Universidad Latina de Costa Rica
Licenciatura en Psicología
Anteproyecto de Graduación
Adaptación de la Escala de Adultos sobre Apego Romántico para Commented [F1]: Adaptación de la Escala de Apego Romántico de Brennan para Adultos, en una población…
Adultos de Brennan, a una población de estudiantes de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia, 2012.
Mónica González Marcela Ramírez
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TABLA DE CONTENIDOS
CAPITULO I 1.1 Antecedentes del problema
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1.2 Justificación
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1.3 Formulación del problema
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1.4 Objetivos
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1.5 Alcances y límites del problema
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CAPITULO II
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1. Definición de la teoría del apego según Bowlby.
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1.1. Teoría del apego.
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1.2. Estilos de apego.
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2. Definición de apego romántico en adultos según Hazan y Shaver.
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2.1. Teoría del amor romántico como estructura de apego.
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2.2. Estilos de apego romántico.
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3. Escala de Apego Romántico en Adultos.
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3.1. Definición de apego romántico en adultos según La Escala de Apego Romántico en Adultos. 3.2. Historia de la Escala de Apego Romántico en Adultos.
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3.3. Dimensiones de medición de la Escala de Apego Romántico en Adultos.
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3.4. Estilos de apego propuestos por la Escala de Apego Romántico en Adultos.
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CAPITULO III
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3.1 Enfoque de la investigación
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3.2 Diseño de la investigación
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3.3 Alcance de la investigación
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3.4 Población y muestra
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3.5 Variables
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3.6 Caracterización y validación del instrumento
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Bibliografía
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CAPITULO I INTRODUCCION 1.1 ANTECEDENTES DEL PROBLEMA El presente apartado es un acercamiento a las principales teorías e investigaciones sobre Apego en las relaciones vinculares; empezando por su evolución desde el Psicoanálisis, con su propuesta desde las relaciones objetales e inspiración hacia la Teoría de John Bowlby al estudiar niños que experimentaron separación temprana. Y dando base científica a las investigaciones posteriores sobre el apego
Commented [F2]: Necesito un conceptualización sintetizada del concepto de apego y apego romántico, para darle al lector una idea clara de qué es lo que vamos a estudiar desde el principio. Posteriormente, a lo largo del documento retomaremos este concepto y lo operacionalizaremos pero de entrada y bueno que exista una definición inicial de lo que es el tema para Mónica y Marcela. Esa conceptualización es propia de ustedes y merece tanto como 5 cuartillas o páginas. Es el primer contacto del lector con el tema desde la perspectiva propuesta para este estudio y aunque la escritura académica prescinde de los componentes de la prosa, es una cortesía bien recibida por los lectores “introducirlos al tema”
romántico en adultos con respecto a las relaciones de pareja y sus diferentes estilos de comunicación; así como la fundamentación sobre el mismo como un proceso bisocial, por medio del cual los lazos afectivos se forman entre amantes adultos e infantes y sus padres. De esta forma el lector tendrá un acercamiento a las principales teorías, investigaciones e instrumentos que han medido el apego romántico en adultos y dado su clasificación del mismo a partir de una serie de cuestiones básicas, normativas y vínculos psicosociales, que a lo largo del tiempo han fundamentado la presente investigación dando base teórica y científica pertinente hacia un alcance más exacto del problema en cuestión. El tema del apego ha sido muy estudiado en niños desde que John Bowlby desarrolló sus teorías al estudiar niños que experimentaron separación temprana (Holmes, 1993.) Este concepto evolucionó del Psicoanálisis, en particular de la teoría de las relaciones objetales. Bowlby elaboró y publicó diferentes escritos en los años cincuentas mientras trabajaba con menores mal adaptados y delincuentes. (Bowlby, 1951.) Desde ese momento se inicia a utilizar el término “Apego” aportanto
al campo de las relaciones objetales de la psicología moderna un nuevo encuadre y terminologías. Este nuevo concepto fue retomado y por medio de diversos estudios se desarrollaron nuevas teorías e instrumentos destinados a explicar este proceso en 4
Commented [F3]: Análisis de esta cita en palabras de M&M que termine en una frase conectora al siguiente párrafo… buena práctica en la escritura académica: siempre conectar los párrafos
adultos. este tema fue estudiado posteriormente. Existen diferentes estudios y artículos principalmente dirigidos al estudio del apego en adultos con respecto a las relaciones de pareja que presentan, la percepción de otros y estilos de comunicación, entre otras variables. En 1987, Cindy Hazan y Phillip Shaver publicaron un artículo proponiendo el amor romántico como un proceso de apego. En este artículo los autores conceptualizaron el amor romántico como un “proceso biosocial por medio del cual lazos afectivos se forman entre amantes adultos, así como lazos afectivos se forman entre los infantes y sus padres” (Hazan et al., 1987) Estos autores basaron su investigación en 3 tipos básicos de apego (seguro, evitativo y ansioso/ambivalente). Para determinar el tipo de apego que los sujetos presentaban los autores diseñaron un instrumento que denominaron “Love Quiz”.
Commented [F4]: Explicación del Love Quiz y un mayor análisis de la propuesta de Hazan y Philip desde el entendimiento de M&M y la aplicabilidad que tiene para el estudio actual
Este instrumento (Love Quiz) fue publicado en un periódico local. Los autores respaldan su metodología citando a Shaver y Rubenstein (Hazan et al., 1987) quienes aseguran que este método ha sido ampliamente utilizado produciendo resultados muy aproximados a otros métodos más costosos y más estrictamente representativos. Sus ítems se obtuvieron de traducciones de medidas de amor existentes para adultos así como extrapolaciones de la literatura sobre apego infantil. Luego de publicar el cuestionario en el periódico local, los autores mencionan que empezaron a recibir respuestas una semana después. En total recibieron 1200 respuestas de las cuales se consideraron únicamente las primeras 620 dada la consistencia de las respuestas. De estas 620 respuestas, 205 provinieron de hombres y 405 de mujeres. Sus edades oscilaron entre los 14 y los 84 años, con una mediana de 34 años y una media de 36 años. Dentro de los resultados obtenidos en este estudio, los autores encontraron que un 56% de los sujetos se autodenominó con apego seguro, un 25% con apego evitativo y el restante 19%
con apego ansioso/ambivalente. Lo cual concuerda con lo
reportado en estudios de apego infantil reportados por Campos et al, según Hazan 5
(1987). Estos resultados son importantes ya que sugieren que las respuestas de los participantes no fueron al azar si no que más bien estuvieron determinadas por algunas de las mismas fuerzas que afectan el estilo de apego en infantes y niños. (Hazan et al., 1987). Este primer acercamiento viene a convertirse en la puerta de estrada para diversos investigadores quienes se dedicaron a ampliar el tema del apego romántico en adultos. A partir de los estudios de Hazan y Shaver, diferentes autores buscaron proponer sus propios instrumentos para medir el apego romántico en adultos, así como sus clasificaciones del mismo. Dentro de las investigaciones más relevantes
Commented [F5]: Y qué pasó con esos instrumentos, cuáles fueron, de qué se trataban, qué impacto tuvieron en la ciencia?
encontramos a investigadores como Bartholomew y Horowits (1991); Yárnoz, Alonso-Arbiol, Plazaola y Sainz de Murieta (2001); Brenlla, Carreras y Brizzio (2001); Casullo, M. y Fenandez, M (2004); Ayala (2006); Márquez, Rivera y Reyes (2009); Garrido et al. (2009); Bonilla et al. (2011); Yárnoz y Comino (2011); y por supuesto las investigaciones de Brennan et al (1998) quienes diseñaron el instrumento que la presente investigación busca adaptar a la población costarricense. Dichos aportes, los cuales proveen a la presente investigación de un contexto teórico-histórico y que están íntimamente relacionados con el presente estudio, se detallan a continuación. Bartholomew y Horowitz (1991) publicaron un artículo en el que proponen un modelo nuevo de 4 grupos de estilos de apego en adultos. La autora y sus colaboradores postulan 2 tipos de modelos de trabajo, un modelo interno de si mismo y un modelo interno de los otros. Según la autora cada modelo interno puede ser dicotomizado como positivo o negativo para producir 4 estilos de apego. (Bartholomew et al., 1991) Ellos estudiaron un grupo de adultos, hombres y mujeres entre los 18 y 22 años, quienes fueron evaluados en grupos de 2 a 4 parejas de amistad. Los sujetos y sus amigos completaron 2 conjuntos de cuestionarios así como una entrevista individual. La revelevancia de dicha investigación reside en que, según la autora, “a pesar de que Bowlby sugirió que los modelos de trabajo difieren en términos de imagen del yo e imagen del otro ningún estudio había considerado las 4 categorías 6
Commented [F6]: Un poco más de detalle de este aporte
que lógicamente se derivan al combinar los dos niveles de imagen del yo (positivo y negativo) con los dos niveles de imagen del otro (positivo y (Bartholomew et al., 1991) Este estudio resultó en un modelo de 4 prototipos de patrones de apego en adultos (seguro, preocupado, desinteresado
y temeroso)
basados
en
diferentes
combinaciones entre la autoimagen de los sujetos y la imagen que manejan de los otros. De modo que esta investigación nos proporciona una perspectiva amplia de
Commented [F7]: Análisis y perspectiva de M&M
los principales estilos de vinculación entre los adultos así como un modelo nuevo basado en las cuatro variables antes mencionadas, brindando un rango entre lo seguro y lo temeroso, incluyendo lo preocupado y desinteresado. Esto, además, provee una fundamentación teórica de las posibles combinaciones que pueden presentar los vínculos románticos entre adultos. En España, Yárnoz, Alonso-Arbiol, Plazaola y Sainz de Murieta (2001) publicaron un artículo titulado “Apego en adultos y percepción de los otros”. Ellos estudiaron y analizaron las relaciones existentes entre el estilo de apego de los individuos y las percepciones que tienen de sí mismos y de los otros en una muestra compuesta por 118 estudiantes universitarias. En este estudio los autores midieron las diferencias de valoración a través de las distancias entre los elementos que representan al yo ideal y a los otros ideales en la técnica de rejilla de Kelly. Esta investigación brinda un modelo explicativo del apego adulto desde la teoría de los vínculos objetales del psicoanálisis, teniendo a la madre como principal fuente de apego lo cual concuerda con los resultados del estudio en cuestión. Dentro de los hallazgos del estudio, se descubrió que en general los sujetos se identificaron más con la madre que con el padre, con la única excepción del estilo temeroso. Conjuntamente se encontró que las participantes femeninas se identificaron más con sus iguales que con sus padres. Lo que llevó a los autores a concluir que los pares juegan un papel relevante, junto a la madre, para las adultas jóvenes como posibles figuras de apego. 7
Commented [F8]: Análisis y perspectiva de M&M
También Brenlla, Carreras y Brizzio (2001) estudiaron el apego en adultos. Ellos diseñaron un instrumento para medir el apego en adultos y basaron su interés en dos cuestiones básicas: la primera es preguntarse si el sistema de apego es normativo es decir, si está presente en el desarrollo de todas las personas, y si es dinámico e importante en la adultez. La segunda remite a poder determinar si hay diferencias individuales en la expresión del sistema de apego en relación con diferentes tipos de vínculos psicosociales. Estos autores definieron de este modo un instrumento para determinar el estilo de apego en adultos basado en 4 tipos: seguro, temeroso, ambivalente y evitativo. Casullo, M. y Fenandez, M (2004) presentaron datos sobre dos versiones de una escala construida para evaluar estilos de apego romántico/no romántico en población adulta. Las autoras diseñaron la técnica sobre la base de las propuestas teóricas de la psicóloga canadiense Bartholomew quien hace referencia a cuatro estilos de apego: seguro, evitativo, ansioso y temeroso. La muestra consistió de una población general adulta, con edades entre 30 y 60 años residentes en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Dentro de los resultados, los autores mencionan que el análisis factorial realizado permitió aislar sólo tres factores en las dos versiones: seguro, ansioso ambivalente, y temeroso/evitativo. Y encontraron que ambas escalas tienen buena consistencia interna. Ayala (2006) realizó un estudio sobre los estilos de apego y estilos de comunicación en pareja, en el que buscó analizar la relación entre los estilos de comunicación, estilos de apego, el manejo de conflicto y la satisfacción en la relación de pareja, así como las diferencias entre los géneros con respecto a las variables de estudio. La autora trabajó con una muestra de 182 sujetos, todos involucrados en una relación de pareja heterosexual. 104 fueron mujeres, 78 fueron hombres y todos 8
tenían al menos un año de matrimonio civil y un promedio de 13 años. La edad mínima fue de 18 años y la máxima de 77 años, teniendo un promedio de edad de 37 años, con o sin hijos. Dentro de los resultados de este estudio, la autora menciona que se pudo observar que tanto hombres como mujeres presentan con mayor frecuencia el estilo de apego “realista-racional” y el estilo “seguro-confiado”. Además encontró una correlación positiva en el estilo de apego de interdependencia con el estilo de comunicación simpático, así como otras correlaciones significativas importantes. En España, Melero y Cantero (2008) publicaron los resultados del proceso de validación y bameración del “Cuestionario de Apego Adulto”. Para realizar dicha validación, las autoras utilizaron una muestra de 445 sujetos, 159 hombres y 286 mujeres con una media de 30,5 años. Los análisis factoriales de dicho estudio mostraron la solución de 4 factores como la más idónea, con un total de 40 ítems. Estos factores fueron: Baja autoestima, necesidad de aprobación y miedo al rechazo, Resolución hostil de conflictos, rencor y posesividad, Expresión de sentimientos y comodidad con las relaciones y Autosuficiencia emocional e incomodidad con la intimidad. Para establecer tipologías las autoras realizaron análisis de conglomerados. Para analizar fiabilidad y validez, los índices de consistencia interna de 4 escalas fueron evaluados mediante el coeficiente Cronbach. Y el estudio de la validez del instrumento se realizó mediante análisis de varianza y técnicas no paramétricas cuando se incumplió el supuesto de homogeneidad de varianzas. Por otro lado, Márquez, Rivera y Reyes (2009) desarrollaron y validaron psicométricamente una escala para evaluar los estilos de apego en adultos para la población mexicana. En este estudio se aplicó la escala a 611 personas voluntarias entre los 18 y 71 años de edad que se encontraban en una relación de pareja. Para conocer las diferencias entre los distintos tipos de relación de pareja los autores realizaron un análisis de varianza que arrojó diferencias para los estilos de 9
apego seguro, presentándose un puntaje relativamente más alto en las relaciones de noviazgo. Los resultados de este estudio muestran 3 factores que evalúan el apego: seguro, ansioso y evitante. En Chile, Garrido et al. (2009) llevaron a cabo el proceso de validación del cuestionario de evaluación de apego en el adulto CAMIR. El objetivo de dicha investigación fue examinar la confiabilidad y validez del instrumento de evaluación de apego en el adulto, “Cartes: Modèles Individuels de Relation (CAMIR)”, en la realidad sociocultural chilena. La muestra la conformaron 578 sujetos, 204 hombres y 374 mujeres, con edades entre 14 y 80 años. Los sujetos completaron el CAMIR y medidas de vínculo y sintomatología actual, a través del Parental Bonding Instrument (PBI) and Outcome Questionnaire OQ-45.2. A través del análisis estadístico de los resultados los autores evaluaron las características psicométricas del test y analizaron la posibilidad de generar normas locales para la prueba. Los resultados confirmaron que el CAMIR es un instrumento confiable y válido en la evaluación de los modelos internos de relación en adultos. Bonilla et al. (2011) realizaron un estudio sobre el apego romántico en adultos cuyo objetivo fue analizar los factores determinantes que dan paso a la formalización y estabilidad en la pareja tomando en cuenta aspectos como la importancia del apego hacia los padres en la infancia y en la adolescencia. Los autores trabajaron con 300 participantes 150 hombres y 150 mujeres con edades entre los 18 y 60 años todos ellos residentes de la ciudad de Toluca, México. En este estudio no se encontraron diferencias significativas al comparar hombres y mujeres en los diferentes tipos de apego. En la percepción de apego parental, se encontró una tendencia a denotar un apego de tipo evitativo por parte de los
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hombres a diferencia del grupo de mujeres que, según los autores, presentan un apego más temeroso y una percepción de menor cuidado y sobreprotección. Yárnoz y Comino (2011) analizaron la convergencia entre diferentes instrumentos para evaluar el apego adulto. En esta publicación las autoras presentan una panorámica de los instrumentos utilizados en español para evaluar el apego adulto, con especial atención en dos cuestionarios de autoinforme, el Cuestionario de Relación (Bartholomew y Horowitz, 1991) y el Cuestionario de Relaciones de Pareja (Brennan, Clark y Shaver, 1998). La muestra estaba compuesta por 1124 personas. Sus edades oscilaban entre los 16 y los 79 años. El 62,8% eran mujeres, y el 37,2% hombres. Los resultados del estudio muestran, por una parte, diferencias debidas a la estructura de los instrumentos. Encontraron además que el patrón de correlaciones que presentan los cuatro prototipos de apego es altamente coherente con la teoría, y hallaron también una correlación negativa del estilo seguro con preocupado y temeroso, y una correlación positiva del estilo temeroso con preocupado y desvalorizador. Con respecto a la escala que la presente investigación busca adaptar, Brennan et al (Simpson, 1998) buscaron unificar en un solo cuestionario todas las medidas de apego conocidas y así desarrollar una sola escala para medirlas. Para obtener un análisis factorial confiable, las autoras administraron el cuestionario a una muestra de 1,086 estudiantes universitarios (682 mujeres y 403 hombres) de la Universidad de Texas. Las edades de los sujetos oscilaban entre los 16 y 50 años, siendo la mediana de 18 años. Menos de la mitad de los sujetos reportaron estar involucrados en una relación seria. Se administró un primer set de cinco medidas de apego, las cuales incluían aquellas diseñadas por Hazan y Shaver en 1987 y 1990, Bartholomew y Horowits diseñada en 1991, Sperling et al. en 1992 y Latty-Man y Davis, 1996.
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Este primer set abarcaba medidas relacionadas con experiencias en relaciones románticas. El segundo set incluyó todas las escalas conocidas, de las que se obtuvieron 323 ítems una vez eliminados todos los repetidos. Éstos fueron impresos en un orden al azar. En este se abarcaron aspectos del apego que incluyen confianza, separación, ambivalencia, cuidados, evitación, disponibilidad de la pareja, apego ansioso, alienación, enojo, soledad, confianza en sí mismo y la pareja, entre otros. Dos medidas adicionales fueron incluidas para poder medir la relación entre constructos de apego de auto reporte y las variables de contacto íntimo y sexualidad romántica. Luego de realizar el análisis de los cuestionarios y los sets administrados, las autoras pudieron sintetizar una escala de 36 ítems, basado en las dimensiones de ansiedad y evitación, identificando así cuatro tipos de apego: seguro, temeroso, desinteresado y preocupado. En general muy buen tratamiento del tema pero necesitamos relacionarlo con nuestro estudio. Los antecedentes no cumplen ninguna función si no se relacionan con lo que deseamos demostrar. Hay necesariamente que relacionarlo con nuestra hipótesis y el sentido de nuestro trabajo. No es necesario que cada frase establezca la relación pero sí que cada aporte teórico al antecedente demuestre que hay una necesidad de estudiar este tema y de validar la escala a la población costarricense. Hay que demostrar la necesidad y conveniencia de que realizar el presente estudio, desde el antecedente.
1.2 JUSTIFICACIÓN Esta investigación psicológica nace desde una visión cuantitativa, dentro de un marco de trabajo clínico, de experiencias con parejas jóvenes y las diferentes 12
variables de apego romántico que puedan dar justificación a algunas problemáticas específicas, a nivel sistémico, social, familiar y emocional. Es una Escala sobre Apego Romántico dirigida a Adultos, cuya pretensión o relevancia social, es un acercamiento a las necesidades y demandas de las diferentes parejas de diagnóstico o tratamiento psicológico, para la identificación de su estado de apego, con respecto a su vinculación emocional dentro de situaciones afectivas. La temática representa una necesidad específica en el campo clínico, se explora la relación de pareja y al individuo, dentro de su contexto diario de vinculación emocional; y se trata de medir variables cuantitativas de origen específico, que demuestran los grados en que una persona vive o experimenta el apego con otra. Esto con el fin, de entender y comprender mejor las relaciones humanas y los vínculos afectivos que responden a una funcionalidad o disfuncionalidad específica. La elección de la población, se basa en criterios de acceso y relevancia social, ya que nuestra competencia y compromiso es como estudiantes de la Universidad Latina de Costa Rica. Además, de acuerdo con Erickson (1972) los sujetos entre los 20 y los 40 años se ubican en una etapa del desarrollo que él mismo denomina “intimidad vs. aislamiento” durante la cual la mayoría de las personas forman y consolidan su relación de pareja. Por otro lado, con respecto a la población, según el INEC la mayoría de los matrimonios, ya sean civiles o católicos, ocurren cuando los contrayentes tienen entre 20 y 34 años de edad (INEC, 2011). Por lo que se considera que en la medida en que dichos sujetos puedan conocer su estilo de apego, el cual se traduce en la manera de vincularse con el otro, podrían identificar conductas que les pueden perjudicar a la hora de realizar la tarea de formación y consolidación de su vida en pareja, previniendo entonces vinculaciones negativas o vinculaciones que puedan terminar en disolución, entre otros efectos negativos de dicha actividad.
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Commented [F9]: Hay que incorporar otros criterios que justifiquen esta población sobre otras. Una crítica del tribunal de tesis puede ser que no se escogió la población en la que el apego romántico es más fuerte o evidente, osea, se puede decir que se escogió por comodidad y no por conveniencia científica. En esta justificación se puede decir que la población es de fácil acceso, pero hay que definir porqué específicamente esta. Por otra parte, se podría incluir a otras parejas de otras universidades, malles, centros comerciales, cines u otras para darle mayor validez y confiabilidad a la adaptación
Esta estandarización de la Escala de Adultos sobre Apego Romántico de Brennan, a una población de estudiantes de Psicología de la Universidad Latina, consiste en un proceso de adaptación de una herramienta clínica que responde a necesidades específicas psicosociales. La aplicación de esta herramienta revela diferentes niveles de comunicación, valora la vinculación y la afectación afectiva; con el fin de proporcionar un instrumento confiable y una estrategia significativa de medición cuantitativa a los especialistas en Psicología y para futuros tratamientos y procesos Commented [F10]: No me queda claro el valor de la adaptación en los procesos educativos
educativos que ofrece la Universidad de modo específico y social. “La adaptación de un instrumento de evaluación de una población original a otra considerada objetivo resulta imprescindible si se pretende utilizar dicho instrumento en esta última población. Únicamente la constatación de la ausencia de diferencias entre ambas poblaciones, es decir, considerar que todos los sujetos pertenecen a la misma población podría eximirnos del proceso de adaptación. Por lo tanto, la adaptación resulta necesaria cuando la población objetivo difiere de la población original en la que se utiliza habitualmente dicho instrumento en cuanto a características tales como la cultura, el país o la lengua. A fin de facilitar las pautas metodológicas que deben contemplarse para realizar una adecuada adaptación del test.” Xabier Balanzategi (2009)
1.3 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA ¿Cuál es el proceso de adaptación de la Escala de Adultos sobre Apego Romántico de Brennan, para ser aplicada a una población de estudiantes de Psicología de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia, 2012? Comentándolo con Luis Diego y doña Lucía nos parece que reformular el problema resultaría en una reformulación de los objetivos y un cambio de la dirección de la investigación que no queremos. Precisamente el principio y fin de esta tesis es la adaptación del instrumento por lo que pensamos que debe quedar así, podríamos conversarlo en nuestra próxima reunión.
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Commented [F11]: La estructura de este problema no me queda clara, me parece que el proceso de adaptación es el mismo para los distintos instrumentos. Los estudiantes a evaluar son solo los de psicología o cualquiera que se encuentre ”en pareja” en la U? Hay que reformular el problema a algo así como: ¿Cómo aplica la Escala de Apego Romántico… a la población de estudiantes de la U…? ¿Cuál es la validez de la EAR entre la población de estudiantes de la ULATINA? ¿Cuál es la aplicabilidad estadística de la EAR en la población? ¿Cómo mide la EAR el apego romántico en los estudiantes de la ULATINA?
1.4 OBJETIVOS Objetivo General: Adaptar la Escala de Adultos sobre Apego Romántico de Brennan, para su correspondiente aplicación a una población de estudiantes de Psicología de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia, 2012.
Objetivos Específicos: •
Revisar la traducción de la Escala de Adultos sobre Apego Romántico de
Brennan, para aplicarla a una población de estudiantes de Psicología de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia, 2012.
•
Adaptar la Escala de Adultos sobre Apego Romántico de Brennan al contexto
sociocultural de la población de estudiantes de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia.
•
Validar
mediante una prueba piloto la Escala de Adultos sobre Apego
Romántico de Brennan con estudiantes de Psicología de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia, 2012.
•
Sistematizar la información recabada y adaptar la Escala de Adultos sobre
Apego Romántico de Brennan para la población de estudiantes de Psicología de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia, 2012. Cómo se va a validar que las mediciones de esta escala miden el Apego Romántico en esta población? Existe algún otro instrumento con el que se pueda comparar o 15
Commented [F12]: Sólo de psico?
tendrán que hacer un proceso de confirmación del Apego Romántico en los casos a medir, mediante entrevistas y criterior diagnósticos? O sea, puede que la prueba me de indicadores de que existe o no el AR, pero necesito algo contra qué compararlo. Para esto todavía o tenemos respuesta pues don Luis Diego desde el inicio nos sugirió buscar un instrumento ya validado (no como requisito indispensable) para garantizar la medición de los varemos. No lo hemos definido pues no hemos encontrado ninguna hasta el momento.
ALCANCES Y LÍMITES DEL PROBLEMA Alcances •
Se propone implementar un estudio descriptivo, que mida las variables de la
Escala de Adultos sobre Apego Romántico de Brenan, a una población de estudiantes de Psicología de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia, 2012.
•
La población seleccionada será una muestra representativa de la población
de estudiantes de la Universidad Latina de Costa Rica, Heredia.
•
La Escala de Adultos sobre Apego Romántico de Brennan, en su adaptación
al nuevo contexto seleccionado, representa una herramienta clínica de aplicación experimental y de investigación práctica.
Límites •
Algunos rasgos y estados psicológicos no pueden ser cuantificables ni
medibles como son los estados anímicos y otros elementos que puedan influir en disfunciones vinculares.. 16
Commented [F13]: Cuáles?
•
Se utilizan diversas fuentes de información para enriquecer el proceso de
evaluación.
•
La Escala de Adultos sobre Apego Romántico de Brennan, tiene técnicas de Commented [F14]: Cuáles?
medición con ventajas y desventajas. Dentro de las ventajas de la técnica de medición está que los parámetros de apego han sido adaptados a adultos, lo que facilita la visualización teórica de los procesos de amor romántico como procesos de apego. Además los ítems están bien estructurados y dirigidos a medir específicamente las dimensiones de ansiedad y evitación que producen los diferentes estilos de apego. También los ítems son cortos, claros y el instrumento es sencillo de entender, ya que utiliza respuestas cerradas, cuya medición es estructurada y cuantitativa, lo que da un rango más exacto y resultados concretos y científicos de lo que se pretende medir. Las desventajas son que la escala tiene un amplio rango de medición, lo que puede producir sesgo a la hora de su interpretación. Además el cuestionario es autoadministrado, por lo que en caso de duda o poca comprensión de algún ítem, el facilitador no podrá intervenir dentro del mismo, lo cual podría producir sesgo en cierto momento. •
La validez, la confiabilidad y utilidad como variables que pueden cambiar de
un contexto situacional a otro.
•
Sesgos a la hora de adaptar, administrar y evaluar la Escala de Adultos sobre
Apego Romántico de Brenan, a la población de estudiantes de Psicología de la Universidad Latina de Costa Rica. , Heredia.
17
Commented [F15]: Solo de psicología?
•
Validez a nivel de contenido, en relación a un criterio o coeficiente de validez.
•
Las técnicas de traducción utilizadas, que podrían afectar la comprensión de
la Escala de Adultos sobre Apego Romántico de Brennan, a la hora de su aplicación. Le parece que eliminemos este punto???
•
Los métodos de equivalencia entre la Escala y sus diferentes contextos.
•
Fuentes de Sesgo: sesgo de constructo, sesgo metodológico: en las
muestras, el instrumento (la escala) y la administración y sesgo en el ítem.
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Commented [F16]: Se utiliza la doble traducción o back to back. Para ello se necesitan traductores bilingües y biculturales que traduzcan la escala de inglés a español y luego de español a inglés, para corroborar que la traducción es efectiva y cada enunciado dice lo mismo en ambos idiomas
CAPITULO II MARCO TEÓRICO
Los recientes intentos de entender las relaciones cercanas adultas desde el punto de vista del apego están fuertemente influenciados por el trabajo fundacional de Bowlby sobre el apego y la pérdida; su formulación teórica proporciona una explicación detallada del desarrollo, función y mantenimiento de la conducta de apego. Las investigaciones sobre el apego adulto tienen sus bases en el trabajo de Bowlby, este capítulo está dedicado a exponer los principios más importantes de su formulación y a construir un juicio sobre las evidencias empíricas que la apoyan.
La Teoría del Apego es una de las perspectivas teóricas, cuya influencia se basa en la investigación sobre las relaciones cercanas. Se apoya en el trabajo de John Bowlby y otros, cuya propuesta sobre aspectos de conceptualización y medida, las diferentes teorías del apego y sus postulados sobre los estilos, vinculaciones y aspectos fundamentales de la vida se verán plasmadas en el siguiente capítulo.
Además, se unen las diversas corrientes de la investigación sobre el apego en una descripción coherente sobre el tema del apego y sus diferentes exponentes y corrientes teóricas. Hazan y Shaver (1987) presentan una aproximación del amor romántico conceptualizado como un esquema de apego.
Por otro lado, Bartholomew y Horowitz, citados por Brennan (1998), estudian este tema de apego romántico y proponen 4 estilos de apego entre jóvenes adultos. Y son estas teorías las que fundamentan el diseño de la Escala de Apego Romántico en Adultos de Brennan y colaboradores.
1. DEFINICIÓN DE LA TEORÍA DEL APEGO SEGÚN BOWLBY. 19
Bowlby (1973) define la conducta de apego como “cualquier forma de conducta que tiene como resultado el que una persona obtenga o retenga la proximidad de otro individuo diferenciado y preferido, que suele concebirse como más fuerte y/o más sabio” (p. 292). Las conductas infantiles como succionar, aferrarse, seguir, sonreír y llorar tienden a producir respuestas protectoras de los cuidadores adultos y a establecer un vínculo entre el niño, la niña y el cuidador. Bowlby (1973) hipotetiza que la conducta de apego es adaptativa, y que ha evolucionado pasando por un proceso de selección natural. De este modo, la conducta de apego ofrece a los niños(as) una ventaja para la supervivencia, protegiéndoles del peligro al mantenerse cerca de su cuidador primario (la madre). La protección ayuda a cimentar una seguridad convencional que le permite al individuo continuar su evolución considerando que se apropia del medio.
Además, Bowlby (1973) hipotetiza que la conducta de apego constituye un sistema conductual organizado, es decir, un conjunto de conductas variadas (por ejemplo: la sonrisa, el llanto, o el seguimiento visual) que tienen una única función (mantener la proximidad de un cuidador). Bowlby cree que el sistema de apego forma parte de una serie de sistemas conductuales de vinculación, que incluyen la exploración, el cuidado y el apareamiento sexual, diseñados para asegurar la supervivencia y la procreación. Desde un punto de vista externo, el objetivo del sistema de apego sería regular las conductas diseñadas para establecer o mantener el contacto con una figura de apego; desde el punto de vista de la persona que se encuentra dentro de una relación de apego, el objetivo del sistema sería “sentirse segura”. El sistema de apego mantiene un equilibrio entre las conductas exploratorias y las conductas de proximidad, en función de la accesibilidad de la figura de apego y de los peligros presentes en el entorno físico y social. Los bebés perciben la separación (real o en forma de amenaza) de su figura de apego como una amenaza a su bienestar e intentan no salirse del campo protector de esta figura, y manifiestan conductas de ansiedad o preocupación tan pronto se encuentran expuestos a dicha 20
situación. El campo protector se ve reducido en situaciones extrañas o amenazantes; de ahí que sea más probable que la conducta de apego se evidencie cuando el bebé se encuentre en una posible situación de este tipo.
Aunque Bowlby (1973) define la conducta de apego en términos del objetivo del mantenimiento de la proximidad, se han identificado otras funciones del apego que están relacionadas entre sí. En general, la figura de apego sirve como una base segura a partir de la cual el bebé o el niño(a) siente la seguridad necesaria para explorar y dominar su entorno. Es decir, en situaciones en las que no hay una amenaza aparente, es más posible que el bebé lleve a cabo actividades exploratorias, que conductas de apego. Por otro lado, es más probable que busque la proximidad del cuidador o de la cuidadora cuando perciba una amenaza en su entorno más cercano. De este modo, el cuidador también tiene la función de refugio seguro al que el bebé puede volver en busca de seguridad y consuelo en estas ocasiones. Según Bowlby, la búsqueda de la proximidad (incluyendo la protesta ante la separación), la base segura, y el refugio seguro son los tres rasgos definitorios, y las tres funciones, de una relación de apego.
1.1. TEORÍA DEL APEGO
“La teoría nació como una forma de conceptualizar la propensión de los seres humanos para hacer fuertes vínculos con otros significativos”. (Bowlby, 1979).
Para Bowlby (1986), el comportamiento de apego es todo aquel que permite al sujeto conseguir o mantener proximidad con otra persona diferenciada y generalmente considerada más fuerte y/o sabia, propio del ser humano, que motiva la búsqueda de proximidad entre el niño pequeño y sus padres o cuidadores . Este comportamiento de apego, según Bowlby es un sistema motivacional innato que busca mantener la proximidad entre el niño pequeño y sus cuidadores o padres.
21
La teoría subraya la importancia que el niño se sienta capaz de depender de sus figuras de apego y también la habilidad de estas figuras para contener y proteger al niño, especialmente en momentos de mayor necesidad. El sistema comportamental del apego ha sido hipotetizado como fundamental para la sobrevivencia del niño o de la niña, pues busca las condiciones de seguridad con sus cuidadores especialmente bajo condiciones de posible amenaza. La interacción que se produzca entre el cuidador y el niño podrá dar cuenta de la calidad del vínculo, lo que tendría que ver con lo que Bowlby (1980) identificó como modelos operantes internos, que serían expectativas que posee el niño acerca de sí mismo y de los demás, y que le hacen posible anticipar, interpretar y responder a la conducta de sus figuras de apego, ya que integran experiencias presentes y pasadas en esquemas cognitivos y emocionales. “Los modelos operantes son un sistema interno de expectativas y creencias acerca del self y de los otros que les permiten a los niños predecir e interpretar la conducta de sus figuras de apego. Estos modelos se integran a la estructura de la personalidad y proveen un prototipo para futuras relaciones sociales”. (Bowlby, 1979, p.70)
Estos modelos internos se construyen en los primeros años de vida y luego son susceptibles a reelaboraciones en función de las interacciones con las figuras de apego. Estos cambios ocurrirían dentro de ciertos límites, puesto que las representaciones de las experiencias anteriores filtran las expectativas del individuo e influyen en su percepción de estas interacciones (Marrone, 2001). De cualquier forma, la noción de modelos operantes y representaciones mentales es central para la evaluación de los llamados "patrones de apego" o en una conceptualización
más
actual
"estrategias
cognitivas,
comportamentales"
para
enfrentar
relaciones
interpersonales
afectivas
y
significativas
(Bretherton, 1999). Además, tienen la capacidad de integrar experiencias pasadas y presentes, como también esquemas cognitivos y emocionales relacionados con tales experiencias. 22
En la misma línea, Fonagy et al. (1995) señalan que a partir de experiencias repetidas con sus figuras de apego, los niños desarrollan expectativas en cuanto a la naturaleza de las interacciones. Así, las relaciones tempranas de apego poseen amplia influencia en la capacidad para regular el estrés, en la regulación de la atención y en la función mentalizadora de los sujetos (Fonagy & Target, 2002). Crittenden (1990, 1995) también habla de modelos internos, que implican cierta forma de procesar la información acerca de la conducta de las figuras de apego y, asimismo, mayor o menor tendencia a ciertos tipos de psicopatología.
1.2 ESTILOS DE APEGO.
Desde esta perspectiva teórica se sostiene que las experiencias vinculares infantiles son internalizadas y dan lugar a modelos o prototipos de comportamiento psicosocial (Casullo &Fernández Liporace, 2005).
En este sentido, un punto central en la teoría es el concepto de Modelos Operativos Internos. Este término es utilizado para indicar todas las representaciones acerca del mundo y del ser humano en él, construidas a lo largo de la relación vincular primaria, incluyendo personas, lugares, ideas, pautas culturales, estructuras sociales, entre otros.
Bowlby (1980) destaca la relevancia de estos modelos desde el punto de vista clínico. Basándose en esta aseveración, propone la idea de que ciertos patrones en la relación que un individuo ha tenido con sus figuras principales de cuidado pueden determinar ciertos aspectos importantes de su organización psíquica en relación a sus vínculos de apego en las posteriores etapas del ciclo vital. Tal organización psíquica se manifiesta en las siguientes características del individuo, las estrategias que inconscientemente elige en su relación con los otros, particularmente en los vínculos íntimos o de apego; los mecanismos de defensa que tiende a utilizar contra 23
ansiedades inherentemente relacionadas con su historia vincular; el modo en que procesa las pérdidas y elabora los duelos y en la organización cognitiva de tales experiencias. Mary Ainsworth, una cercana colaboradora de Bowlby, sería la primera en proponer que las díadas madre-hijo difieren en la calidad de sus relaciones de apego y que es posible medir y clasificar estas diferencias. También postuló que la conducta de la madre en los primeros meses de la vida del niño es un buen predictor del tipo de relación entre ambos (Ainsworth, 1969). El estudio de las formas específicas de la calidad del apego fue llevado a cabo inicialmente por Ainsworth y sus colaboradores (Ainsworth, Blehar, Waters & Wall, 1978), quienes combinaron la observación de díadas cuidador-niño con la investigación longitudinal y desarrollaron un paradigma experimental (La situación extraña) para evaluar la calidad del apego en la infancia. Este trabajo permitió mostrar que, al año de edad, los niños generaban patrones de conducta consistentes que funcionaban estratégicamente para mantener la disponibilidad protectora de las figuras de apego. La situación extraña es un procedimiento estandarizado
de
laboratorio.
Fue
originalmente
diseñada
en
1964.
El
procedimiento incluye varios episodios que incorporan al niño o a la niña, a su madre y a un extraño. La prueba transcurre en un lugar particular en donde hay dos sillas y algunos juguetes a los que el niño tiene acceso. Estos episodios tienen la intención de activar y/o intensificar la conducta de apego del niño mediante la introducción de una situación desconocida.
Se supone que diferentes pautas de conducta durante la situación extraña indican diferencias en la manera en que se ha organizado el apego entre la madre y el niño. De este modo se llegó a identificar tres formas principales de calidad del apego: 1. Seguro 2. Ambivalente o resistente 3. Evitativo 24
Apego seguro: juega con los juguetes, muestra signos de encontrarse disgustado cuando la madre abandona la habitación, interrumpe su conducta de juego o exploratoria y, de algún modo, demanda el reencuentro. Cuando la madre vuelve se consuela con facilidad, se queda tranquilo y vuelve a jugar. Las principales características de sus reacciones son: mayor habilidad para explorar y jugar, alegría, seguridad y curiosidad; mayor capacidad para mostrar disgusto como una reacción apropiada a la separación y, finalmente, mayor capacidad para ser calmados.
Apego inseguro-resistente o ansioso-ambivalente: reacciona fuertemente a la separación. Cuando la madre regresa buscan el consuelo y el reencuentro pero pueden mostrar rabia o pasividad: no se calman con facilidad, tienden a llorar de una manera desconsolada y no retoman la actividad de exploración.
Apego inseguro-evitativo: evita tener proximidad con su madre y no llora ni muestra disgusto cuando ella desaparece de la habitación. Está más atento a los objetos inanimados que a las situaciones interpersonales. Este tipo de conducta se interpreta como el resultado de un mecanismo de defensa: el niño se dirige a los objetos en lugar de a los seres humanos, oculta su disgusto y evita la proximidad con el propósito de tener bajo control los sentimientos de necesidad, que prevé no van a ser adecuadamente satisfechos.
A esta clasificación original más tarde se agregaría un grupo de niños que no mostraban un patrón de conducta tan organizado durante la situación extraña y que Main y Salomon (1990) llamarían "desorganizados o desorientados". Más allá de los aportes de Ainsworth con madres y bebés, Bowlby explícitamente consideró su teoría como un constructo aplicable a todo el desarrollo humano, lo que hizo evidente que su medición debía trascender el período de la temprana infancia. Uno de los primeros pasos en esta dirección lo dio Mary Main, quien en 25
1984 creó la Adult Attachment Interview (AAI) (George, Kaplan & Main, 1985 en Crowell & Treboux, 1995), una entrevista destinada a evaluar los patrones de apego en adultos a través de sus "estados mentales" con respecto a las relaciones tempranas con sus padres.
2. DEFINICIÓN DE APEGO ROMÁNTICO EN ADULTOS SEGÚN HAZAN Y SHAVER.
Las diferencias individuales o subjetivas para Hazan y Shaver (1987, 1990) emergen de las variaciones en la organización funcional de los sistemas de apego que incluyen procesos de regulación de afectos y comportamientos y sólo algunos de ellos pueden considerarse en términos de procesos cognitivos. Estos autores resaltan la importancia de dos componentes en los sistemas de apego: uno se vincula con la posibilidad de monitorear la presencia psicológica de la figura de apego y está relacionada con la ansiedad; el otro es responsable de la regulación de los comportamientos y se relaciona con la dimensión acercamiento-alejamiento.
Los resultados de un interesante estudio sobre las técnicas diseñadas para la evaluación de los vínculos de apego muestran que el común denominador remite a la existencia de dos tipos de factores. Si se los analiza en términos afectivos comportamentales cabe hablar de ansiedad y evitación, en tanto que desde una perspectiva cognitivo - representativa que toma como referente los working models, se toman en cuenta los modelos del sí mismo y de los otros (Brennan et al, 1998). Sin dejar de reconocer que cada historia personal referente a los vínculos de apego es única y se encuentra asociada a procesos enlazados con recuerdos y contextos.
2.1.
TEORÍA DEL AMOR ROMÁNTICO COMO ESTRUCTURA
DE APEGO.
26
El Apego en los vínculos románticos La teoría del apego se ha constituido como base de análisis teórico para investigar las relaciones afectivas románticas en la vida adulta. Hazan y Shaver (1987) sostienen que las experiencias emocionales y las conductas asociadas a enamorarse, a mantener el lazo y a la separación-pérdida del compañero son compatibles con la concepción del apego de Bowlby y están impulsadas por el mismo sistema motivacional, esto es, el sistema conductual de apego, el cual tiene como fin promover la seguridad y la supervivencia. Fraley y Shaver (2000) explican que los patrones de conducta observados durante la infancia y los estudiados durante la adultez a lo largo de un vínculo romántico tienen la misma raíz, son activados y eliminados por las mismas condiciones y se manifiestan en función de los mismos propósitos.
Las parejas románticas experimentan un fuerte deseo de proximidad física y de contacto, esperan apoyo y cuidado mutuo y reaccionan frente a la separación con estrés o ansiedad. Feeney (1999) considera que el amor romántico es un proceso de apego que es influenciado por las experiencias tempranas con los cuidadores y que permite desarrollar un vínculo resistente a la vez que psicológica y físicamente interdependiente. De este modo, mantener la proximidad, protestar ante la separación, usar a la figura de apego como base desde la cual explorar el medio así como refugio en tiempos de peligro, son características que también se aplican a la mayoría de las relaciones románticas maritales y no maritales comprometidas (Ainsworth 1989; Feeney 1999). Shaver y Hazan (1993) explican que personas con estilos de apego diferentes difieren en la forma en que caracterizan la experiencia de amor más importante en su vida. Estos autores describieron a partir de la tipología de Ainsworth (1978) cómo se manifiestan los tres estilos de apego (seguro, ansioso-ambivalente y evitativo) en los vínculos románticos.
Según estos autores (Shaver & Hazan, 1993), los sujetos seguros describen el estar enamorados como sentirse felices, a gusto, con capacidad de apoyar a su compañero/a en circunstancias difíciles; demuestran auto confianza, habilidades 27
sociales, apertura e interés en las relaciones íntimas, satisfacción y estabilidad en los vínculos a largo plazo. Los evitativos tienen miedo a la intimidad, son inestables afectivamente y generalmente celosos; presentan dificultades en el área de lo social, rechazan la intimidad y desconfían de los otros, se perciben como autosuficientes y desestiman la importancia de las relaciones afectivas.
Quienes han desarrollado un estilo de apego ansioso-ambivalente describen la experiencia como una obsesión, con atracción sexual extrema y presencia de sentimientos de celos intensa y constante; son personas con características de vulnerabilidad afectiva, preocupados por el abandono y el castigo (Brennan & Shaver, 1995; Feeney & Noller, 1990; Hazan & Shaver, 1987; Hendrick, Hendrick & Adler, 1988; Pistole, 1995).
2.2.
ESTILOS DE APEGO ROMÁNTICO.
La segunda línea de investigación en apego adulto fue iniciada por los psicólogos sociales (Hazan & Shaver, 1987), quienes aplicaron las ideas de Bowlby y Ainsworth al estudio de relaciones amorosas. Estos investigadores encontraron paralelos entre las cualidades de apego infantiles y los patrones de conducta y sentimientos en relaciones de pareja de adolescentes y adultos. Los individuos “seguros” se sienten confortables y tranquilos dependiendo emocionalmente de sus parejas y no tienen problemas de que otros dependan afectivamente de ellos. Los individuos “desinteresados o rechazantes” tienden a mostrarse poco confortables en relaciones cercanas y valorizan excesivamente su autonomía. Finalmente, los individuos clasificados como “preocupados” se muestran inseguros, ansiosos, lábiles y excesivamente apegados en sus relaciones afectivas. Esta línea de investigación ha desarrollado múltiples cuestionarios y escalas de autorreporte para evaluar el apego en adultos y sus clasificaciones incluyen tanto categorías cualitativas similares a las tradicionales como también dimensiones cuantitativas que subyacen a los diferentes estilos de apego en relaciones interpersonales 28
cercanas (Bartholomew & Horowitz, 1991; Collins & Read, 1990; Hazan & Shaver, 1987; Simpson, 1990). Las mediciones del apego en relaciones amorosas conciernen al rol del apego en el contexto de pareja, lo que entre otras cosas está influenciado por variables tan diversas como el atractivo sexual. Por su parte, las mediciones como las que realiza el AAI se concentran principalmente en las formas en que el estado mental con respecto al apego afecta la investidura parental, lo que podría estar influenciado por otras variables como la viabilidad de descendencia o las condiciones ambientales en que la paternidad se desarrolla (Shaver et al., 2000). Por otra parte, se ha visto que algunos aspectos importantes de las relaciones de pareja, relacionados al género, como por ejemplo la confianza en alguien del sexo opuesto, podrían estar especialmente afectados por la historia personal de apego con el padre del sexo opuesto (Collins & Read, 1990), mientras que para ambos sexos la parentalidad podría estar más afectada por la relación temprana con la madre, dado que esta está usualmente más involucrada y disponible en esa función (Belsky, 1999; Shaver et al., 2000). Asumiendo que el grado de seguridad de una persona, su capacidad para enfrentar la intimidad de las relaciones y las formas características de manejar la ansiedad son producto de una larga historia de interacciones con figuras de apego, es claro que no pueden existir similitudes, en todos los aspectos, entre su estado mental acerca del apego y su estilo en las relaciones amorosas. Sin embargo, en ambos dominios la capacidad de depender del cuidado de otro es fundamental, como también lo es la disposición para que otro pueda depender de nosotros cuando sea necesario (Shaver et al., 2000). Mikulincer, Shaver y Pereg (2003), reportan que en el estilo seguro existe baja ansiedad y evitación, seguridad en el apego, comodidad con la cercanía y con la interdependencia, y confianza en la búsqueda de apoyo y otros medios constructivos de afrontamiento al estrés. Para Magai, Hunziker, Mesias y Culver (2000), este estilo está marcado por expresiones faciales de alegría y un sesgo 29
favorecedor de la vergüenza; por el contrario, está negativamente asociado al rasgo de emoción negativa y a la tendencia de que los afectos negativos recorran la conciencia. En la rabia en particular, Mikulincer (1998) señala que cuando personas seguras están enojadas tienden a aceptar su ira, expresar su enojo controladamente y buscar soluciones a la situación. En un estudio que explora la relación entre estilos de apego y síntomas de ansiedad y depresión (Muris, Mayer & Meesters, 2000), se reporta que niños con estilo de apego seguro, exhiben menores niveles de ansiedad y depresión, comparado a los niños con estilos inseguros. Shaver y Mikulincer (2002a), realizan una recopilación de una serie de investigaciones en relación con estilos de apego y estrategias de regulación afectiva. Señalan que individuos con apego seguro se sienten menos amenazados por información potencialmente estresante, pueden experimentar, expresar y autorevelar verbalmente emociones, y no llegan a estar perdidos en una escalada de preocupaciones y memorias negativas. Buscan apoyo cuando se encuentran bajo estrés y utilizan medios constructivos de afrontamiento; sienten comodidad al explorar nuevos estímulos, son menos hostiles a miembros de otros grupos y más empáticos hacia personas que lo necesitan. Los sujetos evitativos se caracterizan por realizar una desactivación de estrategias, incluyendo una exclusión defensiva de pensamientos y recuerdos dolorosos, no reconocimiento de su propia hostilidad, segregación de los sistemas mentales y disociación entre los niveles consciente e inconsciente de respuesta. Por último, individuos ansiosos exhiben una variedad de efectos compatibles con la noción de la hiperactivación de estrategias, incluyendo rápido acceso a recuerdos dolorosos, propagación automática de la emoción negativa desde un incidente recordado a otro, y un cierre cognitivo paradójico en respuesta a la inducción de afecto positivo. Su inhabilidad para regular recuerdos emocionales negativos, es compatible con la constante preocupación en que permanecen; a menudo pueden llegar a estar perdidos en recuerdos emocionales negativos (Shaver & Mikulincer, 2002a). En relación con lo anterior, y como una forma de organizar la información teórica y empírica que ha surgido en la temática, Shaver y Mikulincer (2002a) proponen un 30
modelo integrativo de la activación, sobreactivación y desactivación del sistema de apego. Sujetos con apego seguro, ante los signos de amenaza activan el sistema de apego, buscan la proximidad de la figura de apego y, si ésta es disponible, hay un sentido de base segura activándose estrategias de compromiso en exploración, afiliación, toma de riesgos, actividades prosociales y dar cuidado. En cambio, cuando la figura de apego no está disponible, hay inseguridad en el apego y pueden producirse dos situaciones; si la opción de búsqueda de proximidad no es viable, hay una desactivación de estrategias, como la supresión de emociones negativas y de cogniciones, y un distanciamiento de la amenaza y de los contextos de apego, lo que se produce comúnmente en el estilo evitativo; la distancia incluye inatención activa a los eventos amenazantes y supresión e inhibición de pensamientos y recuerdos evocadores de estrés y de sentimientos de vulnerabilidad. La otra posibilidad, es que la búsqueda de proximidad sí sea viable y se produzca una sobreactivación de estrategias, con lo que aumenta el estrés, se produce una hipervigilancia y rumiación, lo que tiende a suceder en el estilo ambivalente. Esto tiende a mantener un sentido de malestar y dolor, lo que concuerda plenamente con la investigación de Mikulincer et al. (2002), que reporta una aumentada activación de las representaciones de las figuras de apego en el estilo ambivalente, tanto en contextos neutrales como amenazadores; lo anterior sugiere una activación crónica y disfuncional del sistema de apego, preocupaciones en relación al apego y la imposibilidad de diferenciar los contextos de amenaza.
3. ESCALA DE APEGO ROMÁNTICO EN ADULTOS. 3.1 DEFINICIÓN DE APEGO ROMÁNTICO SEGÚN LA ESCALA DE APEGO ROMÁNTICO EN ADULTOS. Para entender el apego romántico desde esta escala se debe tener claro que los vínculos de apego se distinguen de otras relaciones adultas en el hecho de que proveen sentimientos de seguridad y pertenencia sin los cuales habría aislamiento 31
e inquietud. Su función es distinta al de las relaciones que proveen guía o compañía, gratificación sexual, compartir intereses o experiencias comunes, sentimientos de competencia o alianzas y asistencia. Los elementos comportamentales del apego en la vida adulta son similares a los observados en la infancia. Un adulto muestra un deseo hacia la proximidad de figuras de apego en situaciones de malestar. Siente bienestar ante la presencia de esa figura y ansiedad si ésta es inaccesible. La aflicción es esperable ante la pérdida de una figura de apego. ( Simpson, Steven Rholes, 1998) Brennan (1995) menciona que la diferencia entre el apego adulto–adulto y niño– adulto reside en que el sistema de conductas del adulto es recíproco, los adultos no son asignados a tomar el rol de “figura de apego/ cuidador” o “individuo apegado/ receptor”. Tanto la conducta de apego cuanto la de cuidado son observables en los adultos y las parejas oscilan entre los dos roles. Este potencial para la reciprocidad agrega complejidad a la medición psicológica del apego adulto. La hipótesis central de la teoría del apego es que las relaciones tempranas entre padres e hijos son los prototipos de las relaciones amorosas de la adultez.
3.2 HISTORIA DE LA ESCALA DE APEGO ROMÁNTICO EN ADULTOS. La escala diseñada por Brennan y colaboradores (1998) buscó unificar las diferentes medidas hasta el momento conocidas. Según los autores, para lograr un análisis factorial confiable se administró el cuestionario a un gran grupo de 1,086 participantes (682 mujeres y 403 hombres), todos estudiantes de psicología de la Universidad de Austin Texas. El diseño se desarrolló mediante sets de medidas de apego que los participantes tuvieron que completar en orden. En el primer set, los participantes tuvieron que auto-clasificarse en uno de los cuatro estilos de apego brevemente descritos. Estos cuatro estilos fueron los propuestos por Bartholomew y Horowitz (1991). 32
El segundo set de medidas de apego consistió en una combinación de todas las escalas hasta el momento conocidas. Los ítems variaron en contenido, pero, según los autores, todos lidiaban con aspectos específicos del apego adulto. Donde fue necesario, los autores adaptaron la redacción de los ítems para enfatizar en el apego romántico. Los ítems repetidos fueron eliminados y se obtuvo un cuestionario final de 323 elementos que fueron presentados al azar. (Brennan, 1998) De acuerdo con los autores (Brennan, 1998), los aspectos del apego incluidos en este segundo set incluían: confianza, protesta de separación, ambivalencia, cuidados, búsqueda de cariño, comodidad con la cercanía, comunicación, compromiso, evitación, accesibilidad de la pareja, apego ansioso, alienación, soledad, confianza en sí mismo y en la pareja, miedo al rechazo, celos/miedo al abandono, miedo a la pérdida, búsqueda de proximidad, auto-confianza, apreciación de la relación como secundaria y obsesión romántica. Dos medidas adicionales fueron incluidas en el estudio para evaluar las relaciones entre los constructos de apego de auto-reporte y dos variables teóricas asociadas, tacto íntimo y sexualidad romántica. (Brennan, 1998) Los autores exponen que, hasta ese momento, el tacto se había estudiado en niños pero no en relación con apego romántico en adultos. Por otro lado, la sexualidad si había sido postulada por Shaver, Hazan y Bradshaw (1998) como uno de los tres sistemas conductuales que se combinan para formar el amor romántico. También aclaran que a excepción del estudio realizado por Hazan, Zeifman y Moddleton (1994) la sexualidad no había sido ligada con patrones de apego.
3.3 DIMENSIONES DE MEDICIÓN DE LA ESCALA DE APEGO ROMÁNTICO EN ADULTOS.
33
Para Brennan et al. (1998) los diferentes estilos y prototipos de apego pueden ser alineados a lo largo de un continuo de dos dimensiones conceptuales, que los investigadores han denominado como ansiedad y evitación. La primera dimensión, ansiedad, se refiere a variaciones individuales respecto al nivel en que las personas se muestran hipervigilantes en temas relacionados con el apego. Una persona alta en la dimensión de ansiedad se mostrará preocupada, por ejemplo, sobre la posibilidad de que su figura de apego no responda adecuadamente a sus necesidades, mientras que una persona menos ansiosa se sentirá relativamente segura sobre cuestiones relacionadas con el apego. (Brennan, et al., 1998) La segunda dimensión, evitación, se refiere a la tendencia a usar estrategias de evitación versus estrategias de búsqueda de proximidad para regular las conductas, pensamientos y sentimientos relacionados con el apego. Las personas situadas en el extremo alto de este constructo tienden a desconectar de sus relaciones interpersonales, mientras que las personas situadas en el extremo bajo de la dimensión se sienten cómodas abriéndose a los demás y confiando en ellos como base segura. (Brennan, et al., 1998)
3.4 ESTILOS DE APEGO PROPUESTOS POR LA ESCALA DE APEGO ROMÁNTICO EN ADULTOS. Para estos mismos autores, los estilos de apego pueden ser vistos como combinaciones lineares de estas dos dimensiones. Explican los autores que una persona prototípicamente preocupada se mostrará atenta a cuestiones relacionadas con el apego, por lo que se sitúa en la parte alta de la dimensión ansiedad; y no utiliza estrategias evitantes para regular sus comportamientos y sentimientos, por lo que puntúa bajo en la dimensión evitación. Este tipo de personas Se muestran preocupados por sus experiencias, parecen enfadados, confusos y pasivos, o miedosos y abrumados. Algunas frases son gramaticalmente confusas y contienen muchas expresiones imprecisas. Sus descripciones son largas y sus respuestas 34
irrelevantes. Tienden a maximizar la importancia del apego. Están todavía muy ligados y preocupados por sus experiencias pasadas y son incapaces de describirlas coherente y razonadamente. (Brennan, et al., 1998) Una persona prototípicamente temerosa, se mostrará relativamente atenta a cuestiones relacionadas con el apego, de modo que se sitúa en la parte alta de la dimensión ansiedad; y utiliza de manera típica estrategias evitantes para regular sus comportamientos y sentimientos, por lo que puntúa alto en la dimensión evitación. En las discusiones sobre la pérdida de familiares o sobre los abusos, se observan grandes lapsos en el razonamiento o el discurso. Pueden utilizar un discurso de elogios, no mencionar o hablar de una persona fallecida como si estuviera físicamente viva. La entrevista demuestra que hay signos de no haber superado alguna experiencia traumática normalmente, debido a la pérdida de seres involucrados en la relación de apego. En sus relaciones de apego infantiles hay indicadores de conflicto, desamparo, disforia y conducta coercitiva o impredecible para con ellos. (Brennan, et al., 1998) Por otro lado, explican los autores que una persona prototípicamente desinteresada también emplea estrategias evitantes, pero está menos atenta a cuestiones relacionadas con el apego, esto la situaría en la parte baja de la dimensión ansiedad pero en la alta de evitación. Estas personas describen a sus padres como normales o excelentes, pero algunos recuerdos específicos contradicen o no apoyan estas descripciones. Dicen que las experiencias negativas no les han afectado. Sus descripciones son cortas y a menudo insisten en su falta de memoria. Tienden a minimizar la importancia que tiene el apego para sus propias vidas y a idealizar sus experiencias de la infancia sin ser capaces de proporcionar ejemplos concretos. (Brennan, et al., 1998) Finalmente, una persona prototípicamente segura puntuaría bajo en ambas dimensiones. Durante la descripción y evaluación de las experiencias relacionadas con el apego, estas personas mantienen un discurso coherente y se muestra dispuesto a colaborar, tanto si sus experiencias son descritas como favorables o no. 35
El entrevistado parece dar valor al apego, mientras que se mantiene objetivo frente a cualquier otra relación o experiencia concreta. Tienden a apreciar las relaciones de apego, a describir coherentemente sus experiencias de apego (tanto positivas como negativas), y a considerarlas importantes para su propia personalidad. (Brennan, et al., 1998)
De modo que el sustento teórico muestra como a los constructos de apego adulto se apoyan en los modelos de trabajo del apego infantil, siendo estos considerados constantes a lo largo de la vida. De acuerdo con los diferentes autores, una vez que los working models entran en funcionamiento, el estilo de apego que la persona posee será el que regirá la forma de vincularse con otros el resto de su vida. Por otro lado, el amor romántico conceptualizado como un proceso de apego propuesto por Hazan y Shaver en 1987, abrió un nuevo campo de estudio donde diferentes autores aparecieron a través de los años buscando desarrollar diversos instrumentos, cada vez más específicos e inclusivos.
CAPITULO III METODOLOGIA
3.1 Enfoque La presente investigación está ubicada dentro del enfoque de investigación cuantitativo. Según Gómez (2006): El enfoque cuantitativo utiliza la recolección y el análisis de datos para contestar preguntas de investigación y probar hipótesis establecidas previamente, y confíaenconfían la medición numérica, el conteo,
36
y en el uso de la estadística para intentar establecer con exactitud patrones en una población. (p.60) Por medio de este enfoque se adaptará la Escala de Apego Romántico para Adultos de Brennan a una población de estudiantes de la Universidad Latina de en Heredia, Costa Rica. Los datos cuantitativos que se recopilen serán utilizados para confeccionar las conclusiones de la investigación.
3.2 Diseño El diseño de la investigación es descriptivo y consistirá en la adaptación del instrumento mencionado anteriormente. Cómo es y cómo se manifiesta dentro de la cultura y la diferencia social del contexto elegido. Hernández y otros (2003; 117), afirman sobre los estudios descriptivos, “Con mucha frecuencia, el propósito del investigador consiste en describir situaciones, eventos y hechos. Esto es, decir cómo es y cómo se manifiesta determinado fenómeno” Para lograr este proceso, se utilizará la traducción-retraducción del instrumento realizada por Márquez et al. (2009), la cual se someterá a revisión por un filólogo para asegurar el correcto uso del idioma en nuestro país. Posteriormente se realizará una prueba piloto en la que se utilizará la traducción revisada y se aplicará a un grupo de 20 elementos, que cuenten con las características determinadas para la muestra. Finalmente se sistematizará la información recabada utilizando métodos estadísticos que aseguren la validez y confiabilidad de la adaptación. Hernández y otros (2003; 121), afirma n sobre los estudios correlaciónales, “Este tipo de estudios tienen como propósito 37
evaluar la relación que existe entre dos o más conceptos, categorías o variables”.
3.3 Alcance de la investigación Se espera que de este diseño se obtenga un instrumento que pueda utilizarse de manera generalizada con sujetos de características similares. Se busca alcanzar que los resultados de este estudio sean generalizables a la población costarricense que cuente con características similares a las de la muestra. 3.4 Población y muestra La población del estudio es el cuerpo estudiantil de la Universidad Latina de Costa Rica campus Heredia. La muestra se elegirá utilizando un proceso de muestreo aleatorio simple. Todos los elementos tendrán las mismas posibilidades de ser elegidos. Se buscará que los elementos de la muestra se ubiquen entre los 20 y 30 40 años de edad para lograr que sea lo más representativa y homogénea posible; por lo que los elementos que no cumplan con este criterio serán excluidos del estudio. 3.5 Variables Las variables del estudio consisten en las dos dimensiones, “Ansiedad” y “Evitación”, que la Escala de Apego Romántico en Adultos de Brennan mide y de las cuales se desprenden los 4 tipos de apego que la misma identifica. Para medir estas dimensiones, los autores utilizan 36 enunciados. De los 36 enunciados que componen la prueba 18 son destinados a medir ansiedad. Estos son los enunciados pares. Los otros 18 enunciados impares miden evitación.
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La dimensión de ansiedad que se utiliza en la escala es la conceptualizada por Bartholomew y Horowits, citados por Brennan (1998). Según los autores, esta dimensión se refiere al modelo del individuo de sí mismo como merecedor de amor y cuidado, y abarca además el miedo del individuo a la separación y el abandono. La dimensión de evitación de igual manera es la conceptualizada por Bartholomew y Horowits, citados por Brennan (1998). La cual se refiere a las expectativas del individuo hacia la disponibilidad de los otros, y se extiende hacia en qué medida el sujeto busca o evita intimidad psicológica con otros. De modo que un patrón de apego seguro se caracteriza por un modelo positivo de sí mismo y de los otros, y se identificará en la escala por medio de una puntuación baja en ambas dimensiones. El patrón de apego preocupado se caracteriza por un modelo negativo de si mismo y un modelo positivo de los otros. En la escala se identifica por medio de una puntuación alta en ansiedad y baja en evitación. El individuo desinteresado o evitativo se caracteriza por un modelo positivo de si mismo y negativo de los otros. Siendo la puntuación en este caso alta en ansiedad y baja en evitación. Finalmente, un estilo de apego temeroso se caracteriza por un modelo negativo de sí mismo y de los otros, reflejándose puntuación alta en ambas dimensiones. 3.6 Caracterización y validación del insrumento. El instrumento que se utilizará será la Escala de Apego Romántico para Adultos de Kelly Brennan (1998). Este es un inventario de 36 enunciados que los sujetos deben evaluar utilizando una escala likert. Junto a cada enunciado los evaluados deben indicar con números del 1 al 7 su nivel de acuerdo o desacuerdo hacia el mismo. Esta escala buscó unificar las diferentes medidas hasta el momento conocidas. Según los autores, para lograr un análisis factorial confiable se administró el 39
cuestionario a un gran grupo de 1,086 participantes (682 mujeres y 403 hombres), todos estudiantes de psicología de la Universidad de Austin Texas. El diseño se desarrolló mediante sets de medidas de apego que los participantes tuvieron que completar en orden. En el primer set, los participantes tuvieron que auto-clasificarse en uno de los cuatro estilos de apego brevemente descritos. Estos cuatro estilos fueron los propuestos por Bartholomew y Horowitz (1991). El segundo set de medidas de apego consistió en una combinación de todas las escalas hasta el momento conocidas. Los ítems variaron en contenido, pero, según los autores, todos lidiaban con aspectos específicos del apego adulto. Donde fue necesario, los autores adaptaron la redacción de los ítems para enfatizar en el apego romántico. Los ítems repetidos fueron eliminados y se obtuvo un cuestionario final de 323 elementos que fueron presentados al azar. (Brennan, 1998) De acuerdo con los autores (Brennan, 1998), los aspectos del apego incluidos en este segundo set incluían: confianza, protesta de separación, ambivalencia, cuidados, búsqueda de cariño, comodidad con la cercanía, comunicación, compromiso, evitación, accesibilidad de la pareja, apego ansioso, alienación, soledad, confianza en sí mismo y en la pareja, miedo al rechazo, celos/miedo al abandono, miedo a la pérdida, búsqueda de proximidad, auto-confianza, apreciación de la relación como secundaria y obsesión romántica. Dos medidas adicionales fueron incluidas en el estudio para evaluar las relaciones entre los constructos de apego de auto-reporte y dos variables teóricas asociadas, tacto íntimo y sexualidad romántica. (Brennan, 1998)
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