Te lo digo y te lo repito, y te lo puedo avisar, y por más que te lo diga no lo vas a adivinar.
Vive en pie constantemente, con los brazos hacia fuera; se desnuda en el otoño y se viste en primavera
Tengo boca, fino talle y dos hermosas barrigas; entono lindas canciones cuando me rascan las tripas
Soy una niña chiquita con ojitos de cristal; ando si me pones pilas y a veces puedo llorar
Zorra le dicen, aunque siempre del revés. Se lo come el japonés y plato muy rico es.
Blanca por dentro, verde por fuera. Si quieres que te lo diga, espera.
Con tomate y con lechuga, en el plato suelo estar; puedo ser algo picante y a muchos hago llorar.
¿Quieres té? ¡Pues toma té! ¿Sabes ya qué fruto es?
Oro parece y plata no es, ¡y no lo adivinas de aquí a un mes!
Redondo como la luna y blanco como la cal. Me hacen de leche… ¡y ya no te digo más!
Duerme bien en su cunita a veces es un llorón, pero también se sonríe tomando el biberón.
Se parece a mi madre pero es más mayor, tiene otros hijos que mis tíos son.
Azul y transparente es, azul y transparente será. Siempre estará arriba y nunca se caerá. ¿Qué es?
Soy pequeño y blandito y mi casa llevo sobre el lomito.
En lo alto vive, en lo alto mora, en lo alto teje la tejedora.
Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado, ni soy cigarra.
Dos pinzas tengo, hacia atrás camino, en el agua vivo, en el mar o en el río.
Si eres muy inteligente lo podrás adivinar: van puestas en mi nariz y sirven para mirar.
Con unos zapatos grandes y la cara muy pintada, soy el que hace reír a toda la chiquillada.
Caminar es su destino, yendo de casa en casa, y de su saco de cuero, saca paquetes y cartas.