El primer amor en la infancia El amor es bello y no entiende de edades. Tal vez te cueste comprender cómo es posible que un niño pueda sentir amor del tipo romántico; sin embargo, es importante que sepas qué hacer cuando un niño se enamora.
Pequeñas historias de amor Los niños son capaces de experimentar intensas historias de amor desde que son bien pequeños. Primero se enamoran de mamá o de papá, después se pueden sentir atraídos por alguna compañera o compañero de clase porque tienen gustos afines. Esos sentimientos pueden ser tan fuertes y tan profundos que pueden durar meses.
Pocas veces los niños hablan de amor o de novio/a, solemos ser los padres los que pronunciamos estas palabras al saber que un hijo se está enamorando. Pero para nuestro hijo solo se trata de una amiga con la que juega mucho y se lo pasa bien, e incluso puede robarle algún beso de forma muy inocente como forma de imitarnos a los adultos. Los niños muestran una gran intensidad en sus sentimientos, pero también inseguridad ya que no todos son capaces de vivir el primer amor de la misma manera. Algunos se pasarán
el día jugando juntos, compartiendo todo, mientras que los más tímidos se enamorarán en silencio; pero en ambos casos las emociones son igual de intensas.
¿Qué hacer si tu hijo se enamora? Primero debes estar tranquilo porque es absolutamente normal y adecuado que tu hijo desarrolle esos nuevos sentimientos, está creciendo y esto le supone madurar. Es importante que sepas cómo actuar para no herir sus sentimientos, para que sepa que estás a su lado, que le entiendes y le comprendes. Aunque te parezca gracioso que tenga novio/a no te rías porque puedes herir sus sentimientos. Nunca te burles o le ridiculices, toma el asunto igual de serio que se lo toma tu hijo. Debe saber que respetas sus sentimientos. Sé siempre respetuoso con tu hijo, no le cuentes a toda la familia lo que te cuenta en confianza. Si lo haces, dejará de confiar en ti. Nunca presiones a tu hijo para que haga lo que tú piensas que debe hacer. Respeta siempre su intimidad y jamás le obligues a que te cuente cosas si no quiere hacerlo por sí mismo. Tu hijo debe saber que siempre estarás a su lado y que respetas su espacio.