A UN OLMO SECO Este poema pertenece al libro Campos de Castilla escrito por Antonio Machado en 1912. Está dentro de la segunda etapa poética del autor. El tema principal del texto es la descripción de un olmo y de todos sus detalles. Respecto a la métrica el poema es una silva de 30 versos distribuidos en 6 estrofas de extensión desigual. Los versos son endecasílabos y heptasílabos y la rima es consonante excepto en algún verso en que es libre. Podemos dividir el poema en tres partes claramente diferenciadas. La primera parte incluye los 14 primeros versos. En esta parte se hace una descripción minuciosa del olmo y de su estado: Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido. Se explica también que a causa de la llegada de la primavera le han salido algunas hojas verdes, que son el único signo de esperanza. Se nos informa de que se trata de un olmo centenario y de que se encuentra a orillas del Duero. También se compara al olmo viejo con otro tipo de árboles, los álamos: No será, cual los álamos cantores habitados de pardos ruiseñores. Finalmente en esta parte se nombra a las hormigas y a las arañas que trepan por el tronco del olmo: Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas. Encontramos algunos recursos de estilo como: con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido (hipérbaton), ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! (personificación). Esta frase se encuentra entre signos de exclamación debido a la gran estima que tiene el poeta a esta tierra. Encontramos además algunos epítetos: hojas verdes, musgo amarillento, corteza blanquecina… Que dan mucha fuerza e importancia a la descripción. Álamos cantores (personificación). La segunda parte va desde el verso número 15 hasta el verso número 27. En esta parte se habla de todo lo que le puede suceder al árbol en este estado. Un leñador lo puede derribar: Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador. Lo pueden usar como leña: antes que rojo en el hogar, mañana, ardas en alguna mísera caseta… entre otras cosas. Además en esta parte también se refleja el deseo del autor de dejar constancia de la existencia de tal olmo y en concreto de sus hojas verdes: quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. En esta parte también hay algunos recursos de estilo: Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador (hipérbaton), rojo en el hogar (metáfora de quemar), mañana, ardas (metonimia, no se refiere exactamente a mañana sino a un día del futuro). Finalmente la tercera parte la componen los tres últimos versos. En ellos se deja de hablar del olmo y se refleja un deseo de esperanza, una esperanza para el poeta. Se dice que el poeta (al igual que el olmo) espera un milagro de la primavera. El milagro para el olmo es el crecimiento de esas hojitas verdes mientras que el milagro que espera Machado es la recuperación de su mujer, Leonor, que está enferma de tuberculosis en una fase irreversible. En conclusión, la descripción del olmo parece una especie de pretexto para incluir esa esperanza que le da la primavera respecto a su mujer.