instancia ideológica a través de la cual los sujetos se integran al conjunto social, ocupan el lugar que les está asignado en el proceso y se representan de modo deformado e ilusorio su participación en el mismo. Una sociedad formada por individuos libres que se agrupan según su voluntad es sólo una apariencia. III “En estos tiempos crepusculares de lo post parecería que nos urge construir la aurora, alguna aurora posible (...)” CARLOS A. CULLEN Los sujetos se encuentran inmersos en lo post, como afirma Cullen: “... las certidumbres nos abandonaron, los espejos están trizados, las huellas borradas, los muros caídos, las representaciones agotadas, los vínculos sociales convertidos en valores de cambio, la sociedad globalizada, el individuo clonado ...”. La posmodernidad, como dijimos antes, no colorea las subjetividades, sino que las atraviesa. La era “Pos” repercute fuertemente sobre los sujetos. Según el autor, ha dejado los nombres desnudos y los sujetos desfondados. Como dilucida Silvia Bleichmar, en nuestro país, principalmente en la década del 90, la Posmodernidad junto con la instauración de las políticas neoliberales, hicieron estallar las grandes compañías estatales vaciándolas poco a poco de sentido. Correlativamente las palabras han perdido toda eficacia como garantía de encuentro entre sujetos. Sólo hay choque de cuerpos, en detrimento de un posible lazo social, en donde se busca bienestar personal sin importar la explotación, la marginación o la miseria de otros seres humanos. La sociedad actual experimenta un marcado cambio, ya no hay garantías pre-existentes de nada, muchos debieron dejar de ser quienes habían sido en su afán de sobrevivir y sobreponerse. De este modo un sin fin de sujetos se prendieron a modelos de éxito que, en su realización intrínseca, incrementan la inmoralidad. El Estado hoy se constituye en un administrador de riquezas y miserias privadas, destruyendo toda noción de comunidad, en donde cada sujeto debe valerse por sí mismo y al buscar lo mejor para sí esquiva al Estado con habilidad de maniobra, porque quien recurre a él para educarse o garantizar su salud se constituye en un perdedor. ¿Podemos enfrentarnos a las actuales condiciones de manera individual? Citando a Silvia Bleichmar: “…no se trata de caridad sino de solidaridad, del ejercicio de una ética en la cual el abandono del semejante es siempre muerte de una parte de uno mismo, y para la cual no hay posibilidad de otra moral que aquella capaz de hacerse cargo de la supervivencia no sólo física sino también simbólica de los otros”.

La ética se aleja de las creencias e ideales, del escepticismo y del fundamentalismo. Pero, ¿es posible ser racionales con palabras que ya no representan y con sujetos sin un fundamento último?, ¿es posible pensar una ética capaz de criticar, con razones, cualquier moral?, ¿podemos confiar en contar con razones para actuar? Se impone pensar si es posible un universalismo en ética (razones fundamentadas universalmente que guíen las acciones), o si debemos reducir la fundamentación racional a diversas tradiciones morales. En esta época de sociedades abiertas y pluralistas no tienen mucho sentido tradiciones morales particulares. Existen hoy en día un pluralismo de reglas, las elecciones morales son intrínseca e irreparablemente ambivalentes. “Vivimos tiempos de una fuerte ambigüedad moral, que nos ofrece una libertad de elecciones nunca vista, aunque también nos lanza a una incertidumbre inusitadamente agobiante.” Imperan los escepticismos y los fundamentalismos, los cuales diluyen la ética como disciplina racional autónoma. Los sujetos están desfondados, no tienen referencias, esto no significa que no busquen referentes. Es necesaria una ética actual, según Cullen, que tenga como centro al sujeto moral. De este modo “El sujeto moral aparece como categoría necesaria para poder hacerse cargo, por un lado, de la necesidad de una instancia fundante de principios normativos universales, y, por el otro, de opciones evaluativas particulares y singulares. (...) Un concepto de sujeto moral, finalmente, que permita hacerse cargo de la necesidad de una instancia fundante de la responsabilidad singular y, al mismo tiempo, de redes de respeto mutuo y de solidaridad (...)”. Podemos hablar de sujeto moral teniendo en cuenta su doble vertiente: la dignidad y los modos de realizarla. La dignidad nos iguala a todos, todos los sujetos somos iguales en tanto somos dignos, como indica el imperativo kantiano cada sujeto debe ser tomado como un fin en sí mismo y no un “instrumento para”. Los sujetos son dignos por el sólo hecho de ser personas. La dignidad se torna particular según el modo de realizarla, los sujetos tienen proyectos vitales diferentes, nos diferenciamos en los modos de realizar nuestra dignidad, aquí aparecen los particularismos, cada sujeto tiene una personalidad moral definida y construida desde diferentes lugares. Cada sujeto es capaz de dialogar, pensar, crear y ejercer sus potencialidades, pero no hay que perder de vista que está determinado por diferentes instituciones y atravesado por su propio deseo. Esta concepción permite una noción acabada de sujeto moral. En estrecha relación con el concepto de Sujeto Moral poder referir la noción de Agenda Moral de esta sociedad “Post”, listado de problemas que se van agregando a medida que transcurre el tiempo. En la actualidad vamos encontrando nuevas configuraciones vinculares, nuevas formas de organizaciones, tanto sexuales como familiares. Fragilidad, mutabilidad y flexibilidad caracterizan estas nuevas organizaciones, las cuales influyen de manera directa en las experiencias, encuentros y desencuentros de cada sujeto. En estos tiempos que corren Adela Cortina propone reemplazar una ética minimalista por una ética mínima (o de mínimos), transformando de este modo el solipsismo por el diálogo, el egoísmo social por la justicia social y la tolerancia por el reconocimiento mutuo. Los grandes relatos han caído, es necesaria la búsqueda de un relato común que tenga en cuenta estas dificultades. Es en este sentido que podemos pensar a los Derechos Humanos como intento de marco de referencia, donde la ética se constituye como un espacio de reflexión que invita al diálogo. Es importante tener en cuenta el caso particular de nuestro país. A todas las características de la sociedad “Post” se le suman la resonancia que, en nuestra sociedad, ha dejado la historia. La violación de los derechos humanos durante el terrorismo de estado y la impunidad posterior han generado problemáticas sociales que también plantean nuevas demandas éticas. La impunidad de las atrocidades cometidas durante la dictadura militar “... ha impedido la sanción del crimen y la imposibilidad de definir racionalmente en el plano social qué es lo permitido y lo prohibido, qué es lo lícito y lo ilícito...”. Nadie sale indemne de una experiencia de horror, los efectos subjetivos de derrota que el terror instauró son las cicatrices de hoy. A MODO DE CONCLUSIÓN Retomando la pregunta planteada en la introducción: ¿Es posible alcanzar un análisis desde la ética que deje de lado totalmente las particularidades de una época determinada, las normas, ideologías, valores y creencias? Es imposible abstraer toda búsqueda de razones, las cuales parten de sujetos en un contexto particular desde el cual se sitúan. La categoría de sujeto moral en su doble vertiente es la prueba más clara. Cuando mencionamos que a cada sujeto lo diferencia el modo en que realiza su dignidad estamos hablando de un sujeto atravesado por significaciones de una época y de un contexto particular. Esto parece desdibujar toda posibilidad de alcanzar una ética fundada en razones universales que guíen las acciones. Es imposible realizar un análisis totalmente descontextualizado. Ahora más que nunca, cuando todo parece estar permitido, dada la pluralidad imperante, parecería reinar la necesariedad de encontrar reglas universales que guíen nuestro accionar. Puede surgir el interrogante acerca de si es válida la búsqueda de un relato común, ¿no sería esto pensar la cuestión desde los parámetros de la modernidad?, esto pondría en evidencia que muchos de los que buscan soluciones en estos tiempos de vacío son “hijos” de la modernidad, y es desde allí que piensan y teorizan, cuestión que deja entrever la nostalgia de lo perdido ante algo radicalmente diferente.

Tal vez habría que esperar a que los sujetos que están siendo formados por esta época posmoderna teoricen y propongan soluciones, aunque pensándolo bien es probable que los problemas de hoy ya no sean tales en el futuro. Tal vez lo que hoy vivimos como conflictivo sea lo que sucede en cada época de transición donde sujetos constituidos con significaciones de una época determinada deben “acomodarse” en una sociedad en donde circulan significaciones muy diferentes. Lo cierto es que por el momento es imposible prescindir de las herramientas críticas y de autocomprensión que nos ha proporciona la modernidad dado que son necesarias para comprendernos a nosotros mismos y la trama de nuestro mundo. Es imposible despojarnos completamente del saber heredado. No debemos naturalizar categorías ya que éstas nunca explican la totalidad de un fenómeno. Si bien a modo de operadores conceptuales permiten arrojar luz sobre un sector de la realidad tampoco debemos olvidar que en este sentido, parafraseando a Olga Orozco, también la luz es un abismo. También lo cierto es que hoy por hoy es imposible esquivar la pregunta acerca de qué ética debemos concebir cuando ya no hay un fundamento último, cuando todo está permitido, cuando los sujetos se pierden en la errancia y en lo efímero. En el campo de la ética, la categoría de Sujeto Moral es, al menos hoy, una salida posible en el naufragio del “sin sentido”, al igual que un madero en medio de las aguas...

NOTAS Lipotezky, G (1990). La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo. Barcelona: Anagrama. El discurso científico no se basta a sí mismo, necesita de otros discursos para legitimarse. El modo de legitimación de las ciencias modernas apela a los grandes relatos. Con la expresión de “sujetos derrotados” hago referencia a la connotación que en psicoanálisis entraña hablar de la Derrota del Sujeto. Sujetos achatados simbólicamente, en donde el predominio de lo imaginario entrampa subjetividades en una infinita gama de posibilidades que se enlistan en catálogos bajo el título de: “Objetos adecuados al Deseo de quien sea”. Bleichmar S. (2006), No me hubiera gustado morir en los 90. Buenos Aires. Taurus. Esta teorización de Freud no encuentra mejor corroboración que la política de exterminio nazi. Es esperable que la ciencia desarrolle su saber, “horror” en tanto las repercusiones que dicho avance acarrea en la constitución de subjetividades. Ponencia para la mesa redonda Sobre el poder, organizada por la subsecretaria de cultura de la Municipalidad de Buenos Aires. 1995. Michel Foucault, diálogo con Gilles Deleuze (1991). “Un diálogo sobre el poder”. En Microfísica del poder. Madrid: Ediciones La Piqueta. La forma de ejercicio de Poder que la autora denomina Tradicional o Elemental sin ninguna duda subsiste hasta el día de hoy, en el mundo contemporáneo. Son ejemplos: dos hombres en un lugar aislado, uno obligando a hacer al otro algo que no quiere, o quitándole la vida, solo porque es más fuerte o porque tiene un arma, el hombre que viola a la mujer, la madre que pega brutalmente al hijo. Heker, L. (1999), Las hermanas de Shakespeare. Buenos Aires: Alfaguara. Cap.: Contra el poder.

Sería más riguroso hablar de psicoterapias y no de psicoanálisis, el cual, a diferencia de las psicoterapias, no intenta adaptar al sujeto a los ideales imperantes de la época. Abelardo C. (1992). Complicidad y Compromiso. En diario El Cronista. 4 de Octubre. Bauman Z. (2004), Ética posmoderna. Buenos Aires: Siglo XXI. Cap. I: Responsabilidad moral, reglas éticas. En este punto rescato la utilidad, a modo de operador teórico, de la diferenciación introducida por Silvia Bleichmar entre Autoconservación (de la vida) y Autopreservación (de la identidad). Bleichmar S. op. cit. Bauman Z. op. cit. Cullen C. (2000), Ética y subjetividad. Transformaciones de un campo problemático. En Revista Fundamentos en Humanidades. Universidad Nacional de San Luis Vol. N° 1, 1/2000. Lagos, D. Ética, impunidad y práctica profesional A pesar de no poder alcanzar una ética fundada en razones universales que guíen las acciones, la categoría de Sujeto Moral en su vertiente más universal también considera que no hay particularismo, sistemas de creencias, normas e ideología que justifica atentar contra la dignidad de las personas. La propuesta de una ética mínima de Adela Cortina parecería ser un ejemplo. En el sentido de “Nombres desnudos” y “Sujeto

BIBLIOGRAFÍA La bibliografía utilizada, además de la citada, a lo largo del trabajo, es: Braunstein, N. Psicología: Ideología y Ciencia. Buenos Aires: Siglo XXI. Cap. I: ¿Cómo se constituye una ciencia? Cullen C. (1998), El debate ético contemporáneo. En Revista Enoikos. En busca de la ética perdida. Año VI, N° 13, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires. Fernandez, A. M. (1999), El niño y la tribu. Instituciones Estalladas, EUDEBA, Buenos Aires. Melamed, A. (2001), Una aproximación al debate contemporáneo sobre modernidad. En Moran J., comp. (2001), Por el camino de la Filosofía. La Plata: de la Campana. Obiols, G. (1995).Adolescencia, posmodernidad y escuela secundaria. Buenos Aires: Kapelusz. Urribarri, F. (1993). Para pensar lo histórico social. En Revista Zona Erógena. N° 12. Buenos Aires.s desfondados”.

BIBLIOGRAFÍA La bibliografía utilizada, además de la citada, a lo largo del trabajo, es: Braunstein, N. Psicología: Ideología y Ciencia. Buenos Aires: Siglo XXI. Cap. I: ¿Cómo se constituye una ciencia? Cullen C. (1998), El debate ético contemporáneo. En Revista Enoikos. En busca de la ética perdida. Año VI, N° 13, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires. Fernandez, A. M. (1999), El niño y la tribu. Instituciones Estalladas, EUDEBA, Buenos Aires. Melamed, A. (2001), Una aproximación al debate contemporáneo sobre modernidad. En Moran J., comp. (2001), Por el camino de la Filosofía. La Plata: de la Campana. Obiols, G. (1995). Adolescencia, posmodernidad y escuela secundaria. Buenos Aires: Kapelusz. Urribarri, F. (1993). Para pensar lo histórico social. En Revista Zona Erógena. N° 12. Buenos Aires.

Indice

Editorial y manifiesto metamorfosis ......................................................................................Pag 1 Disorder student’s ......................................................................................Pag 2 Freud y la cocaína, el lado oscuro de la luna ......................................................................................Pag 3y 4 La aplanadora mental ......................................................................................Pag 5 La decisión de cuidar, notas sobre la era de hielo ......................................................................................Pag 6y7 Camino a lLa Plata ......................................................................................Pag 8 Entrevista a Raquel Bozzolo ......................................................................................Pag 9 y10 Clínica literaria ......................................................................................Pag 11 Apreciaciones institucionales ......................................................................................Pag 12 Literaria i ..................................................................................... Pag 13y14 Recomendación ..................................................................................... Pag 15y16 Consumo y reproduciendo modelos criticados. ..................................................................................... Pag 17 Ana Coretta ¿una estudiante como nosotros? ..................................................................................... Pag 18 Historización de los modos de historizar ..................................................................................... Pag 19 a 22 Bibliografía y Humor ......................................................................................Pag 22 Cuadro..........................................................................Pag 23 Concursos docentes ......................................................................................Pag 24 Humor ......................................................................................Pag 25 Edificio para psico Ya! ......................................................................................Pag 26 y27 Como nos quieren / Literaria II ......................................................................................Pag 28 y 29 Un maderero en medio de las aguas ......................................................................................Pag 30 a 34 Humor ......................................................................................Pag 35

Comisión de piscología

Staff: Pablo P, Tatiana; Mauro, Ariel, Rocio, Guillermina, Guido, Alejandro,

a

astard B n e ir s escrib l a .... é r e u q i Si un ma s o n i b escri

Un muro de frases posibles …

Edificio

Poder

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