20 Segundos
Solo se oía una voz a lo lejos, con gritos muy profundos de desesperación, en el callejón había sido golpeado, un hombre muy añejo de años. Su nombre era Walter Mercado. Unos segundos antes paseaba muy tranquilo por la vereda de su barrio yendo a su trabajo como de costumbre, su labor diaria era la mas mediocre pasaba horas sentado en un escritorio rellenando formularios y dando solución a muchos que acudían a el. Aquel momento que salio de casa no se percato que lo seguían unos vagos enervados de saciar su loca manera de vivir, solo al mirarlo a Walter Mercado vestido de traje y corbata sintieron molestia. Vieron una jugosa presa madrugadora que desayunar. Walter Mercado era cristiano de nacimiento pero nunca acepto serlo siempre pensaba que Dios era una idea para sentirse protegido. Pero aquel día cambio de parecer, aquellos vagos le dieron el susto de su vida que nunca olvido. Solo vasto 20 segundos para recordar lo que la familia le anunciaba cada día vivido, en su oído resonaba la voz de sus padres que les decía; “Algún día Walter necesitaras de Dios”… El siempre lo menos preciaba haciendo callar a sus padres. En su desesperación se humillo en su pensamiento, muy dentro de él pensó y dijo así mismo: “Dios si eres real, te pido que me perdones por haberte ignorado, ahora solo te pido que me ayudes por favor”. Mientras todo esto acontecía un canino muy decidido salio de la nada con voz muy fuerte, enseñando su cara de enfado, los preciados dientes del canino arremetieron con uno de los vagos, desgarrando un pedazo de la ropa. Al ver esta escena sus otros compañeros, no lo pensaron dos veces y huyeron. Walter Mercado había perdido el conocimiento por los fuertes golpes recibidos y no supo nada de lo ocurrido. Al despertar la gente estaba a su alrededor asistiéndole y hablándole de la valerosa mascota. Confundido porque no entendía de que mascota le hablaban, pregunto ¿donde esta mi Perro? Rápidamente trajeron al can a su costado mirándole él a sus ojos le dijo: Buen perro!. Llegando la abundancia Walter Mercado fue llevado el hospital y al Can lo llevaron
a una veterinaria. Por la noche tuvo un sueño, veía que unas manos soltaban un animalito pequeño y una voz que decía; “Yo te cuidare”. Se despertó asombrado y junto a su camilla se puso a orar como nunca lo había hecho. Recordó en su oración que solo basta 20 segundos para Aceptar que Dios es real.
Ahora que piensas tú necesitas 20 segundos más o ya decidiste seguirlo… “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” Jeremías 33:3 By Alex 007