NOTAS PARA LA PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA
NOTAS PARA LA PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA
El Objeto de la psicología Sería el acto de conducta del organismo en tanto que observable. ● Donde lo que difiere en las diversas aproximaciones es el ámbito de observabilidad de las conductas. ● El psicoanálisis abordaría la relación del acto de conducta en tanto que observable y el inconsciente en tanto estructurado como un lenguaje. ● Aunque en una abordaje epistemológico profundo uno se preguntaría y ¿que se entiende por conducta?
El Objeto de la psico(pato)logía Sería la disciplina psicológica dedicada al estudio de la conducta o el comportamiento trastornado o anómalo.
La Psiquiatría Ha de definirse como la disciplina médica que estudia y trata a las personas que exhiben conductas anómalas o trastornadas o bien simplemente como la tecnología conjunto de conocimientos científicos y recursos y medios técnicos - del tratamiento de dichos trastornos - la Psico(pato)logía aplicada. ● Como la disciplina médica se quedo corta para el tratamiento de dichos trastornos, hay ahí un llamado a otras disciplinas para venir al lado del lecho del enfermo (clinos, de donde deriva la palabra clínica) a contribuir con sus saberes. ● Surgiendo entonces allí la clínica psicológica, la clínica psicoanalítica que es convocada allí donde el saber deja un vacío, convocada no para llenar ese vacío sino para hacer con este vacío que el psicoanálisis considera estructural, allí encontramos el núcleo de la diferenciación de las psicoterapias llamadas psicoanalíticas, donde el vacío trata de ser llenado con el saber, esta vez intelectualización psicoanalítica, donde se pretende llegar a metalenguajear las file:///D|/Txt/Ricardo/clases/psicopatologia/web ...logia/notas_para_la_presentacion_del_programa.htm (1 de 3) [02/07/2002 06:28:12 a.m.]
NOTAS PARA LA PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA
profundidades del ser con su traducción a un lenguaje de términos utilizados por el psicoanálisis solo en su teorización.
Algunas reflexiones acerca de la Psico(pato)logía ●
●
●
●
●
●
●
●
●
La psico(pato)logía entonces se dedicaría no solo a la descripción y clasificación de las conductas anómalas sino también al estudio de las causas de estas conductas. Allí la reflexión epistemológica se pregunta sobre la coherencia de los diferentes tipos de modelos de aproximación, principalmente en cuanto al mantenimiento de un continuum entre la psicología, psico(pato)logía y la terapéutica. Allí la clínica situada entre la psico(pato)logía, estudio de las conductas anómalas y su abordaje terapéutico. La psico(pato)logía en cuanto que se queda corta para la explicación de las causas, termina convirtiéndose en una semiología, recolección de diferentes síntomas ordenados de acuerdo a las diferentes funciones extraídas por la psicología, alteraciones de las funciones psíquicas luego reunidas en entidades sindromáticas o Síndromes clínicos, con los cuales luego se organizan Clasificaciones diagnósticas. Es decir la psico(pato)logía en un sentido amplio tendría que vérselas con todo lo concerniente con la pregunta por la causa de las conductas anómalas, es decir que durante su carrera a través de diversas materias o cursos ustedes continuaran teniendo contacto con la psico(pato)logía. El lugar dado al curso de psico(pato)logía en tanto tal en las carreras de psicología se limita a su visión más estrecha es decir una semiología, recolección de diferentes síntomas ordenados de acuerdo a las diferentes funciones extraídas por la psicología, alteraciones de las funciones psíquicas luego reunidas en entidades sindrómicas o Síndromes clínicos, con los cuales luego se organizan Clasificaciones diagnósticas. Como la clínica tiene un origen médico, hay un momento en que la mirada de la medicina se dirige a las conductas anómalas, que hecha mano de la psicología en su división de funciones mentales, y es a partir de ahí que se construye una Semiología con las diversas alteraciones de las funciones. Dado esta prevalencia inicial de lo médico, estas alteraciones son remitidas al modelo de la enfermedad y entonces se habla de "El Concepto de Enfermedad psiquiátrica o Trastorno psiquiátrico o Trastorno Mental" como explicación a la reunión de síntomas y signos en un conjunto llamado Síndrome o Trastorno (palabra que reemplazo a la de Síndrome en el DSM-III), de allí que aparezcan en las Clasificaciones internacionales de enfermedades o en un manual de Criterios diagnósticos de una Asociación de Psiquiatras. De quien es el campo de la clínica será siempre un campo controversial, pero mi
file:///D|/Txt/Ricardo/clases/psicopatologia/web ...logia/notas_para_la_presentacion_del_programa.htm (2 de 3) [02/07/2002 06:28:12 a.m.]
NOTAS PARA LA PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA
opinión es que psiquiatras y psicólogos pecan por defecto en un campo donde la formación debería ser mas extensa tanto en la psico(pato)logía como en la consecución de habilidades terapéuticas en ambas disciplinas, la una porque no sabe bien si su objetivo es formar clínicos, me refiero a la psicología, la otra que cree que las habilidades en psicoterapia no merecen de una formación especial , más allá de un saber solo depositado por la vida.
file:///D|/Txt/Ricardo/clases/psicopatologia/web ...logia/notas_para_la_presentacion_del_programa.htm (3 de 3) [02/07/2002 06:28:12 a.m.]
SINTOMA Y SÍNDROME
* Extractos del capitulo de Introducción del Texto: Sharfertter Ch, Introducción a la Psicopatología general, Ediciones Morata. P. 32-48.
1 3. 1. Síntomas psicopatológicos y no meramente morbosos Los síntomas psicopatológicos {(11) = El vocablo síntoma procede del griego νιετπιπη suceder al mismo tiempo. ocurrir, acaecer, de aquí αηοτπηνσ= signo de enfermedad} son modos de vivenciar y de comportamiento, reconocibles como iguales o similares, que destacan de lo habitual y cotidiano propio de las personas de una determinada esfera cultural. Ningún síntoma psicopatológico aislado, considerado en si, resulta sin más anormal o incluso morboso, ya que todos estos signos pueden encontrarse también en el sujeto sano bajo determinadas circunstancias
{(12) = En la transición de la vigilia al sueño, durante la fatiga, durante el aislamiento sensorial (ZUBEK, 1969), en la expectativa tensa, en una situación vital que supone una sobrecarga emocional (HOCKING, 1970), en la soledad (p. ej., tras la pérdida de un compañero de vida), en la hipnosis, en el entrenamiento autógeno, en la meditación, en el sueño, bajo el efecto de alucinógenos (TART, 1969).}
Los
síntomas psicopatológicos no son, sin más, morbosos. Muchas experiencias descriptibles son, desde luego, insólitas; pero, en tanto que experiencia individual, son comunes a todos los hombres, como muestra la cuidadosa observación de si mismo y de los demás,
especialmente en la comparación interétnica, Esto es válido incluso para signos tan "notables" como alucinaciones, alteraciones de la vivencia acerca del propio cuerpo y a diversos otros "signos patológicos", en los que se convierten, en realidad, cuando surgen con unas determinadas
gravedad, densidad, frecuencia, conexión y persistencia (que se han de
considerar con arreglo a la situación biográfica y al marco sociocultural), haciendo así sufrir al sujeto e impidiéndole llevar su vida dentro de su grupo.
1.3.2. De los síntomas al síndrome El síntoma es la más pequeña unidad de exploración descriptible en psiquiatría. Dentro de la experiencia clínica se encuentran "cuadros
clínicos" típicos que se repiten, constituidos por síntomas que surgen, con frecuencia, acoplados entre sí. A estos acoplamientos de síntomas los designamos como síndromes. Un síndrome es, por tanto, una combinación típica de síntomas que aparece en forma de cuadro (que no ha de ser también, forzosamente, causal). El concepto de síndrome se utiliza de modo diversamente amplio (en un sentido más extenso se habla también de complejos de síntomas, lo cual no es muy preciso desde el punto de vista del lenguaje). Sin embargo, en la mayoría de los síndromes Psiquiátricos no existe ninguna estrecha correlación con una determinada causa, que sería siempre la misma: son inespecíficas con respecto a noxas.
1.3.5. Posibilidades de clasificación de síntomas 1.3.5.1. CLASIFICACIÓN DE ACUERDO CON SU IMPORTANCIA DIAGNOSTICA, CON SU SIGNIFICADO PATOGNOMÓNICO a) Síntomas rectores, síntomas nucleares, síntomas de primer orden (SCHNEIDER, K., 1967), síntomas axiales (o síntomas básicos, término inadecuado, ya que se presta a confusiones) son designados aquellos
síntomas orientadores del diagnóstico, p. ej.: trastornos mnémicos con relación a enfermedades cerebrales, una determinada clase de "oír voces" con respecto a la esquizofrenia. La delimitación de estos
síntomas rectores diagnósticos tiene lugar, a base de la experiencia
clínica o mediante investigación estadística (véase, p. ej., OMS, 1973). b) Otros muchos síntomas psicopatológicos no permiten sentar tales conclusiones diagnósticas (síntomas de segundo orden, SCHNEIDER, K., 1967; síntomas accesorios, BLEULER, E., (1911): p. ej., lentificación del
pensamiento, trastornos de la concentración, estado de ánimo exaltado o apesadumbrado, alucinaciones, delirio.
1.3.5.2. SÍNTOMAS PRIMARIOS Y SECUNDARIOS Eugen BLEULER (1911) diferenció, con respecto a las esquizofrenias,
síntomas primarios, que serían la expresión de un hipotético morbo, en sentido médico (el "trastorno básico") y que fueron concebidos como fisiógenos (p. ej., los trastornos del pensamiento y de la afectividad)* de los síntomas secundarios (o accesorios) que serían una reacción de la personalidad a la "enfermedad". Estos síntomas secundarios serian
psicológicamente comprensibles (según BLEULER se tratarían sobre todo de "mecanismos freudianos"). Con ello adquiere un nuevo rostro la expresión de "síntoma primario": se trata de aquello que ya no es psicológicamente referible, esclarecible y, para lo cual, se postula lo fisiógeno.
1.4. DIAGNOSTICO 1.4.1. Concepto y sentido El diagnóstico supone reconocer como típico un cuadro psicopatológico clínicamente observable (síntoma, síndrome, cuadro de estado, cuadro de estado y curso) y que aparece repetidamente con un aspecto fundamental semejante y supone también la ordenación de dicho cuadro dentro de un concepto de enfermedad.
El diagnóstico -el proceso de reconocimiento y de ordenación- es hoy día denigrado en muchas ocasiones, injustamente, como mera
colocación de etiquetas, en desconocimiento de su auténtico sentido
{(15)= Toda actuación ordenadora por parte del hombre puede ser mal utilizada, y así también sucede con el diagnóstico.}
No obstante precisamos del diagnóstico siempre que
debemos juzgar acerca de un "cuadro de estado", es decir: de un modo de experiencia y de comportamiento de un ser humano, en cuanto se refiere a su formación y en vista de la cuestión relativa a qué es lo mejor que podemos hacer, según el correspondiente estado de nuestro saber. El sentido y la finalidad del diagnóstico es el establecimiento de la indicación terapéutica y profiláctica.
Por desgracia, y dado el actual estado de nuestro saber acerca de la patogenia y de los métodos terapéuticos, no siempre se pueden derivar del diagnóstico una terapéutica y una profilaxis que proporcionen un éxito satisfactorio.
1.4.2. El proceso diagnóstico como proceso de conocimiento (fig. 3)
Diagnóstico es desarrollo del conocimiento, un complejo proceso de decisión en el que entran las más diversas informaciones (GAURON y DICKINSON, 1966; NATHAN, 1967; VON ZERSSEN, 1973). Se desenvuelve en diferentes dimensiones del modo de captación, de la fiabilidad y de la validez de la información, de la elaboración de la información, del proceder diagnóstico, acerca de los cuales hay que meditar en cada caso por uno mismo.
El diagnóstico: Indicación para la terapéutica. El sentido del Diagnóstico consiste en sentar las indicaciones terapéuticas y profilácticas.
Si los síntomas no son cuidadosa y exactamente registrados, no se
puede efectuar un diagnóstico exacto y con ello, tampoco la terapéutica adecuada, establecida con arreglo al correspondiente estado de la investigación. Si no se advierte, p. Ej., una depresión en una parálisis progresiva y se la interpreta erróneamente como una depresión vivencial reactiva, dejará de establecerse un
tratamiento con penicilina que puede salvar la vida del enfermo. Si en una adolescente no se reconoce como primera manifestación de una psicosis afectiva maníaca un
"desarrollo de desvalimiento social", dejará también de establecerse la profilaxis y
tratamiento con carbonato de litio, que curaría a la enferma. Si la "distracción" de un escolar no es reconocida como ausencia epiléptica, se dejara de practicar un electroencefalograma, que aclararía el diagnóstico, y no se instaurará el
correspondiente tratamiento antiepiléptico. Si una apática indiferencia, acompañada de embotamiento, se atribuye a una ausencia de estimulación social, a aislamiento y a la edad involutiva, puede ser que un tumor cerebral continúe creciendo. Si en una excitación e inquietud no se observa un hipertiroidismo subyacente, dejará de
establecerse la oportuna terapéutica. Si un depresivo fásico es clasificado como
depresivo neurótico, se suspenderá el tratamiento con antidepresivos y litio. Si aun
esquizofrénico , no reconocido como tal, se le acuesta en el diván del psicoanalista, como si fuese un neurótico, podrá exarcebarse su psicosis, etc.