Zine Pandoras Numero 1

...nos enfrentamos a sentirnos ignoradas porque en el mundo patriarcal ”lo importante es cosa de hombres”; y si nosotras queremos hacer cosas importantes, hemos de comportarnos como ellos; aunque esto no nos hace más libres sino más sometidas. Queremos que nuestra Revolución sea la lucha cotidiana, que empieza por nuestra propia coherencia. Pensamos que la emancipación de las mujeres implica una revolución en las mentalidades. Tomar conciencia de nuestra identidad, así como de nuestra opresión, será el punto de partida para empezar a luchar. El patriarcado es la estructura en la que reposan el Estado y el Capital. Las mujeres entendemos que el estado de sumisión y obediencia se alimenta desde la familia y la escuela; los hombres patriarcales son parte "privilegiada", que también padecen el patriarcado, que mientras no renuncien al Poder son enemigos de las mujeres libertarias.

La preocupación o cercanía del anarquismo por "el tema de la mujer" ha sido una constante histórica, esto queda de manifiesto cuando revisamos la prensa anarquista del 1900. El anarco-feminismo es una tendencia dentro del anarquismo que ha tenido más representantes connotadas anglosajonas.

Algunas Mentoras del anarco feminismo son: Emma Goldman,(1869-1940), Louise Michel(1830-1905), Elizabeth Gurley Flynn (18901964), Voltairine de Cleyre (1866-1912), Lucy Parson (1853-1942), Ulrike Heider (1947-?), Marie Louise Berneri (1981-1949) Federica Montseny entre otras.

Lo que ha caracterizado a estas mujeres más que planteamientos teóricos unitarios es ser reconocidas anarquistas y ser mujeres. El anarco- feminismo significa la independencia y la libertad en igualdad de condiciones para hombres y mujeres. Una organización y vida social donde nadie sea superior o inferior a nadie y todos estemos en un mismo nivel, tanto mujeres como hombres, en todos los planos de la vida social incluso los privados.

En Chile, la violencia de genero, se manifiesta en las distintas formas de agresión y maltrato que viven las mujeres tanto en el espacio público como privado, es un fenómeno que ha comenzado recientemente a ser nombrado, reconocido y cuantificado. Sin embargo, se desconoce aún la magnitud real de esta violación a los derechos humanos de las mujeres. Los estudios y estadísticas disponibles son injustos y se refieren principalmente a violencia en la pareja, violencia sexual y, en menor medida , al acoso sexual laboral.

La maté porque era mía...

Los motivos o justificaciones del femicidio son los afanes de dominación, posesión y control de los agresores hacia sus víctimas.

Estos se manifiestan a través de los celos, el acoso permanente, la resistencia del agresor a aceptar el término de la relación o la simple negativa de la mujer a establecer una relación y/o tener intimidad con el femicida. En los casos de violación y muerte perpetradas a mujeres por desconocidos, se manifiesta también el sentido de propiedad y libre disposición que tienen muchos hombres respecto de las mujeres en general. “La maté porque ella me estaba engañando y yo quería reconquistarla” “Comencé a tener celos, porque trabajaba de día y de noche, y por esto opté por separarme” “Hace como dos meses me fui del hogar porque ella se puso “escandalosa”... el día de los hechos fui a su departamento y la escuché hablando con unas vecinas, ella les decía que tenía otro hombre y que esa noche se quedaría con él, al escuchar esto como que enloquecí... ingresé a la casa y tomé un cuchillo de la cocina...” “...cuando llegamos al Parque ella se negó a tener relaciones sexuales y ahí procedí a golpearla, luego la ahorqué y la llevé arrastrando.”