ESTONIA 2009 ESTONIA Estonia es un pequeñísimo país, el más boreal de los tres países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania, de Norte a Sur respectivamente). Tiene una población de apenas 1.450.000 hab. repartida principalmente entre sus dos ciudades principales: Tallinn, la capital y centro económico y financiero; y Tartu, capital cultural. Es muy llamativo el que aproximadamente el 40% del territorio nacional es bosque, lo que os puede dar una idea de la importancia de la naturaleza para este pequeño país báltico y el respeto que sienten hacia ella. En un país con una presencia casi anecdótica de religión, la naturaleza representa su historia, sus tradiciones, su forma de ser. Estonia es un país con un sentimiento nacional muy fuerte. No en vano, a historia del país es un tanto convulsa hasta que consiguieron la independencia de la Unión Soviética en 1990. Conociendo su historia uno llega a comprender el por qué de este fuerte patriotismo, de ese sentimiento de nación que une entre sí a todos los estonios. A pesar de lo joven que es el país y de las dificultades económicas por las que ha tenido que pasar en los últimos años hasta su ingreso en la Unión Europea en 2004, me sorprendió mucho lo avanzado que está el país en el ámbito de las nuevas tecnologías. Por poner un ejemplo, hay Wi-Fi gratis en todas las principales ciudades del país, así como en trenes y autobuses. TARTU La ciudad a la que vamos los estudiantes de intercambio (tanto españoles como extranjeros) es Tartu, la ciudad cultural y segunda ciudad en importancia dentro de Estonia, y la ciudad que alberga la universidad más antigua e importante del país. Es una ciudad muy pequeña, apenas 102.000 hab., pero no por ello menos interesante. Al ser una ciudad universitaria hay mucha gente joven y, aunque durante el mes del intercambio son vacaciones para ellos, no deja de haber bastante ambiente universitario. La ciudad está situada a 186 Km. al sureste de la capital, Tallinn. Su situación geográfica permite hacer muchos viajes tanto dentro de Estonia como a los países vecinos, principalmente a Finlandia, Letonia y Rusia (este último más difícil por las enormes trabas burocráticas que ponen para permitirte la entrada en el país).
EL INTERCAMBIO Este año estuvimos en el mes de Julio dos españoles (Madrid y Santiago de Compostela), dos checas, dos húngaras, dos eslovacas, dos franceses y una rusa. La estancia de los estudiantes de intercambio en Tartu se realiza en los apartamentos de los estudiantes de medicina de Estonia que están de intercambio con IFMSA en otros países. Lo más normal es que estos apartamentos los compartan varios estudiantes de intercambio, lo cual es muy bueno para conocer a la gente. Todos los apartamentos, al ser Tartu una ciudad muy pequeña, están a pocos minutos andando o en bicicleta del centro, lo cual es estupendo porque apenas tienes que depender del transporte público para moverte por la ciudad. Las prácticas de hospital se realizan en el Tartu Ülikooli Klinikum. El hospital está dividido en varios edificios, unos para especialidades clínicas y otro, recientemente inaugurado y muy moderno, para especialidades quirúrgicas. Yo hice mis prácticas en el Servicio de Anestesiología dentro del hospital quirúrgico. Las rotaciones son desde las 8 de la mañana hasta las 2-3 de la tarde, cuando acaba la última operación, pero hay que decir que tienes mucha libertad para organizarte el horario y eso, a la hora de organizar algún viaje el fin de semana es muy positivo. Depende del servicio, pero en general no suelen ser muy exigentes con la asistencia, pero lo cierto es que merece la pena cumplir con tu horario porque cuanto más interesado te ven, más te dejan hacer. En mi caso, me dejaban hacer las intubaciones y de vez en cuando los cirujanos me dejaban lavarme para ayudarles en la operación. Por lo demás, la gente en el hospital suele ser muy agradable y desde el primer momento te sientes como uno más en el servicio. Es cierto que la forma de ser de los estonios es un tanto peculiar, ya que son muy fríos en el trato con la gente pero por el contrario son la gente más hospitalaria que he conocido y hacen todo lo posible para que te sientas como uno más. En el hospital se habla estonio (evidentemente) y ruso (vestigios del pasado soviético), pero todo el mundo, al menos el personal médico, habla inglés, así que no hay problemas de comunicación. En cuanto al programa social del intercambio, solamente hay un fin de semana organizado y pagado por la Asociación de Estudiantes de Medicina de Estonia, y el resto de fines de semana tienes que organizarlos por tu cuenta. Antes no era así, pero en vista de que no todo el mundo quería hacer ni visitar lo mismo, este año decidieron que cada uno pudiera organizar su tiempo libre como quisiera, algo que veo muy positivo porque tienes absoluta libertad. Además, los estudiantes de Estonia que se encargan de los que vamos de intercambio están siempre dispuestos a
ayudarte a organizar tus viajes y normalmente suelen apuntarse a lo que hagas. La comida durante la semana está pagada por la organización en un restaurante que hay al lado del hospital. Tanto al comienzo como al final del intercambio hay una cena que corre a cargo de la organización y a lo largo del mes se suelen organizar cenas, fiestas y actividades para todos los estudiantes de intercambio. No hay tiempo para aburrirse ni un minuto.
A grandes rasgos este es un poco el resumen del intercambio. Personalmente, disfruté muchísimo del mes que pasé en Estonia, un país tan desconocido como fascinante, con una gente maravillosa y hospitalaria, y con una forma de ver la vida muy diferente a lo que podemos ver en los demás países de Europa. Un país moderno que ha sabido compaginar a la perfección progreso y respeto a la naturaleza, manteniéndose siempre en un segundo plano, sin meterse en problemas con nadie y viviendo en paz con todo el mundo.
Álvaro Valdés de Anca 5º Medicina UAM