“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CRISIS EXTERNA”
INSTITUCIÓN EDUCATIVA
TEMA: CARRERA DE POSTAS Y RELEVO
CURSO
: EDUCACIÓN FÍSICA
DOCENTE
: ENIO MENDOZA
TURNO
: MAÑANA
INTEGRANTES :
CARBAJO ESPINOZA JULIA
GARAYAR MENDOZA YULI
HERNANDEZ ECOS WENDY
MUNAYLLA BAUTISTA MARGOT
TOMAYA PALOMINO JOSELYN
ICA – PERÚ 2009
INTRODUCCION A través de las vivencias y el estudio propio del deporte en muchas de sus modalidades he podido constatar que el atletismo es, como dicen muchos, el deporte base. ¿Cómo no poderlo confirmar si mediante su práctica en él ejercitamos las manifestaciones básicas propias del movimiento del ser humano? Definido como el conjunto de ejercicios físicos (carreras, saltos y lanzamientos) que tienden a mejorar las condiciones físicas y psicológicas del ser humano, nos da la oportunidad de potenciar nuestras capacidades físicas a partir del entrenamiento y la disposición para la competencia, sea individual que por equipos. El atletismo como deporte es todo lo anterior, pero más allá de todo esto es la herramienta más valiosa para llegar a nuestros alumnos en todas las edades, que estando motivados en cualquier deporte, encuentran en el atletismo, una eficaz ayuda en el proceso de mejorar en sus posibilidades físicas y mentales mediante la adecuada concentración y ejecución del movimiento, además que les enseña a descubrir y reafirmar las infinitas posibilidades que tiene en su cuerpo. Considero que es una obligación de todos las instituciones educativas del mundo incluir en todos los programas de Educación Física el atletismo como unidad didáctica que no debe ser aislarla de las demás unidades, sin importar qué contenido tengan. Son tantas las pruebas y la facilidad de utilización del espacio, que con un poco de ingenio, siempre tendremos la opción de trabajarlo, así no sea para competir en grandes eventos.
CARRERAS DE RELEVOS, POSTAS 1.
DEFINICION.- Las carreras de relevos, postas son pruebas para equipos de cuatro componentes, en las que un corredor recorre una distancia determinada, luego pasa al siguiente corredor un tubo rígido llamado testimonio, y así sucesivamente hasta que se completa la distancia de la carrera. El pase del testimonio se debe realizar dentro de una zona determinada de 18 m de largo. En las carreras de relevos de 400 m (cada uno de los cuatro atletas cubre 100 m, por lo que se denomina (4×100) y 800 m (4×200), el testigo pasa del corredor que lo entrega al que lo recibe cuando este último ya ha comenzado a correr, continuando el receptor la carrera. En carreras más largas, debido a la fatiga acumulada, el corredor que recibe el testigo muchas veces mira hacia atrás para recogerlo. En condiciones ideales, tanto el corredor que entrega el testigo como el que lo recibe, deben ir a la máxima velocidad y separados unos 2 m al efectuar el relevo del testimonio. En estas pruebas, los miembros de los equipos que intervienen corren por una zona de la pista; para completar cada relevo el corredor debe entrar en la llamada zona de traspaso, que permite al receptor del testimonio iniciar su carrera.
2.
LA TÉCNICA EN LAS CARRERAS DE RELEVOS En las carreras de relevos se cronometra el tiempo que tarda el testigo en recorrer la distancia total, bien sea los 400 metros del 4 x 100, los 1600 metros del 4 x 400, etc... Suelen realizarse en competiciones de clubes o selección (nacionales, autonómicas, etc...) y generalmente como pruebas finales. Los más generalizados son el 4 x 100 y el 4 x 400, aunque últimamente con la aparición de los campeonatos específicos de relevos han ido apareciendo una serie de relevos “exóticos” como son el 4 x 200 (quizás este sea el menos “exótico” por parecerse a los que se realizan en P.C., cuando esta es de 200 m.), el 4 x 1500, y demás variantes. También existen pruebas de relevos especialmente diseñadas para categorías inferiores como son el 4 x 60 (para benjamines y alevines), el 4 x 80 (para infantiles) y el 4 x 300 (para cadetes). En cuanto a la técnica del 4 x 100, puede decirse que esta es una prueba de velocidad en la que lo más importante es conseguir una alta velocidad media durante la carrera, por lo que hay que perder el menor tiempo posible en los cambios de testigo. El primer corredor sale en curva, de tacos, con el testigo en la mano derecha, corre por el interior y entrega al segundo corredor en la mano izquierda. Este, corre por el exterior, en recta de contrameta, con el testigo en la mano izquierda, entregando el testigo al tercero, en la derecha. El tercero lleva el testigo, corre y entrega igual que el primero (aunque este no sale de tacos, sale lanzado). El último corredor, que es el que acaba, realiza lo mismo que el 2º.
O sea, hay dos atletas que corren en curva y dos que corren en recta, algo importante a la hora de elegir quienes realizarán cada una de las postas. El cambio de testigo se realiza dentro de una zona de cambio de 20 metros aunque existe una prezona de 10 metros que los receptores aprovechan
para
coger
una
velocidad
inicial
que
les
permita
“adaptarse” a la velocidad con la que viene el donante, y así conseguir que el testigo pierda la menor velocidad posible en la entrega. El receptor suele colocar una pequeña marca a un determinado número de pies del lugar de donde “arrancará”, para determinar con la mayor exactitud posible (al pasar su compañero “donante” por allí) el momento en que debe comenzar su carrera (que es muy rápida, de ahí la importancia en la exactitud, a fin de que el receptor no se “escape” o que el donante no se “coma” al receptor). Cuando ambos (donante y receptor) se encuentran dentro de la zona de entrega, el donante suele emitir una señal (ya! por ejemplo) para hacer notar al receptor que se encuentran a distancia de entrega, momento en el cual el receptor saca el brazo de acuerdo con la técnica de entrega entrenada. Existen dos técnicas utilizadas mayoritariamente, aunque no son las únicas. Una es la entrega de abajo a arriba y la otra es la denominada de arriba abajo. La primera es la menos “rápida” de las dos, aunque es bastante más segura y altamente recomendable en la enseñanza de los relevos en categorías inferiores. La segunda, la de arriba abajo, es bastante más
rápida, aunque si no se domina mucho, suele ocasionar pérdidas de testigo, de resultado catastrófico en el 4 x 100. En la primera el receptor saca el brazo ligeramente hacia atrás y con la palma mirando hacia abajo. En esta técnica la distancia entre los dos corredores es menor que en la segunda, de ahí la seguridad, además de que se entrega de abajo a arriba. En la otra, la 2ª, el receptor saca el brazo más hacia atrás, siendo la distancia entre los dos corredores más grande, con la palma hacia arriba. En las dos técnicas los dedos de la mano (excepto el pulgar) deben encontrarse juntos, para poder captar el testigo mejor. Una vez entregado el testigo, el donante debe continuar por su calle (un rato) a fin de no obstruir a contrarios, para no forzar una descalificación de su equipo. En cuanto al 4 x 400, decir que al ser una carrera más lenta, y sobre todo por llegar el donante totalmente “en las últimas”, en las entregas primará la seguridad en vez de la velocidad. Además al encontrarse todos los receptores, excepto los segundos (que reciben por calles), en un espacio bastante reducido, las colisiones son constantes, no así en el 4 x 100 que se corre íntegramente por calles. El receptor debe esperar al donante, siendo su propio juicio el que decide cuando salir (depende de cómo llegue el compañero). En el caso del 2º, sale por calles y en curva. En los cambios 2º-3º y 3º-4º es cuando se desata la “batalla” ya que se encuentran todos los receptores de los distintos equipos participantes, en la zona (que se encuentra prácticamente en línea de meta). El orden en que se colocan más cerca de la cuerda, viene determinado por la posición en que pasa el donante por la señal de 200 metros, en la curva de
contrameta (por ello es importante tener un 2º relevista rápido y luchador, para conseguir una buena posición en zona). Los receptores (una vez decidió el lugar en el que se sitúan), se colocan con el pecho mirando hacia la cuerda y con el brazo izquierdo señalando al donante, con la palma abierta. Una vez consideran el momento para arrancar, empiezan a correr ligeramente en lateral, siempre mirando no escaparse ya que el compañero suele venir “quemadillo”. El testigo suele entregarse, por parte del donante, como si llevará una antorcha, y el receptor lo coge por el extremo sobrante, teniendo luego tiempo suficiente para ponérselo de forma que cuando lo entregue haya extremo por el cual el siguiente pueda agarrarlo. En cuanto a la elección de los corredores, en el 4 x 100, corredores de 100 o 200. Para el primer relevista, que salga bien de tacos y corra bien la curva, para el tercero sobre todo que corra bien en curva (los de 200 por ejemplo), y para el cuarto que sea estable emocionalmente, sobre todo. En cuanto al 4 x 400, deben ser corredores de 400 m.l. o 400 m.v., aunque si es necesario siempre se puede disponer de atletas de 200 m.l. resistentes u ochocentistas muy rápidos (quizá mejor los de 800 para arriesgar menos, “clavarán” menos, aunque esto depende de cuánto se quiera arriesgar).
3.
OBJETIVOS TÉCNICOS EN LA ENSEÑANZA DE LOS RELEVOS
Sobre todo intentar realizar los cambios de testigo de la manera más rápida posible, de forma que el testigo pierda la menor velocidad posible. En el caso del 4 x 400, realizar el cambio de la forma más segura posible siempre que no se pierda mucha velocidad. Saber correr en curva, y saber colocarse en las zonas de entrega, para facilitar la acción de cambio de testigo. Aprender a salir de pié (los receptores) y la forma en que deben colocar sus pies (a fin de no salirse por la tangente). Saber mirar la posición del portador para poder decidir el momento en que salir, siempre viendo las condiciones en que llega este. La técnica de puesta en acción debe permitir al receptor obtener lo más pronto posible, la mayor velocidad posible y para esto deberá crear un movimiento de su cuerpo hacia delante, mientras sus pies están en contacto con el suelo. La mejora en la calidad del cambio pasa por la búsqueda de un cierto riesgo, que se manifiesta en el sentido de la anticipación del donante y del receptor. El donante, que inconscientemente se frena, debe esforzarse por no perder velocidad al acercarse el receptor. 4.
REGLAMENTO:
a) Se trazarán líneas de 50 mm. de ancho a través de la pista para indicar las distancias de los relevos y las líneas de salida. b) También se trazarán líneas de 50 mm. de anchura, a 10 mm. antes y después de las que indican las distancias de los relevos, para señalizar la zona de “transferencia del testimonio”, dentro de la cual tiene que pasarse éste. Dichas líneas estarán comprendidas en la medida de la zona.
c) En carreras de 4 x 100 y 4 x 200 m., los miembros de un equipo, excepto el primer corredor, pueden comenzar a correr desde una distancia no superior a 10 m. antes de la “zona de transferencia”. d) Se trazará una línea distinta a las usuales en cada calle para indicar el límite de esta prolongación (“prezona”). e) Las carreras de relevos de 4 x 100 m. y, cuando sea posible, la de 4 x 200 m. se correrá enteramente por calles. f) En las carreras de 4 x 400 m., la primera vuelta, así como parte de la segunda hasta la terminación de la primera curva, se correrán también enteramente por calles. 5.
MARCAS EN LA PISTA. Cuando una prueba de relevos se corra por calles, los competidores pueden hacer marcas en la pista dentro de su propia calle, por ejemplo, usando una cinta adhesiva pero no tiza o sustancia similar. Para una pista de ceniza o hierba puede hacer una marca en la pista dentro de su propia calle, rayando la pista. En cualquier caso, ningún otro tipo de marca puede ser utilizado.
6.
EL TESTIMONIO. El “testigo” tiene que llevarse en la mano durante toda la carrera. Si se cayera, tiene que ser recogido por el atleta al que se le cayó. El atleta puede abandonar su calle para recoger el “testigo”. Siempre que se adopte este procedimiento y no se obstaculice a ningún otro atleta. La caída del “testigo” no significa la descalificación. En todas las carreras de relevos, el “testigo” tiene que
pasarse dentro de la “zona de transferencia”. La transferencia del “testigo” comienza cuando toca por primera vez el corredor receptor y se considera terminada en el momento que el testigo se encuentra únicamente en su mano. Dentro de la “zona de transferencia” del “testigo”, es solo la posición de éste la decisiva, y no la del cuerpo o miembros de los participantes. -
Construcción. El “testigo” consistirá en un tubo liso, de sección circular, hecho de madera, metal o cualquier otro material rígido, de una sola pieza, cuya longitud será de 0,30 m. como máximo y de 0,28 m. como mínimo. Su circunferencia deberá ser de 120 a 130 mm. y no deberá pesar menos de 50 g. Deberá estar pintado de color vino con el fin de que pueda verse fácilmente durante la carrera.
-
Los corredores de la tercera y cuarta posta del relevo 4 x 400 m. se colocarán bajo la dirección de un juez nombrado a tal efecto, en sus posiciones de espera por el mismo orden (desde dentro hacia fuera) por el que sus compañeros realizan su paso por los 200 m. en sus postas. Una vez que los corredores activos en la prueba hayan pasado este punto, los que les esperan mantendrán sus posiciones al comienzo de la “zona de transferencia”
-
Los competidores, después de que hayan transferido el “testigo”, deberán permanecer en sus calles o zonas respectivas hasta quede despejada, para evitar la obstrucción a otros participantes. Si un competidor, al abandonar su lugar o su calle a la terminación de un relevo, obstruye intencionadamente a un miembro de otro equipo, puede causar la descalificación de su equipo.
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Todo competidor que sea empujado en su salida o ayudado por cualquier otro medio causará la descalificación de su equipo.
-
Una vez que un equipo de relevos haya iniciado su participación en una
competición,
sólo
pueden
participar
en
ella
dos
atletas
adicionales como sustitutos en la competición del equipo para la serie siguiente o la final. -
Las sustituciones pueden hacerse únicamente de la lista de atletas ya inscritos en la competición, ya sea para esa prueba o para cualquier otra.
-
La composición de los equipos y el orden de actuación de los competidores de los mismos para el relevo tendrá que comunicarse oficialmente
antes
del
comienzo
de
cada
eliminatoria
de
la
competición. -
Una vez que un o una atleta, que haya participado en una ronda previa, ha sido reemplazado por un sustituto, no puede volver a formar parte del equipo.