Amada

Muy Amada José Una vez hace ya bastante tiempo, cuando yo tenía 28 años, me conociste. A estas alturas de la vida no sé si te acuerdas muy bien de mí. Bueno te ayudaré un poco a sacar el polvo sobre los recuerdos. El escenario para aquella historia fue un local, de noche, con una perfecta atmósfera de armonía. Había muchos actores en aquel elenco, entre los cuales estaba “la mejor amiga”, quien hizo un papel súper importante, ya que ella tenía la misión de diseñar el plan para que tú fueras, aquella noche. Bueno la iluminación fue escogida para que fuera lo más tenue posible, en busca de lograr un ambiente íntimo. La Banda Sonora de aquella rimbombante historia fue el tango. Ahora después de tantos años, creo que fue la mejor elección musical. Bueno, yo estaba en el reparto, y dentro de muchos asuntos, mi papel incluía que fuera un bailarín, parece que también era profesor o ayudaba a realizar clases, eso no lo recuerdo muy bien. Bueno el asunto importante, es la escena donde yo hablaba con varias personas y entre dialogo y dialogo, apareces tú. Dulce, exquisita, hermosamente simple. Y fue ahí en ese momento donde todo lo ocurrido en la obra tomaba sentido y revelaba el desenlace. Bueno había mucho temor y preocupación entre todos por la posibilidad de que nunca nos encontráramos en escena. Pero por surte sucedió y no costó. Todos estaban felices por aquel encuentro. La gente aplaudió de pie y toda la galería ovacionaba el clímax de aquella escena, y si te detenías por un momento y escuchabas tras la música y las voces, podías escuchar aquellos aplausos. Fue rimbombantemente rimbombante. Texto Primero. “Amore Mío”

Muy Amada José Como estas, yo de nuevo. Espero te haya llegado el Primer Texto, que me esmeré por enviar. Han pasado muchos años. ¿Tienes familia? ¿Te casaste? ¿Tienes hijos? ¿Lograste todo lo que deseabas en la vida? Sólo espero que donde quieras que estés, vivas rodeada de felicidad. Por mi parte hace ya algún tiempo visito una vez a la semana a una sicóloga que me recomendaron, es excelente. A estas alturas hemos entablado una buena relación de amistad y aunque no me ha ayudado mucho, me consuela saber que desea escuchar los detalles de aquella historia. Igual debo decirte que su diagnóstico no es muy alentador al aconsejarme seriamente que la mejor solución es alejarme de ti por un buen tiempo, mínimo unos 70 o 80 años, más o menos. En fin.

Bueno tengo dos hijos, nunca pude tener una hija, aunque siempre lo desee. Los veo y los adoro aunque ya no esté con su madre. Mmm nunca funcionó, se descargaba conmigo diciéndome que era un ser extraño e impenetrable, frío como el hielo y poco cariñoso. En fin. Yo estoy muy lejos de ese teatro y las otras locaciones de aquella historia. Y a propósito de eso, buscando entre los vinilos. Encontré uno en particular que me hizo viajar en el tiempo. ¿Te suena Nido Gaucho de la Orquesta de Carlos Di Sarli? Ufff qué recuerdos. Me hizo rememorar las escenas donde construíamoslos puentes. Recuerdo que fueron súper bien logradas…la mente de ese director, creo que era un surrealista loco. Mmmm cierro los ojos y sonrío, siguiendo la hermosa melodía. Ah y encontré el texto de una de las escenas: “…Nos encontramos nuevamente para regalarnos el exquisito placer de un sugerente abrazo. Mi brazo recorriendo tu espalda, sin necesidad de decir ninguna palabra. Sólo una escalofriante cercanía, te acurruco en un rincón de la pista. Y nos subimos al carrusel del contrarreloj. Tu cuello con aroma a cloro y flores (nunca entendí esa parte) y mi boca a sólo un centímetro de tu oreja. Uff desahogaba esa gigante distancia cuando apretaba tus costillas. Era la única manera de que te dieras cuenta y la escena cambiara. Sentía tus piernas junto a la mías y tu corazón dentro de mi pecho… El coreógrafo nunca le faltó tiempo para diseñar algo a aquella altura, pero bueno, de seguro ahora ha hecho grandes trabajos. Bueno muy amada María José Campos Felip, te dejo estos dos textos a ver si se los entregas a algún director para que nuevamente en algún lugar sea montada. Texto Segundo Y Último. “Amore Mío” Adiós Amor Mío, pedazo de mi vida, dulzura espiritual y carnal, depósito de mi alma, motivo de existencia, luz en mi oscuridad. PD: a propósito te adjunto un tema musical de unos amigos, quienes compusieron este bellísimo trabajo, como consuelo para el dolor… Siempre tuyo. Dereck Sebastián Lizama Valenzuela.