TEORIA PSICOANALÍTICA POSTFREUDIANOS
Germán E. Ospina G. 15962795 Mauricio A. Arango 1017133261 Andrea Salazar M 1017155345
1. ¿Cuál es la importancia de la transferencia para la cura analítica? La transferencia es un concepto que debe ser apreciado desde dos perspectivas, la primera en relación a la evolución histórica, la cual, ha ido sufriendo modificaciones y aclaraciones durante el desarrollo del psicoanálisis y, a partir de esta, en otras técnicas clínicas. La segunda depende del énfasis que cada escuela hace a partir de la definición general del concepto, pues van a privilegiar determinados aspectos acordes a sus propósitos y a su teorización. Así mismo, esta la proyección del término como modelo explicativo de las relaciones humanas. Freud supo leer desde el principio de la creación del dispositivo psicoanalítico la importancia de la instauración de una transferencia efectiva antes de comenzar el trabajo analítico. Para él uno de los primeros objetivos era ligar al paciente al tratamiento y a la figura del médico. Reconociendo que durante el proceso de análisis se presentaban actitudes y sentimientos que eran actualizados en la figura del médico. Por medio de su análisis se puedo delimitar y abordar fenómenos que promueven u obstaculizan el trabajo analítico. Por otra parte, un buen análisis de la transferencia puede dar cuenta del desarrollo del paciente, ya que, entre otros aspectos, reproduce en la relación terapéutica aspectos significativos de la forma como se relación con los demás a manera de patrones relacionales. Además que puede dar cuenta de la elección infantil de objeto. Por eso esto de hace importante diferenciar los aspectos transferenciales de los que no lo son, para rescatar factores relevantes para el trabajo analítico. Finalmente se puede pensar como propuesta de modelo explicativo, acentuando su importancia el nudo borromeo para dar cuenta de lo que sucede durante la transferencia. Es decir, a partir de los tres registros constitutivos del sujeto, a saber: real, simbólico e imaginario ubicar la constitución de la
transferencia de la siguiente manera. El paciente construye, a manera de ilusión, una imagen de lo que es el otro (imaginario), esta sostiene la forma como se dirige él, bien sea por medio de la palabra o la actuación (simbólico) y lo que dirige a él, sentimientos y actitudes; repitiendo, tal vez sin saberlo (real) por pertenecer a la constelación de lo inconsciente, una relación que actualiza otra sostenida con una figura importante y significativa del pasado.
2. ¿Cuáles son los inconvenientes de la transferencia en la cura analítica?
Al tratarse la transferencia dentro de una relación diádica los inconvenientes y dificultades pueden estar propiciados por cualquiera de las dos partes, paciente o analista. Algunas veces son causadas por las dificultades en la interpretación, en este sentido, es necesario aclarar lo que es propiamente transferencial de lo que constituye la alianza terapéutica, pues se corre el peligro de pensarse en lo último a partir de una incorrecta interpretación o más radicalmente de la no interpretación de la transferencia. Por otra parte las consecuencias que algunas veces le deviene al paciente, como el ejemplo del enamoramiento de este hacia el analista, pueden obstaculizar el trabajo terapéutico si no se le da un adecuado tratamiento, utilizando esta emergencia pulsional a favor del paciente, clarificando e indagando sobre la formación y función de dicho sentimiento. La transferencia como fenómeno relacional puede encubrir la gratificación de deseos de atención, dependencia y amor para el paciente sin presentar mejorías significativas o deseos de retirarse del análisis. También puede presentarse el alivio de los síntomas, la condescendencia con las interpretaciones e indicaciones del analista hasta el punto de llegar a la cura solo por el hecho complacer al médico sin que se dé necesariamente una mejoría real. Siguiendo esta misma perspectiva, de la posición en la cual puede ser puesto el analista, corre el riesgo de ser tomado como conciencia, a manera de superyó, del paciente. Sirviéndole de referente se convierte en el guía o tutor de las acciones, ideaciones, juicios, valoraciones e interpretaciones del paciente. Para finalizar, se sabe que lo que no se puede decir por la palabra se actúa y la transferencia misma, en parte, es una actuación. Sin embargo, este acto que promueve otros más dentro del proceso de análisis y que en consecuencia se anuda a la repetición y esta a la interpretación, puede causar dificultades al mermar la verbalización a manera de recuerdo el material reprimido.
3. ¿A qué se refieren los postfreudianos con la noción de alianza terapéutica o de trabajo?
En Freud ya se encontraba este concepto, aunque a veces parecía difícil diferenciarlo de la transferencia normal, más tarde Freud lo llamo “transferencia racional” actualmente este concepto y otros que hacían referencia al mismo tema se los engloba bajo el término de “alianza terapéutica”. La “alianza terapéutica” es una relación racional que se establece entre médico y paciente y lleva a que el paciente se identifique con las metas del médico, y de su propio tratamiento. Así la alianza terapéutica puede ser considerada como “basada en el deseo consciente o inconsciente de cooperación del paciente y en su disposición a aceptar la ayuda del terapeuta para superar sus dificultades internas. Esto no es lo mismo que asistir al tratamiento buscando sólo la obtención de placer u otra forma de gratificación. En la alianza terapéutica hay una aceptación de la necesidad de tratar los problemas internos y hacer trabajo analítico frente a su resistencia interna o (especialmente en relación con los niños) externa (por ejemplo, de parte de la familia)”. (Sandler y otros, 1969). Es importante lograr diferenciar la alianza terapéutica de otros elementos transferenciales que pueden resultar en un terapia, ya que esto ayuda a un desarrollo óptimo del proceso terapéutico.
4. ¿Qué propone Freud como aproximación a la Transferencia?
Freud analiza una situación muy específica en este caso que es el enamoramiento de algunas pacientes por su terapeuta: habría dos opciones ceder a las peticiones amorosas de la paciente o dejar el análisis, pero, Freud descarta ambas y se inclina a pensar que en esa petición de amor por parte de la paciente hay algo transferencial que habla de sus resistencias y que se sirve de estas para apartar del trabajo todo interés. Freud cree que este amor debe mantenerse en la abstinencia, y dejar subsistir en el enfermo la necesidad. Nos dice que este amor no debe ser correspondido, pero que se debe mantener la transferencia de amor, pero tratarla como algo no real, como una situación por la que se atraviesa en la cura, y que a largo plazo ayudará a la paciente “a llevar al conciencia lo más escondido de la vida amorosa de la enferma, para así gobernarlo”. Además ya sea dicho que las transferencias tienen una serie
de características generales como lo son: las repeticiones, los calcos con situaciones anteriores, reacciones infantiles etc. Y este amor de transferencia también funciona así con esas características que reaparecen una y otra vez. El rasgo más peculiar de este amor de transferencia según Freud es que es provocado por la situación analítica, y por tanto se puede utilizado como herramienta para llegar a otros puntos del análisis. Hemos visto en clase que se pueden diferenciar distintos tipos o clases de transferencia, Freud nos da las pautas par guiarnos cuando aparece este tipo de transferencia.