Charles Darwin
Su paso por Argentina G En el siglo XIX, los visitantes europeos se asombraban ante el pródigo mundo rural argentino, su inmensa pampa, la increíble fertilidad y su personaje central, el gaucho. La vida de los gauchos y soldados, miserable y peligrosa, impresiona vivamente a Darwin. En la Sierra de la Ventana, relata: “Hicimos alto para pasar la noche: en ese momento una desafortunada vaca fue divisada por los ojos de lince de los gauchos, quienes se lanzaron en su persecución, y en pocos minutos la enlazaron y la mataron. Teníamos allí las cuatro cosas necesarias para la vida en el campo: pasto para los caballos, agua (sólo una charca de agua turbia), carne y leña.”
eneralmente se asocia a Charles Darwin y su teoría de la evolución con las Islas Galápagos. Sin embargo, en su diario de viaje deja constancia de la importancia que significó su estadía en Sudamérica, especialmente en Argentina. “Permanecimos un tiempo en Punta Alta. Aquí encontré conchillas y huesos de grandes animales. Pasamos la noche en Punta Alta y me puse a buscar osamentas fósiles: en efecto, ese lugar es una verdadera catacumba de monstruos pertenecientes a razas extintas”.
En Punta Alta y Barrancas de Monte Hermoso (aproximadamente a 50 kilómetros de Bahía Blanca) Darwin encontró fósiles de grandes mamíferos. El genial naturalista notó que estos animales, ya desaparecidos, tenían un parecido con animales vivos —por ejemplo: el gliptodonte con el armadillo— y por primera vez se preguntó si será posible que a lo largo de generaciones los animales se pudieran transformar, es decir, evolucionar.
“Nunca disfruté tanto como cuando salí a cazar avestruces [ñandúes] con los alocados soldados, que son más que medio indios. Las atrapan arrojándoles dos bolas, sujetas a los extremos de una cuerda, que se les enreda en las patas”.
Darwin visitó las pampas de Uruguay y Argentina y las costas de los ríos Paraná y del Plata. Estuvo un mes en las Islas Malvinas y seis en Tierra del Fuego, además de pasar un considerable tiempo en Chile, durante el cual cruzó a lomo de mula dos veces los Andes por Mendoza, provincia en donde hizo importantes observaciones sobre los fenómenos andinos.
“La vida independiente del gaucho tiene, sin disputa, un gran encanto ¿No es nada eso de poder parar el caballo cuando se quiera y decir: ‘Vamos a pasar aquí la noche’? El silencio fúnebre de la llanura, los perros en alerta y el gitanesco grupo de gauchos haciendo sus camas en torno del fuego, han dejado en mi mente un cuadro imborrable de esta primera noche, que nunca olvidaré”.
Darwin hizo muchos estudios geológicos en Argentina, que fueron novedosos y significativos para la geología del país. Las observaciones y estudios que realizó a su paso por los Andes y las pampas argentinas habitualmente se consideran como el primer aporte en el desarrollo del conocimiento geológico de nuestro país. La aguda mirada de Darwin, y los perfiles que proporciona en su “Geología de América Meridional” (edición chilena de 1906), conjuntamente con las descripciones precisas de rocas y fósiles, permitieron saber que la masa de montaña estaba compuesta por un núcleo metamorfizado y por rocas graníticas, sobre las que existían acumulaciones muy potentes de rocas volcánicas que sostenían secuencias sedimentarias jurásicas y cretácicas. Una carta de Darwin a Henslow, escrita en Valparaíso y fechada el 18 de abril de 1835, comienza: “Acabo de retornar de Mendoza, habiendo cruzado la Cordillera por dos pasos. El viaje ha agregado mucho a mi conocimiento de la geología del país”. Darwin confirmó las primeras observaciones de que la Cordillera consiste de una doble cadena, separada por una extensa planicie a gran altura (se refería al Valle de Uspallata). En la misma carta escribió acerca de lo visto en ambas travesías: "Sobre los lados desnudos de las montañas, los complicados diques y cuñas de rocas de varios colores y la estratificación en todas las montañas es bellamente visible... No puedo imaginar ninguna parte del mundo que presente una escena más extraordinaria de la apertura de la corteza del globo que en estos picos centrales de los Andes”. Así, el entendimiento geológico de los Andes Centrales comenzó con las pioneras exploraciones de Charles Darwin, en 1835.
Citas tomadas del “Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo” o “El viaje del Beagle”, de Charles Darwin, 1839.
EfectoDarwin XI Muestra de Ciencias Naturales de la Fundación Miguel Lillo
“El campamento del general Rosas está muy cerca de este río. Es un cuadrado formado por carretas, artillería, chozas de paja, etc. No hay más que caballería, y pienso que nunca se ha juntado un ejército que se parezca más a una partida de bandoleros. Casi todos los hombres son de raza mezcla, casi todos tienen sangre negra, india, española, en las venas”.
“Rosas tiene una extraordinaria personalidad y goza de una influencia notable en el país. Parece probable que la ejercerá en pro de la prosperidad y el adelanto de su patria...”
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“Los gauchos u hombres de campo son muy superiores a los que residen en las ciudades. El gaucho es invariablemente muy servicial, cortés y hospitalario. No me he encontrado con un solo ejemplo de falta de cortesía u hospitalidad. Es modesto, se respeta y respeta al país, pero es también un personaje con energía y audacia.”