Abdellah El Hairach

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/ mayo de 2008 Por José C. Páez. Foto E. Maldonado.

Entrevista

Abdellah El Hairach, dirigente saharaui

“Los saharauis podemos vivir tranquilamente dentro del contexto marroquí” Las pateras tripuladas por niños y que llegan a Canarias saturando los centros de menores, proceden en su mayoría de Cabo Bujador (180 kilómetros al sur de El Aaiún), del Sáhara Occidental. Muchos de estos menores viajan con el pasaporte o el DNI español de sus padres, pero la Guardia Civil los envía de regreso a Marruecos por Melilla, 1.500 kilómetros al norte del Sáhara. ¿Qué hay tras estos viajes que desafían los más duros obstáculos?

El

17 de enero de 2008, Julian Harston, jefe de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso), declaró en El Aaiún que “hubo conversaciones con más detalle, pero no pienso que las pueda denominar negociaciones, es mi visión personal”. Así se refería a las reuniones sostenidas entre Marruecos y el Frente Polisario para llegar a un acuerdo acerca del futuro político del Sáhara Occidental. No obstante, lo que no suele decirse es que este conflicto además del político tiene otro matiz de suyo más importante: el humano. En el político subyacen intereses económicos, pero en el segundo prevalecen derechos que los saharauis nacidos bajo bandera españo-

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la sienten y entienden que les han sido conculcados. La solución política debe salir del consenso entre saharauis y marroquíes, pero en lo que respecta a los derechos ciudadanos de los saharauis que nacieron y vivieron en territorio español, la responsabilidad recae tanto en las autoridades marroquíes como en las españolas. Porque cuando España dejó estos territorios también se abrió un paréntesis en los derechos ciudadanos de súbditos de la Corona de España, quienes quedaron nacidos en territorio de nadie, es decir, en el Sáhara Occidental que no es una nación en el término estricto del derecho internacional, que entonces era España, pero que ya no es España, porque pertenece a Marruecos,

pero que cuando esos saharauis nacieron, no pertenecía a Marruecos. Esta indefinición es la que preocupa a Abdellah El Hairach. A él le importan los derechos de los ciudadanos saharauis más que el tema político en sí. Porque aunque parezcan terrenos inseparables, en el caso de los saharauis, los derechos ciudadanos que les asisten podría tratarse más allá de las diferencias políticas. El Hairach es vicepresidente de Célula de Apoyo a los Emigrantes y de Seguimiento del Fenómeno Migratorio de la ONG Alter Fórum, y también es el responsable de la asociación Sur, Migración y Desarrollo, y coordinador general de la Réseau Sources Saguia Al Hamra (RSSH), una

red de nueve asociaciones que busca apoyar a las distintas asociaciones saharauis en su trabajo de conservación de sus tradiciones. Además es miembro del Corcas (Consejo Real Consultivo para Asuntos Saharauis). Desde Sur, Migración y Desarrollo, El Hairach presta ayuda humanitaria a los detenidos subsaharianos: “En 2007 asistimos a 1.500 personas sólo en El Aaiún y a unas 400 en Dajla (sur del Sáhara Occidental)”. Hace dos años, El Hairach declaraba que “el fenómeno de la emigración de menores saharauis está tomando unas dimensiones inquietantes”; y a inicios del año pasado declaraba a EFE que le impresiona el hecho que “las madres buscan dinero para que sus hijos se

marchen y el problema es que, cuando uno fija su objetivo en Europa, o se consigue trabajo, o se vuelve muerto”. Ante la falta de perspectivas, los niños se embarcan en pateras con la esperanza de que los derechos no reconocidos a sus ancestros les sean reconocidos a ellos. Parece una pretensión ingenua, pero en sí constituye la esperanza de alcanzar un futuro mejor. España es la tierra prometida y el pasaporte a ese mundo (creen ellos y sus familias) es el libro de familia o el DNI de sus padres emitidos por el Reino de España (lo que los acredita como hijos de ciudadanos españoles) antes de la anexión del Sáhara por Marruecos. El Hairach, nació en 1959 en el Sáhara Español, es pro-

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fesor de ingeniería. “Vivo en El Aaiún. Nunca me fui de El Aaiún.” ¿Cuál es el sentimiento de los saharauis con España? Nací bajo el estandarte español, como muchos. Estudié castellano en establecimientos españoles, el Sáhara es la provincia 36 de España, tenemos documentación española: este patrimonio nos identifica como españoles, ¿por qué España nos niega la nacionalidad? ¿Tiene usted alguna explicación? España está negociando con las dos partes: con el Frente Polisario y con Marruecos. Es una política muy confusa. No quiere perder su posición con el Frente Polisario, ni con Marruecos. Al abandonar España el Sáhara usted era un niño, ¿qué le contaron sus padres? Cuando nació el Frente Polisario, la sociedad saharaui no sabía qué ocurría ni qué ocurriría: que España se va, que Marruecos entra, que nace el Frente Polisario. Había confusión. Después las cosas empezaron a aclararse y entonces la mayoría se declaró muy pro Frente Polisario porque era una alternativa. No conocían bien a Marruecos y España tampoco se interesaba por el pueblo. Pero el acuerdo tripartito [Declaración de Principios entre España, Marruecos y Mauritania, 14 de noviembre de 1975] lo rompió todo. Diez o quince años después, la gente empezó a cambiar de visión. Nacieron ideologías diferentes: los pro Frente Polisario, los pro marroquíes, y los que no quieren saber nada ni del Frente Polisario, ni de Marruecos, ni de España. ¿Por qué subsiste el conflicto? Los saharauis no hemos tenido la oportunidad ni de escucharnos ni de dialogar. Unos dicen que no hace falta dialogar entre saharauis. Yo creo que sí, porque debe haber un consenso. Sin el consentimiento de todos no iríamos a ningún lugar. Y después de treinta años, vemos familias separadas, me refiero al núcleo familiar compuesto por el padre, la madre y los hijos. El padre está allá, la madre en la parte marroquí, los hijos en otra parte del mundo. Esta situación no se puede tolerar. Treinta años... ya no puedes conocer ni a tu hijo ni a tu padre.

¿Estas divisiones familiares marcan a la sociedad saharaui? Se ha conformado una sociedad muy compleja, una sociedad con hábitos de otras sociedades, una sociedad que no sabe nada de las tradiciones de los saharauis. Quienes la integran son saharauis, nadie lo puede negar, pero en actitudes, en costumbres, no somos iguales. Estamos cambiando. Dentro de esta complejidad hace falta gente que tenga una visión más amplia, más tolerante, más clara, más generalizada. ¿Se considera marroquí o saharaui? Si, por ejemplo, digo que “soy marroquí y nada más”, eso no está bien para mí. No opto por esta idea. Hay quien se considera más marroquí, hay quien se considera más saharaui. Espero que no se siga creyendo que sólo es saharaui quien está con el Frente Polisario. Ése es un error. Todos somos saharauis, quienes están con el Frente Polisario y quienes están con Marruecos ¿Está con el Frente Polisario? No, no estoy con él. Después de treinta años creo que no puede representar a todo el pueblo saharaui. Hubo atrocidades tanto de Marruecos como del Frente Polisario. Pero hay 250 ONG´s que dicen que ayudan al pueblo saharaui, pero marginan de estas ayudas a quienes no están con el Frente Polisario. ¿Es mejor solución una Autonomía marroquí? ¿O sería preferible la independencia de los saharauis? La Autonomía es el mejor proyecto que tiene Marruecos. Se puede aceptar o se puede rechazar. Pero todavía no se han desarrollado los mecanismos de encuentro que permitan conocer la opinión de los diferentes saharauis, tanto de quienes están a favor del Frente Polisario, como de quienes están en desacuerdo, o de quienes se quieren quedar fuera de Marruecos. Esta Autonomía es una solución para muchos problemas sociales. Si, por ejemplo, Marruecos rechaza hablar con el Frente Polisario y, a la vez, el Frente Polisario rechaza hablar con Marruecos, los que pierden son los saharauis. Y sobre todo los saharauis que han vivido bajo la soberanía de España. Somos una minoría entre los saharauis. Porque si hablamos de saharauis, la mitad de Marruecos está lle-

na de saharauis. Pero ¿cuándo son saharauis? Cuando proclaman que son pro Frente Polisario. Si no, no se les acepta como tales. Estos criterios enturbian la realidad y dividen a los saharauis. ¿Los saharauis dejan de serlo alguna vez? Somos una sociedad tribal. Se conoce a fulano, hijo de tal, de la tribu tal. Eso se conoce. Por eso la Minurso no pudo separar los saharauis que vivían en el Sáhara español de los saharauis que vivían en Marruecos. Eran numerosos. No les podían eliminar del padrón del referéndum. Esta complejidad es la que imposibilitó el celebrar ese plebiscito. Si se hiciera un referéndum entre la Autonomía y la propuesta de la República Independiente Saharaui, ¿quién ganaría? Si el referéndum se hubiese realizado hace veinte años, habría ganado el Frente Polisario. Pero ahora lo dudo. Porque lo que está ocurriendo en los campamentos también es otra atrocidad. No todos quienes están en los campamentos coinciden con el Frente Polisario. Sí están de acuerdo con el pueblo saharaui, pero no con el Frente Polisario como entidad.

hay dos corrientes: una que no quiere que Marruecos avance, que no quiere que se acabe el conflicto del Sáhara porque encontrar una solución no les beneficia; otra que todavía es tímida, minoritaria, que está por la democracia, quiere la igualdad entre los sexos, la democracia en los partidos y en la sociedad civil, es decir, que haya más libertad que antes. ¿Más libertad? ¿Cómo se explica entonces el muro que divide el Sáhara? El muro es heredado. No se ha construido ahora. Se construyó hace años. Creo que mientras no haya un acuerdo por ambas partes muchas cosas no se pueden llevar a cabo. Y no defiendo la parte oficial de Marruecos. ¿Qué plantea entonces? ¿Se siente más marroquí o más saharaui? Cien por cien saharaui. Culturalmente soy saharaui. Es lo que defiendo dentro de Marruecos. Pero necesitamos una relación más directa fue-

nueva que no sea el Frente Polisario? Hay que tener claro que el Sáhara no será para los saharauis, estando Marruecos o estando el Frente Polisario. Es cuestión de intereses europeos, estadounidenses y de otras identidades. Nada es nuestro. Yo veo que en Mauritania, por ejemplo, 70% de sus riquezas son para Francia y no para los mauritanos. Aquí se ha discutido mucho eso, ¿por qué haría yo algo para una independencia si realmente no seríamos independientes? El Frente Polisario tiene que dar mucho para recibir un poco y Marruecos también. Si se aprobara la Autonomía ¿usted le juraría obediencia al Rey Mohamed VI? Usted está hablando ahora de anexión y eso es otra cosa. Aceptar la Autonomía implica reconocer al soberano marroquí… Claro que sí. Pero es la religión islámica y no la política la que nos obliga a esto. La religión

¿Qué es lo que se le critica al Frente Polisario? Bueno, normalmente lo que se le critica es que segrega. Que la política que impone el Frente Polisario es de carácter tribal. Es decir que la tribu, o las tribus cercanas al presidente son las más privilegiadas, aunque se acepten otras tribus y a otras entidades. En algún momento, todos pensábamos que el Frente Polisario era la mejor alternativa porque no queríamos saber nada del tribalismo que en sí es segregador, al no respetar a las tribus pequeñas. ¿Habría consenso entonces con una Autonomía? El ambiente es que el proyecto todavía no está bien claro. La gente discute el proyecto de Autonomía. Pero ¿qué es la Autonomía en sí? ¿Qué tipo de Autonomía? ¿Es una decisión real desde el gobierno marroquí? Todavía no se sabe. Pero si se llegara a un acuerdo autonómico, los saharauis ¿gozarían de libertad? Hay un proyecto muy importante que Marruecos está poniendo en bandeja: se trata de la democracia. Pero siempre

ra del contexto marroquí y fuera del contexto del Frente Polisario. Entonces, ¿no sería mejor la independencia del pueblo saharaui liderada quizás por una organización

obliga a que cuando hay un rey se le jura obediencia y respeto. Dentro de los saharauis hay muchas identidades y todas viven en su contexto; los saharauis podemos vivir tranquilamente dentro del contexto marroquí.

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Wanafrica Mayo de 2008 / año III. Número 27 / distribución gratuita

Entrevista a Abdellah El Hairach, dirigente saharaui España La agilización de los trámites de extranjería es el objetivo final de la Subdelegación del Gobierno. Pg. 3

África La llegada de turistas que visitaron Mozambique en 2007 creció un 21 por ciento. Pg. 6

Deporte ELIE MOISE AKUI Mi mayor sueño es poder ser un gran delantero como Didier Drogba, Arouna Ko. Pg. 13

SAMUEL ETO’O Muchos buenos jugadores proafricanos son a menudo víctimas de esta segregación en los clubes europeos. Pg. 14-15

La solución política debe salir del consenso entre saharauis y marroquíes Pgs. 8 y 9

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