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Tomás de la Torre López,i la virtud de la humildad {por Carlos González León_Madrid}

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SEGURAMENTE,

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TENGA

para realizar artículos que posteriormente han de ser publicados en revistas de un gran tirón en nuestro país; pero entrenando, una tarde, mientras subía y bajaba el camino que conduce a Pozuelo del Rey, me pregunté: ¿por qué a una persona tan sensata, que reconoce los esfuerzos de los demás e incluso regala artículos que ponen de manifiesto las virtudes y logros que estos consiguen, no se le pueden dedicar unas breves palabras para agradecerle todas aquellas muestras de apoyo que con los suyos tiene? Todo el mundo pensará, que voy a enaltecer sus logros deportivos cosechados desde hace mucho tiempo por este gran atleta popular, el cual ha recorrido distancias que albergan desde las más peMUCHAS

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CUALIDADES

conIcoIari • JUNIO

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cias a los consejos y facilidades con las que contaba por parte de esta gran persona, que junto a su esposa, Nieves Rodríguez, excelente corredora, hicieron que fuera enganchándome a este mundo. Planes de entrenamiento personalizados, artículos sobre las correcciones en los estiramientos, pruebas de esfuerzo, todo lo que estuviera en sus manos para mi mejor puesta a punto en mis inicios, lo tenía y, por supuesto, lo sigo teniendo. Por tanto, en un símil a la frase del Sr. Díaz en el programa del Medio Maratón de Madrid, "no por hablar mucho, se dicen más cosas importantes", yo, en cambio, manifiesto que "aunque se pueda ser mejor atleta, no por correr más se es mejor persona". Pues,

¿POR QUÉ A UNA PERSONA TAN SENSATA NO SE LE PUEDEN DEDICAR UNAS

PALABRAS PARA AGRADECERLE TODAS LAS MUESTRAS DE APOYO QUE CON LOS SUYOS TIENE? queñas, hasta incluso, terminar los 100 kilómetros, pasando exitosamente por los 10.000 m, prueba a la que Tomás guarda especial cariño. Pero, por el contrario, en este artículo voy mucho más allá de lo deportivo y quiero hacer especial hincapié en el plano personal de Tomás, per-

sana capaz de mantener las ilusiones de los demás con numerosas muestras de apoyo y ánimo. Soy un joven de 19 años, inexperto en este gran mundo de la carrera a pie que cuando hace apenas un par de años, decidí involucrarme en esto, con el único objetivo de la San Silvestre Vallecana, gra-

desgraciadamente, pensaba que en este deporte cada uno competía con su propia marca, pero después de numerosas carreras, uno se da cuenta de que no es así, también hay energúmenos que intentan rivalizarlo. Así que, en este maravilloso mundo del running, se necesita gente como Tomás pues así serían numerosas las personas que inculcados bajo su veteranía e inteligencia enloquecerían de este sanísimo, y a la vez, apasionado deporte. C3