04. Zuleta (angie) Borrador.docx

  • Uploaded by: Henry Cördoba
  • 0
  • 0
  • October 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View 04. Zuleta (angie) Borrador.docx as PDF for free.

More details

  • Words: 1,750
  • Pages: 4
Universidad Nacional de Colombia Departamento de Psicología Angie Córdoba Villanueva

Facultad de Ciencias Humanas Problemática Colombiana

UNA LECTURA CONTEMPORÁNEA DEL PENSAMIENTO DE ESTANISLAO ZULETA: COLOMBIA, DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS Hay dos cosas a las que no se puede obligar a nadie que ya sabía Platón desde la antigüedad: a pensar y a amar.

INTRODUCCIÓN

Estanislao Zuleta, nacido en 1935 en Medellín y fallecido en Cali en 1990, fue uno de los académicos y pensadores más importantes del país en el siglo XX, al seguir con juicio la premisa kantiana del sapere aude, o pensar por sí mismo, al llevar a cabo una aventura del pensamiento entre la filosofía, la economía, la historia y la literatura, que en varias ocasiones se aplicó en el análisis de la realidad social colombiana. La estructura del texto está organizada en tres partes: valores para la construcción de una democracia; filosofía, política y derechos humanos; y sociología política de Colombia. Cabe decir que este trabajo, a pesar de la cohesión y coherencia entre los textos, no constituye un conjunto unitario, sino que se encuentra en la misma línea de la vida y obra de Zuleta, al ser una compilación póstuma de varias de sus trabajos y conferencias sobre el tema de la democracia en Colombia, pronunciadas hacia el ocaso de su vida a finales de la década de los ochenta, cuando fue integrante de la Consejería de Derechos Humanos de la Presidencia de la República. DEMOCRACIA: DERECHOS Y POSIBILIDADES VALORES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA DEMOCRACIA LA DEMOCRACIA Y LA PAZ Conferencia en el campamento de paz en Santo Domingo, Cauca, en 1989, en un acto de desmovilización de integrantes del M-19, en el marco de las negociaciones de paz efectuadas entre el gobierno y este grupo. En esta primera conferencia, titulada La democracia y la paz, Zuleta se propone salir de la confusión conceptual que resulta al hablar de la democracia y de cómo esta intención se relaciona con el interés de otros grupos por la lucha de una democracia en términos amplios y en un marco de derechos y posibilidades. En primer lugar comenta de cómo la tradición de la democracia discurre por un canal distinto al de la tradición marxista, en el que las relaciones entre ambas posturas han sido conflictivas, al considerar la segunda a la primera, como una de las máscaras del capitalismo. De hecho, se suele hablar de “democracia” cuando no es más que un mecanismo procedimental parte de un sistema político y en el que los derechos son formalizados pero no corresponden a la realidad de los hechos. En réplica a esta postura, Zuleta sugiere considerar a los derechos en conjunto con las posibilidades. Se comenta también sobre la historia del combate contra la democracia. Al respecto, menciona a Platón, y como a partir de él, se consideró en circunstancias históricas específicas pero bastante extendidas, que lo que le da legitimidad al poder es el saber, el saber ejercido por unas minorías. La tendencia al abuso del poder se acentúa cuando no hay

1

alternancia en el gobierno1, cuando la legitimidad del “saber” no se orienta hacia el aprendizaje y participación de las personas en la democracia, y en la ausencia de controles sobre quienes ejercen el poder2. Es importante aclara que cuando se trata de democracia, se habla de un proceso en curso, que puede extenderse y ampliarse, siempre en construcción. Uno de los elementos más importantes en la aspiración y construcción de una sociedad democrática es el diálogo, del cual Zuleta realiza una exposición sucinta de sus características: el diálogo es una exigencia de la sociedad contemporánea en tanto mecanismo para evitar la destrucción mutua, lo que equivale en otras palabras, a una obligación como condición de superviviencia. El diálogo racional ha de valerse de argumentación, que parte de la premisa de que no existe una sola verdad, y que también, tiene en consideración los postulados del otro como válidos. Al respecto, me parece interesante la siguiente frase: “(…). El amor y el pensamiento representan el límite infranqueable de la libertad. El fracaso absoluto de cualquier tirano está exactamente en ese límite donde el hombre piensa, desea y ama”.3 Y desde luego, ha de incluir la pluralidad como condición para la igualdad entre los seres humanos. En el proceso de construcción de una democracia está ligado a la conquista de los derechos humanos. La lucha por la democracia equivale a la lucha por los derechos y la fuerza creciente del poder del pueblo. El problema reside en la impotencia para luchar por los derechos, en el reemplazo de la esperanza –como un valor democrático- por la fatalidad y la resignación. La democracia crece con la cultura y con la participación, peo si ésta se queda en el papel, difícilmente podrá conseguirse una balanza que se incline hacia los explotados, dominados y vulnerables. Defender la democracia es luchar por la permanencia por la ampliación de los poderes ideológicos, culturales, económicos y políticos del pueblo; por su capacidad organizativa, de decisión y de intervención. Y eso no es luchar por el capitalismo. Al contrario, es una forma de poner en cuestión la lógica del capital. (26) Pero por otra parte están las revoluciones que ocurren pero que nunca estallan y que pueden producir transformaciones de la vida igualmente profundas, o incluso mucho más profundas y estables. (27) Revolución en los dos sentidos. Ejemplo del Renacimiento. SOBRE LA GUERRA En el corto ensayo Sobre la guerra Zuleta propone que para combatir la guerra no hay que hacerse ilusiones. No hay que oponerse a la guerra, sino combatirla desde otros frentes: reconociendo el conflicto y hostilidad como contributivos del orden social. Y no en palabras secas sino por el contrario, garantizando un espacio social y legal para que el conflicto pueda darse sin que sea la supresión del otro. Aunque no estoy muy de acuerdo con su explicación en torno a la felicidad de la guerra, sea sin entenderlo o por considerarlo desajustado para el proceso particular de la nación colombiana, es importante en su impresión sobre la guerra, anotar como el conflicto en términos generales, sea de lucha de clases, o de la existencia de otro u otros, hace parte de la búsqueda por una sociedad más racional, justa y organizada, implicando que un pueblo maduro para el conflicto es un pueblo maduro para la paz. 4

1 2

3 4

“Un rasgo esencial de la democracia es que el poder se conquista, se reconquista o se pierde”. (Pág. 15) “Un poder para ser legítimo tiene que ser discutible, disputable y sustituible” (Pág.17) Pág. 19. Pág. 31

2

LA VIOLENCIA POLÍTICA EN COLOMBIA Para finales de los años ochenta, Zuleta escribió un documento sobre la violencia política del país, refiriéndose a la situación de la época, a los problemas del país en sus estructuras sociales y políticas. Sorprende hallar que el transcurso del tiempo haya afectado poco las características generales del país, que sigue sustentado en un modelo de democracia clásica, en el que se alternan las elecciones, existe separación entre los poderes públicos, libertad de expresión y asociación. No obstante, esta democracia –señala Zuleta- está habitada por el terror. Amenazas, torturas y asesinatos a periodistas, líderes sindicales, grupos de oposición, minorías étnicas, defensores de los derechos humanos. Lo que describe continúa siendo un cruel retrato del país 27 años más tarde. El desmoronamiento de las instituciones políticas fue inevitable, y escuadrones de la muerte rondaron por calles y veredas. Se analizan los factores que contribuyen a este fenómeno, y varios de ellos, siguen vigentes: el narcotráfico con la creación de fuerzas armadas, el sicariato y la cooptación de políticos, militares e instituciones; el movimiento guerrillero y sus características de tipo ideológico y militar, cuya situación no es idéntica a la del presente, pero que ha atravesado largos períodos de conflicto y dialogo con el gobierno colombiano; la apertura democrática, que para la época revelaba el fracaso y debilitamiento de los partidos tradicionales, y que estaba ad portas de un nuevo modelo de constitución política y de elección para los departamentos y municipios, y que a la larga funcionó, pero que también ha heredado y traído consigo problemas propios. Para concluir, Zuleta considera inminente una transformación democrática, que va a la par de un fenómeno considerado positivo, como la emergencia de movimientos sociales de reivindicación de derechos, que presionan al gobierno e imponen otras formas de política y democracia. CONCLUSIONES De mi parte considero que los planteamientos expuestos por Estanislao Zuleta hace más de dos décadas continúan siendo vigentes para la realidad colombiana, y que el mayor aporte que puede realizarse de parte de nosotros, es atreviéndonos a pensar por sí mismos, partiendo de él, pero siendo sensatos a la hora y en el momento de relacionar el pensamiento con las particularidades actuales –pero también el trazado/recorrido histórico- de la nación Colombiana. Aunque en términos generales pareciera que Colombia sigue siendo la misma, es decir, en considerar que somos una democracia con unas instituciones políticas que formalizan un conjunto de derechos para todos y todas, sus problemas, algunos de ellos de muy vieja data, en el que el papel no corresponde en mucho con los hechos. Una actualización del pensamiento de Zuleta en torno a los derechos y la democracia, implicaría pensar las transformaciones acaecidas hacia el final del siglo pasado y las dos décadas del presente, en el que el Estado colombiano fue objeto de serias transformaciones de tipo estructural: la apertura al mercado mundial, la firma de tratados de libre comercio, el paso de lo público a lo privado en la gestión de los servicios públicos, la salud y la educación, la inversión extranjera y la extracción insensible de recursos naturales no renovables; así como también los cambios en la naturaleza del conflicto armado colombiano, que se agudizó en la época del deceso de Zuleta con el narcotráfico, pero que tras de sí, ha dejado una estela, en la que se incluyen otros actores armados, de masacres, sangre y destierro, muy lejos de las esperanzas por una sociedad democrática expresadas por el maestro y en contradicción con el pacto social realizado con la Constitución Política de 1991. Uno de los inconvenientes de traer el pensamiento de Zuleta, es precisamente, un elemento que se comparte a nivel de las ciencias sociales y de los movimientos sociales, es la ausencia de un paradigma alternativo al capitalismo y sus instituciones políticas.

3

Bibliografía Zuleta, Estanislao. Colombia: Violencia, Democracia y Derechos Humanos. Medellín: Hombre Nuevo Editores- Fundación Estanislao Zuleta. 2003

4

Related Documents

Angie
April 2020 18
Angie
July 2020 15
Etasnilao Zuleta
May 2020 4
Angie Jimenez
December 2019 22
Poema Angie
May 2020 13

More Documents from ""